Miedo (Parte 1)

Tentación

Con una mirada fría y vacía, Wheein empapaba de agua sus manos mientras llenaba un gran recipiente en el espacioso lavavajillas de la equipada cocina de la estudiante de cine. Su apesadumbrado corazón sufría al ver a la menor en aquel débil estado, se sentía frustrada al pensar que todo lo que intentaba hacer le salía al revés.

 

Lo qué se había propuesto, era no seguir dañando a Hye Jin al extenderla a ella en una relación que nunca cumpliría con sus expectativas, en una relación para la que tampoco se sentía preparada para entrar y finalmente a pesar de sus estrategias estaban sufriendo las dos.

 

Puso hielo en el agua y sobre el agua helada dejó caer unos paños que sacó de un estante con puerta traslucida sobre un mueble que guardaba copas y vasos. Caminó cargando el recipiente sobre sus manos hasta la habitación de la afiebrada dueña de casa.

 

Cuando pudo verla al entrar a la habitación sus ojos volvían a estar cerrados, dejando el recipiente a un lado de la cama sobre la fina alfombra que cubría el suelo, dobló las sabanas hacia atrás para destapar la mitad de su cuerpo, mirándola con ternura y compasión se tentó a tomar una de sus manos, la sujetó notando que su compañera aun así no mostraba señales de reaccionar.

 

Con su mano libre mojó uno de los paños blancos sumergiéndolo bajo la gélida agua y luego de apretarlo para quitar el exceso comenzó a presionarlo con suavidad en la frente, mejillas y cuello de la morena.

 

Hye Jin: ¿No te sería más fácil si ocupas ambas manos? –Musitó con los ojos entrecerrados.−

Wheein: No quiero soltar tu mano. –Dijo con seguridad.−

Hye Jin: Entonces deja de enviarme lejos.

Wheein: Realmente lo siento, nunca quise que las cosas llegaran hasta este punto, nunca quise hacerte daño. Tenía una razón para hacer lo que hice, pero esa razón nunca fue hacerte pasar un tiempo difícil…

 

La más joven se esforzó por abrir sus ojos y encontrar la mirada de Wheein.

 

Hye Jin: ¿Quieres explicarme cual era tu propósito con todo esto? Porque creo ser muy astuta y aun así no puedo imaginarlo.

Wheein: Para eso tendría explicarte todo desde el principio…

Hye Jin: Bueno, tengo toda la noche… no planeo ir a ningún otro lugar. –Masculló.−

La mayor repitió el procedimiento con la toalla de agua fría, a diferencia de la primera oportunidad dejó reposar el paño sobre la frente de su compañera. Tomando una gran bocanada de aire Wheein comenzó a ensamblar ideas en su mente para buscar cómo era la mejor forma de narrar lo que estaba a punto de decir.

 

Wheein: Yo conocí lo que era el amor, solo en una ocasión, solo con una persona… En ese tiempo yo no sabía lo que eran las barreras o la desconfianza, dejé que ella me conociera por completo, en todas mis formas, ella pudo ver todo mi mundo y por unas horas incluso pensé en ella como mi mundo. Le entregué todo de mí, todo lo que podía darle ella lo tuvo… y ¿Para qué? Ella me traicionó, me trató como un juguete… Me devastó, me dejó en el suelo, sin una lagrima más que llorar, mi corazón se secó.

 

En su expresión y su voz Hye Jin pudo leer un genuino y profundo resentimiento, sus ojos reflejaban nada más que dolor, los ojos brillantes y alegres que solía ver, ahora parecían oscuros y vacíos.

 

Wheein: Creo que lo peor de todo es que yo sabía que ella era así, que no tomaba nada en serio, que ella no creía en nada, ni en nadie. Pero de todos modos dejé que me usara, porque tenía la ridícula ilusión de que cambiaría, que el estar juntas la haría distinta, que creería en mí, en nosotras y en ella misma… resulta que la ilusión nunca se convirtió en algo real. ¿Qué estúpida fui no? –Consultó con una sonrisa y la mirada vidriosa.−

 

La menor presionó con un poco de fuerza la mano de Wheein pero antes de que pudiera decir una palabra de consuelo ella continuó.

 

Wheein: No quería convertirme en ella. –Declaró cabizbaja arrugando la frente.− No quería hacerte daño, yo no creo estar lista para amar de nuevo y creo que tu mereces ser amada y que alguien realmente te haga feliz. Además cuando amas a alguien te vuelves vulnerable sin siquiera notarlo, no estoy dispuesta a ser vulnerable, no otra vez.

 

La tajante declaración de Wheein hizo surgir una ebullente sensación de molestia en la menor, que le dio fuerzas para alzar un poco su débil todo de voz endureciendo su posición.

 

Hye Jin: ¿Así que tu plan es correr de tus sentimientos para toda la vida? ¿Vas a aterrarte cada vez que sientas algo por otra persona? ¿Eso es vivir? ¿Eso es siquiera ser humano? No todo es una sola cosa Wheein, nada.
Si, tienes razón. El amor te vuelve vulnerable a momentos pero en otros te hace sentir más fuerte, tanto como para hacer girar al mundo en la dirección opuesta o bajar la luna si es necesario. Cuando estoy contigo me siento más fuerte. ¿Eso está mal? ¿Está tan mal? –Insistió.−

 

Wheein: ¿Qué dices? ¿Ya viste en el estado en el que estás?

Hye Jin: Me siento mucho peor y mucho más débil que como estoy ahora cuando tú no estás conmigo, o cuando peleamos, o cuando no puedo decirte todo lo que quiero decirte.
Tú eres libre de huir todo lo que quieras, pero no hay nada de lo que yo esté corriendo y sé que me da mucho más miedo que un día desaparezcas de mi vida, así, igual de rápido como llegaste que el que me llegues a herir. Las relaciones son así, las personas hieren, hacen estupideces, lloran, ríen, y después vuelven a llorar. Eso es equilibrio, es una locura, pero es lo único que tenemos, es lo único que te hace sentir vivo, le da sentido a todo… no puedes apreciar la alegría y la plenitud sin el dolor y la miseria.

 

La más baja le miró con profunda admiración, maravillada de cada una de las palabras que salían de su boca, con la seguridad que las decía, absolutamente convencida de ello, su mirada directa que taladraba en la de ella le estremecía casi hasta erizarle la piel.

 

Wheein: Tú realmente eres una de las personas más asombrosas que he conocido en mi vida. Te quiero, pero no sé qué hacer… no puedo, seguir… −Confesó rehuyendo de los ojos de la morena.−

 

Aun y con sus disminuidas fuerzas la menor se sentó sobre su cama dejando caer la toalla mojada que descansaba sobre su cabeza para darle una idea a su conflictuada acompañante.

 

Hye Jin: Si me quieres es simple, deja de correr.

 

Una pequeña chispa de coraje daba luces de nacer en los sentimientos de Wheein a pesar de sus miedos. Respondiendo a la recomendación de la chica frente a ella, la joven artista visual levantó la mano de Hye Jin sostenida por la de ella y presionó sobre ella con ternura y calidez sus labios en una sincera muestra de afecto.

 

La morena luchaba con las profundas ganas que tenía de robarle un beso pensando en evitar contagiar a Wheein de su duro resfriado pero la lucha contra sus deseos era más grande que cualquier guerra que le hubiese tocado ver en documentales para sus asignaturas. Sus pómulos se tornaban más colorados que de lo que ya le provocaba su estado febril y en un movimiento se limitó a rodear la nuca de Wheein con sus brazos ocultando la cara de la chica contra la de ella, pensando que si dejaba de verle directamente sus deseos bajarían.

 

Hye Jin: Deja que yo me encargue de todo esto. –Pidió sin soltarle.−

Wheein: ¿Qué piensas hacer?

Hye Jin: Te daré pistas para que encuentres por ti misma una respuesta. Te acompañaré hasta que la encuentres, te guiaré si es necesario.

Wheein: ¿Sabes que ese podría ser un plan suicida?

Hye Jin: No me importa.

 

Dejándola libre de su abrazo Hye Jin cerrando los ojos le soltó y volvió a recostarse.

 

Hye Jin: Si ahora tengo una razón más para seguir viviendo, ¿Por qué me siento como si fuera a morir?

Wheein: Tu fiebre no baja. –Señaló tomando la temperatura del cuello y frente de la morena.− ¿No tienes medicina para contrarrestarlo?

Hye Jin: Hyun Ah me dejó una lista junto a las medicinas. Aquí en el velador.

 

La más baja se apresuró a tomarla antes de que Hye Jin pudiera estirar su mano hacia ella.

 

Wheein: Esta bien, aquí está. Wow, está realmente muy detallada y ordenada, un niño de primaria podría entenderla.

Hye Jin: Si, ella es un caos ambulante, pero cuando se trata de cuidarme se lo toma realmente muy enserio.

Wheein: No me lo imagino. –Replicó fingiendo sorpresa.−

 

El tono de antipatía en la voz de Wheein hizo sonreír a la joven agripada, mientras Wheein sostenía el vaso de agua a un lado de unas tabletas sobre el velador de Hye Jin, la menor se sentó en un impulso para tragar la medicina.

 

Hye Jin: Parece que no te agrada mucho…

Wheein: ¿Tú crees? –Le preguntó sosteniendo el mismo tono de ironía.−

Hye Jin: HyunA y yo somos como hermanas. No termino de confirmar cuál de las dos es la mayor… −Dijo burlándose de la inmadurez de su mejor amiga.−

Wheein: Quizás sea un poco más paciente cuando vuelva a verla.

Hye Jin: ¿Lo harías por mí?

Wheein: Lo consideraría…

 

Conforme, la morena volvió a cerrar los ojos permitiendo que Wheein volviera a presionar sobre su cuerpo la compresa mojada. La mayor recorría con su mirada el ardiente cuerpo de la menor y pensamientos incorrectos empezaban a proyectar sus deseos, para evitar concretarlos hizo una pausa en su tratamiento para bajarle la temperatura corporal a Hye Jin y se levantó de la cama.

 

Llena de inseguridad y ansiedad al sentir que el peso de Wheein dejaba la cama, la menor ágilmente sujetó la muñeca de su compañera antes de que esta pudiese tomar más distancia.

 

Hye Jin: Quédate aquí conmigo esta noche.

 

La mayor antes de dar respuesta a la petición de la más joven consternada tragó saliva temiendo por su autocontrol.

 

Wheein: No puedo dejarte sola. –Replicó con nerviosismo.−

 

Desde la compañía de Wheein la menor sentía más fuerza, su cuerpo estaba adolorido, cansado, y afiebrado pero su corazón parecía bombear tanta sangre que su cuerpo se había revitalizado un poco más. Con su fuerza disminuida tiró del brazo de Wheein haciéndole perder el equilibrio, provocó que la mayor cayera sobre ella derribándola hacia su deriva.

 

Hye Jin: Si no estuviese enferma, te besaría hasta ver la luz del sol atravesar esa ventana.

Wheein: ¿Solo hasta entonces? –Dijo inconforme y con mirada perspicaz. −

Hye Jin: Deja de tentarme. –Se quejó enrollándola en un abrazo. −

 

La estudiante de artes se dio la vuelta dejándose abrazar por la menor y en esa amplia cama durmió abrigada con el calor del cuerpo de la menor hasta el amanecer.

Su corazón estaba abierto, había sacado todas sus emociones y limpiado sus culpas, valoraba el amor que Hye Jin le entregaba, era puro, sincero y tenía ciertos rasgos de inocencia que enternecían su sentir.

 

Durante un par de semanas la menor procuró de hacer méritos para conquistar definitivamente el corazón de la joven del hoyuelo en la mejilla, pero sus esfuerzos fueron estratégicos, entendiendo que Wheein no era una chica muy común, tenía que conmoverla con cosas que parecieran simples pero que tuvieran la suficiente fuerza para grabarse en su memoria.

 

Uno de esos días entre semana le arrastró a un paseo en bicicleta, durante el paseo le cantó y Wheein descubrió impresionada que la morena ocultaba una armoniosa y cálida voz que al susurrar tonos estos se colaban entre su piel estremeciéndole.

Mientras la menor al volante de la bicicleta doble aceleraba la estudiante de artes sentía que volvía a ser una niña al sentir el fresco aire contra su cuerpo, sus pies se levantaban y gritaba como si fueran a cientos de kilómetros de velocidad.

Luego del paseo se sentaron en una banca a tomar algo de agua. La menor comenzó a insinuar su talento de conquista a lo que Wheein respondió locuazmente preguntándole por su experiencia en el tema. La pregunta puso a la joven entre la espada y la pared pero lo cierto es que no tenía mucho esconder, había tenido un par de relaciones importantes la primera con un chico, lo que dejó a la estudiante de artes algo pasmada. Hye Jin le explicó que fue en esta en la que se dio cuenta que el género masculino no era de su gusto y con algo de vergüenza reconoció que a veces encontraba gracioso el seducirlos.

 

Cuando le comentó acerca de su segunda relación Wheein quedo aún más asombrada, e incluso llego a sentir algo de incomodidad y un leve tinte de celos. Hye Jin comentó su segunda historia de amor con una pasión que se podía percibir implicada en sus palabras, había sido con una chica mayor que ella, experimentada en varios aspectos, la morena narraba con algo de nostalgia que aquella chica le había enseñado bastante a cómo entender la vida y el amor, pero que a pesar de su ardiente relación llegó un punto en que ambas pudieron reconocer que estaban en páginas distintas de la vida, tenían metas de vida que a las dos les parecían irreconciliables, totalmente incompatibles y aunque el afecto no había desaparecido aquello no bastaba como para seguir como pareja y prefirieron terminar la relación en ese momento para que fuera un bonito recuerdo y no desgastarla malamente con discusiones absurdas.

 

Hye Jin no quiso preguntar nada a Wheein en ese momento, sabía que en su pasado había muchas cicatrices y que estas debían tratarse con cuidado, respeto y tiempo, por lo que prefirió no ponerlas a la luz con preguntas de las que no necesitaba respuesta.

 

Desde la primera semana entre medio de clases Wheein comenzó a recibir pequeños regalos, a veces era un café en la clase que daba partida a su jornada, otras era una pequeña barra de chocolate o de galleta de oblea en la tarde cuando ya quedaba sin energías. Siempre estos pequeños presentes venían con un post-it con mensajitos de parte de su compañera favorita, “El día recién comienza y ya es tuyo… Fighting!!”, “¿No vas a decaer ahora verdad?”, “Sonríe como si me estuvieras viendo”, “Algo de dulce para la mejor artista visual de la generación”… eran algunos de los mensajes escritos junto a sus pequeñas y cariñosas encomiendas, pero nunca podía agradecérselos de inmediato porque sus regalos eran hechos llegar por compañeros de clase o chicos de primer año, ella nunca estaba ahí, pero lograba dejarla pensando en ella durante todo el día a veces sin tener que aparecer.

 

El amor de Hye Jin llegaba a ella de forma continua pero desde lejos, de forma suave, no la asfixiaba ni la atosigaba, respetaba su espacio, era original, y personal. Cualquiera puede enviar un texto de buenos días desde su teléfono y eso es lindo, pero ella lo demostraba de una forma más cercana y con su identidad en ella, ahí estaba su letra, ese papel había pasado por sus manos y había sido escrito con la fuerza de su pulso.

En un atardecer terminadas las clases fue Wheein la que quiso sorprender a la menor esta oportunidad, y al salir de clases se encontró esperándole para caminar juntas a casa, ni siquiera lo planeó tanto fue así que olvidó el hecho de que Hye Jin asistía a la Universidad en su propio automóvil.

 

Esa noche la menor no quiso recordárselo y le ofreció a su mayor que caminaran hasta su casa en Junghwa-Dong esta vez para alargar el trayecto y poder disfrutar de su compañía hasta el último metro de llegada a su pequeño departamento, mientras conversaban sobre los profesores de la universidad a ratos algo frustradas y entre medio riéndose de ellos caminaron bajo la que se volvía una oscura noche siendo iluminadas por la luz fría de la iluminación del alumbrado público.

 

La noche era algo fría y la morena estaba tan entretenida en la conversión que solo a unos pocos metros del lugar de residencia de Wheein notó que esta caminaba con las manos en los bolsillos encogiendo los hombros de frio.

 

Hye Jin: ¿Quieres que te de mi chaqueta? –Sugirió.−

Wheein: ¿De qué película cliché romántica saliste?

 

Ante la aguda respuesta de su acompañante Hye Jin solo pudo limitarse a reír entre dientes.

 

Hye Jin: Entonces tendré que hacer esto… −Dijo abrazando a Wheein por la espalda mientras coordinaba su paso con el de ella.−

 

Wheein: Si creo que te escapaste de alguna película romántica… solo dime que no fue de grease… −Se burló.−

Hye Jin: ¿No te gustan los clásicos de los ochentas?

Wheein: Si, pero los de ciencia ficción. –Rió.− o algo como karate Kid, “¡Ya! ¡Ya!” –Exclamó agitando su mano abierta al imitar movimientos de artes marciales con un agudo y tierno tono de voz.−

Hye Jin: ¿Los musicales no?

Wheein: Mmmm… −Pronunció no muy convencida.−

Hye Jin: ¿Quieres que te haga cambiar de parecer? –Pregunto con el mentón apoyado sobre su hombro mientras seguía abrigando en su abrazo a la mayor.−

Wheein: Inténtalo…

 

Pronto la menor empezó a hacer armonías sin separar los labios dando introducción a la famosa canción del musical de Grease, “There are worse things i could do” (Hay peores cosas que podría hacer).

 

De pronto Wheein sintió que no quería llegar a casa, sentía la feroz necesidad de quedarse en ese momento con el vaivén del caminar en las melodías de la menor mientras sentía su olor y su calor pegado a ella.

 

Cuando solo quedaba una cuadra para llegar Hye Jin vio por accidente su reloj recordando que tenía un examen al día siguiente.

 

Hye Jin: Wow… el tiempo pasa más rápido de lo que me gustaría.

Wheein: Tienes que irte pronto. –Dijo con ganas fingidas.− Mañana tienes clases temprano ¿Me equivoco? –Preguntó volteándose para quedar cara a cara con la morena.−

Hye Jin: Estás en lo correcto, es más, tengo un examen… pero no quiero irme hasta dejarte en la puerta de tu departamento.

Wheein: ¿Estás loca? Tienes examen y sigues aquí, deberías haber ido de inmediato a tu casa a estudiar. De haberlo sabido no te hubiera dejado venir conmigo.

Hye Jin: ¿Sabes que eres muy mala mintiendo? –Consultó sonriendo.−

Wheein: Si – Respondió sin poder evitar reír entre dientes.−

 

La menor nuevamente atrapó entre sus brazos a Wheein, en esta ocasión por el frente, y lamentó el tener que separarse de ella. Sin preguntarle se despojó de su chaqueta y la levantó por detrás de la mayor para colgarla desde sus hombros.

 

Hye Jin: Llévatela ahora y mañana me la devuelves.

Wheein: Está bien. Pero vete rápido no ha pasado mucho de que te recuperaste de la gripe.

Hye Jin: A tus órdenes. –Declaró firmemente cuadrándose tal como un agente militar frente a un superior.− No te preocupes, tomaré un taxi hasta mi casa. –Sonrió.−

 

La más baja de pronto endureció la expresión y dejo caer un par de golpes en el brazo de la morena.

 

Wheein: ¡Deja de botar el dinero así! −Le reprendió.−

Hye Jin: No quieres que tarde, no quieres que pase frio, no quieres que me agite, no quieres que tome un taxi. Pues no se teletransportarme Wheein-ah~…

 

Sin abandonar su gesto de desaprobación Wheein cruzó los brazos sobre el pecho. Fingiendo que la molestia de la mayor no existía la menor simplemente en un veloz movimiento presionó sus labios sobre la mejilla de Wheein.

 

Hye Jin: Amo pelear contigo. –Rio.−

Wheein: Te odio.

 

La premisa de Wheein dejó boquiabierta a la chica del lunar en la mejilla con cierta indignación.

 

Hye Jin: ¿Me odias? –Preguntó acercándosele.−

Wheein: Si… −Replicó acercándose también.−

Hye Jin: ¿En serió?

Wheein: Oh, solo cállate… −Le silenció con un beso.−

 

En una caricia Wheein introdujo sus dedos en el lago cabello negro de la menor mientras esta continuaba besándola, sujetando su mentón con el borde interno de su índice. Hye Jin se sonrojaba un poco cada vez que se besaban y evitar agitarse demasiado se había descartado con ese beso de despedida.

 

Al haberse separado y sin decir mucho más Wheein escrutó con la mirada a lo lejos como su compañera se alejaba caminando en dirección a la avenida central más cercana a su hogar. A la joven de Junghwa-Dong le quedaban apenas 5 minutos para llegar a casa, perdiendo la vista en el cielo nocturno dejó escapar un profundo suspiro, en su expresión no dejaba de dibujarse una sonrisa mientras que sus ojos brillantes se entrecerraban.

 

En su interior Wheein estaba llena, feliz, tranquila y también se sentía algo embobada. A unos pasos de su puerta se descubrió a si misma buscando con la nariz el olor de Hye Jin en la chaqueta. En ese instante el primer pensamiento que vino a su mente fue un “¿Qué estoy haciendo?” pero al encontrarse con el aroma del perfume de ella no pudo ignorar el inevitable aumento en su frecuencia del palpitar de su corazón que saltaba como loco en su pecho.

 

Su razón chocó de frente y con brusquedad contra una conclusión obvia; a pesar de sus esfuerzos ya había perdido toda defensa, estaba enamorándose de Hye Jin. Lamentable era el hecho de que si bien se sentía como volando en una nube al estar con ella, aun no se sentía cómoda para poder avanzar y dejar atrás sus resquemores.

 

Al siguiente día, aquel viernes por la tarde la más joven invitó a la estudiante de artes a su departamento para mostrarle unos archivos de filmación que ella había creado desde pequeña, sentía que al mostrarle cada pequeño pedacito de su vida y de su historia Wheein podría conocerla realmente. Para reunirse Wheein fue después de sus clases hasta la salida del edificio en donde Hye Jin tenía sus clases y dio con ella en un grupo de estudiantes que debatían sobre los contenidos de su última clase, sin querer interrumpir la mayor se acercó despacio y con sigilo pero la ferviente morena arruinó toda su discreción.

 

Hye Jin: ¡Hey Wheein-ah~! ¡Ven acompáñanos!

 

La joven artista visual dejó ver su hoyuelo en la mejilla al sonreír al grupo con timidez. Hye Jin metiéndola al grupo le presento a cada uno de sus compañeros, su nivel dentro de la carrera y los cursos que compartían pero cuando tuvo que hacerlo a la inversa y presentar a Wheein a sus amigos no tuvo claro el cómo hacerlo.

 

Hye Jin: Y ella es Jung Wheein, va en segundo año de artes visuales y es mí… ami…

 

La morena prefería perder la lengua antes que llamarla su amiga, por lo que se frenó a si misma creando otra descripción.

 

Hye Jin:...compañera, en un taller del plan común. –Concluyó con desazón.−

 

Wheein mirando de reojo a la más joven pudo notar que ella no se sentía bien.

 

Wheein: Si… nos hemos vuelto muy cercanas desde que nos conocimos. Es un placer el conocerlos a todos. –Resolvió con una amplia y amistosa sonrisa.−

 

Después de ese impasse la morena se despidió de todos comentando que había quedado de ir con Wheein a un lugar por cuestiones de trabajo académico. Ese anochecer Wheein entró con muy buenos modales al elegante departamento de la morena como si fuese su primera vez en aquel lugar, pese a que no lo era, esta era la primera ocasión en la que entraba en el formalmente como invitada.

 

Con despreocupación Hye Jin lanzó su bolso a un sillón de la sala de estar en cuanto entró.

 

Hye Jin: ¿Te sirvo algo? Tengo agua, soda, cerveza, jugo… tengo tragos fuertes en el bar pero preferiría que viéramos las películas estando lucidas.

 

Impresionada por la variedad en su ofrecimiento Wheein la siguió para cerciorarse de que todo lo que ofrecía estaba ahí. Al leer la etiqueta de la cerveza dentro del refrigerador sonrió burlonamente al ver que no tenía casi nada de alcohol recordando que la menor no tenía resistencia a este. Pero al verla lata fría estiró la mano apuntando para que Hye Jin la tomara por ella. Hye Jin prefirió sacar para sí misma una botella de agua mineral para proseguir invitando a la más baja a una habitación que tenía instalado al techo un proyector.

 

La mayor estaba boquiabierta contemplando lo enorme de aquel lugar, antes de salir del espacio principal notó un hermoso piano de cola en una esquina.

 

Wheein: ¿Sabes tocar piano?

Hye Jin: Y guitarra, violín, bajo… mi madre quería que me desarrollara en todos los aspectos posibles, leía esos estúpidos libros para padres, no sé para qué si de todas formas nunca tenía tiempo para mí. Pero no quiero hablar de mis padres ahora… prefiero hablar de cosas que me hacen feliz, como mis filmaciones o sobre ti.

 

La más baja volvió a sonreír.

 

Wheein: ¿Quieres que hablemos de mí?

Hye Jin: La verdad más que hablar me gustaría hacer otras cosas, –Declaró acercándose con pensamientos pecaminosos.− pero si hacemos eso ahora no te podré mostrar mis películas.−Desistió jugueteando.−

 

Ambas se dejaron caer en una pila de cojines amontonados en el piso que Hye Jin disponía en la habitación y con un control remoto la estudiante de cine comenzó a reproducir grabaciones que ella había creado hace doce años atrás, en donde la pequeña Hye Jin grababa insectos narrando como si fuera un documental con hechos bastante decorados, graciosos y enternecedores. Grababa a sus compañeras de primaria, a perros, gatos, aves, roedores, cualquier ser vivo que se moviera. Luego continuó en su pubertad con cómicos y vergonzosos dramas adolescentes en el donde actuaban sus compañeras de grados mayores y en la adolescencia ya pasaban a ser conflictos más serios sobre búsqueda de la propia identidad, rebeldía, tratar de encajar en un mundo en el que aún no has resuelto ninguno de tus dilemas existenciales. Le mostró sus trabajos más reconocidos y premiados al igual que otros que nadie había dado ni un poco de atención por ellos.

 

De película en película escuchando los comentarios y explicaciones de Hye Jin en esa oscura sala, la mayor comenzó a ser víctima de un profundo cansancio, había sido una larga jornada y el estar tan tranquila y cómoda acurrucada a un lado de Hye Jin le trajo un golpe de sueño exorbitante. Indefectiblemente se quedó dormida presa de su cansancio y la menor no lo percibió hasta que le preguntó algo acerca de la iluminación de uno de los videos y ella no respondió. Se había quedado dormida hace ya un poco más de veinte minutos.

 

Al ver su rostro a tal cercanía era imposible no verse oprimida por la acuciante tentación a robarle aunque fuera un pequeño beso, luego de acomodarse con mucho cuidado para no importunar el sueño de su compañera, ladeó su rostro un ápice hasta sentir sobre sus labios la respiración de ella, sin embargo en el último segundo se arrepintió bajo el miedo a interrumpir su descanso.

 

Reprochándose a sí misma su gran autocontrol y pocas agallas la dueña del lugar se puso de pie y fue a la habitación contigua en búsqueda de una manta que sacaría de un armario. De regreso en la sala de reproducción miró como la chica que amaba seguía en el mismo lugar profundamente dormida, más que humana le parecía un ángel, su aspecto apacible le era hermoso incluso aunque este fuera exactamente el opuesto de la imagen ruidosa a la que estaba acostumbrada. Tendió la manta estirándola sobre el cuerpo de Wheein, solo dejó su cabeza a la vista y se recostó en el suelo frente a ella, contemplándola, se preguntaba que estaba pasando dentro de su cabeza.

 

Hye Jin: Espero que estés soñando conmigo. –Susurró.−

 

Pasadas un par de horas ocupadas en mirarle, sus parpados comenzaron a pesarle hasta finalmente cerrar sus ojos sumiéndola en el sueño, la noche avanzó junto al tiempo del reloj. En medio de la noche Wheein suevamente abrió los ojos y la primera imagen que vieron éstos al despertar fue la imagen de Hye Jin durmiendo a su lado, se notó abrigada por la manta a diferencia a de su compañera que yacía destapada frente a ella. Despacio, con cuidado levantó la gruesa pieza de tela que la cuidaba del frio y aproximándose al cuerpo de ella la compartió cubriéndolas a ambas.

 

Ese fin de semana fue un suplicio para las dos, ya que cada una tenía trabajos que entregar para la Universidad y el verse no era algo viable. Hye Jin pasó toda la tarde del sábado con un grupo de compañeros, en cuanto despidió a Wheein en su puerta minutos después ellos llegaron, se fueron a altas horas de la noche y volvieron al día siguiente para terminar con lo avanzado durante el día Sábado. La estudiante de artes visuales por su parte, paso ambas jornadas en un parque dibujando en diferentes técnicas paisajismo y edificios específicos.

 

Durante todo ese término de semana estuvieron enviándose mensajes a pesar de sus ocupaciones, y Wheein luchó contra sus frustraciones la tarde del sábado cuando Hye Jin por varias horas no le contestó. Lo que la mayor no sabía, era que la morena le estaba preparando una enorme sorpresa para la noche del lunes.

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Comments

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AndreaTaeNySic #1
Chapter 7: acabo de encontrar esta hermosura
viridaria #2
Chapter 42: Demonios, siempre quise leer una historia como esta ya ahora no se como puede terminar y que mi corazóncito... Espero con ansias el nuevo capitulo.
RadioMon
#3
Chapter 29: Muy buena historia, espero con ansias el próximo capítulo.
Sería interesante saber que ha pasado en la vida de Byul
RadioMon
#4
Chapter 21: HyunA está en tu historia!!! Justo cuando pensaba que no podía ser más genial
RadioMon
#5
Chapter 20: Wow, es vergonzoso admitir que tu historia ya me ha hecho llorar varias veces? Porque lo ha hecho. Sé que es una historia wheesa pero Byul es demasiado....ugh, cómo decirlo? Irresistible? Me ha encantado, sigue con el buen trabajo
zalberi
#6
Chapter 29: Espero que Hyejin y Wheein solucionen sus diferencias :( Es triste verlas en ese estado....
Sigue con el buen trabajo autor-nim!! <3
zalberi
#7
Chapter 24: Un capitulo semanal? Yeeeeey :):):)
zalberi
#8
Chapter 22: Por fin hay besoooo!!! Deseando leer como avanza la historia. Feliz año <3
zalberi
#9
Chapter 8: No me arrepiento de darle una oportunidad :) una pena que no tengas mas lectores. Animo!!
zalberi
#10
Se me hace raro encontrar fanfics en español jajaja. Le daremos una oportunidad ~~