Chapter 14

Se Busca Mamá...

*A/N: Uff ha pasado un tiempo, eh?... me disculpo por mi ausencia, pero entenderán que ahora soy una persona adulta, ama de casa y trabajadora XD XD. Llevo mucho tiempo pensando en continuar con todos los fics que dejé pendientes, y darles fin (luchando con la tentación de iniciar otro XD ); pero mi agenda del día a día no me ha dado mucho tiempo para sentarme en mi laptop. Ahora, creo, que ya tengo el balance que necesito para continuar con muchas cosas que dejé pendientes, y acomodarlas a mi nuevo ritmo de vida. Téngame un poco de paciencia, a las que aún me siguen desde el inicio, recuerden que prometí jamás dejar inconclusas mis historias. Y si siguen aquí después de este más de 1 año de ausencia, Gracias!

PD: Acabo de terminar de redactarlo hace 2 min y decidí postearlo de inmediato, porque... no puedo seguir esperando! Disculpen los horrores ortográficos!

 

 

 

El ruido de la estufa llenaba la mañana en la cocina; un delicioso aroma emergía en el aire, llegando hasta las fosas nasales del hombre adulto que hacia su camino escaleras abajo, vistiendo una pulcra camisa azul celeste, combinada con el pantalón de color oscuro, seleccionados la noche anterior y dejados en la puerta del armario por el bello niñero que continuaba su tarea en la cocina.

Era el inicio de la semana y Eric no quería salir de casa, no solo porque no quería apartarse del chico que, por momentos, parecía muy distante en la relación que habían iniciado una semana atrás; sino también porque no quería enfrentar el duro juicio, que de seguro, le esperaría con su mejor amigo y socio, Lee Minwoo.

Mirando al pasado, hace unos quince años atrás, Eric nunca se hubiese imaginado su atrevimiento de hoy en día. Fue difícil luchar con el ser interior que tenía miedo y se sentía culpable, como si fuese la peor aberración del planeta y la vergüenza más grande de su familia. Esos días de confusión le causaron varias horas de depresión y muchos dolores de cabeza; hasta que Mae Ji llegó a su vida, asegurándole que ser él mismo no tenía nada de malo.

Eric recuperó su confianza y tuvo el valor para revelarse a sus padres, gracias a la ayuda de su mejor amiga.

Su situación actual quizás se miraría peor de aquellos días en su joven despertar; ahora era un padre de familia que tenía que “guardar las apariencias” por el bien de su pequeña hija, y conservar el buen nombre ganado en su ámbito laboral. Pero Eric ya estaba cansado de esconderse; cuánto tiempo más tendría que seguir aparentando por el bien de los demás, y dejarse en el último lugar, solo y sin mayor esperanza?.

No, Eric ya no quería ese destino que había abrazado años atrás. Mae Ji le había dado valor para revelarse, para dejar de ocultarse y no sentir vergüenza de ser quien era. Fue una lástima que todo su valor se viera eclipsado por un “accidente” en una noche de copas. Una vez más, Eric tuvo que abrazar su destino, si quería proteger a su mejor amiga y al bebé que también era suyo.

-vas a quedarte todo el día parado ahí? - la voz del bello niñero, hizo que Eric se diera cuenta que ya llevaba más de diez minutos de pie bajo el marco de la puerta que daba entrada al área de la cocina. Su viaje en el tiempo y el revoloteo en sus pensamientos, verdaderamente se habían apoderado de él en una fracción de segundos.

-buen día princesa… - Eric se dirigió hacia su hija, que ya estaba terminando su plato de cereal en la mesa, dejando un dulce beso en su mejilla derecha, aunque sus ojos se mantenían fijos en el rostro del muchacho que lo observaba con mirada reprochadora.

Jihye sonrió a su padre, ignorante de las miradas codificadas en los ojos de los dos hombres en la cocina. La pequeña niña terminó la última cucharada del cereal en su plato, retirándose luego de la mesa, en busca de su chaqueta y su mochila, preparándose para partir a la escuela de la mano de su niñero.

-llevaré a Jihye de compras luego de las clases, necesito que me des tu tarjeta… - desde el fondo de la cocina, mezclándose con el ruido del agua que corría por el grifo del lavadero en la cocina, la voz del bello muchacho se dejaba oír, completamente directo y demandante.

-wow! Una semana y ya eres como una de esas esposas… - bromeó Eric, sonriendo con la taza de café tocando sus labios. La mirada traviesa enfrentando los ojos furiosos e indignados del muchacho en la cocina.

-una vez más Eric Mun y…

-está bien, está bien… qué van a comprar? - Eric adoraba ver esa expresión de enojo en el rostro de su joven novio; HyeSung no lo había notado, pero quizás ese era uno de sus mayores atractivos.

 

-te lo dije la semana pasada! Es el primer baile en la escuela de Jihye!! - el muchacho tiró el paño con el que se encontraba secando los platos que había terminado de limpiar, aterrizándolo perfectamente sobre el rostro del joven padre.

Eric se dio por vencido, sabiendo que si no paraba de retar la paciencia del muchacho, probablemente terminaría en la sala de emergencias de algún hospital. HyeSung ciertamente tenía el rostro de un ángel, pero su carácter no era para nada angelical.

-aquí, trabajaré hasta tarde con Minwoo, no me esperen para cenar… - el arquitecto dejó su tarjeta de crédito sobre la mesa, retirándose de la cocina.

HyeSung soltó un cansado suspiro, acercándose a la mesa para tomar la tarjeta y colocarla dentro de su billetera.

-… pero tú me puedes esperar en tu habitación… - sin que tuviera tiempo para reaccionar, los labios del arquitecto rozaron suavemente el oído derecho del muchacho, provocando que se le erizara la piel y su tono pálido natural cambió a un rosado brillante, cuando sintió como los labios del joven padre se posaban sobre su mejilla, dejando un fuerte y pronunciado beso.

Para cuando HyeSung pudo recuperar la compostura y despertar del shock, Eric ya se encontraba atravesando la puerta de salida a máxima velocidad.

 

 

Un suspiro derrotado y la mirada caída, terminaron por tumbarlo de espaldas a la cama, dejando caer el teléfono celular, que llevaba sosteniendo por los últimos treinta minutos, entre las almohadas.

El sol brillaba ardiente por fuera de la ventana, el cielo era claro y despejado, haciendo gala extrema de su tonalidad azul mezclada con las pomposas formas de las nubes que viajaban en lento movimiento.

Recordaba ese cielo azul hace un año atrás, bañándolo con energía y acompañándolo en su camino lleno de risas junto a la persona que ahora extrañaba como nunca se había imaginado.

-hijo?… qué haces acá? Tu madre quiere ir al club – la puerta se abrió y un hombre de aproximadamente cincuenta años de edad, cabello oscuro y expresión seria pero amable, asomó su rostro.

-no estoy de humor para salir, me quedaré aquí todo el día – respondió desde la cama, cubriendo sus ojos que tentaban con revelar una lágrima.

-hasta cuando vas a estar así?… todavía sigues buscando a ese chico? - el hombre dio unos pasos dentro de la habitación, sentándose en una esquina de la cama, donde podía apreciar toda la miseria de su hijo.

-sus padres no me quieren decir donde está… pero sé que está en Seúl… - su voz era débil aunque llena de esperanza.

-has pensado que quizás ese chico no quiere saber nada de ti? - el hombre no quería ser cruel con el dolor de su hijo, pero tenía que ser severo si quería que éste superara de una vez ese estado de depresión que lo estaba embargando desde hace varios meses atrás.

-su padre estaba muy enojado por lo de Europa, a lo mejor también le quitó su celular y por eso no contesta mis llamadas… - sabía que esa era una probabilidad muy débil, a juzgar por las notificaciones que leía después de cada mensaje enviado, indicándole que sus palabras habían sido recepcionadas y leídas; pero tenía que aferrarse a una esperanza.

-eres mi único hijo y sabes que te amo y apoyo cada una de tus decisiones, pero la familia de ese chico es muy estricta; sabes en el fondo que jamás lo aceptarán… - era difícil romper las esperanzas e ilusiones de alguien que amas con toda tu vida, pero también era responsabilidad del maduro hombre, hacer entrar en razón a su único hijo y alentarlo a que continuara con el camino que había trazado para él.

El muchacho quedó en silencio, mordiéndose los labios como si estuviera luchando para no dejar salir su siguiente argumento. Su padre no lo entendía, nadie lo entendía. Se había esforzado demasiado para alargar su tiempo al lado de esa persona que le quitaba el sueño. Cada sacrificio y malas decisiones no podían ser en vano.

-déjame ir otra vez a Seúl… te prometo que será la última vez… - su voz era un susurro y una súplica desesperada.

El hombre bajó la mirada, dejando salir un derrotado suspiro. Realmente sería la última vez?, tal vez no para el muchacho, pero sí para él; solo una vez más y luego, lo obligaría a olvidar.

 

 

Era tan solo las 8AM cuando Lee Minwoo ingresó a la que era su oficina, luego de varios días de ausencia. El ambiente se sentía más grande y la soledad que lo rodeaba sólo lo hacía extrañar más a la persona con la que había pasado los últimos días. En otro tipo de situación, Minwoo se habría decidido a confesar sus sentimientos; pero tratándose de un viaje de negocios y el corto tiempo que había tenido a solas con Dongwan, sus sentimientos tuvieron que ser reprimidos. Aunque muy en el fondo, guardaría esos días en un lugar especial en su corazón.

-llegaste muy temprano hoy… - con una sonrisa en sus labios y dejando cerrar la puerta de la oficina a sus espaldas, Eric se acercó hasta el escritorio de su mejor amigo para recibirlo con un cálido abrazo.

-no quiero seguir retrasando los proyectos, fueron muchos días de ausencia – el pequeño arquitecto sonrió a su mejor amigo, tomando luego su lugar en la mesa de trabajo dentro de la oficina que ambos compartían.

Eric estaba feliz por el regreso de su mejor amigo y socio, la presencia de Minwoo hacía menos tediosa las horas de trabajo. Pero no podía evitar sentirse tenso, al solo pensamiento que el pequeño hombre pudiera tocar temas personales para matar el tiempo. Su discurso aún no había sido preparado y tenía la completa seguridad que sería severamente regañado.

-cómo te fue por allá? Oí que hubieron muchos progresos – Eric decidió actuar antes, distrayendo la mente de su mejor amigo con temas de trabajo.

Y la táctica le funcionó de maravilla por las siguientes cinco horas; Minwoo no dejó de hablar de todas las reuniones a las que había asistido, y todos los proyectos que estaban por venir de sus nuevos clientes internacionales. Su presencia, agregada a las habilidades de negociación de Dongwan, habían dado grandes frutos para la empresa que dirigía junto a su mejor amigo.

-ahora cuéntame, cómo han estado las cosas por acá… - Minwoo dejó un silencio significativo al final de sus palabras, indicándole a su mejor amigo que ya era suficiente de temas de trabajo.

La mente de Eric estaba en blanco, todas las ideas y detalles mínimos de su negocio se habían agotado; su cerebro comenzó a trabajar al doble, buscando un nuevo tema que distrajera la atención de Minwoo de su vida personal.

-por cierto, Dongwan me estuvo preguntando mucho por HyeSung… - el pequeño arquitecto habló de manera casual, como si no hubiese una verdadera situación revolviendo alrededor del joven padre y sus confundidos sentimientos por el joven niñero de su hija.

Eric perdió la expresión en su rostro, debatiendo internamente si era buena idea confesarse con su mejor amigo, o dar una respuesta vaga que le diera tiempo de prepararse mejor y elaborar las palabras que ayudaran a suavizar el impacto de la noticia al pequeño arquitecto.

-tu silencio no ayuda mucho a que siga tomando este tema sin cuidado… qué pasó? - Minwoo era muy astuto como para leer entre líneas e interpretar el largo silencio de su mejor amigo. Su ser interno comenzaba a sentir escalofríos en anticipación por la respuesta de Eric.

-HyeSung y yo estamos saliendo – las palabras de Eric fueron muy contundentes y llenas de confianza.

Minwoo pudo sentir como su alma abandonaba su cuerpo, tiñendo su piel de un color pálido uniforme. Estaba en grandes problemas si Dongwan regresaba pronto, como lo había sentenciado a su despedida en el aeropuerto de Taipei.

 

 

-vamos niñas, caminen todas juntas – habló el joven niñero, encabezando la fila de pequeñas niñas que lo iban siguiendo dentro del enorme centro comercial.

Las demás madres en la escuela de Jihye, habían acordado en permitir al bello niñero a llevar a todas sus hijas a una pequeña y productiva tarde, comprando los vestidos y ornamentos necesarios para lucir como pequeñas princesas, en lo que sería el primer baile oficial en sus pequeños años de vida.

-HyeSung oppa, quiero este! Este! - la pequeña Ariel detuvo su paso, señalando entusiasmada el vestido que lucía uno de los maniquís en el escaparate de una de las tiendas.

El joven niñero sonrió ante el entusiasmo de la pequeña, guiando a las demás niñas dentro de la tienda. Alrededor de una hora más tarde, dos de las niñas del grupo sonreían contentas, llevando en sus pequeñas manos las bolsas con los vestidos elegidos para su primera mágica noche.

-vamos Jihye, pruébate este… también este… y este! - HyeSung lucía aún más entusiasmado, cuando llegó el turno de elegir el vestido ideal para la pequeña Jihye.

El día iba avanzando, y HyeSung agradecía que la actividad con las niñas distrayera su mente de los miles de pensamientos que lo invadían, cuando llegaba la noche en la soledad y silencio de su habitación. Y también le impidiera pensar en su problema número uno por superar, por el momento. Eric Mun.

El joven niñero siempre fue un alma libre y rebelde, acostumbrado a seguir sus propias reglas sin pensar mucho en las consecuencias. No importaba cuánto tiempo habían invertido sus padres en tratar de controlarlo y governar sus decisiones, aún así, HyeSung se guiaba por sus propios instintos y deseos. Y esto también lo había metido en graves problemas, más de una vez.

El joven niñero era consciente que no estaba pensando razonablemente, al iniciar una relación con el joven padre. No era solo el hecho de la existencia de la pequeña Jihye y el impacto que la relación podría causar en ella; sino también, el miedo a adentrarse demasiado en sus sentimientos y que estos lo terminaran estancando en Seúl. Sus sueños por verse libre y volar a la tierra con la que soñó desde que era un niño, podrían desvanecerse si no tenía el suficiente cuidado.

-HyeSung oppa, HyeSung oppa! - llamaban las niñas con entusiasmo, tratando de llamar la atención del bello niñero, que se había perdido en sus propios pensamientos.

-eh?… ah! Jihye te ves hermosa! - elogió el muchacho, al ver a la pequeña niña vestido en la pieza de color blanco y rosa.

Las demás niñas aplaudieron también, dando por concluída la actividad de la tarde.

-ahora solo nos falta arreglar tu cabello y listo! Serás la niña más bonita de esta noche – sonrió HyeSung, una vez terminado de llevar a las demás niñas a sus respectivas casas, caminando de regreso con la pequeña Jihye de la mano.

-oppa, vendrás tú también? - Jihye adelantó unos pasos, con una gran sonrisa expectante en los labios.

-oh no cariño, es una actividad para padres e hijos; tu papá estará contigo – respondió el bello niñero, rogando por dentro que esta vez Eric no hubiese olvidado el compromiso en la escuela de su hija.

La pequeña Jihye no pudo ocultar su decepción, animándose luego cuando, una vez en su habitación, el bello niñero colocó el vestido que usaría en su primer baile, sobre la cama.

Sin lugar a dudas, sería una noche mágica y muy especial para la pequeña niña.

 

 

-Andy! Espera!… - Junjin corrió los metros de distancia que lo separaban del joven muchacho, que caminaba silenciosamente por las calles, una vez fuera del campus de la universidad.

-no vendrás conmigo hoy a la biblioteca? - Junjin utilizó su mejor sonrisa, siguiendo el paso al silencioso muchacho que no detuvo sus pisadas en su camino hacia la parada del autobús más cercana.

-no puedo… hyung llegó hoy de viaje y quiere que comamos juntos – respondió el menor, dando una mirada ansiosa hacia el camino vacío, esperando porque el siguiente bus apareciera mágicamente frente a él.

Los días de ausencia de Minwoo, le habían permitido a Andy darse el lujo de tener un poco de rebeldía, y acercarse a la única persona que su hyung tenía prohíbida para él. Park Junjin.

Andy aún no podía confiar completamente en el muchacho, basado únicamente en las historias y el mal concepto de Minwoo; pero se había permitido dejarlo acercarse lo suficiente, como para darse cuenta que, de hecho, Junjin no parecía el monstruo que Minwoo dibujaba en su cabeza.

Un poco de empatía y agrado había crecido dentro de Andy, preguntándose si quizás sería buena idea dejar a Junjin acercarse aún más. Y ciertamente, la empatía algunas veces hacía que su corazón se exaltara ante la cercanía del mayor.

-ya veo… entonces te veré mañana… - Junjin no quería abusar de su suerte y presionar a Andy. HyeSung le había aconsejado que era mejor no mostrarse muy ansioso, y darle su espacio al menor. Después de todo, el primer paso para conseguir su corazón, era limpiar la mala imagen que Andy tenía de él.

El menor forzó una sonrisa, despidiendo con poco ánimo al mayor, mientras éste se alejaba a paso normal de la parada del bus.

Quince minutos más tarde, perdido en sus pensamientos, finalmente pudo abordar el bus que lo llevaría al departamento que compartía con su hermano mayor.

tengo trabajo pendiente que arreglar con Eric, llegaré tarde a casa”

pedí comida para ti, asegúrate de llegar al departamento el 30 minutos”

Un resoplido escapó de labios de Andy, apoyando su cabeza contra la ventana del bus, un tinte de decepción se hizo muy evidente en su rostro. Su primer pensamiento fue, que de haber leído el mensaje minutos antes, quizás ahora estaría en la biblioteca, avanzando con algunos deberes de sus próximos cursos, en lugar de arrivar a un departamento vacío y comer con la única compañía del ruido del televisor.

Pero a quién quería engañar, sus verdaderos pensamientos lo hacían arrepentirse de no pasar el resto del día al lado de Junjin.

Minwoo había sido muy claro en sus palabras al advertirle del muchacho mayor, pero los últimos días de rebeldía, pasando el tiempo al lado de Junjin, le habían dado a Andy un concepto muy diferente del que conocía por boca de los extraños en la universidad.

Andy no podía que desde un principio, sus ojos batallaron más de una vez por despegarse del atractivo rostro de Junjin. El muchacho no solo era guapo, sino atlético, alegre y con una fragilidad que muy pocos habían visto en él.

A Andy le gustaba ser el único conocedor de esa fragilidad, y haber compartido íntimos momentos de quebranto al lado del muchacho mayor. Conocía su pasado, conocía su triste historia y quería seguir conociendo aún más.

-hey! Chico! No te vas a bajar? - el conductor del autobús llamó dos veces en dirección de Andy, a quien ya habia visto varias veces abordando su unidad.

El muchacho reaccionó avergonzado, apurando sus pasos hacia la puerta de salida.

 

 

El silencio incómodo aumentaba la tensión en la modesta oficina, ocupada por los dos arquitectos y la joven secretaria sentada entre los dos escritorios, como si fuera la mediadora de un duelo silencioso. Erichabía sido afortunado, al verse interrumpido en su explicación a su mejor amigo, sobre su situación amorosa actual, por la presencia de la joven secretaria que anunció una repentina video-conferencia con uno de los clientes más importantes de los dos arquitectos.

-bien señor Ahn, revisaremos los planos una última vez y le enviaremos las correcciones. Sobre el resort en Gapyeong, todo está listo para que sea inaugurado la próxima semana – el primero en tomar la palabra fue Minwoo, haciendo uso de toda su simpatía por tranquilizar al hombre de rostro serio, quien se encontraba apresurado porque todos los proyectos con sus cadenas de hoteles y hospedajes, fueran concluídos lo más pronto posible.

-estoy anticipando mucho esa inauguración, mi asistente hará los arreglos para el evento, espero contar con sus prensencias, y por supuesto, pueden traer a sus familias, después de todo, es un resort para pasar un tiempo en familia – una vez pasado el tenso tema de trabajo, el rostro del Sr. Ahn se relajó, esbozando una cálida sonrisa a través de la pantalla del computador por el que encontraba comunicando con los dos arquitectos.

-así será, tiene nuestra palabra que haremos nuestro mejor trabajo para no decepcionarlo – esta vez el que intervino fue Eric, con un tono de voz más sereno que reveló, para Minwoo, los minutos de tensión por los que había pasado desde que fueron interrumpidos por la secretaria.

-bien, es todo… ah! Por cierto, mi hijo se hará cargo personalmente de unos proyectos desde la próxima semana, espero que puedan ayudarlo – la voz del Sr. Ahn se hizo más liviana, tratando de disfrazar sus pocas esperanzas.

-claro que sí! Está en buenas manos! - respondió Minwoo, dando por terminada la reunión.

La joven secretaria regresó a su escritorio, luego de tomar las notas por los dos arquitectos.

-sabes que no estás pensando con la cabeza, no? - fueron las primeras palabras de Minwoo, en reproche por la conversación congelada con su mejor amigo.

Y nuevamente la suerte de Eric volvió a timbrar, llenando el espacio en la oficina con el sonido de su teléfono celular.

-DONDE ESTAS!! - sin ningún esfuerzo, hasta el pequeño arquitecto pudo adivinar el nombre de la persona del otro lado del teléfono.

-te dije que llegaras temprano! Jihye está esperando desde hace media hora! - continuaba los reclamos del joven niñero, haciéndose muy claro en toda la oficina, y evidenciando una nueva falta de los deberes del joven padre.

Internamente, Minwoo lo lamentaba por Eric, no solo porque creía que su relación con el joven niñero no tendría futuro, sino porque con el carácter de HyeSung, su mejor amigo iba a pasar los días más difíciles de toda su existencia.

-llegar a dónde? No sabes que estoy trabajando!? - Eric también se exasperó, avergonzado y no queriendo perder en la discusión, frente a su mejor amigo. Su orgullo le impedía mostrarse débil ante la actitud de un muchachito que bien podría ser su sobrino.

-te dije del baile de Jihye! Tienes que llevarla tú! Si no traes tu trasero en menos de 15 minutos, juro que iré a traerte a patadas! - la voz del niñero era más fuerte y contundente, dejando mudo al arquitecto y visualizando cada palabra dicha en su cabeza.

-yah! Háblame con respeto mocoso! Soy…

-quince minutos! Quince minutos, Eric Mun, o no te lo perdonaremos fácilmente! - antes que Eric tuviera tiempo de mostrar su fuerza y dominio como cabeza de familia, el joven niñero colgó la llamada.

-tenía preparado un discurso muy fuerte, pero creo que tú solito te vas a dar cuenta del problema en que te metiste. Buena suerte domando a esa fiera! - Minwoo cerró la puerta, dejando al maduro arquitecto solo en la oficina.

 

 

Sus pasos iban a venían con los ojos fijos en el reloj que colgaba de la pared en la cocina, y los oídos concentrados en el primer ruido que proviniera de la puerta principal de la residencia. Diez minutos habían pasado, pero él sentía como si hubiesen sido horas; la angustia lo estaba desesperando.

En el sofá en la sala, la pequeña Jihye se encontraba concentrada en la película que había puesto el joven niñero, para distraerla mientras esperaban por su olvidadizo padre. Cómo es que Eric había pasado de ser un padre preocupado por el bienestar de su hija, a un hombre olvidadizo?. HyeSung tenía planeado un muy buen discurso y un par de regaños, para cuando el maduro arquitecto atrevesara la puerta.

-hola Princesa, vamos! - antes que el joven niñero pudiera reaccionar, Eric abrió la puerta intempestivamente, tomando de la mano a su pequeña hija, inciando el camino hacia su auto.

-qué crees que haces!? - HyeSung detuvo rápidamente al arquitecto, antes que éste pudiera cerrar la puerta.

-me dijiste que ya llevábamos tarde casi una hora! - respondió Eric, insistiendo en continuar su camino fuera de la residencia.

-y vas a ir así! - HyeSung señaló con disgusto el traje que llevaba puesto el arquitecto.

-es un baile especial, ya estás tarde, no se lo sigas arruinando apareciéndote como parte del personal de limpieza! - HyeSung separé al joven padre de su hija, tomándolo por el brazo hasta su habitación.

La pequeña Jihye sonrió, regresando al sofá de la sala. Adoraba esas pqueñas discusiones entre su padre y su niñero; era como presenciar una discusión entre papá y mamá.

Veinte minutos después, y luego de verse forzado a tomar una ducha y vestir uno de sus trajes más elegantes, el joven padre se encontraba listo para escoltar a su pequeña hija a su primer baile lleno de magia.

-a dónde vas? Todavía tenemos que esperar a la Sra. Lym, llegará en unos minutos – advirtió HyeSung, cuando notó la presencia del arquitecto en la sala.

-dijiste que 'yo' iba tarde, por qué tenemos que esperar a la Sra. Lym? - Eric reprochó el comportamiento de su novio y niñero de su hija.

-es una noche especial, tonto; qué nunca has ido a un baile? - respondió HyeSung, yendo luego a abrir la puerta, ante el sonido repentino del timbre.

Solo entonces, Eric notó que el joven niñero estaba arreglado en un hermoso traje de color gris claro. No se suponía que solo él tenía que asistir al baile de Jihye?

-lo lamento por la tardanza!… oh! Pero qué veo! Mi cita será la más hermosa de la noche!

Los oídos de Eric no pudieron evitar las voces que provenían de la puerta de su residencia, reconociendo los rostros de la Sra. Lym, la pequeña Ariel, y el pequeño Gabriel.

-muchas gracias HyeSung-ah, Ariel no ha parado de hablar en todo el día que irá al baile contigo – rió la Sra. Lym, causando una mueca de sorpresa y celos en el rostro del maduro arquitecto.

 

 

-Jihye, luces hermosa! - la Sra. Lym volvió a hablar, cuando la pequeña niña se asomó por las escaleras, luciendo su hermoso vestido blanco con tonos rosa, adornando su cabello una cinta de seda y un pequeño bolso de encaje en sus manos.

-la cámara! Dame la cámara! - urgió HyeSung al maduro arquitecto, señalando el aparato que yacía en la mesa del comedor.

Ante su sorpresa, Eric solo siguió las órdenes de su joven novio.

-luces hermosa cariño! Vamos Ariel, posen juntas! - HyeSung lucía entusiasmado, disparando el lente de la cámara sin parar, en dirección de las dos niñas que sonreían muy alegres. La Sra. Lym también se unió al entusiasmado muchacho, tomando fotos con su teléfono celular.

Y Eric aún no entendía que estaba pasando. Sus ojos solo podían observar lo hermosa que se veía su pequeña princesa, como un tierno ángel caído del cielo.

-Gabriel, ve al lado de Jihye – comandó la Sra. Lym a su hijo, sin dejar su teléfono celular.

El maduro arquitecto observó con ojos curiosos, como el pequeño niño se sonrojaba mientras se colocaba al lado de su hija, bajo la sonrisa encantada de su madre y el bello niñero. Y luego Eric recordó algo.

-explícame cómo es eso que eres la cita de Ariel… - susurró Eric a oídos de su joven novio, tratando de no evidenciar sus celos, ni ponerse en ridículo al sentirse amenazado por una niña de tan sólo 6 años.

-te dije que es un baile, todas las niñas tienen una cita; Ariel me pidió que vaya con ella y dije que sí, ya que Jihye irá con Gabriel – respondió el niñero, dejando al arquitecto más sorprendido.

-creí que dijiste que YO, tenía que llevar a Jihye… - remarcó Eric, sintiendo un tipo diferente de celo, cuando vio el tinte rosa en las mejillas de su hija al lado del pequeño Gabriel.

-necesitan chaperones – respondió el niñero, juntando a los dos niños aún más, acomodando el lente de su cámara para captar el mejor ángulo.

-yah!… por qué sigues tomándoles fotos! - Eric se sintió exasperado, utilizado y engañado.

-no se ven adorables? - habló la Sra. Lym, animando a su hijo a tomar la mano de la pequeña Jihye para una última toma.

Eric estaba a punto de estallar, no sólo le incomodaba el haber sido engañado por el bello niñero, sino también el entusiasmo que la Sra. Lym y HyeSung mostraban por la pareja de niños que, realmente, se veían muy adorables al lado del otro.

-deja de quejarte y ve con tu hija, quiero una foto de los tres – comandó HyeSung, señalando a los dos niños que observaban tímidamente al arquitecto.

-y por qué sólo de los tres? - refunfuñó Eric entre dientes, obedeciendo al joven niñero.

-no quieres una foto al lado de tu hija y su primer novio? - sonrió HyeSung con inocencia, disparando el lente de la cámara, sin importarle el rostro en shock del joven padre.

 

 

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!
Shinbella
Chapter 13: Regla básica de la autora!!... No leer el capítulo antes de publicarlo o no lo publica nunca! XDD
Tomó un tiempo pero lo hice!!!... Gracias a las que siguen leyendo esta historia!!
Nos vemos en la sgte. Actu!!

Comments

You must be logged in to comment
ArkangelValeria #1
Chapter 14: Y gracias por regresar. Entiendo perfectamente las complicaciones de actualizar. pero igual seguimos esperando por tus historias!!!
ArkangelValeria #2
Chapter 14: Que buen capítulo. Gracias por actualizar!! Lo esperaba con mucho entusiasmo!!
missstery #3
Chapter 14: Que bueno que decidieron darse una oportunidad, espero y su relación funcione y puedan ser una linda familia. Ahora quiero saber quién es ese chico que quiere regresar a Seúl y como va a afectar la historia, no puedo esperar por ello. Ojalá y pronto Andy se decida a darle una oportunidad a Jin. Me encanto ver a un Eric celoso, y no solo por Hyesung, sino por su hija, así son todos los papás. Por cierto, bienvenida de vuelta, siempre es un gusto ver una actualización de cualquiera de tus historias, son muy buenas. Créeme que te comprendo, si a veces incluso no hay tiempo ni para leerlas, me imagino que para escribir es aún más difícil. Aun así seguiré esperando por la siguiente actualización, pues me gustan mucho tus historias. Gracias.
ArkangelValeria #4
Chapter 13: Ahhhhhhhhh!!!!!! Ups. Lo siento de nuevo... Pero no puedo más!! Necesito mas de Ricsung!!!!. Excelente historia!!! Sigo esperando...
turyka #5
Chapter 13: Yay Sungie se dió una oportunidad, me encantó el capítulo...
turyka #6
Chapter 12: Noooo!! necesito más!!! Me muero no pensé q iba a pasar tan rápido pero me encantó.
Excelente capitulo.. Adoro tus historias..(^^)v
Shinhwa_24 #7
Chapter 12: Estoy demasiado atrapada con esta historia!!! Cómo que no otra vez!!! Por favor el próximo capítulo!!!
anurim #8
Chapter 11: Kyaaaaaaa!!! Que emocionante!!! :) su primer beso!!! Gracias x la actualización mi autornim!!!!
missstery #9
Chapter 11: Es bueno ver una actualización de este fic, me gustó mucho este capitulo, por fin se besaron. El amor está en el aire como dice la canción, parece que ambos ya aceptaron sus sentimientos ante el otro, ahora solo queda ver la reacción de cada uno después de esto. Gracias por esta actualización, estaré esperando por el siguiente cap. Además no te preocupes es entendible que después de tanto trabajo ya no lo leyeras (y que bueno que tal si te arrepentías de publicarlo) pero creo que no seré la única que piense que te quedo muy bien, gran trabajo y sigue adelante.
LeeYoonMin
#10
Chapter 11: woo thank youu for this authornim!! =)) i hope update again soon <3 <3