CapituloVIII:Amor

Alquiler

El reflejo del sol golpeó en sus onices ojos obligándolos a abrirse. Ahora sí, se sentía completa, se sentía viva nuevamente. Ya casi había olvidado que tan bien se sentía dormir con alguien tan cómodamente.

Oh, si. Estaba durmiendo junto a ella…

Tiffany yacía a su lado abrazándola como si fuera un peluche aún profundamente dormida. La noche anterior pasearon por un largo tiempo como si temieran que cuando se detengan la magia se hubiera acabado y todos tuvieran que volver a la fachada que mantenían. Luego volvieron a casa muy cansadas, tanto que ella incluso simplemente se metió en el cuarto de ella para dormir con la ropa puesta y sobre las cobijas. Mientras Tiffany si yacía calentita bajo las sábanas.

Esperen un momento ¿Dónde estaba Tiffany?

Abrió los ojos rápidamente buscando a la pelirroja que debía estar a su lado más no lo estaba. ¿Dónde podría estar?, ¿Se habría arrepentido y se habría ido?

Se incorporó lo más pronto posible de la cama y analizó el lugar rápidamente. Al parecer sus ropas aún estaban en su lugar de siempre logrando en ella una especie de alivio ¿momentáneo? Tenía que asegurarse.

Buscó algún indicio de que estuviera en el baño pero ninguno, se atrevió a entrar arriesgándose a encontrar a la pelirroja en paños menores. Aunque en el fondo eso no le disgustaría. Pero nada, rápidamente bajó y empezó a buscar en la planta baja. Sintiendo real alivio cuando escuchó un tarareo desde la cocina dirigiéndose hacia allí.

Y ahí estaba de pie frente a la estufa tarareando una nana infantil que no creyó volver a escuchar a escuchar desde que su madre muriera.

"Haru ni saku hana…"

Sonrió instintivamente y se acercó sigilosamente por detrás con el afán de sorprender a la muchacha que parecía concentrada en su labor con la cocina. De pasó observó como la pequeña mesa que se hallaba en la cocina estaba correctamente colocada para un desayuno de dos. Los panqueques con la mantequilla y la miel encima y un vaso de jugo recién hecho a lado y conforme se iba acercando a la joven podía apreciar cada vez más cerca el delicioso aroma del café recién hecho.

-Buenos días.-Susurró junto a su oído abrazándola por la cintura por si acaso fuera a asustarse y de paso posaba sus grandes manos sobre el vientre de la pelirroja que ya se empezaba a notar.

-Buenos días…-Susurró sorprendida y ruborizada-¿Cómo dormiste?-Pregunto sonriente.

-No recuerdo cuando fue la última vez que dormí tan bien.-Dijo sonriéndole tiernamente.

La joven se ruborizó recordando todo lo acontecido el día anterior. Había decidido permanecer al lado de la rubia por voluntad propia. ¿Por qué? No era de ella quedarse con alguien casado, en su casa. Independientemente de los motivos que la llevaron a eso.

Motivos…

¿Qué motivo habría que justificara lo que ellas hacían? Estaban traicionando, a una buena mujer. ¿Cuándo pasó de ser un simple vientre ambulante que llevará el hijo de las Kim a ser la amante de la patróna?

-Huele delicioso.-Soltó rápidamente la rubia aspirando fuertemente el aroma del café mezclado con el de los panqueques.-Porque no me dejas ayudarte para llevar esto.-Se ofreció sosteniendo las dos tazas de café que llevaba la pelirroja y las acomodaba en la mesa.

La joven miraba la escena enternecida, le parecía tan normal como respirar. Era la vida que muchas querrían, una linda esposa, atenta y cariñosa. Tres bebés en camino, casa y trabajo estables. Una vida perfecta.

Pero no era su vida.

-¿Me acompañas?-Preguntó la rubia sacándola de su estado pensativo.

-Si…-Susurró la pelirroja aún pensativa.

Para Kim el cambio de actitud en la joven no pasó desapercibido y por alguna razón su corazón dolió cuando el semblante alegre de la joven se convirtió en uno algo sombrío. Ambas se sentaron en la pequeña mesa para desayunar en completo silencio y empezaron a degustar el desayuno.

-Delicioso.-Dijo la rubia sencillamente.-Simplemente delicioso.-Halagó Taeyeon y no era mentira, era la mejor comida que había degustado. Era tan casera y con ese toque que hacía que supiera delicioso. Jessica no cocinaba nada mal, por el contrario llegó a pensar que no habría nadie que superase su sazón y era una de las cosas que añoraba al volver a casa. Sin embargo el desayuno que preparó Tiffany tenía ese "algo" especial que le daba un sabor exquisitamente irresistible a cualquier paladar.

Y eso que solo era el desayuno, ¿Cómo será el almuerzo y la cena?, ¿Cómo sería comer de esto todos los días?

¿Cómo sería estar a su lado todos los días?

-Gracias.-Susurró la joven aun dudosa de lo modo de actuar.

-Debo ir a trabajar hoy y…-Eso fue lo último que escuchó la pelirroja o mejor dicho lo último a lo que prestó atención.

Después de todo esto no era para siempre, era cuestión de meses para cuando deberá alejarse de la vida de la rubia entregándole tal vez lo más valioso que tendrá en la vida: sus hijos. Pero era lo justo ya que era ella la que se metió en ese matrimonio.

¡Dios! ¿Se había convertido en la amante de la señora Kim acaso? Habla como si lo hiciera pero si no eran eso, entonces ¿Qué eran?

Ella, era la futura madre de los bebes de las Kim, nada más. Simplemente una mujer que abatida por la necesidad y el deseo de salvar la vida de su hermana tuvo que recurrir al peor negocio que jamás se hubiera imaginado. ¿Qué pensaba cuando acepto el trato?, ¿Acaso pensó qué sería sencillo desprenderse de algo único de ella? no, definitivamente no lo era y si así de difícil era nada más pensarlo ni se imagina como será hacerlo. Les tenía demasiado cariño a sus hijos y no solo a ellos…

A ella también, la dueña de la casa, el Appa de los bebés, la mujer que no era su esposa, ni nada suyo, a quien se había visto obligada a entregar su primera vez, a quien hace poco se entregó en cuerpo y alma por voluntad propia, aquella única mujer que nunca iba a ser suya porque ya era de otra…

Y a pesar de eso, aún no podía contestar su pregunta: ¿Qué eran?

-Tiffany, ¿Qué ocurre?-El silencio de ella y verla con su cabello cubriendo sus ojos y sin probar bocado ya empezaba a asustarla.

-Nada.-Aseguró rápidamente la pelirroja procediendo a seguir con su desayuno. Taeyeon tenía que irse a trabajar y ella quedaría sola con sus divagaciones mentales.-Que no se te haga tarde por mi culpa.-Pidió con una sonrisa lógicamente falsa.

La rubia asintió aún consternada por el actuar de la pelirroja. ¿Qué le ocurría? Porque tan desanimada. Aunque no llorara su semblante era sombrío y desanimado.

-Gracias por la comida.-Dijo la rubia levantándose de la mesa.-Por cierto ¿Qué quieres hacer hoy?

-¿Eh?

-Ya sabes, ¿Quieres ir a algún lado, dónde?

-¿Y tú trabajo?-Preguntó sorprendida.

-Una de las ventajas de ser la jefa es que puedo ausentarme de vez en cuando.-Aseguró mientras ponía los platos en el fregadero. No podía adivinar que le pasaba y a pesar de que le intriga en sobremanera no quiere presionarla a decírselo. Se acercó a la joven y retiró de enfrente de ella el plato vacio posando sus ojos en el rostro de la pelirroja que parecía pensativo y miraba sus rodillas. Se acuclilló delante de ella para poder verla de frente -¿Qué dices?

-Yo…-Aún tenía muchas dudas en su cabeza sin embargo… quería pasar el día a su lado.-De acuerdo.-Aseguró con una sonrisa.

Aquella sonrisa hizo que su corazón diera un vuelco. Si bien aún le afectaba sea lo que sea que la molestaba ahora por lo menos había podido arrancarle una sonrisa. Y eso valía muchísimo ya que esa sonrisa le llenaba y hacía que en su corazón un sentimiento de felicidad apareciera. Pero ¿Por qué ella era capaz de hacerle sentir eso?, ¿Acaso ella…? No, eso es imposible.

Inconscientemente se puso seria y empezó a levantar su rostro dirigiéndolo hacia ella con el único afán de besar esos tentadores labios. Inexplicablemente un deseo de hacerlo se coló en su interior provocando que su cuerpo reaccionara y empezara a acercarse al de la joven. ¿Estaba bien besarla? Eso era lo último que le importaba en ese entonces ya que ahora sus pensamientos solo eran ocupados por besar a la pelirroja y tan solo faltaban unos centímetros más, pocos ya que ella también se acercaba…

El insistente sonido del teléfono celular de la pelirroja rompió la magia del momento ocasionando que ambas se separaran algo avergonzadas por lo que estaban a punto de hacer. Poco a poco se separaron y la joven se levantó por su celular que se hallaba en la mesa de la cocina.

-Bueno.-Aún ruborizada contestó la pelirroja mientras la rubia mayor se reía por lo bajo de lo vergonzosa que era la joven mujer y ahora si colocaba los platos en el fregadero-¡¿Qué? ¿En serio?, ¿Ahora?, ¡Voy enseguida!-Indicó colgando el teléfono.

-¿Qué ocurre?-Preguntó la rubia observando como la mujer se alborotaba y empezaba a correr hacía la puerta-¿Dónde vas Tiffanu?-Gritó desde la cocina.

-Mi tía… mi tía…-Balbuceaba mientras se detenía.

-¿Qué ocurre con ella?-Dijo la rubia alcanzándola y tomándola por los hombros.

-Está teniendo a su bebé.-Anunció la pelirroja con lágrimas de felicidad en su rostro.-Y tengo que ir con ella, tengo que decirle a Sunny, tengo que estar ahí.-Hablaba atropelladamente de los nerviosa que estaba-¡Tengo que ir!

-Vale, vale.-La tranquilizó la rubia-Pero creo que mejor nos vestimos primero, ¿no te parece?-Preguntó indicándole que ella aún se hallaba en pijama y ella con la ropa del día anterior.

-Esto…-La muchacha se ruborizó en sobremanera al darse cuenta de su error.-Tienes razón.-Dijo la pelirroja con una sonrisa.

-¿Me acompañas a la ducha?-Preguntó insinuantemente con un aire pícaro que nunca había visto en Kim Taeyeon. Tiffany no pudo hacer más que ruborizarse por el comentario y la rubia empezó a reír enérgicamente.-Es una broma linda, pero si debemos alistarnos.-Completó besando su cabeza con ternura y dirigiéndose a las escaleras.

¿Quién era esa rubia y que había hecho con Taeyeon? Normalmente era fría, reservada, respetuosa. Nunca había hecho ese tipo de bromas, ella era una correcta dama casada de veinticinco años de edad. Aunque si lo ve desde ese punto de vista es muy joven y lo normal sería que actuara como lo había hecho hace un momento. Le sorprende porque nunca la había visto actuar así tan suelta, tan tranquila.

Parecía feliz, aunque no reía a carcajadas ni sonreía cada instante. Actuaba como una persona feliz.

¿Sería ella feliz?, no lo sabe pero solo de pensar que la rubia podría estar siendo feliz.

A ella también el corazón se le llena de ese cálido sentimiento llamado felicidad, haciéndola incluso olvidarse por un momento de las confusiones que atacaron su corazón hace unos momentos apenas.

-¡Tiffany!-Llamó la rubia desde la planta alta-¿No querías llegar pronto?-Le recordó sacándola de su ensueño.

-¡Voy!-Gritó desde abajo recordando que había algo más importante.

El bebé de Hyoyeon.

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-Gracias.-Dijo la rubia diseñadora recibiendo su café en las manos.-Puedes retirarte fotógrafa.

-Vale.-Señaló Yuri.

-¿Vale qué?-Corrigió la diseñadora.

-Vale señora mejor diseñadora de todo el mundo Jessica Jung-Corrigió arta de tener que decir eso cada vez que ella lo manda por alguna cosa.

-De acuerdo.-Sonrió con maldad pero complacida la joven diseñadora.

-Sabías que engordarás si comes tantos dulces.-Señaló la pelinegra a la joven que bueno ya llevaba comiendo tres tartas, dos bizcochos y cuatro pudines-¿Verdad?

-Vale la pena si es que con eso me tratas con respeto.-Dijo la joven molesta por el comentario. La fotógrafa no tenía idea de nada.

-Yo si te respeto.-Espetó la morena-A mi manera pero te respeto.-Aclaró.

-Linda forma de respetar.-Se burló la rubia.

-Te recuerdo que fuiste tú la que pensó que yo era una depravada y ertida desde la primera vez que nos vimos. Tú me faltaste el respeto a mi primero.-Le recordó.

-¿Ves? Acabas de admitir que no me tratas con respeto.-Le dijo.

-¡Mujeres!-Exclamó frustrada.

-Además te burlas de mí.-Le recordó.

-Yo… vale, en eso si soy culpable.-Admitió con una pícara sonrisa.

-Y lo dices tan descaradamente.-Se quejó la rubia.

-Pero es tú culpa por ser tan molestable.-Le explicó.-Además…

-¡Yul!-Chilló una voz femenina haciendo aparición y abrazando a la morena por sorpresa-¿Qué haces aquí amor?

-De recadero de una bruja Sull-Le dijo con el afán de molestar a la rubia.

Sulli volteó para encarar a la rubia para luego con un gesto altivo voltear rápidamente el rostro para ver a la morena.

-Te extrañe mucho ayer.-Dijo seductoramente.-Y mi cama también.-Lo hacía con el único afán de que la rubia la escuchase.

-Eso puede solucionarse.-Contestó la morena igual de coqueto a la y modelo que tenía en frente.

-¿Hoy?-Cuestionó la pelinegra.

-Hoy.-Aseguró la morena muy entretenida con el ceño fruncido que tenía la diseñadora. ¡Ja! Valía la pena todo por ver ese rostro tratando de ignorar la escena. De repente unos labios tomaron posesión de los suyos empezando a besarlos con pasión, devorando su cavidad bucal con desespero. Esos besos fogosos tan propios de Sulli.

Se levantó de su escritorio en busca de agua, no sabía si le había entrado sed luego de tantos dulces o luego de tan melosa escena. Tal vez sea por lo primero ya que lo que presencio estuvo lejos de ser tierno y meloso, era más bien ardiente y pasional.

Maldita fotógrafa ertida.

-Jessica-Una calmada voz femenina la llamó por la espalda-¿Estás bien cariño?-Cuestionó.

-Si, claro Dánica.-Respondió a su jefa-¿Por qué?

-Tu vaso cielo, esta rebosando.-Indicó la veterana pero bien conservada mujer.-No creo que se te llene a menos que dejes de apretarlo tan fuertemente.

La rubia se dio cuenta de su error y rápidamente aflojó el vaso dejando que este se llenase. ¿Qué le pasaba?

-¿Todo bien linda?-Cuestionó la mujer preocupada.

-Si Dánica, todo bien.-Respondió la joven.-Estaba pensando en otra cosa.

-Espero que sea en los diseños que debes entregar mañana linda, los de la colección de invierno. Recuerda que los primeros bocetos son siempre los más importantes, con los que tienes que maravillar a los accionistas de esta casa de modas.-Habló con la experiencia que denotaban sus canas.

Mierda, los bocetos. Los olvidó por completo, apenas tenía un par de ellos empezados y aún le faltaban. Ahora tenía que desvelarse trabajando en ellos, aunque bueno por un lado eso era bueno ya que así mantenía su mente alejada del sin número de pensamientos que abrumaban su cabeza: Taeyeon, Tiffany, su futuro hijo, sus problemas maritales, la escasa por no decir nula comunicación con su esposa y recientemente porque le fastidió tanto ver ese beso pasional entre Yuri y Sulli.

Esperen, ¿ella se molestó por eso?

No, eso no era posible. Pero el vaso estrujado en sus manos demostraba lo contrario. Tal vez solamente fue envidia sana o no muy sana de ver que tan pasional era la relación entre ellas dos. Una pasión que ella no ha sentido en años pero cada vez que ella veía ese tipo de escenas no se molestaba así. Se sentía frustrada y nostálgica de ya no ser así con Taeyeon pero nunca se había enojado sin embargo ahora… mierda…

Si le molestó aquel pasional beso.

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-¿Qué?-preguntó la castaña con cierto grado de fastidio-¿Tengo monos en la cara?

-¿Por qué me ignoras?-Preguntó la castaña mas alta sentada en su silla al revés, con sus brazos sobre el respaldo para la espalda.

-No la estoy ignorando.-Respondió la castaña concentrada en su tejido.

-Si, lo estás haciendo en este preciso instante.-Le reclamó.

-Si la estuviera ignorando no le contestaría lo que me pregunta.-Le contestó ella.

-¿Por qué me tratas de usted?-Cuestionó la morena.

-Porque no estoy acostumbrada a tutear a las personas que no conozco.-Le contestó la castaña.

-Soy tú medico, Choi Sooyoung-Le comentó exasperada.

La castaña no contestó nuevamente. La mas alta llevaba cerca de hora y media solamente observándola tejer algo que parecía… bueno aún no parecía nada según ella. Trataba de averiguar que le pasaba a la castaña, ¿Por qué cambió con ella de un día para otro?

-Sunny, estás molesta conmigo.-Comentó la medico parándose de la silla y dirigiéndose a la cama para echarse en ella de manera que pueda ver a sus castaños ojos.-Ni siquiera me miras a los ojos cuando te hablo.

La castaña miraba aquellos ojos que la miraban como si fuese una niña tratando de averiguar porque mamá estaba molesta. Eran grandes y de un color ambar brillante que resaltaba por su cabellera fina y sedosa.

-¿Hyomin no ha venido hoy?-Preguntó tímidamente tratando de salir del hechizo que la castaña mas alta había montado sobre ella solo con verla a los ojos.

-No.-Masculló con el ceño fruncido.

-Y ¿T ú novia no estará por ahí esperándote?-Ahora ella preguntó con el ceño fruncido.-En vez de estar perdiendo el tiempo aquí conmigo deberías…

-¿Estás celosa?-Interrumpió a la castaña abruptamente pero si sus años como Casanova no la traicionaban, ese tono de voz, ese ceño fruncido y ese potente rubor que se coló en sus pálidas mejillas luego de su afirmación demostraban que lo estaba. Solo faltaba una pequeña cosa para confirmarlo del todo…

-No.-Afirmó con un potente rubor en sus mejillas.

La negación…

La mas alta sonrió con malicia entendiendo a la perfección ahora el porqué del comportamiento de la castaña. Le daba gusto porque a ella también le sabía mal que ella siempre llamase y mencionara a la castaña esa cada que ella estaba cerca de ella. Abrió los ojos con sorpresa.

¿Acaso estaba aceptando que ella estaba celosa también? Eso jamás. Ha perdido la cuenta del número de veces que alguien se ha acercado a Malina y esta muy descaradamente había coqueteado con esos hombres sabiendo que ella estaba ahí con el único afán de hacerle sentir celos pero nunca pudo sentirlos.

Ahora estaba preocupada, una parte de ella ya se hallaba tranquila y debe de admitir que un poco feliz de que lo que alejaba a la castaña de ella fuesen celos. Pero también le preocupaba que ella estuviera sintiendo algo parecido por ella. Por aquella joven y lamentablemente enferma castaña.

-¿Ahora por qué me miras tanto?-Reclamó frustrada la castaña.

La mas alta esbozaba una sonrisa pícara en su rostro al ver el rostro enojado de la castaña. Ahora que la veía de cerca apreciaba hasta el más mínimo detalle de su perfecto rostro. Su pálida piel que contrastaba con sus ojos de color chocolate suizo y su cabello de igual tono.

Era hermosa, incluso enojada era hermosa.

Algo en aquella linda niña le llamaba la atención además de su complicado caso médico, algo que le hacía preocuparse al extremo por ella. Hasta de lo más mínimo, no le importaba trabajar más con tal de estar siempre al pendiente de la joven. Aunque según ella era solo por el enigmático cuadro médico que presenta y porque aún no reacciona totalmente bien a ningún tratamiento médico.

Pero tal vez sea algo más…

La castaña se sorprendió cuando la mas alta acerco su mano a su mejilla y lentamente la hizo recorrer entre sus cabellos hasta llegar a su nuca y empezar a jalarla hacía ella lentamente. Poco a poco sentía como su respiración se aceleraba al igual que los latidos de su corazón. ¿Qué carajo estaba haciendo la doctora? ¿La iba a besar?, eso parecía pero por alguna razón aunque su cabeza le decía que estaba mal, su cuerpo se dejaba guiar por ella…

Estaban muy cerca…

-¡Sunny!-Una chillona voz femenina entró abruptamente a la habitación sobresaltando a ambas jóvenes que rápidamente se separaron muy avergonzadas, Sooyoung incluso se cayó de la cama.

-Tiffany, tranquilízate.-Pidió la rubia ante los nervios de la pelirroja.-Por favor, podrías caer.

-Pero Tae…-Le reprochó la pelirroja con un puchero.

La rubia suspiró resignada, Tiffany estaba muy nerviosa por el nuevo nacimiento. Pero si no era nada del otro mundo, simplemente una mujer iba a tener a su segundo bebé. Lo justificaría si fuera el primero pero no el segundo. Observó la habitación por un momento y ahí estaba Sunny en la cama muy ¿ruborizada? Pero si era otoño, es más, pronto comenzaría el invierno; frío era lo que mas hacía. Luego observó al suelo, exactamente al lugar donde la hermana de Tiffany veía y ahí estaba Sooyoung tirada en el piso también ruborizada, no tanto como Sunny pero si era bastante notorio. Sooyoung volteó a verla y como si fuera una niña pequeña que había hecho una travesura apartó la mirada molesta a lo que Taeyeon simplemente sonrió.

-Pequeña canalla.-Se burló la rubia. Normalmente era Sooyoung la que se burlaba de ella, era divertido invertir los papeles una vez aunque sea.

-Cállate.-Masculló la mas alta mientras se paraba.-Hola Fany-ah-Saludó a la joven pre-mamá que acompañaba a su hermana.

-¡Oh Soo no te había visto!-Se disculpó Tiffany-¿Qué hacías en el suelo?-Preguntó.-Y Sunny ¿Por qué estás tan roja?, ¿Tienes fiebre?

-Esto… ¿Qué las trae por aquí?-Se salió por la tangente las mas alta entre todas, ignorando la pregunta de Tiffany que como si hubiera recordado algo importante se apresuró a decir:

-¡Tía Hyoyeon tendrá a su bebé!-Exclamó fuertemente a Sunny.

-¡¿Qué?-Preguntó la castaña-¿Ahora?

-Si, a eso venimos Sooyoung.-Exclamó Mimi.-Quiero llevar a Sunny al hospital.

-¡Si!-Exclamó la castaña feliz, por fin podría ver a sus amigos de la clínica. Tanto médicos, pacientes, enfermeras.

-No te preocupes ya que estaremos en un hospital.-Trató de conseguir Tiffany-Además ahí estará Hyomin y ella estará feliz de atender a…

-Ni hablar.-Soltó la castaña mas alta sorprendiendo a todas excepto a su hermana mayor. No era del todo malo que Sunny saliera de la clínica un rato a ver a la civilización. Estaba bastante estable a diferencia de cómo había llegado. Pero ante la mención de cierta castaña que estaría con ella la negación que soltó no pudo evitar salir. Observó los rostros perplejos de la joven de ojos miel que instintivamente se apegaba a su hermana, la sorpresa en los ojos chocolates de su paciente y el brillo de burla característicos en los ojos de su hermana mayor. Tenía que arreglarlo pronto.-A menos que yo los acompañe.-Dijo mirando con satisfacción como ambas Hwang suspiraban aliviadas.

-¿Y la clínica Sooyoung?-Preguntó Taeyeon con una burlesca sonrisa.

-Touma Norshtein quedará a cargo.-Contestó de mala manera el joven.-Es el mejor, después de mí.-Indicó Sooyoung un poco hastiada de los sutiles comentarios de Taeyeon, pero tenía que calárselas, era su venganza.

-De acuerdo, vámonos.-Apremió Tiffany-Te ayudo a vestir Sunny-Indicó la joven futura madre indicándole a ambas hermanas que se retiraran para poder cambiarle a su hermana esas ropas de interna.

Ambas jóvenes obedecieron a la futura mamá sin chistar al ver lo nerviosa y apurada que estaba y salieron de la habitación en silencio. Una con una sonrisa en los labios y la otra cansada de esa sonrisa.

-Quita esa sonrisa de tú rostro Taeyeon, hasta asustas.-Replicó la menor con fastidio pero eso solo hizo que la sonrisa en el rostro de su hermana aumentara y a la vez desapareciera automáticamente.

-No juegues con ella Sooyoung-Advirtió Taeyeon a su hermana.

-No te entiendo.-Contestó la menor.

-Sabes a lo que me refiero Soo-Le dijo la rubia regresándola a ver a los ojos de manera seria.-Ella es la hermana de Tiffany, es tú paciente, tú eres su médico.

-Si es mí paciente quiere decir que soy su médico.-Se burló Sooyoung.

-Además que mal o bien tienes una novia.-Ignoró la burla de su hermana-Una celosa e histérica novia.-Completó recostándose sobre la pared.

-Lo sé.-Contestó ella colocándose de igual manera que su hermana mayor.

-¿Por qué?-No hacía falta completar la pregunta, Sooyoung entendería.

-¿Por qué te acostaste con Tiffany la segunda vez?-Cuestionó la menor.

-Porque quería.-Admitió la mayor preguntándose si era solo eso.-No, más que eso. Lo necesitaba.

-Entonces ahí tienes contestada tú pregunta.-Dijo simplemente la menor mientras desaparecía para dar las indicaciones a seguir luego de su partida.

Taeyeon miró al techo del departamento mientras escuchaba los ruidosos chillidos de aquella mujer que sería la madre de sus hijos. Se escuchaba entusiasmada y nerviosa, un poco más entusiasmada que nerviosa. Pero hablaba con ilusión y alegría, inconsciente de la escena que vivió hace unos instantes su joven hermana. Tiffany eran tan vivaz, tan alegre, era capaz de contagiar de alegría a todo aquel que la conoce.

La puerta se abrió y ambas salieron por ella vestidas y listas para salir. Tiffany ayudaba a Sunny haciendo que se sostuviera de ella por lo que ella rápidamente se acerco a ellas para sostenerla.

-Gracias.-Susurró Tiffany sonriéndole, solamente a ella. Haciendo que algo en su pecho se llenara nuevamente.

Y un nuevo sentimiento apareciera en su corazón.

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-¡Nick!-Gritó la pelirroja acercándose corriendo hacía la pelinregra que caraba a una niña en brazos. Tras de ella la rubia  cuidando de cerca que no se cayera o que no hiciera caer a nadie en el trayecto y tras ambas Sooyoung y Sunny, la última siendo llevada en una silla de ruedas por la primera-¿Dónde está?

-Ha entrado en labor y ahora están con ella en cirugía.-Explicó la futura madre que a pesar de parecer calmada en sus ojos se veía su preocupación.

-¿Qué ha pasado?-Preguntó Tiffany.

-Al parecer el bebé no estaba en buena posición o mejor dicho cambio de ella en esta última semana.-Comentó Nicole-Decidieron que lo mejor sería practicar una cesárea urgentemente para sacar al bebé antes que empiece a asfixiarse.

Tiffany ya sabía lo que eso significaba. Con Hara los médicos tardaron en actuar ya que así mismo la pequeña traviesa cambio de posición poco antes de dar a luz. Pero todo se complicó ya que se enredó en el cordón umbilical demorando el proceso. Y a pesar de que la sacaron con vida de ese parto riesgoso la niña nació con una tara. A pesar de eso era la niña de los ojos de ambos madres porque se aferró a la vida como nadie y les trajo muchas alegrías y bendiciones.

-¿Por qué no estás con ella?-Preguntó Sunny uniéndose a la conversación.

-Sunny-Nicole recién reparaba en su presencia-¿Cómo estás?

-¡Eso no importa ahora!-Exclamó la joven nerviosa.

-Sunny…-Susurró la pelinegra-Yoona y Hyomin la están asistiendo y yo…-No pudo evitar ver a su pequeña que reposaba tranquilamente en sus brazos.

-Ve con Hyoyeon-Indicó Tiffany extendiendo los brazos.-No fuiste por Hara, pero ya estamos aquí para cuidar de ella.

-Gracias Mimi.-Dijo el hombre entregándole a su hija.-Les informaré cualquier novedad.-Indicó desapareciendo por la sala de esperas.

-Fany-Hara saludó con entusiasmo y le llenó la cara de besos.

-Yo también te extrañe pequeña.-Señaló la pelirroja.

-¿No hay beso para mi Hara?-Preguntó Sunny desde la silla de ruedas.

-¡Bunny!-Exclamó la niña con una sonrisa dirigiéndose hacía a la castaña para llenarle la cara de besos.

Ambas "Kim" estaban levemente sorprendidas al ver a una niña especial ahí y que sea conocida de las "Hwang". Sunny notó que se la quedaban viendo demasiado y se volteó furiosa a ellos.

-No sé porque la miran así si ella no tiene nada de especial.-Masculló molesta.

-Sunny.-Trató de calmarla Tiffany. Cuando la gente quedaba viendo a Hara con gestos su pequeña hermana se molestaba en sobremanera ya que desde cierto punto de vista sentía que las veían así solo por ser diferentes. La reacción de ambas Kim no fue a mal, solo se mostraron sorprendidas ya que nunca se les había platicado de la existencia de Hara-Solo tenemos que presentarla.-Dijo tomando a la niña.-Hara, ellas son Kim Taeyeon y Choi Sooyoung y son amigas nuestras.-Explicó Tiffany con aires maternales.

- Shikshin-comentó Taeyeon burlándose de su hermana, puesto que ese era su apodo

-TaeTae y ¿Shinigami?-Cuestionó la niña-¡Death Note!-Comentó asustada por la relación entre los nombres de la castaña y el de aquel anime que había visto una vez y la había asustado mucho mientras provocaba las risas de las demas.

-¡¿Qué?-Preguntó la "Shikshin" ante la comparación.

-No Hara, no es un shinigami.-Explicó Tiffany calmando a la asustada niña.

-Aunque es igual de fea.-Completó Taeyeon.

-Saluda Hara-Apremió Tiffany a la niña.

-Hola.-Saludó y se volcó a los brazos de la rubia para darle un sonoro beso.

-Hola bonita.-Saludó Taeyeon más adaptada.

-Shinigami-Ahora saludó a la menor algo reacia aun, debido al pequeño susto anterior.

-¡No soy un shinagami!-Corrigió la menor a la niña causandole gracia y asi olvidar su temor.

-Si lo eres, eres alta-Parecía firme, tal como su madre.

-Ah si, Hola Pikachu.-Contraatacó la alta castaña.

-¿Por qué Pikachu?-Cuestionó la rubia.

-Fue el primer Pokemón que recordé, no me culpes.-Se defendió la alta.

-Infantil.-Se quejó la mayor.

Luego de las respectivas presentaciones solamente se quedaron a esperar. Tiffany tenía a Hara sobre su regazo cantándole una nana para acunarla mientras Taeyeon las veía ensimismada. Sunny había ido a visitar a sus compañeros y amigos en la sala de cardiología. Estaban feliz de verla, especialmente de verla tan animada. El doctor Genai la saludó con mayor cariño puesto que fue él quien la atendió desde pequeña y se sorprendió muchísimo de saber que la joven prodigio Choi Sooyoung era quien trataba a la pequeña Sunny.

Finalmente la puerta de la sala de operaciones se abrió revelando a una joven con pinta de doctor que quitándose todos los aditamentos del traje QX quedó con una cabellera castaña y sus ojos castaños se pudieron apreciar mejor.

-Yoona, ¿Qué pasó?-Se apresuro a parar Tiffany con cuidado dejando a la niña en brazos de Sunny. Las dos Kim y Sunny pusieron su atención en la otra castaña.

La joven analizó la escena, sus ojos se iluminaron al ver a Tiffany y a Sunny. Pero se achicaron al ver a sus medias hermanas que tampoco la miraban de buena manera. 

-Yoona, no me asustes.-Pidió Tiffany sacándola de sus cavilaciones.

-Todo fue…-Inhaló profundamente antes de exhalar y completar su frase.-Un éxito, es un fuerte y sano varoncito.-Exclamó con una sonrisa mientras se acercaba a Tifanny que emocionada se abrazó a ella agradeciéndole el trabajo que había realizado.-En unos momentos la pasan a su cuarto y podrán entrar a verlos

Taeyeon no pudo más que apretar los puños y los dientes al ver en la cara de Yoona la clara expresión de victoria al tenerla entre sus brazos. Tiffany se separó de Yoona antes de agradecerle por última vez y se acercó a la rubia que se encontraba tensa detrás de ella y la abrazó buscando confort.

-Todo salió bien, que alegría.-Exclamó la pelirroja pegada al pecho de la rubia que pudo respirar tranquila teniéndola en sus brazos. Y mirando desafiantemente a su media hermana pero con un brillo de victoria bien marcado.

A pesar de no entender a ciencia cierta el porqué del gran temor en ambas Hwang. Al tener a la joven entre sus brazos su tensión desapareció instantáneamente como si fuera su relajante personal. Se sentía bien estar en sus brazos y que ella busque los suyos como refugio.

-Ya todo está bien.-Susurró la rubia acariciando los cabellos de la pelirroja que empezaba a gimotear de la alegría.

-Si…-Susurró la pelirroja sintiendo como la calidez de la rubia calaba en ella reconfortándola. Cuando estaba entre sus brazos, se sentía a salvo, segura, cómoda. Como nunca se había sentido con nadie antes.-Gracias Tae-Dijo alzando la cabeza para verla a los ojos, esos resplandecientes ónices que la miraban con ternura mientras con una mano limpiaban las tímidas lagrimillas que se habían rehusado en seguir su camino.

La escena fue breve y para alguien poco observador no fue nada. Sin embargo para las tres personas por decirlo de una manera, cercanas a la rubia y a la pelirroja eso no era tan simple como para pasar desapercibido.

-Ya pueden pasar a verlos.-Indicó Yoona aclarándose la garganta antes de hablar.-Me lo acaban de informar.

Una gran sonrisa se formó en los rostros de las Hwang que fueron llevabas por el otro par de hermanas donde estaba su tía. Ahora se dirigían a la habitación de ella contentas y emocionadas.

-Toc, toc.-Imitó el sonido de la puerta mientras la abría lentamente-¿Cómo están?-Preguntó tímidamente la pelirroja.

-Fany, linda que bueno verte.-Exclamó con una sincera y cansada sonrisa la mujer que nuevamente se estrenaba como madre aquel día.

-Muy bien tía ¿Y tú?-Cuestionó la futura madre acercándose.-Hola Hyomin-Saludó a la enfermera castaña.

-Hola Tiffany-Contestó la nombrada mientras monitoreaba los estados de Hyoyeon.

-Exhausta.-Admitió con sus ojos a medio cerrarse por el agotamiento.-Debo lucir horrible.-Admitió con nostalgia.-Así lucirás tú en unos meses, aunque bueno tú eres más hermosa.-Reconoció la mujer de cabellos rubios. Hyoyeon era una mujer agraciada, no tanto como sus sobrinas, peor tenía lo suyo sin embargo luego del parto no es el mejor momento de una mujer a pesar de ser cuando es más vista por las personas.

-Luces genial tía.-Aseveró Tiffany-Además he traído una sorpresa conmigo.-Indicó Tiffany con ese aire travieso suyo.

-Ya vi al rubio esa madre de tus hijos.-Comentó de mala manera ya que aún no le agradaba Taeyeon del todo.

-A mi también me da gusto verte Hyoyeon-Expresó la rubia con una sonrisa cansada a la mujer que una vez había amenazado contra su integridad.

-Señora Jung para ti.-Corrigió la mujer.-Pero bueno Tiffany, ¿Qué me trajiste?

-Pasa.-Pidió la pelirroja a quien esperaba detrás de la puerta.

-¡Sunny!-Gritaron ambas al unísono cuando vieron a la joven menor de los Hwang entrando al cuarto en una silla de ruedas con una sonrisa en su rostro y la pequeña Hara en sus brazos.

-Hola.-Saludó la castaña con una sonrisa a dos de sus personas más cercanas.

-¡Mami!-Saludó la pequeña Hara en brazos de Sunny actualmente queriendo salir de ellos para ir con su progenitora.

-Mi pequeña niña.-Saludó la madre extendiendo los brazos para poder sostener a su primogénita-¿Cómo estás?

-Sunny, lamento no haber ido a visitarte últimamente pero he estado demasiado ocupada para mi propio gusto.-Se disculpó la castaña acercándose hacia Sunny y sosteniendo sus manos entre las suyas mientras ignoraba deliberadamente a la ya conocida médico-Pero mira que linda estás.-Halagó la joven enfermera-Bueno siempre lo has sido y… ¿Quieres ir a dar una vuelta conmigo?

Un sonido de tos fingida interrumpió los piropos de la castaña que nunca perdía la oportunidad para conquistar a la joven Hwang.

-Hermanito-Reclamó Hara a su madre, era cierto el joven heredero Jung no estaba ahí.

-Aquí está Hara-Indicó una voz entrando en el ya repleto cuarto con un bebé en brazos.-Y quiere conocer a su hermana mayor.

-¡Mami!-Exclamó la niña feliz al ver a su madre entrando con un bultito celeste en sus brazos.

-Hola mi niña.-Dijo la feliz madre acercándose a las dos mujeres de su vida y entregándole el bebé a su esposa.

-Hola de nuevo pequeño.-Saludó Hyoyeon-Mira cuanta gente quiere conocerte.-Dijo quitando el cobertor de su carita para que lo pudieran ver mejor conforme todos se acercaban.-Les presentó a Jung Junhyung.

No faltaron los gritos de emoción de las dos mujeres presentes ni las sonrisas enternecidas por parte de las demas. Tiffany especialmente lucía terriblemente emocionada ante el pequeñín e incluso ya anunciaba a quien se parecía, aunque apenas tuviera una hora de nacido y lo único que resaltara en él fuese la mata de cabello malva que tenía.

-Debe doler ser desplazados por un bebé.-Indicó la castaña mas alta con su característica burla refiriéndose a las dos mujeres a sus costados. Una su hermana y la otra la enfermera esa.

-No veo que a ti te presten atención hermanita-Taeyeon ya estaba acostumbrada al sentido del humor de Sooyoung y por eso se lo tomaba tranquila sin embargo Hyomin ya estaba roja del coraje.

-Mira que lindo es Taeyeon-Indicó la pelirroja acercándose a la rubia con el bebé.

Era igual que el resto de recién nacidos que había visto pero lo mejor era sonreír y no decir nada más que afirmaciones de lo que diga la pelirroja.

-Lindo Junhyung-Agregó la pelirroja acariciando los cachetes del bebé con la punta de su nariz despertándolo y causando que rompa en llanto.

-Tiene hambre.-Casi aseguró la madre experta.-Pásamelo Tiffany.

La pelirroja obedeció y le pasó al bebé mientras ella con gesto experto acomodaba a su pequeño para que amamantara.

-Es mejor que aprendas.-Dijo Tiffany-Mira nada más como ya se dan a notar.-Agregó viendo el vientre de Tiffany-Se nota que son tres aunque gracias a Dios y a lo delgada que eras no se te nota mucho para tener…

-Cuatro meses.-Explicó la pelirroja.

-Como pasa de rápido el tiempo.-Suspiró resignada la mujer sin poder evitar notar el acercamiento entre Tiffany y la señora Kim-Pronto será el… mierda.

-¿Qué pasa Hyo?-Preguntó su esposa preocupada.

-Mañana es el evento de Hara, Nic-Comentó preocupada.-El evento de integración, la niña está muy entusiasmada con ir.-Dijo afligida.-Pero no podremos…

-Si quieres puedo ir yo.-Ofreció Tiffany-Con Hara.

-Tú sola y en tu estado no creo que sea lo mejor.-Contestó la joven madre.

-No iría sola.-Una nueva voz ingresó-¿Cómo te sientes Hyoyeon?

-Muy bien Yoona-Aseguró la joven.-Pero ¿Qué decías?

-Que no es necesario que Tiffany vaya sola, yo puedo ir con ella.-Aseguró con su resplandeciente sonrisa.

Los nervios de la rubia mayor se crisparon ante la mera proposición de mujer que se hacía llamar su media hermana. ¿Acaso pensaba que ella iba a permitir eso?

-Pero Yoona, tú trabajo…-Comentó Nicole apenada.

-Podemos ir un momento a la hora de mi descanso.-Aseguró la castaña-¿Qué dices Tiffany?

-Yo… bueno…-Estaba lo suficientemente cerca de Taeyeon para saber que se hallaba molesta y eso lo delataban sus puños que ya se encontraban blancos.

-Si vas a hacer algo a medias mejor no lo hagas hermanita-Anunció la mayor con altivez.-Yo puedo ir con ellas todo el día.

Si, parecía un niño pequeño vanagloriándose de un logro personal pero así era. Ya que contra eso Yoona no podía refutar nada.

-Tú también tienes trabajo Taeyeon, te recuerdo que la empresa no se maneja sola.-Atacó su media hermana.

-Yo no me meto en tú trabajo, tú no te metas en el mío.-Indicó la rubia.

-No tienes derechos sobre ella.-Acotó Im.

-Sabes que si y no me molesta repetirte porque los tengo.-Concluyó la rubia mayor.

-Im, perdiste.-No podía aguantar mantenerse callada cuando atacaban a Yoona. Por lo que Sooyoung no pudo evitar comentar en contra de aquella bastarda de su padre.

-No creo que tú deberías meterte Choi-Contestó Park.

-Una es mi hermana, tengo todo el derecho.-Contestó ella simplemente mirando a la castaña de manera desafiante.

La tensión era palpable en el ambiente entre las cuatro mujeress. Los motivos de sus rechazos entre sí eran de sobra conocidos por ellas. Aunque para los demás sea un misterio.

-Esto…-Tiffany trató de aligerar le ambiente-¿Puedo ir con Hara?-Cuestionó.-Taeyeon nos acompañaría.-Finalizó dándole con eso una sonrisa de victoria a la rubia Kim.

-¿Puedo ir yo también?-Preguntó Sunny-Hace mucho tiempo que no visito el parque de Odaesan.

-¡Claro!-Exclamó eufórica Hyomin-Yo podría ir contigo para cuidarte y…

-Yo iré con ella.-Aseguró Sooyoung-Soy su médico y no hay nadie mejor calificado que yo para cuidar de ella.

-Sunny, ¿Con quién quieres ir?-Cuestionó la castaña a la aludida.

-Yo…-Miró a ambas de hito a hito. Hyomin su amiga de siempre y Sooyoung, la médico que había robado su corazón sin proponérselo. La misma que era de otra y que eso le dolía sin embargo…-Supongo que para que me deje salir de la clínica tengo que ir con Sooyoung-Comentó ocultando que en realidad si prefería salir con ella.-Hyomin, nosotras saldremos juntas luego, como en los viejos tiempos.

-Es una promesa.-Finalizó Hyomin entusiasmada-De una futura cita.

-Esto... claro, como amigas.-Finalizó Sunny.

-Entonces, mañana recogemos a Hara y nos vamos a esa integración.-Confirmó Tiffany.

-Si, muchas gracias linda. Yo iría pero dudo que con Junhyung tenga fuerzas para ir y Nicole me podría ayudar.-Agradeció la joven madre mientras abrazaba a su hija.-Y Hara está muy entusiasmada con ir.

La pelirroja simplemente asintió y sonrió. Si con cosas tan sencillas podía pagar todo lo que Hyoyeon y Nicole habían hecho por ellas se sentiría feliz.

-Creo que debemos dejar a Hyoyeon descansar.-Señaló la joven Im evadiendo ver a su hermana con la mujer que amaba.-Mañana te daremos el alta Hyoyeon-Explicó.

-De acuerdo.-Dijo la madre con su esposa y su hija junto a ellas mientras el último de sus hijos se alimentaba.

-Nos vemos mañana, recojo a Hara a las diez.-Señaló Tiffany despidiéndose de todos.-Adiós bonito.-Dijo especialmente para el bebé.

Los demás presentes se retiraron luego de despedirse de la pareja. Tiffany fue la última en salir quedándose hasta cerrar la puerta mientras observaba como Nicole le daba un tierno beso a Hyoyeon y articulaba un "Gracias" y un "Te amo".

La pelirroja no pudo más que sonreír tiernamente ante una de las muestras más claras de amor verdadero que había visto jamás. Si bien el matrimonio de sus padres no pudo seguir y su vida amorosa no era precisamente un ejemplo a seguir, el matrimonio Jung le hacía pensar que tal vez si existía el amor verdadero y lo bonito que debe ser sentirlo.

Amar a alguien tan profundamente que te llegas a olvidar de todo y de todos los que no sean el ser amado o en su caso también aquellas personitas que procreo con aquel ser. ¿Qué se sentirá amar a alguien de aquella manera?

¿Será parecido al sentimiento que aparece en ella cada vez que está cerca de Taeyeon?

¡Pero que está pensando! No, eso no puede ser.

Regresó a ver como Taeyeon platicaba con Sooyoung, al parecer bromeándose entre ellas ya que ambos sonreían de manera burlesca. La regresó a ver y le sonrió tiernamente y bastó esa sonrisa para que su corazón diera un vuelto y se aceleraba. Que en su estómago se movieran y revolvieran mil y una cosas y sabía que no eran los bebés. Con un simple guiño de ojo acompañado por aquella sonrisa que le obsequió la rubia ella se ruborizó hasta las orejas.

Los latidos acelerados de su corazón, la revolución en su estómago y el rubor en sus mejillas que le quemaba el rostro.

Sintió algo parecido a esto hace mucho tiempo pero no era ni la mitad de intenso.

Ella estaba… de ella… no, no.

Por su propio bien la respuesta debía ser no.

Aunque su corazón gritaba un gran y sonoro "¡Sí!"

Y eso era lo que más temía.

_____________________________________________________________________________________________________________

-Mierda.-Se quejó la diseñadora ante la repentina décimo cuarta vez que la mina de su lápiz se quebraba en pleno diseño. Llevaba trabajando en los bocetos desde las seis de la tarde que su turno terminó hasta actualmente las dos de la mañana. Se moría de sueño, después de todo luego de hacer diez diseños en papel con sus respectivas fallas. Por fin se hallaba haciendo el que sería según ella el ícono de la colección y era el que tenía que mostrar al día siguiente junto con los diez dibujos.-No puedo más…-Susurró recostando su cabeza sobre sus brazos.

-Oh si, dormirse en el trabajo es de lo más profesional.-Una voz hizo aparición a su lado con una humeante taza de café en sus manos-¿Segura que está bien que te tomes otra?-Cuestionó la morena-Ya llevas siete.

-Tengo que estar despierta.-Contestó con los ojos cerrados.

-Buen trabajo.-Dijo con sarcasmo.-Sabes que no es muy educado dormirte mientras estás dialogando con alguien.

-Lo dice la que durmió a rienda suelta desde las nueve hasta la una.-Contestó ofendida alzando la cabeza. Con los ojos ya abiertos.-No te imaginas lo difícil que fue trabajar con tus molestos ronquidos.

-Deberías agradecerme.-Contestó ofendida-Estoy aquí en vez de estar en mi cama…

-Primero nadie te pidió que te quedarás y segundo si quieres irte la puerta está abierta.-Dijo de mala manera despertándose completamente para seguir trabajando impulsada por el enojo que sentía.

-¡Lo hice!-Se felicitó a si misma-Te desperté, ahora si podrás terminar tú trabajo.

La rubia abrió los ojos desmesuradamente ante la revelación de la morena. ¿Ella se comportó como una tonta solo para despertarla y que pudiera seguir trabajando? Sus ojos se llenaron de lágrimas por lo conmovida que se hallaba por el gesto que había tenido la morena para con ella.

-Espera, no llores.-Pidió entrando en un estado de desesperación, odiaba ver a las mujeres llorar.

-Gracias.-Dijo sinceramente secándose las lágrimas antes de que estas salieran.-Pero dime sinceramente ¿Qué haces aquí?

-Ayudándote supongo.-Contestó la morena con simpleza.-Si no estuviera te hubieras dormido hace…

-En serio.-Lo cortó la rubia-¿Por qué estás aquí?

-Porque quería.-Contestó la joven ya seria pero aún con aires despreocupados.

-Pero tenías planes para hoy.-Recordó con amargura la joven diseñadora.

-¿En serio?-Preguntó la fotógrafa también-¿Con quién?

-Con tú novia.-Contestó la rubia.

-¿Quién?

-¡Sulli!

-¡Ah!-Dijo recordando.-Pero ¿Cómo es que tú sabes eso?

-Estuvieron en mi oficina planeándolo todo hoy en la mañana.-Le recordó.-Y dando un espectáculo no muy apropiado que digamos.

-¿Celosa diseñadora?-Preguntó con picardía.

-Simplemente recordé que tenías ese compromiso y no entendía porque estás aquí conmigo en vez de estar con ella.-Contestó levemente ruborizada ante la suposición de la morena-Además yo nunca podría estar celosa de ti porque tú no… como me dijiste una vez, ah si. No eres mi tipo.

-¿En serio?-Preguntó acercándose peligrosamente a la rubia.-Entonces ¿Por qué estás roja?

-Por el calor que hace.-Contestó desviando la mirada.

-¿Calor en Otoño?-Negó con la cabeza.-Eso está preocupante.

-No deberías de preocuparte.-Contestó cerca de ella, muy cerca de ella. Incluso susurraba.-No es de la incumbencia de una fotógrafa como tú. Ya sabes lo que dicen de los fotógrafos.-Comentó mientras la morena aún cerca de ella negaba en silencio.-Que todos son ga…

No pudo terminar puesto que fue interrumpida por los labios devoradores de la morena que la tomaron desprevenida. Esperen… ¿Yuri la estaba besando? Aunque eso no era lo preocupante, lo era el hecho que ella se estaba dejando e incluso…

Lo estaba disfrutando…

La fotógrafa movía sus labios con pericia y en un descuido de la diseñadora introdujo su lengua para profundizar el beso mientras sus manos recorrían sutilmente el cuello y la cintura de la rubia. La joven mujer no pudo evitar emitir un gemido que fue ahogado por un nuevo ataque de los labios de la morena. Si, estaba disfrutando mucho ese beso. Es más no podría recordar a ciencia cierta cuando fue la última vez que con un solo beso su cuerpo reaccionaba y le hacían volver a sentir cosas que creyó muertas.

Desde hace mucho tiempo que nadie la besaba con aquella pasión desenfrenada y le hacía olvidarse de todo y de todos mientras lo único que quería era que la morena la siguiera besando.

Pero eso no pasó, ella se separó de ella y la quedó viendo con burla y una sonrisa pícara. Mientras ella estaba anonadada.

-Eso.-Empezó a hablar la morena con superioridad.-Es para que nunca más supongas frigidez en mi diseñadora, desde hace mucho que estás con eso y eso nada más me dice que querías probar a ver si era o no era "rarita".

Pero parecía que la rubia no la escuchaba sino que estaba en la misma posición que la dejó con los labios aún entreabiertos y la mirada concentrada en ella. ¿Acaso la miraba con reproche? Pero ¿Por qué? Por besarla o por detener el beso. Sinceramente ella esperaba cualquier otra reacción del la joven y recta mujer luego del beso. Incluso ya tenía planeado debajo de donde iba a esconderse una vez que empezara a lanzarle cosas mientras le insultaba en todos los idiomas que conocía; tal vez ni siquiera lo hubiera dejado seguir sino que la hubiera apartado con una bofetada mientras como una colegiala se limpiaba el beso.

Pero no, más bien ella se dejó besar y correspondió al beso de manera casi inmediata. Con un equilibrio perfecto entre ternura y pasión propia de una mujer. Debe admitir que a ella también le costó muchísimo separarse de sus labios ya que parecía que le embriagaban, la hechizaban e incluso la incitaban a seguir besándolos.

-Esto...-Llamó Jessica a la morena que estaba perdida en sus propios pensamientos.

-¿Si?-Preguntó por inercia. Una poca distancia las separaba, podían sentir el aliento de la una sobre la otra.

-Yuri yo…

-Jessica yo…

Ambas abrieron sus ojos sorprendidas ya que era la primera vez que se dirigían la una a la otra por sus nombres en vez de usar sus oficios. Se miraron fijamente mientras veían la lujuria y la pasión en los ojos de la otra y sin poder evitarlo sucumbieron ante la debilidad de la carne volviendo a repetir el acto antes practicado. Solo que está vez fue iniciativa de ambas que empezaron a devorarse con pasión.

Yuri con una mano votaba lo que estorbaba en la mesa sobre la cual antes había estado diseñando la rubia mientras que ella sin perder el tiempo desabrochaba los primeros botones de la camisa de la morena excitándola más. A pesar de que dijera que Jessica no era su tipo, era todo lo contrario. Era perfecta para ella en todos los aspectos, era decidida, perseverante, fuerte, no era la típica modelo frágil ni la petulante diseñadora alzada; era un mujer hermosa con muchos atributos y muchas virtudes.

Entonces ¿Qué la hizo aplazar este encuentro?

Su mano rozo la mano de ella y toco aquel anillo que lucía descaradamente sobre el dedo de su mano. Eso era lo que le detuvo siempre, aquel anillo, símbolo de alianza entre dos personas que se aman. Y nuevamente eso la hizo detenerse.

-¿Qué pasa?-Preguntó la diseñadora agitada ante la reacción de la morena. Ella no dijo nada pero su mano no se despegaba del anillo de ella.-Oh…-Entendió la rubia retirando el anillo de su dedo rápidamente.-No te detengas por favor.-Rogó a la morena mientras ella tomaba la iniciativa ahora besando la parte de su cuello descubierto.

-Aunque mañana seamos la fotógrafa y la diseñadora nuevamente.-Preguntó con la voz ronca mientras besaba su cuello.

-No importa, aunque sea por unas horas hazme sentir nuevamente mujer.-Dijo besando sus labios con urgencia y siendo correspondida por ella.

-¿Segura que no te arrepentirás mañana?-Cuestionó la morena por última vez.

-Creo que gané una apuesta.-Le recordó con picardía.-No pares, no me arrepentiré…

La noche fue larga para ellas, mientras sus cuerpos realizaban el ritual corporal más antiguo conocido. Esa noche algo cambio en ellas, ambas. Jessica volvió a sentirse mujer en brazos de alguien que no era su esposa y Yuri… ella simplemente no puede comparar la noche que pasó con la diseñadora con ninguna otra noche y duda poder compararla con sus relaciones futuras.

El anillo cayó por el piso y sabrá Dios donde estaba. En esos momentos era lo último que les importaba.

Después de todo era solo una pieza de metal fino.

Porque las alianzas se las hace con el cuerpo, la mente y el corazón…

____________________________________________________________________________________________________

-Mira Tiffany-Señaló la pequeña niña a una hermosa golondrina que yacía en la rama más baja de un árbol.

Hara estaba encantada en los brazos de Taeyeon. Habían recogido a la niña a las nueve en punto, todos iban en el Toyota de cinco puertas de la rubia mayor ya que la menor solo contaba con deportivos de dos puertas. Sunny lucía muy emocionada, casi como la niña. Ahora estaban ella y Sooyoung sentadas sobre la manta observando a las personas disfrutar del domingo.

Pero Tiffany no estaba tan tranquila como el resto de las familias ahí presentes. Algo no iba bien según ella. Ahora sentía que las cosas con Taeyeon tenían menos sentido que antes. Habían decidido estar juntas pero ¿Estaban juntos?, ¿Cómo juntas?, ¿Cómo pareja? Después de todo la rubia no había hecho ningún intento de acercamiento por su parte desde aquella noche… al menos ningún acercamiento de ese tipo. Acaso se arrepiente y no sabe como decírselo.

-Flor.-Señaló la pequeña extendiéndole un clavel amarillo que había encontrado en el piso y cuando iba a tomarlo Taeyeon se le adelantó y delicadamente colocó la flor en una esquina de su cabello tras su oreja y le sonrió tiernamente.

Además de tímidos y efímeros abrazos no había pasado a más ni tampoco había hecho el intento de un acercamiento más profundo con ella, no quería presionarla y solo con verla bastaba para hacerla feliz. Solo con eso su corazón se llenaba, aunque no negaba que las ganas de volver a hacerla suya muchas veces lo habían mandado a las duchas heladas más de una vez. Sinceramente se sentía feliz cuando estaba con ella, feliz como no lo había sido nunca. Era algo más un sentimiento muy fuerte pero… ¿Cuál sentimiento era? El único que se le ocurre puede ser algo parecido es… no, no puede ser eso…

Ella no puede…

Observó el semblante cabizbajo de la joven, desde ayer estaba así ¿Qué le pasaba?, ¿Se arrepentiría?

-¡Bunny!, ¡Shinigami!-La niña se bajó de los brazos de la rubia y se fue corriendo donde se encontraba su hermana menor y la hermana de Hwang. Ambas vieron como la niña era recibida por ambas jóvenes y solamente ahí pudieron acercarse sutilmente Taeyeon junto a Tiffany.

-¿Qué te pasa?-Preguntó la rubia a la pelirroja simplemente.

-Tenemos que hablar.-Ella no podía seguir así, esas dudas constantes la acabarían por volver loca y eso no era bueno para los bebés. Necesitaba saber ¿Qué eran?, ¿Por qué cambió de repente?,

¿Qué siente por ella?

-Shinigami-Dijo Hara triunfante.

-Sooyoung-Corrigió la castaña alta.

-¡Shinigami!-Exclamó animada riendo la niña.

-¡Sooyoung!-Dijo molesta-Niña molestosa…

Hara le sacó la lengua y giró su rostro ofendida. Sunny reía a carcajadas ante la imagen de ambas molestas la una con la otra. Sooyoung con su rostro volteado a la derecha y Sunny con su rostro a la izquierda ambas parecían un par de niñas de siete en vez de una ser una mujer de veinte y algo.

-Hara linda ¿Quieres venir con nosotros?-Preguntó una madre de familia de la escuela de Hara con su hijo a su lado.-Iremos a alimentar a los patos.

-¡Sí!-Exclamó la niña feliz.-Adiós Bunny, adiós Shinigami-Se despidió la niña de ambas.

-¡Sooyoung!-Gritó a la niña-¿Qué tan difícil es?

-¿Qué cosa?

-Recordar mi nombre.-Preguntó frustrada.

-Es increíble que estés molesta con la niña por eso.-Le reprochó Sunny.

-No es porque cambie mi nombre sino porque me compare con la cosa esa-Se quejó.

-Pues a mi Shinigami me parece interesante-Confesó la castaña simpleza.-Además se ve que no has visto el anime ya que en realidad es fuerte y grande …

-Entonces… ¿Crees que soy un fuerte y grande y te parezco interesante?-Preguntó insinuante.

-Hablaba de Shinigami-Corrigió ella.

-Según tú prima yo soy-Sonrió con picardía.

-Claro…-Contestó rodando los ojos.

Sooyoung se quedó viendo a su joven paciente mientras el viento jugaba con su lacio cabello color chocolate. Era muy linda, eso nadie se lo quitaba, tal vez no tenía un cuerpo exuberante, cabello ni ojos llamativos. Pero tenía un aire de ternura absoluta y completa. Ella era genuina y con un gran corazón…

¿A quién se parecerá? Ya que no tiene mucho de Tiffany ni de Hyoyeon. De hecho si lo notaba no se parecía en nada a ninguna de las dos. Tiffany poseía una tez pálida, cabello rojo y ojo color miel. Su rostro no era del todo largo sino más bien algo redondito y es no es tan bajita en estatura. En cambio Sunny, cabello y ojos chocolates, su cabello es completamente lacio y su rostro alargado. Sin mencionar su estatura menor y el examen de sangre que denotaba que no tenían el mismo tipo de sangre.

O tal vez ya había empezado a perder la razón porque eso era normal. En las familias no todos los hijos se parecen, incluso muchas veces la gente se asombra de ver lo diferentes que pueden llegar a ser dos hermanos.

-Parece que Hara se está divirtiendo.-Susurró Sunny observando a la niña que corría entretenidamente con el niño con el que se había ido.

-Si…-Contestó la castaña mas alta a la niña.-Pero ¿No extrañará a sus padres?-Preguntó-Digo viendo a los demás con sus padres y ella no los tiene…

-Pero está con nosotros.-Señaló Sunny-Tiffany y yo la queremos como si fuera una hermana menor.

-Pero los padres son los padres y mejor cuando están juntos…-Susurró de manera nostálgica.

-¿A qué te refieres?-Preguntó la castaña.

-Mis padres se separaron.-Comentó inconscientemente.-Y de la peor manera posible ¿Sabes?-Una triste sonrisa.-Mi madre se enteró de las infidelidades de mi padre el día en que esa mujer llegó con aquel niño del brazo. Yo tenía ocho años y Taeyeon catorce cuando llegó esa mujer mientras cenábamos con aquella castaña de once años, futuro a cumplir doce. castaña, igual que yo y con ojos idénticos a los de su madre.

-¿Yoona?

-La misma-Contestó.-La doctora Shim si mal no recuerdo llegó a pedirle a mi padre el apellido para la niña, el muy canalla no la había reconocido en todo ese tiempo.-Contó a la castaña.-Para no alargarte el asunto luego de eso mis padres se separaron y nos afecto a todas. No volvimos a estar juntos.

Sintió como una mano se posaba sobre su hombro en señal de apoyo y como la sonrisa de la castaña la calentaba por dentro. Como si de una cálida se tratase.

-No siempre es necesario que estén los padres juntos para sentirse queridos, basta con estar con las personas que te quieren y te hacen sentir querido.-Contestó Sunny-Aunque sea por separado, si lo sabré yo.

Claro, era fácil cuando eso no causaba la muerte de tú madre debido al dolor. Además ¿A qué se refería con eso? Si ella tenía a Tiffany que hace lo que sea por ella, eran hermanas y… ahora que lo piensa no sabe nada de ella. Tiene ese aire tan misterioso y enigmático como si alrededor de ella hubiera una espesa capa oscura pero ella se hallase envuelta por una luz brillante.

-¿Por qué?

-Porque yo no…

-¡Bunny!, ¡Shinigami!-Interrumpió la niña a la castaña.-Peces, en el río.-Soltó la niña.-Vamos Shinigami.-Invitó a la mas alta también.

La mas alta joven se levantó y se sacudió intrigada por lo que su paciente iba a decirle. Caballerosamente se ofreció a ayudar a la castaña a levantarse quedando al hacerlo muy cerca de ella pudiendo oler su perfume, lavanda y manzanilla si no se equivoca y luego se dirigieron al río.

-Mira.-Indicó la niña.-Conchas.

-Sí Hara, que lindas.-Contestó la joven.

-Pero sabes dónde hay más.-Preguntó la mas alta a la niña que negaba con la cabeza.-En la playa, ¿verdad Sunny?

-Me imagino.-Contestó ella.-Nunca he ido a la playa así que…

La medico quedó perpleja ante la confesión de la castaña. ¿Nunca? Eso no podía ser posible, aunque si lo analizaba bien era lógico si ha pasado su vida entre hospitales. Pero a pesar de ella, cuando estaba fuera de su cama, especialmente cuando veía el agua maravillada, era como si su luz brillara con más fuerza

Una luz cálida que llegaba a su corazón… ¿Qué era eso?

_____________________________________________________________________________________________________________

Se habían alejado lo suficiente del resto de personas, iban juntas como si fueran una pareja normal. Nadie sabía la verdad de esa aparentemente joven y feliz pareja y el calvario con el que cargaban. Finalmente a las orillas de un río la pelirroja se había sentado y la rubia arrojaba piedras al agua esperando con impaciencia que la pelirroja hablara.

-Sabes tengo un viaje en unas semanas y…

-Taeyeon…-Susurró el nombre de la rubia interrumpiéndola-¿Qué somos?-Preguntó alzando su mirada dejando que la rubia observara como su rostro estaba a punto de ser consumido por las lágrimas que se acumulaban en su rostro que reaciamente se negaban a salir.

Abrió sorprendida sus ojos de par en par ante la visión de la pelirroja y la pregunta recientemente formulada. Tenía razón ¿Qué eran ellas exactamente?, ¿Patrón-Empleada?, ¿Amiga-Amiga?, no, las amigos no se acuestan.

¿Amigas con derecho? No eso tampoco ya que ella le rogó que se quedara a su lado y ella accedió. Acaso eran ¿Amantes?

La definición de esa palabra dice: Hombre y mujer que se aman. Pero ellas ¿Se aman? Si bien iban a tener hijos juntas por un acuerdo preestablecido y se habían acostado un par de veces. Pero no se amaban ¿O si?

El día anterior había quedado claro para ambas que a pesar de no saber lo que sentían la una por la otra querían permanecer juntas. Pero ¿Por cuánto tiempo? Y eso ¿En qué las convertía? Observó que la pelirroja al notar su confusión también había caído en cuenta de que estaban haciendo algo mal y eso provocó que diera rienda suelta a su llanto.

-Somos…-Inhaló profundamente antes de contestar.

-Somos personas terribles.-Interrumpió la joven a la rubia-Hemos traicionado la confianza de tu esposa, eres una mujer casada y yo estoy aquí jugando a la casita contigo.-Sus lágrimas le dificultaban hablar pero aún así siguió.-Soy una mala persona.

-No, no lo eres.

-¡Si lo soy!-Estalló ella poniéndose de pie.-Soy feliz Taeyeon, pero soy feliz a costa de la felicidad de otra persona, una buena persona que también ha sufrido en la vida y muy dentro de mí a veces quisiera que esto no terminara.

Basta de mentiras, suficiente de engaños, sin importarle tal vez lo que piense la rubia de ella, por fin había descubierto y aceptado lo que su corazón sentía por ella y aunque no se animara a decirlo. Lo sentía y ya no podía ocultarlo. Al igual que no podía ocultar las lágrimas de culpa por sentirse tan feliz a costillas de otra persona.

-Yo también…

Fue el único susurró que escuchó y que le obligó a abrir los ojos desmesuradamente mientras la rubia ya se encontraba frente a ella secando sus lágrimas con una sonrisa enternecedora en su rostro.

-¿Qué?-Apenas pudo susurrar eso.

-Soy feliz Tiffany, más feliz de lo que he sido nunca en la vida.-Aseguró la joven acariciando sus pálidas mejillas.-Y aunque no puedo darle nombre a lo que somos te puedo asegurar que soy muy feliz estando a tú lado y que no me arrepiento de estarlo.

-Taeyeon yo…

-Shhhh-La calló colocando un dedo en sus labios para luego tomarla del rostro delicadamente y acercar poco a poco sus labios a los de ella.-He llevado todo el día queriendo hacer esto.-Y la beso, lenta y amorosamente. Tomándose su tiempo, deleitándose con sus labios hasta saciarse de ellos, jamás se cansaría de besar esos dulces labios. Ella respondía al beso primero con timidez y luego con más seguridad, dejándose llevar por los expertos labios de la rubia.

No, ninguna tenía un nombre para lo que eran pero si tenían nombre para lo que sentían. Un nombre ya conocido y muchas veces mal utilizado. Pero si no era eso, no podía ser nada más.

Era amor, simple y sencillamente…

Amor…

¿Continuara...?

Perdon por haber tardado tanto, habia esta ocupada la verdad u.u, espero y este cap sea de su agrado :D

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Comments

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Thiabel2128
#1
Chapter 16: que hermosa historia!!!!!
arihara
#2
¡Gran historia!

De principio a fin, aunque creo que la que más sufrió psicológicamente fue jessica ( perder un hijo y quedarse estéril). Concuerdo en tu epílogo, no era sano, por todo lo que había ocurrido, que tuvieran encuentros taeyeon-tiffany con yuri-jessica. Debido a las circunstancias, aunque pasaron años y la muerte de sunny.

Por cierto, a mí me hubiera gustado leer esta historia en modo gender bender, por si la tienes por allí, o la podrías mandar en pdf. Creo que hay partes, en que quedaba mejor Taeyeon y Yuri como "hombres".
LectoraLemon #3
Chapter 16: Llore como no tienes idea ...fue muy realista a mi parecer ... pero tambn fue muy bueno el fic ...

Gracias por compartirla <3
Skyth06
#4
Chapter 16: me sacaste lágrimas fue hermoso la vdd
Just_Vicky-Jung
#5
La verdad muy bonita la historia, realmente perfecta. Si me hubieran dado un dolar por cada lágrima que derramé fuera más rica que Bill Gates. Simplemente bello. Toda la noche lloré melancólica ... T.T
stefanicj #6
Chapter 16: Buena historia nada monótona y con muy buen mensaje FELICITACIONES
_MAX_KWON_JUNG_
#7
Chapter 16: TT__TT primer fanfic que realmente hace que mi corazon se estruje todito y llore como si no hubiera ma;ana gracias por esta historia nos hace reflexionar sobre muchas decisiones y hasta donde pueden llevarnos las obeseciones pero de igual muestra cuan fuerte es la ilusion en cada uno de nosotros al querer ser padres...muchisimas gracias segunda de las historias que leo de ti y realmente cada una me deja una moraleja muchas gracias....
maria_baby09 #8
Chapter 16: Este es uno de los mejores fic q he leidoo me encanto ya lo he leido mas de 2 veces y aun me encanta y sigo llorando T.T
hobbyfit #9
Chapter 16: Aaah uno de los mejores fanfics que he leído... grandioso!! Es tan obsesivo, brillante, gracias unnie :3 Me encanto *-* Se ha convertido en el numero uno de mis favoritos :D