-estás hablando en serio?! - su voz retumbó entre las cuatro paredes que lo rodeaban, llamando poderosamente la atención del personal que se encontraba reunido en la sala de juntas del cliente que habían ido a visitar.

-habla más bajo! - regañó el hombre de tez ligeramente más oscura que la suya, dirigiendo una mirada de disculpa a las demás personas en la sala.

-cómo quieres que reaccione después de lo que me acabas de decir?... Jihye por fin habló! - exclamó Minwoo con sobresalto, dejando mostrar cristalinas lágrimas en las esquinas de sus lineales ojos.

El joven padre al lado del pequeño arquitecto, no pudo evitar soltar él mismo una pequeña cristalina lágrima, recordando las cortas primeras palabras que su hija le había dirigido, luego de tantos años de silencio.

Después de intentarlo con cientos de terapeutas infantiles, Eric estaba listo para resignarse y hacerse a la idea que su pequeña hija, jamás volvería a hablar. El incidente de la mañana definitivamente lo había tomado por grata sorpresa.

-ehmmm señores? - llamó una voz femenina a espaldas de los dos hombres.

Los dos arquitectos dirigieron una mirada de disculpas a la joven secretaria, disponiéndose inmediatamente a tomar sus lugares en la rectangular mesa que ocupaba el centro de la sala de reuniones.

La reunión duró tan solo un par de horas, gracias al éxito del gran trabajo realizado por el equipo de arquitectos, que dejó gratamente complacido al exigente cliente. Sin lugar a dudas, este sería un gran inicio para el retorno de Eric a sus labores profesionales.

-y qué harás ahora?... con Jihye – reanudó Minwoo la conversación que había quedado pendiente, antes de iniciar la reunión de negocios.

-a qué te refieres? - respondió Eric con duda, presionando el botón del ascensor de metal.

-no vas a llevarla con un especialista?... no crees que sería bueno saber por qué dejó de hablar desde que su madre murió? - aclaró Minwoo su pregunta, ingresando al ascensor después que su amigo.

-es obvio que el trauma por perder a su madre, la dejó así... no creo que Jihye quiera seguir viendo gente extraña – respondió Eric, perdiéndose inmediatamente en sus pensamientos.

Minwoo imitó a su amigo, entrando él mismo en sus pensamientos, cavilando el por qué la pequeña Jihye, había decidido decir sus primeras palabras, a un extraño que acaba de ver por primera vez.

-por cierto... cómo te fue con el primo de Dongwan? - recordó Minwoo la primera pregunta que había tenido en labios, al momento de ingresar al edificio de su exclusivo cliente, y ver llegar a su mejor amigo y colega.

Eric soltó una risita divertida a la mención de la existencia del muchacho que lo había dejado con más de una interrogante dando vueltas en su cabeza, tan sólo en su primer breve encuentro.

-bueno... el chico es... interesante – respondió Eric finalmente, ante la expectativa de su mejor amigo.

-interesante? - repitió Minwoo el adjetivo utilizado por su mejor amigo, para describir la personalidad del nuevo muchacho recién llegado a la ciudad.

-muy interesante diría yo... quieres ver? - ofreció el atractivo arquitecto, abriendo la puerta del copiloto de su auto, invitando a su amigo a subirse.

Minwoo sonrió en respuesta al ofrecimiento de su amigo, no demorando un segundo para subir al vehículo.

Parecía extraño y un poco irreal, pero la sensación tan cálida que emanaba de la casa de su mejor amigo, se le hizo tan desconocida, como si estuviera viviendo en una especie de universo paralelo. Estaba seguro que era la misma casa donde había estado el día anterior, llevando postulantes a niñeras para la hija de su mejor amigo. Pero el ambiente era simplemente irreconocible.

-ahh pensé que demorarías en regresar! - saludó la amable voz en la puerta de la residencia, sosteniéndola mientras los dos adultos ingresaban con expresiones de sorpresa.

-terminamos la reunión antes de lo esperado – respondió Eric con voz solemne, buscando con la mirada alrededor de todo el ambiente de la sala.

-entiendo... les prepararé algo de comer, siéntense – continuó el joven muchacho, haciendo su camino hacia la cocina.

Los ojos de Minwoo siguieron fijamente la breve conversación entre su amigo y el joven huésped recién llegado, sorprendiéndose ampliamente al ver la soltura y familiaridad con que éste se comportaba ante los dos adultos.

Y Minwoo estaba muy seguro que Dongwan le había dicho que su primo acababa de terminar la secundaria, lo que lo hacía por lo menos 10 años menor que él y Eric. Y HyeSung no se había molestado ni un segundo en utilizar honoríficos, para dirigirse a ellos!!

Sin embargo, los dos hombres se dirigieron obedientemente a la sala, tomando asiento en los sillones acabados de arreglar, a juzgar por la pulcra posición de los cojines, que no lucían para nada, a como Minwoo se había acostumbrado a verlos.

-espero que les agrade, es lo más decente que pude hacer con lo poco que hay en el refrigerador – regresó al cabo de 15 minutos el muchacho, llevando dos medianas bandejas de bocadillos en manos, seguido por detrás por la pequeña niña que caminaba como si fuera una especie de sombra, llevando una pequeña bandeja con una jarra de té helado y tres vasos.

-cariño, pon eso aquí – indicó el muchacho a la niña, señalando la parte central de la mesita de café al centro de la sala.

Minwoo observó a la pequeña Jihye, obedecer diligentemente los comandos del muchacho, sonriendo alegremente, esperando por una recompensa a sus actos.

-buena niña – palmeó amorosamente la cabeza de la niña, el muchacho, regalándole una dulce sonrisa.

Los dos hombres permanecieron con la boca abierto,observando todo y preguntándose en casa de quién estaban.

-Jihye, linda... no vas a saludar al tío Minu? - detuvo Minwoo a la niña, antes que ésta regresara a la cocina, siguiendo una vez más, los pasos del joven extraño.

Jihye giró en dirección del pequeño arquitecto, mostrándose insegura sobre lo que debía hacer.

-está bien cariño, saluda al tío Minu con un beso – se colocó de cuclillas el muchacho, susurrando con voz amable en el oído de la niña.

Jihye no demoró un segundo en correr al regazo del pequeño arquitecto y dejar un tierno beso en su mejilla izquierda.

-ahora vamos para que comas algo – sonrió el muchacho, llamando a la niña de regreso.

-ehh... HyeSung... podemos hablar unos minutos? - decidió intervenir Eric, cansado de sólo observar a su hija interactuar con el recién llegado extraño.

-claro! - sonrió HyeSung en respuesta, tomando asiento en uno de los solitarios sofás, acomodándose luego cuando la pequeña Jihye corrió a sentarse en sus piernas.

-a solas? - remarcó Eric, dando una mirada a su sonriente hija.

-ah! La llevaré a la cocina para que coma algo mientras hablamos – tomó HyeSung a la niña en sus brazos, desapareciendo en dirección de la cocina.

Cinco minutos después y luego de una intensa batalla visual entre los dos adultos en la sala, tratando de decidir quien sería el primero en romper la tensión e iniciar la conversación que, ninguno de los dos estaba seguro que rumbo llevaría; el primero en hacer uso de la palabra, fue Minwoo.

-HyeSung... cuántos años tienes exactamente? - fue lo primero que vino a la cabeza del pequeño arquitecto.

-20... por cumplir 21 en Otoño – respondió HyeSung diligentemente, observando con ojos extraños al pequeño arquitecto.

-vaya! Eso nos hace estar a una diferencia de.... 10 años!... - rió Minwoo nerviosamente, esperando que el muchacho haya entendido el mensaje.

-haciendo las restas, así parece – concedió HyeSung, asintiendo con la cabeza y quedando en silencio nuevamente.

-diez años! Wow! Parece una gran brecha... ya sabes... esos nos hace a Eric y a mí... un poco mayores – continuó remarcando Minwoo, esperando que esta vez el mensaje haya sido correctamente recepcionado.

Pero HyeSung sólo volvió a responder con un silencioso asentimiento de cabeza.

-lo que Minwoo quiere decir... es que deberías utilizar honoríficos para dirigirte a tus mayores – intervino Eric, irritado por el rumbo absurdo de la conversación.

De todos los tópicos rondando en su cabeza, y Minwoo eligió empezar con el debate sobre las diferencias de edades y uso de honoríficos!!

-ohh! Lo siento! Suelo ser así... pero está bien, si tanto les molesta – respondió HyeSung para beneplácito de los dos adultos.

-entonces está bien si los llamo ajhussis? - continuó el muchacho.

-YAH!! cual ahjussis!! - reclamó Minwoo inmediatamente, colocándose de pie en ademán amenazador.

-ustedes me dijeron que los llamara de acuerdo a su rango de edad! A partir de los 30s ya son ajhussis! - se justificó el muchacho con expresión aterrada, aunque compuesta.

Eric golpeó su rostro con la palma de su mano, irritándose aún más con lo absurdo de la conversación, y la negación a ser llamado ahjussi por el joven extraño recién llegado de tan sólo 20 años de edad.

-dejémoslo en Minwoo y Eric, quieres?... como te sientas más cómodo – decidió conceder el joven padre, esperando finalizar el absurdo tópico sobre la edad. Su ego ya había sido herido lo suficiente por un día.

-lo siento pero suelo relacionarme más rápido si evito el uso de honoríficos, y ya que voy a estar acá por un buen tiempo... - agregó HyeSung, despertando la curiosidad de los dos adultos

-a qué te refieres? - interrogó Eric

-Dongwan no se los dijo?... tengo planeado vivir un año en Seúl, buscar trabajo y ahorrar lo suficiente para cumplir mi más grande sueño! - respondió con entusiasmo el muchacho, con un brillo particular en sus ojos, a la mención de uno de sus más ambiciosos sueños.

Minwoo y Eric se observaron el uno al otro, completamente intrigados por las aspiraciones del joven muchacho.

-y cuál es ese sueño? - intervino Minwoo, no pudiendo contener su curiosidad.

-Europa! Quiero conocer toda Europa! Ése es mi más grande sueño! - respondió HyeSung con una enorme sonrisa en su rostro.

Minwoo y Eric compartieron la misma mirada extraña.

-y la universidad?... no crees que perderás un tiempo valioso si viajas a otro continente? - intervino esta vez Eric, con tono serio.

-tengo 20 años y toda una vida por delante, no la pienso desperdiciar encerrándome solamente en libros y siguiendo una carrera que mis padres eligieron, quiero vivir libremente – respondió con decisión el muchacho.

Ahora los dos adultos entendían a lo que se refirió Dongwan al decir que su primo pasaba por la crisis de los 20s.

-tus padres eligieron tu carrera?... y qué quieres hacer tú? - continuó interrogando Eric, curioso por la particular manera de pensar del muchacho. Para un joven de su edad, HyeSung debería estar más preocupado por aplicar a la universidad y asegurarse un buen futuro, en lugar de pensar en vagabundear un año por toda Europa y sin rumbo.

-ir a Europa, ya se los dije!- repitió el muchacho con tono alegre.

-qué hay de malo con la carrera que eligieron tus padres? - habló esta vez Minwoo, tratando de hacer lo posible por entender al muchacho y hacerlo cambiar de opinión. Después de todo, ése era sólo uno más de los favores que le había pedido Dongwan, tratar de hacer entrar en razón a su obstinado primo.

-mis padres quieren que estudie medicina, pero no lo haré aunque me deshereden! - respondió HyeSung con tono irritado, inflando sus mejillas con un puchero.

Los dos adultos sonrieron al ver el rostro adorable del muchacho, probablemente debatiendo entre ellos si era correcto inclinarse hacia él y pinchar sus tentadoramente adorables mejillas.

-y si no te gusta la medicina... no has pensado en algo más?... algo que te haya llamado la atención desde niño? - continuó Minwoo

-mis padres han estado metiéndome la idea que debo estudiar medicina desde que tengo uso de razón! Cada Navidad recibía un nuevo estetoscopio de juguete, rompecabezas de las partes del cuerpo humano, libros de medicina, batas de doctor... y cosas ridículamente irritantes! - reaccionó el muchacho, a un paso de perder la paciencia con el nuevo tópico de la conversación.

-a tus padres si que les preocupa tu futuro – intervino Eric, sorprendido con las confesiones del muchacho.

-sólo les interesa que siga con el legado de la familia... mi padre es cardiólogo, mi abuelo fue obstetra, mi bisabuelo dirigió un hospital en Busán... ahora todos esperan que continúe la “tradición”, graduándome como cirujano... yo! Que me desmayo con sólo ver una gota de sangre en vivo y en directo! - se exaltó aún más HyeSung, ganando las risas divertidas de los dos adultos en la sala.

Sin lugar a dudas, Eric no se había equivocado al calificar de “interesante” al muchacho recién llegado.

-pero eres consciente que necesitarás vivir de algo más adelante?... pasear por Europa puede ser divertido ahora, pero después?... cómo te mantendrás?, qué harás de tu vida? - reanudó la conversación el joven padre.

-tengo mis propios planes, pero no se los diré a nadie a menos que sea necesario... toda mi vida ha sido planeada por mis padres sin considerar en nada mi opinión, ahora … no me importa que me hayan quitado mis ahorros y me enviaran acá como castigo por... en fin!... ahora tengo la oportunidad de ser independiente y lograr por mis propios medios mi sueño! Iré a Europa y nadie me detendrá! - respondió con resolución en los ojos el muchacho, sorprendiendo a los dos adultos.

Eric observó fijamente al muchacho, viéndose reflejado en éste por unos segundos. Las comparaciones con sus propias experiencias de juventud no pudieron evitarse, y quizás Eric hubiera deseado tener un poco de la braveza y decisión que mostraba HyeSung, en los momentos que fueron necesarios tenerlos.

Dos horas después y luego que HyeSung terminó de lavar los platos y dejar a la pequeña Jihye en su habitación después que la niña terminó de almorzar, los dos adultos en la casa, se encontraban encerrados en el despacho privado del joven padre, discutiendo los últimos detalles sobre el proyecto que estaban llevando a cabo.

Minwoo y Eric trabajaron diligentemente toda la tarde, hasta que la noche los alcanzó y los golpecitos suaves en la puerta del despacho, se dejaron oír, rompiendo la concentración de los dos hombres.

-les traje algo de comer, es tarde – ingresó HyeSung con una bandeja de bocadillos en manos y dos tazas de café, luego que su ingreso al despacho fuera autorizado por la profunda voz del dueño de casa.

-y Jihye?? - interrogó Eric apenas el muchacho puso un pie dentro del despacho.

-está durmiendo, ya es muy tarde – respondió HyeSung, mientras dejaba la bandeja sobre un espacio libre en el escritorio.

Minwoo dio una mirada rápida al reloj en su muñeca izquierda, reconociendo la hora que ya pasaba más allá de la media noche.

-creo que mejor terminamos acá, mañana tienes que despertarte temprano, vendrán tres postulantes a niñeras a las 7am – habló el pequeño arquitecto, entregando un sobre cerrado a manos de su mejor amigo, colocándose de pie de su silla.

Eric recibió el sobre, revisándolo rápidamente antes de colocarlo dentro del cajón superior de su escritorio.

-bueno, yo me voy a dormir, mañana tengo una entrevista a las 8:30am – habló HyeSung, despidiéndose de los dos adultos.

-entrevista? - preguntó Eric con curiosidad

-el padre de un amigo de un amigo, me consiguió una entrevista en uno de los cafés que dirige, no es gran cosa pero me ayudará a empezar a ahorrar – respondió HyeSung con una sonrisa esperanzadora en el rostro.

-bien! Parece que mañana será un día ocupado para todos, tienes que contratar a una de esas chicas para que cuide a Jihye – se dirigió Minwoo a su amigo, haciendo su camino a la puerta del despacho con sus documentos en manos.

El pequeño arquitecto salió de la casa con total tranquilidad, sin prestar atención a la pequeña personita escondida en un rincón detrás de la puerta del despacho, que había estado atenta a toda la conversación entre los tres hombres. Especialmente a los horarios en los que los dos hombres de casa debían salir.

Al oír el sonido de la puerta del despacho abrirse, Jihye corrió lo más rápido que pudo de regreso a su habitación, esperando no ser descubierta en su faceta de espionaje.

HyeSung ingresó a su habitación, tomando una ducha rápida antes de acostarse en la cama, siendo sorprendido al regresar del baño, por la inesperada presencia de la pequeña niña que lo esperaba con una dulce sonrisa en el rostro, y un libro en las manos.

-qué haces acá?, no deberías estar en cama?... quieres que te lea un cuento? - interrogó HyeSung a la niña, a lo que ésta sólo asintió con la cabeza.

Veinte minutos después y aún a la mitad de la lectura, los ojos de Jihye cedieron por el cansancio, quedándose profundamente dormida. O al menos eso fue lo que pensó HyeSung.

-descansa cariño - despidió HyeSung a la niña con un beso en la frente, acomodando los cobertores alrededor de su pequeño cuerpo.

Una vez que Jihye oyó la puerta de su habitación cerrarse, saltó al lado izquierdo de la cama, buscando debajo del colchón una carpeta color rosa de donde sacó una vieja fotografía que no había visto en mucho tiempo.

-omma... yo sé que enviaste a HyeSung oppa para que cuidara de mí y de appa, no dejes que se vaya... ayúdame a hacer que se quede para siempre... él es tu ángel, verdad?... lo enviaste para contestar mis oraciones... - habló la niña con dulce voz, al retrato de su fallecida madre.

Horas más tarde y fuera de su rutina común y con mucho esfuerzo, Jihye despertó exactamente a las 5:30am, lista para llevar a cabo un plan que aseguraría la permanencia del nuevo huésped en casa, y la eliminación de posibles competidoras. Con mucho cuidado y cautela, la pequeña niña ingresó a la habitación de su padre, desconectando el reloj despertador que yacía sobre la mesita de noche al lado de la cama. Luego, hizo lo mismo con el reloj despertador del nuevo huésped.

Ahora, todo lo que tenía que hacer Jihye, era esperar porque las postulantes a niñeras llegaran, y rogar porque su padre ni el bello huésped, oyeran el timbre de la casa. Y exactamente a las 7am, el primer sonido del timbre fue oído, sobre saltando a la niña en pánico, pero dándose valor luego para abrir la puerta, y poner en práctica el discurso que llevaba más de una hora ensayando.

-hola pequeña! está tu padre? - saludó una muchacha de exagerado maquillaje y vestido corto.

-appa dijo que ya no necesitaba niñera... adiós... - respondió la niña brevemente cerrando la puerta sin esperar respuesta por parte de la muchacha que se vio sorprendida por su comportamiento.

Quince minutos después, la segunda postulante hizo su arribo a la residencia.

-hola se encuentra el Sr. Mun? - saludó una muchacha de dulce rostro y expresión apacible, pero no lo suficientemente buena para convencer a la niña.

-appa acaba de contratar a alguien, me dijo que le diera las gracias por venir - respondió la niña, volviendo a cerrar la puerta con premura.

Y con veinte minutos más de espera, la tercera y última postulante hizo su arribo.

-hola querida, tengo una entrevista con tu padre, me dejas pasar? - solicitó con voz demandante la muchacha, empujando la puerta de la residencia, ligeramente.

-appa me dijo que no dejara entrar a extraños! - respondió la niña con molestia, sosteniendo la puerta con todas sus pequeñas fuerzas.

-lo sé cariño, pero yo seré la nueva niñera, no hay problema - insistió la muchacha, volviendo a empujar la puerta.

-ya tengo quien me cuide! Váyase! - exclamó Jihye, esperando que el ruido causado por la muchacha, no despertara a ninguno de los dos hombres en el piso superior.

-a qué te refieres con eso?... ya contrató a alguien? -interrogó la muchacha con incredulidad.

-sí! y es una persona muy buena! - respondió la niña con firmeza, sintiendo la derrota en el rostro de la joven postulante.

-aish! y con lo que me habían dicho que el viudito estaba muy guapo y tenía mucho dinero... - susurró la muchacha para si misma, pero no escapando a los agudos oídos de la niña, quien aprovechó su momento de distracción, para cerrar la puerta por completo con gran molestia.

-bien! ya me deshice de esas brujas! ahora sólo queda esperar porque HyeSung oppa no despierte! - corrió la niña escaleras arriba, directo a la habitación del bello huésped, que permanecía durmiendo como un bebé.

Un par de horas después, el sonido de un teléfono celular fue oído en la planta superior de la residencia.

-Eric donde rayos estás! - se oyó la voz furiosa de Lee Minwoo, del otro lado de la línea.

-Minwoo?... por qué me llamas a esta hora? - respondió un somnoliento Eric.

-a esta hora?... son casi las 10am!!! - respondió irritado el pequeño arquitecto.

-QUEEEEEEEEEEEEEEEE!! - saltó Eric de su cama, dándose cuenta que su reloj despertador estaba desconectado.

-oh rayos! - se escuchó una exclamación frente a la habitación del joven padre, llamando poderosamente su atención.

-tú también te quedaste dormido? - interrogó HyeSung con sorpresa, observando a Eric salir de su habitación, aún con el teléfono celular pegado a su oído derecho.

Ambos hombres se observaron con sorpresa y escepticismo, siendo observados a lo lejos, por los pequeños y pícaros ojos de la niña que sonreía satisfecha con los resultados de su estrategia.

-yo sé que HyeSung oppa es tu ángel omma... no dejaré que se vaya nunca! - prometió Jihye al retrato de su madre, una vez dentro de su habitación, sosteniéndolo fuertemente contra su pecho.