Tiffany caminó hasta su habitación, entró y se dejó caer pesadamente en su cama. Se le partía la cabeza de tanto llorar por Nichkhun. ¿Por qué él era así con ella? ¿Por qué pretendía que ella pusiera todo en aquella relación, mientras él no hacía más que reprochar? Respiró profundamente y se quedó con la mirada fija en el techo. 

—“No me interesa nada de lo que hay en este campo, maldita sea”.

Recordó sus propias palabras. Eso no era así. Claro que había cosas que le interesaban en ese campo. Ella había crecido allí, había sido muy feliz allí. 

Se puso de pie, no iba a dejar que su novio le arruinara las hermosas vacaciones que tenía pensado pasar. Tenía muchas cosas por ver aun. 

Se asomó al balcón y la divisó a ella, llevaba un par de bolsas en ambas manos y caminaba hacia el establo. Su corazón latió con fuerza por ahí podía pedirle que la acompañara. 

—¡Tae! —la llamó. 

La chica detuvo sus pasos y apoyó las bolsas en el suelo, giró la cabeza y levantó la vista para encontrarla parada en el balcón de su habitación. Un nudo se le formó en el estomago. Solo atinó a hacerle un movimiento de cabeza en forma de saludo. Pero en realidad no quería estar allí, quería mantener su cabeza en otro lugar. Tomó las bolsas con más firmeza y volvió a caminar. 

Tiffany miró extrañada como ella se alejaba. Y sin dudarlo entró a su habitación. Algo tenía que haber pasado para que Taeyeon la ignorara de aquella manera.

Salió de su habitación y bajó para luego salir de la casa. No entendía muy bien por qué se sentía así de afectada con respecto a la bajita, pero no le había gustado nada la forma en la que la había mirado.

Llegó al establo y entró sin dudarlo. Allí estaba ella, dándole de comer a un par de caballos. 

Taeyeon giró la cabeza y se sorprendió de verla allí. 

—¿Necesita algo, señorita? —se atrevió a preguntarle. 

—Si —asintió ella —Necesito saber que te sucede. 

Ella volvió la vista al caballo y lo palmeó levemente mientras le terminaba de colocar el bozal para que comiera por si solo. Volvió la vista a Tiffany.

—No sé a qué se refiere…

Caminó hacia el segundo caballo, cargó su bozal y comenzó a colocárselo. 

—Claro que te sucede algo, Tae —dijo ella —Pasamos un momento muy divertido hace un rato. Y ahora estás… no lo sé.

Taeyeon la miró sobre su hombro.

—No creo que le interese, señorita. Aquí no hay nada que le interese.

Volvió a prestarle atención a lo que estaba haciendo. 

Ella se quedó quieta en su lugar, procesando las palabras que la castaña acababa de decirle. ¿Acaso ella había escuchado la conversación que había tenido con Nichkhun? 

— Tae —la llamó ella no la miró — Kim Taeyeon, mírame. 

Taeyeon tensó la mandíbula. Solo ella la había llamada así. Y que lo hiciera de nuevo, en aquel momento, la hacía enojar. ¿Con qué derecho se atrevía a hurgar en sus recuerdos, en sus emociones? Ella se había olvidado de todo. ¿Por qué iba a importarle ahora? 

Tiffany resopló y caminó hasta ella. La tomó del brazo, haciendo que se girara para enfrentarla. 

—Estoy trabajando, señorita. Si no le molesta… puede irse. 

Ella la miró ofendida.

—¡Claro que me molesta! —exclamó

—No quiero que me trates como a una extraña.

—Es una extraña para mí.

Los ojos marrones se llenaron de lágrimas, Taeyeon se maldijo internamente. No, no podía hacerla llorar. Ella no debía llorar por nada en el mundo

—No quiero ser una extraña para ti.. ¿Olvidaste todo lo que vivimos juntas? ¿Lo hiciste?

Taeyeon no contestó al instante. Se quedó observándola detenidamente. 

—¿Usted lo olvidó? —le contestó con otra pregunta. 

Tiffany miró hacia otro lado. ¿Qué podía decirle? En realidad ella no lo había olvidado. Solo lo había dejado de lado… Solo se había dedicado a sus estudios, a su futuro. 

—No —le contestó luego de varios segundos —No lo he olvidado.

—¿Segura? —inquirió

Tiffany enfrentó su mirada.

—No lo olvidé, Taeyeon —aseguró —Solo… lo dejé pasar. 

Ella sonrió con los labios sellados. 

—Ya no se preocupe por eso. Pasaron muchos años, ¿a quién podría importarle? Éramos niñas. Y ya nada queda de eso. 

Los labios de Tiffany temblaron. Pero no iba a llorar, no debía llorar. Fijó la mirada en el pecho de Taeyeon, divisó una cadenita plateada que rodeaba su cuello, la miró a los ojos.

—¿Aun tienes mi regalo? —le preguntó. 

Taeyeon sacó a la vista la cadenita que estaba oculta entre ella y su blusa. 

—Yo cumplo mis promesas.

Y ella ya no pudo soportarlo. El primer sollozo escapó de sus labios, Taeyeon se quedó quieta, sintiendo que su corazón se partía al escucharla llorar. Dio un paso hacia ella y la envolvió entre sus brazos. No podía dejarla llorar así. 

Tiffany ocultó el rostro contra su cuello, sintiéndose minúscula, indefensa. Pero su reconfortante calidez la protegió.

—Lo siento, Tae —murmuró contra ella —Eras importante para mí… lo juro. Y aun lo eres. Es raro el motivo. Pero estar contigo es como volver a tener 12 años. 

Ella se quedó en silencio, la abrazó un poco más. Entendía como ella se sentía. A ella también le pasaba. Verla, estar cerca de ella la hacía sentirse una niña de nuevo. 

—Usted también era… es importante para mí…

Ella se alejó para mirarla

—Vuelves a tratarme de usted y vas a arrepentirte —le advirtió. Taeyeon rió por lo bajo. 

—Voy a tenerlo en cuenta.

—Más te vale, Taeyeon. 

Se quedaron en silencio por varios segundos. Taeyeon levantó la mano y secó las lágrimas que cubrían sus mejillas.

—¿Quiere… —sacudió la cabeza —quieres ir a montar? 
Ella la miró emocionada. 

—¿Me vas a acompañar?

—Si quieres.

—Si quiero —asintió contenta. 

—Bien —sonrió Taeyeon —Prepararé a los caballos entonces. 

Tiffany observó como ella sacaba a White de su cuadra y luego agarra a otro caballo color café. Ella frunció el ceño levemente.

— Tae —le habló. 

—¿Si? —preguntó.

—No estarás pensando que voy a subir a White ¿o si?

ella la miró sobre su hombro y le dedicó una hermosa sonrisa. Tiffany sintió cosquillas en la panza.

—Es tu caballo, enana.. bueno ya no se si decirte enana —dijo divertida, ella sonrió -Es mas que obvio que la enana aqui soy yo -Tiffany solto una carcajada logrando que Taeyeon sonriera- No te rias, vas a subirte a él Fany, además de que ya te dije que no tienes que tenerle miedo.

—¿Y cómo sabes que no va a hacerme daño? —quiso saber.

Taeyeon les colocó las sillas a los animales. 

—Yo misma lo crié y enseñé todo lo que sabe.

—Así que… ¿debo confiar en tu enseñanza?

—Claro que si.

Terminó de acomodar todo y se giró a verla. Ella la miró algo nerviosa.

—Creo que olvidé como montar, Tae.

—Tonterías —dijo ella y se subió al caballo café —Ven aquí.

Lentamente se acercó hasta donde estaba ella, Taeyeon se inclinó y con un poco de esfuerzo tomó su mano y la ayudo a colocar sobre White. El caballo protestó un poco y ella se agarró con firmeza del brazo de Taeyeon, la castaña le habló al caballo y al instante este se quedó quieto. Tiffany la miró sorprendida.

—¿Siempre es así de obediente? —quiso saber.

—Solo conmigo.

Taeyeon le dio un leve golpecito a su caballo y este comenzó a galopar, Tiffany miró asombrada como se alejaba y salía del establo, respiró profundamente y tomó las riendas de White, no era que ella había olvidado como hacerlo, no, solo le faltaba un poco de práctica, paateó el costado del caballo y este comenzó a andar a toda velocidad. Tiffany ahogó un gritito y la luz del sol le dio en el rostro cuando salió del establo, Divisó a Taeyeon a unos cuantos metros, esperándola, el caballo se dirigió hasta ella

Tiffany lo detuvo cuando estuvo cerca, Taeyeon la miró realmente divertida, Tiffany se aferró con firmeza y la miró con seguridad.

—Te juego una carrera —Tiffany dijo, la mayor arqueó una ceja

—¿Una carrera? —inquirió.

—Si —sonrió ella —Hasta el viejo roble.

—¿Aun recuerdas donde queda? —dijo sorprendida

—Claro que si, Tae Tae..

Ella sonrió bobamente, Tiffany se acomodó mejor y la miró, Taeyeon también se acomodó.

—Nada de trampas, Fany

—Jamás hice trampa —aseguró.

—Por un momento te creí..

Ella rió divertida.

—¿Lista? —ella asintió —¡Ya!

White comenzó a tomar ventaja, sorprendida Taeyeon intentó alcanzarlos pero le fue imposible, ese caballo era salvaje.

Ella llegó y detuvo a su caballo, se bajó y comenzó a festejar divertida, volvió a abrazar al gran corcel blanco.

Parecía ese caballo de los cuentos de hadas, que traían encima al príncipe azul. 

—¡Ay que lindo eres, White! Gracias hermoso, gracias por dejarme ganarle —le dijo sin soltarlo.

Taeyeon llegó hasta ellos y se detuvo.

—Tú sigue White, sigue que voy a contarle a Estrella que le estas coqueteando a la hija del jefe. 

Tiffany se giró a verla y sonrió divertida.

—¿Quién es Estrella? —le preguntó.

—Estrella es la novia de White —le contó

Ella se giro a ver al caballo.

—No puedo creer que mi caballo tenga una novia —le dijo divertida. El caballo pateo el suelo unas cuantas veces.

ambas rieron. Ella volvió a mirar a Taeyeon —¡Te gane! 

—Eso fue trampa —dijo ella

—¿Trampa? Claro que no —dijo la pelirroja sin poder creerlo —Siempre haces lo mismo, eres una mal perdedora

—¿Yo mal perdedora? Tú que siempre te sales con la tuya, tramposa..—le dijo ella —Creo que un castigo es lo minimo que te mereces..

Taeyeon la miró bien y cautelosamente comenzó a caminar. 

Tiffany se agachó y buscó lo que estaba buscando. Barro. 

Se puso de pie y le arrojó lo que había tomado.

Taeyeon no pudo evitar la maldad de la morena, y no llegó a salirse a tiempo de su camino. El frío barro cayó justo en su brazo derecho. Se miró a si misma para luego dirigir su mirada a Tiffany. Ella rió divertida y volvió a tomar barro. Se acercó a ella y comenzó a pasarle barro por la cara. 

—Creo que así, te verás muy bien.. —dijo divertida.

Cuando quitó sus manos de su rostro, Taeyeon tomó un poco de barro de su cara e imitó su acción. 

Tiffany cerró los ojos al sentir el asqueroso y frío barro sobre su piel.

—Creo que así, te verás igual o mejor que yo.. —le dijo y se alejó de ella para empezar a correr.

Ella abrió los ojos y la encontró corriendo.

—¡Ven aquí, Taeyeon! —le dijo fuerte y comenzó a seguirla

ella rió divertida al verla correr detrás de si, detuvo sus pasos y la esperó de espalda. 

Tiffany corrió más rápido al verla detenida, cuando la alcanzó se subió a su espalda. 

Taeyeon la sujetó con firmeza y comenzó a correr. 

—¡Ya, Taeyeon! ¡Bájame! —gritó divertida. 

Ella no le hizo caso y siguió corriendo, hasta que a causa del cansancio se dejó caer con ella encima, ambas rieron divertidas

—Creo que ya no tenemos 12 y 13 para hacer esto —le dijo agitada

Ella rió divertida e intentó ponerse de pie, pero sus manos resbalaron en el barro y cayó de lleno sobre Taeyeon, la volvió a mirar a los ojos, Taeyeon pensó que iba a volverse loca y no podría detenerse si ella seguía mirándola así, había tantas cosas en aquella mirada, su corazón se aceleró aun más

Tiffany otra vez intentó ponerse de pie y está vez si tuvo éxito, le entregó una mano y la ayudó a ponerse de pie.

Taeyeon se mordió el labio inferior algo nerviosa

—Creo… creo que deberíamos volver. 

—Si, también yo... —asintió ella.

Se subieron a sus respectivos caballos y cabalgaron en el más completo silencio hasta la estancia.