Taeyeon

No va a mejorar la situación si sigues mirándola desde ahí como si fueras su maldito perro guardián —Se quejó Hyoyeon desde la silla de la esquina del dormitorio de Tiffany en la cual se sentaba.

Ni siquiera me tomé el tiempo de responder su burla. No podía apartar mis ojos de Tiffany mientras permanecía acostada en su cama. A salvo. Aquí conmigo y segura. La ira dentro de mí hervía porque fue arrebatada frente a mis narices. Había sido paciente con los tratos con esos espíritus, pero ya no más. Se metieron con la chica equivocada. No habría más criaturas sin almas cerca de Tiffany. No esperaré para ver cuáles son sus intenciones. Terminaré con su existencia. Debó comenzar con Krystal. No podría ser otra persona desaparecida. Puedo asegurarme de que nadie la recuerde. No quiero esperar hasta que olviden que existió.

Deberá ser un corte limpio. Krystal deberá desaparecer cuando Siwon lo haga. Me molesta que éste todavía por aquí, a pesar de que no causó ningún revuelo desde su partida. La he observado, pero actuó como la caprichosa animadora, cabeza hueca de siempre. Ni una sola vez se acercó a Tiffany o intentó coquetear conmigo para molestarla. Al menos qué quien la creo le haya ordenado dejarme en paz a mí y a los míos.

—Tienes esa expresión en tu rostro de “Voy a patearle el trasero a alguien”, Taeng. ¿Qué planeas? —Demandó Hyoyeon.

Casi había olvidado la presencia de Hyoyeon en la habitación. Había estado aquí cuando regresé preocupada por Tiffany. Eso es todo lo que podía decir de Hyoyeon. Es leal y Tiffany se las arregló para ganarse la lealtad de Hyoyeon. Ahora, deshacerme de ella es un problema.

—Krystal necesita irse. Aquí no hay lugar para criaturas sin almas y no la quiero cerca de Tiffany.

—Oh, bueno. Me gusta ese plan. Esa zorra debió de haberse ido cuando Siwon lo hizo. He estado observándola en la escuela, no está causando problemas porque nadie recuerda que estuvo allí. Siwon la dejó aquí por una razón.

—Exactamente —Por una vez estuvimos de acuerdo. Pero cuando se trataba de la seguridad de Tiffany, con Hyoyeon siempre contaba. Tiffany murmuró algo durmiendo y rodó sobre su espalda. Observé asombrada como sus pestañas revoloteaban en contra de sus altos pómulos. El labio inferior regordete que tanto adoro sobresalía un poco, como si estuviera haciendo un puchero. Los oscuros mechones de seda de su cabello se esparcían en su almohada. Todo en ella era increíble.

—Por favor, deja de mirarla como una cachorro enfermo de amor. Es muy molesto —Se burló Hyoyeon.

—Entonces, pasé de ser un perro guardián a un cachorro enfermo de amor. ¿Qué tienes en contra de las descripciones caninas?

Hyoyeon rio en voz baja. —No lo sé. Quizás necesito un perro.

—Sí, como si eso fuera a suceder. Una transportadora con un perro de mascota. ¿Dónde vas a dejarlo mientras estés trabajando? ¿En el séptimo cielo?

—Bueno, ¿No eres una caja llena de sorpresas? Para tu información, me imaginó que si dejan que La Muerte tenga una humana, puedo al menos tener un perro.

Iba a comenzar a responderle cuando los ojos de Tiffany parpadearon lentamente y los abrió. Pude ver sus papilas dilatadas mientras trataba de concentrarse.

—Hola —Gruñó con voz soñolienta. Era hora de que Hyoyeon se fuera.

—Vete, Hyoyeon. Te llamaré si te necesito aquí —Ordené, sin molestarme en mirarla. Disfrutaba observar a Tiffany despertarse y no quería perderme eso por un segundo.

—Veo que estorbo aquí —dijo Hyoyeon en tono divertido, causando que las comisuras de los labios de Tiffany se levantaran.

—Te veré pronto, Hyoyeon —gritó Tiffany mientras Hyoyeon salía de la habitación.

—Esto es mejor —Suspiré, sentándome al lado de Tiffany e inclinándome contra la cabecera. Extendí mi brazo y tiré de Tiffany para recostar su cabeza en mi pecho.

—Mmmm —Estuvo de acuerdo, todavía no completamente despierta. Siwon había drenado la energía en su cuerpo humano. Eso era peligroso para un humano, sin embargo el idiota lo hizo. Tiffany sentiría los efectos por un par de días. La traje a casa por medio de un jet privado y durmió en todo el viaje.

—No puedo mantener los ojos abiertos, pero quiero verte —Jugué con su cabello, enredando sus mechones alrededor de mis dedos.

—Es por culpa de Siwon. Usó un método de transportación que no es para los humanos. Pero lo pagará.

—Lamento haberme ido —La pequeña disculpa de Tiffany me molestó. No tenía ninguna razón para disculparse. Estuvo presa del pánico y manejó la situación erróneamente.

—No, soy yo quien lamenta no haberte explicado sobre esa rubia sin alma. No debí haber descartado tus habilidades. Al verla tan cerca de ti, me asusto. Tomé por misión averiguar porque se encontraba allí.

Tiffany bostezó, luego echó su cabeza hacia atrás para mirarme —¿Era un sin alma?

Asentí. —Me distrajo y te molestó con el propósito de dejarte sola para Siwon. Caí en su trampa —Admitir mi fracaso dejó un sabor amargo en mi boca. Le he fallado dos veces.

—No, yo caí en su trampa. Tu tratabas de protegerme y actúe como una novia tonta, celosa y me fui —El sueño había desaparecido de su voz ahora. No le gustaba que me culpara de esto. Si no la tranquilizaba, se levantaría y comenzaría a despotricar sobre mi equivocación.

—¿Tenias celos? —Me burlé y su mirada determinada se transformó en una sonrisa tímida.

—Sabes que sí. La chica me decía que era tu más reciente aventura y dio a entender que salías con una chica diferente cada semana. Sé que no debía creerle sus comentarios pero me llamó zorra y bueno, quería abofetearla.

—¿Te llamó qué? Me preguntó si Siwon sabe eso. Debido a que piensa que le perteneces. Como se sentiría si supiera que su pequeña chica malvada te llamó por ese vulgar nombre —Hice una pausa y tomé una profunda respiración. Estar furiosa mientras sostengo a una muy dormida y exhausta Tiffany en mis brazos no es una buena idea—. No debí caer en sus provocaciones —murmuré enojada conmigo mismo.

—No, no es tu culpa. Además, no debí haberme puesto celosa. Si hubiera sido más madura nada de esto debió haber pasado.

—Hmm, me gusta que estés celosa.

Riéndose, me pellizcó a través del fino algodón de mi camisa y me eché a reír. El sonido era tan nuevo para mí. Antes de Tiffany, no creo haber reído nunca.

Tiffany

—Entonces, ¿Qué planeas con tu y novia rockera para el Día de San Valentín? —preguntó Jessica, viniendo a mi lado tan pronto salí de mi coche. Me había olvidado del Día de San Valentín, pero dudaba que la Muerte reconociera esta celebración. Además, Taeyeon había salido otra vez esta mañana. Hyoyeon estaría aquí pronto. La dejé comiendo los waffles sobrantes y la cubierta de fresa que mamá había puesto para mí en la mesa de la cocina antes de que se fuera muy temprano a una convención de escritores en Chicago. Estaría de viaje toda la semana. Por todo lo que ocurría en éste momento, era probablemente lo mejor. Hyoyeon podría permanecer en forma humana y vagar libremente por mi casa mie