Su primera clase estaba por terminar y su profesor ya le había llamado la atención en dos oportunidades por su falta de preocupación a la clase, por alguna razón le era imposible el concentrarse para mantener su cabeza puesta en los enormes ejercicios matemáticos que tenían como tarea. Al sonar el melodioso timbre que anunciaba el primer receso, Wheein salió disparada de su asiento a reunirse con Namjoo que tenía clases en el salón que quedaba vecino al de ella. Namjoo había salido de su salón abriendo una rosada caja de peperos de frutilla, en un fugaz movimiento Wheein pasando por delante de ella robó la caja de sus manos.

Wheein: ¿Por qué traes de estos si sabes que yo prefiero los de chocolate?

Namjoo: Porque a diferencia de lo que pienses, yo no vivo para consentirte Wheein. -Aclaró sonriendo.-

Wheein: No mientas, tú me veneras.

Namjoo: Quizás si crecieras un par de centímetros podría venerarte… -Afirmó en tono de burla mientras recuperaba su botana de los dedos de su compañera mirándole hacia abajo. -

Wheein: Pues crecería si me alimentaras…

Mientras discutían un par de niños de segundo año pasaron corriendo entre medio de ellas empujando a Namjoo, actuando prácticamente como si ella no se hubiese encontrado ahí.

Wheein: ¡Hey! ¡Vuelvan aquí!

Namjoo: ¿Por qué corren así?

Wheein: No lo sé, pero haré que vuelvan a disculparse.

A la siga de ambos menores Wheein salió corriendo por el pasillo buscando corregir la insolencia.

Namjoo: ¡Wheein-ah! ¿¡A dónde vas!? -Exclamó justo antes de salir tras ella. -

Cuando Namjoo al fin alcanzó a su inquieta mejor amiga, le vio en frente de un numeroso grupo de estudiantes que se amontonaban a un costado de la sala de castigo para poder ver dentro; asombrada por la peculiar situación llegó hasta el lado de Wheein.

Namjoo: ¿Qué es lo que pasa ahí dentro?

Wheein: Ni idea… ¡Oye tú! -Dijo intimidando a un estudiante menor. -

Interrogando al temeroso chico, consiguió que este le respondiera a qué sucedía, al parecer la chica nueva del último año se encontraba encerrada en la sala de castigo, el profesor que se suponía debía monitorearla había tenido que ir a atender a una clase por lo que se vio en la situación de dejar a la estudiante de conducta irregular sola en aquel salón.

En lugar de angustiarse, Moonbyul había aprovechado esta oportunidad para hacer a un lado mesas y sillas para transformar el salón de detención en su propio estudio de baile, solo por medio del altavoz de su celular. Toda la aglomeración se había producido gracias a las destrezas de la chica nueva, que motivada por su lista favorita de música, había comenzado a bailar “Because of you” del cantante Ne-Yo.

Quitando de su camino a unos cuantos chicos y chicas de primer año, Namjoo y Wheein no resistieron la curiosidad de ver el desplante de la popular y polémica recién llegada.

La mayor llevaba el cabello atado en una coleta, que se movía al ritmo de sus definidos pero suaves pasos de baile. El calor de ese día en una sala sin mayor ventilación provocaba que el sudor comenzara a deslizarse desde su frente, descendiendo por el costado de su mejilla para acabar bajo su mentón. Su profunda y decidida mirada hacía tono con la letra, el ritmo de la canción y sus movimientos, mas no se veía interesada en que le estuvieran observando, bailaba simplemente por el deseo de sentir la música no para ser el objeto de admiración de alguien más.

El gran grupo de estudiantes espectadores de la escena, se deleitaba con el talento de la mayor, mezclando expresiones de asombro con suspiros. Las dos chicas de penúltimo año estaban asombradas no solo por el desplante de la rubia, sino porque ambas conocían muy bien lo que era estar sometidas a castigos de la comisión de conducta de su escuela y consideraban una osadía el comportarse así luego de ser reprendida.

No pasó mucho tiempo hasta que el monitor encargado de la conducta de la escuela hacía su regreso al salón de castigo, encontrando a esta masa de estudiantes colgados de las ventanillas del aula. El un fallido intento por ahuyentar al grupo en su llegada por el corredor, el hombre explicaba severamente que el hecho de estar en castigo no era nada para admirar fue en medio de su discurso que vio de reojo a la estudiante castigada bailando dentro del lugar y escandalizado abrió la puerta para llamarle la atención, gritándole y preguntándole si acaso creía que un castigo era una instancia de divertimento.

Frente a los ojos de los estudiantes que aún no dejaba el lugar, el monitor la obligó a ponerse de rodillas y a levantar ambos brazos, prohibiéndole el que los bajara por al menos media hora, luego de esta instrucción las campanas que anunciaban el término del receso comenzaban a resonar por todo el edificio, el molesto profesor apareciendo otra vez por la puerta de la sala de castigo envió a todos con un solo alarido de regreso a sus clases y los chicos no se retiraron sin antes gritar “¡Fighting!” a su compañera en penitencia.

Dejando las cercanías de la sala de detención, Namjoo no pudo compartir su opinión sobre lo que habían visto recientemente con Wheein antes que su amigo Ji Hoon llegara corriendo ante ellas para arrastrar a Namjoo de vuelta a su respectivo salón de clases. También resignada a volver a la de ella Wheein avanzó por el pasillo en dirección a su clase, sin embargo un llamado le motivó a volverla vista atrás, la persona que había llamado a su nombre era la chica más popular de primer año.

Su apodo era “La princesa YooA”, conocida por ser la chica más bonita, mimada y caprichosa de primer año, ella era popular y bien lo sabía, de hecho siempre que podía lo usaba a su favor manipulando tanto a personas como a situaciones para conseguir lo que quisiera, pero en los ojos de Wheein, YooA no era más que una mala semilla entre los más jóvenes de la escuela.

Esta apreciación de la joven estudiante no nacía de la nada como un prejuicio, Wheein había observado en un par de ocasiones como esta chica hacía sentir mal a sus compañeras, humillándolas y menos preciándolas, Wheein sentía que esa cara bonita finalmente era solo una linda cubierta para todas las inseguridades y miedos que podía sentir la pobre chica, no obstante por más que la compadecía, sus aires de grandeza, su vanidad y frivolidad le eran insufribles.

YooA: ¡Wheein unnie!

Wheein: ¿Estás hablándome?

YooA: ¿Hay alguien más que se llame así en este lugar?

La mayor desviando la mirada intentó respirar profundo invocando algo de paciencia para volver a mirarle.

Wheein: ¿Qué quieres YooA?

YooA: Solo vine a hacerte una sugerencia.

Wheein: Una sugerencia… ¿Qué podrías sugerirme tú a mí?

YooA: Vi como Moonbyul-yi sumbae te saludó esta mañana y te he visto mirándola. –Dijo mirándose su delicada manicura.−

Wheein: ¿Si? Pues definitivamente le he prestado menos atención de la que todos ustedes.

YooA: Perdón, ¿Dijiste algo? Me distraje, bueno, no importa, lo único que vine a decirte es que no te acerques a ella, la escogí y ella es mía ahora y eso de tu reputación… eso la verdad me tiene sin cuidado.

Por cada palabra que salía desde los labios de YooA, la sangre de Wheein más parecía que iba a hervir, sin decir nada la mayor enfrió la mirada junto con su expresión y comenzó a acortar la distancia con la menor, sintiéndose intimidada por la sombría sensación que Wheein le transmitía YooA paso a paso empezó a retrocedía.

Wheein: YooA… YooA, no sé qué hayas escuchado sobre mí, pero créeme, yo no me parezco ni un poco a ninguna de esas ratas que te persiguen por tu camino de brillitos y realmente espero que lo que acabas de decir no haya querido ser una amenaza…

YooA: …No…unnie… –Musitó entre dientes. –

Wheein: No me interesa si vez a esa chica como tú juguete nuevo, pero a mí jamás vuelves a hablarme con ese tono ¿Entendiste?

YooA: …Si…unnie… –Respondió bajando la mirada. –

Wheein: Ahora vete a tu clase.

Tratando de recobrar su orgullo ante la peligrosa imagen de su compañera mayor, YooA recuperó su posición parándose frente a ella nuevamente con toda confianza y firmeza.

YooA: Yo no tengo porque…

La asoladora y fría mirada de Wheein se clavó en los ojos de la menor.

Wheein: Adiós YooA. –Dijo sin siquiera mover un pelo de su cuerpo. –

Sin pensar lodos veces YooA se apuró en dejar el pasillo temiendo que Wheein fuera a hacer algo contra ella, en cuanto a Wheein, ella apenas entró de vuelta a clases fue regañada por llegar tarde y enviada a la oficina a buscar un pase de dirección para poder reincorporarse, si no sería enviada a la sala de castigo.

De mal humor de camino a la oficina de dirección pensaba que toda la culpa de esto era de YooA por distraerla de su camino, un profesor que hacia ronda de patio la vio fuera de aula y la apresuró a llegar a la oficina.

La oficina de dirección era una amplia habitación en donde entre diferentes cubículos se disponían a trabajar algunos profesores junto a los funcionarios del colegio, encargados de formación, la secretaria del director y en una oficina que se dividía dentro de esta gran habitación por una mampara de vidrio y una puerta del mismo material trabajaba el director de la escuela para que el pudiera monitorear y acompañar el trabajo de todos en el ambiente de sus trabajadores, era una oficina que siempre solía tener a varias personas dentro, siempre corriendo de un lado para otro, apurados escribiendo o con estudiantes de mal comportamiento siendo sermoneados pero extrañamente hoy los turnos de los funcionarios parecían indicar trabajo dedicado a las aulas.

Con una curiosa mirada por la ventana al entrar notó que el director discutía a viva voz en su habitáculo escondida tras un escritorio vio como el director hablaba con la estudiante de cuarto año. El hombre bordeaba los 50 años, su imagen era intachable se preocupaba mucho por la educación, pero en los últimos dos años habían corrido rumores de que había estado usando de forma fraudulenta dinero del estado que habían sido subvenciones para la escuela.

Director Kim: Señorita Moon, hemos estado tolerando sus irregularidades en comprensión de que usted ha vivido varios años fuera del país pero es hora de que se adapte a las normas de este colegio. Usted no puede venir aquí y hacerlo que quiera. –Decía a la estudiante sentada frente a su escritorio. –

Moonbyul echada sobre la silla y con una cara que demostraba su falta de disposición para estar en ese lugar miraba desafiante a la autoridad frente a ella.

Moonbyul: ¿Está hablando en serio? Usted no necesita ser cínico conmigo señor, guárdeselo para el comité escolar… Supongo que ya me puedo ir…–Infirió poniéndose de pie. –

Enfurecido el director la detuvo poniendo una mano en su hombro.

Director Kim: ¿Quién has creído que soy para hablarme así?

Moonbyul: Suélteme… ahora. –Le ordenó. –

Director Kim: ¿Vas a cambiar de actitud?

Moonbyul: ¿Va usted a dejar de actuar? –Cuestionó sacudiéndose bruscamente para soltarse del agarre del hombre. – ¿Usted cree que yo no sé qué mi padre está patrocinando varias de las actividades de este colegio para que usted aceptara la solicitud de mi admisión aquí? ¿Quiere expulsarme? Bien, hágalo, a mí no me importa, vea usted como cubre esos fondos. Yo no estoy haciendo nada malo, si quisiera poner esta escuela de cabeza ya lo habría hecho y no me motiva hacerlo, simplemente no me moleste.

Director Kim: ¿Cómo te enteraste de eso? Está bien, eso no es importante ahora. No puedes solo llevar bien tu uniforme como corresponde, y prestar atención a clase, dejar de llamar tanto la atención.

Moonbyul: Vestiré como quiera, solo déjeme en paz… de todas formas no puedo esperar más porque este maldito año termine. –Concluyó para dejar la sala. –

Viendo que ambos salían de la oficina Wheein se alarmó y por accidente golpeó su cabeza con el escritorio dando cuenta de su ubicación. La cara del director se tornó tan blanca como un papel al sospechar que alguien había escuchado la conversación que tuvo con la estudiante de último año.

Director Kim: ¿¡Quién está ahí!? ¿¡Salga ahora!? –Exigió con severidad. –

Poco a poco Wheein comenzó a asomarse con una sonrisa incomoda desde abajo del escritorio.

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