Chapter 5

Se Busca Mamá...

 

 El molesto ruido del reloj despertador sobre su mesa de noche al lado de la cama, lo despertó abruptamente de un salto, al punto de casi hacerlo caer del lado de la cama. No recordaba exactamente cuando había activado la alarma del aparato la noche anterior, ni mucho menos la hora que señalaba el reloj. 6AM. Una hora antes de lo que acostumbraba despertarse para ir a trabajar.

Con mucho esfuerzo y sabiendo que ya no podría volver a conciliar el sueño, arrastró sus pasos hasta el baño dentro de su habitación, observando por un par de segundos su reflejo completamente desaliñado en el espejo sobre el lavabo. La noche anterior definitivamente no le había hecho mucho bien a su apariencia. Los círculos negros alrededor de sus ojos, podían dar fe de ello.

-esto es culpa de ese chiquillo – murmuró con los ojos cerrados, haciéndose paso a tientas hasta la ducha, dejando las prendas de la pijama que vestía en el camino, yaciendo sobre el piso de loza.

El agua fría lo hizo despertar por completo, decidiendo darse su tiempo en la ducha, ya que de todos modos le sobraban varios minutos para salir a trabajar.

Veinte minutos después, envuelto en una toalla alrededor de su cintura y otra sobre sus hombros, absorbiendo las gotas de agua que aún caían por las hebras de su cabello, salió del baño con la mente más lúcida y decidido a dejar que los pensamientos que lo habían perturbado durante toda la madrugada, dejaran de molestarlo.

-hummm Minwoo se sorprenderá de verme llegar tan temprano – sonrió levemente, fijando su vista en el reloj despertador una vez más, mientras buscaba dentro de su closet por un traje para vestir.

Para un Jueves de nuevas aventuras y energías!”

Leyó con dificultad la escritura en el post-it pegado en el bolsillo del lado izquierdo de uno de sus trajes. Y parecía el traje perfecto para el día. Nada demasiado elegante, ni muy recargado; por el contrario cómodo y refrescante. Sin pensarlo dos veces, tomó el traje con una media sonrisa en los labios y procedió a vestirse.

-ese chiquillo estará mal de la cabeza pero tiene buen gusto – sonrió a su reflejo en el espejo mientras anudaba la corbata alrededor de su cuello, y daba una rápida mirada a los accesorios sobre el tocador.

Reloj de plata de corte sencillo, gemelos al juego de toque sobrio y elegante. Todo señalado de la misma manera que el traje que ahora vestía. El joven y nuevo huésped había calculado muy bien todo. La única pregunta suelta ahora, era a qué hora tuvo la oportunidad HyeSung de seleccionar el traje y los accesorios y pegar los post-its?. A estas alturas, el arquitecto ya sospechaba que había sido el mismo muchacho, el que programó la alarma de su reloj despertador, una hora antes de su horario habitual.

-quizás Minwoo tenga razón... debería contratar a HyeSung... - era la segunda vez que Eric consideraba la descabellada idea de su mejor amigo, sin embargo, aún había cierto tinte de duda y preocupación.

No había pasado ni una semana desde que HyeSung llegó a la casa de la familia Mun. Eric sentía que aún era demasiado pronto para confiar en el muchacho, más aún, confiarle el cuidado de su pequeña hija, quien parecía encandilada con el nuevo extraño.

Pero al recordar el rostro sincero, dulce y amable del muchacho; Eric sentía que podía confiar totalmente en él. Había algo extraño en HyeSung, que hacía que Eric se cuestionara así mismo más de una vez.

-ok, le daré un voto de confianza...

 

 

Sus ojos destelleaban con una alegría nunca antes conocida, recorriendo sus pequeñas manos sobre la suave tela en la parte inferior de su vestido. Una sonrisa escapó sus labios, cuando sintió las suaves cerdas del cepillo que recorría su cabello, peinándolo hacia atrás y dividiéndolo luego en dos mitades iguales.

-deja de reírte arruinarás todo – cantó la melodiosa voz a sus espaldas, tomando una de las cintas de color rosa colocadas sobre el tocador.

Jihye volvió a soltar una risita cuando una de las cintas de seda rozó una de sus mejillas, causándole un cosquilleo divertido.

-sé buena niña y quédate quieta, ya casi termino – volvió a hablar la melodiosa voz, terminando de atar la segunda cinta rosa en una de las coletas de la pequeña niña.

-woah! Perfecto! Lista para tu primer día de escuela? - giró HyeSung a la niña, observándola con ojos de admiración de pies a cabeza, revisando minuciosamente cada detalle de su vestido y peinado.

Una sonrisa de satisfacción escapó de los labios del bello muchacho, aprobando finalmente su trabajo, regresando a la niña a su posición original contra el espejo. Jihye sonrió a su reflejo, colocando luego los ojos en el reflejo del rostro del muchacho detrás de ella.

-bien Jihye, ahora... recuerdas lo que ensayamos anoche? - HyeSung llevó a la niña hasta la puerta de la habitación, deteniéndola segundos antes de abrirla.

Jihye asintió con la cabeza inmediatamente, frunciendo exageradamente los labios mientras giraba la cabeza de lado y bajaba la mirada en ademán desolador.

-hummm no cariño, tienes que hacerlo más natural... así – HyeSung imitó los gestos de la niña minutos antes, frunciendo ligeramente los labios hasta dejar mostrar un irresistible puchero, combinado con una mirada triste que definitivamente le ganaría muchos favores.

Jihye observó atentamente los gestos del bello muchacho, como la noche anterior, imitándolo una vez más, esta vez, observando su reflejo en el espejo.

-eso es linda!... creo que ya estamos listos para ver a tu padre – felicitó HyeSung a la niña, completamente complacido con su nuevo progreso.

Segundos después, HyeSung tomó a la niña fuera de su habitación, dirigiéndose escaleras abajo hasta la cocina, en busca del dueño de casa y padre de Jihye.

-recuerda sonreír mucho y portarte bien con papá – susurró el bello muchacho a la niña, un par de segundos antes de ingresar a la cocina, donde ya se encontraba Eric sentado en la mesa, disfrutando de una deliciosa taza de café recién hecha y la lectura de su periódico diario.

Apenas vio a su padre, Jihye corrió a su lado sonriendo ampliamente, quedándose de pie sólo centímetros de distancia de su silla, observándolo con ojos expectantes. Eric devolvió la sonrisa a su hija, notando luego el hermoso vestido en color blanco que llevaba puesto, combinado perfectamente con los lazos rosas en las dos coletas en las que se encontraba sujeto su cabello. La niña lucía verdaderamente adorable y angelical.

-estás hermosa hija, a qué debemos tanta elegancia? - interrogó el arquitecto a su hija, mientras la alzaba en brazos hasta colocarla sobre sus piernas.

-no lo recuerdas?... hoy es el primer día de escuela de Jihye... - ingresó la melódica voz a la cocina, respondiendo la pregunta del arquitecto, antes que la niña tuviera oportunidad de hablar.

-qué? - reaccionó Eric, fijando una no muy amable mirada, en dirección del bello muchacho de pie al otro extremo de la mesa.

 

 

-te lo dije anoche – continuó hablando HyeSung, haciendo su camino hasta los estantes en la cocina, tomando un par de platos y unas cucharas.

-no... dijiste que habías inscrito a Jihye en la escuela, pero no dijiste nada de que empezaría ya! - respondió Eric, dejando ir a su hija de su lado para que tomara asiento en la silla a su derecha

-estamos a mitad del año escolar... crees que Jihye deba seguir esperando para ir a la escuela? - respondió HyeSung con obvio tono irónico, colocando los platos sobre la mesa en el lugar de Jihye y el suyo, tomando luego una caja de cereal.

Eric fijó su mirada con molestia en el rostro del muchacho, tratando de controlar sus acciones y no estallar por completo en ira delante de su hija, menos aún, cuando ésta se mostraba muy feliz tomando una cucharada de su plato de cereal.

-quita esa cara y muéstrate más contento por tu hija, no ves que está muy feliz de poder ir a la escuela? - habló HyeSung con total indiferencia, tomando una cucharada de su cereal, mientras devolvía la sonrisa que le dirigía la pequeña Jihye, que luego cambió su mirada hacia su padre, buscando alguna señal de apoyo.

Eric no tuvo más remedio que sonreír y olvidarse de la pequeña pelea con su nuevo huésped. Después de todo, en el fondo Eric se sentía contento que su hija fuera tomando una vida normal, como cualquier niña de su edad.

-Jihye se nos hará tarde – se levantó HyeSung de la mesa luego de unos minutos, tomando los platos sucios en sus manos, mientras la pequeña niña obedecía y corría a la sala a tomar su mochila.

Eric sólo observó al par dar vueltas por la casa, hasta que ambos desaparecieron por la puerta principal de la residencia. El joven padre quedó inconforme con la partida de su hija. Jihye ni siquiera se había despedido antes de salir de la mano del nuevo huésped.

Haciendo de lado sus molestias y mirando la hora en el reloj de su mano izquierda, Eric se colocó de pie, tomó su maletín que yacía en uno de los sofás de la sala y salió también de la casa, dispuesto a dirigirse a su oficina a pesar de ser aún muy temprano.

-por fin! Creí que no saldrías nunca, se nos hace tarde! - regañó el bello muchacho parado al lado del auto del arquitecto.

Eric observó con curiosidad y asombro a su hija de pie al lado del muchacho, sonriendo ampliamente.

-que no se habían ido hace más de 15 minutos? - pronunció Eric, haciendo su camino hacia su auto.

-no pensarás que nos iremos caminando... y Jihye necesita el apoyo de su padre en su primer día de escuela – respondió HyeSung, empujando ligeramente a la niña en dirección de su padre.

Todos los argumentos e intentos por continuar discutiendo con el bello muchacho, murieron en la garganta del arquitecto, el momento que sus ojos cayeron en el rostro de su hija y el desolador puchero y ojos suplicantes, dibujados perfectamente en sus expresiones.

Eric sencillamente no pudo resistirlo.

-de acuerdo, súbanse! - masculló el arquitecto, abriendo las puertas de su vehículo.

-sabes, necesitas un asiento para niños en tu auto... es que nunca sacas a pasear a tu hija? - mencionó el bello muchacho, mientras trataba de acomodar a la pequeña niña, de la manera más segura, en el asiento trasero del auto.

Eric sólo apretó el volante del vehículo con todas sus fuerzas.

 

 

-pórtate bien hija, todo saldrá bien – daba su último mensaje de despedida, el joven padre a su hija, luego de ser requientado una vez más por el muchacho de pie en la puerta del salón de clases de Jihye, esperando para llevar a la niña dentro.

-no tienes de qué preocuparte, estaré con ella todo el día – aseguró HyeSung, tomando a la niña por los hombros, sonriendo cálidamente en dirección del joven padre.

Eric devolvió la sonrisa levemente, retirándose finalmente de la escuela, dejando a su hija sola, rodeada de mucha personas extrañas por primera vez en su vida. Una vez en el estacionamiento del colegio, Eric no pudo evitar sentirse preocupado una vez más, haciendo su camino de regreso a los corredores de la escuela, de manera inconsciente.

Bajando la mirada completamente avergonzado e intimidado por las miradas curiosas de las maestras y demás madres que abandonaban la escuela, Eric logró asomarse por la pequeña ventana en la puerta del salón de clases, logrando visualizar a su hija, sentada en una de las pequeñas mesas circulares con la cabeza baja y ojos temerosos.

El corazón de Eric dolió al ver a su hija en tal estado, deseando entrar al salón de clases y sacarla de ahí donde nadie pudiera incomodarla.

-Jihye, por qué no te presentas con tus compañeros? - se dejó oír la voz de la maestra, llamando a la pequeña niña al frente de la clase.

Jihye parecía más temerosa que antes, ante el llamado de la maestra. Eric podía jurar que su hija estaba temblando por la presión de tener todos los ojos puestos en ella.

-lo haré yo primero si no le importa, maestra – se acercó HyeSung lentamente hacia la maestra de la clase, tomando en el camino la mano de la pequeña Jihye, llevándola consigo.

-hola niños, mi nombre es HyeSung y seré ayudante de la maestra Min por dos semanas, espero que nos llevemos bien y sean buenos conmigo – se presentó muy sonriente el bello muchacho, ganando sonrisas y miradas de admiración de los demás niños de la clase.

Eric podía apostar que incluso la propia maestra observaba con ojos de admiración a su nuevo asistente provisional.

-y ahora... ésta señorita aquí, se llama Jihye y está muy contenta de estar aquí, cierto Jihye? - presentó HyeSung a la niña, arrodillándose a su lado, dedicándole una sonrisa encorajinadora.

-s-sí! - respondió la niña, brevemente con timidez.

-haremos muchos amigos aquí, cierto Jihye? - habló nuevamente a la niña el muchacho

Jihye sonrió en respuesta, girando luego su rostro al resto de la clase, sonriendo más ampliamente.

-muy bien! Empecemos la clase! - intervino la joven maestra con entusiasmo, indicando a HyeSung y la niña, que regresaran a sus respectivos lugares.

Desde el pequeño espacio en la puerta del salón de clase, Eric sonrió al ver la expresión más relajada y feliz en el rostro de su hija. Una nueva expresión más que Eric iba conociendo en Jihye, luego de años de silencio y tristeza.

-Sr. Mun! - llamó la voz levemente, asomando su rostro por un espacio abierto entre la puerta del salón de clases, segundos después que el arquitecto decidiera que ya era hora de partir a trabajar.

Eric giró sus pasos con lentitud, mostrándose sorprendido al encontrarse con el sonriente rostro de su nuevo huésped.

-no te preocupes por ella, me aseguraré que esté bien siempre – reafirmó sus palabras el muchacho, desapareciendo prontamente de regreso al interior de la clase.

Eric permaneció estático un par de minutos, para luego dejar mostrar una sonrisa en su bien parecido rostro, relajando su cuerpo de regreso a su vehículo.

 

 

-te ves muy sonriente... pasó algo hoy? - preguntó el pequeño arquitecto con curiosidad, estudiando una vez más, minuciosamente, las facciones del rostro de su mejor y socio.

Eric había estado actuando muy extraño en todo el día. Desde que llegó a la oficina, treinta minutos antes de lo acostumbrado, vistiendo una sonrisa y expresión relajada, hasta la manera en la que ahora, dibujaba trazos imposibles sobre los planos de su próximo proyecto, Minwoo podía asegurar que algo pasaba con su amigo.

-no es nada... es solo que hoy es un buen día, no? - respondió Eric con tono amigable, continuando con la mirada pegada en el papel en el que llevaba trabajando casi toda la mañana.

Era el trabajo más extenuante que les había tocado desde que decidieron abrir su propia firma de arquitectos, y Eric parecía como si la complejidad del diseño y requerimientos del cliente, no fueran nada en ese instante. Ni una sola muestra de cansancio o fastidio, se habían dejado ver en el arquitecto en toda la mañana.

-buen día eh?... acaso no has visto por la ventana?... está lloviendo desde hace media hora... - remarcó Minwoo, dando una fugaz mirada a través de la ventana en la oficina.

El lápiz en manos del arquitecto cayó de pronto, mostrándose sorprendido y aturdido por primera vez en el día.

-oh no... no creo que hayan llevado un paraguas... - habló Eric para si mismo, consultando la hora en el reloj en su mano izquierda.

-woah! Buen reloj!... quería comprármelo la semana pasada, pero estaba fuera de mi presupuesto... es por eso que estás tan contento? - mencionó Minwoo, dando una mirada de pies a cabeza a su amigo.

Eric dirigió una mirada extraña al pequeño hombre frente suyo.

-acaso ganaste la lotería?... hasta traje nuevo te compraste! Tengo envidia, esos son de edición limitada! - volvió a señalar Minwoo el atuendo del joven padre, haciéndolo sentir aún más confundido.

Y fue cuando todo encajó ligeramente en la cabeza de Eric. Cuando abrió su clóset esa mañana, el joven padre dudó por unos segundos, cómo había encontrado su joven huésped, el fino traje colgado en la parte delantera entre los demás viejos trajes. Tampoco Eric recordaba de donde había conseguido el reloj de plata que acababa de consultar en su mano izquierda. Ni mucho menos, quién obsequió a su hija el hermoso vestido blanco que vestía esa mañana. O la adorable mochila rosa donde Jihye llevaba sus cuadernos y una hermosa caja de crayones.

Todo lo que vino a la mente de Eric en ese entonces, fueron cinco palabras. Tarjeta de crédito sin límites. Para ser más exactos, SU tarjeta de crédito sin límites, la misma que había entregado a su joven huésped el día anterior, rindiéndose luego que éste no dejara de quejarse por la falta de alimentos en la despensa de la residencia.

Una vez más, el voto de confianza que había puesto en su joven huésped, desapareció como el humo.

-ese chiquillo!!!- se colocó de pie Eric, tomando su saco y las llaves de su auto, ignorando los llamados de su amigo, mientras cerraba de un fuerte golpe la puerta de su oficina.

En el interior de la abandonada oficina, Minwoo se mostró más confundido que su mejor amigo minutos antes.

Todo el buen humor de Eric se había evaporado.

 

 

Sentada en una esquina del salón de clases, cinco minutos después que la maestra anunció un pequeño descanso de veinte minutos, viendo a los demás niños jugar y hablar entre ellos, compartiendo la comida en sus loncheras y riendo altamente, la pequeña Jihye se sentía atemorizada. HyeSung se había retirado apenas sonó el timbre anunciando el pequeño receso, acompañando a la profesora en busca de material didáctico para el final de la clase.

Con la mirada baja y sujetando la falda de su vestido, Jihye sentía que en cualquier momento podía romper en llanto. De pronto estaba sola en medio de esa bullerío de niños que parecían ignorarla en su momento de regocijo.

-hola... por qué no juegas con los demás? - una voz suave y baja entró a los oídos de la niña, haciéndola sentir más temerosa.

A parte de HyeSung y los amigos de su padre, Jihye no había hablado con nadie más desde que decidió abrir la boca, luego de tres años de silencio.

-no sabes hablar?... - volvió a hablar el niño, mirando intensamente el rostro atemorizado de la niña.

-si sabe... es sólo que es tímida... - para alivio de Jihye, la voz familiar de su oppa favorito intervino, lanzándose sobre él sin dudarlo, como si acabara de ser rescatada en medio de una situación de peligro.

-oh linda no tienes de qué temer, Gabriel sólo quiere ser amable – aseguró HyeSung, señalando con la mirada al niño que observó con ojos dolidos, las acciones de la pequeña Jihye.

La niña giró su vista lentamente, observando por primera vez el rostro amable y dolido del niño frente a ella. Gabriel sonrió automáticamente, mostrándose lo más amable posible a los ojos de Jihye, quien volvió a hundir su rostro en el cuello de su oppa favorito.

-Jihye, no seas tan tímida, Gabriel quiere ser tu amigo... - habló HyeSung a oídos de la niña, soltándose de su agarre, tomándola de la mano gentilmente hasta dirigirla a la mesa donde se encontraban jugando los demás niños.

Aún temerosa pero segura, de la mano de HyeSung, Jihye tomó asiento en una de las pequeñas sillas, temblando ligeramente cuando las miradas de los otros niños en la mesa, cayeron en ella.

-niños, ya conocen a Jihye, no?... me harían un favor? Pueden cuidar de ella mientras termino de ayudar a la maestra? Se dirigió HyeSung a los niños, sonriéndoles dulcemente hasta que obtuvo respuestas positivas.

Complacido con su trabajo, HyeSung dejó a Jihye en la mesa, asegurándole una vez más que iría en su auxilio si la niña no se sentía cómoda entre el círculo de niños extraños.

-hola... soy Ariel, seamos amigas – sonrió una de las niñas en la mesa, apenas HyeSung se retiró en búsqueda de la maestra.

Jihye alzó los ojos al rostro amigable de Ariel, sonriendo tímidamente en respuesta.

-en qué trabaja tu papá? - habló Gabriel de pronto, sentándose en la silla libre al lado de Jihye, alcanzándole un pedazo de las manzanas que estaba comiendo sobre la mesita.

Jihye tomó la fruta de buena gana, relajándose al ver cómo los demás niños también compartían sus comidas entre sonrisas.

-mi papá dibuja y construye edificios... - respondió con seguridad y orgullo la niña, comiendo un pedazo de las manzanas ofrecidas.

-ah! Mi papá trabaja en un edificio! tu papá lo dibujó?... - continuó la conversación Gabriel, recibiendo una sonrisa orgullosa en el rostro de la pequeña Jihye.

 

 

Para el final del día y una vez terminado de dejar en orden todo el salón de clases, HyeSung y Jihye fueron los últimos en salir, quedándose paralizados frente a la puerta de la escuela, viendo la lluvia caer con fuerza.

Esto era algo que definitivamente HyeSung no se había esperado.

-creo que tendremos que llamar un taxi... - miró de lado HyeSung a Jihye, disponiéndose a sacar su teléfono celular del bolsillo derecho de su pantalón.

-imaginé que seguían aquí... - llegó la voz por detrás del muchacho y la niña, notando estos como una sombre oscura se posaba sobre sus cabezas.

-vamos al auto – volvió a hablar la voz, empujando ligeramente al muchacho, instándolo a iniciar la marcha en dirección del estacionamiento.

HyeSung obedeció en silencio, tomando a la pequeña Jihye de la mano, mientras el arquitecto caminaba detrás de ellos, sosteniendo el paraguas sobre sus cabezas.

-no todo te sale tan bien, eh?... no calculaste que llovería – mencionó Eric, abriendo la puerta de su auto para el muchacho.

HyeSung sospechó que había algo extraño en el tono de voz del arquitecto, dejándolo pasar por el momento en lo que duraba el viaje de regreso a casa.

-cariño ve a cambiarte de ropa... - comandó HyeSung a la niña, enviándola a su habitación mientras él quedaba a solas con el arquitecto y dueño de casa.

La planta baja de la casa quedó en silencio, Eric retiró su saco con cuidado, dejándolo sobre uno de los sofás, mientras se preparaba mentalmente para lo siguiente.

-está bien, algo te pasa, qué es?... - habló HyeSung primero, sentándose sobre el sofá con una botella de agua en manos.

-se puede saber quien te autorizó a comprar todas estas cosas! - alzó la voz Eric, tratando de sonar lo más severo posible.

-no esperabas que Jihye fuera a su primer día de clases con esa ropa fea y vieja... lo mismo tú... - susurró la última oración el muchacho, esperando que el arquitecto no lograra oírlo.

-YAH!! sobregiraste mi tarjeta! - alzó aún más la voz Eric, empezando a perder la paciencia.

-cuál es el problema?, en unos días entregarás los planos en los que estás trabajando, te darán un adelanto que ayudará a cubrir una parte de las cuentas de la tarjeta... no es el fin del mundo! - respondió HyeSung sin interés, tomando un sorbo de la botella de agua en sus manos, tomando el control remoto del televisor.

-UNA PARTE!! cuánto gastaste!! - terminó por perder la paciencia Eric, irritado por el desinterés del muchacho en la discusión.

-en lugar de gritar, deberías agradecerme que haga algo por tu estilo ropa, Dios! Cuando fue la última vez que fuiste de compras? - pronunció HyeSung con disgusto.

-papá, por qué le estás gritando a HyeSung oppa? - bajó la pequeña Jihye por las escaleras, corriendo a abrazar al muchacho en el sofá.

-no es nada cariño, papi solo está cansado... vamos arriba a hacer tu tarea – tomó HyeSung a la pequeña Jihye, dejando solo al furioso padre en la sala.

-YAH! A donde vas! No he terminado de hablar contigo! - llamó Eric más furioso.

-lo siento, Jihye tiene mucha tarea, te parece si lo dejamos para después? - habló HyeSung sin interés, desapareciendo en la planta alta de la residencia.

Eric quedó con la boca abierta y el rostro hirviendo en furia, resignándose a verse perdedor en una discusión que sólo a él le importaba.  

 

 

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Thank you!
Shinbella
Chapter 13: Regla básica de la autora!!... No leer el capítulo antes de publicarlo o no lo publica nunca! XDD
Tomó un tiempo pero lo hice!!!... Gracias a las que siguen leyendo esta historia!!
Nos vemos en la sgte. Actu!!

Comments

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ArkangelValeria #1
Chapter 14: Y gracias por regresar. Entiendo perfectamente las complicaciones de actualizar. pero igual seguimos esperando por tus historias!!!
ArkangelValeria #2
Chapter 14: Que buen capítulo. Gracias por actualizar!! Lo esperaba con mucho entusiasmo!!
missstery #3
Chapter 14: Que bueno que decidieron darse una oportunidad, espero y su relación funcione y puedan ser una linda familia. Ahora quiero saber quién es ese chico que quiere regresar a Seúl y como va a afectar la historia, no puedo esperar por ello. Ojalá y pronto Andy se decida a darle una oportunidad a Jin. Me encanto ver a un Eric celoso, y no solo por Hyesung, sino por su hija, así son todos los papás. Por cierto, bienvenida de vuelta, siempre es un gusto ver una actualización de cualquiera de tus historias, son muy buenas. Créeme que te comprendo, si a veces incluso no hay tiempo ni para leerlas, me imagino que para escribir es aún más difícil. Aun así seguiré esperando por la siguiente actualización, pues me gustan mucho tus historias. Gracias.
ArkangelValeria #4
Chapter 13: Ahhhhhhhhh!!!!!! Ups. Lo siento de nuevo... Pero no puedo más!! Necesito mas de Ricsung!!!!. Excelente historia!!! Sigo esperando...
turyka #5
Chapter 13: Yay Sungie se dió una oportunidad, me encantó el capítulo...
turyka #6
Chapter 12: Noooo!! necesito más!!! Me muero no pensé q iba a pasar tan rápido pero me encantó.
Excelente capitulo.. Adoro tus historias..(^^)v
Shinhwa_24 #7
Chapter 12: Estoy demasiado atrapada con esta historia!!! Cómo que no otra vez!!! Por favor el próximo capítulo!!!
anurim #8
Chapter 11: Kyaaaaaaa!!! Que emocionante!!! :) su primer beso!!! Gracias x la actualización mi autornim!!!!
missstery #9
Chapter 11: Es bueno ver una actualización de este fic, me gustó mucho este capitulo, por fin se besaron. El amor está en el aire como dice la canción, parece que ambos ya aceptaron sus sentimientos ante el otro, ahora solo queda ver la reacción de cada uno después de esto. Gracias por esta actualización, estaré esperando por el siguiente cap. Además no te preocupes es entendible que después de tanto trabajo ya no lo leyeras (y que bueno que tal si te arrepentías de publicarlo) pero creo que no seré la única que piense que te quedo muy bien, gran trabajo y sigue adelante.
LeeYoonMin
#10
Chapter 11: woo thank youu for this authornim!! =)) i hope update again soon <3 <3