Chapter 8

Se Busca Mamá...

 

-en serio? Crees que HyeSung oppa podría ser tu mamá de verdad? - la pequeña voz salió con tono sorprendida, observando con los ojos abiertos el reflejo en el espejo de la niña que llevaba cepillando su cabello los últimos cinco minutos.

Jihye asintió con una sonrisa de ensueño, tomando los lazos rojos sobre el pequeño tocador de madera, colocándolos uno a uno sobre el cabello de su amiga.

-si papá y HyeSung oppa se casan, entonces él será mi mamá! - aseguró una vez más Jihye, soltando el cabello de su pequeña amiga, satisfecha con su trabajo.

-pero tu papá si quiere casarse con HyeSung oppa? - intervino en la conversación una tercera voz que había permanecido atenta desde su posición sobre la cama de la anfitriona de la casa, donde se encontraban las niñas disfrutando de una pequeña pijamada entre amigas.

Le había costado mucho trabajo a HyeSung convencer a Eric de dejar ir a Jihye a la pijamada en casa de la familia Lym, donde la pequeña Ariel era la anfitriona de la noche. Era la segunda pijamada para Jihye, luego de la primera que se realizó en su casa gracias a la iniciativa de su bello niñero, quien no tuvo mejor idea para que la niña gane confianza entre sus amigas, que organizar una pijamada en casa.

Y a pesar de los reclamos y quejas de Eric al ver su casa invadida por las cuatro niñas, la pequeña reunión se llevó con total éxito, haciendo que Jihye se acercara más a sus amigas.

Ahora le tocaba al joven padre ver partir a su pequeña hija, y pasar la noche en vela pensando en si su hija lo estaba pasando bien en una casa ajena. Para Eric era difícil hacerse a la idea que su hija al fin estaba tomando la vida normal de una niña de su edad.

-pero si HyeSung oppa se casa con tu papá, entonces ya no se casará contigo – decidió intervenir otra de las niñas, rompiendo el silencio en el que las demás habían caído.

-no importa! Yo sólo quiero que papá sea feliz… - respondió Jihye con firmeza.

-pero cómo harás para que se casen?… - interrogó Ariel, la pequeña anfitriona de la pijamada.

Jihye quedó pensativa por unos minutos, tratando de hallar una respuesta a este nuevo problema en su cabeza.

-la gente no se casa sólo porque los demás lo quieran – intervino de pronto la voz ajena a la conversación, abriendo la puerta de la habitación.

-tú no estás invitado! Fueraaaa!! - se dirigió Ariel a su hermano gemelo.

-ustedes son muy bulliciosas! No me dejan dormir! - se quejó el niño, corriendo a sentarse sobre la cama.

-pero es una fiesta solo para niñas – aclaró Cristina, una de las invitadas a la pijamada.

-si no me dejan quedarme, le diré a mamá que están tramando cosas feas contra el papá de Jihye! - respondió Gabriel, mostrando la lengua a todas las niñas presentes.

-no estamos tramando nada! Sólo queremos ayudar a Jihye! - habló ahora Sae Rom, molesta con la presencia del único niño en toda la casa.

-no son cosas feas! Sólo quiero una mamá y que papá sea feliz… - intervino Jihye, evidenciando una triste expresión en su rostro al término de sus palabras.

Gabriel dio una mirada sentida a la pequeña niña, lamentando haber interrumpido la reunión entre su hermana y sus amigas.

-no te pongas así, todos te ayudaremos a que HyeSung oppa se case con tu papá – se acercó Ariel a Jihye, colocando una mano consoladora sobre su hombro.

Gabriel movió la cabeza en ademán negativo, dando una mirada reprobatoria a las niñas a su alrededor.

 

 

La noche se oía calmada y ensoñadora, una sonrisa se dibujó en su rostro, mirando ligeramente el frasco de burbujas en su mano derecha, vertiendo un poco del contenido en la tina que ya había llenado con agua hasta el tope. Jihye pasaría la noche en casa de la pequeña Ariel, lo que le daba el momento perfecto para relajarse y disfrutar de un merecido baño de burbujas.

Tarareando una de sus canciones favoritas y con esa sonrisa mágica que no dejaba su rostro, soltó el lazo de la bata que cubría su cuerpo, colocándola sobre el perchero a unos centímetros de la tina de baño.

El agua temperada se sentía tan exquisita contra su piel, las burbujas cubrían perfectamente su cuerpo hasta la mitad de su torso, acariciando su delicada piel, haciéndolo sentir como si estuviera en las nubes. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que pudo disfrutar de un baño así.

Los recuerdos asaltaron su cabeza, haciéndolo arrugar la nariz en disgusto, sacudiendo todos los pensamientos negativos y volviendo a sumergirse en la sensación de placer que las burbujas provocaban en su cuerpo.

Una cierta melancolía lo invadió luego; extrañaba su casa, extrañaba sus padres y los días en los que no tenía que preocuparse por nada. Si tan solo pudiera retroceder el tiempo un poco más.

-yah! Qué estás haciendo acá! - la repentina voz, que era una mezcla de sorpresa con enojo, rompió su concentración en las burbujas, abriendo los ojos ampliamente, reconociendo el rostro rojo encendido del dueño de casa.

-no sabes tocar puertas? - ignorando la expresión en el rostro del maduro arquitecto, se colocó de pie sobre la tina, estirando un brazo en dirección al perchero, tomando la blanca y cómoda bata que se encontraba colgando ahí.

-no sabes respetar el espacio privado!? - contra-atacó Eric, girando el rostro de lado, resistiendo la tentación de mirar en dirección del bello y joven muchacho que aún no terminaba de colocarse la bata sobre su cuerpo desnudo.

-dijiste que vendrías tarde – se defendió HyeSung, dando dos pasos fuera de la tina, soltando la coleta que sujetaba su cabello, re-acomodando las hebras que se encontraban desaliñadas.

-es tarde! Son más de las 10PM!! - respondió Eric, rojo de rabia y vergüenza.

El rostro de HyeSung no lo podía creer. Cuánto tiempo había pasado en esa tina? Sus sentidos regresaron luego, como si estuviera despertando de un trance, tomando su oportunidad para entrar en pánico, girando el rostro con una mano sobre sus ojos y el rostro encendiéndose como si estuviera ardiendo.

-yah! No podías ponerte algo!? - se dirigió de manera acusativa al dueño de casa, señalando con un dedo en dirección a su pecho desnudo.

Eric no podía sentir más vergüenza de la que ya recorría su rostro. Rápidamente, el maduro arquitecto tomó una de las toallas del estante a su derecha, envolviéndose torpemente.

-es tu culpa! Quien te manda a entrar en mi baño! - se defendió Eric, haciéndose a un lado, dando paso al muchacho para que saliera del baño.

-si remodelaras el cuarto de visita como te dije, no tendríamos estos problemas! - reclamó HyeSung, saliendo de la habitación de su jefe.

La indignación de Eric creció aún más, no pudiendo seguir argumentando cuando el muchacho cerró la puerta a sus espaldas, dejándolo completamente solo en su habitación.

 

 

Los siguientes días fueron un poco incómodos para los dos hombres. Eric y HyeSung parecían haber hecho un acuerdo silencioso, evitándose el uno al otro por casi una semana entera. La pequeña Jihye no entendía lo qué ocurría entre su padre y su niñera, llegando a preocuparse de una posible separación entre los dos hombres.

-te pasa algo? - la voz de la pequeña Ariel llegó a oídos de Jihye, combinada con una pequeña mano que acariciaba su cabello suavemente.

A una lado de Ariel, el pequeño Gabriel observaba el rostro triste y decaído de Jihye.

-papá y Oppa están enojados… - respondió la niña con un puchero triste en los labios.

La respuesta de Jihye llamó la atención de las demás niñas que se disponían a salir del salón de clases y tomar su corto tiempo de descanso, rodeando su pupitre en un segundo, llenando el silencio del salón con miles de preguntas que se disparaban al mismo segundo.

Luego de un breve resumen por parte de Jihye sobre la reciente actitud que habían tomado su padre y su niñera para con el otro, las niñas se encontraban confundidas, tratando de reunir ideas que podrían resolver el pequeño problema de Jihye.

-cuando mamá está enojada con papá, papá le da flores – habló Cristina, sentándose en el asiento vacío al lado de Jihye.

-mi papá lleva a mi mamá a cenar – intervino Sae Rom.

-papá dice que es mejor si él mismo prepara la cena, y mamá se pone muy contenta – esta vez la que habló fue Ariel, sonriendo con su propia idea.

-todas ustedes están locas! A ningún hombre le gusta que le regalen flores! Y además, el papá de Jihye y HyeSung hyung NO están casados! - intervino Gabriel, cansado e irritado con la conversación sin sentido de sus compañeras.

Todas las niñas direccionaron sus miradas molestas hacia el pequeño niño que de pronto lucía intimidado.

-pues eso es lo que estamos pensando, y si no te gusta no te metas! - enfrentó Ariel a su hermano, empujándolo con sus dos pequeñas manos, tratando de sacarlo del salón de clases.

Los niños discutieron en todos los treinta minutos de descanso otorgados por la maestra, hasta que el timbre sonó y sus demás compañeros regresaron al salón de clase, viéndose obligados y separarlos y calmar la discusión. De lo contrario, más de un niño hubiera terminado en detención ese día.

-HyeSung Oppa!! - llamaron las niñas sonrientes, corriendo al mismo tiempo en dirección del bello muchacho que esperaba tranquilamente en la puerta de la escuela.

-hoy están de buen humor, eh niñas? - saludó HyeSung a cada una de las niñas, colocando una mano sobre el cabello de cada una.

-podemos ir a comer galletas con Jihye? - aprovechó su oportunidad Ariel, colocando su mejor sonrisa.

-claro que si! Si sus padres se los permiten – respondió HyeSung a la niña.

La pequeña Ariel y las demás niñas buscaron inmediatamente a sus madres, solicitando el permiso para pasar la tarde en casa de Jihye, éstas no dudaron en otorgarles su asentimiento, conociendo ya al bello niñero favorito del grupo de niñas.

-a ti nadie te invitó – se dirigió Ariel a su hermano gemelo, soltando su mano en medio del camino a pie hacia casa de la familia Mun.

-Ariel, no seas severa con tu hermano, Gabriel vino para cuidarte – regañó dulcemente HyeSung a la niña, tomando luego la mano del pequeño Gabriel, asegurándose de no perder a ningún niño en el camino.

Gabriel no se veía muy contento con la mano del bello niñero sujetando la suya, pero cuando su mirada caía en la sonrisa de la pequeña Jihye que iba asida de la otra mano del muchacho, la molestia en su rostro se suavizaba.

 

 

-tienes idea de por qué retrasaron la inauguración de restauración del Resort? - habló el pequeño arquitecto, sujetando en ambas manos el fax que acababa de recibir directamente del directorio principal de uno de sus más importantes clientes.

-el Sr. Ahn está esperando que su hijo regrese de China – respondió Eric sin interés, concentrado en los trazos del plano en el que llevaba trabajando toda la mañana.

Minwoo hizo una mueca, regresando el papel a un lado de su escritorio, revisando inmediatamente por tercera vez en el día su correo electrónico, esperando por “esa” noticia que lo tenía tres días enteros sin dormir.

Un decepcionado suspiro llenó el silencio de la modesta oficina de los dos maduros arquitectos. La espera se hacía cada vez más tortuosa para al arquitecto Lee Minwoo. Si tan solo pudiera acelerar el tiempo.

-el contrato de Taipei está casi terminado – la voz profunda de su socio y mejor amigo, regresó las esperanzas al alma inquieta del pequeño arquitecto.

-por cierto… aún no le he dicho a Dongwan que HyeSung está en tu casa, tendrás que cubrirme – la voz suave y calmada de Minwoo sacó a Eric de la concentración en su trabajo.

El pequeño abogado pudo sentir ese par de ojos profundos perforando en un punto central en su cabeza. Había pasado casi seis meses desde la llegada de HyeSung a Seúl.

-me estás diciendo que Dongwan cree que HyeSung está viviendo contigo? - la pregunta sonó más como un reclamo, adjunto con un ceño fruncido que indicaba que el maduro arquitecto no estaba muy contento con la reciente noticia.

-HyeSung es como el hermanito menor de Dongwan… no podía decirle que de hecho mandé a su primito a vivir contigo… - explicó Minwoo, arrepintiéndose luego de no haber continuado con el silencio y dejar que Eric regresara a su trabajo.

-y por quedar bien con Dongwan, ahora YO tengo que arreglar el problema!?… cómo es que has estado ocultándole esto a Dongwan por tanto tiempo!? - la ira de Eric iba en aumento, conforme sus ojos se encontraban con la mirada inocente de su colega y mejor amigo.

-le pedí a HyeSung que no dijera nada y hablara con Dongwan por teléfono en las mañanas, para que no se diera cuenta que no estaba en mi casa… de todos modos Dongwan nunca habla conmigo… - ni el profundo puchero en sus labios y la mirada de decepción en el rostro del pequeño arquitecto, logró que el aura oscura alrededor de Eric Mun se desvaneciera.

-tienes idea del problema en el que estamos! Será un milagro si Dongwan no nos mata! - la rabia de Eric se hizo presente, estampando el lápiz de madera en su mano derecha sobre el escritorio donde todavía yacía incompleto el plano abandonado. La concentración y los deseos de seguir trabajando habían abandonado el cuerpo del maduro arquitecto.

De pronto era como si Eric acabara de envejecer diez años más. Con todos los pensamientos llenando su cabeza las últimas semanas, uno más a la lista definitivamente estaba llenando su límite.

-no seas dramático! No es como si le hubiéramos hecho algo a su primito – respondió Minwoo sin mirar a su mejor amigo, no notando la expresión dubitativa en el rostro de Eric.

Y es que precisamente era ahí donde yacían los principales problemas de Eric Mun las últimas semanas. Había más de una tentación robando las noches de sueño del maduro arquitecto.

 

 

El sonido de pequeños pasos yendo a gran velocidad en el piso superior de la acogedora casa, robó una sonrisa al muchacho que terminaba de colocar una bandeja dentro del horno de la cocina. Era divertido tener más de un niño en casa. El corazón de HyeSung se sentía más cálido oyendo las risas y pasos de las pequeños niños en el piso superior.

-HyeSung oppa está haciendo galletas! - anunció rápidamente y con tono de alarma la voz de la pequeña SaeRom

-tenemos que apurarnos! - ordenó la pequeña Ariel, dando una mirada significativa a la pequeña Cristina, quien no demoró en tomar su mochila y salir con mucho cuidado de la habitación, donde llevaban más de una hora elaborando un “plan de acción” para acabar con la pequeña pelea entre el padre de Jihye y la niñera que las niñas adoraban como si se tratara de una especie de idol.

La emoción y expectativa brilló en el rostro de las pequeñas niñas, juntando nuevamente sus rostros alrededor del teléfono celular color rosa que reposaba en medio de la cama de la dueña de la habitación.

-estás segura de llamar a Sunmi unnie? - el rostro de Jihye se llenó de muchas dudas repentinamente.

-si llamo a mi mamá, probablemente avisará a HyeSung oppa… - aseguró Ariel, empezando a marcar el número de su prima en el teléfono celular.

-pero… a Sunmi unnie le gusta HyeSung oppa… - volvió a quejarse Jihye, suspirando derrotada cuando la llamada fue contestada, y una emocionada Ariel no tuvo que esforzarse demasiado para lograr que su universitaria prima accediera a ir por las niñas a casa de Jihye.

-no te preocupes, sólo tienes que abrir la puerta y nosotras nos iremos rápido… - volvió a asegurar la pequeña Ariel, dando luego una mirada curiosa en dirección de su hermano gemelo, quien no se había movido ni un centímetro de su lugar en la silla del pequeño escritorio ubicado en una esquina de la habitación en color rosa.

Gabriel había permanecido silencioso y distante todo el tiempo desde que las niñas ingresaron a la habitación. El pequeño niño era la única voz en contra del astuto “plan de acción” de las niñas.

-haz algo útil y vigila a HyeSung oppa – ordenó Ariel a su hermano.

-por que tengo que ir yo!… ustedes están locas! - respondió Gabriel, molesto por ser casi echado de la habitación.

-Jihye, tu papá acaba de llegar!!! - informó la pequeña Saerom, interrumpiendo la breve discusión entre los dos hermanos.

-es tu turno Jihye!!! - corrió Ariel hacia la dueña de la habitación, empujando con sus dos pequeñas manos hasta que Jihye estuvo completamente fuera en el pasillo, esperando por la llegada de su padre.

-cuando el papá de Jihye se entere de lo que están haciendo… - amenazó Gabriel, siendo callado inmediatamente por las dos pequeñas manos de su hermana menor.

-papá!! - se oyó la voz emocionada de la pequeña Jihye.

-tuviste un buen día en la escuela? - interrogó Eric afectuosamente a su hija, tomándola en sus brazos.

Jihye asintió adorablemente con la cabeza, rodeando el cuello de su padre con sus dos pequeños brazos.

-papá, las niñas quieren probar tu sandwich de atún! - pidió con voz adorable la pequeña Jihye, apoyando su cabeza en el hombro de su padre, colocando su mejor mirada suplicante.

Eric no podía resistirse a tan adorable acto de su hija.

 

 

Una hora después y luego del regreso de la pequeña Cristina, quien logró escabullirse y regresar a casa de la familia Mun con éxito, las pequeñas niñas se encontraban una vez más reunidas en la habitación de Jihye, lanzando bolas de papel al piso cada vez que sus intentos de escritura fallaban sobre la hoja.

-no! Tienes que hacerlo más derecho! Así no parece que lo escribió un adulto! - regañó Ariel por cuarta vez, siendo la víctima de turno la pequeña Saerom.

-es por que todos acá tenemos seis años! Si quieres que parezca la escritura de un adulto, consigue a uno que lo haga! - exclamó Gabriel, cansado de oír los regaños de su hermana gemela.

En la última media hora, Ariel había regañado a todas las niñas en la habitación, cada quien tomando turnos diferentes para escribir en las hojas de papel que yacían en el piso.

-ya sé! Y si se lo pedimos a Sunmi unnie? - como si se hubiera prendido un foco invisible en la cabeza de la pequeña Cristina, la idea hizo sonreír a las demás niñas.

Diez minutos después y antes que la prima universitaria de los gemelos Lym, tuviera la oportunidad de tocar el timbre de casa de la familia Mun, la muchacha fue interceptada por dos de las niñas que se escabulleron nuevamente fuera de la residencia.

-qué van a hacer con esto? - interrogó Sunmi a las dos niñas, entregando la hoja de papel que acababa de escribir a petición de éstas.

-estamos jugando reto o castigo, nos tocó reto – respondió una de las niñas, desapareciendo rápidamente dentro de la residencia.

-espera 20 minutos y tocas el timbre!! - informó otra de las niñas, corriendo al lado de su compañera.

-listo! Ahora es tu turno Jihye! - sonrió la pequeña Ariel, entregando la hoja de papel y el ramo de flores traído por Cristina hacía una hora atrás. Flores que habían sido recolectadas del jardín de los vecinos aledaños.

Con mucho cuidado de no ser vistas, las niñas salieron de la habitación a pasos ligeros dejando solo en el camino a la pequeña Jihye, quien se colocó frente a la puerta de la habitación de su niñera, sosteniendo la hoja de papel recién entregada y el ramo de flores preparado por las niñas.

Regañando con la mirada a sus pequeñas compañeras, Gabriel se unió a las demás niñas, bajando por las escaleras con cuidado de no hacer ningún ruido.

Jihye suspiró profundamente, tomando valor mientras colocaba en el piso el ramo de flores y la hoja de papel, tocando luego la puerta de la habitación y desapareciendo a gran velocidad dentro de su habitación.

El timbre de la casa de la familia Mun fue oído brevemente, no dando la oportunidad al maduro arquitecto de abrir la puerta de su propia residencia, siendo interrumpido por el grupo de niños que apareció de la nada aglomerándose frente a la puerta.

-ahh! Hola Sr. Mun… pensé que HyeSung oppa estaba en casa… - susurró Sunmi en voz baja sus últimas palabras, mostrándose sorprendida por la presencia de los niños y el joven padre.

-mamá mandó a Sunmi unnie por nosotros. Adiós Sr. Mun!! - se despidió rápidamente Ariel, siendo seguida por su hermano y el resto de las niñas.

En pocos segundos, Eric quedó solo frente a la puerta de la residencia, tratando de explicarse lo que acababa de suceder.

 

 

A pesar que los días habían pasado, HyeSung todavía se sentía avergonzado por el accidente en la habitación de su jefe. Era raro e incómodo enfrentar a Eric cara a cara. Y era esa la razón por la que el joven muchacho había huido a su habitación, el momento que el maduro arquitecto ingresó a la cocina, decidido a preparar el sandwich de atún a pedido de su pequeña hija.

HyeSung se encontraba ahora recostado en su cama, tratando una vez más de olvidar lo sucedido días atrás, y concentrarse nuevamente en sus planes futuros. Europa. Pero la concentración del bello niñero se vio interrumpida, cuando un pequeño golpe en su puerta lo hizo saltar de la cama.

El rostro de HyeSung no pudo verse más sorprendido al encontrar un ramo de flores fuera de su habitación, junto con una pequeña hoja de papel, cuyo contenido lo dejó aún más desconcertado.

Siento lo sucedido. Ven al comedor en diez minutos”

La nota definitivamente se leía extraña para el joven muchacho, quien mostró muchas dudas antes de verificar la hora en su teléfono celular, y regresar luego al interior de su habitación.

Diez minutos pasaron lentamente, mientras el joven niñero se debatía entre seguir las indicaciones en la pequeña nota, o hacer caso omiso y fingir que no había leído nada. De todos modos, por qué haría Eric algo así?. Por qué las flores en su habitación?. El corazón de HyeSung se agitó, al sentir el suave aroma que emanaba del ramo de flores que había colocado sobre su tocador.

Todo se sentí tan extraño pero a la vez tan atrayente. El joven muchacho había estado luchando las últimas semanas con sus nervios, cada vez que el maduro arquitecto se encontraba alrededor. HyeSung sabía que sus pensamientos no eran correctos, y mucho menos quería acarrear otro problema más a los que ya tenía con sus padres y lo que había dejado en casa.

Los últimos pensamientos del bello niñero lo llevaron a dejar caer la nota en sus manos sobre la cama, saliendo de la habitación en busca de la pequeña Jihye. Si iba a dar ese paso, al menos HyeSung iba a asegurarse de llevar un escudo protector consigo; pero grande fue su decepción al encontrar a la pequeña Jihye durmiendo sobre su cama. El bello niñero no tuvo corazón para despertar a la niña, resignándose a ir solo al encuentro del maduro arquitecto.

Una adorable sonrisa de satisfacción se dibujó en el rostro de la pequeña Jihye, al sentir la puerta de su habitación cerrarse. Su plan definitivamente tendría éxito.

-qué estás haciendo? - la curiosidad ganó al bello niñero, olvidando su primera resolución de ser distante y no permanecer más de cinco minutos cerca a Eric Mun.

-preparaba unos sandwichs para los niños… - respondió Eric con tono incómodo, tomando la bandeja de sandiwchs en sus manos, de pronto olvidando lo que estaba haciendo.

Había pasado mucho tiempo desde que el bello niñero le dirigía la palabra de manera tan directa.

-hey! Quieres comer algo? - tratando de romper el incómodo silencio que había caído entre los dos hombres, el maduro arquitecto señaló inocentemente la mesa del comedor que lucía preparada para dos personas.

Los nervios de HyeSung se hicieron presentes nuevamente.

-de hecho… sólo vine por…

-muy bien, ya estoy cansado de esto! - la repentina reacción de Eric aumentó los nervios del bello niñero, quien retrocedió unos pasos, temeroso del siguiente movimiento del joven padre.

 

 

Los minutos y el silencio nunca fueron tan tortuosos. La incomodidad y extraña atmósfera seguía creciendo. Dos hombres sentados en la hermosa y pequeña mesa, uno a cada extremo, esperando por que el otro iniciara la conversación, no siendo capaz ninguno de decir una palabra, incómodos y más avergonzados al mismo tiempo.

-escucha… si querías disculparte por lo de aquella vez, no era necesario las flores – queriendo huir rápidamente del incómodo momento, HyeSung tomó valor para hablar primero, tratando de ejecutar su segundo movimiento y abandonar la mesa.

-disculparme?… por qué habría yo de disculparme si fuiste tú el que se metió sin permiso en mi habitación… y qué flores? - confundido y airado por el giro de la situación, Eric también perdió la incomodidad.

-te recuerdo que dijiste que me sintiera como en casa, y me diste una copia de las llaves de cada habitación de esta casa – volvió a hablar HyeSung, esta vez más a la defensiva.

-por que es tu trabajo hacerte cargo de los quehaceres de la casa! No te di esas llaves para que entraras y salieras de mi habitación como te de la gana! - estalló Eric, olvidándose de su primera resolución de tratar el tema con delicadeza y calma.

Había un cierto encanto en el bello niñero que hacía que el joven padre llegara a sus nervios rápidamente.

-en primer lugar, el que está en falta eres tú; no podías tocar la puerta antes de entrar? - la respuesta del bello niñero sonó más a una acusación a oídos del joven padre.

-por qué habría de tocar la puerta de mi propia habitación, si se supone que nadie más que yo debería hacer uso de esa tina? - ofendido y a punto de perder toda la paciencia, Eric cerró su puño izquierdo con fuerza por debajo de la mesa, contando mentalmente en retroceso.

-oh por favor! Me vas a decir que no te diste cuenta que la puerta principal de tu habitación estaba sin seguro, y no oíste la música que estaba sonando en el estereo? - nuevamente el tono acusativo del bello niñero hizo que el joven padre presionar con más fuerza su puño.

-yah! Por qué tendría que fijarme en esas cosas si se supone que no debería de haber NADIE! - tratando de intimidar al bello muchacho, Eric dejó caer con fuerza su puño sobre la mesa, levantándose en además amenazante.

Sin embargo, HyeSung no parecía para nada impresionado con la reacción de su jefe.

-… o será que lo hiciste a propósito para verme desnudo?… podría considerarse entonces como un caso de acoso ual?… - ignorando la furia naciente en el joven padre, el bello muchacho parecía sostener ahora un monólogo consigo mismo.

-YAH!! no pretendas hacerte la víctima ahora!! - otro golpe más sobre la mesa que pasó desapercibido para el muchacho sentado del otro extremo.

-está bien, hagamos un trato. No te denunciaré por acoso ual laboral y tú remodelarás el baño de mi habitación – sonriendo complacido con su propia propuesta, el joven niñero se colocó de pie, abandonando la mesa.

-DENUNCIARME!!!… yah! Regresa aquí! No he terminado de hablar contigo! - tratando de lucir más amenazante en vano, de pronto Eric se encontraba hablando solo en el comedor de su casa.

-no te preocupes, no quiero un jacuzzi muy grande, de todos modos el espacio es muy reducido… - respondiendo desde el camino en las escaleras, el bello muchacho terminó la conversación, ignorando los reclamos de su jefe.

 

 

Pequeños pasos corrieron a toda prisa en dirección de la puerta de color rosa, escondiéndose dentro de la habitación a penas sintió los pasos fuertes que subían por las escaleras. El corazón de Jihye se encontraba agitado pero a la vez contento. Tal vez el plan elaborado con sus pequeñas amigas no había salido como quería, pero al menos la relación entre su padre y su niñero había vuelto a la normalidad.

-mamá, te prometo trabajar más duro para que HyeSung oppa se convierta en mi nueva mamá – tomando la fotografía que aún ocultaba bajo el colchón de su cama, la pequeña Jihye acarició la imagen del rostro de su madre, repitiendo sus palabras en su corazón.

 

 

Se dejó caer de espaldas sobre su cómoda cama, resoplando por cuarta vez desde que regresó a su habitación. Por alguna razón la breve conversación con el joven padre lo había dejado desconcertado. Sus latidos seguían creciendo cada vez que sus ojos caían en las flores que adornaban la superficie del tocador.

-no, no, no… concéntrate HyeSung… es muy mayor, tiene una hija… y es muy guapo… - un nuevo suspiro salió de labios del muchacho, apretando con fuerza los ojos, tratando de eliminar todas las imágenes de Eric Mun que repentinamente aparecían en su cabeza.

Sus esfuerzos fueron interrumpidos por el sonido del teléfono celular en el bolsillo trasero de su pantalón.

Dónde estás?. Te extraño”

-aish! Este sujeto! - olvidándose de su reciente problema, el bello niñero lanzó su teléfono celular contra la puerta de su habitación.

-como si no tuviera suficiente en qué pensar… Europa! Debo concentrarme en Europa! - haciendo a un lado sus problemas, HyeSung recuperó la sonrisa, colocándose de pie en dirección del escritorio a un lado de la cama, sacando los nuevo panfletos obtenidos en una agencia de viajes.

Europa. Era todo lo que el bello muchacho necesitaba ahora. Europa. Ser libre, dejar de pensar en lo que quedó atrás, y seguir su propio camino.

 

 

Cerró la puerta con un suave movimiento, bajando las escaleras con pasos ligeros cuidando de no despertar a nadie. Era pasada la media noche y el joven padre Eric Mun, no podía conciliar el sueño. La discusión anterior con el niñero de su hija realmente había llegado a sus nervios.

-qué haces aquí? - la suave y melódica voz lo tomó por sorpresa.

Iluminado por apenas una tenue luz sobre el sofá de la sala, el bello niñero observaba con ojos curiosos al joven padre.

-bajé por un poco de leche… - desviando la mirada, el joven padre continuó su paso hacia la cocina.

-deja que yo lo haga – la voz de HyeSung volvió a sorprender a Eric, tomando el frasco de leche recién sacado del refrigerador de sus manos.

El contacto de sus manos causó escalofríos en Eric. Algo en él había despertado. Y sin darse cuenta, sus ojos ya habían caído en la delgada figura del bello muchacho que vestía solamente una camiseta semi-ajustada y pantalones cortos. Muy cortos.

-está bien si...mhm! - HyeSung no supo en qué momento su visión fue cortada, y su cuerpo se encontraba presionado contra la puerta del refrigerador.

Eric no podía descifrar exactamente cual era el sabor de los labios del joven muchacho que se encontraba devorando en ese instante. Todo lo que sabia era que necesitaba más fricción.

-E-Eric…! - HyeSung gimió entre el acalorado beso, recibiendo cómodamente la lengua de su jefe que empezaba a jugar dentro de su boca.

-shhh… no digas nada… - tomando al muchacho por la cintura y en un suave y rápido movimiento, Eric colocó al bello muchacho de espaldas contra el piso de la cocina.

El silencio de veinte minutos lo dijo todo.

-AH! Eric! - volvió a gemir HyeSung ante la sensación de las manos de su jefe recorriendo sus piernas hasta llegar a su pecho.

-tengo que verlo – gimió Eric en una sola oración, bajando sus manos hasta el borde la camiseta del bello niñero.

Con anticipación y sintiendo como la parte por debajo de su cintura se iba endureciendo, el joven padre fue levantando la camiseta hasta que sus ojos se vieron cegados por una destelleante luz.

-MALDICION!!! - maldijo Eric al abrir los ojos y encontrarse con el desastre en su mano derecha, que desbordaba ligeramente sobre las sábanas.

 

 

 

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Thank you!
Shinbella
Chapter 13: Regla básica de la autora!!... No leer el capítulo antes de publicarlo o no lo publica nunca! XDD
Tomó un tiempo pero lo hice!!!... Gracias a las que siguen leyendo esta historia!!
Nos vemos en la sgte. Actu!!

Comments

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ArkangelValeria #1
Chapter 14: Y gracias por regresar. Entiendo perfectamente las complicaciones de actualizar. pero igual seguimos esperando por tus historias!!!
ArkangelValeria #2
Chapter 14: Que buen capítulo. Gracias por actualizar!! Lo esperaba con mucho entusiasmo!!
missstery #3
Chapter 14: Que bueno que decidieron darse una oportunidad, espero y su relación funcione y puedan ser una linda familia. Ahora quiero saber quién es ese chico que quiere regresar a Seúl y como va a afectar la historia, no puedo esperar por ello. Ojalá y pronto Andy se decida a darle una oportunidad a Jin. Me encanto ver a un Eric celoso, y no solo por Hyesung, sino por su hija, así son todos los papás. Por cierto, bienvenida de vuelta, siempre es un gusto ver una actualización de cualquiera de tus historias, son muy buenas. Créeme que te comprendo, si a veces incluso no hay tiempo ni para leerlas, me imagino que para escribir es aún más difícil. Aun así seguiré esperando por la siguiente actualización, pues me gustan mucho tus historias. Gracias.
ArkangelValeria #4
Chapter 13: Ahhhhhhhhh!!!!!! Ups. Lo siento de nuevo... Pero no puedo más!! Necesito mas de Ricsung!!!!. Excelente historia!!! Sigo esperando...
turyka #5
Chapter 13: Yay Sungie se dió una oportunidad, me encantó el capítulo...
turyka #6
Chapter 12: Noooo!! necesito más!!! Me muero no pensé q iba a pasar tan rápido pero me encantó.
Excelente capitulo.. Adoro tus historias..(^^)v
Shinhwa_24 #7
Chapter 12: Estoy demasiado atrapada con esta historia!!! Cómo que no otra vez!!! Por favor el próximo capítulo!!!
anurim #8
Chapter 11: Kyaaaaaaa!!! Que emocionante!!! :) su primer beso!!! Gracias x la actualización mi autornim!!!!
missstery #9
Chapter 11: Es bueno ver una actualización de este fic, me gustó mucho este capitulo, por fin se besaron. El amor está en el aire como dice la canción, parece que ambos ya aceptaron sus sentimientos ante el otro, ahora solo queda ver la reacción de cada uno después de esto. Gracias por esta actualización, estaré esperando por el siguiente cap. Además no te preocupes es entendible que después de tanto trabajo ya no lo leyeras (y que bueno que tal si te arrepentías de publicarlo) pero creo que no seré la única que piense que te quedo muy bien, gran trabajo y sigue adelante.
LeeYoonMin
#10
Chapter 11: woo thank youu for this authornim!! =)) i hope update again soon <3 <3