-Cariño, ¿estás bien?

Tiffany dio un brinco en medio de la oscuridad. Bernardo encendió la luz de la mesita de noche iluminando el cuarto.

                -Sí, Berni, lo estoy. –Tiffany le dedicó una sonrisa somnolienta – Vuelve a dormir

                -Son las cuatro de la mañana –Se enderezó restregándose los ojos – ¿Te duele algo? ¿Pasa algo?

                -No pasa nada, simplemente tengo un ataque de insomnio –Se levantó de la silla y caminó hasta su prometido sentándose en el borde de la cama – Está todo bien Berni, duerme.

“No, no está todo bien gran mentirosa”.

Tiffany había pasado las últimas horas sin poder quitarse de su mente la imagen de Taeyeon tras ella acariciándole la espalda. Se había sentido tan bien, tan peligroso, tan adictivo que pensó que iba a morir cuando ella quitó la mano de su piel.

Su mente estaba confusa, sus emociones estaban a flor de piel y lo único que quería era volver a sentirse viva como lo hizo en el probador. Sintió las manos de Taeyeon tan suaves, tan cálidas que podría imaginarlas nuevamente en su cuello. Cerraba los ojos y esas manos volvían a tener posesión de su cuello y de algo más. Recordó una mano en la cintura y se sintió segura y a la vez atrapada en una red deliciosa que le invitaba a ser bastante incoherente.

Miró a Bernardo quién volvía a quedarse dormido, sus crespos caían sobre un lado de su rostro y su boca media abierta emitiendo un pequeño sonido de que ya estaba en el quinto sueño. Subió una mano hacia la mejilla de su prometido acariciándola, intentando obtener la calidez que había sentido en el probador, intentando obtener la suave y placentera descarga eléctrica, pero en cambio, no hubo nada. Sólo sintió la calidez de un cuerpo como cualquier otro.

Suspiró. Esto no tenía buena pinta.

Bernardo era el hombre con quién se iba a casar, tener hijos y formar una familia casi modelo. Así lo planeó desde que él le pidió matrimonio, pero nunca lo vio como un plan sólido. Siempre estuvo primero su trabajo, el ascender en el diario, el mejorar el programa de radio, el terminar el libro, todo estuvo primero que Bernardo. Sin embargo, creyó que fue un acuerdo mutuo no hablado, porque él tampoco la hizo su prioridad. Él se fue a México a investigar sobre los mayas por un contrato de varios meses, e incluso indefinido, y se llamaban de vez en cuando para saber del uno y del otro. No es que se extrañaran a morir, no es que fuesen infieles, simplemente sus prioridades eran distintas.. sin embargo, ¿por qué ella seguía con aquél hombre que la abandonó por sus investigaciones? ¿Por qué seguía con un hombre al que abandonó por sus intereses? Ambos se abandonaron, pero seguían juntos.

Tiffany pensaba que si seguían juntos, que si Bernardo no le era infiel, que si ella no le era infiel, tenía que ser por algo. Y ese algo era amor. ¡Claro que era amor! Se conocían desde que entraron a la universidad, Bernardo era de estos chicos locos y fiesteros que estuviese con quién estuviese la pasabas bien igual. Tiffany sabía que ellos iban a ser buenos amigos, y así lo fueron por varios meses antes que él la invitara a salir como algo más que camaradas. Ella aceptó porque además de ser su mejor amigo, también era bastante atractivo, un moreno tonificado de ojos verdes podrían ser la perdición de cualquier universitaria. Y así el tiempo les dio años de relación, de una relación sólida y sana. ¿Pero ese amor se podría confundir? ¿Realmente era amor de pareja? ¿Qué tal si es amor de hermanos?

“No te coges a tus hermanos..” Tiffany se levantó y decidió ir por un vaso de leche.

El episodio con Taeyeon despertó las más ocultas dudas que tenía en la relación con Bernardo. Antes que llegara la cantante ella tenía todo aclarado, su vida estaba en perfecta armonía y sintonía con su prometido. Sin embargo, bastó que la tocara y en ella estalló un tumulto de emociones desconocidas y previamente vistas.

Se mordió el labio apoyándose en el mesón.

                -No puedes estar volviéndote loca por esto.

Se sirvió leche como de costumbre, intentó relajar su mente y despejarla de pensamientos profundos. Miró el reloj mural. Pronto amanecería y el día estaba planeado para pasarlo junto a Bernardo. “Será mejor volver a la cama”.

~*~

Taeyeon terminaba una escena más y se dirigía por un tentempié del mesón. Hoy era el final de la primera temporada. El elenco se reuniría más tarde en el centro de la ciudad para cenar y celebrar el fin de grabaciones. El director le dio permiso a la cantante para que pudiera salir a almorzar junto a Jessica y Yuri. Casi rodeó los ojos y reprimió una arcada al ver a la pareja toquetearse más de la cuenta mientras caminaban hacia Central Park.

Se puso las manos en los bolsillos y miró la ajetreada tarde de New York. Agosto se sentía caluroso y a la vez húmedo, lo que provocaba un leve sofocón en la cantante. Se maldijo por no haber optado por unos pantalones cortos y una polera más suelta. Pasaron a un restorán en medio del parque, con vista a los rascacielos del centro.

                -Me gustaría volver a trabajar como camarera –Comentó Jessica nostálgica –

                -¿Por qué lo dejaste? –Yuri la miró acariciándole el hombro –

                -No me daba el tiempo, entre estudiar el guión y las escenas –Se encogió de hombros – Tenía que tomar una decisión

                -Yo creo que ser camarera es demasiado estrés –Habló Taeyeon llevándose un pedazo de pan a la boca – Tomar órdenes, llevar la cuenta, llevar las bandejas, nah

                -Es un arte ser camarera –Defendió Jessica – Tienes que tener la mente en muchas partes y seguir siendo completamente amable al cliente.

                -Pienso que es y –Yuri se mordió el labio y Taeyeon rodó los ojos –

                -¡Jesús! Yuri deja de ser tan caliente por una hora, sólo una hora –Suplicó –

                -Sólo lo dices porque no encuentras a nadie que te soporte Tae, eso te hace más amargada ¿sabes? –Se burló la morena –

                -No necesito o para dejar de estar amargada, y en todo caso, no lo estoy.

                -Bueno Tae –Habló Jessica – Pero estás algo estresada estos últimos días, en el set debemos hacer varios descansos por ti ¿Está todo bien?

                -Sí –Le dedicó media sonrisa – Sólo es un poquito de cansancio, además de las grabaciones he comenzado a hacer promoción de mi regreso al escenario

                -¿Vas a volver a cantar?

                -Aprovecharé el descanso de las grabaciones para dar un par de giras –Se encogió de hombros – Creo que me mantiene viva el canto

                -¡Amén! –Exclamó Yuri – Además yo no permitiría que esta chiquilla se alejara tanto de los escenarios

Taeyeon estuvo a punto de agregar otro comentario, cuando una risa muy conocida llegó a sus oídos haciéndole voltear a la entrada del restorán.

Tiffany entraba agarrando la mano de Bernardo, jadeando por aire mientras sus risas invadían la sala. Bernardo se tomaba la panza e intentaba calmar su gruesa carcajada.

                -¡¿Has visto la cara del tipo?! –Preguntó entre risas la reportera – ¡Dios! ¡Bernardo nunca vuelvas a hacer eso!

                -Había que hacerle una pequeña broma –Le dio una mueca divertida – ¡Pero no me niegues que ha sido divertido!

                -¡Casi nos tira piedras por la cabeza!

                -¡Vamos bonita! Al menos nos hemos reído –Miró a su alrededor – Y eso me ha abierto el apetito ¿quieres una hamburguesa?       

                -¡¡Tiffany!! –Jessica gritó alzando sus manos – ¡Bernardo! ¡Por aquí!

                -¿Jessie? –Tiffany repasó la vista hacia su amiga y luego a sus dos acompañantes encontrándose con los ojos de Taeyeon –

                -¡Muchacha! –Bernardo dio una sonrisa amplia –

La pareja se acercó hacia la mesa y Jessica apuntó los dos asientos libres al lado de Taeyeon.

                -¡Coman con nosotras! –Comentó sonriente – Éstas son Yuri y Taeyeon

                -¡Un gusto! –Bernardo asintió en dirección a las desconocidas para él –

                -No queremos molestar –Comenzó a argumentar Tiffany – Probablemente ya pidieron y sólo estaríamos retrasándolas

                -¡Tonterías! –Ahora fue Yuri quién habló – He querido conocer el prometido de Tiffany hace mucho, ¿Eres latino? –El chico asintió - ¡Caramba! Lo siento mi español está algo pobre.

                -Ha estado bien –Bernardo sonrió –

Taeyeon sólo le sonrió al chico y miró a Tiffany. Ésta le devolvió la mirada algo tímida e incómoda, sus ojos se dirigieron dolorosamente a la imagen de la mano de Tiffany entrelazada con la de Bernardo. Forzó una sonrisa y quitó sus cosas del asiento contiguo dándoles espacio para que se sentaran.  

Una vez que todos estaban sentados, Bernardo procedió a contar su historia a Yuri y Taeyeon, pero la única que le ponía atención era Yuri, la cantante sólo asentía de vez en cuando mientras que comía en silencio. Su mente estaba muy lejos de prestarle atención, estaba más que nada aguantando las ganas de disculparse y largarse al set cuanto antes, pero tenía que esperar a Jessica.

Miró a Tiffany quién jugaba con la punta de sus dedos, por el gesto decidió que la chica estaba nerviosa. “¿Por qué estaría nerviosa?”

                -¿Eres arqueólogo? –Preguntó Yuri mientras masticaba –

                -Así es, arqueólogo experimentativo –Replicó –

                -¿Qué rayos es eso? –Ahora quién habló fue Taeyeon –

                -Me baso en estudiar e investigar culturas, lo que hacemos es intentar reconstruir culturas antepasadas, como sus objetos, tradiciones e incluso edificios –Explicó – El objetivo de nuestras investigaciones es para probar teorías o refutarlas.

                -Interesante –Taeyeon intentó parecer entusiasmada sin éxito –

                -¿Cómo fue que se conocieron? –Preguntó Yuri sonriente, sonrisa que eliminó al ver la mirada fulminante de Taeyeon –

                -Fue mágico –Bernardo le sonrió encantadoramente a Tiffany –

Taeyeon no reprimió rodar los ojos sin que nadie se diera cuenta. “¿Realmente voy a presenciar esto?”

                -Fue en la universidad, tenía por ahí por veintiún años –Sonrió el chico y dejó que su mano se posara en la pierna de Tiffany – Ella tenía una clase conmigo

La cantante se concentró en su comida, intentando ignorar la voz masculina. Miró el plato casi vacío de Jessica y alzó una ceja al ver la cara de interés de Yuri.

Tiffany se removió en su asiento mientras Bernardo contaba el día que la vio por primera vez.

                -No fue tan así –Susurró –

                -Oh claro que fue así –Replicó el chico – Tú entraste por esa puerta y fue como ver un ángel caído del cielo. Desde ese instante decidí que ibas a ser alguien especial para mí

                -Ni siquiera me hablaste –

                -Bueno, tenía vergüenza

                -De todas formas no me habló hasta que en una fiesta borracho me pidió bailar –Se encogió de hombros –

                -¿Por qué me dejas mal parado? –Bromeó – Tenía que ingerir valentía –Miró a Yuri haciendo un gesto de beber – ¿Me entiendes?

                -De todas maneras tuviste que hacer mucho mérito para conseguir una cita

                -¡Claro! –Volvió a mirar a Jessica y Yuri – Tiffany era de estas chicas bastante cerrada en la universidad, para conseguir su número me costó dos meses

                -¡Y con razón! ¡Me parecías de estos chicos idiota que se la pasaban en fiestas!

                -Pero al final me gané su corazón –Siguió Bernardo – Hasta el día de hoy – Tomó la mano de Tiffany y le besó el dorso – ¿Verdad amor?

                -Umm… claro –Tiffany le sonrió y bajó la mirada. –

                -Hoy es increíble pensar que te casarás con el amor de toda tu vida –Bernardo suspiró contento – Ella ha sido mi compañera por años, y espero que sea por muchos más

Tiffany le llegó la frase directo al corazón. Bernardo la amaba, de aquél amor de parejas. ¿Y ella? Se levantaba a mitad de la noche a pensar y dudar sobre el amor que le tenía a su novio y prometido. Se sintió culpable y miserable. Tenía un gran hombre a su lado y ella aún dudaba por dar el sí frente al altar.

Sintió el rechinar de la silla a su lado y miró cómo Taeyeon se levantaba dejando unos dólares en la mesa.

                -Lamento retirarme de esta forma, pero tengo una escena todavía por grabar –Tomó su bolso – Chicas las veo al rato –Miró a la pareja – Un gusto conocerte Fernando

                -Es Bernardo

                -Claro, ha sido una linda comida –Sonrió y caminó hacia la entrada del restorán, ignorando la mirada de Tiffany –

En cuanto salió nuevamente al parque respiró hondo. Intentando volver a cobrar el aire que le faltaba en los pulmones. Comenzó a caminar hacia el centro de Manhattan gruñendo por lo bajo.

“Es un jodido presumido..”

Recordó la forma en que tocaba a Tiffany, la forma en que la miraba, en que hablaba de ella, de ellos, de su matrimonio, de toda su jodida vida.

                -Estúpido –Gruñó cruzando la avenida – “Es Bernardo”.. “Soy arqueólogo experimentativo”….¡Ugh! –Imaginó a Bernardo – Es una copia barata de Enrique Iglesias.

Dio un par de zancadas largas hacia su camarín. Se deshizo de sus cosas personales, tomó sus audífonos y Ipod, y caminó hacia vestuario y maquillaje. Se relajó al ritmo de la música mientras le ambientaban para el personaje.

Tiffany se quedó mirando la puerta por la que Taeyeon había salido casi disparada. La mirada de Jessica en ella la hizo volver al presente. Presente que se trataba de Bernardo aun hablando de la época universitaria. Resopló disimuladamente. ¿Por qué justo hoy tenía que ponerse del modo: macho menos? Se la pasó todo el almuerzo hablando prácticamente de él, no dejó ni siquiera un segundo para darle la palabra a Yuri o Taeyeon de presentarse. Cuando Tiffany sintió que dejaba de hablar se dio cuenta que la historia había terminado, aprovechó ese momento para interrumpir.

                -Bernardo cariño, será mejor que nos vayamos. Tu hermana debe estar aburriéndose en el departamento –

                -¡Cierto! Hemos dejado a Rosie bastante tiempo sola –Abrió los ojos recordando a su hermana y le hizo una seña al camarero – No se preocupen –Avisó a Jessica y Yuri – Yo pago esta comida

                -Ni lo sueñes muchacho –Habló Jessica –

                -Insisto –Determinó y vio los dólares de Taeyeon sobre la mesa – A ella también le pago

Minutos más tarde salían los cuatro del restorán. Yuri y Jessica se dirigían al centro mientras que Tiffany y Bernardo iban hacia el este. Se despidieron en la entrada y Tiffany aprovechó ese momento para susurrarle a Jessica.

                -Ve cómo está Tae –Susurró en su oído rápidamente –

                -No te preocupes, yo te mantengo informada –Ella susurró de igual forma –

Bernardo se llevó de la mano a Tiffany, mientras que ésta sólo se sentía extraña y disimulaba estar cómoda. Desde que Taeyeon había salido con prisa sin razón aparente tenía unas ganas enormes de ir tras ella, de preguntarle qué fue lo que le molestó, y sin saber por qué, quería disculparse por Bernardo. “¿Por qué me debo disculpar de todas maneras?......¿Por qué siento que me debo disculpar?....Ugh, ¿Por qué se siente como la mierda no ir tras ella?.... ¿Por qué la mano de Bernardo suda? ¡Ew!”

Intentando de quitar sus pensamientos y obviar el sudor de la palma de Bernardo, se subió al auto y él manejó hasta Chelsea.

~*~

                -¡Fany! –Gritó Jessica desde su habitación – ¿Has visto mi bronceador factor 50? –Su voz se hizo cercana hasta que llegó al umbral de la puerta –

                -No –Tiffany tomó su bolso de higiene personal y lo metió en la maleta – ¿Para qué usas un bronceador tan fuerte? Vas a quedar naranja.

                -Cariño, mi piel es casi transparente, puedo ver mis asquerosas venas recorrer mis brazos –Se los miró frunciendo el ceño – Necesito un poco de color. Odio ser blanca

                -Vas a quedar como marisco si te pones al sol sin protección –Le advirtió y cerró su maleta–

                -Tranquila, Taeyeon usa una crema que le protege bastante la piel y además le permite broncearla –Se encogió de hombros – Le robaré un poco.

Tiffany asintió y tuvo que morderse el labio para no preguntar por ella. Hace una semana que no hablaba ni por mensajes con Taeyeon. ¿La razón? No la entendía ni la sabía. Con Bernardo en el departamento, Tiffany tenía poco tiempo libre, para cuando se fue no le dio tiempo ni de respirar Jessica con el apuro de hacer las maletas para el viaje.

Jessica se sentó en la cama mirándola curiosa.

                -¿Estás bien? –Preguntó de repente –

                -¿Por?

                -No lo sé –Hizo un tímido encogimiento de hombros – No hemos podido hablar tú y yo desde que se fue Bernardo, ¿Cómo estás? Siempre quedas un poco tristona cuando se va

“Ah… era eso… ¿por qué pensé que tendría que ver con Taeyeon?...Dios ni te importa que tu prometido que no ves hace meses se haya vuelto a ir”

                -Estoy acostumbrándome –Intentó forzar una mueca de tristeza sin éxito. Su rostro estaba inexpresivo – Además, ya queda menos para la boda, pronto estaré con él

                -Comprendo –Jessica asintió lentamente – ¿Entonces qué es lo que te tiene tan preocupada? Durante la semana te sentí salir de tu cuarto a mitad de la noche, casi evitabas que Bernardo te tocara y cuando él se acercaba a ti por un beso, prácticamente le dabas uno que dejaba mucho que desear Tiffany.

                -Supongo que son los nervios por la boda –Se encogió de hombros dejando la maleta lista en el suelo. Se sentó al lado de Jessica – Dios…es una maleta pesada.

                -¿Nervios por la boda? Jamás te vi mover un pelo por esa dichosa boda hasta este viaje, así que ¿nervios? No lo creo.

                -¿Tienes que tener ojo para todo? –Rodeó los ojos – No es nada Jessie, estoy bien. En serio.

                -¿Sabes que puedes contarme todo, verdad? –Esta vez Jessica la miró un poco más suave y preocupada, incluso puso una mano sobre su pierna – Soy tu mejor amiga cariño, sé que algunas veces puedo ser una espinilla en el culo, pero al fin y al cabo me preocupo por tu bienestar y cualquier cosa que me quieras decir… Aquí estaré

Tiffany la miró y se encontró con un par de ojos comprensivos, casi maternales en Jessica. Tragó saliva y abrió la boca para decirlo, para por fin quitar el peso de su pecho, sin embargo, sólo salió aire. Respiró hondo y forzó una sonrisa a su mejor amiga, no estaba lista, no estaba preparada para decirlo en voz alta.

                -No lo sé aún –Soltó al final – Pero apenas lo descubra, te aviso

                -Recuerda que puedes contar conmigo, sea lo que sea –Insistió y besó su frente – Ahora mueve tu culo, nos queda una hora para que nos recojan al aeropuerto.

Tiffany rodeó los ojos y se levantó a ordenar sus cosas.

~*~

Los Ángeles, una ciudad de fama y locura, la segunda ciudad más poblada de los Estados Unidos. Taeyeon estaba arrastrando su maleta por el pavimento seguida de una Yuri muy estilo turista admirando los edificios camino al hotel.

Rodeó los ojos al voltearse y verla acercarse a una tienda de ropas.

                -Olvídalo –Gruñó y pasó de su lado –

                -¡Oh, vamos Tae! –Suplicó detrás – Entremos un ratito

                -Olvídalo, estoy cansada, el viaje me dejó boba –Negó con la cabeza y luego se encogió de hombros – Puedes quedarte tú aquí si quieres, el hotel es aquél de allá.

                -No, prefiero dejar mis maletas –Se rindió suspirando – ¿Crees que hayan llegado?

                -¿Tu novia? –La picó sonriente –

                -Y la tuya –Le devolvió –

                -No lo sé, ¿probablemente? Qué más da, sólo quiero la cama y unas horas de sueño

                -¿Por qué estás tan cansada? ¿A qué hora te fuiste a dormir anoche?

                -Tarde –Ahogó un bostezo –

Llegaron al hotel y Yuri las inscribió en recepción, la chica detrás del mesón no pudo contenerse y pidió una foto con Taeyeon. Ésta fingió una sonrisa y agradeció a los lentes oscuros para ocultar el par de ojeras. Se había quedado hasta las cinco de la mañana componiendo algunas letras para su futuro álbum y se había sentido realizada cuando terminó la letra de su nueva canción, una letra bastante cursi para su gusto, pero lo arreglaría con un buen ritmo de música

Subieron a la habitación designada, bajo la guía del botones. Yuri le entró una llamada al celular y de inmediato supo que era de la agencia por el idioma que comenzó a hablar. Taeyeon, sin ganas de escuchar sobre el trabajo, se dedicó a darle propina al joven y luego a caminar hasta lo que iba a ser su cama por cuatro días. Resopló mirando al techo. Escuchaba a Yuri a lo lejos como un murmullo ajeno a sus pensamientos.

La cara de Tiffany se le vino a la mente en cuestión de segundos, cerró los ojos intentando alejarla, durante una semana se había dado como meta, quitarla de su mente por eso días. Ella estaba a punto de casarse, ¿qué estaba pensando ella? ¿Qué por un cariñito en el probador de repente iba a salir cancelando el matrimonio? Probablemente ha sido un desliz del momento, Taeyeon se dio cuenta de eso cuando conoció a Bernardo. Por mucho que no quisiera admitir, la pareja era feliz y casi podría asegurar que se trataba de estos típicos cuentos de hada que ocurren en la vida real, de esos que suceden una vez cada quinientos años.

                -Jessie, ¿podrías ir más despacio? –Pidió Tiffany llevando con trabajo las maletas detrás de una apresurada Jessica –

                -Tiffany cariño, quiero aprovechar el sol –Apuró llegando a recepción – Hola –Sonrió al joven – Porfavor, tenemos una reserva

Tiffany resopló de cansancio una vez que estuvieron paradas esperando el check in. Miró el hotel a su alrededor y no reprimió en silbar de asombro. “Un hotel bastante lujoso”

Para cuando estuvieron instaladas en su habitación, Jessica no desperdició un segundo más y se puso el bikinis para bajar a la alberca. Tiffany, a pesar de negarse, también quedó en un conjunto de baño y siguió a su amiga al ascensor.

                -Vamos después duermes, quizás en la reposera –Se encogió de hombros – Tienes que sentir la acción –Sonrió checando su bolso – ¿Crees que las chicas estén ahí?

                -No lo sé –Contestó desganada, sin embargo en su mente rogaba porque Taeyeon estuviese ahí –

“Sólo que no se presente con aquél jodido bikini y”

Lo cierto, es que a pesar de todas las interrogantes, Tiffany quería volver a ver a Taeyeon, extrañaba a su amiga más que cualquier otro sentimiento que pudiese poner en duda su relación. Y eso, no iba a desperdiciar. La amistad con Taeyeon era importante para ella, no podría evitarla aunque quisiera hacerlo.

Salieron por el vestíbulo a los jardines posteriores del hotel. Una extensa piscina se instalaba a lo largo del jardín, miles de huéspedes disfrutaban de los rayos solares en las reposeras, dentro del agua o en el bar. Tiffany y Jessica se instalaron en una esquina y no pasó mucho hasta que la castaña clara gritara de emoción.

                -¡Qué carajo! –Gruñó Tiffany – ¿Qué has visto?

                -¡Las chicas! ¡Tae! ¡Sparky! –Llamó aleteando sus brazos - ¡Por aquí!

Tiffany volteó hacia la dirección de ellas y casi sintió topar su mandíbula en el suelo. Taeyeon venía saliendo del agua junto a Yuri, con un jodido bikini y. “Tenía que usar ese jodido….mierda.” No podía quitar la vista de encima, sus ojos estudiaron todos los movimientos que hacía Taeyeon para secar su cabello mientras caminaba sonriente hacia ellas. Yuri mojó entera a Jessica cuando llegó a su lado abrazándola. Taeyeon, por su parte, simplemente se acercó a Tiffany sonriéndole. “¿Por qué siempre tiene esa sonrisa ridículamente hermosa?”

                -Hola –Soltó –

“Amistad, amistad, amistad…Bernardo, Bernardo, Bernardo…Bern… ¡¿Por qué no se tapa el jodido cuerpo?!”