No fue hasta que estuvo sentada en la sala observando como todos se movían de un lado a otro, que Tiffany descubrió la gran influencia que sus padres y los padres de su futuro esposo tienen en San Diego. Habían logrado conseguir un juez para que los uniera en matrimonio en menos de media hora, aún cuando las citas deben ser programadas con meses de anticipación; también habían conseguido un lugar donde llevar a cabo la ceremonia.

Sólo bastaba con escuchar el apellido de los novios y eso bastaba. Los hijos de dos de los más grandes empresarios estaban a punto de contraer matrimonio. Los Bell y los Hwang al fin de que se unirán en algo más que asociaciones.

Tiffany y Alexander siempre supieron que sus familias eran poderosas, pero la falta de sus padres a través de los años les hizo valorar la vida con humildad. Tiffany conducía un Jetta cuando podía tener el automóvil que quisiera. Ambos habían optado por conseguir sus cosas con su propio dinero, con sus propias metas.

Esa fue la razón por la cual ambos estudiaron lo que de verdad amaban y no lo que sus padres a través de los años tantas veces intentaron imponerles, también por eso se habían ido a vivir juntos de inmediato. No querían la vida llena de lujos y eventos sociales.

Amaban ser sólo dos personas más en San Diego.

En ese momento, Alexander parecía haber olvidado la humildad que siempre lo había acompañado; Tiffany se dio cuenta que el chico ahora decía su nombre con orgullo mientras intentaba confirmar todo lo necesario para su propia boda.

Tiffany estaciono su automóvil frente a la casa de Taeyeon. Eran casi las 11 de la noche, no se había dado cuenta de la hora hasta que regreso.

Había repasado en su cabeza mil discursos diferentes para no hacerle daño a Taeyeon, jamás podría perdonarse lo que estaba a punto de hacer; pero tenía un compromiso desde antes de conocer a la fotógrafa, y ahora tenía que cumplir con ello. Olvidarse de la mujer que más amaba e intentar encontrar la felicidad con alguien que sólo podría ser su mejor amigo.

Sus manos temblaban mientras intentaba encontrar el valor para hacer lo que tenía que hacer y terminar con todo eso antes de que su corazón venciera a la razón, terminado por arrepentirse de todo. Tenía que dejar a su corazón fuera de todo, para siempre.

Tiffany encontró a Taeyeon sentada en el sofá, tenía sus audífonos colocados en los oídos y su vista estaba clavada en un libro que tenía en sus manos. La modelo reconoció la portada de inmediato. "Cinematografía para tontos" Taeyeon había adquirido ese libro desde hace algunos días, pero no lo había vuelto a abrir desde ese día. La modelo se acercó lentamente al lugar donde Taeyeon estaba casi acostada.

Taeyeon volteó a ver a Tiffany y de inmediato se puso de pie dejando el libro sobre el sofá.

"Hey." Saludó Taeyeon y se acercó a su novia para saludarla con un pequeño beso en los labios "¿Cómo está tu familia, mi amor?"

Tiffany sintió su ritmo cardiaco al escuchar esas palabras saliendo de la garganta de su, aún, novia "Hmm, creo que..." la modelo aclaro su garganta intentando eliminar el nudo en ella "Creo que tenemos que hablar."

Taeyeon frunció el ceño "¿Todo bien?

La fotógrafa se mordió el labio inferior, estaba nerviosa y no entendía la razón, había pasado todo el día con un presentimiento en su interior, y ahora, al escuchar las palabras de Tiffany sabía que algo estaba mal. Lo podía deducir de como su novia no podía verla directamente a los ojos y como sus manos temblaban más de lo normal.

La modelo cerró los ojos intentando recordar las palabras que había repasado mil veces en su cabeza. Ahora frente a Taeyeon todo parecía estar olvidado, incluso podría jurar que había olvidado su propio nombre.

"Tenemos que terminar." Susurró Tiffany aún con los ojos cerrados "Lo siento."

Taeyeon se quedó inmóvil por varios segundos, había sentido como su corazón se partió en mil pedazos.

¿Tiffany estaba terminando con ella? ¿Había escuchado mal?

La fotógrafa bajo la mirada al piso cuando sintió las lágrimas que corrían a través de sus mejillas.

"Phany, mi amor..." la voz de la fotógrafa se quebró antes de que pudiera continuar y dejo escapar un fuerte gemido que sólo hizo que se soltaran más lágrimas "¿Por qué?"

Tiffany abrió los ojos en el momento en que Taeyeon se dejaba caer sobre el sofá con sus manos cubriendo su rostro por completo. El cuerpo de la modelo temblaba, estaba llorando, como nunca antes lo pudo imaginar. Taeyeon estaba destrozada y aún no había dado ninguna explicación.

No podía continuar hablando, quería huir de ahí.

"Yo... te mereces a alguien mejor, Tae." Tiffany apretaba su quijada tratando de contener sus propias lágrimas "Yo no..."

"No te a atrevas a decir una estupidez, Tiffany." Dijo Taeyeon volteando a verla directamente a los ojos "Sabes muy bien que te amo, y que no hay nadie con quien quiera estar más que contigo."

Tiffany desvío la mirada, no podía dejar que los ojos que tanto amaba la convencieran de quedarse. Tenía que cumplir con su compromiso.

"¿Tus padres te están obligando?" pregunto la fotógrafa.

Taeyeon se puso de pie aún con las lágrimas recorriendo sus mejillas y se acercó a Tiffany "¿Por qué no puedes mirarme, mi amor?"

Tiffany negó con la cabeza para ella misma, cada palabra que decía Lauren le hacían daño. Taeyeon pego su frente con la de la modelo, obligándola a cerrar los ojos por su cercanía.

"Tiffany, podemos salir de esto juntas." Susurró Taeyeon contra sus labios "Hablaré con ellos, no podemos dejar que nos separen. Nos amamos y..."

"No te amo." Mintió Tiffany separándose de su contacto "Esto es definitivo, lo siento mucho."

Antes de Tiffany pudiera darse la vuelta para escapar de la casa de Taeyeon, la fotógrafa tomo su rostro con fuerza y junto sus labios con los de ella.

Tiffany dejo que el beso de Taeyeon, completamente desesperado por retenerla, durara unos segundos; sabía que esa sería la última vez que la besaría. Ahora sólo podría verla como su jefa.<