TiffanyPOV

Vamos a resumir esta parte del día. Estoy sentada con Taeyeon mojando los pies en la alberca, después de haber caminado por los jardines del hotel para darles privacidad a Jessie y Yuri. Ella me sigue sonriendo de esa forma, con los ojos brillosos, un hoyuelo en su barbilla y mostrando su perfecta hilera de dientes pulcros. Tiene una sonrisa hermosa. Muy hermosa.

¿Por qué de pronto todo es complicado? ¿Por qué de pronto me palpita mucho el corazón cuando estoy con ella? ¿Por qué me dan estas cosquillas deliciosas en la boca del estómago cuando la miro sonreír? Ella sólo se sienta ahí y me sonríe, ella sólo llega con sus ojos negros y me mira de esa manera que me atrapa y me envician a mirarlos todo el día. ¿Por qué no me siento así con Jessica? ¿O Yuri?.... ¿O Bernardo?

Seamos claras Tiffany, tú has estado sintiendo estas “cosas” desde hace meses, pero lo estabas ignorando. Intentaste sentir en Bernardo lo que sentiste con Taeyeon la vez que te acarició, intentaste ver en Bernardo la sonrisa que te da Taeyeon cada vez que te ve, intentaste Tiffany.

Lo intenté…..pero no lo logré.

Sólo me acordé de lo áspera que se sienten sus manos, sólo vi una sonrisa como cualquier otra y tan sólo era mi prometido.

Mierda.

Quizás ha llegado el momento de hablar con Jessica. ¿O no?

Miro a Taeyeon, quién me sigue sonriendo pero esta vez se burla. Alzo una ceja intentando buscar el chiste

                -Qué es lo que te parece gracioso –Pregunté –

                -Oh, bueno, has vuelto –Me dijo sonriente – Te estaba contando la historia cuando me caí a los quince.

¿Eso estaba haciendo?

                -Lo siento Tae –Suspiré – Estoy con mi cabeza en otra parte, acabamos de llegar y bueno, Jessica no ha sido específicamente atenta en darme unos segundos para descansar en la habitación

                -¿Estás cansada? Si quieres puedes ir a tu habitación, no te preocupes por mí

                -No, no Tae, quiero quedarme. Hace tiempo que no te veía y tenía un tiempo contigo –Le dediqué una media sonrisa –

                -Bueno, ya recuperaremos tiempo perdido –Me soltó otra de aquellas sonrisas – Por ahora me gustaría que descansaras, esta noche pretendo llevarte a un lugar muy divertido.

                -¿Ah, sí? ¿Dónde?

                - Nu-uh –Negó – Sorpresa

                -¿Sorpresa eh? –Le sonreí y suspiré – ¿Al menos esta vez puedo ponerme algo cómodo y no “prudente”?

Recordé cuando ella me llevó a aquél restaurant elegante con su nota de ir prudente. Realmente fue divertido ver el rol de caballerosidad en Taeyeon.

                -Por favor, ve con ropa cómoda. Te adelanto que no comeremos nada, así que sugiero que cenes aquí antes de irnos

                -Bueno saberlo –Asentí –

                -Y uh… otra cosa, ¿no sufres de vértigo, cierto?

                -No –Entrecerré mis ojos – ¿Qué estás pensando?

Ella simplemente se mordió el labio y se encogió de hombros. Yo sentí que ese gesto era el más adorable.

                -Bueno, ahora ve a descansar Fany. Yo me daré un último chapuzón, creo que Yuri y Jessica se perdieron otra vez –Dijo mirando hacia las reposeras ya vacías –

                -Tienes razón, espero que no hayan subido a las habitaciones –Me levanté – Bien, ¿te veo al rato entonces?

                -A las diez te espero en recepción –Ella se levantó y bordeó la piscina –

Vi cómo dio un perfecto salto, salpicando agua por los bordes. Realmente fue un salto perfecto.

Sacudiendo mi cabeza de imágenes de Taeyeon en bikini me di media vuelta hacia el interior del hotel.

~*~

 

Las horas de sueño me hicieron recuperar las fuerzas del viaje. Jessica había estado en nuestra habitación, lo noté por el orden de su equipaje sobre la cama. Miré el reloj y sonreí al comprobar que había dormido tres hermosas horas, pronto estaría la cena lista y luego Taeyeon esperaría por mí.

Me mordí el labio. ¿Qué tenía en mente esta vez?

Me dirigí al baño por una ducha energizante, me coloqué la mejor loción que traje y me vestí cómoda, como ella me había dicho; vaqueros y blusa holgada. El pelo mojado lo arreglé de forma que mis ondas rebeldes cayeran en orden por mi espalda. Caminé descalza por la habitación buscando mis zapatillas de lona. Quizás íbamos a caminar, por lo que sandalias con taco no era una opción.

Bajé a los comedores y noté la mesa buffet puesta. Con el pase de huésped Premium podía comer lo que me plazca y cuántas veces quisiera, sin embargo, no tenía mucha hambre. En una de las mesas divisé una cabellera castaña clara y me di cuenta que se trataba de Jessica, acompañada de Yuri.

Me serví un plato y caminé a hacerles compañía.

                -Qué cuenta el par –Comenté llegando a la mesa –

                -¡Tiffany! ¡Has despertado! –Jessica habló con la boca llena – No quise molestarte con la cena, me parecías un bebé durmiendo

                -¿Y que me muera de hambre verdad? –Bromeé –

                -Venga, con esta pulserita –Alzó su muñeca – Puedes entrar a los comedores cuando quieras y comer cuanto quieras

                -Lo sé, sólo te tomaba el pelo –Miré a Yuri quién me sonreía – ¿Y Taeyeon?

                -No lo sé, salió hace horas. –Se encogió de hombros – Supongo que iba a recorrer la ciudad

                -Pero ni conoce por aquí, además los paparazis son como hienas hambrientas en este lugar. ¿Qué hay de los fans? Se la comerían viva si sale sin protección. –Espeté casi molesta –

¿¡Taeyeon caminando sola?! ¡¡Qué hay de la seguridad!! ¿No se da cuenta que es una persona famosa y que no puede mandarse por sí misma si quiere salir a comprar, incluso, el jodido pan?

Yuri me miró en una expresión divertida y ladeó la cabeza mientras tragaba su comida.

                -¿Te preocupa que la persigan los paparazis? –

                -Sí, es decir, deberías saber que aquí es donde se concentra la mayor población famosa de los Estados Unidos, por lo que un periodista si ve a Taeyeon no dudará en perseguirla por todos los rincones de L.A

                -¿Quién me va a perseguir? –

Taeyeon salió detrás de mí. Venía con un par de bolsas en las manos y una ropa de buzo que le hacía parecer indigente. Enarqué una ceja cuando vi su sonrisa.

                -¿¡Dónde estabas?!

                -Uh… fui por unas  cosas –Levantó las bolsas –

                -¿Sin guardaespaldas? ¿Sin Yuri? ¡¡Sin nadie!!

                -Estaba disfrazada –Se encogió de hombros – Además Yuri estaba con Jessica y no pretendía quitarles tiempo, tú dormías y jamás me perdonaría quitarte tu sueño, supongo que siempre me las puedo arreglar..

                -Claro, pero si te acorralan y estás sola no te las puedes arreglar Tae –Hablé más calmada – ¿Quieres comer?

                -Bueno, en todo caso, no estaba sola caminando. –Miró la comida y luego negó la cabeza – No comeré con ustedes, ya lo he hecho antes de llegar al hotel. Sólo pasé a saludarlas.

¿Pasar a saludar? ¿Qué es esto una junta vecinal? ¿Con quién mierda comió Taeyeon? ¿Con quién mierda se juntó?

                -Está bien, pero tú te lo pierdes Kim –Comentó Yuri tragando otro trozo – Esta carne está deliciosa

                -Lo probaré mañana –Sonrió y luego me miró – ¿Nos vemos más tarde?

Oh claro, tiene una cita vaya a saber con quién y descaradamente me recuerda la nuestra. Espera, ¿tendremos una cita?

De pronto se me había cerrado la garganta.

                -¿Tiffany?

                -Uh.. sí –

Taeyeon se despidió con la mano y se dirigió a los ascensores. Me quedé mirando hacia dónde desapareció hasta que un carraspeo me devolvió la atención a la mesa. Jessica y Yuri me miraban sonrientes y sólo me dediqué a rodear los ojos.

                -¿Saldrás con Taeyeon?

Intenté quitarle importancia.

                -Sí, me llevará a un sitio. No me dijo dónde.

                -Vaya, toda una primera cita –Picó Jessica –

Casi me atraganto con mi propia saliva. La miré fulminante.

                -No es una cita –Murmuré entre dientes – Sólo iremos a pasar el rato, mientras ustedes follan de lo lindo.

                -¿Por qué cada vez que ustedes dos se juntan nos culpan a nosotras? –Protestó Jessica – Y para que te enteres, Yuri y yo no sólo follamos. ¿De acuerdo?

                -De hecho, esta noche saldremos –Continuó Yuri – Iremos a un lugar que conoce Jessie

                -¿Ah sí? –Las miré burlesca – Toda una primera cita

                -Claro, a diferencia tuya yo sí admito que iré a una cita con Yuri –Noté el sonrojo de Jessica a pesar de su actitud seria – ¿Cierto cariño?

                -Efectivamente –La chica le robó un beso a mi amiga – No te preocupes Fany, la cuidaré.

                -Más te vale Kwon. –Amenacé y seguimos tranquila la cena –

Así que Jessica y Yuri iban serio. Y bueno era de esperar, estuvieron más de un mes siendo “amigas con beneficio”. Me alegré. Jessica necesitaba una compañera permanente en su vida, necesitaba alguien que la mimara y le diera cariño del bueno.

Cuando subí a mi habitación, mi mejor amiga no esperó un segundo y me bombardeó a preguntas. Claro, no iba a aguantar tanto. Estamos hablando de Jessica Jung, la chica que estudia toda expresión de mi rostro interpretándolo a su manera.

                -Bien –Comenzó a decir –

Suspiré y me senté en la cama tomando mi bolso de mano.

                -No, no, no, no –Me quitó el bolso y se sentó frente mío en su cama – Me vas a poner toda tu atención Hwang.

                -¿Qué sucede? –

                -¿Qué sucede? –Repitió – ¿Me dices qué sucede? ¡Eso debo preguntarte yo a ti amiga! ¿Cómo es eso de que vas a salir con Taeyeon?

                -Normal –Me encogí de hombros – Una salida para visitar los alrededores

                -Oh, no me vengas con esa, ¡Ella te dijo que era una sorpresa! –sonrió – Es una cita

                -¡Que no es una cita! –

¿O sí lo es?

                -¡Claro que es una cita! El asuntillo de querer hacerlo sorpresa y las miraditas de la tarde en la alberca, me lo dicen todo.

Ahora enarqué una ceja.

                -¡Sí! Las vimos caminando en los jardines –Me acusó con el índice – Dime Tiff, qué demonios está pasando

                -Nada –

Jessica me miró y dejó la sonrisa burlesca. Su expresión divertida cedió a una compasiva y seria. Yo me mordí el labio, conocía ese gesto. Ella quería saber la verdad. Mi verdad.

Me sequé las manos, aparentemente, sudadas en los vaqueros y tragué.

                -Dime Tiffany, creo saber qué está pasando por tu cabeza –Se inclinó apoyando los codos en los muslos – ¿No confías en mí?

                -Sí, lo hago –Respondí rápidamente. –

                -¿Entonces?

¿Entonces? Es sólo Jessica, es sólo mi mejor amiga, es sólo mi hermana, es sólo…

                -No puedo. –Susurré –

                -¿Qué cosa no puedes?

                -Decirlo

                -¿Decir qué?

La miré y volví a morder el labio. Me encogí de hombros.

                -No puedo.

Ella vaciló un instante, pero luego me miró fijo.

                -¿Sientes algo por Taeyeon?

Y ahí me quedé. Helada por su frase y lo que me hizo sentir. El calor de los nervios subió a mis mejillas coloreándolas por completo, mis labios temblaron y sentí un frío en mi nuca. Jessica no dejó de mirarme en ningún instante.

¿Me gustaba Taeyeon?

                -No lo sé –Contesté al fin, en una voz casi inaudible –

                -Ya veo…

Bajé mi mirada, incapaz de sostener la suya. Estaba muerta de nervios y los ojos comenzaban a picar. Dios qué ridícula. Venga Fany, eres una mujer fuerte. Una mujer que afronta lo que tiene encima.

Joder, todo menos esto.

                -¿Y es amistad o algo más? –Jessica preguntó como quién no quiere la cosa y yo resoplé –

                -Jessie, no sé. –Volví mi mirada hacia ella – Creo que es amistad.

                -¿Crees?

                -O quizás no, realmente mi cabeza está enredada –Me agarré la cara con las manos –

                -¿Quieres conversarlo? –Sentí la mano de Jessica en mi espalda. No me di cuenta cuando ella se había sentado en mi cama – Recuerda que pasé por lo mismo

                -No sé si quiera conversarlo, porque cuando termine esta conversación no sé si me guste lo que voy a concluir.

                -¿Le temes a lo que siente tu corazón?

                -No te pongas profunda. –Le reclamé – Dime algo como que se me va a pasar, o que es una fase, o que realmente amo a Bernardo.

                -¿Quieres escuchar eso? –

                -Quiero creer que es eso

                -Cariño, lamento informarte que soy tu mejor amiga, y como tal, debo decirte la verdad. Aunque duela.

                -No quiero escucharla.

                -Vas a enfrentarla tarde o temprano, y más vale temprano porque así podrás pensar mejor qué hacer

Miré a Jessica, ella me veía con la misma sonrisa cuando yo reprobé “Historia universal de la investigación”, una sonrisa que hacía subirme el ánimo.

                -¿Quieres saber lo que pienso amiga?

Yo sólo asentí

                -Bien, esto es así: Tú en un tiempo sí amaste a Bernardo, yo doy fe de ello cuando estábamos en la universidad y no podías ir a verme porque ibas de paseo con tu latino. ¿Recuerdas? –

Sonreí ante el recuerdo, Jessica me plantaba tremendo show por cancelar los planes de fin de semana por estar con Bernardo. Aquellos tiempos universitarios.

                -Pero ya dejaste de hacerlo –Siguió – Hace mucho tiempo Fany, incluso antes que llegara Taeyeon. Podría decir que lo dejaste de amar cuando comenzaste amar a tu trabajo. Lo que no está mal por cierto, todos debemos amar nuestro trabajo. Supongo que no amaste a Bernardo lo suficiente para aceptar su oferta de irte con él a México. ¿Verdad?

Asentí lentamente. Cuando salí de la universidad, un par de meses después, Bernardo me propuso irme con él a México e iniciar nuestras carreras en aquél país. Yo me negué porque tenía esta corazonada con el NYD –que por cierto, acerté – y no podía dejarla para irme a la suerte en México.

                -Estaba siendo racional Jessie

                -Por eso, pensaste con la mente. Tu corazón también te dijo lo mismo ¿verdad? Porque cuando él se fue, tú sólo estuviste triste por un tiempo, sin embargo, no te echaste a morir.

                -Nadie muere por amor

                -¿Ves? Sabes que puedes vivir sin él, sabías que podías surgir sin él.

                -Jessie, puedo vivir sin él, sin Taeyeon, sin alguien que tenga que estar a mi lado amorosamente

                -Entiendo, pero mi punto es que tenías veintidós años. Una cría que creía en el amor eterno, cuentos de hadas y príncipes azules, que sin embargo, no se fue con su novio de años a México.

Me quedé callada.

                -Bien –Susurré al cabo de unos segundos – Puede que haya dejado de amar a Bernardo, pero le sigo queriendo

                -¡Claro que lo haces! ¡El hombre es un amor! Pero no es suficiente –Jessica posó una mano sobre mi pierna – ¿No es así?

                -Sí, no es suficiente –Repetí –

                -Mira, entiendo que tienes una gran confusión en tu mente en estos minutos, probablemente la tienes enredada hace bastantes días –Sonrió – Tú sabes lo que te pasa y no está mal decirlo

                -¿Decir qué?

                -Que te gusta Taeyeon, que ella te está empezando a gustar de verdad

Resoplé y caminé por la habitación. Jessica no se inmutó de su posición y tampoco cambió la sonrisa de su rostro

                -Sé a qué te refieres, y puede ser –La miré – Puede que me guste Taeyeon, pero quizás es sólo confusión por una nueva amistad

                -Puedes ser –Se encogió de hombros – Pero, ¿por qué no te abres a la posibilidad de averiguarlo? Te propongo algo –Se levantó acercándose – Deja que estos cuatro días en L.A te lleven a donde sea con Taeyeon, deja que tus sentimientos florezcan con ella, deja un lado a Bernardo y a tu vida de New York para averiguar lo que pasa aquí –Apuntó mi cabeza –

                -¿Quieres que olvide de pronto que me voy a casar?

                -Sí –Contestó simple – Sólo así podrás averiguar con certeza lo que te sucede

Me quedé pensando en su propuesta.

                -Cuando vuelvas a casa veremos que hacemos con eso –Apuntó mi corazón – Y con Bernardo, independientemente de Taeyeon, tú debes hacer algo con ese chico. Lo de ustedes no puede seguir pasando. ¿Lo sabes cierto?

                -Sí –Contesté ida por el pensamiento de dejar que mis sentimientos florezcan alrededor de Taeyeon –

                -Bien, ahora termina de colocarte más bonita de lo normal y ve por tu cita

                -¡Que no es una cita!

                -Lo es

~*~

Terminé de convencerme frente al espejo. Sabía que estaba demorándome más de la cuenta en verme bien, sabía que estaba retocando mis labios, sabía que me había maquillado, sabía que olía una fragancia que utilizaba en ocasiones especiales, sabía…que era para ella.

Mierda. Estaba nerviosa.

Jessica silbó ante mi figura que aparecía en el umbral de la puerta del baño. Iba con ropa cómoda, pero sin dejar de ser elegante y arreglada.

Me despedí de mi amiga y caminé vacilante a recepción. Eran las nueve con trece y rogaba porque Taeyeon me esperara ahí.

Tan pronto como salí del ascensor, mis ojos buscaron a Taeyeon, mis piernas temblaban por cada paso que avanzaba. Caminé por frente del mesón intentando localizarla y fue cuando vi su melena oscura bajo la tenue luz de la entrada.

Impactada.

Poseía unos vaqueros apegados a sus piernas, chaleco holgado que le llegaba hasta los muslos y zapatillas planas. Su pelo negro brillaba bajo las luces, ella se dio vuelta y nuestras miradas se encontraron. Al instante el cosquilleo volvió a surgir. ¿Por qué mierda me siento nerviosa?

Caminé hacia ella sonriente, intentando esconder mi nerviosismo, ella solo me hizo una mueca típica dork que utilizaba.

                -¿Vamos?

Yo sólo me dediqué a asentir. Ella hizo parar un taxi que esperaba por pasajeros y nos subimos en él.

El chofer del taxi nos dejó en un descampado, lo noté por la oscuridad que emanaba desde las ventanas. Fruncí el ceño y Tae sólo se dedicó a pagarle.

                -Relájate, sé dónde estamos

                -Venga, que luego nos aparece Jack el destripador.

Taeyeon salió del vehículo y tendió su mano para que yo saliera. Sonreí ante su gesto y palmeé mis muslos una vez que estuvimos solas en aquél descampado, sin luces, sin humanos, sin nada cerca.

                -Taeyeon, no sé qué pretendes pero…. Aquí no hay nada –Murmuré mirando a mi alrededor –

                -¿Quieres dejar tu drama?

Iba a volver a protestar pero las luces de una enorme camioneta nos iluminó cegándome por completo, instantáneamente me pegué a Taeyeon tomándole el brazo.

Perfecto, aquí nos van a violar y luego a matar a sangre fría. Quizás dejen los cuerpos en buen estado para el reconocimiento en la autopsia.

La 4x4 paró al lado de nosotras y de ella bajó un hombre sonriente. Taeyeon le devolvió la mirada y sin dejar mi brazo nos acercó a él.

                -¡Taeyeon! –

¿Desde cuándo la enana tenía conocidos aquí?

                -Qué tal Parker –Ella contestó estrechando sus manos – Vuelvo a pedirte disculpas por interrumpir tus vacaciones

                -¡Oh! ¡No es ninguna molestia! El viento nos favorece, cielo está despejado y estrellado, es una noche perfecta para volar

¿Ha dicho “volar?

                -Un día de estos te invito a una cerveza –Enarqué una ceja en dirección a Taeyeon ¿Invitar una cerveza? –

                -Te lo cobraré pequeña –Entonces el hombre se dirigió a mí con un gesto educado – Disculpe señorita, mis modales los he dejado en casa. –Extendió una mano – Mi nombre es Mike Parker, pero dime Parker.

                -Tiffany Hwang –Sonreí educada –

                -¿Estás lista para un subidón adrenalínico Tiffany?

                -¿Disculpa?

                -Venga no perdamos más tiempo y subamos colina arriba – Se dirigió a la parte trasera de su camioneta desmantelando el plástico negro – Sólo traje un equipo doble, ¿aún recuerdas pilotearlo Taeyeon? ¿Has traído tu licencia, verdad?

                -¡Claro! Baekhyun y tú fueron mis mejores profesores el verano pasado –Sacó una tarjeta de su bolsillo trasero – Y aquí está la licencia.

¿Licencia para qué? Volví a tomar otra nota mental sobre los amigos estadounidenses de Taeyeon. Volví mi mirada a Parker y fruncí el ceño mirando la gran máquina que descansaba en la parte posterior de la 4x4.

                -¿Quieres echarme una mano por aquí? –Pidió el chico y Taeyeon se dirigió hacia él –

                -¿Qué es eso Tae? –Pregunté mirándola –

                -Es mi sorpresa de esta noche –Me miró sonriente y bajó la máquina con la ayuda de Parker –

                -¿Ah, sí? No tengo la menor idea de qué es eso –Sonreí avergonzada –

Ella terminó de bajar todo el equipo y entonces, Parker bajó una gran carpa de color naranjo. Sólo en ese minuto di cuenta de lo que estaba pasando.

¡Válgame dios! Era un parapente.

                -Me dijiste que te gustaba admirar desde arriba una vez, ¿recuerdas? ¿Tu lugar especial? –Comenzó a decir acercándose mientras Parker revisaba todo el equipo – Quiero que recorramos L.A de noche por los cielos.

Automáticamente surgió una sonrisa en mi rostro. Taeyeon se encogió de hombros y tomó mis manos dulcemente.

                -Espero que te guste la sorpresa –Me susurró tímidamente –

                -Me está gustando mucho Tae –Le acaricié con mis pulgares el dorso de sus manos –

Parker silbó subiendo con el equipo colina arriba.

                -¡Hey! ¿Se van a quedar toda la noche ahí o qué?

Taeyeon rió y, agarrando mi mano, subió detrás de Parker ayudándolo con algunas cosas.

Y pensar que Bernardo jamás me hizo algo así.