Un Nuevo Comienzo

Las leyendas de EXO [español]

Por fin. Vacaciones. Hacía bastante que no tenía tiempo para mí, ya que desde el accidente de mis padres hace 3 años he tenido que trabajar sin parar para poder vivir. Ésta era la primera vez en mucho tiempo que subía la colina que había cerca de mi casa y me sentaba en el césped, simplemente para disfrutar de la brisa nocturna, y levantar la cabeza y perderme en las estrellas.

En ese momento tenía la mente en blanco. Todos los problemas de mi vida se desvanecieron al ritmo de las estrellas que tintineaban. Las facturas, mi falta de actividad social… Cerré los ojos y dejé que mi pelo jugara con las ráfagas de viento que pasaban a mi lado, ondeándolo.

-Ah… Algunas veces desearía no estar sola. Alguien con el que pudiera hablar.

¿Amigos? La verdad, ninguno. El instituto al que atendía hasta el año pasado era pequeño, ya que el pueblo en el que vivía no era exactamente una gran ciudad. Es más, para llenarlo tenían que traer estudiantes de los pueblos vecinos.

Volví a abrir mis ojos y eché un vistazo a mi casa. Había estado allí incluso antes de que se construyera el pueblo, así que se encontraba a unos 3 kilómetros, apartada en medio de colinas, árboles y mucho césped. Aunque tenía mucho, muchos años, mis abuelos y mis padres la habían remodelado a lo largo de los años, así que tampoco parecía tan vieja. No era una mansión, pero era demasiado grande para una persona sola.

Tenía dos pisos. En el de abajo estaban el salón, la cocina, el comedor y un baño. En el piso de arriba había cuatro dormitorios y el otro baño. Y al final del pasillo se levantaba una escalera de caracol que conducía hasta el ático, donde guardaba todo lo que pensaba que podría necesitar, pero no tenía donde ponerlo. ¿Y por qué cuatro dormitorios? Fácil. Uno era de mis padres. Otro era mío. El otro era de mi abuela, ya que vivía con nosotros hasta que se murió cuando yo tenía 12 años. Y el otro era porque  mis padres planeaban darme un hermanito. Claro, todo eso antes del accidente. Mi familia pasó de tener a cinco personas si contábamos con mi hermano (o hermana) no nacid@, a de repente una. Qué desgracia no…

Caminar sola por mi casa es… No sé, raro… Siempre tengo la sensación de qué de pronto de todas las habitaciones saldrá gente con cámaras y micrófonos, diciéndome “¡Hola, somos de MTV, y has sido Cazada!” El problema es que la bromita tendría que haberse acabado hace 3 años.

Me asusta estar sola en casa. No me gusta. Cada vez que camino por las escaleras de madera el chirrido bota en las paredes y me recuerda lo sola que estoy. Un amigo estaría bien. El problema es que si no le caes bien a la persona más popular del instituto, tienes a todo el instituto en tu contra. Y la verdad, yo no recuerdo haberle hecho nada nunca a nadie…

Levanté la vista y me puse a mirar las estrellas. Bueno, por lo menos cuando hacía cosas como esta podía olvidarme de todo...

¡Shiiiiuuuun~! Una estrella fugaz. “Debo pedir un deseo”, pensé. Así que cerré los ojos, y juntando las manos rogué que mi soledad se desvaneciera igual que vino, rápidamente.

-Por favor…

Después de quedarme mirando un buen rato a la estrella fugaz, me di cuenta de que, por extraño que pareciera, daba la impresión de que se estaba acercando a mí. Decidí levantarme para observarla mejor. Entrecerré los ojos y vi cómo la luz se iba haciendo cada vez más intensa. ¿Se está acercando? ¿De verdad? Me pellizqué la mejilla para asegurarme de que no estaba soñando. No, no estaba soñando. Oye, cada vez estaba más cerca… ¿Me lo parece a mí o viene directa hacia donde estoy yo? Oh… Pues sí… ¡¡CACHIS, QUE VIENE DIRECTA HACIA MÍ!!

De repente, un fuerte estampido rompió el silencio del cielo nocturno, y por encima de mi cabeza pasó a una velocidad de vértigo una luz que se estrelló a unos 2 kilómetros de mí. Iba tan rápido que al impactar contra el suelo me lanzó por el aire, y aunque no me hizo nada, oí cómo a unos metros de mí todos los cristales de mi casa se iban a hacer gárgaras.

Normalmente yo no suelo tener afán por explorar, pero bueno, uno no suele ver un meteorito todos los días. Además, después de lo que acababa de pasar tenía por seguro que no me apetecía seguir mirando las estrellas. Así que cogí el coche y me acerqué a aquel astro que por poco me mata. ¿Quizás mañana venga E.T. a saludarme? ¿O Stitch?

Después de dejar el coche a una distancia prudente, me bajé y me acerqué. El astro caído del cielo estaba brillando.

Grandes cristales lilas nacían de un punto y se iban expandiendo alrededor, formando una gran esfera. En el centro unos pequeños, pero más abundantes cristales azules eran los que hacían que el astro brillara.

-Wow…-dije sin poder quitar los ojos de aquella figura. De ella emanaba un sonido parecido a un zumbido, pero con melodía.

Con cuidado y sin poder apartar la mirada, me acerqué a aquella formación majestuosa. Era imposible cerrar los ojos, ni siquiera pestañear. Tenía la tentación de tocarlo, pero esa idea se me quitó rápido de la cabeza, porque no estaba segura de que no fuera hostil. De repente, el astro empezó a brillar con fuerza, tanto que tuve que cerrar los ojos para que no me cegara. Con miedo de lo que pudiera pasar, corrí hacia el coche para coger el móvil y avisar a los servicios de emergencia.

El brillo aumentó tanto que parecía que fuera de día. Corrí lo más rápido que pude, tropezando con un par de piedras que había por el camino pero sin llegar a hacerme nada serio. Cogí mi móvil para llamar a la policía, bomberos o a cualquier persona que tuviera que manejar esto. Justo cuando iba a pulsar el botón verde, algo hizo que me parara en seco.

Lo que hacía unos segundos eran cristales, estaba cambiando de forma, moldeándose hasta formar lo que parecía ser unos cuerpos. Cuando el brillo se atenuó, no pude creer lo que veían mis ojos. Incapaz de reaccionar, me froté los ojos para asegurarme de que no estaba soñando y que estaba viendo bien.

Seis chicos.

Donde antes estaban los cristales, ahora seis chicos descansaban con los ojos cerrados, formando un corro espalda con espalda.

-¿Me estaré volviendo loca? Demasiada soledad…

Miré el móvil con confusión. ¿Qué podía hacer? Cuando alguien encontrara el enorme cráter que había dejado aquel astro al caer empezarían a investigar qué lo había producido, y seguramente vendrían a preguntarme a mí ya que soy la que más cerca vive del lugar. ¿Qué les decía? ¿Que un cuerpo celeste formado por cristales que brillaban y que se había transformado en unos chicos había causado aquello? Ya que las camisas de fuerza no se llevan esta temporada, más me valía a mí pensar en otra cosa. Y rápido.

Pero luego me di cuenta de una cosa. Si alguien se enteraba de que esos chicos habían venido del espacio, ¿seguirían vivos para contarlo durante mucho tiempo? Desgraciadamente, el ser humano tiene un gran defecto: cuando ve algo nuevo que no entiende, lo primero que quiere hacer es destruirlo.

Y así que como me gustaba hacer cosas de suicidas, acerqué a ellos lentamente. Quería verlos de cerca. Porque claro, una chica que empieza a vivir y que tiene toda su vida por delante no tiene nada mejor que hacer que acercarse a unos chicos que acababan de caer del cielo.

Ahora que los cristales resplandecientes no estaban, no había ninguna fuente de luz aparte de la Luna y las estrellas, pero eso no me impidió fijarme en algo: todos eran increíblemente guapos. Y tenían pinta de que no le harían daño a una mosca. Eso teniendo en cuenta que estaban quietos, con los ojos cerrados.

Me acerqué a uno que tenía el pelo ligeramente largo y lo moví un poco a ver si se despertaba, pero nada. Y así con todos. Me daba miedo hacer cualquier cosa, así que situaciones requieren medidas desesperadas. Mi coche tenía 7 plazas, no porque soliera llevar a mucha gente, sino porque reclinando los asientos traseros dejaba mucho espacio para llevar cosas, y cuando cumplí los 18 años mi tutora legal me firmó un documento para emanciparme, ya que ni yo la soportaba a ella ni ella a mí. Así que durante dos años he trabajado como repartidora usando el coche de mis padres, lo único que me dejaron tras su muerte junto con la casa.

Así que uno a uno, y con MUCHA dificultad, me los cargué a la espalda y los llevé hasta el coche. Con la luz de los faros pude verlos más claramente. Dios, como los extraterrestres sean así de guapos ya estamos tardando en explorar el espacio…

Después de sentarlos a todos me puse en el asiento del conductor, arranqué el coche, y me dirigí hacia mi casa. Al llegar, lo primero que hice fue barrer todos los trozos de cristales que había y comprobar que hubiera luz. Pues no, no había.

-No me lo puedo creer… Además, ¿dónde van a dormir?-suelo hablar sola, cosa de no tener a nadie con quien charlar.

Después de mucho pensar me acordé que en el ático tenía guardados unos futones que mis padres compraron para más adelante por si hacía fiestas de pijamas con mis amigas, aunque nunca llegué a estrenarlos. Con el móvil haciéndome de linterna subí los escalones y conté.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis. Justos.

Así que como pude los cogí y llevé hasta es salón, ya que era la habitación más grande de la casa. Eso y que no sería capaz de subirlos hasta el primer piso. Rodé los sillones y la mesita de café, y todo lo que había en medio de la habitación para poder colocar los futones en el suelo.

Después me volví a cargar uno a uno a aquellos chicos y los puse dentro de los futones, rogándoles a mis padres que cuando se despertaran resultaran ser unos extraterrestres pacíficos.

-Bueno, si resultan ser hostiles, me encontraré con vosotros pronto…-dije mirando al cielo. Los echaba tanto de menos…

Al día siguiente, el primero que se levantó fue el menor. Yo todavía estoy dormida y no me entero de nada, pero soy una narradora omnisciente y omnipresente, así que hala. ¿Por dónde iba? Ah, sí.

El pequeño, aunque lo sea no lo parece. El maknae de los chinos sí que se nota que es el pequeño, pero eso lo dejaremos para más adelante. El chico nada más abrir los ojos se fijó que donde siempre ha habido un cielo azul oscuro al despertar, ahora había techo de cemento. Aunque no sepa lo que es el cemento. Ni lo que es un techo.

-¿Eh? ¿Dónde estoy?-dijo confuso.

Luego miró al resto de sus hyungs. Todos estaban durmiendo en el mismo… Forro, o lo que fuera eso, y asustado tocó su futón. Recordemos que no sabe lo que es un futón.

-Mm… Esto es suave y calentito… Y hace que el suelo esté blandito…-dijo alucinando en colores.- ¡Suho, despierta!

Y así es como el mayor de los chicos se despierta. A sacudidas del maknae. Que no para de gritarle “¡Suho!” como si no hubiera mañana.

-¡Sehun, tranquilo!-dijo desperezándose. Cuando se dio cuenta de que ya no estaban en su antigua casa, miró alrededor con cuidado, examinando todo lo que veía.

-Suho, ¿dónde estamos?

-Parece ser que por fin llegamos a la Tierra. Sin embargo, no sé cómo hemos llegado hasta aquí. Sehun, ayúdame a despertar al resto. ¡Pero con cuidado!

Y así, entre el maknae y el líder fueron despertando al resto del grupo, cada cual más confuso al despertarse cuando veían donde se encontraban. Cuando estaban todos levantados, los seis chicos hablaron en susurros intentando aclarar qué había pasado.

-Entonces, ¿dónde estamos?

-Esto parece una… casa… Lo vi en el portal que abrí para ver cómo se vivía en la Tierra, al parecer aquí viven los humanos.

-¿Eh? ¿No utilizan el medio para vivir? ¿Se hacen sus propias viviendas? Brillante…

-¿Y cómo hemos llegado hasta aquí?

-Ya eso no… Veo el presente, no el pasado…

-Por cierto, aquí está oscuro. ¡Abramos una apertura en la pared para que entre la luz!

-¡No, Chanyeol! No podemos agujerear la casa de un humano, y menos cuando hay uno cerca…

-Yo no veo humanos alrededor…

-¡Por favor, estamos en la casa de un humano! ¡Alguien nos ha tenido que traer hasta aquí!

Mientras tanto, Kai logró descubrir que ya había unas aperturas en la pared, formada por una estructura metálica, pero estaba cerrada. Era increíble cómo los humanos moldeaban la materia prima…

Después de investigar cómo funcionaba el sistema que lo mantenía cerrado, giró una llave y notó cómo algo hacía “clac” al soltarse. Probó a empujar aquel metal hacia delante, hacia detrás, pero nada. Luego, lo empujó hacia un lado y ahí sí que se abrió, dejando pasar los rayos del sol dentro de la casa y sorprendiendo al resto de sus compañeros. Bingo.

-Listo.-dijo Kai con una sonrisa.

-Chicos, mirad esto…

Todos miraron a Sehun, que estaba cerca de una persona tumbada en el sofá (aunque ellos no sabían lo que era un sofá). Claro está que era un humano. Pero tenía una peculiaridad. Tenía el pelo bastante más largo que ellos y las facciones más suaves. También tenía más curvas, algo que dejó a los chicos alucinando. Con lentitud y en silencio, se acercaron.

-¿Es un humano?

-Es la hembra de la especie, una chica.-dijo Baekhyun, ya que era el único que había visto el planeta Tierra antes que sus compañeros.

El resto de los presentes (menos una servidora, que estaba durmiendo como un tronco) exclamó un sonoro “Oooooohhhh…”, dándose cuenta luego de que lo habían hecho a demasiado volumen.

-¡Callaos! ¡La vais a despertar!

-¡Hyung, aplícate eso a ti también!

-Pero dejad de pelear, que se va a despertar…

-¡Silencio todos!

Imaginadlo. Eres una chica que lleva viviendo sola desde hacía tres años, sin ningún amigo y la máxima relación que habías tenido con otro ser humano era con la jefa del restaurante donde trabajaba. Y te acabas de despertar y que de repente tienes a seis pares de ojos mirándote fijamente. De ojos muy atractivos, profundizando en el tema. Así que adivinad, ¿qué creéis que va a pasar? Ahá, exacto.

Grité, tan fuerte como me permitieron mis pulmones. Si las ventanas no hubieran estado rotas, las habría roto yo.

-¿¡QUIÉNES SOIS Y QUÉ HACÉIS AQUÍ!?-dije saltando como un resorte.

-Eh… No sé, tú nos dirás…-dijo uno muy alto y con el pelo un pelín más largo que el resto.

-¿Eh? Oh…

¡Plaf! Todo lo ocurrido la noche anterior vino a mi cabeza de golpe.

-Pues… Vale, vale, empecemos por el principio, ¿quiénes sois?

-Mi nombre es Suho, soy el guardián de EXO, de ahí mi nombre—

-¿EXO?-todo me sonaba a chino. No, espera, a chino no, que el chino yo sí lo entiendo… Mejor dicho, todo me sonaba a árabe.

-Sí, es el planeta de dónde procedemos. Sin embargo, no sabemos por qué nos tuvimos que ir, sólo recordamos que ya no podíamos habitar en aquel inhóspito lugar, así que nos decidimos a buscar un nuevo hogar. Es por ello que llegamos a la Tierra.

Vale, dadme un par de segundos para situarme y procesar lo que el chico guapo me acaba de decir. Extraterrestres. Bueno, vinieron en un meteorito, de la Tierra me da a mí que no van a ser. Luego, ¿soy yo, o la forma de hablar es cómo… de otro tiempo?

-Bien, a ver…-dije algo confusa.- Empecemos por el principio. ¿Cómo os llamáis? Tú eres Suho, ¿y el resto?

Y así, uno a uno me fueron diciendo sus nombres.

Baekhyun es el chico mono (bueno, todos lo son), y no puede parar de hablar: quería presentar él al resto de sus compañeros pero no le dejaron; Chanyeol es el alto, pelo ligeramente largo y con una alegría que se le contagiaría a cualquiera, quizás demasiada; D.O (qué clase de nombre es ese?!) es el de los ojos grandes y chiquitito si lo ponemos al lado de Chanyeol; Kai es EL chico guapo, así con mayúsculas, aunque bastante tímido; y Sehun es el pequeño. O eso creo, porque no lo parece…

Bien, ya verás qué rápido me olvido de los nombres.

-¿Y tú?-me dijo uno de ellos.

-Park Sarang.

-Bien, ahora la segunda pregunta. ¿Cómo hemos llegado hasta este lugar?-dijo… eh… el de los ojos grandes.

Ahora era yo la que daba explicaciones. Les conté lo del meteorito que se estrelló cerca de aquí (y que hizo que volaran mis ventanas…), que los cargué uno a uno hacia el coche y los traje— Y pum, ahí empecé a darme cuenta a lo que me enfrentaba.

-¿Coche? ¿Qué es un coche?

Al principio pensé que era una broma, pero las caras de confusión y sorpresa de los chicos me decían que de verdad no sabía de lo que estaba hablando. Y en sus ojos se podía ver un brillo de algo… de curiosidad.

Y ahí me di cuenta. No habían estado en la Tierra antes, no sabían nada. Exceptuando a Bek… Bak… Baekh… Bueno, el chico mono, ninguno había visto antes la Tierra ni lo que había dentro. El chico mono les habrá descrito cosas, pero eso no es suficiente.

-Venid conmigo.

Al salir afuera todos miraron los alrededores con ojos como platos. Una cosa era ver la Tierra desde el exterior, pero otra muy diferente era ver el conjunto que formaban el mar, el cielo y la tierra. El mar tenía un tono azul no muy oscuro, y habíamos tenido la suerte de que hoy no había ni una sola nube en el cielo, que brillaba en lo alto con un azul celeste muy claro, el cual contrarrestaba con el verde de la hierba de la Tierra.

-Wow…

-El cielo… Es azul… Desde el espacio esto no se veía así…

-Eso que veis abajo es el mar, y está compuesto por agua.-dije yo intentando sacarles de su trance.

-¿Agua?-dijo Suho.- ¿En este lugar hay semejante cantidad de agua?

-Sí, prácticamente todo el planeta está cubierto por agua.

-¿Y es azul?

-No…-dije riéndome.- No tiene color, pero como refleja el color del cielo, pues adquiere ese azul.

Justo en ese momento se levantó un poco de viento, y todos se quedaron congelados en el lugar, mirando al cielo. La verdad, la escena era bastante prometedora: seis tíos buenos por fuera de mi casa, sobre una colina cubierta por hierba de color verde intenso, mirando al cielo mientras el viento ondulaba sus pelos. La verdad, estaba como para sacarles una foto. Por eso, disimuladamente saqué mi móvil y saqué una foto.

-¿En vuestro planeta no había viento?-dije sorprendida por sus reacciones.

-¿Viento?-dijo Sehun.

-Sí. Se forma sobre todo por la rotación de la Tierra. El aire no está quieto, sino que se mueve.

-Me parece que este sitio me va a gustar más que el planeta EXO…-dijo Sehun.

-Bien, ahora vamos a lo que yo os quería enseñar. Mirad a vuestra izquierda.

¡Tachán! Mi monovolumen. Bien, vamos a ver cómo les explico yo a ellos lo que es un coche y cómo funciona.

-¿Qué es?-dijo Ke… Ki… El guapo, acercando la mano al cristal de una de las ventanas.

-¡No lo toques!

No sé exactamente lo que dije, porque los chicos se pusieron en guardia frente al coche, como si les fuera a atacar.

-¿Eh? ¿Qué hacéis? Me refería a que no toques los cristales, que luego se quedan marcas…

Al decir eso todos se relajaron y se miraron como si hubieran cometido la mayor estupidez del mundo.

-Lo siento… Todo esto es nuevo para nosotros…

-No pasa nada, lo sé.-dije con una sonrisa. ¿Qué iba a saber? Yo nunca he ido a un planeta donde no sé nada… Pero puedo imaginármelo, y sé que no me gustaría estar sola, sin que nadie me ayudara.

Todos estábamos hablando y riéndonos hasta que un sonido hizo que se hiciera el silencio. Uno de los estómagos de los chicos protestó por la falta de llegada de alimentos a él, y tal y como sonó, la necesitaba ya. Pero algo me dice que tampoco sabían lo que era el hambre, porque…

-¡¿D.O, qué es eso?!

-¡No sé, no lo he hecho yo!-dijo el chico muy asustado.

-¿Cómo que no, si el sonido ha salido de tu barriga?

-¡Eh, eh, eh! ¡Tranquilos!-dije intentando poner un poco de orden.- Si el chico tiene hambre, tampoco le avasalléis…

-¿Hambre?-dijo D.O mirándome con sus grandes ojos.

Eso me cogió por sorpresa. ¿No sabían lo que era el hambre? ¿Entonces no comían cuando estaban en su planeta?

-Una pregunta, ¿cómo os manteníais vivos en EXO? ¿De dónde sacabais la energía?

-La energía fluía en el aire en el planeta EXO.-me contestó Suho. Ese nombre era fácil, Suho es guardián en coreano.

-Bueno, pues aquí la energía no fluye, hay que sacarla de los alimentos.-dirigí mi mirada hacia Bek… Bak… ¡Cachis!- Ayúdame, soy malísima con los nombres…

-Baekhyun.

-Eso, Baekhyun. Al parecer tú ya has visto la Tierra antes, no sé cómo y tampoco te voy a preguntar, no quiero fundiros a preguntas en vuestro primer día aquí. Si digo la palabra comer, ¿te suena?

-Sí… He visto lo que le sucede a la gente que no come, adelgaza mucho hasta llegar a tener un aspecto enfermizo. Pero nosotros nunca hemos comido, no pensé que tuviéramos que hacerlo…

-La energía habrá que sacarla de algún lado. Acompañadme, vamos a ver qué tal se os da la cocina.

Y así fui hasta mi cocina seguida de seis cabezas curiosas que miraban todo a su alrededor como si fuera la primera vez. ¡Oh, espera! Que era la primera vez…

-Bien, pequeños saltamontes, vamos a aprender a hacer comida. Porque la comida se puede buscar por ahí, ya que hay frutas, carne y bla bla bla, pero es mejor la comida preparada. Ahora bien, escuchadme bien, que no quiero ningún fuego en mi casa.

Al decir eso todos miraron disimuladamente a… al más alto, y éste apartó la mirada. Tengo la sensación de que me pierdo algo. Y de que ellos también, porque después de mirar al alto sus caras reflejaban una clara confusión, evidencia de que ellos tampoco sabían muy bien por qué lo miraban.

-Ya que somos muchos, y parece que todos tenéis mucha hambre-en serio, me empezaban a dar miedo, no sabía que el estómago podía rugir tan fuerte.-vamos a hacer algo que llene bastante: lasaña.

La harina voló, mancharon de salsa una pared, y Chanyeol (ME ACORDÉ!!) efectivamente le prendió fuego a mi cocina. Eso sí, fue una de las mañanas más divertidas de toda mi vida. ¿Por qué había dejado de relacionarme con la gente? Ah sí, porque en este pueblo eran todos unos falsos. O prácticamente todos, si había alguien que fuera normal, todavía no lo había conocido.

Si la lasaña normalmente se tarda un par de horas en hacerla, nosotros tardamos más, así que cuando la metimos en el horno todos respiramos al fin con alivio.

-¡Lo sentimos mucho!-me dijeron todos a coro. Luego todos empezaron a disculparse de diferente manera, hasta llegar a un punto que no podía ni oír mis propios pensamientos.

-¡SILENCIO!-dije quizás gritando demasiado, porque todos se asustaron. Los dos más pequeños parecían que iban a ponerse a llorar.

-A ver, tranquilos, no pasa nada. Para ser la primera vez que cocináis, está muy bien. Yo lo hice peor… Segundo, si soy incapaz de algo es de enfadarme. Para enfadarme a mí hay que haber hecho algo muy gordo.

-¿Entonces no estás enfadada?-dijo el pequeño. ¿En qué momento dije que no parecía el pequeño? Porque físicamente no, pero…

-No, tranquilos. Por cierto, cambiando de tema: ¿Cómo es el planeta EXO? Ya que hay que esperar por la lasaña…

EXO era muy diferente a la Tierra. Al parecer, era un planeta más joven, y estaba formado prácticamente por desierto. Estaba más o menos a la misma distancia de su estrella que la Tierra, así que tenía una temperatura parecida, pero siempre era la misma. Yo les conté que en la Tierra había distintas estaciones según el momento del año en el que nos encontráramos.

-¿Y por qué os fuisteis de EXO?

-No lo sabemos con exactitud.-dijo Chanyeol-Tampoco sabemos la razón por la cual nacimos. Éramos los únicos habitantes de nuestro planeta, y aunque no nacimos todos al mismo tiempo, éramos muy jóvenes como para acordarnos de cómo nació el resto.

-¿Entonces estabais vosotros seis solos en el planeta?

Chanyeol miró al guardián pidiéndole permiso mentalmente para decir algo que no estaba seguro de poder contarme. Sin embargo Suho le sonrió y asintió.

-En realidad, no estábamos nosotros solos. Éramos doce. Estuvimos en el planeta EXO todos juntos aprendiendo a…-se paró en seco, como si no se acordara de lo que iba a decir.- Bueno, básicamente a movernos, hablar y demás... Pero cuando tuvimos que huir, nos separamos en dos grupos, ya que todos no podíamos ir juntos. No sabemos siquiera si lograron llegar a la Tierra…

Ahí tuvo que parar. Todos estaban empezando a llorar. El pequeño no paraba de murmurar “Luhan”, y Chanyeol ya no era capaz continuar.

-Escuchad.-dije atrayendo la atención de todos.-Si vosotros habéis conseguido llegar, ¿por qué no iban a llegar ellos? Tenéis que creer en ellos, en que serán capaces de encontrar el camino.

Parece que mis palabras les habían ayudado, porque todos me sonrieron y asintieron.

Justo cuando no sabía cómo continuar, el “tín” del horno avisando que la lasaña ya estaba hecha nos sorprendió. Las caras de tristeza fueron cambiando a caras de admiración cuando abrí la puerta del aparato y el olor de la lasaña inundó la habitación. Bueno, a pesar de todos los percances, supongo que se podría considerar un éxito.

Abrí la puerta del armarito de los platos, los vasos, el cajón de los cubiertos y dije:

-Bien, que alguien coja siete platos, siete vasos, siete cuchillos y siete tenedores, y luego los vais poniendo en la mesa. El resto cambiad esta mesa por la que está afuera y traed tres sillas más. ¡Vamos allá!

En la cocina volvió a formarse un caos. Pero esta vez era un caos ordenado. D.O y Chanyeol (los únicos de los que me sé el nombre, además de Suho) cogieron la mesa que estaba en el comedor y la sacaron para afuera, trayendo después la que tenía en la terraza. La mesa que tenía dentro era para cuatro personas, pero el comedor daba más de sí. Suerte que en la terraza había una mesa más grande.

Al principio los encargados de poner los platos y demás no sabían cómo colocarlos, pero después de que yo puse un servicio el resto siguió rápidamente.

Después de un par de minutos, terminé de servir la lasaña y servirles el agua. Cuando me senté, todos me miraron esperando a ver qué iba a hacer. Claro, que no saben usar cubiertos…

-Mini clase de aprender comer-dije cogiendo el cuchillo y el tenedor.- Esto con pinchos es para coger la comida, y esto alargado y afilado es para trocear la comida, para poder comer cosas muy grandes.

Estos chicos aprenden muy rápido. En serio. Sólo con enseñarles una vez, todos me repitieron y cogieron un trozo de lasaña sin problemas. Cuando se lo metieron en la boca, todos abrieron los ojos como platos y se miraron entre sí.

-¡Esto es increíble!

-¡Nunca había tenido esta sensación! ¿Qué es?

-Esto significa que la comida está buena.-dije dándole un bocado a mi lasaña. Sí, había quedado bastante bien.

Se la comieron a una velocidad increíblemente rápida, y cuando les pregunté si querían repetir me dijeron que sí. Bueno, si tenemos en cuenta que no habían comido nunca…

Terminamos de comer a las cuatro de la tarde, porque entre que no podían parar de comer (repitieron tres veces, yo con dos ya estoy que no puedo con más…) y que me acribillaron a preguntas sobre otras necesidades del cuerpo humano como dormir, beber agua y demás, el tiempo pasó muy rápido.

-Bien, vamos a limpiar todo esto.

Menos mal que en mi casa había lavavajillas, porque con tanta gente a saber cuánto tiempo nos hubiera llevado limpiar todo. Cuando acabamos con todo, limpiamos la mancha de salsa de la pared.

-Uf… No puedo más.-dijo el pequeño tirándose en el sofá.

-Chicos, nos tenemos que ir.-dijo Suho.

¿Qué? ¿Irse? A mí no me importaba quedarme sola otra vez, ya lo había estado durante los últimos tres años, ¿pero ellos? ¡Si salían al mundo solos se los iban a comer! Metafóricamente, claro.

El resto de los chicos miraron al guardián con unas caras muy tristes, pero aún así asintieron y se levantaron.

-Gracias por tu hospitalidad, no la olvidaremos nunca. Sin embargo, si nos quedamos no te traeremos más que problemas, y nosotros lo menos que queremos es complicarle la vida a alguien que nos ha tratado tan bien.

-Un momento, ¿dónde pensáis vivir si os vais?

-Usaremos alguna cueva existente para nuestra casa, y en caso de que no haya nosotros mismos la haremos. No te preocupes, en el planeta EXO vivíamos así, no será una gran diferencia si lo hacemos aquí también.

-Sí me preocupo. En el planeta Tierra hay siete mil millones de personas, y si ven a alguien viviendo en una cueva no os dejarán en paz. Además, si por casualidad alguien se entera de que venís del espacio, vuestra vida en la Tierra habrá terminado.

-¿Por qué?-dijo el pequeño.

-Porque el ser humano si ve algo nuevo que no entiende, lo primero que quiere hacer es destruirlo.

-¡Pero tú nos has tratado bien! ¡Podemos encontrar a otras personas que--!

-Hacedme caso, si queréis vivir, necesitáis ayuda. Ayuda de alguien humano.

Todos parecían que me habían entendido, excepto Suho, que abrió la puerta y miró al resto de sus hermanos.

-Entendemos tus intenciones, pero somos muchos. Si nos quedamos seremos una carga muy grande para ti. Venga chicos, vámonos.

El primero que le hizo caso fue D.O. El resto miraron al guardián y protestaron en vano. Uno a uno, todos salieron de la casa y se quedaron en el porche. Cuando salí a despedirme de ellos, el pequeño me dijo.

-¡Adiós, noona!

En ese momento, todos se giraron hacia el pequeño. No tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero parecían muy sorprendidos, casi se podría decir que estaban en shock.

-¿Acabas de decir “noona”?

-Nos ha dejado su casa, y encima nos ha pedido que nos quedemos, que no éramos una molestia. Se ha ganado el título de noona.

-Pero… Eh… Esto…

-Sehun.

-¡Sehun! ¡Ni siquiera sabes si eres menos que yo!

Los chicos de EXO agitaron la mano diciéndome adiós y se dieron la vuelta. Después de un par de minutos los perdí de vista. De repente, una ráfaga de viento se levantó cerca de mí y me pareció sentir que el pequeño estaba cerca. Qué tontería…

Después miré al lugar donde habían caído. Dónde tendría que haber un cráter grande y vacío, había un meteorito. Pero no se parecía en nada al astro en el que habían venido los chicos de EXO. Este meteorito era marrón, redondo, feo. Bueno, así nadie se extrañaría de por qué había un cráter ahí. ¿Cómo lo habrán hecho?

Y así entré a mi casa, dispuesta a volver a mi vida normal. Llamé para que me vinieran a arreglar los cristales, y luego volví a colocar bien los muebles del salón. Después me puse a limpiar toda la casa.

Increíble, no había pasado ni un día, pero ahora estaba tan silenciosa…

Al terminar, no pude evitar pensar en qué estarían haciendo. ¿Habrían encontrado un sitio donde quedarse? ¿Y si alguien había descubierto que eran extraterrestres? La duda me corroía el alma y me causaba desasosiego.

Decidí dar una vuelta para despejarme, así que cogí el coche y conduje hasta la ciudad más cercana, apenas a unos 30 kilómetros de mi pueblo. Cuando llegué, aparqué el coche, cogí la chaqueta que había traído y me dirigí al paseo marítimo.

No me había dado tiempo de aprenderme sus nombres. Suho era fácil, era el guardián. D.O tenía un nombre raro, así que era fácil acordarme. Y Chanyeol… Bueno, no sé, le prendió fuego a mi cocina. Espero que puedan encontrar al resto de sus hermanos.

No me había dado cuenta de todo el tiempo que llevaba caminando cuando me fijé que en poco tiempo se pondría el sol. Se había levantado una brisa que traía el olor del mar, y en ese momento me acordé de la cara de Suho cuando le dije que el planeta estaba recubierto por agua.

Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no oí a la panda que había cerca de mí. Parecía estar atracando a alguien. Inconscientemente me alejé de ellos, no quería problemas. Estaba a punto de perderlos de vista cuando oí una voz que me hizo parar en seco.

-¡Dejadnos en paz! ¡No os hemos hecho nada!

Esa… Se parecía mucho a la voz del pequeño. No, no podía ser, estaba delirando. Sarang, céntrate.

¡Pum! Un puñetazo, y seguidamente el sonido de alguien cayendo al suelo.

-¡¡Sehun!!-oí cómo decía alguien.

Al oír ese nombre me giré temiendo lo que iba a ver. Eran ellos.

Y estaban fatal. Tenían heridas por todo el cuerpo, como si se hubieran metido en varias peleas. Y teniendo en cuenta cómo eran, no creo que hubieran empezado ellos.

Me acerqué corriendo mientras oía la conversación. Cada vez iba de mal en peor.

-¡Dadme todo vuestro dinero!

-¡Te hemos dicho que no tenemos!-gritó desesperadamente el chico mono. Bak… Baek…

-Jefe, parece que te está pidiendo que le zurres.

-Bueno, si así lo quieres…

Llegué justo a tiempo para detener el puñetazo que ese tipo iba a darle a Baek… Bueno, como se llamara. Que por cierto, era el peor que estaba…

Con las mismas lo agarré del brazo y lo tiré al suelo. Ser cinturón negro de Taekwondo hizo que me supiera desenvolver sola con tan solo 17 años.

-¡Noona!-gritó el pequeño.

-¿Qué estás haciendo?-le dije con un tono amenazante al tipejo que tenía en el suelo.

-¿A qué esperáis? ¡¡A por ella!!

Y así diez personas se abalanzaron todas juntas contra mí. Diez personas que acabaron en el suelo cinco minutos después.

-Y a esto me refería yo con que no os quería dejar solos.-dije mirando a EXO. Tenían muy mala pinta.-Venid conmigo.

-Pero…

-Suho, entiendo que no me queráis causar problemas. Pero por lo que veo, vosotros solitos tenéis más problemas de los que me creáis a mí. ¿Cómo os habéis hecho todo esto?- los chicos abrieron la boca para contestarme, pero antes de que dijeran nada les corté.- No me importa, venid conmigo. No os voy a volver a dejar solos.

En silencio todos caminamos hasta mi coche. Nadie se atrevía a decir nada. Yo no estaba enfadada, para nada. Pero creo que ellos creían que sí. Cuando llegamos al parking, el pequeño dijo:

-Noona, ¿estás enfadada?

-Enfadada no. Estaba preocupada.

-Lo siento…-dijo Suho- Dije que no queríamos causarte problemas, pero no ha pasado ni un día y ya lo hemos hecho…

-Dijisteis que habíais llegado a la Tierra para empezar de nuevo, ¿verdad? Pues entonces es inevitable que pasen cosas como esta. No me estáis causando ningún problema, yo sé defenderme. Pero vosotros…

-El único que sabe luchar es Baekhyun, pero él sólo no podía defendernos a todos...-dijo D.O.

Después de un ratito conduciendo, el silencio empezaba a hacerse insoportable. Por eso el guapo me dijo:

-Por cierto noona, ¿dónde aprendiste a luchar así?

-La mejor amiga de mi madre era instructora de Taekwondo, un arte marcial. Al parecer aprendía rápido, así que mi madre le dijo que me enseñara, por si alguna vez me hacía falta defenderme. Y menos mal que lo hizo, porque lo he utilizado varias veces.

-Pero noona, ¿no dijiste que no te enfadabas?

-Siempre que lo he utilizado ha sido en defensa propia, y nunca infringiendo mucho daño.

-Noona lucha muy bien. Aunque tanto Baekhyun como Tao luchan de manera diferente…-dijo el pequeño.

-Vale, Baekhyun sí me suena, pero, ¿por qué el nombre de Tao no me suena de nada?

-Es uno de nuestros otros hermanos. Él dice que lo que él hace es Wushu.

-Ah, vale… El Wushu viene de China. Por cierto, ¿cómo son vuestros hermanos?

-El mayor del otro grupo se llama Kris. En realidad es el mayor de todos nosotros, así que le consideramos casi un líder. La primera vez que lo ves intimida un poco, pero luego descubres que es un trozo de pan. Luego también está Luhan, que aunque sea uno de los mayores del grupo parece de los menores.

-Echo de menos a Luhan...-dijo el pequeño pensando en voz alta.

Son tal para cual: el mayor parece pequeño, y el pequeño parece mayor. Y seguramente desde que abran la boca te das cuenta de que no, que las apariencias engañan.

-Xiumin también es uno de los mayores. Aunque es más bien pequeñito y mono. Su cara parece un baozi. Le encanta hacer caras raras…-dijo Chanyeol riéndose.- Chen es bajito como Baekhyun (inserte grito del susodicho protestando desde el asiento de atrás), y aunque suele ser uno de los que más da la cara por nosotros, es muy tímido.

-Por lo que veo, aunque fuerais los únicos habitantes de vuestro planeta, os lo pasabais pipa.

-Y tanto. Luego, Lay es uno de los más habladores. No se calla ni debajo del agua. Eso sí, le encanta bailar. Cuando baila él se calla, pero todos los que están mirándoles también se quedan sin palabras.

-Oh…-dije impresionada. Algún día, yo quiero verlo bailar.

-Aunque no es el único que baila de nuestro grupo.-aclaró el mono.- Kai también baila muy bien, incluso se podía decir que ninguno baila mejor que el otro. Cada uno tiene su estilo.

Desde el espejo retrovisor vi como Kai se ponía rojo como un tomate. Pobrecito, se nota que es tímido.

-¿Sí? Pues Kai, no te vas a librar, yo te quiero ver bailar.

-Si noona lo dice…

-Y al que no te he descrito es Tao. Ese chico es impresionante. Es también el menor junto con Sehun, pero Tao parece más joven que él.

-¿En serio?-dije sorprendida.

-De verdad. Sin embargo, no lo parece. Físicamente, además de que es uno de los más altos, parece mayor de lo que es. Hasta que abre la boca y te das cuenta de que no, que todavía es un niño. Pero luego cuando lo ves practicando Wushu… Es increíble. Más de lo que lo son Lay y Kai bailando.

Esperaba oír alguna protesta por parte de Kai, pero en vez de ello todos asintieron. Uh, eso tenía buena pinta. ¡Quiero luchar contra él! ¡Hacía mucho que no luchaba simplemente para entrenar!

Íbamos hablando tan plácidamente que no nos dimos cuenta cuando llegamos a mi casa. Cuando se bajaron del coche todos iban cojeando y quejándose del dolor. Tuve que ayudarlos a todos a subir las escaleras del porche, porque apenas podían moverse. Cuando miré para las ventanas, ¡sorpresa! ¡Ya me habían cambiado los cristales! Al abrir la puerta vi la factura sobre la mesita de café del salón. Mi dinero…

-A ver, sentaos como podáis en el sillón. Vamos a limpiar y a desinfectar esas heridas. Pero antes…

Fui hacia la cocina a buscar lo que había preparado esta mañana antes de que me dijeran que se iban a ir. Unas diademas con unos papeles en la parte superior, así me podría aprender los nombres. Después de colocárselos a todos, les pedí que se escribieran los nombres.

Suho, Baekhyun, Chanyeol, D.O, Kai y Sehun.

Después de volver de la cocina para devolver el rotulador a su sitio, me encontré con que todos se habían quitado las camisas. Puf… Entre los morados y los cortes cada vez iban teniendo peor pinta. Y por cierto…

¡Quién me hubiera dicho a mí que un día iba a tener a seis tíos buenos sin camisa en mi salón! ¡Además, están todos cuadrados! Aunque este no es momento de fangirlear, que hay que curar a los chicos. Y bien quejica que eran.

-¡Ay!

-¡Suho, eres el mayor pero eres el peor!

-¡Eso que hace daño no puede curar!

-¡Sí cura! Ahora… ¡Estate quieto!

Los demás me miraban como si fueran a pasar por el peor momento de su vida.

-Chanyeol-hyung… Ve tú primero…

-No, no, Kai, tú estás peor… Tú, tú…

-Sehun, tienes muy mala cara, será mejor que vayas tú…

-D.O hyung, esa herida parece muy dolorosa… Tú deberías ser el siguiente…

-¿Yo? ¡Yo puedo aguantar! Pero Baekhyun-hyung…

Cuando terminé con Suho cerré los ojos y apunté a uno al azar. Al abrirlos, vi los ojos de terror con los que me miraba el elegido.

-Kai, ¡te tocó!

Y así durante un par de horitas. Menos mal que no tenían heridas en las piernas, si se quitaban los pantalones me daba un patatús… Bueno, ya me estaba dando con verles a ellos sin camisas…

-¿Y ahora qué hacemos? Esta ropa está manchada de sangre y de tierra, no nos la podemos poner…

-Esperad un momento…-dije mientras me dirigía hacia el cuarto de mis padres.

Bingo. A mi padre siempre le había gustado el mundo de la moda, así que tenía varios pijamas de todo tipo: de manga larga, con bermudas, etc.

-Bien, repartiros esto. Cuando hayáis terminado de cambiaros avisadme. Iré a poner vuestras ropas en remojo para que salga la suciedad.

Después de un par de minutos, Baekhyun vino a avisarme que todos se habían cambiado. (¡Ves! ¡Con los nombres delante sí!)

-Oye, Sarang…

-Dime.

-Gracias.-dijo aliviado.

-¿Eh? ¿Por qué?

-Porque sin ti estaríamos perdidos. Por un lado Suho hyung tiene razón, pero por otro si nos quedamos en este planeta nosotros solos, a saber lo que nos puede pasar.

-De nada.-dije sonriendo.

-Yo he visto a través de portales cómo es la Tierra. Bueno, más bien como era. Supongo que las imágenes me llegaban con algo de retraso porque lo que yo vi se parece poco a esto. Sí, había coches y otras cosas, pero esto tiene una pinta más… futurista.

Algo de Baekhyun me resultaba diferente. ¿Qué era? Era mono, sí, pero el resto de los chicos también lo eran. Tenía unos ojos grandes, pero no era el único. ¿La forma de moverse? No… Oh, la forma de hablar… Suho habla con un lenguaje de narrador de la National Geographic. Baekhyun no.

-Baekhyun, no sé cuanto menor eres que Suho. Sin embargo, sí que noto que utilizas un vocabulario diferente, más informal. ¿Y eso?

-Llevo observando la Tierra mucho tiempo. Incluso antes de que supiéramos que íbamos a venir. Y aunque no recibía sonidos, podía leer lo que estaba escrito en libros, carteles y otras cosas. Todo me fascinaba. Desde la cultura humana hasta vuestro comportamiento: la capacidad de adaptación de los seres humanos, cómo interactuabais los unos con los otros… Eso sí, hay algo que no entiendo.

-Dime.

-¿Por qué destruís los recursos de la Tierra a tanta velocidad? Pronto no quedará nada.

-No eres el único que se ha dado cuenta. Quizás la Tierra que tú mirabas desde EXO era de aquellos tiempos donde las fábricas contaminaban mucho más que ahora, al igual que los coches y otras cosas. Hoy en día, aunque se contamina menos hay más fábricas, más coches, más de todo. Así que estamos en las mismas. Sin embargo, aunque es difícil, se está intentando utilizar las energías renovables, ya que no contaminan y son inagotables: el mar, el viento, la luz del Sol…

Al decir la palabra “luz” pegó un pequeño respingo, pero casi no se notó y recobró la compostura en una milésima de segundo, así que no me preocupé tampoco.

-¡Baekhyun! ¿Encontraste a Sarang?-vociferó alguien desde el salón.

Baekhyun y yo nos miramos, riéndonos al darnos cuenta de que estábamos haciendo esperar a los demás.

-Venga, volvamos.-dijo Baekhyun.

-¿Quién tiene hambre?

Seis manos se levantaron en cuestión de segundos, siendo respaldadas por los estómagos que rugían pidiendo comida.

Así que cenamos lo mismo que habíamos almorzado: lasaña. Y sus reacciones fueron las mismas: “¡qué bueno está esto!”, “¡quiero más!” y más. Después de recomendarles que pasaran por el baño antes de ir a dormir, en lo cual Baekhyun me ayudó a explicarles por qué (y menos mal, porque si tengo que hacerlo yo me da algo), todos cogieron un futón y lo subieron a mi antigua habitación, la cual se había quedado vacía tras la muerte de mis padres al yo pasar mi habitación a la de ellos. Cuando todos estaban en sus futones, dije:

-Bien. Ahora a dormir.

-¿Eso cómo se hace?

No pude evitar reírme. Que cómo se dormía… Son los hermanos pequeños que nunca tuve…

-Pues es muy fácil. Se cierran los ojos y te dejas llevar. Poco a poco te irás sintiendo más cansado, hasta que de repente lo siguiente que recordarás será levantarte por la mañana. Y a lo mejor algún sueño que otro.

-¿Sueño?

-Sí, son historias que crea nuestro cerebro…-me paré en seco. ¿Ellos tendría cerebro? ¿Serían iguales anatómicamente que los humanos?- O lo que quiera que tengáis vosotros. Buenas noches.

Recibí por respuesta un “¡Buenas noches!” a coro y apagué la luz de su cuarto. Luego entre al mío y miré al cielo estrellado a través de mi nueva ventana.

Los astros brillaban en el cielo. Igual que la noche anterior. Solo que esperaba que esa noche no cayera ningún astro del cielo que posteriormente se transformara en otros seis chicos. Primero me aprenderé los nombres de los que tengo aquí.

No pude evitar mirar al cielo y decir.

-Gracias.

Y voy a empezar a desconfiar de mis sentidos, porque juro que me pareció oír como alguien me contestaba desde lo alto:

-De nada.

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Thank you!
Yoake3
Que sepáis q no me he olvidado! He estado súper ocupada y con el ordenador roto... T.T El capitulo está en camino!!!

Comments

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miraik #1
me eh enamorado de este finc porfa siguielo.... es muy entretenido y explicable que lindo es¡¡¡¡
elpotodesungmin #2
Chapter 18: Ehmm... Holi ¿? Pasaba por aquí a decirte que tu historia es exTREMADAMENTE BUENA, IMPRESIONANTE, ME HA CAUTIVADO A MI Y A MIS MARES DE EMOCIONES EN CADA CASO Y CIRCUNSTANCIA.
Así que venía a pedirte de la manera más linda posible que por favor ACTUALÍCES PORQUE SI NO LO HACES YOAKE, VAS A SER LA CULPABLE DE MI MUERTE. ¿quieres que muera? Si muero no sabré como acaba esto, pero si no lo sé ahora también moriré.
POR FAVOR, FAVORCITO, ACTUALIZA, ANDA QUE LE HARÁS UN BIEN AL MUNDO.
Mil besos... <3
JungSooSoo
#3
Hey..!me preguntaba si subirás otro capítulo.
No te estoy presionando, pero si acaso ese es el fin me gustaria que lo dijeras.

Te envio muchos besos y abrazos.FIGHTING......!♡♡♡♡☆☆☆☆
JungSooSoo
#4
Chapter 18: Estos últimos días me la he pasado leyendo este fic.Este fic me ha sorprendido gratamente y me ha hecho sentir triztesa,emocion,desesperación,enojo, alegría y hasta me ha hecho rubirizar las escenas románticas(o por lo menos las son para mi).Gracias por esta historia y espero que pronto puedas actualizar.

Te envío un beso y un abrazo y ¡fighting!♥
ZBabyz
#5
Chapter 18: *llora como Tao* HAS ACTUALIZADO AL FIN. OH DEÓH MIO VOY A MORIR, te extrañé mujer. Cada día (y que se sepa que no estoy mintiendo), revisaba mis suscripciones en cuanto veía las letras fosfo naranjas y reaccionaba con un: «¡¿pero donde Chanyeols está mi Yoake?!» porque tu historia me encanta, y me ha gustado más ahora porque metiste a Renata y Ambrosio (sobrenombres especialmente creados como muestra de amor) en la historia. Yo no hubiera gritado, no, no. YO HUBIERA SECUESTRADO A REN DE INMEDIATO. Y A LUHAN, DE UNA VEZ TAMBIÉN. Eh, mentira, que yo no soy sasaeng (¿o sí? *risa de Izma*) Bueno, bueno. A lo que vamos, niños: este capítulo me ha encantado, con todo y las respuestas tan cariñosas (nótese el sarcasmo) que se daban los miembros. Vale, yo creo que soy como ellos, porque me río como hiena por cualquier cosilla. O tal vez me dedique a ser Chen de hoy en adelante. Bueno, ya después continúo con el comentario, y te digo todo lo que me ha gustado.
LA PREGUNTA DE LUHAN POR DIOS. Y YO PENSANDO QUE ESTABA DEPRIMIDO POR LA REGAÑIZA QUE LE DIO SARANG (o por las canciones deprimentes de Mr.Zhang Papa «Lay» Yixing)
ZBabyz
#6
Chapter 17: *Saca su micrófono para todo momento, las bocinas y las cortinas del teatro(?)*
¡LECTORES Y LECTORAS, AUTORES QUERIDOS, OS PRESENTO MI GRAN OBRA MAESTRA! QUE SHAKESPEARE SE PONGA DE RODILLAS ANTE EL MAGNANIMO COMENTARIO DEL CAPITULO 17. *saca su guión y se ahoga con una pelusa* ejernh (tos) Primero que nada, comenzaré con el título. ESHE TITULOW. yo casi lloro, y es que me pongo más sentimentalosa que Magdalena (I lurv chu Magdalena.) cuando me sacan estas cosas, porque ya sabes que los sentimientos y esas cosas. Ay, pero ¿qué no puedo hablar como una persona decente? Bueno, sigamos con el comentario. La primera partecilla, cuando Sarang se queda a un lado como que "¿y a estos que pirifluisti les picó?" me recuerda tanto a mí en todos lados... y no, no. Yo no soy Sarang. Yo soy los tres alienígenas raritos que andaban con ella. Ahora, llegamos al templo, si, ese templo, no Siwon, no el del papa ¡EL DE PIEDRA, SEÑORES! Y yo ahí con mi risota de Maléfica/Malo de telenovela a todo lo que da. Porque mientras a Sarang le daba un patatús cuando vió a los tres extranjeros (la mala parodia de los tri musketirs) flotando con pelos parados, ojitos de foco y pegados como garrapatas a las columnas con personas en vestidito y copos de nieve y unicornios (Y por algo no hago descripciones.) yo estaba a carcajadas imaginándomelos con el pelo flotando, así:
"Tanto que tarde en hacerme el delineado, como para que esas lucesitas no combinen con él. Gosh" Dijo Baekhyun mientras hacia una pose de diva.
"¿Me habeís visto? Tío, ¿me habeís visto? ¡HE FLOTADOOOOOOOOOOO!" Dijo Chen mientras comía naranjas.
"Eh... vale, ¿qué ha pasado? ¡Si yo no recuerdo nada! ¡¿QUIENES SOIS TODOS VOSOTROS?!" Finalizó Lay mientras apuntaba a sus dos hermanos y a Sarang con expresión del Grito de Munch.
"Los hubiera dejado mientras pude, dime Vida, ¿Por qué así?" Susurro Sarang, llevándose una mano a la cara.
El símbolo del guifi. EL SIMBOLO DEL GUIFI POR DIOS. Luhan. Y despues continuo.
ZBabyz
#7
Chapter 17: Y aqui reaparece tu fan número uno, con un teclado muy extraño y que de batalla para manejar. AL FIN ACTUALIZASTE Y YO AQUÍ CASI LLORABA PORQUE NO APARECIAS. Ya después dejo un comment larguísimo acerca de este cap, ¿vale?
FAN NUMBA WUAN OUT.
Cheosan #8
Chapter 16: Hola unni pasaba x aqui cm x centésima vez pra ver si actualizaste plis actualiza este fic me encanta y cada dia q entro en internet miro a ver si haz actualizado xfa unni no nos dejes q la historia hasta aqui
CarolineMinSoo #9
Chapter 16: Actualiza porfasss!!!
julissachacon #10
Esta excelente la historia me encanta sigue subiendo porfavor esta muy interesante