Chapter 9

Se Busca Mamá...

 

 

Sus ojos se abrieron pesadamente, siendo recibidos por la leve luz de la mañana que se filtraba por las cortinas. Llevó una mano sobre su rostro, tratando de cubrirse del daño de las luces, resistiéndose a aceptar que ya había amanecido. Estaba seguro que no habían pasado más que un par de horas desde que logró conciliar el sueño. Y otra vez ese pensamiento vino a su cabeza, haciéndolo despertar de un salto hacia la ducha.

Un poco de agua fría era necesaria para despejar sus pensamientos.

Veinte minutos después, terminando de abotonar los botones de su impecable camisa blanca, dio una última mirada a su reflejo en el espejo del tocador, dándose valor y confianza para dirigirse a la cocina.

Sí, era su propia casa y por supuesto que debía sentirse confiado de caminar en cada esquina de ésta, pero los melódicos susurros que ya se hacían oír por el corredor del piso superior, hacía que sus piernas se volvieran como gelatina. Era muy tarde para un segundo baño de agua fría. Y muy complicado también.

La pequeña e inocente risa que acompañaba los melódicos susurros en la cocina, hizo que recuperara su confianza. Al menos siempre podía contar con su hija para evitarse un momento embarazoso y demasiado incómodo.

Llevaba una semana en la misma situación, pretendiendo que todo estaba bien pero evitando quedar a solas con el joven muchacho que cuidaba de su pequeña hija. La razón?. La razón era todas las noches que había tenido que levantarse a medianoche, cambiar sus pijamas y llevar las sábanas de su cama a la lavandería, con mucho cuidado de no ser descubierto por los otros dos habitantes de la casa. Estaba seguro que si esto continuaba tendría que ir a ver a un psiquiatra.

Quizás la soledad, después de todo, estaba empezando a jugarle malas bromas.

Entonces podría ser cierto lo que sus conocidos no se cansaban de repetirle? Era hora de buscar una verdadera compañera y guía para Jihye?.

Pero podría seguir jugando el juego? Tendría que forzarse una vez más a hacer lo 'correcto' por el bien de su hija?

Había pasado mucho tiempo desde que todas estas preguntas lo asaltaron. Por qué no podía seguir refugiándose en su estado de padre viudo?

-appa! - los pequeños brazos que se asieron de su cintura con fuerza, lo hicieron despertar y darse cuenta que ya se encontraba en la cocina, siendo bienvenido por la tierna sonrisa de su hija y el delicioso aroma que provenía de la estufa. Y la imagen de la razón principal de sus noches de insomnio.

-es tarde, siéntate… - lo saludó el joven muchacho con una sartén en la mano, desviando por un momento su atención de la cocina, para señalar el lugar en la mesa que ya llevaba más de cinco minutos de preparado.

Una taza de café caliente, tostadas recién echas y un plato de huevos con tocino. El aroma era exquisitamente delicioso.

-HyeSung oppa dijo que hoy me llevarás tú a la escuela – una vez más, la pequeña Jihye fue la encargada de traer de regreso a Eric de sus pensamientos.

-qué? - el joven padre frunció el ceño, confundido con las palabras de su hija.

-te dije anoche que tengo algo que hacer esta mañana. Estaré libre por la tarde, podré recoger a Jihye y preparar el almuerzo – respondió el joven muchacho en la cocina, retirando el delantal naranja de su cintura.

Eric no pudo evitar notar lo pequeña que era la cintura del muchacho. Estaba seguro que si colocaba sus dos manos alrededor, podría aprisionar fácilmente en sus brazos al muchacho.

Un momento. Qué?

 

 

Un pequeño suspiro escapó de sus pequeños labios, observando los rostros serios y para nada interesados de los dos hombres que se alejaban del otro a paso veloz. Uno regresaba al interior de la casa que acababa de abandonar por escasos minutos, el otro iba en dirección de su auto, listo para llevar a su pequeña hija a la escuela.

Jihye no entendía que ocurría nuevamente entre su padre y su niñero. Hace una semana parecían haber hecho las paces y de pronto, ese frío distanciamiento una vez más. Y esta vez, era obvio a los ojos de la niña, que el causante de este distanciamiento era su padre.

La última semana, Jihye había observado con detenimiento como su padre evitaba mirar o interactuar con su niñero. Era como si Eric estuviera huyendo del joven muchacho. Y era, también, como si este no tuviera problemas con el distanciamiento.

Las ilusiones de la pequeña Jihye empezaban a caer nuevamente. Todo su esfuerzo por unir a los dos hombres sería en vano?

-lista? - la voz de su padre hizo esbozar una ligera sonrisa en el rostro de la niña.

Diez minutos después, la pequeña Jihye se encontraba sentada en el salón de clases, no prestando real atención a lo que sea que la maestra estuviera explicando en ese instante. Sus pensamientos sólo querían encontrar una manera de volver a acercar a su padre y su niñero.

-otra vez estás triste? - la voz concerniente y la pequeña mano que acomodaba su cabello detrás de sus orejas, hizo que Jihye levantara la mirada, notando que sus demás compañeros habían abandonado el salón de clase.

-es la hora de descanso – explicó otra de las niñas, notando el rostro de confusión y shock de su compañera.

-papá está molesto otra vez con HyeSung oppa… - susurró Jihye en tono lamentable, volviendo a enterrar el rostro entre sus brazos sobre la mesa.

-ven? Ni siquiera le gusta… - la voz del único niño en el pequeño grupo, hizo que todos los ojos se posaran en él con miradas nada agradables.

-cierra la boca! Tú que sabes de amor! - la pequeña Ariel se enfrentó a su hermano, reposando luego una mano sobre la espalda de Jihye, tratando de reconfortar a su mejor amiga.

Gabriel llevó sus ojos hasta la imagen de la niña recostada en la mesa, arrepintiéndose tarde de sus palabras.

-te ayudaremos a reconciliarlos, no estés triste – habló la pequeña Cristina, tomando asiento en la silla delante de la mesa de Jihye.

Gabriel tuvo que morderse los labios y limitarse a girar los ojos, ante la persistencia de las niñas en querer unir románticamente a dos hombres.

-pero qué hacemos ahora?… papá ni siquiera quiere ver a HyeSung oppa – gimió Jihye desde su mesa.

Por un breve minuto el salón de clases quedó en completo silencio. Todas las niñas se concentraron en la mejor idea que podía venir a sus cabezas.

-ya sé! Anoche mi mamá estaba viendo un drama, y el chico se enamoró de la chica cuando se cayó por las escaleras! - la voz emocionada de la pequeña Saerom rompió el silencio de meditación de los niños.

-pero yo no quiero lastimar a HyeSung oppa! - argumentó Jihye ante la extraña idea de su compañera.

-nadie se lastima en los dramas, de seguro que no le pasará nada – apoyó Ariel a la pequeña Saerom.

Las niñas quedaron nuevamente en silencio, esta vez sonrientes imaginando los excelentes resultados de su nuevo plan.

-no lo van a lanzar por las escaleras en serio o sí? - la extraña preocupación de Gabriel rompió la concentración de las niñas.

 

 

-mal día eh? - una taza de café se colocó frente a él, siguiendo sus ojos todo el camino de la longitud del brazo que se apoyaba aún sobre su mesa, hasta encontrar los ojos sonrientes de su mejor amigo y colega.

-has estado muy callado desde que llegaste. Es más, has estado muy callado la última semana. Y te ves terrible. Estás durmiendo bien? - las palabras sin parar de Minwoo sólo lo mareaban más de lo que ya se encontraba.

A pesar de estar, aparentemente, trabajando en los planos del nuevo proyecto de su compañía, su mente se encontraba dando vueltas en los últimos sucesos de la semana. Nada que lo hiciera sentir muy bien.

-hay mucho trabajo, es todo – la respuesta salió sin ánimo de labios del maduro arquitecto, tomando un sorbo de la taza de café, no precisamente porque deseaba el café, sino más bien para alejar la curiosidad de su mejor amigo.

-te conozco desde hace años, eso no funciona conmigo Eric Mun – aseguró Minwoo, acomodándose en la silla frente a la mesa de trabajo de su mejor amigo.

Los últimos días, Eric había estado mostrando un comportamiento demasiado extraño a ojos a Minwoo. Su actitud silenciosa, y retraída por momentos, había hecho que el pequeño arquitecto se decidiera por fin a romper la línea del espacio personal, y enfrentar directamente a su mejor amigo.

-está bien… es Jihye, aún me preocupa que esté yendo a la escuela – volvió a intentar Eric, esta vez mostrando una voz más concerniente que pudiera engañar al pequeño arquitecto.

-te recuerdo que tu hija lleva un par de meses asistiendo a la escuela, y la veo perfectamente bien. Ha hecho amigos rápidamente gracias a HyeSung… -

La mención del nombre del joven muchacho que cuidaba de su hija, traicionó a Eric. El maduro arquitecto no pudo evitar endurecer la quijada y desviar su mirada de los ojos íticos de su mejor amigo. Y este comportamiento tampoco pasó desapercibido ante el pequeño arquitecto.

-tienes problemas con HyeSung? Jihye lo adora y él a ella…

-eso ya lo sé… es sólo que me preocupa que pasará con Jihye cuando HyeSung se vaya – Eric encontró el perfecto escape en medio de la respuesta de su mejor amigo.

-quién sabe, a lo mejor después de todo cambie de parecer y decida quedarse contigo…

-conmigo? Por qué tendría que quedarse conmigo? Es joven aún, tiene toda una vida por delante… además está Jihye y mis padres… - Eric no se había dado cuenta del nerviosismo en su voz y el tartamudeo en sus palabras. Tampoco del leve tinte rosa en sus mejillas y las pequeñas gotas de sudor que se iban formando en su frente.

-… trabajando. Como niñera de Jihye. Qué rayos te pasa? Por qué de pronto saltaste a la ofensiva? - el pequeño arquitecto no dejó pasar la extraña reacción de su mejor amigo.

Los dos hombres quedaron en silencio. Eric tratando de calmar sus nervios y buscando una buena salida que engañara al pequeño arquitecto, y dejar olvidado el tema. Minwoo, estudiando minuciosamente cada una de las facciones del joven padre. Era la primera vez que Minwoo veía a Eric en ese estado de pánico y alerta.

No.

No era la primera vez que Minwoo veía a Eric en ese estado. Los recuerdos llegaron a la cabeza del pequeño arquitecto.

-no me digas que… OH POR DIOS!!! - la voz alta y aterrorizada de Minwoo llamó la atención de las jóvenes secretarias fuera de la oficina compartida de los dos arquitectos.

-no lo digas tan alto! - los nervios de Eric terminaron por quebrarse.

-te has vuelto loco! DONGWAN VA A MATARME!!… no… VA A MATARTE A TI!! - el pánico en el rostro de Minwoo se hacía más fuerte, mientras que su mejor amigo terminaba por hundirse en su miseria.

 

 

El autobús se detuvo en su última parada, bajando en silencio y de manera ordenada todos sus ocupantes. Los ojos de HyeSung escanearon toda la vista del campus frente a él. No era la primera vez que iba a una universidad, pero sí la primera vez que iba por su propia voluntad, y no arrastrado por sus padres en un afán de convencerlo y familiarizarlo con el centro de estudios.

Se sentía tan diferente ahora. Tan libre.

-hey! Que bueno que no te perdiste – la voz cálida y los ojos sonrientes del muchacho que se acercaba a su encuentro, hicieron desviar a HyeSung de sus pensamientos.

-no soy un niño – respondió HyeSung de manera juguetona, saludando al muchacho que no tardó en apresurar sus pasos.

-lleva casi una hora en la biblioteca, dentro de diez minutos saldrá y se perderá en el campus, no sé a dónde va, siempre lo pierdo después que sale de la biblioteca – habló Junjin rápidamente, mientras los dos muchachos se iban acercando a la biblioteca de la universidad.

-cuánto tiempo llevas espiándolo? - sonrió HyeSung entre sus palabras, notando la silueta de la persona que estaban buscando. Y la razón por la que había accedido a ayudar a su amigo esa mañana.

-casi desde que lo vi por primera vez en la universidad… - suspiró Junjin con melancolía, posando sus ojos en el rostro distraído del muchacho que se colocaba de pie de su asiento, dirigiéndose a la muchacha que atendía en el mostrador, entregando el libro que segundos antes había estado leyendo.

-ohh ya es hora! Ve rápido! - la expresión en el rostro de Junjin cambió, dando un ligero empujón contra el delgado muchacho a su lado.

HyeSung volvió a sonreír ante el comportamiento de su amigo, acercándose lo más casualmente posible al muchacho que tomaba su mochila, listo para abandonar la biblioteca.

-oh Andy? Qué sorpresa encontrarte aquí! - saludó HyeSung con exagerado entusiasmo, acercándose a Andy.

-estudio en esta universidad, yo diría que es más sorpresivo verte a ti acá – respondió el Andy, observando con curiosidad al muchacho más delgado.

-vine a almorzar con Junjin, ves? Allí está! - HyeSung tomó por los hombros al muchacho más bajo, girándolo en dirección de Junjin, quien se encontraba con una sonrisa nerviosa ante el inesperado movimiento de su amigo.

Se suponía que el encuentro con Andy debería de ser casual y para nada planeado.

-ho-hola! - saludó Junjin nerviosamente, saliendo de su escondite en dirección de los dos muchachos.

-ya veo… bueno, que se diviertan – habló Andy lo más rápido que pudo, soltándose del agarre del delgado muchacho, listo para apresurar sus pasos a la puerta de salida de la biblioteca antes que Junjin llegue a estar frente a ellos.

-pero si quieres puedes acompañarnos! Vamos! Será divertido! - antes que Andy tuviera tiempo de dar un segundo paso, HyeSung aprisionó su brazo derecho, arrastrándolo fuera de la biblioteca, ignorando todas sus quejas y justificaciones.

Diez minutos después, los tres muchachos estaban sentados en una de las mesas circulares de la cafetería de la universidad, observándose el uno al otro en un silencio incómodo.

-no tienes que ir por Jihye?… - una vez más, Andy hizo su mejor intento por librarse de los dos muchachos.

-Eric irá por ella, ya lo acordamos – respondió HyeSung con seguridad.

 

 

Veinte minutos se habían sentido como una tortura, y no sólo para Andy. Junjin había quedado completamente mudo desde que los tres muchachos llegaron a la cafetería de la universidad, respondiendo escuetamente alguna de las preguntas que lanzaba HyeSung sin parar, tratando de armar una especie de conversación entre los dos muchachos.

A este punto, las hamburguesas en la mesa ya se habían terminado, y las preguntas de HyeSung se iban acabando.

-sabes Andy, el verdadero motivo por el que vine es por que quería pedirles un favor a Junjin y a ti – Hyesung lanzó su último recurso para hacer que los dos muchachos se hablaran.

Andy y Junjin dirigieron sus ojos, al mismo tiempo, al delgado muchacho que seguía hablando con seguridad, como si no estuviera inventando ni una sola de las palabras que salía de su boca.

-favor? Qué clase de favor? - la curiosidad y sorpresa de Andy, hizo que el muchacho se relajara y se olvidara de su situación incómoda con Junjin.

-verás, todos saben que viajaré a Europa una vez que logre reunir el dinero para poder partir. Pero mi problema es que no sé como comunicarme una vez que esté allá. Así que estaba pensando que tal vez podrías darme unas clases de inglés – aprovechando que ninguno de los dos muchachos en la mesa tenía conocimiento de su perfecto dominio del idioma americano, HyeSung terminó por recurrir a su última carta para acercar a sus dos amigos.

-yo? Clases? A ti? - Andy parecía no creer lo que acababa de oír.

-sí. Puede ser los sábados después de las lecciones de Jihye – respondió HyeSung, dando una mirada cómplice al otro muchacho en la mesa que difícilmente había hablado durante todo el almuerzo.

-… y qué favor quieres de mi? - fue lo primero que vino a la cabeza de Junjin, entendiendo la señal del delgado muchacho para intervenir en la conversación.

-tengo un poco de vergüenza de recibir clases privadas yo solo. Me preguntaba si puedes venir a acompañarme y tomar las lecciones juntos – se dirigió HyeSung a Junjin, guiñando un ojo cómplice.

Los ojos de Andy se salieron de su sitio. Era el momento de huir.

-c-creo que…

-le pregunté a Minwoo por tu itinerario y dijo que estabas libre todos los sábados. Espero que no me niegues este favor Andy – antes que el petrificado muchacho pudiera continuar hilando sus ideas, HyeSung decidió dar la estocada final, atrapándolo por completo. Por supuesto que Andy no tenía que saber que su conversación con el arquitecto Lee nunca había existido.

La confianza en la voz de HyeSung mareó a Andy. No había pasado mucho tiempo desde que los dos muchachos se conocieron, sin embargo, Andy sentía que siempre había algo en la seguridad y firmeza con la que el delgado muchacho se dirigía a los demás, haciéndolo ganar siempre en todo lo que quería. Ni siquiera su jefe, el arquitecto Mun, podía gobernar sobre el bello muchacho.

-bien! Tengo que ir por Jihye. Los veré el sábado – tomando la mochila que había dejado colgando sobre el respaldar de su silla, HyeSung se dispuso a despedirse de los otros dos muchachos.

-n-no dijiste que el arquitecto Mun iría por ella? - las palabras de Andy hicieron que el rostro de Junjin palideciera. Sería posible que todo su plan se viera arruinado ahora por un descuido de HyeSung?

-eso dije? Cómo iría Eric por Jihye? No puede abandonar el trabajo a estas horas. Bien, los dejo. Sigan almorzando sin mi – sin decir más y dejando a los dos muchachos con la boca abierta, HyeSung desapareció entre el resto de mesas de los jóvenes universitarios almorzando en la cafetería, recibiendo varias miradas de admiración en el camino.

 

 

Las risas y ruido sin parar podían oírse a pocas calles de distancia. El movimiento de gente que iba y venía por su camino, lo hizo acelerar ligeramente sus pasos hasta encontrarse frente a la puerta principal de la pequeña escuela, donde rápidamente fue recibido por una avalancha de pequeñas niñas que corrían hacia él como si acabaran de ver a su idol favorito.

-oppa! Oppa! - las pequeñas niñas rodearon la cintura del bello muchacho, atrapándolo de tal manera que le era imposible moverse un centímetro.

-niñas, Oppa no puede respirar – sonrió HyeSung, siendo liberado ligeramente por las pequeñas niñas, quedando únicamente aprisionado por los brazos de Jihye que lo sostenía como si estuviera sintiéndose culpable por algo.

Las demás niñas se despidieron de Jihye y el bello niñero, enviando en silencio y mentalmente, todas las fuerzas a la pequeña niña que todavía no podía sonreír como todos los días.

-qué hiciste hoy? - apenas se cerró la puerta de la residencia, HyeSung colocó la mochila de Jihye en el armario cercano a la puerta, tomándola aún de la mano en dirección a su habitación.

-hicimos pulseras con cuentas – respondió Jihye con entusiasmo, mostrando la hermosa pulsera de color rosa alrededor de su muñeca.

HyeSung sonrió a la pequeña niña, subiendo las escaleras paso a paso.

Inesperadamente, la puerta principal volvió a abrirse, revelando al maduro arquitecto con rostro cansado y mirada distraída.

Los dos adultos en la casa se miraron brevemente de manera incómoda, antes de voltear los rostros y continuar cada quien con sus propios asuntos. HyeSung ni siquiera preguntó la razón por la que Eric había llegado a casa tan temprano.

Jihye pudo sentir la tensión e incomodidad entre los dos hombres, y también sintió como una brecha enorme se abría entre los dos, siendo incapaces ahora de compartir un simple saludo. La pequeña niña vio todas sus esperanzas desmoronarse. Si la situación entre los dos hombres continuaba así, nunca podría ver cumplidos sus sueños. Por lo que, después de haberse arrepentido en el transcurso de la mañana, decidió retomar una medida demasiado extrema.

Eric aún continuaba en la puerta principal de la residencia, dejando sus zapatos y abrigo dentro del pequeño armario. HyeSung se encontraba a medio camino de las escaleras, llevando a Jihye de la mano hasta su habitación para un rápido baño, una muda de ropa e iniciar luego con la tarea dejada por la maestra de la escuela.

Jihye no tuvo que pensarlo mucho. Su pequeña cabecita sólo siguió sus instintos, aprovechando la distracción e incomodidad de su bello niñero, tirando con todas sus fuerzas de la pulsera rosa atada en su muñeca, dejando caer las cuentas ovaladas por los escalones.

El ruido no fue lo que distrajo al bello muchacho, sino más bien la perdida de balance en su pie derecho, que lo hizo inclinarse ligeramente hacia atrás, soltando instintivamente la mano de la pequeña Jihye, tratando de alcanzar la baranda del lado izquierdo de la escalera en busca de soporte. Pero ya era demasiado tarde. El peso de su cuerpo lo llevó de espaldas escaleras abajo.

-oppa!!! - el grito desesperado de Jihye, despertó los reflejos de Eric.

 

 

Todo fue tan rápido. Eric no había calculado exactamente en qué momento sus pasos volaron en dirección a las escaleras, recibiendo apenas casi a tiempo, el cuerpo del delgado muchacho que aterrizó sobre su pecho. Ambos hombres yacían ahora en el piso, adoloridos.

-Appa! Oppa!! - corrió Jihye por las escaleras, asustada y arrepentida al ver a los dos hombres más importantes de su vida, quejándose de dolor en el piso.

-ahhh! Mi pierna! - se quejó HyeSung, cuando Eric trató de moverlo para revisar si todo estaba bien.

-oppa! Oppa! - se acercó Jihye de rodillas, los ojos envueltos en lágrimas y el rostro reflejando pánico.

-estás bien? Donde te duele? - con mucho cuidado, Eric colocó a HyeSung de espaldas sobre el piso, empezando a revisar cada parte de su anatomía en busca del origen de sus quejas de dolor.

-mi pierna… creo que es mi rodilla… ah! - volvió a quejarse HyeSung, recostando la cabeza sobre el piso, cubriendo su rostro con su antebrazo, ocultando las lágrimas y expresión de dolor de la mirada de pánico de la pequeña Jihye.

-cariño, ve por tu abrigo, tenemos que llevar a HyeSung al hospital – se dirigió Eric a su hija, disponiéndose a levantar al bello muchacho del piso.

-estás loco! No puedo moverme! - reclamó HyeSung inmediatamente, cuando sintió las manos del maduro arquitecto sobre su cintura y espalda.

-tenemos que ir al hospital – ignorando las quejas del muchacho, Eric volvió a tomarlo por la cintura, colocándolo de pie, soportando su peso de lado mientras HyeSung trataba de acostumbrarse a caminar con un solo pie.

Jihye regresó rápidamente con su abrigo puesto y el rostro aún envuelto en lágrimas, siguiendo a los dos hombres hasta el auto de Eric.

-cariño no llores, Oppa está bien, solo es una antigua lesión – trató de tranquilizar HyeSung a la pequeña niña, estirando una mano por detrás del asiento del copiloto, limpiando las lágrimas que continuaban cayendo por el rostro de Jihye.

Un par de horas después y luego de terminar de llenar los formularios en el hospital, los dos hombres estaban de regreso en el auto, con la pequeña Jihye durmiendo en el asiento trasero.

El papeleo en el hospital había hecho que Eric conociera otro lado del bello muchacho. Cuando aún era un niño, un accidente en bicicleta había causado un daño permanente en la rodilla izquierda de HyeSung; una lesión que hasta hoy en día seguía causando molestias en sus actividades diarias. Pero no lo había detenido al momento que empezó a interesarse en el taekwon do, ganando varias medallas en torneos inter-escolares.

El único problema con el futuro prometedor de HyeSung en el mundo de los deportes, había sido la insistencia de sus padres por cerrarle todas las puertas y obligarlo, como siempre, a tomar el camino de la medicina. Aunque esa estrategia tampoco tuvo éxito.

Solo unos minutos después de terminar de perderse en sus pensamientos, Eric estacionó su auto en la entrada de su casa. Un profundo suspiro escapó de sus labios, al notar al muchacho dormido en el asiento a su lado y a su pequeña hija, también dormida en el asiento de atrás.

La bota de yeso que llevaba HyeSung en la pierna izquierda, no ayudaba a aliviar las preocupaciones de Eric. El arquitecto sentía como si ahora tuviera que hacerse cargo de dos niños.

 

 

-appa, HyeSung oppa va estar bien? - el rostro de Jihye aún denotaba culpabilidad y remordimiento, ingresando a la casa a paso apurado, abriendo las puertas en toda su extensión, dando paso a su padre que se veía de cierta manera incómodo pero con una aura ensoñadora.

HyeSung aún estaba dormido, gracias a los calmantes aplicados en el hospital para detener el dolor en su rodilla. Eric no tuvo más remedio que tomar al muchacho en sus brazos y llevarlo hasta su habitación.

A pesar de sentirse culpable, y todo el miedo y remordimiento que aún había en ella, Jihye no podía evitar sonreír al ver a su padre llevando en brazos a su bello niñero. La escena era simplemente fascinante para la pequeña niña, como en un cuento de hadas cuando el Príncipe encantador toma en sus brazos a la hermosa Princesa. O Príncipe en este caso. Como sea, la escena era demasiado hermosa a ojos de la pequeña Jihye, quien quedó convencida, una vez más, de la conexión entre los dos hombres.

HyeSung encajaba perfectamente en los brazos de Eric, y ambos, Jihye y el joven padre, lo habían notado aquella tarde.

-Jihye, ve a ducharte. Papá recostará a HyeSung en su cama e irá contigo en un minuto – ordenó Eric a su hija, desapareciendo tras la puerta de la habitación del bello muchacho.

Con delicadeza, como si se tratara de una figura de cristal, Eric colocó a HyeSung sobre la cama, acomodando una almohada por debajo de su pierna izquierda antes de cubrirlo con los cobertores.

-todavía sigo aquí… - murmuró HyeSung con los ojos cerrados, sorprendiendo al joven padre.

-estamos en casa – respondió Eric instintivamente, terminando de acomodar los cobertores sobre el cuerpo del muchacho.

-en casa?… cómo llegué aquí? - los ojos de HyeSung se abrieron por completo, dándose cuenta que se encontraba ya en su habitación, arropado cómodamente dentro de su cama.

-te quedaste dormido en el auto, tuve que subirte… - un cierto tinte de vergüenza se reflejó en Eric.

-tú me trajiste hasta acá… - la voz de HyeSung también denotaba vergüenza. La atmósfera se tornó incómoda.

-descansa, el doctor dijo que tenías que guardar reposo por dos días – habló Eric nuevamente, luego de unos segundos, disponiéndose a abandonar la habitación.

-y Jihye? - la voz de HyeSung ahora sonaba preocupada.

-esta en su habitación. No te preocupes, ya está más tranquila – aseguró Eric, tomando la perilla de la puerta con una mano.

-gracias… por es… to… por… todo – balbuceó HyeSung con voz débil, bajando el rostro lo suficiente como para ocultar el ardor en sus mejillas.

La vista fue demasiado para Eric. HyeSung se veía tan frágil, encantador y adorable, en ese estado de timidez y vergüenza.

-si necesitas algo… sólo llámame – las últimas palabras de Eric se desvanecieron rápidamente con el viento, al mismo tiempo que el joven padre abandonaba la habitación con las mejillas teñidas en un rojo fuego.

Una sonrisa tímida se formó en el rostro del bello muchacho, sus ojos se veían sorprendidos por el comportamiento del arquitecto. Pero lo que distrajo su atención, fue el movimiento acelerado de su corazón, y una traviesa sensación que lo hacía sentir inquieto.

-por qué haces eso Eric Mun… acaso no te das cuenta de cómo me estás afectando? - aún con la sonrisa en sus labios y el rostro ensoñador, el bello muchacho volvió a recostarse en la cama, cerrando los ojos mientras su cabeza trataba de dibujar la imagen del joven padre llevándolo en brazos.

Y la sonrisa se hizo más amplia.

 

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!
Shinbella
Chapter 13: Regla básica de la autora!!... No leer el capítulo antes de publicarlo o no lo publica nunca! XDD
Tomó un tiempo pero lo hice!!!... Gracias a las que siguen leyendo esta historia!!
Nos vemos en la sgte. Actu!!

Comments

You must be logged in to comment
ArkangelValeria #1
Chapter 14: Y gracias por regresar. Entiendo perfectamente las complicaciones de actualizar. pero igual seguimos esperando por tus historias!!!
ArkangelValeria #2
Chapter 14: Que buen capítulo. Gracias por actualizar!! Lo esperaba con mucho entusiasmo!!
missstery #3
Chapter 14: Que bueno que decidieron darse una oportunidad, espero y su relación funcione y puedan ser una linda familia. Ahora quiero saber quién es ese chico que quiere regresar a Seúl y como va a afectar la historia, no puedo esperar por ello. Ojalá y pronto Andy se decida a darle una oportunidad a Jin. Me encanto ver a un Eric celoso, y no solo por Hyesung, sino por su hija, así son todos los papás. Por cierto, bienvenida de vuelta, siempre es un gusto ver una actualización de cualquiera de tus historias, son muy buenas. Créeme que te comprendo, si a veces incluso no hay tiempo ni para leerlas, me imagino que para escribir es aún más difícil. Aun así seguiré esperando por la siguiente actualización, pues me gustan mucho tus historias. Gracias.
ArkangelValeria #4
Chapter 13: Ahhhhhhhhh!!!!!! Ups. Lo siento de nuevo... Pero no puedo más!! Necesito mas de Ricsung!!!!. Excelente historia!!! Sigo esperando...
turyka #5
Chapter 13: Yay Sungie se dió una oportunidad, me encantó el capítulo...
turyka #6
Chapter 12: Noooo!! necesito más!!! Me muero no pensé q iba a pasar tan rápido pero me encantó.
Excelente capitulo.. Adoro tus historias..(^^)v
Shinhwa_24 #7
Chapter 12: Estoy demasiado atrapada con esta historia!!! Cómo que no otra vez!!! Por favor el próximo capítulo!!!
anurim #8
Chapter 11: Kyaaaaaaa!!! Que emocionante!!! :) su primer beso!!! Gracias x la actualización mi autornim!!!!
missstery #9
Chapter 11: Es bueno ver una actualización de este fic, me gustó mucho este capitulo, por fin se besaron. El amor está en el aire como dice la canción, parece que ambos ya aceptaron sus sentimientos ante el otro, ahora solo queda ver la reacción de cada uno después de esto. Gracias por esta actualización, estaré esperando por el siguiente cap. Además no te preocupes es entendible que después de tanto trabajo ya no lo leyeras (y que bueno que tal si te arrepentías de publicarlo) pero creo que no seré la única que piense que te quedo muy bien, gran trabajo y sigue adelante.
LeeYoonMin
#10
Chapter 11: woo thank youu for this authornim!! =)) i hope update again soon <3 <3