Capítulo XXV [Final]
2. PredestinedTiffany
La risa de mi madre subió por las escaleras mientras pesadamente abría mis párpados y observaba la alarma, la cual no había sonado esta mañana. Probablemente porque no la había programado, pero esos eran solo detalles. Una voz baja serpenteó por las escaleras y el tono alto de la voz de mi madre se le unió. Ella no se encontraba en el teléfono. Alguien se encontraba aquí.
Sentándome derecha en la cama, cubrí mi boca. ¿Mi madre dejo que Roger pasara la noche aquí? En toda mi vida, ella nunca dejo que un novio durmiera en la casa. Desenredando mis piernas de las sábanas y deslizándolas por un lado de la cama agarré mi corto albornoz amarillo y me precipité por la puerta para atraparla con las manos en la masa. No era que en verdad me importara. Tan solo sería divertido ver su cara ruborizada tratando de explicarme la situación. Corriendo por las escaleras, bajándolas de dos en dos, golpeé el último escalón y giré por la esquina y patiné hasta la cocina. Sentada en la mesa de mi cocina con un plato lleno de panqueques y tocino en frente de ella, estaba Taeyeon. Sus cabellos negros se encontraban perfectamente desordenados y la pálida blusa azul que le convencí de comprar hacía que sus ojos resaltaran y abrazaba su perfecta cintura. Un toque de humor iluminaba sus ojos y sus labios estaban contraídos en una pequeña y sonrisa que era increíblemente besable. Y esos labios eran exactamente lo que debería estar disfrutando esta mañana. La última vez que hablé con Taeyeon, me dijo que me levantaría con besos.
Deslicé mi mirada hasta mi madre, quien estaba sentada, sonriendo como si conociera un secreto mientras sostenía con sus manos lo que probablemente era su cuarta taza de café de hoy. Había peinado su cabello sin estilo detrás de sus orejas y sus gafas se encontraban en el puente de su nariz, como una profesora de escuela.
—¿Qué están haciendo? —pregunté incrédula.
—Desayunando y hablando. Lo que podrías estar haciendo si te hubieras levantado a tiempo —replicó mi madre con un poco de acidez en su tono. La sacaba de sus casillas que durmiera hasta tarde.
—Los panqueques están deliciosos, Tiffany. No puedo creer que no te levantes temprano para disfrutar esto cada mañana. —dijo Taeyeon.
La fulminé con la mirada. —¿Estás de su parte, entonces?
Ella asintió mientras llevaba otro pedazo a su boca. Traidora. Ella no pasó a mi habitación para levantarme porque prefirió comer los panqueques de mi madre.
—Espero que disfrutes tus panqueques. Iré a prepararme, ya que mi despertador no sonó. Deberías preocuparte por algo más —dije y luego me dirigí hacia las escaleras.
La risa ahogada de mi madre me dijo que quizás mi alarma se había descarrilado gracias a ella.
—Apestosos panqueques —Murmuré y me dirigí a la ducha.
***
Parecía como si sólo hubiese sido ayer cuando caminaba por este gimnasio por primera vez. La clase de Orientación de primer año había sido tan emocionante como aterradora. Jessica y yo nos habíamos sentado en la cuarta fila de las gradas del lado izquierdo, tomándonos las manos fuertemente mientras el director Roberts nos daba la bienvenida y leía las reglas. Yuri había ingresado tarde y se había sentado junto a mí. Todos éramos tan j
Comments