Era como volver al pasado, estar parada frente a ella era como tener trece años de nuevo, su corazón palpitó con fuerza ¿Cómo podía ser posible? La había pensado todo el día y ahora ella estaba allí mirándola fijamente, aquellos ojos profundos la miraban con la misma sorpresa que ella sentía, recordó todo… una y cada una de las tardes que habían pasado juntas vinieron a ella y sintió una presión en medio del pecho quiso darse vuelta y salir de allí, no entendía bien por qué sacudió un poco la cabeza, estaba confundida, tal vez todo era un simple sueño y en cualquier momento iba a despertarse y ella no iba estar, de alguna manera tenía que comprobar que aquello era real, dio un paso hacia ella. 

Tiffany estaba totalmente consternada por la presencia de la castaña, se sentía una niña de nuevo parada frente a aquel príncipe bueno ahora parecia toda un princesa aunque mas bajita de lo que recordaba, que ella había querido tanto, su corazón latía rápido, nada quedaba de la Taeyeon que ella tenía en la mente, ahora era toda una mujer, hermosa mujer, la garganta se le secó más viendo la manera en la que ella le miraba, aquellos ojos ónice que ella tanto había amado la miraban como si fuera un espejismo, se notaba que estaba confundida

Taeyeon levantó una mano y sin dudarlo tocó su mejilla, Tiffany dejó de respirar al sentir aquella delicada mano contra su piel y pestañeó seguidamente, el aroma femenino entró por su nariz… llenándole el cuerpo de una extraña sensación,Taeyeon olía a mujer, a sol, a campo combinado con ese sutil aroma a vainilla suave y delicioso, la pelirroja se estremeció..

Ella frunció el ceño y movió el pulgar contra su suave piel, acariciándola, no se iba el tacto era muy real, su piel era sedosa y estaba algo fría a comparación de su mano, Tiffany no pudo evitarlo y sonrió, Taeyeon tenía una mueca muy graciosa parecía estar pensando demasiado su cuerpo tembló cuando ella volvió a repetir el movimiento de su pulgar ¿Cómo podía algo tan insignificante como una caricia hacerla sentir tan… tonta? ¿Cuándo había sido la última vez que una chica asi la había acariciado de esa manera tan inocente? Como queriendo conocer, recordar. 

Entonces ella también levantó la mano y tocó su rostro, su palma cosquilleó ante la sensación de la piel femenina, suave y tersa, la chica de rasgos felinos levantó ambas cejas en un chistoso gesto de asombro. 

—Hola, Taeyeon—habló al fin. 

Taeyeon estaba anonadada, se sentía una completa idiota el corazón le latía demasiado rápido para ser normal, un nudo se le formó en la garganta

—Hola… —logró decirle.

Tiffany sonrió aun más logrando que su ojos se tornaran dos medias lunas mostrándole todos sus dientes, ella se sintió contagiada por esa hermosa sonrisa que pensó que había olvidado, pero ahora que ella volvía a sonreírle de aquella manera… se dio cuenta de que era imposible de olvidar.

 
—¡Aquí están! —exclamó ella.

Ambas giraron la cabeza para mirarla, toda la magia se perdió, se alejaron rápidamente totalmente avergonzadas, Eunha arqueó una ceja y luego sonrió por lo bajo, Taeyeon la fulminó con la mirada.

—¿Qué se le ofrece, Omma? —le preguntó, ella se aguantó la risa, ambas estaban rojas como tomates, como si ella las hubiese encontrado haciendo algo muy malo. 

—Solo buscaba a la niña Tiffany —le dijo y miró a la pelirroja —Tu padre quiere verte… dice que tiene algo que mostrarte o algo así. 

—Oh —musitó ella —Gracias Eunha

Miró a Taeyeon y le sonrió levemente, ella quiso decirle algo pero las palabras no salieron de su boca, estaba tan sorprendida de que estuviera allí de nuevo, jamás pensó que volvería a verla.

—Es un gusto volver a verte Taeyeon..

—Igualmente, señorita. 

Ella apretó los labios y caminó hacia la salida, se giró a verla una vez más y sin decir nada desaparecio, la castaña se quedó quieta observando por donde acababa de salir la pelirroja 

—Creo que metí la pata —dijo Eunha divertida, Taeyeon seguía con la mirada fija en la salida. 

—No puedo creer que esté aquí —murmuró.

—Intenté decírtelo un millón de veces —exageró —Pero siempre te ibas corriendo sin terminar de escucharme —Ella siguió con la mirada fija en aquel lugar, todavía no lo entendía… ¿Por qué estaba allí de nuevo después de tanto tiempo? —Ya Tae.. quita esa cara de estupida desquiciada.

—Ay que graciosa eres Eunha..—dijo con sarcasmo.

Caminó hasta su madre para empujarla levemente y que caminara hacia la casa, tenía pensado llegar, arreglarse e ir a cenar como su jefe como se lo había pedido tenía que averiguar por qué ella había decidido volver... y quién demonios era el tal Heechul

Bueno aqui les dejo dos capitulos mas, apartir de aqui es donde comienza lo interesante ya ese par se reencontraron no pueden ser mas estupidas porque seria ilegal.. en fin gracias una vez mas por los comentarios, upvotes y las subscripciones. Buenas tardes, dias o noches sea cual sea la hora en la que esten leyendo esto. Bye.