Difícil

Tentación

Aquella noche de vuelta a casa los atribulados pensamientos de Wheein se debatían en intentar concretar una conducta. Su instinto la lanzaba hacia Hye Jin de forma definitiva, pero no podía acallar sus miedos, sus recuerdos aún se presentaban como en carne viva al pensar en su primera desilusión amorosa, parecía surgirle una puntada en el pecho al pensar en lo que sintió hace unos años. Por otro lado Hye Jin realmente se veía sincera, era graciosa, tierna, dedicada, inteligente… lo único que no le gustaba de ella era su forma de derrochar el dinero, pero por lo demás todo en ella le parecía fascinante.

 

Llevaba semanas pensando en qué hacer, y seguía sin poder resolverlo… No podía evitar preguntarse así misma acerca de cuál era la razón por la que le costaba tanto deshacerse de Hye Jin en su corazón. Sería mucho más fácil el decirle adiós y quitarse todo el asunto de encima, pero por alguna razón simplemente no podía hacerlo, apenas y podía ponerle freno a su propio juego.

 

Haciendo un click en la manilla de la puerta de entrada se dio paso con desánimo a su pequeño departamento, a oscuras caminó hasta su velador y encendió una pequeña lámpara. La tenue luz iluminó a Ggomo que dormía enrollado sobre su cama, cuando Wheein se sentó a su lado el pequeño gato no se inmutó, la chica sacó su pijama que se encontraba doblado debajo de su almohada, y justo después de cepillarse los dientes se metió a la cama con mucho cuidado para no importunar a su amada mascota, antes de apagar su lámpara de noche se culpabilizó por no estudiar un poco antes de dormir, pero el examen de historia era el día Viernes así que le quedaba un poco más de dos días para estudiar.

 

Cuando la alarma la despertó, se levantó con apuro para tomar una ducha su gato exaltado saltó de un brinco del colchón mientras miraba como su dueña daba un par de zancadas hasta el baño. Antes de salir a del apartamento y luego de asegurarse de dejar comida y agua para Ggomo, revisó su bandeja de correo que en uno de sus primeros mensajes mostraba un aviso importante de su escuela notificándole que su prueba se había adelantado. Resultaba que su profesor tendría una cita médica, por lo que debía re-agendar la evaluación para el día de mañana a las cinco de la tarde, posterior a su taller de pintura creativa.

Musitó una maldición pensando en que tenía que lograr poderes sobre humanos para lograr estudiar todos los contenidos que estarían dentro de su examen y como cada día de entresemana dejó con premura su departamento camino a su facultad.

 

Hye Jin envió varios mensajes de texto esa mañana a Wheein pero ninguno obtuvo respuesta. A mediodía en el bloque libre destinado al horario de almuerzo entre las clases, tal y como habían acordado HyunA y Hye Jin se reunieron en la cafetería del edificio central para almorzar juntas, Hye Jin como acostumbraba cumplió con puntualidad, mientras que su amiga llegó unos minutos después encontrándola sentada en una de las largas mesas blancas en un rincón apoyada en un gran ventanal, la morena miraba con recelo su teléfono como atravesándolo con la mirada. HyunA al verla se apuró para caer sentada sobre la silla frente a ella.

 

HyunA: ¿Qué pasó? ¿Perdiste un juego?

Hye Jin: Espero no haberlo perdido. –Replicó suspirando.−

 

En un signo de derrota abandonó su teléfono celular sobre la mesa.

 

Hye Jin: Es Wheein, no contesta mis mensajes.

HyunA: Dale algo de espacio, sabes que no quiere comprometerse, actuar insistente solo la va a alejar más.

 

Estirando una de sus manos sobre la mesa alargó su brazo dejando su torso tendido sobre la mesa.

 

Hye Jin: ¿Qué me ha hecho? ¿En qué me convirtió? –Rezongó.−

 

La chica de piel clara y un maquillaje que hacía ver su mirada como ojos de gato comenzó a masajear la cabeza de la morena acariciándola con sus uñas perdidas entre su oscuro y largo cabello.

 

HyunA: Parecen ser síntomas de enamoramiento, a veces son peores que tener nauseas.

Hye Jin: ¿Y se quita?

HyunA: Con tiempo y distancia. –Respondió con mirada pensativa.− Pero tú no pareces desear que se te pase.

Hye Jin: La verdad no. Pero es muy cansador… no sabía que era capaz de sentir tantas cosas.

HyunA: Ayer parecías muy entusiasmada.

Hye Jin: Si, pero no puedo entenderla, te prometo que lo he intentado pero no tiene caso, no la entiendo… a ratos me hace sentir que le gusto y otros que soy más o menos una pérdida de tiempo. Solo quiere divertirse, y yo en un momento pensé “Si, claro, no hay problema.”, realmente pensé que podía manejarlo… pero no. –Concluyó con tono apesadumbrado.−

HyunA: Eres la persona más controlada que conozco. ¿Qué te dio a pensar que sabrías manejar tus emociones?

Hye Jin: Pensé que podría hacerlo como lo hago con todo el resto en mi vida.

HyunA: Error. Los instintos no son lo tuyo.

 

La estudiante de actuación no pudo evitar reír al ver los sobreactuados gimoteos de la morena sobre la mesa, parecía una niña pequeña haciendo berrinches.

 

HyunA: Ahora que recuerdo… ¿Esa chica es estudiante de segundo año no es cierto?

Hye Jin: Si, de la facultad de Artes Visuales.

HyunA: Quizás esté estudiando y por eso no te responde. Me enteré de que mañana tienen examen.

Hye Jin: ¿Cómo sabes eso? –Consultó levantándose.−

HyunA: Tengo unos amigos en arte, íbamos a salir hoy pero ellos cancelaron ayer en la noche. Les llegó un mensaje y al parecer adelantaron un examen o un trabajo... algo así. No seguí poniendo atención luego de que dijeron que no irían.

Hye Jin: Seguramente no comerá por estudiar todo el día, debe ser por eso que no me ha respondido. Iré a verla después de clases.

 

La cara de la estudiante de cine se iluminó con una sonrisa.

 

HyunA: ¿Y qué hay de ti? ¿Ya comiste? ¿No tienes que estudiar?

Hye Jin: Deja de regañarme… está bien, vamos a almorzar.

 

Ambas se levantaron simultáneamente de la mesa y caminaron juntas hasta la barra de la cafetería.

 

HyunA: ¿Qué es lo que habías planeado?

Hye Jin: Vas a pensar que enloquecí.

HyunA: Eso ya lo creo, ahora dímelo.

Hye Jin: Iba a pedirle que fuera mi novia.

HyunA: Si, tenías razón, confirmo que estás loca. ¿Qué es esa ocurrencia de pedirle compromiso a alguien que ya te dijo claramente que no quería comprometerse?

Hye Jin: Ya sabes como soy… Es todo o nada y si quiero algo me la juego por entero hasta lograrlo, no sé medir límites.

HyunA: La diferencia honey, es que esto no es uno de tus certámenes de cineasta juvenil. Cuando se trata de relaciones interpersonales necesitas considerar los tiempos de la otra persona. Vamos Hye Jin, no es la primera vez que sales con alguien. ¿Por qué tanta ansiedad?

Hye Jin: Las chicas con las que salí antes, hacían todo fácil, todo era claro y predecible así yo podía tener el control. Pero con ella, es diferente… nunca sé a qué atenerme, no sé lo que siente a menos que se lo pregunte directamente y aunque quisiera, no puedo tener el control.

 

En el intertanto y sin interrumpir su conversación tomaron cada una bandeja para ponerse en la fila de la comida.

 

HyunA: Ellas te decían que sí a la primera oportunidad, no podían resistirse a tus encantos. –Expresó con tono de burla.−

Hye Jin: No te rías de mí. ¿Por qué no me das un consejo?

HyunA: Solo deja que las cosas fluyan a su propio tiempo.

Hye Jin: Es tan difícil.

HyunA: Eres tan dramática. Ponte en tu lugar, aquí la actriz soy yo. –Bufó con petulancia.−

Hye Jin: Que linda eres cariño.

HyunA: Dime algo que no sepa. –Respondió apretando las mejillas de la menor con solo una de sus manos.−

 

La morena expresó una pequeña risa y luego de ella su garganta se contrajo en un pequeño ataque de tos.

 

HyunA: ¿Estás bien?

Hye Jin: Si, no es nada.

HyunA: Almorcemos mañana juntas de nuevo. Te he extrañado en estos días.

Hye Jin: Yo también a ti. Estaré aquí a esta misma hora. Intenta ser puntual. –Pidió.−

HyunA: Lo bueno sabe hacerse esperar. –Respondió riendo entre dientes.−

 

Continuaron con su almuerzo y HyunA pasó a cambiar el tema de conversación a lo que habían sido sus últimas salidas con su grupo de compañeros.

 

Durante toda esa tarde la estudiante de cine se concentró por completo en sus requerimientos académicos, no dejaba de ser la estudiante aplicada y esforzada después de todo, en los momentos que no estuvieron ocupados por sus clases, Hye Jin pensó en las recomendaciones de su amiga y en los momentos que había pasado con Wheein los últimos días. Ya con el fin de sus clases tomó la posibilidad de ir al almacén cercano a la universidad y compró los mismos productos que Wheein había llevado a su cita en el río Han, sorprendiéndose de lo económicos que estos eran.

 

Ya había oscurecido y el aire de la noche corría con una baja temperatura, la morena lamentaba no haber traído una chaqueta con ella, y su estilo de vestuario no era muy práctico en el frio, pero sin dudarlo se veía muy bien así que cumplía con su propósito esencial.

 

Fue hasta la biblioteca bajo la sospecha de que Wheein pudiese estar ahí. Al atravesar la recepción confirmó que sus sospechas resultaban acertadas, la estudiante de artes miraba con solemnidad el texto de un libro enorme sentada en una de las mesas de estudio dispuestas para los alumnos de la universidad en el edificio central, desde sus orejas colgaban los cables de sus auriculares y en su mano derecha imitando el movimiento de un balancín su lápiz subía y bajaba.

 

Con sigilo se acercó a su mesa desde atrás y asaltó la atención de su compañera.

 

Hye Jin: ¿Qué estás escuchando? –Dijo sentándose a su lado mientras robaba uno de sus auriculares.−

Wheein: Hye Jin ¿Qué haces aquí?

Hye Jin: Vine a traerte tu comida favorita.

 

La más joven puso sobre la mesa la bolsa plástica que colgaba desde sus dedos, descubriendo su contenido de porciones de Kimbap triangular y botellas de probiótico.

 

Hye Jin: ¿Estás escuchando a los Beatles? No imaginé que te gustara la música de viejitos.

Wheein: No es “música de viejitos” y es algo que suelo escuchar cuando estudio, me ayuda a concentrarme. Cuando iba a la escuela, en mi horario de estudio, mi papá siempre escuchaba a este grupo y cuando no eran ellos era a Queen… después de unos años se transformó en un hábito. –Explicó.−

 

Durante su diálogo con la estudiante de cine, Wheein no despegaba la vista de su libro, deseaba con todo su ser poder ir a casa y todavía le quedaba mucho contenido por repasar, después de ese largo día donde había ido de la biblioteca a sus aulas de clases y de vuelta a la biblioteca, extrañaba tanto la comodidad de su cama que pensaba iba a morir.

 

Hye Jin: Bueno, lo decía en el buen sentido. Yo también escucho música de esa época de vez en cuando, aunque la verdad es que prefiero a Sinatra, Elvis o Al Green. Podría empezar a escuchar a Queen y al cuarteto de Liverpool también.

Wheein: Hye Jin-ah… −Profirió con incordio soltando el lápiz sobre la mesa.− Estás desconcentrándome.

Hye Jin: Lo siento, dejaré esto aquí –Señaló apuntando a la bolsa.− e iré por ahí a donde no te distraiga.

Wheein: No sé cuánto tiempo estaré aquí, si se hace tarde solo ve a tu casa no tienes que esperar por mí.

Hye Jin: Ok. –Contestó forzando una sonrisa.−

 

La menor regresó a la recepción y se sentó en los escalones que daban pie a la entrada de la biblioteca. El aire seguía igual de frio y después de unos minutos su cuerpo temblaba fuera de su voluntad, la tos de improvisto volvió a surgir apretando su garganta pero persistió en su lugar envolviendo su cuerpo con sus propios brazos.

 

La biblioteca en día de semana cerraba un poco pasado la media noche para que los estudiantes de la jornada vespertina tuvieran tiempo para realizar sus trabajos y disponer tiempo para estudiar. La funcionaria encargada de aquel sitio le pidió a Wheein siendo la última persona allí que se retirara para poder apagar las luces y cerrar cuando ya eran casi las una da la madrugada.

 

La primera imagen que vio Wheein al salir del espacio de la biblioteca fue a Hye Jin comprimida temblando en un rincón de la escalerilla. Raudamente se puso en cuclillas frente a ella poniendo sus manos sobre los brazos de la menor.

 

Wheein: Oh dios estás congelada. −Exclamó al sentir al tacto la temperatura de su piel.− ¿Por qué no te fuiste?

Hye Jin: Estaba esperándote. ¿Ya terminaste de estudiar? Te llevaré a casa.

Wheein: ¿Te volviste loca?

 

El ver los ojos entre cerrados de la menor entumecida le llenaba de culpabilidad y frustración, no comprendía como era posible que Hye Jin se expusiera de esa forma por algo tan común como el regreso a casa, ella estaba empezando a volverse vulnerable por su culpa y no podía soportarlo.

 

Wheein: Hye Jin… creo que debemos dejar de vernos. –Declaró poniéndose de pie.−

Hye Jin: ¿Qué? –Preguntó en un hilo de voz.−

Wheein: Esto se está convirtiendo en una molestia tanto para mí como para ti. Ya no más.

Hye Jin: No es una molestia para mí. No lo es.−Insistió levantándose con pocas energías.−

Wheein: Pero para mí sí. –Afirmó con rigidez.−

 

Las palabras de la más baja calaron hondo dañando el sentir de la menor, fue ahí que en un intento de recobrar su orgullo la morena sucintamente creo una respuesta.

 

Hye Jin: Es cierto. Es muy difícil para mí ser tu amiga… ha sido muy difícil. No me interesa ser tu amiga.

 

Dicha esta declaración y reuniendo todas sus fuerzas Hye Jin le dio la espalda a su mayor dejándole en el lugar. Durante un par de centenares de segundos Wheein permaneció pasmada sin dar un paso del lugar, miró al cielo y se maldijo por las palabras que habían escapado por su boca.

 

Si bien no era exactamente lo que quería decir, no era del todo falso. Cada día que pasaba cerca de la estudiante de cine se le hacía más complicado el mantener una distancia prudente como para no llegar a necesitarle de forma genuina y eso le fastidiaba. Pero no quería alejarse de ella y con esto la había enviado lejos, en sus ojos vio como sus palabras volaban como dagas a lo que su compañera ya le había comunicado sentir.

 

Se sentía demasiado aletargada como para correr tras ella, quizás era mejor dejar que las cosas se calmaran y hablar mañana en el taller que ambas compartían, no tenia capacidad mental como para disponerse a discutir en aquellos momentos.

 

Caminó a través de la oscuridad rumbo a la parada de buses sin dejar de odiarse a sí misma mientras el rostro de Hye Jin aparecía en su imaginario. ¿Ahora qué haría para compensarla por sus agudas e hirientes palabras?

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Comments

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AndreaTaeNySic #1
Chapter 7: acabo de encontrar esta hermosura
viridaria #2
Chapter 42: Demonios, siempre quise leer una historia como esta ya ahora no se como puede terminar y que mi corazóncito... Espero con ansias el nuevo capitulo.
RadioMon
#3
Chapter 29: Muy buena historia, espero con ansias el próximo capítulo.
Sería interesante saber que ha pasado en la vida de Byul
RadioMon
#4
Chapter 21: HyunA está en tu historia!!! Justo cuando pensaba que no podía ser más genial
RadioMon
#5
Chapter 20: Wow, es vergonzoso admitir que tu historia ya me ha hecho llorar varias veces? Porque lo ha hecho. Sé que es una historia wheesa pero Byul es demasiado....ugh, cómo decirlo? Irresistible? Me ha encantado, sigue con el buen trabajo
zalberi
#6
Chapter 29: Espero que Hyejin y Wheein solucionen sus diferencias :( Es triste verlas en ese estado....
Sigue con el buen trabajo autor-nim!! <3
zalberi
#7
Chapter 24: Un capitulo semanal? Yeeeeey :):):)
zalberi
#8
Chapter 22: Por fin hay besoooo!!! Deseando leer como avanza la historia. Feliz año <3
zalberi
#9
Chapter 8: No me arrepiento de darle una oportunidad :) una pena que no tengas mas lectores. Animo!!
zalberi
#10
Se me hace raro encontrar fanfics en español jajaja. Le daremos una oportunidad ~~