A/N: Gracias a todas las personas que han estado esperando por esta historia. Notarán la hora, son casi las 2AM para mí y muero de sueño, no he podido revisar por compelto si es que hay horrores ortográficos o me comí una letra de tanto sueño, promerto revisarlo más tarde.

El lazo de color rosa se envolvía entre su cabello como la seda. Un nudo, otro más, un pequeño tirón de un lado, otro por el lado contrario, un último retoque y listo! La pequeña Jihye lucía lista para empezar otro día de clases. Su vestido en tonos rosas con flores blancas combinaba perfectamente con el lazo en su cabello. Era un día especial y la pequeña niña estaba muy emocionada.

-apa! - corrió Jihye a brazos de su padre una vez que ingresó al comedor de la residencia.

El maduro arquitecto se había levantado más temprano que de costumbre esa mañana, una reunión importante de trabajo había sido la responsable.

-me ahorraste el trabajo de ir a despertarte, gracias! - ingresó HyeSung al comedor detrás de Jihye, tomando a la niña del regazo de su padre, sentándola en su propia silla en la mesa.

-no soy un niño, sólo ocúpate de Jihye – respondió Eric secamente, regresando su atención al periódico que llevaba leyendo desde hacía un par de minutos.

-apa, Hyesung oppa me compró un lazo muy bonito – señaló Jihye el lazo en su cabeza, sonriendo adorablemente a su padre.

-sí cariño está muy bonito. Tú estás muy bonita hoy, alguna ocasión especial? - continuó Eric la conversación con su hija, sorprendiendo al joven muchacho que había regresado a la cocina por un vaso de leche para Jihye.

-Jihye, trae tu suéter hace un poco de frío afuera – ordenó HyeSung a la niña, quien obedeció tranquilamente dejando a los dos hombres solos en el comedor.

-dime que no te has olvidado de qué día es hoy… - el rostro de HyeSung se veía serio y su tono de voz severo.

El rostro de Eric se mostró confundido y hasta cierto punto en pánico. Había olvidado alguna ocasión especial?. Estaba seguro que todavía faltaban unos meses para el cumpleaños de Jihye. Y su cumpleaños ya había pasado hace varios meses. Entonces quizás…

-feliz cumpleaños? - como si estuviera tentando a su suerte, las palabras salieron con lentitud de boca del maduro arquitecto.

-yah! No es mi cumpleaños, tonto! Es la semana de padres en la escuela de Jihye! Se supone que tienes que llevarla a la escuela hoy!! - el bello muchacho no pudo ocultar su descontento ante el descuido del joven padre.

Y tampoco pudo recordar que de hecho Eric era diez años mayor que él, pero el arquitecto ya estaba acostumbrado a ser regañado por el menor. Una semana tomando cuidado de los deberes de la casa y atendiendo al muchacho cuyo tobillo se encontraba vendado y con días de reposo por prescripción médica, lo habían entrenado perfectamente.

Aunque de hecho, habían días en los que Eric quería maldecir su suerte y echar al muchacho de su casa, HyeSung realmente sabía como llegar a sus nervios. Pero viendo lo feliz que estaba Jihye con el muchacho y debiéndole mucho aún a su mejor amigo, Eric no tenía mejores opciones.

-te dije anoche que tenía una reunión importante hoy – respondió el arquitecto al exabrupto del joven niñero.

-y yo te dije que entonces despertaras más temprano para llevar a Jihye a la escuela! No dejarás sola a tu hija este día! Es su primer día de padres! - ahora HyeSung tenía un punto a su favor, Eric recordó haber oído toda esa conversación la noche anterior.

Y sí, estaba en problemas.

-no puedo cancelar la reunión, lleva tú a Jihye a la escuela – con la expresión calmada y seria, el arquitecto acomodó el periódico en sus manos.

-se supone que es el día de padres! Tienes que hacerlo tú! - el joven niñero llegó a su límite de paciencia, arrancando el periódico de manos del arquitecto.

Los ojos de Eric se veían como si estuviera a un paso de ahorcar al bello muchacho con sus propias manos.

-vas a llevar a tu hija a la escuela y luego te quiero acá a las 3PM para que se preparen para el festival de comida! - ordenó HyeSung como si estuviera regañando a un niño pequeño.

-cuál festival de comida!? - la cabeza de Eric ya había tenido demasiado de los anuncios del día de padres en la escuela de su pequeña hija.

-oh por Dios! He estado hablándole el aire!! - asustando al joven padre, HyeSung lanzó con fuerza el periódico contra la mesa.

“Se retrasaron algunas reuniones, creo que tendré que demorar mi regreso un par de meses más. Cómo está HyeSung? Últimamente no contesta mis llamadas, hazle saber que si no me contesta la próxima vez, llamaré a sus padres. Ese niño necesita disciplina, no tienes idea lo rebelde que puede ser! Cuando era más pequeño era más dócil, todos lo adoraban con esas mejillas enormes. Todavía es adorable pero su carácter… cara de ángel, genio de los mil demonios!

En fin, en qué estaba? Ah sí! Viajaré a Tailandia la próxima semana, los ejecutivos quieren que alguien de la empresa nos acompañe, sería bueno que Eric viaje a Tailandia para reunirse conmigo, me dijiste que ya consiguió quien cuide de Jihye no? Espero verlo la próxima semana…”

Las últimas líneas del correo electrónico enviado por Kim Dongwan al arquitecto Lee Minwoo, dejaron al pequeño hombre temblando. Cómo se suponía que iba a decirle al hombre del que estaba enamorado, quien había confiado a su adorado primo a su cuidado, que de hecho el muchacho no estaba su casa sino trabajando y viviendo con su mejor amigo.

No es que Minwoo se haya deshecho del muchacho a propósito, al inicio sólo fueron las circunstancias de su averiado departamento, luego la oportunidad de trabajo y por qué no, el momento perfecto para recuperar el lado profesional de Eric.

Bueno, sí. Minwoo tenía que reconocer que había aprovechado la situación para hacer que Eric regresara a su trabajo y tener una ayuda más en los proyectos que ya se habían retrasado demasiado.

Pero ahora el pequeño arquitecto temía el día en el que tuviera que enfrentar al hombre que le quitaba el sueño, y confesarle que su adorado primo estaba viviendo y trabajando con Eric.

Días antes de pedirle a Minwoo que cuidara de HyeSung y le diera asilo en su departamento, Dongwan había sido muy claro con evitar que el muchacho se relacione mucho en la ciudad. Mucho menos, permitirle tomar un empleo. Minwoo no sabía exactamente la situación real del por qué los padres de HyeSung habían decidido enviarlo a la ciudad, pero había prometido a Dongwan acatar su decisión.

Ahora que se ponía a pensarlo mejor, quizás estaría en serios problemas cuando Dongwan regresara a Seúl.

-qué te pasa? Estás distraído – la voz profunda del maduro arquitecto hizo que Minwoo se diera cuenta que ya no se encontraba solo en la oficina.

-a qué hora llegaste? - interrogó Minwoo a su amigo, fingiendo acomodar los papeles sobre su escritorio.

-hace unos minutos y no preguntes, mal día – respondió Eric, yendo hacia la máquina de café en la esquina opuesta de la oficina.

-listo para la reunión? - cambió el tema Minwoo, notando el rostro envejecido de su mejor amigo.

Sin duda había sido otra mañana difícil con el bello niñero.

-solo vine por unos documentos, el Sr. Ahn llegará en cualquier momento – indicó Eric, bebiendo de un solo sorbo toda la taza de café caliente que acababa de prepararse, recogiendo luego unos documentos de su escritorio y haciendo un gesto a su mejor amigo para que lo siguiera a la sala de reuniones de la oficina.

-por cierto, Dongwan quiere que viaje a Tailandia la próxima semana para la reunión con los de Janniyome – informó Minwoo, yendo detrás del maduro arquitecto.

Las puertas principales estaban abiertas de lado a lado, un enorme y colorido cartel colgaba de lo más alto del edificio anunciando el inicio de la semana especial en la escuela primaria Shinhwa.

Los niños y sus padres se acercaban sonriendo tomados de la mano, para ser el inicio, ya era un gran festival de rostros nuevos de padres que pisaban por primera vez en el año la escuela. Se podía sentir la armonía y la emoción en los rostros de los pequeños niños.

-el Sr. Mun no vendrá? - la madre de la pequeña Ariel saludó al joven niñero que estaba apunto de ingresar a la escuela con Jihye.

-tuvo una llamada de emergencia esta mañana – respondió HyeSung dulcemente, sujetando cálidamente la mano de la pequeña niña a su lado.

Luego de la discusión de la mañana, HyeSung había dejado ir a Eric finalmente, con la condición de que limpiara su agenda por el resto de la tarde y regresara a casa para prepararse para el festival de comida en el gimnasio de la escuela. Eric no tuvo más opción que aceptar o probablemente habría sido el primero en conocer las habilidades en tae kwon do de las que presumía el bello niñero.

-lamento que tu papá no haya podido venir – susurró el pequeño Gabriel al lado de Jihye.

-no importa porque vine con mi futura mamá – sonrió Jihye traviesamente, jalando de la manga de la chaqueta de su niñero, quien se encontraba distraído hablando con los otros padres, haciéndolo ponerse de cuclillas para luego dejar un beso en su mejilla y correr alegremente con el resto de sus compañeras.

-están locas! - el pequeño Gabriel dio una mirada de desaprobación a sus compañeras, corriendo luego detrás de las niñas.

HyeSung dejó ir a Jihye, tranquilo al ver que la niña había tomado bien la ausencia de su padre en el inicio de la semana de padres de la escuela. Veinte minutos después, el bello niñero se encontraba en el súper mercado, comprando los ingredientes necesarios no sólo para preparar el almuerzo en casa, sino también para que Eric pudiera preparar el platillo que llevaría al festival de comida con Jihye.

HyeSung todavía podía recordar el fin de la discusión con el maduro arquitecto.

“qué es el festival de comida?”

“te lo dije, cada padre prepara un platillo especial, el platillo con la mayoría de votos gana el primer lugar”

“y cuál es el premio?”

“dos pases con acceso total a todos los juegos en Lotte World”

“crees que voy a dejar que Jihye se suba a una de esas cosas?”

“no te hagas ilusiones Eric Mun, crees que te darán el primer lugar con un sandwich de atún?”

“entonces para qué vamos a ir!”

“para que Jihye viva la experiencia! Es su primera semana de padres y no se lo vas a arruinar! Te quiero acá a las 3PM!!”

La cabeza del bello niñero comenzó a doler mientras más recordaba esa discusión y se llenaba de indignación por el comportamiento del joven padre. Sin darse cuenta, HyeSung ya había llegado a la fila para la caja.

-oh HyeSung Oppa! - saludó la muchacha en la caja, reconociendo al bello muchacho a quien ya se había acostumbrado ver en sus días de turno.

-hola Mi… oh Dios! - el rostro de HyeSung palideció cuando reconoció a la persona que hacía ingreso al súper mercado.

Sin pensarlo, el bello muchacho se ocultó entre la caja registradora y el carrito que aún lucía lleno con los alimentos para la despensa. Su corazón latía rápido por la sorpresa.

-Oppa, ya se fue… - señaló la muchacha en la caja luego de un par de minutos.

HyeSung salió de su escondite aún con el rostro pálido, girando la mirada en diferentes direcciones.

-quién es? - la muchacha en la caja se mostró curiosa por la reacción del bello muchacho.

-problemas… - respondió HyeSung con nerviosismo, tomando las bolsas de sus compras, saliendo del súper mercado a toda prisa.

La fila era corta ese día, solo tres estudiantes más y podría tomar su copa de gelatina de limón como postre y buscar una mesa vacía. Era muy común verlo sentado solo a la hora del almuerzo en la universidad, la compañía de cualquier otro estudiante lo sofocaba.

Como siempre, buscó la mesa más alejada del resto de estudiantes y se sentó dando la espalda a la multitud en el comedor de la universidad, colocándose sus audífonos y abriendo su libro en la página que lo había dejado la noche anterior. Tomó un sorbo de la bebida que se encontraba en su bandeja y dio una pequeña mordida al sandwich que había tomado del mostrador.

No le importaba que sus demás compañeros lo tacharan de “raro”, “antisociable” o algún otro adjetivo hiriente, estaba en esa universidad para hacer algo de su vida en el futuro y toda su concentración se encontraba en ello.

O al menos trataba de enfocar toda su concentración en ello.

-woah! Estás leyendo ese libro? - la repentina aparición del muchacho que ya se encontraba sentado frente a él, rompió su concentración.

-qué haces acá? - Andy no quería ser rudo pero definitivamente estaba sorprendido. Era la primera vez que alguien se atrevía a sentarse en su mesa. Más aún, ese alguien era Park Junjin.

-te pregunté si podía sentarme y como no respondías tomé la silla – sonrió Junjin con su bien parecido rostro, alterando más los nervios del menor.

-está bien… puedes tomar la mesa – bajando la mirada, evitando los ojos expectantes del otro muchacho, Andy colocó sus cosas sobre su bandeja y se dispuso a levantarse de la mesa.

-hey, no tienes por qué irte, podemos compartir la mesa – Junjin tomó la muñeca del menor, deteniendo sus movimientos.

-tengo mucho que leer y me gusta comer solo – la respuesta de Andy fue fría.

-si te quedas te puedo hacer un resumen de ese libro, ya lo he leído como cinco veces – insistió Junjin, tomando el libro de la bandeja del menor.

-tú haz leído este libro? - señaló Andy el libro en manos del muchacho mayor.

-sí, pero esta es la versión más corta. Creí que con tu nivel leerías la versión completa -como si estuviera contando mentalmente las páginas del libro, el rostro de Junjin lucía serio, como si no estuviera del todo consciente de la presencia del menor frente a él.

Andy quedó sin palabras. Nunca antes había visto esa expresión seria en el rostro del mayor, mucho menos se había imaginado que Junjin leería un libro de filosofía de grueso calibre. Sería acaso una treta para tratar de seducirlo?

-dónde puedo conseguir la versión completa? - retornando a su silla, Andy tomó de regreso el libro en manos del mayor.

-en la biblioteca al centro de la ciudad, acá sólo tienen versiones resumidas. Si quieres leer de verdad, tienes que ir al centro de la ciudad – sonrió Junjin emocionado, notando que por primera vez había captado toda la atención del menor.

El rostro de Andy se mostró pensativo, más como si estuviera analizando algo. Su hermano mayor le había prohibido acercarse a Park Junjin, y el mismo Andy era consciente de sus intereses, pero había algo en su rostro en ese instante que hacía que Andy olvidara todo lo que había oído de él en el último año.

-llévame… a la biblioteca – asegurándose que su mirada no cayera en la mirada del muchacho mayor, la respuesta de Andy tomó por sorpresa a Junjin.

Era alrededor de las 2PM y el corazón de Shin HyeSung seguía latiendo frenéticamente, todavía no podía olvidar el susto que se había llevado en el súper mercado. Sus pensamientos divagaban en si había sido buena idea ir a Seúl, o regresar a casa. De todos modos, ya no había nada de qué esconderse ahí.

Una raza de té era sujetada en sus manos, oyendo los leves sonidos de lo que fuera lo que Jihye estaba viendo en el televisor mientras esperaban por la llegada de Eric. HyeSung no tenía claro aún como es que había logrado recoger sus nervios y volver a salir de la casa del arquitecto para ir por Jihye a la escuela. Tenía miedo de volver a encontrarse con la persona del súper mercado.

Había sido un error del que ya era muy tarde para lamentarse.

-Oppa, papá no viene… - la pequeña voz de Jihye alertó al joven niñero.

HyeSung revisó el reloj en su mano izquierda. 3:15PM. Eric ya debería haber llegado a casa hacía quince minutos.

El bello niñero tomó su teléfono celular, marcando una y otra vez el número del joven padre. Todas las llamadas fueron dirigidas al buzón de voz. Eric había apagado su teléfono. La segunda opción fue Minwoo pero con el mismo resultado. Su última esperanza era el número central de la oficina del arquitecto.

Y sólo le tomó cinco minutos para que la secretaria del joven padre lo comunicara al anexo de su oficina, luego de decir que se trataba de una emergencia relacionada con Jihye.

-YAH! Dónde demonios estás!! Tenías que haber llegado acá hace media hora!! - el maduro arquitecto estaba seguro que tendría que recurrir al uso de un aparato auditivo, luego de perder el funcionamiento de su oído derecho.

-estoy en una reunión con unos clientes importantes, mocoso insolente! Si me vuel…

-Jihye te está esperando para ir al festival de comida de la escuela, lo volviste a olvidar!!!?

Ok, Eric se encontraba en más de un problema. Claro que había olvidado la promesa que había hecho por la mañana a su pequeña hija. Y claro que también había olvidado las amenazas del joven niñero en caso de no cumplirla.

Y por supuesto que no podía abandonar a Minwoo en una reunión tan importante.

-lo lamento mucho por Jihye, pero no puedo irme. Dile que la llevaré a otro parque de diversiones el fin de semana – sin hacer caso o los reclamos que se oían claramente del otro lado del teléfono, Eric colgó la llamada.

HyeSung no lo podía creer, sencillamente no podía creer el grado de descuido y crueldad del joven padre. Y rompió su corazón al encontrarse con los ojos expectantes de la pequeña niña, quien ya se había colocado un mandil de flores amarillas y fondo blanco.

-ese idiota… está bien! Jihye, manos a la obra! - luego de maldecir al joven padre, el bello niñero se colocó de pie y se dirigió a la cocina en compañía de Jihye.

La reunión de negocios se extendió mucho más de lo que Eric esperaba, culpable y cansado luego de un día tan largo de trabajo, el joven padre abrió la puerta de su casa encontrándose con todas las luces apagadas. Eran aún las 7PM, demasiado temprano para que Jihye fuera a la cama.

Los pasos de Eric avanzaban con lentitud por dentro de la casa, anticipando algún tipo de emboscada por parte del bello niñero, sabía que HyeSung estaba muy enojado por su falta de interés en las actividades escolares de su hija. Era esa la razón por la que sostenía una bolsa con una caja de galletas de sésamo en una mano para HyeSung, y en la otra una bolsa de dulces para Jihye.

Qué más podía hacer para aplacar la ira y decepción de las dos personas que debían estar esperándolo en casa?

Sin embargo, la sorpresa se hizo más grande cuando el joven padre no logró encontrar nada en toda la casa. La habitación de HyeSung estaba vacía, lo mismo la de Jihye.

El pánico empezó a apoderarse de Eric. HyeSung no había secuestrado a Jihye después de tacharlo como un mal padre, cierto?

Eric tomó su teléfono celular marcando innumerables veces el número del joven niñero. Ni una sola llamada contestada. Asustado y sin saber qué más hacer, el joven padre fue finalmente a la cocina por algo de beber que calmara sus nervios.

Y fue cuando lo vio. Pegado en la puerta del refrigerador.

“Nos fuimos al festival de la escuela. Si tienes hambre prepárate tu cena! No pienso cocinar para un hombre que pone primero el trabajo antes que a su hija! Hmph!”

El corazón de Eric regresó a su sitio. Así que eso era. HyeSung había llevado a Jihye al festival de padres en la escuela. Un momento. No se supone que era un festival de padres? Qué iba a hacer HyeSung ahí?

Dejando el vaso de agua que acababa de servirse, sobre la mesa de la cocina, el joven padre apuró el paso de regreso a su auto.

El día agotador en el trabajo no bastó para que el cuerpo de Eric envejeciera unos diez años más. HyeSung realmente estaba llegando a sus nervios.

No le tomó mucho tiempo a Eric llegar hasta la escuela, lo que sí fue un reto fue encontrar la entrada de acceso al gimnasio donde se llevaba a cabo el festival de comida. El evento había empezado hacía casi tres horas atrás y no se podía ver ni un alma rondando fuera del gimnasio. El joven padre esperaba no haber llegado muy tarde.

Y, efectivamente para alivio de Eric, el festival de comida todavía no había terminado. Pero el gimnasio se encontraba atiborrado de gente. De dónde habían salido tantas personas? Eric estaba seguro que la clase de Jihye constaba de un número reducido de niños. Así sería más difícil encontrar a su hija y al bello niñero.

O al menos una maestra que pudiera ayudarlo.

-Sr. Mun? - el cielo finalmente se estaba apiadando de Eric, el momento que la mamá de la pequeña Ariel se acercó a él para saludarlo.

-Sra. Lim, qué alivio encontrarla, estaba buscando a Jihye y…

-… HyeSung? Están del otro lado con los demás padres, esperando por el anuncio del ganador del festival – informó la Sra. Lim para alivio de Eric.

El joven padre fue escoltado por la Sra. Lim todo el camino a lo largo del gimnasio hasta que encontraron un lugar cerca del estrado principal.

-ese es mi esposo, es mejor cocinero que yo – sonrió la Sra. Lim, señalando al hombre que lucía muy nervioso esperando por los resultados.

A las 8PM y con la mayoría de las luces del gimnasio encendidas en el estrado principal, todos los padres presentes e invitados esperaban ansiosos por oír el nombramiento del platillo ganador del festival de comida de la escuela.

La directora hizo su entrada para alegría de los presentes.

-… ahora, nombraré el segundo lugar de nuestro festival – anunció la directora, luego de una breve introducción y discurso de agradecimiento.

-… con una diferencia de un voto, el segundo lugar es… sopa de cangrejo por Mun Jihye y Shin HyeSung que vino en representación del padre de Jihye. Felicidades!

Los aplausos y vítores llenaron el gimnasio, siendo la mayoría de los niños presentes que estaban muy emocionados al ver a HyeSung y Jihye subir al estrado a recibir un par de medallas de plata, que colocaron alrededor de sus cuellos, y un sobre blanco cerrado.

Una sonrisa de orgullo se dibujó en el rostro de Eric, al ver a su hija sonriente y más alegre de lo que la había visto alguna vez en su vida. HyeSung y Jihye no habían ganado el primer lugar, pero de alguna se sentía como si lo hubiesen hecho.

-qué haces aquí? - sorprendido, luego de que la directora de la escuela diera término al festival de comida y todos los padres empezaran a desaparecer por la puerta de salida del gimnasio, HyeSung se encontró con la mirada del maduro arquitecto.

-vine por ustedes, después de todo no me perdí todo el festival – sonrió Eric, tomando a su hija en brazos cuando la niña corrió a su lado, alegre de que su padre haya podido asistir al festival.

-appa, ganamos el segundo lugar!! - Jihye mostró orgullosa la medalla de plata que aún colgaba de su cuello.

-lo sé hija, felicitaciones… gracias – las últimas palabras fueron para el bello niñero que aún no se veía complacido con la presencia del joven padre.

-al menos estás acá… mañana es la reunión con los maestros, más te vale que estés presente o no te lo perdonaré tan fácilmente como ahora – advirtió el bello niñero, siguiendo a la multitud de padres que iban abandonando el gimnasio a paso lento.

Eric salió detrás de HyeSung, llevando a Jihye en brazos que seguía sonriendo por la presencia de los dos hombres en el festival de su escuela. Dentro del corazón de Jihye, se sentía como si su papá y su mamá hubieran asistido a tan importante día, y hecho las paces pacíficamente luego de la discusión de la mañana.

-Jihye! Jihye! - la pequeña niña saltó de brazos de su padre, antes que ambos pudieran llegar al vehículo donde ya se encontraba de pie Hyesung, esperando por los dos.

Ariel, Cristina y Saerom esperaban del otro lado del estacionamiento, llamando a Jihye para despedirse y, por supuesto, felicitarla por el premio obtenido en el festival.

-nunca antes la había visto sonreír tanto – Eric se acercó a su vehículo, donde se encontraba HyeSung recostado del lado de la puerta del copiloto.

-es su primera semana de padres, obvio que está contenta – respondió el bello niñero sin mirar directamente al rostro del joven padre.

-siempre estuve preocupado por ella, pensé que nunca podría desenvolverse con otras personas… pero de pronto… haz hecho muchas cosas por Jihye – las palabras eran sinceras en labios del joven padre.

-es cierto que llevaba años sin hablar cuando llegué a tu casa? - aún escéptico por lo que todos habían llamado “milagro”, HyeSung finalmente dirigió la mirada al rostro del joven padre.

-sucedió una noche una semana después del funeral de su madre. Dejé a Jihye jugando en la sala con su osito de felpa, cuando de pronto oí su llanto… fue lo último que oí de ella en ese entonces. Estaba abrazando su osito de felpa envuelta en lágrimas, le pregunté qué pasaba pero no respondía… no dijo una sola palabra en toda la noche. Y tres años pasaron sin saber qué fue lo que pasó aquel día. Todavía no me he atrevido a preguntarle qué la hizo dejar el habla repentinamente… - el rostro de Eric se tornó triste por un instante, como si los recuerdos del pasado aún dolieran frescamente en su interior.

-lo siento… - HyeSung se quedó sin palabras, observando fijamente en el rostro del joven padre, sintiendo poco a poco como una extraña sensación empezaba a revolotear por todo su cuerpo.

-vamos a casa, iré por Jihye – habló Eric repentinamente, alejándose en busca de su hija.

El bello niñero no podía quitar la vista de la espalda del joven padre mientras éste se alejaba a paso lento. Ya no podía negarlo por más que odiara la idea. Siempre había sido impulsivo pero esta ve tenía miedo, por que era más fuerte que la última vez. Si es que la última vez fue real.

-oh Dios, creo que me he enamorado de ti, Eric Mun… - aprovechando la soledad de la noche, HyeSung pudo hacer su confesión sin temer a las consecuencias.

Le tomó a Eric más de diez minutos para hacer que Jihye, finalmente, accediera a despedirse de sus pequeñas amigas e ir al auto con él. La pequeña niña aún mostraba orgullosa la medalla de plata en su cuello.

-sabes… ahora que me pongo a pensar… - el bello niñero observó detenidamente en la medalla en el cuello de Jihye, una vez que el joven padre alcanzara el auto con la niña.

-qué ocurre? - la curiosidad se pintaba inocentemente en el rostro de Eric.

-la diferencia fue de solo 1 voto… si hubieras llegado más antes hubiera sido un empate… - la expresión en el rostro de HyeSung comenzó a cambiar.

Si Eric se ponía a pensarlo, había mucha lógica en lo que decía el joven niñero.

-lo que importa es que Jihye vivió la experiencia no? - sonrió Eric su mejor sonrisa, ayudando a su hija a entrar al auto.

-pero pudimos haber ganado! - el tono de voz dulce y paciente se había esfumado del bello niñero.

-do-dónde está tu espíritu deportivo? - culpable y no queriendo despertar la ira en el muchacho, nuevamente, Eric volvió a mostrar su inocente sonrisa.

-espíritu deportivo!? Sabes lo que tuve qué hacer para tener todo listo a última hora para el festival!! Para que llegaras tarde y perdiéramos el primer lugar por 1 SOLO VOTO!! Pedazo de irresponsable!!

El estacionamiento de la escuela primaria Shinhwa se vio llena de gritos, reclamos y súplicas de ayuda, mientras el joven Shin HyeSung de 20 años de edad, perseguía por todo el estacionamiento al joven padre Eric Mun de 30 años de edad.