Dejando la cocina, Wheein se escabulló por entre la gente cuidando que la bandeja que llevaba con las amargas bebidas no perdiera su contenido, evitando chocar con ningún chico intoxicado parecía alguna clase de malabarista. Aliviada de llegar hasta la salida, vio a Namjoo como para variar pasando rabias por culpa de Chan Suk y Jae Hyun, mientras que Ji Hoon intentaba tranquilizarla.

Namjoo: Pensé que nunca llegarías. –Resolvió angustiada.−

Wheein: Lo siento, me encontré con Byul en la cocina.

Ji Hoon: Debiste haberla traído hasta aquí.

Wheein: Lo hubiera hecho pero ella esta tan mal o aun en peores condiciones que estos dos. –Juzgó apuntando a ambos chicos que casi durmiendo se apoyaban uno sobre otro sentados en las mismas sillas de jardín. –

Empuñando una de las tazas en su mano, Ji Hoon intento darle de beber el café a Chan Suk, quien tomando un sorbo lo escupió al instante sobre la cara de su amigo.

Chan Suk: ¡Aaagh! ¡¡Está tibio y amargo!!

Namjoo: O tú te bebes eso, o te lo hago beber. Elije. –Señaló amenazante.−

Chan Suk: …Que asco.

Ji Hoon: Bébelo ya… y tú sigues Hyung… −Dijo al chico mayor que estaba babeando mientras dormitaba apoyado en el hombro de Chan Suk. –

En tanto Ji Hoon intentaba devolverles la dignidad a Jae Hyun y Chan Suk, Namjoo tomó a Wheein por el antebrazo y la apartó un poco del resto.

Namjoo: Tú… ¿Estás bien?

Wheein: …Sí, estoy bien. –Respondió no sin antes suspirar.−

Namjoo: ¿Estas segura de eso?

Wheein: Si, ¿Por qué lo preguntas?

Namjoo: Porque vi tus ojos cuando mirabas a Byul-yi besándose con esas chicas.

Wheein: ¿Ya y?... ¿Qué tiene que ver eso conmigo? Byul, ella es así podría besar a 20 chicas en una noche y coquetear con otras 20… a mí me tiene sin cuidado.

Namjoo: No tienes por qué fingir conmigo, ella te gusta.

Soltando una carcajada Wheein aplaudió un par de veces frente a la idea de su mejor amiga.

Wheein: ¿A mí? ¿Gustarme Byul-yi? ¿Bebiste de lo mismo que bebieron ellos?

Namjoo: No creo que me estés mintiendo, no tendrías por qué hacerlo, más bien creo que te estas mintiendo a ti misma y aún no te has dado cuenta.

Wheein: No te entiendo.

Namjoo: Wheein, −Dijo poniendo su mano sobre el hombro de su amiga. – Te conozco de toda la vida y quizás más de lo que tú misma te conoces y sé que eres lo suficientemente lenta con estas cosas para no darte cuenta de tus propios sentimientos, pero yo he visto como sonríes cuando estas con ella, tu mirada cambia, es como si incluso respiraras diferente cuando vas a su lado. ¿Por qué crees que me sentía tan incómoda? Pensé que si era tu novia ya no tendrías tiempo para ser mi mejor amiga, porque es obvio que se gustan y diría que bastante…

Con seguridad Wheein levantó su brazo para posar su mano en el hombro de Namjoo imitándola.

Wheein: Namjoo-ni, creo que estás leyendo demasiados manghwas y novelas de romance… y si voy a ir a ver a esa idiota por que la dejé sola y es una amiga y le quiero, pero eso y ya…

Riendo una vez más Wheein dejó a sus amigos, para volver a la odisea de entrar a la casa.

Ji Hoon: ¿Qué ocurrió? –Preguntó acercándose a Namjoo.−

Namjoo: Pasó que la única idiota aquí es ella por no querer abrir los ojos, pero bueno, al menos lo intenté, no hay peor ciego que el que no quiere ver… −Reprobó a la chica mientras la observaba meterse a la casa.−

Ji Hoon: ¿Qué?

Namjoo: Qué me ayudes a estabilizar a estos dos. –Excusó cambiando de tema.−

Al entrar a la cocina, la habitación estaba a oscuras. Wheein vio a Byul tal y donde la había dejado en medio de la penumbra. La rubia había comido el pan y bebido el café, su taza se veía vacía a una lado de ella sobre una baldosa que resplandecía con el haz de luz que entraba desde la sala de estar, y sobre la camisa de mezclilla que ella vestía, migajas de pan se encontraban desparramadas.

Con el temor que sentía ante lo impredecible que era la mayor, cautelosa Wheein se acercó, sus actos impulsivos en más de alguna ocasión le habían tomado por sorpresa, y para Wheein que estaba acostumbrada a siempre tener el control de todo lo que pasara calculando incluso hasta la más absurda consecuencia, esta impredictibilidad de Moonbyul le desestructuraba, lo que le si bien es cierto le asustaba al mismo tiempo le hacía sentir una extraña sensación de adrenalina. Sin embargo, esta cautela en esta ocasión se transformó en compasión, preocupación y ternura.

El verla sentada con los ojos cerrados en el suelo, como desecha, parecía para la menor que nunca le había visto como alguien frágil, disminuida e indefensa. Doblando sus rodillas, Wheein se deshizo de sus defensas para ponerse a la altura de Byul quien sentada sobre el frio piso de la cocina no parecía estar consiente, delicadamente con la palma de su mano, la menor sacudió de la camisa de Byul las migajas de pan; la rubia después de unos segundos de sentir los golpecitos en su pecho, atrapó su mano sin aviso y con toda calma volvió a abrir los ojos y su mirada aún se veía un poco vacía.

Moonbyul: Wheein-ah… Duerme conmigo.

Las mejillas de la menor enrojecieron y sus ojos se abrieron delatando su sorpresa.

Moonbyul: Estoy muy cansada, quiero dormir.

Wheein: Aaah… asique tienes sueño.

Moonbyul: Quiero dormir. –Repitió.−

Wheein: Bueno, levántate, vamos a dormir.

Enganchando el brazo de la rubia por sobre sus hombros, levantó el cuerpo de la mayor que prácticamente estaba convertida en una muñeca de trapo. Intentando ayudarla a estabilizar su andar, la acarreó entre la gente, con dificultad llegó hasta las escaleras y desplazó los nudos de las cintas que habían atadas a las barandas de la escalera para así poder abrir el acceso al segundo piso de la casa. Luego de lograrlo, subió con ella cuidando sus pasos a cada peldaño, tomando camino por el pasillo al que les llevó la escalera entró en una de las habitaciones, antes de pretender encender la luz de la habitación, Wheein buscó sentar a Byul en alguna parte, y tanteando en la oscuridad pudo encontrar una cama sentando a la rubia sobre ella.

Depositándola sobre el colchón se quejó de lo costoso que era tratar con alguien en esas condiciones y golpeó sus hombros con sus puños uno a la vez para volver a darles sensibilidad. Cuando encendió la luz pudo ver un minuto la habitación antes de que Moonbyul empezara a quejarse de que sus ojos dolían y tener que volver a apagarla devolviendo la completa oscuridad al dormitorio, la luz nocturna que dejaba entrar una ventana del lugar que apenas dejaba ver la silueta de todo alrededor volvía a ser su único recurso.

Wheein: Byul-yi, hay otra cama aquí, voy a traer a Chan Suk y a Jae Hyun para que duerman aquí también.

Tirando de la mano de la más joven con todas sus fuerzas, Moonbyul la acostó a su lado haciéndole soltar un pequeño chillido ahogado, la raíz de su frente se juntaba con la de Wheein dejándola a una reducida distancia.

Moonbyul: Quédate aquí, conmigo.

Paralizada y casi sin respirar Wheein había perdido el habla, los brazos de Byul le acorralaban contra su cuerpo y sentía su respiración sobre su mejilla, intentando empujarle para tomar distancia Byul quien había vuelto a cerrar los ojos solo le presionaba con mayor fuerza.

Moonbyul: No te dejaré ir… ¿Vas a seguir luchando?

Frente a la pregunta la mayor solo movió la cabeza de un lado al otro para negar. Al sentir la negativa la mayor dio pie a acercarse aún más, pero Wheein al entender las intenciones de Byul, volvió a inclinar su torso hacia atrás evadiendo a Byul, al darse cuenta del rechazo de la menor, desconcertada la rubia abrió los ojos encontrando frente a su rostro la ruborizada y seria expresión de la más joven.

Wheein: Yo no seré uno más en la lista de nombres de chicas que besaste esta noche. No voy a ser eso.

Al escucharla Moonbyul sonrió, y subiendo su mano hasta el rostro de Wheein la oriento a volver a mirarle. “Jamás serías una más para mi Jung Wheein”, declaró para posar sus labios en la frente de la segura menor y acurrucarla en su pecho. La mente de Wheein en ese momento estaba demasiado caótica para pensar en nada, su corazón estaba agitado pero todo parecía estar mejor que nunca, se sentía como si realmente nada pudiera estar mal y su cansancio era el suficiente como para solo quedarse en ese momento y dormirse al ritmo de la respiración de Byul.

Para cuando amaneció Namjoo la buscaba en todos lados, y el lugar parecía un campo de guerra, había chicos tendidos en el suelo durmiendo por todos lados, y no había forma de encontrar a Wheein, los varones del grupo habían dormido amontonados en un sofá y ella les había hecho guardia toda la noche. Atreviéndose a cortar las cintas de la escalera la buscó en el segundo piso habitación por habitación encontrando escenas bastante perturbadoras para ella en algunas esa mañana, hasta que en una de las habitaciones de huéspedes más pequeñas por fin dio con el paradero de los dos miembros de su grupo faltantes.

Byul-yi y Wheein abrazadas en la misma cama dormían plácidamente, Namjoo se quedó observándolas por un momento, sigilosamente se acercó a ambas.

Namjoo: Wheein-ah… Wheein-ah despierta por favor… −Dijo empujándole suavemente en el hombro con su mano.−

Al no ver ninguna repuesta por parte de su mejor amiga, la chica de penúltimo año perdió la paciencia.

Namjoo: ¡WHEE-IN-AH! ¡DESPIERTA!

El neurótico y agudo grito de su mejor amiga casi le hace caer de la cama.

Wheein: ¡Hoi! –Exclamo despertando de golpe totalmente desorientada.−

Moonbyul: ¿Qué pasa Namjoo? ¿Por qué el escandalo?

Namjoo: ¿Cómo que “qué paso”? Pasó, que mientras ustedes jugaban a la luna de miel, ¡yo tuve que cuidar a ese par de idiotas!

Moonbyul: ¿Podrías bajar la voz? Siento que mi cabeza va estallar en cualquier momento.

Viendo la cara de ira de su amiga, Wheein se apuró a intentar tranquilizarla antes de que ella arremetiera contra Moonbyul.

Wheein: Perdón, iba a bajar a buscar a los chicos, pero Byul también estaba en pésimas condiciones y no podía dejarla sola, había que los chicos te tenían a ti y a Ji Hoon así que me quede cuidándola hasta que me quede dormida.

Moonbyul: Si, escúchala… créeme que si hubiéramos estado “jugando a la luna de miel” probablemente no nos hubieras encontrado con ropa…

Wheein: ¡Cállate Byul! No estás ayudando… Pero Namjoo-ni, ya salió el sol, ya podemos irnos a casa.

Namjoo: Si, vámonos, la verdad tampoco me queda energía como para seguir discutiendo…

Las tres bajaron hasta la sala de estar y el desastre seguía donde mismo, al igual que sus tres amigos durmiendo sobre el sofá, cada una se encargó de despertar a cada uno, Byul a Ji Hoon, Namjoo a Chan Suk y Wheein a Tae Hyun. Algo aturdidos pero más conscientes y sintiendo que la resaca acabaría con ellos Tae Hyun y Chan Suk se levantaron arrepentidos de haber bebido cada vaso de la noche anterior, viendo como Ji Hoon se reía de ellos. Namjoo prohibió a Byul conducir su moto y como ambas tenían que volver al internado, todos finalmente tomarían el mismo bus, los seis subieron al bus y Namjoo pagó por Byul-yi ya que la mayor no traía su pase para el bus, acostumbrada a usar su moto Byul prescindía de tal objeto; los seis se sentaron en la parte de atrás que siendo el amanecer de un día sábado anticiparon vendría sin un solo pasajero. Namjoo empujó a Wheein dejándola en el asiento contra la ventana, los tres chicos se sentaron en medio y Byul quedo frente a la ventana del lado contrario.

No pasaron cinco minutos cuando Namjoo ya se había rendido ante Morfeo apoyando su cabeza en el hombro de Wheein. Con Ji Hoon entre ellos Jae Hyun y Chan Suk también lo utilizaron de almohada y por su parte, Moonbyul solo aprovechaba el recorrido para conocer la ciudad en horario matutino. Por la cabeza de Wheein empezaron a rodar todos los acontecimientos de la noche anterior, no se entendía a sí misma, jamás algo había paralizado tanto a su razón, dejaba caer u mirada sobre Namjoo y recordaba sus palabras “…ella te gusta.” “…te estás mintiendo a ti misma…”, ¿Serían certeras las palabras de su amiga? ¿Cómo era posible? ¿Realmente le gustaba Moonbyul-yi?

Hasta el momento siempre se había reído de las canciones de amor, diciendo que era imposible que tales situaciones pasaran en la vida real, que eran solo cuentos y ficción, porque… ¿Cómo alguien no iba a poder controlar, qué pensar y qué sentir? Para una persona que planificaba hasta sus más infantiles travesuras, el que eso llegara pasarle, el “enamorarse”, caía en lo absurdo.

En su estructurada mente se empezaron a acumular los antecedentes, si era cierto que cuando estaba con Byul se sentía de una forma extraña que no podía explicar, se reía de todo y de nada, se sentía agradable el recibir sus tiernas caricias, cuando le daba palmaditas en el cabello, sus bromas, sus juego, sus abrazos… y así la cantidad de cosas que se le hacían especial con ella empezaron a amontonarse, no podía creerlo, entonces era cierto, su vista cambio del vacío que miraba a través de la ventana del bus, a caer obre su compañera al otro extremo de los asientos la vio por casi un minuto, hasta que ella volteó a verla también sin rehuir de nada conectó su mirada con la de ella y sintió un enorme miedo, al darse cuenta que ya no podía volver atrás con eso que acababa de descubrir.

Wheein recordaba cuando Byul le había confesado sus sentimientos, recordaba haber huido, recordaba que ella le había dicho que frenaría sus sentimientos, y ¿Qué sucede cuando no sabes cómo avanzar, pero tampoco puedes retroceder? Y te sientes ahí como atascado. Byul era más osada y valiente que ella y aun así no se atrevió a seguir, ¿Cómo ella podría decir algo? ¿Entonces qué hacer con todo lo que estaba sintiendo? ¿Cómo volver a cuando no sabía que estaba enamorada de ella?