La puerta se abrió con un crujido detrás de mí y me volví esperando ver a Siwon con la comida, pero era Yuri. Cerró la puerta detrás de ella y una sonrisa triste curvó sus labios.

Era más sólida de lo que las almas se suponían que eran.

—Hola, Tiffany —La miré mientras registraba que sólo me había hablado en mi cabeza.

—Yuri, lo siento mucho —Le contesté acercándome a ella.

—Esto no es tu culpa, Tiffany. No entendía nada de esto al principio, pero Siwon me ha visitado en varias ocasiones y me ha explicado todo.

—No, es mi culpa. Si hubiera ido con él cuando reclamó mi alma, tú estarías vivo. Pero no lo sabía. Si hubiera sabido que iban a tomar a otra persona en mi lugar nunca me hubiera quedado.

—Pensaste que La Muerte lo arreglaría con el tiempo —Respondió.

—Sí, lo hice. Supongo que sabes sobre Taeyeon ahora. —Yuri asintió con la cabeza entonces, me tendió su mano y aunque no estaba segura de si la mía atravesaría la suya o si era sólida como parecía, extendí la mano para tomar la de ella. La mano dura y fría bajo la mía me sorprendió.

—No eres como las otras almas. Ellos no pueden hablar y no son sólidas.

—Creo que es por donde estamos. Aquí, Ghede hace las cosas como él quiere que sean. Creo que... uh —Yuri dejó de hablar y miró hacia otro lado. Casi parecía incómoda y poco a poco la cena de esta noche volvió a mí y me di cuenta de lo que estaba tratando de decir.

—¿Él usa las almas como entretenimiento? —pregunté, Yuri me miró y asintió. Mi estómago se sintió mal de nuevo. ¿Había utilizado Ghede a Yuri de esa manera? Iba a vomitar.

—No, Tiffany, no me ha obligado a hacer nada de... esas cosas. Simplemente lo vi. Creo que por mi edad me mantiene a salvo de ello, no estoy segura. —Me apoyé al lado de la cama y me hundí en el relieve—. Tiene la intención de que te quedes aquí, ya sabes. —Levanté mis ojos hacia Yuri y asentí.

—Lo sé. Sólo deseo que hubiese una manera de que pudiera sacarte. No es justo que tengas que permanecer aquí ahora que he aceptado venir. Él me tiene. No me voy a ir.

—¿Cómo esta Jessica? —preguntó Yuri y el dolor en sus ojos cortó a través de mí.

Me acordé de ella sentada en su cama con sus notas rodeándola y al oso de peluche que le había regalado en su regazo. No podía decirle lo mucho que ella lamentaba su muerte. Sería demasiado.

—Está bien. Te echa de menos salvajemente, pero cada día se pone mejor —Le aseguré. Su rostro cayó.

—Eso era antes. Cuando te tenía a ti. Ahora nos ha perdido a las dos. —Las palabras no dichas que colgaban en el aire entre nosotras eran gruesas y dolorosas.

—Es más fuerte de lo que crees —Le aseguré, pero el recuerdo de su cuerpo desequilibrado tambaleándose fuera del cementerio decía otra cosa completamente distinta.

—Espero que sí. —Podría decir por el tono de su voz que no estaba de acuerdo. Tenía razón, por supuesto. Jessica era como una flor frágil.

Una que necesita ternura y cuidados especiales. Yuri siempre lo había entendido y trató de darle exactamente lo que necesitaba. La amaba por eso.

—Va a venir —dijo Yuri, mirando fijamente la puerta cerrada.

—¿Puedes quedarte? —pregunté, no estaba dispuesta a verla partir.

—No. Pero voy a volver otra vez.

—Quédate. Le pediré que te deje. —Yuri sacudió la cabeza.

—No quiero, Tiffany. No quiero estar cerca de él. —Lo comprendí. Siwon le había quitado todo a Yuri. Su futuro. Su eternidad.

—Adiós, Tiffany.

—Adiós.

Siwon abrió la puerta y Yuri pasó a su lado sin decir una palabra. Frunció el ceño, Siwon cerró la puerta y se acercó a la mesa junto a la cama y dejó una bandeja de plata llena con elementos reconocibles, como queso y galletas, fresas, carne de cerdo rellena y galletas con chispas de chocolate.

—No me quiere —murmuró Siwon mientras me entregaba un plato grande de porcelana redondo.

—No, no lo hace. Pero, ¿Quién puede culparla? Le quitaste la eternidad. Ahora está atrapada aquí para siempre. —La línea de ira de mis palabras le hizo estremecerse.

—No tomé su alma, Tiffany, lo hizo mi padre. No tenía ni idea que iba a hacerlo. Ghede no le da respuestas a nadie dentro de nuestro reino. Él toma las decisiones que le agradan y se excede en cosas placenteras y corrompe actividades agradables, haciendo las cosas que deben ser satisfactorias y buenas como conductas depravadas. Nada de lo que pueda decir lo detendrá. Era un niño cuando me pidió elegir un alma. No tenía idea de cuáles eran las consecuencias. Te elegí. Entonces, no sabía lo que eso significaba. Puedes odiarme, pero trata de entender que yo no soy mi padre.

Puede que no sea su padre, pero no tenía el coraje de enfrentarse a él. Era débil, ¿Pero acaso no lo había sabido siempre? Incluso cuando yo pensaba que era un ser humano, Siwon había sido débil. Nunca aceptaba realmente el peso de sus acciones. Siempre te hacía sentir como si sus disculpas fueran algo precioso y especial y que serías estúpida si no las aceptabas. El carisma que había llevado le había ganado muchos avances. ¿Quién era él exactamente? Si su padre era Ghede entonces, ¿Quién era Siwon?