Después de aquella nueva interrupción por parte de Heechul, Taeyeon y Tiffany no habían tenido la oportunidad de estar a solas de nuevo, cada vez que se cruzaban, alguien aparecía alli, Tiffany tenía tantas ganas de agarrar a White y secuestrar a Taeyeon para alejarse de todo y de todos, pero sabía que aquello no estaba bien, Taeyeon aun estaba con Nana y ella había ‘terminado’ con Nichkhun por teléfono, sabía que tendría que hablar con él personalmente para aclarar del todo las cosas, pero ahora realmente no le preocupaba solo quería encontrar un momento para poder hablar con Taeyeon y arreglarlo todo, más que arreglarlo la palabra era aclararlo simplemente sonreía como una tonta cada vez que recordaba sus besos, jamás la habían hecho sentir tan deseada se sobresaltó un poco cuando alguien entró a la sala, se giró a ver y sonrió al reconocerlo

—Papa, me asustaste —le dijo —Lo siento, hija no era mi intención —se disculpó él y se acercó a ella para sentarse a su lado Tiffany lo abrazó apoyando la cabeza en su hombro, Leonard sonrió levemente, sabía que Tiffany quería preguntarle algo, siempre que lo abrazaba de aquella forma lo hacía 

 

 

—Papi —lo llamó —¿Qué sucede, cielo? —¿Crees que esta bien sentir algo por una persona a la que conoces hace mucho tiempo, pero por x motivos dejaste de ver por un par de años y ahora volviste a ver?

 

 

—¿Estás hablando de Taeyeon? —dijo él, Tiffany se incorporó rápidamente y lo miró nerviosa.

 

 

—Mmm… no, no hablo de Taeyeon —dijo torpemente

 

 

—Tiffany, si estás hablando de Taeyeon – dijo divertido, ella pestañeó seguidamente sintiéndose descubierta —y no, no esta mal que sientas cosas por ella, es más… me agrada que sientas cosas por ella

 

 

—¿No te opondrías? —inquirió con inseguridad, Leonard rió levemente

 

 

—No soy uno de los Jung, para mi nada es más importante que tu felicidad, pero ¿y Nichkhun?  

 

 

—Terminé con él… —Leonard frunció el ceño.

 

 

—¿En que momento?

 

 

—En realidad solo le dije que no quería volver a verlo

 

 

—Bueno, eso puede tomarse como algo no claro, mi vida, deberías solucionar bien eso, pero si sientes cosas por Taeyeon sigue adelante y juégate por ella

 

 

—Gracias, papi —sonrió ella y besó su mejilla.

 

 

—Tiffany...

 

 

—¿Si? —dijo ella y lo miró

 

 

—¿Qué opinarías si te digo que... quiero casarme?

 

 

Los ojos de la morena se abrieron de par en par

 

 

—¿Qué? —fue lo único que salió de sus labios, Leonard sonrió nervioso

 

 

—Sé que es algo que no te esperabas escuchar, hija, pero creo que… necesito casarme con alguien que siempre ha estado en mi corazón.

 

 

—¿Eunha? —dijo ella rápidamente.

 

 

—¿Por qué crees que es Eunha?

 

 

—Solo limítate a responderme, Leo—lo retó, él agachó la cabeza.

 

 

—Si, es Eunha. —¿Ya le pediste que se casara contigo? —quiso saber.

 

 

—Se lo pedí como 5 veces… pero ella siempre dice que no.

 

 

—¿Por qué? —preguntó.

 

 

—Porque cree que lo hago por lastima...

 

 

 

—¿Qué pasó entre Eunha y tú, papa? —era algo que siempre le había querido preguntar, Pero jamás había encontrado el momento.

 

 

—Éramos jóvenes y nos enamoramos, fue a primera vista, ella tenía 15 años cuando su padre entró a trabajar aquí y yo era un tonto soñador y me enamoré de ella, mantuvimos nuestro amor en secreto hasta que un día tu abuelo dijo que debía marcharme a la ciudad, buscar una esposa y formar una familia —suspiró —Me fui, fui un cobarde y no le dije a tu abuelo que amaba a la hija del capataz, luego conocí a tu madre... amé a tu madre, Tiffany mucho, pero jamás llegó a ser lo que sentía por Eunha, cuando volví al campo, ella estaba embarazada de Taeyeon, pero el padre jamás se hizo responsable y luego llegaste tú y jamás volvimos a hablar de nuestros sentimientos

 

 

—Papá… —murmuró ella y se acercó a abrazarlo

 

 

—Me parece hermoso que quieras casarte con tu primer amor..

 

 

—¿No te opondrías? —preguntó de la misma forma que ella, Tiffany rió y se alejó de él.

 

 

—No, claro que no -Greg sonrió y besó su frente, luego con un poco de dificultad se puso de pie

 

 

—Me voy a recostar un rato, hija, me duele un poco la cabeza...

 

 

—Está bien —asintió ella y lo vio desaparecer, lo que acababa de escuchar de su padre la había dejado completamente pasmada, siempre había intuido que su padre sentía algo especial por Eunha, pero jamás pensó que fuerontan intenso y al parecer la historia volvía a repetirse ¿Debería hacerle caso a su padre y jugarse por Taeyeon? ¿O dejar que las cosas siguieran su curso? se puso de pie, iba a averiguar bien que era lo que Kim Taeyeon le hacía sentir

 

 

****

 

 

Taeyeon estaba parada frente a todos los peones de la estancia, era más que necesario terminar de una buena vez con las indicaciones, en los últimos días había hecho de todo menos su trabajo, principalmente por culpa de Tiffany, la pelirroja se la pasaba metida todo el día en su cabeza, confundiéndola cada vez más, luego de que Heechul las interrumpiera (si, inoportuno Heechul) no habían vuelto a estar solas 

 

 

—Bien, los reuní porque es hora de repartir los trabajos de la estancia ¿Alguien quiere algún puesto en especial? —les preguntó.

 

 

—No —dijeron todos a la vez

 

 

—¿Seguros? —quiso saber

 

 

—Si —volvieron a contestar como soldados, Taeyeon puso los ojos en blanco.

 

 

—Ya les dije que no tienen que comportarse como maquinas cuando el señor Hwang está aquí, solo hagan su trabajo como siempre

 

 

—Bien, yo quiero encargarme del marcado de té.. —dijo una de las chicas, Taeyeon sonrió

 

 

—Bien, Da Hye tienes ese puesto —dijo contenta Entonces todos comenzaron a pedir diferentes trabajos, Taeyeon asentía y asentía, pero ya se estaba mareando con tantas voces a su alrededor hasta que todos callaron, ella frunció el ceño, ¿Por qué todos se habían quedado en silencio de tal forma?

 

 

—¿Qué sucede? —les preguntó, ninguno dijo nada —Oigan, ¿Por qué se quedaron callados de golpe?

 

 

los trabajadores miraban fijo hacia atrás de ella Entonces uno de ellos le hizo un gesto con la cabeza, de que mirara y así lo hizo, se sorprendió mucho al verla allí parada con ese hermoso eye smile en su rostro

 

 

—Tiffany ¿Qué... qué haces aquí?

 

 

—Buenas tardes a todos —dijo ella sin dejar de mirar a Taeyeon

 

 

—Buenas tardes, señorita —contestaron al unisono, Taeyeon comenzó a sentirse nerviosa, ella estaba allí por alguna razón

 

 

—Siento haber interrumpido su charla …pero necesito hablar unos minutos con su jefa ¿Me dan el permiso? —preguntó.

 

 

 

—Claro...

 

 

—Si, señorita...

 

 

—Llévesela, ya nos estaba hartando... Taeyeon se giró a verlos con un gesto serio, todos volvieron a cerrar la boca al instante y se pararon erguidamente

 

 

—Señorita Tiffany, no creo que podamos hablar en estos momentos, estoy muy ocupada con el trabajo —dijo ella

 

 

—¿Mucho? —inquirió ella e hizo un puchero, el pulso de Taeyeon se aceleró.

 

 

—Pero si ya has terminado de darnos los trabajos —habló Dongwoo

 

 

—Si —dijo ella apretando los dientes y con la vista fija en ella. —Terminé de darles los trabajos pero yo también debo trabajar.

 

 

—Oh, Tae no te preocupes por eso —siguió hablando Dongwoo —Nosotros hacemos tu trabajo, no puedes dejar a la señorita Tiffany con la palabra en la boca

 

 

—Además de que si se tomó la molestia de venir a buscarte, es porque es algo realmente importante —habló Yuri, que hasta entonces se había mantenido callada, Taeyeon la fulminó con la mirada

 

 

—Voy a matarlos a todos —murmuró para ellos Todos se aguantaron una sonrisa, Taeyeon volvió la vista a Tiffany

 

 

—¿Le parece si hablamos más tarde? —le preguntó, no sabía por qué le estaba diciendo que no, si lo que más quería era poder tener unos cuantos segundos a solas con ella, pero algo le decía que no, que primero debía aclarar todas las cosas con Nana, y luego si podría seguir a su corazón. 

 

 

—No será mucho tiempo, Tae —aseguró ella —Lo juro. —Bien, solo voy a decirles a estos que vayan a trabajar...

 

 

Giró y se le fue la voz al ver que ya no había nadie detrás de ella ¡Se habían ido todos! por Dios, esos eran más chismosos y metidos que viejas en una peluquería Tiffany rió por lo bajo, Taeyeon la escuchó y nerviosa volvió a mirarla

 

 

—Parece que ya se fueron —dijo ella

 

 

—Si, me adoran —sonrió

 

 

—Ven —le dijo y estiró su mano para tomar la de ella—Podemos dar un paseo y charlar un poco, ¿te parece?

 

 

Taeyeon vio sus manos unidas y se le secó la garganta, siempre que la tomaba de la mano el cuerpo le empezaba a sudar —Tengo toda la mano llena de tierra —le dijo.

 

 

—No me importa —aseguró y comenzó a caminar tirando de ella Taeyeon tuvo que seguirle el paso, tenía el corazón desbocado y no sabía que decir o que hacer, por Dios y ella se hacía llamar la mujer con más carácter del mundo, en esta situación simplemente parecía una tonta de 14 años, caminaron en silencio con los dedos entrelazados, era hermoso tenerla de esa manera, observó su perfil, estaba atardeciendo y los rayos anaranjados del ocaso jugaban con el color de sus ojos, cabello, piel... y su boca, su mirada quedó clavada en aquella parte de su rostro, no había dejado de pensar en sus labios ni un solo segundo Entonces ella se detuvo y se giró a verla, Taeyeon sacudió la cabeza, ella le entregó una dulce sonrisa

 

 

—Llegamos —le indicó. Taeyeon miró a su alrededor y se sorprendió al encontrarse frente al viejo roble que estaba cerca de las caballerizas. Justo al lado del árbol había un mantel blanco que estaba lleno de cosas, ella divisó dos tazas y una tetera, miró a Tiffany

 

 

—¿Qué es esto? —le preguntó, ella soltó su mano y Taeyeon se sintió vacia, caminó contenta hasta el mantel

 

 

—¿Acaso me vas a decir que no recuerdas cuando éramos niñas y yo te daba clases de 'modales’ mientras tomábamos el té debajo de este árbol? —le preguntó Ella e sorprendió de aquello, si lo recordaba, claro que lo recordaba. ¿Cómo poder olvidar esas insufribles clases de palabras raras que luego ella usaba en el colegio? 

 

 

—¿Cómo olvidarlas? —dijo, Tiffany sonrió y se sentó, Taeyeon soltó un suspiro y se acercó para sentarse frente a ella solo a unos pocos centímetros. 

 

 

—No eras una muy buena alumna, Taeyeon —dijo Tiffany mientras serbia un poco de té en su taza y la taza de ella

 

 

—Claro que era una buena alumna, tú eras la maestra mala... siempre me retabas y me enseñabas esas palabras por las cuales luego peleaba en la escuela

 

 

—Eso es porque siempre has sido una salvaje —terminó de servir y tomó un poco de su taza, la miró sobre el borde de la misma. 

 

 

—Yo...—empezó a hablar Taeyeon, pero las palabras se trabaron en su garganta.

 

 

—Creo que me estoy enamorando de ti, Taeyeon —le dijo ella cuando apoyó la taza en su lugar. Si, se lo había dicho así sin más, sin anestesia, sin avisar, de una y bien frontal se sentía muy bien por haberlo hecho, pero comenzó a sentirse nerviosa al ver que ella estaba simplemente helada, mirándola fijamente, sin pestañear. ¿Y si había hecho mal en sacar su parte sincera? ¿Y si ella no sentía lo mismo? Dios, no podía ser tan impulsiva, pero en un abrir y cerrar de ojos, los labios de Taeyeon estaban sobre los suyos, la tenía con firmeza de la nuca, Tiffany cerró los ojos, respondiendo al desesperado impulso, se aferró al cuello de su camisa, notando la tersa piel expuesta del pecho de la castaña, las puntas de sus dedos le acariciaron con descaro, sus pulmones, alma y vida se llenaron de su sabor, entonces ella la soltó para poder respirar, apoyó la frente sobre la suya, y le dio un tierno beso esquimal, Tiffany sonrió con los ojos cerrados

 

 

—Yo no lo creo...simplemente estoy enamorada de ti —le susurró aun algo agitada, Tiffany buscó sus labios con los suyos, para volver a besarla

 

 

—¡Tiffany! —escuchó que él gritaba, se alejó de Taeyeon, no podía ser cierto. ¡¿Cuántas veces más Heechul iba a arruinarles los momentos?! El pelinegro llegó agitado hasta ellas, ambas se pusieron de pie con caras de pocos amigos 

—¡No me miren así! No quise interrumpirlas, lo juro —dijo agitado  —Tiffany, tu padre está tirado en su despacho… parece como... muerto