El lunes llegó sin novedad alguna y Moonbyul no podía ser más feliz, de alguna extraña manera finalmente estaba obteniendo todo lo que siempre había soñado, tenía a alguien que la amaba a pesar conocer su verdadero ser y había encontrado a un par de amigas con las cuales podía actuar como una completa demente y no sentirse mal al respecto, la vida finalmente estaba siendo como ella había querido desde que tuvo razón de ser.

 

A diferencia de la semana pasada pudo entrar a la clase de Solar sin problemas, la monja se aseguraba de permanecer a una distancia considerable de ella para evitar causarle problemas, el cambio de actitud por parte de Byul hacia la maestra era sorprendente para el dúo, aparentemente le había bastado una tarde en detención y que le permitiesen usar su gorra para que volviera a actuar dócilmente.

 

Durante la clase hubo varias ocasiones en las que la mirada de Byul y Solar se cruzaron, no podían evitar sonreír un poco cada que lo hacían, la joven podía sentir como al azul de sus ojos brillaba fuertemente detrás de sus pupilentes, todo su cuerpo le pedía quitarse las cosas que ocultaban su verdadero ser, levantarse de su pupitre y besar a la monja. 

 

Solar prácticamente no pudo conciliar el sueño la noche anterior cada que cerraba los ojos imágenes de Moonbyul llenaban su mente, específicamente los labios de la joven, la deseaba tanto que no podía evitar sentirse culpable y ahora que la tenía de frente junto con sus demás compañeras se sentía aún peor, debía estar violando todas las reglas de ética y moral pero era algo que no podía impedir. Deseaba con todo su ser que acabara el año escolar para poder estar libremente con Byul. Por otro lado durante toda la clase Solar no pudo sacudirse el sentimiento de que las amigas de su novia la estaban viendo de manera diferente, estaba segura de que la joven jamás les diría nada con respecto a su relación, probablemente estaba siendo paranoica pero era la sensación que  tenía cada que cruzaba miradas con Wheein o Hwasa.

 

***

 

Al término de la clase el dúo tuvo que asistir a la clase de cocina a la que se habían  inscrito el viernes pasado, para su mala suerte Byul se había negado rotundamente a inscribirse con ellas y a pesar de que ninguna de las dos creyeran que la joven era a quien buscaban no podían dejar de vigilarla de cerca.

 

En cuanto sus amigas entraron a su clase Moonbyul corrió hasta el cuarto de la monja, en un abrir y cerrar de ojos  se encontraba en el jardín frente a este, antes de saltar hasta su ventana se aseguró de que nadie la observará, sus habilidades y la oscuridad que la noche le proporcionaba le hacían las cosas muy fáciles. Cuando entro al cuarto no pudo evitar entristecerse al no ver a la monja por ningún lado, justo cuando estaba a punto de saltar por la ventana alguien le tapo los ojos, por el sonido de sus latidos Byul sabía que era Solar quien estaba detrás de ella.

 

Moonbyul pronunciaba él nombre de la monja mientras la volteaba a ver esta le sonreía dulcemente y ella no podía ser más feliz al respecto, jamás pensó que se enamoraría tanto de alguien pero solo le bastaba con escuchar la voz de Solar para que su día se iluminara.

 

No pudo evitar tomarla entre sus brazos y comenzarla a besar, como de costumbre lo primero que hizo la monja fue quitarle su gorra y mirarla con cariño, cada que lo hacía el corazón de Byul se ponía sumamente feliz era la constante confirmación de que la monja la quería tal cual era. Entre cada beso y cada caricia se acercaban poco a poco a la cama, eventualmente Solar chocó con la base y ambas cayeron en ella ambas comenzaron a reírse y continuaron besándose.

 

Después de una larga sesión de besos Moonbyul se despidió y regresó a su cuarto por los techos del internado, en cuanto llegó a su recamara se lanzo a su cama y abrazo una de sus almohadas. Tenía más energía que nunca, sentía que podía recorrer el bosque completo corriendo más de 10 veces y se seguiría teniendo energía, trataba de recordar cada instante que había vivido con Solar hasta ese momento. 

Ahora más que nunca estaba agradecida y apenada con sus padres, durante mucho tiempo se negó a tanto, dijo cosas horribles de las que hora se arrepentía. Después de todo una de las razones por la que la monja se sentía atraída a ella era por ser quien era. Necesitaba llamar a sus padres y hablar con ellos, aún no estaba lista para revelar la existencia de Solar en su vida pero si era momento de disculparse.

 

***

 

Solar miraba plácidamente la luna por su ventana hasta que escuchó un fuerte ruido proveniente del pasillo, sin pensarlo dos veces salió a ver qué estaba pasando, pudo ver a un sujeto corriendo a toda velocidad por el pasillo y saltar por el balcón sin siquiera dudarlo, segundos después aparecieron dos de sus alumnas de la clase de química, por su agitado estado parecía que venían persiguiendo al sujeto.

 

"¿niñas que rayos está pasando aquí?" Decía Solar en tono de regaño y miedo.

 

"Acabábamos de salir de la clase de cocina, vimos a ese sujeto y le preguntamos quién era y que quería pero no nos contestó y simplemente empezó a correr, decidimos perseguirlo y acabamos aquí. ¿Usted está bien?" La respiración de ambas era sumamente agitada y parecían ser sinceras con lo que estaba diciendo.

 

"Yo estoy bien, simplemente salí por el ruido que escuché. ¿Ustedes dos todo bien?"

 

"Si, no se preocupe" 

 

Las dos jovencitas se retiraron a su dormitorio sin decir más nada. Solar seguía muy perturbada por lo que había ocurrido, no estaba segura de sí debía informarle a la madre superiora, por las características de el sujeto lo más probable era que este no fuese humano y el hecho de que tanto Wheein como Hwasa lo hubiesen visto era aún más amenazador, no sabía si el par le contaría lo ocurrido a Moonbyul pero ella debía hacerlo. En esos momentos Solar se sentía impotente, quería poder defenderse y a la vez a la joven de todo lo que las rodeaba pero no le quedaba de otra más que ser espectadora de todo lo que estaba pasando.

 

***

 

 

 

                                                             Solar

                                                             ¿Estas despierta?

 

Moonbyul 

Si, ¿que pasa?

 

                                                             Solar

                                                             Te veo en el techo del internado

 

Moonbyul 

¿Está todo bien?

 

                                                             Solar

                                                             Si. Solo asegúrate de que nadie te vea,

                                                             yo tengo llaves.

 

Moonbyul

Si, con cuidado.

 

 

 

***

 

Moonbyul salió de su cuarto en cuanto acabo de leer el mensaje de texto, cuando llegó al techo  Solar estaba esperándola ahí. Lo primero que hizo fue tocar el rostro y los brazos de la monja asegurándose de que todo estuviera bien, en cuanto se aseguró de que esta no tuviese ni un rasguño la besó.

Solar le explicó todo lo que había ocurrido, la joven no estaba segura de que podía haber sido ya que descripción de la monja había sido muy vaga y en sí no había logrado ver algún rasgo físico. Pero eso no era lo que más le preocupaba, era evidente que la monja les interesaba lo suficiente como para exponerse a ser vistos y eso era algo que no podía permitir.

 

Moonbyul decidió que pasar la noche con Solar era lo más indicado a pesar de que esta se oponían rotundamente a ello, no fue hasta que la joven prácticamente juro por la memoria de sus antepasados que no intentaría nada extraño durante la noche que la monja accedió.

Estar en la cama con la joven le hizo darse cuenta de lo mucho que extrañaba el contacto y la tranquilidad que sentía teniéndola cerca, agradecía infinitamente que su puerta tuviese seguro que solo podía abrirse por dentro, solo así podía apreciar con tranquilidad los ojos azules, los cuernos y cada pequeña facción de Moonbyul sin miedo a ser descubriertas.

 

Como otras veces fue ella la que no supo controlarse y olvidándose de todo beso a la joven apasionadamente, Byul fingió indignación por lo ocurrido, besó la nariz de la monja y la abrazo fuertemente hasta que esta se quedó dormida entre sus brazos. A diferencia de la monja ella prácticamente no necesitaba dormir por lo que simplemente se dedicó a escuchar sus latidos y verla dormir.

 

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Una semana un tanto ocupada pero logré editar esto.

Mamamoo ya lleva 8 victorias, yaaaaaas Jajajaja y el comeback de Red Velvet me latió demasiado.

 

Spoiler Alert:

 

Probablemente Seulgi e Irene se vuelvan parte de esta historia :P

 

Y lo sé, lo se sigue sin resolverse nada aún pero solo sufrirán por un par de capítulos más... Espero jajaja Uno nunca sabe las cosas loquillas que pueda acabar escribiendo XD

 

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