Capítulo XI: Situaciones Incómodas.

Alquiler

La diferencia de horarios la había chocado. Había salido de Londres a las nueve de la noche y llegó a Corea a las cuatro de la mañana. Hasta hacer los trámites de salida del aeropuerto y tomar un taxi seguro a su casa, todo para mantener la sorpresa de su llegada.

-¿Hola?-Susurró en su casa ante lo lúgubre que lucía en la oscura madrugada y en vista de que luego de su gran grito al parecer nadie la escuchó.

¿Habrá salido Taeyeon? No sería nada raro debido a las reuniones y cocteles a los que debe de asistir a menudo pero en ese caso la mamá del hijo de ambas debería estar, ¿verdad?

-¿Jessica?-La ronca voz de Taeyeon bajando las escaleras llamó la atención de la rubia quien recuperó la compostura y alzó la mirada para ver a su rubia esposa bajando las escaleras de su casa-¿Qué haces aquí?-Preguntó con una mezcla de nerviosismo y repelencia.

-Vivo aquí.-Le contestó de mala manera. ¿Cómo podía ser posible que luego de tantos meses sin verse lo primero que le pregunta es: qué hace ahí?

Yuri hubiera saltado a besarla y a…

Sacudió la cabeza alejando esos lascivos y prohibidos pensamientos de su cabeza. Ese affaire ya pasó y ella volvió a Corea porque iniciará una familia con el hijo de Taeyeon y Tiffany y de esa manera restaurará los lazos rotos con su esposa.

-No esperaba que volvieras tan pronto…-Dijo sin ocultar su sorpresa y evadiendo su mirada.-Y menos sin avisar.-Dijo Taeyeon una vez en el piso de abajo acercándose a su esposa que se lanzó a sus brazos imprevistamente. Tuvo que controlar sus nervios ya que no había llegado precisamente en un buen momento. Apenas y pudo ir por su bata.

-No hay un "¿Cómo estás mi vida?" o un "Te he extrañado mucho".-Preguntó melosamente abrazando fuertemente a la rubia-Los esposos de hoy en día son un poco secos y fríos.-Dijo besando su mejilla.-Pero tú no eres así, ¿verdad Taeyeon?

-Pues…-¿Qué le ha pasado a Jessica?-¿Cómo estás Jessica?

-Bien, extrañando mi casa como una loca.-Contestó la rubia-Y… ¿el bebé?, ¿Cómo está el bebé?

Esa sí era la Jessica con la que se había casado, aquella que muere por ser madre.

-Ha estado bien, como siempre te lo digo en los mails.-Dijo la rubia tranquilamente luego de soltar a su esposa del abrazo que le dio.

-Que alegría, ¡Quiero verlo!-Chilló emocionada, como si la futura madre fuera ella. Aunque indirectamente lo fuera.

-¿Sabes que aún está en el vientre de su madre?-Preguntó incrédula-¿Verdad?

-Por supuesto, pero quiero ver a Tiffany y lo grande que debe estar su vientre donde crece nuestro hijo.-Le recordó.

No, no era su hijo, era de Tiffany, solo de Tiffany y de ella. Eran sus hijos.

-Es muy tarde, ella debe dormir y son las cinco de la mañana.-Y tiene a una Tiffany desnuda, muerta de miedo y con las ropas de ambas esparcidas por el suelo de la habitación.

-Ya veo.-Ni siquiera se molestó en ocultar la decepción en su rostro ni en su tono de voz.

-¿No crees que es mejor que subas a descansar Jessica?-Preguntó tratando de sonar casual.-Ha sido un largo viaje.-Le animó Taeyeon a su esposa.-Yo también estoy cansada y quisiera seguir durmiendo.-Pidió entre mentira y verdad.

-¿Mucho trabajo?-Preguntó Jessica conforme subía las escaleras y se dirigían a la recámara que compartían.

-Demasiado.-Aunque no precisamente del que Jessica pensaba.

-Ya veo.-Llegaron a la puerta del cuarto-¿Vamos?

-No.-Contestó rápidamente sorprendiendo a Jessica-Creo que mereces descansar plenamente en tú cama, yo iré a preparar ciertas cosas para el trabajo, tú descansa tranquila.

-De acuerdo, supongo.-Contestó no tan convencida quedándose frente a su esposa y delante de la puerta.-Me despertaré antes de que te vayas a trabajar, después de todo si pude dormir en el avión.

-Bien, descansa.-Le deseó a Jessica que rápidamente se acercó a ella posando sus finos labios sobre los suyos siendo apenas correspondida.

-Nos vemos en unas horas.-Le dijo con una media sonrisa conforme entraba en la alcoba.

Una vez cerrada la puerta llevó uno de sus dedos hacia sus labios donde aún se sentía el vacío de aquel beso carente de pasión. Aún recuerda los besos pasionales que se daban de adolescentes y eran muy diferentes a los actuales, ya no había la magia ni el cosquilleo en su estómago cada que se acercaban para darse un beso. Pero eso no era lo que le extrañaba, no. Le extrañaba el hecho que ahora que tiene como comparar esos besos se da cuenta de lo vacíos que son y de lo diferentes que eran.

Sin embargo eran otros besos los que tenía grabados en su memoria de manera más clara y nítida. Aquellos besos que la hacían ser otra persona y perder la cabeza en cuestión de segundos. Aquellos besos que no solo probaron sus labios sino también todo su cuerpo. Besos de aquella mujer la cual le hizo faltar a su promesa de fidelidad ante Dios el día que acepto a Taeyeon como su esposa.

Kwon Yuri… la molesta fotógrafa.

Pero eso fue una aventura que terminó y aunque será difícil acostumbrarse nuevamente a los besos de Taeyeon tendrá que hacerlo. Pronto será la madre de sus hijos y sus sueños se harán realidad. Debería estar feliz, pero entonces ¿Por qué no lo estaba del todo?

Ella no podía ni debía extrañarle, desde el momento en que puso un pié fuera de ese avión que la trajo de vuelta a Corea procuró dejar lo ocurrido en el pasado y solo mirar hacia su prometedor futuro a lado de la familia añorada.

Por muy difícil que sea.

Una vez en su habitación la sintió fría y desolada incluso en esos momento más ya que se encontraba absolutamente sola. Se echó en la cama sin pena alguna aspirando el aroma familiar que este prodigaba. Su cama bien tendida como siempre y con ese olor a suavizante canela que ella mismo se encargó de ordenar sea el único con el que lavaran sus piezas la embargó por completo. Rodó hacía el lado de Taeyeon esperando aspirar el olor de esa colonia que le gustaba y finalmente caer dormida junto a ese olor tal y como lo hacía cuando eran adolescentes.

Pero eso no pudo ser, abrió los ojos con sorpresa ante el mismo olor a canela que acompañaba al resto de la ropa de cama y se dio cuenta de algo que no se había fijado. A pesar de que el sueño le podía y sus ojos se le cerraban no pudo evitar pensar.

Eran las cinco y treinta de la mañana y Taeyeon había dicho que había estado durmiendo antes de su llegada. Entonces…

-¿Por qué está hecha la cama?-Preguntó en un susurro mientras sus parpados cansados se cerraban y la transportaban al mundo de los sueños con la duda en su cabeza esperando ser borrada por el futuro sueño.

El cuarto parecía no haber sido habitado por mucho tiempo…

¿Por qué?


 


 

Un repentino dolor de cabeza le golpeó fuertemente y la culpa la embargó de pies a cabeza. Sin lugar a dudas Jessica había vuelto… diferente; si tomaba en cuenta la euforia con la que la saludó luego de haberse despedido no en buenos términos precisamente ahora ella llega desbordando alegría y predisposición. Alegre por la llegada de un bebé del cual no había sabido nada en los últimos meses.

Justo cuando parecía que todo iba bien, cuando pensaba que la vida estaba siendo un poco justa y dichosa.

Tenía que llegar ella.

Tal vez por un lado era una forma de hacerle ver su egoísmo ya que nunca pensó en Jessica durante los últimos meses a los que rápidamente calificó como los mejores de su vida. Dejando de lado la conducta psicótica de Jessica los meses previos al alquiler no podía dejar de pensar en que ella era aún su esposa y de que había pasado cerca de la mitad de su vida a su lado.

Que ella la amaba sin saber que sus sentimientos por ella habían cambiado. Y ¿Cómo podría lidiar con eso? Jessica siempre había cumplido en todos los roles que una esposa debe cumplir. La atendía a ella y se encargaba de la casa con eficiencia.

¿Qué podría justificar su actuar, su infidelidad?

-¿Puedo pasar?-Preguntó suavemente al tocar la puerta del cuarto que ocupaba Tiffany.

-Adelante.-Susurró la pelirroja tenuemente cediéndole el permiso de pasar a sus aposentos.

La rubia abrió la puerta lentamente, procurando no hacer ruido y la vio. La luz de la lámpara del buró le daba a su cabello una tonalidad , tan clara y brillosa. Ya no estaba desnuda, por suerte ya que no se fía de si misma ni de sus instintos cuando se trata de ella.

Ella, Tiffany, era su justificación. No, no era una justificación ya que al decirlo de esa manera puede interpretarse de muchas formas, ella era su razón, si, su nueva razón de ser.

Un nuevo amor.

-Y ¿la señora Jessica?-Preguntó la pelirroja con un deje de nerviosismo y un hilo de voz y la mirada gacha.

-La he convencido de que vaya a descansar a la recámara.-Habló, pero no así consiguió que Tiffany le regresara a ver.-Pany…-La llamó tomando delicadamente su mentón y obligándola a verla-Esto no cambia nada.

-Si lo cambia Taeyeon-Contestó mirándola apenado.-Jessica ha vuelto, tú esposa ha vuelto.-Le dijo como si le hablara a un niño pequeño.-Y tú…

-Y a mí eso no me cambia los sentimientos que tengo por ti.-Le aseguró.-La pronta llegada de Jessica solo será para agilizar las cosas un poco.

-Tenemos que tener cuidado.-Le dijo Tiffany.

-No te preocupes por nada.-Le pidió acercándose a sus labios para besarla.-Tú tranquila y cuida a nuestros hijos, deja que yo me encargue de Jessica.-Aunque aún no sabía cómo.

Tiffany se acercó a la rubia que yacía arrodillada frente a su cama y delicadamente acercó su rostro a sus labios y la besó delicadamente. Desde el momento en el que vio a Taeyeon a travesar las puertas de su recámara con esa cara que denotaba la tensión que le provocó el encuentro con Jessica.

El beso fue largo, se disfrutaron mutuamente y quedando frente con frente se separaron luego de un largo suspiro.

-Ya no podrás besarme a cada momento como lo has venido haciendo en los últimos días.-Le recordó Tiffany con una traviesa sonrisa.

-Eres muy cruel al recordármelo.-Dijo ahora siendo ella quien reclamara sus labios.

-Te amo.-Susurró Tiffany a la rubia.

-Yo más y recuérdalo aunque no te lo pueda recordar o decir muy seguido a partir de ahora.-Se puso de pié y se dispuso a salir de aquella habitación que había sido su hogar por muy poco tiempo.

Aquel hogar en el que había vuelto a hacer y a sentir el amor luego de tantos años. Donde había encontrado a la mujer de su vida y a la que en tan poco tiempo había logrado recuperar en ella aquello que Jessica y ella perdieron hace cuatro años. Tiffany Hwang en unos pocos meses había vuelto a hacerla sentir viva.

Y a pesar de saber que las cosas no serían fáciles estaba dispuesta a jugarse el todo por el todo para conservar aquello que creyó perdido.

El amor, aunque para eso tenga que enfrentarse al cariño y a la desazón de tener que terminar con el teatro que ella y Jessica han venido montando en los últimos años.

-La amo.-Susurró una vez cerrada su puerta y ya extrañándola de solo pensar que no la verá con la misma frecuencia, ni podrá estar a su lado para besarla, acariciarla, consentirla. Aunque sepa que tal vez luce como una ridícula adolescente enamorada no le importaba.

La amaba y tenía que ser cuidadosa por ella y por sus hijos.


 


 

Había que ver que la diseñadora tenía prisa al irse de Londres.

-Líneas Aéreas Corea agradecen su preferencia.-La voz de la maquinita programada para despedir a los pasajeros del último vuelo.

Tomó su maleta recién desembarcada y sacó un cigarro sin prenderlo debido a las normas del aeropuerto y salió por la puerta de egresados entre el tumulto de gente que esperaba con euforia a sus familiares.

A ella nadie la esperaba, pero eso ya lo sabía. Después de todo dejó Corea hace muchos años y ahora era prácticamente una turista más en esa enorme ciudad que era Seúl. Todo era nuevo para ella no reconocía casi nada.

Tal vez debería llamar a la diseñadora…

No, seguro y piensa que la está acosando o siguiendo como la primera vez que la vio, en el mejor de los casos. En el peor debe estar aún poniéndose al día con su "amada" esposa.

-¡Taxi!-A la final eso era lo único que necesitaba.-Al Seul's Palace-Dijo con acento por lo que no era difícil adivinar el porqué de la risa del taxista.

Al pasar dentro del vehículo pudo apreciar aquella ciudad que abandonó de niña. El centro igual de poblado y concurrido no se diferenciaba mucho de Londres. Poco a poco el paisaje fue cambiando conforme entraban a la ciudad de Seúl. Tan tranquilo, calmado y familiar como siempre.

Finalmente luego del largo camino y de sentirse estafada por el taxista que está seguro le cobró demás al llevarse su dinero en libras esterlinas llegó al hotel. Pero la vida no podía ser más irónica que eso, ¿o sí?

Frente a la gran majestuosidad del Palace se hallaba nada más y nada menos que el viejo edificio departamental en el que vivió de niña, eso quiere decir que el terreno que usaba para jugar soccer frente a su casa era ahora el hotel donde se hospedaría.

Que irónica es la vida.

-Espero que esto sea una buena señal.-Dijo una vez instalada en su habitación. Tenía una perfecta vista a la calle y por ende al edificio del frente. No pudo evitar quedarse prendada del lugar más aún luego de ver como una madre bajaba al parecer a hacer la compra con sus dos hijas. La mayor llevaba a la menor del brazo y esta iba con unas pequeñas orejas de conejo sobre su cabeza, tenía corto cabello castaño, se parece a su hermana.

-Sunny…-Susurró al viento luego de exhalar el humo de su cigarro.

La iba a encontrar…


 


 

-¡Sigo sin creer lo grande que está!-Dijo refiriéndose al abultado vientre de la castaña.-Me he perdido tanto tiempo.-Exclamó arrepentida.

Caminaban las tres en un completo silencio hasta que la rubia menor habló. Ella iba del brazo de Taeyeon mientras Tiffany iba a lado suyo sintiéndose muy incómoda mientras la rubia fingía desinterés por todo.

-Crece muy pronto.-Corroboró la pelirroja acariciándose el vientre. Taeyeon le había explicado que ella aún no sabía nada de los tres bebés así que delante de ella solo era uno.

-Y… ¿Ya saben qué será?-Preguntó emocionada mirando a su esposa que la llevaba del brazo.

-No.-Contestó rápidamente.-Aún no.

-¡¿Qué?-Preguntó exaltada-¿Cómo piensas que arreglaremos su cuarto?

-¿No te parece que es mejor que sea sorpresa?-Sin duda era la primera vez que pensaba tan rápido respecto a algo tan importante. Ya se había encargado de decorar el cuarto de los bebés y a su vez de cambiar la cerradura de la puerta por una cuya llave solo la posee ella.

-Eso creo…-Susurró Jessica no muy convencida.-Peor querido yo quiero saber.-Le reprochó.-Prometo no decirte nada pero en la ecografía de hoy le pediré a Yoona que me lo diga.

Rogaba por todos los ángeles y los santos que Yoona no le realizara una ecografía aquel día, aunque estaba consciente de lo difícil que era ya que su media hermana se había encargado de explicarle los riesgos del embarazo de Tiffany y sabía que el último trimestre podía ser el más difícil y el de más cuidados. Pero había contado con que Jessica seguiría lejos y así ella podría encargarse de los cuidados de Tiffany.

-Agradezco que hayas faltado a la compañía para acompañarnos nuevamente a la ecografía.-Dijo Jessica sinceramente, trataba de mantener su mente ocupada y quería estar cerca de Taeyeon el mayor tiempo posible para recordar el amor que sentía por ella

Aunque por ahora no daba resultado.

-Todo sea por el bebé.-Contestó permitiéndose un gusto de deleitarse en ver a Tiffany aunque sea fugazmente y brindarle una sonrisa de apoyo.

Cuando Jessica despertó ellas también apenas lo hacían y lo primero en lo que insistió luego de gritar por veinticinco minutos al ver el desarrollado embarazo que presentaba Tiffanu era ir a ver a Yoona para poder ver al bebé. Ahora solo espera que Yoona quiera colaborar con ella en el secreto

Pero al tratarse de su rival declarada lo duda mucho.

-Gracias igual.-Contestó la mujer poniéndose de puntillas para alcanzar a su esposa y besar sus labios fugazmente.

Tiffany apartó la mirada y aunque pudo percatarse que la rubio no correspondió al beso se sentía extraña al ver esas muestras tan claras de afecto.

Finalmente las puertas se abrieron y observaron algo que jamás pensaron ver. Si quiera unas cinco mujeres en cinta esperando su turno en un total caos y desorden. Muchas murmuraban el tiempo que llevaban esperando y sobre lo extraño que era eso viniendo de ls doctora Im; para ellas también fue extraño presenciar el desorden hasta que finalmente una castaña algo alterada salió ante ellas.

-Recuerde mis recomendaciones señora Jang y verá que esa niña vendrá fuerte y sana.-Despidió a su última paciente.-Señoras, lamento no haberles informado antes pero tengo un parto programado para dentro de pocos minutos así que con mucha pena deberé pedirles que se retiren.

Entre quejas y reproches las demás embarazadas dejaron la habitación, ni siquiera se percató que aún quedaron dentro tres personas esperando a por ella. Llevó sus manos a sus sienes esperando que el dolor de cabeza disminuyera de esa manera. Ese día había sido caótico y todo debido a la ausencia de…

-¡Yoona!-Llamó Jessica a su cuñada.

-Hola Jessica-Dijo sin pensarlo-¡Jessica!-¿Cuándo volvió su cuñada? Y ¿Qué estaba haciendo ahí? Cuando detrás de ella pudo ver a Taeyeon y Tiffany lo dedujo automáticamente, venía para saber del bebé-¿Qué tal el viaje?

-Muy cansado.-Contestó ella tratando de no sonar impaciente.-Pero de eso hablamos otro día, ¿Podrías ver al bebé?-Preguntó haciendo que Tiffany diera un paso al frente.

-Hola Yong-Contestó la pelirroja tímidamente.

-Hola preciosa.-Dijo acercándola a su cuerpo y abrazándola delicadamente pero con mucho afecto, complacida al ver como Taeyeon volteaba el rostro-¿Cómo has estado?, ¿Te sientes mal, te duele algo?

-No.-Se apresuró a contestar Jessica.-Simplemente que no podía esperar a ver al bebé y queríamos pedirte que la chequearas.

-¿"Al" bebé?-Preguntó incrédula, ¿Cuándo se convirtió en un solo bebé y ella no se enteró?, pero al ver la mirada molesta de Taeyeon y los ojitos de súplica de Tiffany entendió que la rubia aún no enteraba de la cantidad de niños que venían en camino.-Por supuesto, el bebé.-Dijo rápidamente.-Pero ahora no puedo Jessica, tengo que asistir ese parto además que luego reorganizaré las citas que tengo mañana para incluir las que se marcharon hoy y…

-Yo quería ver a mi hijo.-Comentó Jessica frustrada acercándose a su esposa en busca de confort.

-Otro día será.-Aseguró Yoona estrechando con más fuerza a Tiffany-No te prometo día ya que deberé revisar las citas y organizar muchas cosas pero yo te llamo.

-¿Y Seo?-Preguntó Tiffany al escuchar a Yoona referirse a tener que hacer las labores de su secretaria y al no verla en la sala.

-¿Seo?-Preguntó nerviosa-Ha tomado sus vacaciones.-Mintió ya que no sabía nada de ella. Desde lo ocurrido aquel día de lluvia ella no se había presentado a trabajar además de ni siquiera reportarse como enferma o al menos dignarse a coger sus llamadas.

-Taeyeon, yo quería ver al niño.-Le reprochó Jessica abrazando a su esposa a pesar de que esta le correspondiera levemente.

La presencia de Jessia era una bendición para ella ya que con ella ahí su media hermana recordaba que debe cumplirle a ella y así dejará a Tiffany sola y para ella.

-Ya lo verás después.-Dijo Yoona.-Además tiene una madre que lo cuida mucho y se encuentra en perfecto estado de salud.-Dijo tomando la barbilla de Tiffany y alzándola hasta quedar apoca distancia de sus labios.

-En ese caso creo que lo mejor es retirarnos.-Contestó Taeyeon colocando una mano sobre el hombro de Yoona y apretándolo fuerte pero sutilmente de manera que detenía a la castaña.-Vamos Tiffanu.

-Si quieres puedes quedarte con Yoona-Habló Jessica refiriéndose a Tiffany-Por lo que veo su relación está progresando.

-Te invito a comer-Propuso la castaña aprovechándose de la situación.

-Creí escuchar que tenías un parto que atender.-Desafió Taeyeon a su media hermana.

-Doctora Im por favor acercarse a la sala de partos, doctora Im por favor acercarse a la sala de partos.-Llamó dos veces la operadora a la castaña que de mala gana soltó a Tiffany.

-Supongo que entonces la invitación queda pendiente.-Dijo la castaña con una sonrisa.-Cuídenla mucho.-Pidió.

-Está en buenas manos.-Le gruñó Taeyeon tomando a Tiffany del brazo delicadamente.-Vamos Jessica.

La rubia observó perpleja lo que acababa de suceder en su delante. Fue como si ella hubiera dejado de existir por unos momentos y estuviera siendo parte de una especie de pelea. Taeyeon actuó de manera diferente a como llevaba actuando todo el día: áspera, distante, perdida. Se transformó y se volvió una especie de fiera que protegía a su hembra. Incluso ahora aún mantenía el ceño fruncido y el portazo que dio al cerrar la puerta del coche corroboró aún más sus sospechas.

Pero eso no podía ser, entonces solo podía tratarse de…

-Hacía mucho tiempo que no te veía celosa-Comentó Jessica con un ligero aire de reproche.

La rubia y la pelirroja contuvieron la respiración al mismo tiempo y Taeyeon se maldijo al menos unas doscientas cincuenta veces en su mente por haber sido tan obvio. No había actuado como la adulta serio e implacable que era y como el que debía actuar ahora con mayor razón. Había actuado como una cría adolescente que estaba en competencia con su media hermana por el amor de una mujer y no era del todo así.

Ya que el amor de ella la tenía, sin embargo le hirvió la sangre al ver a Yoona intentar aprovecharse de su penosa situación y coquetear e insinuársele a Tiffany de manera tan descarada provocando en ella que los celos aparecieran ya que ahora no podía ponerla en su sitio abiertamente.

-No sé a qué te refieres.-Contestó luego de un largo silencio a su esposa.

-A que no deberías celar a nuestro hijo de esa manera.-Contestó como si fuera lo más obvio del mundo.-Entiende que aunque Tiffany será su madre el niño estará con nosotros.-Habló de manera general. Luego de analizar las reacciones de ambas en silencio.-Tiffany tiene derecho de hacer su vida, después de todo en unos meses esto se acaba y ella seguirá siendo una hermosa jovencita que traerá locos a más de uno y si Yoona está interesada es en ella, no en el bebé.

No contestó simplemente miró por el retrovisor a la pelirroja. Si Jessica supiera que está más que interesado en ella y que le hierve la sangre el solo pensarla cerca de otro que no sea ella. Sin embargo pudo notar cierto sarcasmo e ironía en el modo de hablar de Jessica por lo que debe asegurarse de hacerla cambiar de parecer inmediatamente.

-Tienes razón cielo.-Ni siquiera recuerda cuando fue la última vez que la llamó así y por la expresión en el rostro de Jessica ella también lo había olvidado.-Prometo no volver a celar a mi bebé.-Se lo dijo a ella pero mirando directamente al retrovisor a cierta pelirroja la miraba y le dedicaba una sonrisa.

Pero nunca prometió dejar de celar a la madre, a su mujer, a su único amor.


 


 

Pateó la lata metálica con frustración. Llevaba dos semanas en Seúl y no sabía nada de ningún miembro de su familia. ¿Acaso eso podía ser posible? Desde el principio supo que no iba a ser fácil, que prácticamente buscaba una aguja en un pajar. Es más, sabía que podía estar muerta a pesar de que su corazón le decía lo contrario.

Y solo podía aferrarse a ese corazón que no renunciaba a la búsqueda de Sunny.

Ahora se encontraba en el parque de Dongdaemun aquel parque en el que creció entre juegos infantiles, el mismo parque al que iba con su hermana a jugar o simplemente a pasar el rato tirando piedras en el río. Caminó hacia el lago del parque y vio su reflejo en el agua, escupió la colilla de su cigarrillo que cayó al agua hundiéndose rápidamente para por las mismas sacar otro de su bolsillo y disponerse a fumar nuevamente.

-Por personas como usted el planeta está como está.-Una voz femenina llamó la atención de la morena. Era lo último que le faltaba: una vieja metida que le reprendiese.

-Lo lamento.-Contestó sin voltearse y disponiendo a irse sin siquiera regresar a ver a su interlocutor, pero la mano del mismo lo detuvo.

-Ya que contaminó las aguas del lago, al menos recoja la colilla que botó.-Le dijo firmemente.

Refunfuñando la morena se inclinó a recoger la colilla y se dio la vuelta para mirar a la persona.

-¿Feliz?-Preguntó con sarcasmo sin abrir los ojos.

-Mucho.-Dijo con un tono de voz más calmado y hasta alegre provocando que la morena abriera los ojos y le viera.

Era una muchacha castaña de largos y lacios cabellos. Su tez clara, demasiada tal vez; ojos negros, iguales a los suyos. Iba vestida con un suéter color rosa pálido y un jean azul marino. No parecía mayor de veinte sin embargo era muy cálida y le inspiraba algo extraño.

-En su rostro denota una gran frustración pero no es justo que descargue su ira el medio ambiente.-Le dijo con una sonrisa que automáticamente le hizo bajar sus defensas e incluso disipar un poco su frustración.

-Tienes razón.-Le contestó la morena con una media sonrisa.-Pero es realmente frustrante no encontrar algo que has venido a buscar expresamente.

-¿Acaso no es de Seúl?

-Nací aquí pero me crié lejos y he venido a buscar a alguien importante.-Contestó con sinceridad.-Busco a mi hermana menor.-Fue involuntario, es más nunca pensó que lo podría decir sin pensárselo o sin que el pesar volviera a embargarla. Además que era algo que muy pocas personas sabían y ella era una desconocida.

-Le puedo ayudar con una dirección si gusta.-Ofreció la castaña.

-No, pero gracias.-Dijo con una sonrisa.-Disculpa, ¿Cuántos años tienes?

-Diecinueve.-Contestó la menor.

-Eres muy joven, mi hermana debería tener tu edad.-Le reconoció con una sonrisa.-Pero sabes, deberías cuidarte te has puesto a platicar conmigo y pude haber sido una psicópata asesina.

-Gracias por el consejo y tiene razón.-Reconoció la castaña.-Pero a pesar de que fue grosera en un principio se ve en sus ojos que no es una mala persona.-Le contestó con sinceridad.-Además que mi novia está cerca, fue por unos helados.

-Ya veo.-Contestó la morena, era una muchacha astuta y muy inteligente. Además que tenía la edad de su hermana. Si Sunny estuviera viva ¿Se parecería a ella? Seguro, ya que desde pequeña mostraba gran parecido con su madre y la joven que estaba frente a ella era muy similar también, más aún con esa liga que sostenía su cabello a la altura de la nuca y esa sonrisa.-Como sea, tengo que irme y no te preocupes procuro no contaminar el medio ambiente más de lo que ya lo hago a partir de ahora, ni siquiera en mis momentos de frustración.

-Me alegra, yo también debo irme.-Dijo con una sonrisa.-Suerte con lo de tu hermana…

-Soy Yuri.-Dijo rápidamente.

-Yo…

-¡Sunny!-Una voz llamó a la castaña y era perteneciente a una castaña mas alta que iba con dos helados, uno en cada mano.

-¡Voy Sooyoung!-Respondió a la mas alta-Me tengo que ir Yuri, mucha suerte.-Dijo rápidamente despidiéndose y dirigiéndose hacia donde estaba su novia.

La colilla del cigarrillo cayó al suelo por inercia vencido por la fuerza de gravedad al tener su boca abierta por mucho tiempo. Recogió el compuesto de nicotina del suelo y sacó otro de su bolsillo.

-Que irónica casualidad.-Susurró viendo a la joven alejarse.

La misma edad, las mismas características e incluso su mismo nombre. La vida si que podía llegar a ser perra si le seguía poniendo muchachas así para jugar con sus sentimientos y hacerle perder la motivación al darse cuenta de que hay muchísimas personas con ese nombre y castañas en el mundo. Además que ¿Quién quitaba que si Sunny está viva hubiera tintado su pelo o ahora usara lentillas de quien sabe qué color?

Aunque más se preguntaba si con todas las Sunny que se encuentre en un futuro sentirá la misma afinidad que con esa, ¿Quién sabe? De cualquier manera este encuentro con esa Sunny le ha hecho sentir que tal vez no sea en vano su búsqueda y que debe pensar que la encontrará.

Aunque haya momentos que la siente tan lejos y otras que la siente tan cerca…

Como justamente hace unos instantes…


 


 

-¿Me podrías dar un beso?-Preguntó la mas alta mientras su novia degustaba el helado de vainilla que ella misma había comprado.

-¿Por qué motivo en especial?-Preguntó la castaña.

-Pues por varios.-Contestó mientras tomaba un poco de su helado de chocolate.-Por ejemplo, por ser la mejor novia del mundo…

-Engreída…

-Por haberte comprado un helado de vainilla aunque el médico te lo prohibió.

-Tú eres mi médico…

-Pero más importante.-Dijo ignorando las interrupciones de su novia.-Porque quien sabe y tal vez sea la última vez antes de que tú tía me despelleje viva.

-Eres una dramática, a Taeyeon no le fue tan mal.-Le dijo Sunny.

-Tienes razón y eso que ella tenía las de perder.-Corroboró Sooyoung.

-¿Por qué? Es una buena chica que quiere mucho a mi hermana.-Confirmó ella extrañada.

Y está casada y alquiló a Tiffany. Sunny tiene razón si a su hermana le fue bien. A ella le harían un altar.

-Tienes razón.-Corroboró Sooyoung-Además por favor, ¿Qué ser humano podría no encontrarme encantadora?-Jessica, pero ella no contaba mucho como un ser humano.

-Narcisista.-Bufó Sunny.

-Así me quieres.-Dijo colocándose frente a ella.-Ahora, quiero mi beso.

A pesar de su posición estoica muy a su pesar no podía resistírsele. Se puso de puntitas y alcanzó los labios de la mas alta y los unió con los propios en un tierno y a la vez apasionado beso mezclando el chocolate de ella con su helado de vainilla.

-Solo por haberme comprado el helado.-Bromeó ella manchando la nariz de su novia con su helado de vainilla mientras ella volvía a poseer sus labios.

Y bueno, tal vez si era una novia encantadora.


 


 

Si alguien viniera y le preguntara: Hey Tiffany, ¿Cómo has pasado estás últimas semanas?

Solo tendría una respuesta para darle: Pésimo.

No sabe exactamente qué es lo que la hace tan mala. Si sus achaques, sus dolores de espalda, cada día cuando se enfrenta a su reflejo y se da cuenta de lo obsesa que está. Pero no puede engañarse queriendo convencerse de que es eso lo que la molesta, es otra cosa.

Se permitió mirar al frente para observar como la mano de la rubia yacía sobre la pierna de la rubia que estaba concentrada en la carretera. Hoy saldrían a comer las tres afuera, era algo extraño o por lo menos no tan habitual ya que en sus meses sola con Taeyeon siempre cocinaban en casa y cuando se le antojaba algo lo pedían a domicilio y cuando llegó Jessica ella cocinaba en casa.

Pero nunca salían a cenas románticas nocturnas como las esposas Kim lo hacían cada sábado en las últimas tres semanas. Todos esos días veía a Jessica enfundarse en sus más exquisitos vestidos en los cuales ella ni siquiera puede soñar vestir con esa figura. Después de todo estaba en siete meses de gestación y sus hijos cada día crecían un poquito más.

Eran su único motivo de dicha.

-¿Hay algo especial que quieran comer hoy?-Preguntó Jessica a Tiffany.

-Lo que sea estará bien señora Kim-Contestó Tiffany sin despegar la vista del paisaje que le ofrecía su ventana.

-¿Te sientes bien Tiffany?-Preguntó Jessica preocupada-¿Te duele algo?

-No, estoy bien.

-De acuerdo.-Contestó la diseñadora no tan convencida.-Amor, llévanos a comer comida italiana por favor.-Dijo acercándose a su esposa para besar su mejilla muy… seductoramente.

-Jessica por favor, estoy conduciendo.-Le regañó la rubia.

Prefirió ignorarlas. Jessica Kim llevaba ya cerca de tres semanas en Corea, veintiún días en los cuales ha pasado a su lado un sesenta por ciento del tiempo mientras el cuarenta restante lo pasa con Taeyeon. Siempre juntas, siempre cariñosas y eso empezaba a molestarle.

Después de todo eran efímeros los momentos que compartía con la rubia ahora que la diseñadora había vuelto. Ella está tan feliz y entusiasmada con el futuro nacimiento del bebé, ya que ella cree es solo uno. Este ha sido el periodo de tiempo más largo que ha pasado con Jessica desde que se conocieron y se ha dado cuenta que todo lo que decían las mujeres de los socios de Taeyeon eran verdades.

Jessica es linda, dulce, educada, culta, inteligente, fina, femenina, buen cuerpo, bonita cara y lucía muy bien junto a Kim Taeyeon. Sin duda la pareja perfecta, de esas que solo encuentras en las novelas de la tarde, las películas y en los libros.

Sin embargo ella no era la bruja mala que debería ser, el rol antagonista se lo llevaba ella y con galardones de por medio.

Taeyeon era "el" protagonista de la historia, "el guapo y perfecto" protagonista que cometía errores de vez en cuando y que se supone ama a la protagonista con locura. Jessica era la siempre ingenua, buena e ingenua protagonista que ayudaba a la mujer que le estaba quitando a su "marido", en este caso ella.

Tiffany Hwang, la antagonista.

¿Desde cuándo pasó a convertirse en eso?

Desde que le molesta la cercanía de Jessica para con Taeyeon, que ya no puedan estar siempre juntos, que ya no abrace por las noches ni le susurre palabras dulces al oído. Ahora yace a lado de ella y eso le molesta y la convierte en la villana. La que va a romper la paz y armonía de ese hogar perfecto, la que odia a la protagonista a pesar de que ella es tan buena consigo. Pero ella no odia a Jessica, la envidia. Pero es normal ya que estaba enamorada de su esposa.

Pero en eso si diferían de las villanas de las telenovelas. Ellas siempre son egoístas y solo hacen el mal. A ella le molesta la situación pero sabe que debe de afrontarla porque… ella lo decidió así.

Ella decidió ser la villana y ¿Qué es lo que pasa con las villanas? Nada bueno. Siempre acaban muertas o en el peor de los casos locas en un sanatorio. Y los protagonistas quedan juntos y felices con quince hijos en menos de diez años y lanzan un monologo sobre la felicidad y el amor etc.

Ella decidió el papel que jugaría en esa novela el día que acepto quedarse junto a Taeyeon a pesar de que la razón y la moral le decían lo contrario, el día que recibió dispuesta sus caricias y los días siguientes en las que las correspondió con la misma pasión. A pesar de su manera de pensar y de sus principios terminó convirtiéndose en la amante de su empleador pero no por ser egoísta, no era ninguna trampa ni ningún rencor.

Se entregó a Taeyeon por amor.

Y ahí es donde nacen sus dudas ya que las villanas siempre son brujas desalmadas que solo obran para su propia conveniencia sin embargo. Ella lo hacía todo por amor, el más grande puro y sincero que ha podido sentir en sus veinte años de vida. Pero si las villanas no pueden sentir amor puro y verdadero entonces, ¿Qué es ella?

-Llegamos.-Anunció Jessica triunfante.

Se bajaron del coche y entraron al ostentoso local de comida. Observó como Jessica saludaba educadamente y pedía una mesa, no les tomó más de cinco minutos conseguir que un mozo los guiara al menos a ella y a Taeyeon a una mesa mientras que la diseñadora saludaba con el que parecía ser el dueño del establecimiento. Se sentaron frente a frente pudiendo de esta manera tener contacto visual sin miedos a represarías.

-Eres hermosa.-Le susurró la rubia tan bajo que apenas y lo escuchó por lo que apenas y correspondió con una sonrisa. Cambio de actitud que no pasó desapercibido para la rubia, sin embargo no pudo emitir comentarios debido a la llegada de su esposa.

-Ya he pedido, espero no te moleste Tiffany-Dijo amable como siempre.-Me he encargado de pedir algo nutritivo pero no por eso menos delicioso.

¿Acaso Jessica dudaba de su capacidad para poder alimentarse ella y sus hijos?

-Por supuesto que no señora Kim-Contestó con una falsa sonrisa.

Falsa… ¿Cuándo se había vuelto capaz de mostrarse falsa delante de los demás? Una de las cosas que más le agradaba de su personalidad era su franqueza y su fuerza. Fuerza que pareciera haberse extinguido en pocos meses.

¿Por qué?

Ni ella misma podía contestarse eso. Solo sabe que ha cambiado, ya no es la misma Tiffany Hwang de antes. Esa que batallaba para sacar adelante a su hermana con la ayuda de sus tías únicamente. ¿Dónde quedó esa Tiffany? Ahora era sumisa y tranquila, el amor la había cegado y apenas y se reconoce. Además que le pesa darse cuenta que es debido a la presencia de Jessica quien le ha hecho darse cuenta de aquello.

Desde que inició aquella relación prohibida con Kim Taeyeon ella había cambiado y apenas ahora que ya sea por sus alborotadas hormonas o por lo que sea estaba empezando a sentir cosas que creyó no las iba a volver a sentir.

Cada recuerdo de Taeyeon diciéndole lo mucho que la amaba o haciéndole el amor han desencadenado en ella una serie de dudas, celos e inseguridades y lo peor de todo es que no puede expresarlo. Las ve sonriendo sobre cosas que ellas entienden y que ella jamás había escuchado hablar, Jessica hablaba italiano y Taeyeon le entendía. Las palabras de Victoria y Jihyo  volvieron a su cabeza recordando los múltiples elogios a Jessica y describiendo su sacrosanta perfección muy aparte de lo muy bien complementados que estaban  la hicieron dudar.

Si Jessica es la buena ella era la mala, era algo tan simple como eso que cualquiera pudiera entender.

Aún si lo que la rubia decía se cumplía ellos jamás serían bien vistas por la sociedad, el roce de amistades y el círculo social de Taeyeon se vería dividido entre ambas y lo peor es que para ninguno ella sería una buena persona. Para la mayoría que no conozcan su historia será la oportunista mujer que engatusó a Taeyeon con tres hijos y la obligó a separarse su amada y perfecta Jessica. La gente no se tomará la molestia de preguntar solo atacarán y tal vez antes hubiera podido hacerle frente a eso sin dificultad pero ¿Ahora?

Ha llegado a pensar, viendo el cariño que Jessica le da a Taeyeon que tal vez las cosas podrían cambiar y Taeyeon puede llegar a tal vez recordar lo que una vez sintió por ella. ¿Y si le mintió?, ¿Y si todo era para quedarse con los niños?

Tuvo que darse un tiempo en el que Jessica peleaba con el mozo por haberle traído algo que no pidió para ver los ojos de Taeyeon, tan cafés , tan puros, esos ojos que la hacían estremecerse con una mirada. Ellos que no eran nada establecido y a la vez eran todo. No era novias ni esposas pero eran amantes apasionadas y estaban locamente enamoradas.

Eran algo más… sin embargo la duda siempre estaba presente, con cada beso, abrazo o caricia que ellas compartían. ¿Estaba bien sentir celos de ella que puede expresar su cariño libremente?

¿Eso la hacía una mala persona? Y de ser así entonces ¿Qué era?

¿Protagonista o Antagonista?

-Hay que ver que tan incompetente puede ser la gente hoy en día.-Murmuró Jessica molesta.

-Siempre quejándote por algo diseñadora…-Una voz interrumpió a la mesa aparentemente familiar.

-Yuri…-Estaba en shock, alucinada y repentinamente pálida, era como si estuviera viendo a un fantasma.

-Hola Jessica-Saludó la fotógrafa con una arrogante sonrisa-¿Sorprendida?

-¿La conoces Jessica?-Preguntó Taeyeon un tanto preocupada por la palidez de su esposa.

La morena regresó a ver a la otra voz que se hallaba junto a la rubia. A decir verdad cuando entró al establecimiento simplemente la vio y se acercó a ella para saludarla sin siquiera ver junto a quien estaba. De hecho agradece haberse reprimido las ganas de besarla ese preciso instante.

-¿Jessica?-Llamó nuevamente la rubia.

-Estoy bien Taeyeon-Tranquilizó a su esposa-Es solo que no esperaba ver a… una de mis colegas londinenses aquí precisamente.-Dijo sonriendo nerviosamente.-Ella es fotógrafa en la agencia donde trabajé amor.-Le contó a Taeyeon.

-Mucho gusto, Kim Taeyeon-Dijo la rubia poniéndose de pie y estrechando amistosamente la mano de la morena.

-Kwon Yuri-Dijo con una despreocupada sonrisa la morena. Rubia, de ojos ónices y principalmente "Kim". Esa debía ser la esposa de la rubia.

-Por favor, acompáñenos.-Ofreció la rubia sintiéndose aliviada. Con la morena ahí para entretener a Jessica estaría más tranquila y soportando menos sus múltiples muestras de afecto que solo la hacían sentirse culpable. Además de ese triste semblante que tiene Tiffany que la preocupa aún más.-Jessica no ha hablado mucho de su estancia en Londres.

-Pues de seguro ha de ser por lo desesperada que estaba por volver.-Comentó la morena-Tanto así que se fue sin despedirse.-La rubia menor le miró y ella lo único que pudo hacer es esbozar una sonrisa orgullosa.

-Hemos estado muy ocupadas para hablar de cosas sin importancia-Se apegó más al cuerpo de Taeyeon. ¿Qué hacía Yuri en Seúl?, ¿acaso la habrá seguido?

-Así veo.-Comentó achicando los ojos.-Y ¿Quién es esta preciosura?-Preguntó refiriéndose a Tiffany.

Fue como si a ambas les hubieran jalado un nervio regresando a ver de una manera poco amistosa a la morena.

-Es mi prima, Tiffany Hwang-Se apresuró a mentir Jessica.

-No comparten el mismo apellido.-Contestó sin regresarla a ver.-Mucho gusto hermosa, soy Yuri.

-Tiffany-Le saludó la pelirroja con una sonrisa coqueta mientras le extendía la mano para que la saludara pero la morena la tomó y la besó delicadamente causando contracción en los músculos faciales de la pareja.

-Había olvidado lo hermosas que eran las mujeres en Corea, pero debo decir señorita que usted deja muy en alto al país.-Le dijo de manera halagadora.-No he pisado Seúl desde hace ya muchos años y necesito guiarme, me pregunto si sería una molestia para usted.

-Si lo sería.-Contestaron las Kim al mismo tiempo sorprendiéndose mutuamente, finalmente Taeyeon habló primero.

-Está embarazada, necesita reposo.-Y que le quite sus manos de encima.

-Por lo que veo no cambias fotógrafa, sigues igual de halagador.-Comentó Jessica.

-Solo con las mujeres hermosas.-Reconoció mirando a la pelirroja y de soslayó a la rubia menor-Y ya veo, tienen razón sería mucha fatiga para la bella pelirroja, entonces me preguntó si le molestará prestarme a su esposa por un par de horas señora Kim, solo hasta que pueda llevarme a un par de direcciones que desconozco.-La rubia parecía estar más concentrado en mirar a la supuesta prima de la rubja que en cualquier otra cosa.-Kim…

-Taeyeon-Corrigió ella-Y si Jessica no tiene inconvenientes yo tampoco.

-¿Me acompañarías diseñadora?

Tenía muchas preguntas por hacerle además que no era su mejor idea de pasar en la mesa con su esposa y la que fue su amante así que aceptó sin mayores ruegos.

-Vale.

-Llevaré a Tiffany a descansar a casa Jessica-Informó a su esposa.

-Adiós bella señorita.-Se despidió Yuri a propósito queriendo besar la mejilla de la pelirroja y lográndolo solo que a cambio se ganó una mirada asesina por parte de la rubia mayor. Que sin siquiera despedirse tomó la mano de la pelirroja casi imperceptiblemente y la llevó de ahí.

-¿Nos vamos?-Preguntó insinuante la pelinegra a la rubia.


 


 

-Aún estás roja-Se burló Sunny.

-No es cierto.-Se defendió Sooyoung mirando al cielo para evitar que su rubor sea visible provocando la cantarina risa de la castaña.-No te burles que no fue nada gracioso.

-Si lo fue.-Contestó Sunny recordando las preguntas que había hecho su tía.

-¡Por supuesto que no!-Exclamó sintiendo como un leve escalofrío recorría su columna vertebral luego de recordar el momento que fácilmente puede llegar a catalogar como uno de sus tres peores momentos.

Es que no solo había tenido que someterse a las típicas preguntas de todo padre, en este caso tío que eran: ¿Qué intenciones tienes con mi pequeña? O ¿Qué tan seria te parece la relación? Y ella que pensaba que esas eran las peores preguntas jamás hechas. Aquel que dijo eso nunca fue sometida a un interrogatorio de Kim Hyoyeon.

-La mejor parte fue cuando te preguntó con cuántas mujeres te habías acostado.-Recordó Sunny a la castaña con la cara colorada pensando en un número fijo y luego empezando a contar con los dedos.

-Claro, búrlate de mi miseria.-Le reprochó Sooyoung ante las mil carcajadas de la castaña. Y eso que esa no había sido la única pregunta de ese calibre. Hubieron otras peores como: ¿Cuándo fue tú primera vez?, ¿Qué tan a menudo lo realizaba?, ¡¿Si había participado en un trío? ¡Por Dios esa mujer quería despellejarla viva luego de que contestó las preguntas! No es que se avergüence de su antigua promiscuidad pero tampoco era algo de lo que podía jactarse, al menos no delante de aquella que es una madre para tú novia y que la quiere como hija.

-Pero tranquila, les agradaste.-Le aseguró.

-Si tú tía quiere golpear a todas las personas que le "agradan" entonces si. Pero por lo menos a tú tia Nicole si le agradé.-Contestó recordando las risas cómplices mientras su mujer botaba humo por la nariz y por la boca.-Te aseguro que una santa no fue.

-Pero tampoco era una ramera ambulante.-Le dijo sinceramente.

-No era una ramera, estoy segura que si hubiera cobrado por mis servicios tendría más dinero que Donald Trump o el creador de Microsoft.

-Claro.-Sunny roló los ojos-¿Te han dicho que eres una narcisista?

-Y tú eres una puritana.-Soltó mientras con un brazo rodeaba los hombros de su novia-¿O tengo que recordarte quién fue la persona que se ruborizó cuándo tú tía me preguntó si tenía pensamientos impuros contigo?-Susurró cerca del oído de su novia logrando el efecto deseado ya que inmediatamente sus mejillas se tornaron carmesí y trató de apartarlo.-No me apartes.-Pidió a su novia-¿O acaso tú tienes pensamientos ertidos conmigo?

-Eres una…-No pudo terminar ya que Sooyoung había tomado posesión de sus labios para besarlos con ternura.-Idiota.

-Una idiota que besa bien.-Se vanaglorió.

-No por eso menos idiota.-Aseguró con una sonrisa mientras se soltaba de su abrazo y se adelantaba unos pasos fingiendo molestia e indignación por el pícaro comentario y por el beso para callarla.

-Sunny…-La llamó-No te enojes.

La castaña no pudo evitar esbozar una sonrisa al escuchar por el tono de voz de la mas alta la preocupación de saberla molesta, rápidamente se volteó y de un par de zancadas la alcanzó  y la sorprendió con un beso en los labios. Si Sooyoung podía ser una idiota muchas veces.

Pero era su idiota…


 


 

La puerta del coche fue cerrada fuertemente por la pelirroja que a pesar de la dificultad que le producía se incorporó rápidamente y sin emitir palabra, esperar que ella le abriera o si quiera regresarla a ver salió del vehículo.

Todo esto ante la atónita mirada de la rubia que no comprendía el porque del actuar de la pelirroja. En el camino a casa no había pronunciado palabra, ninguna de las dos.

Quería llorar, gritar y chillar de la frustración que sentía, de lo molesta que estaba consigo misma y con la vida por haberla puesto en esa situación tan circunstancial. Taeyeon se acercó a ella y rápidamente abrió la puerta; solo quería ir a su cuarto, encerrarse y descargar la frustración que sentía llorando contra su almohada mientras la abrazaba fuertemente contra su pecho.

-Pany…-La rubia la detuvo del brazo y la jaló contra su pecho mientras delicadamente intentaba unir sus labios con los de ella en un beso luego del cual le preguntaría por su pesar.

-¡NO!-Exclamó Tiffany zafándose del agarre y del beso y alejándose de la rubia que la miraba sorprendida por aquel repentino rechazo.

-Pany...

-No Taeyeon…-Susurró mientras traviesas lágrimas se agrupaban en sus ojos.

Odiaba llorar, ya que desde niña cada que ella lloraba le mostraba debilidad a Sunny y eso era contraproducente para su salud. Ese fue el cambio más drástico que había tenido que hacer ya que a pesar de no tener mucho siempre fue consentida y mimada por su madre pero ella misma le pidió dejar de hacerlo y ser fuerte delante de su hermanita y desde ese entonces por muy malos que fuesen los diagnósticos o las crisis de Sunny ella siempre procuraba sonreírle.

Sin embargo está situación no tiene nada que ver con Sunny y eso le daba la libertad de llorar a pesar de que tampoco le gustaba verse débil. Mucho menos delante de Taeyeon más aún luego de haberse molestado con ella misma por la debilidad que muestra con la rubia y de lo dependiente que se ha vuelto de ella.

-¿Qué te pasa?-Preguntó intrigada-¿Te duele algo?, ¿Le pasa algo a los bebés?-Mucho más preocupada.

Los bebés, desde que Jessica había llegado TODO era alrededor de los bebés. ¿Y ella?, ¿Y sus sentimientos?

-Los bebés están bien señora Kim.-Contestó seria mientras rápida y bruscamente secaba sus lágrimas.-Ahora con su permiso.

La frialdad de sus palabras le llegó rápidamente. Ese término formal de "Señora Kim" que había creído en el pasado regresó rápidamente.

-¿Qué ocurre?-Exigió saber la rubia.

-Ya le dije que los niños están bien señora…

-No pregunté por los niños, pregunté por ti Tiffany-Le dijo claramente.-No me preocupes y dime qué ocurre.

-¿Ahora si le preocupo?-Preguntó con ironía.

-Siempre me has preocupado Tiffany, tú y los niños son todo para mi.-Dijo sinceramente.

-Bonita forma de demostrarlo últimamente.-Contestó ásperamente.

Entonces eso lo explicaba todo.

-Sabes muy bien que Jessica…

-¡Lo sé Taeyeon!-Exclamó alterada-¡Sé muy bien que Jessica está aquí!, que por eso las cosas cambiaron y que así debe ser.

-¿Entonces qué va mal?-Preguntó preocupada.

-Yo…-Dijo agachando la cabeza.-Yo no era así Taeyeon ¿entiendes eso?-Preguntó afligida.-Era fuerte y decidida, caprichosa y nunca me daba por vencida. Creía que el amor verdadero duraba para siempre, creía en la fidelidad y ¿Qué soy ahora?-Preguntó afligida.-Una amante, algo que siempre critiqué y algo de lo que siempre me jactaba que nunca iba a ser. Miraba con reproche a aquellas mujeres separadoras de hogares sin siquiera detenerme a pensar en como se debieron sentir y solo ahora que yo soy una de ellas entiendo.-Nuevamente las lágrimas se acercaban y amenazaban con salir.-Me convertí en una hipócrita que cayó victima de sus propias palabras.

-Pany eso no es así.-Intentó detenerla y convencerla, incluso acercarse a ella pero la detuvo.-Tampoco es fácil para mí ¿Cómo crees que me siento cada vez Jessica me da un beso?, ¡Culpable! o ¿Cada vez que alguien intenta acercarse a ti y no puedo detenerlos de frente y asegurarles que me perteneces porque Jessica está colgada de mi brazo?

-Y ¿Cómo crees que me siento yo?-Preguntó sorprendida.-Si dices que para ti es difícil contener los celos las efímeras veces que se presenta alguien para halagarme, ¿Cómo crees que me siento yo al verlas dándose cariño todo el día?, ¿Recordando y constatando con mis propios ojos lo perfecta que es tú mujer y lo mucho que la quieres? Lo buena que es conmigo y lo que me pesa saber que yo me metí en la cama con su esposa, que incluso planeo quitarle al hijo que tanto añora. Eso si no has cambiado de parecer al respecto.-Se horrorizó de sus propias palabras, en ese momento se había dado cuenta que a pesar de todo tal vez si era una villana.

-¡Quiero a Jessica! He estado junto a ella por años y la quiero, ¡llegué a amarla años atrás!-También se exasperó, creía que Tiffany había entendido su situación.-Pero es muy diferente a lo que yo siento por ti. Te amo Tiffany.

-¡Pero es ella quien lleva el anillo!, ¡A la que todos conocen!-Gritó-Ella es la buena y yo soy la mala ¿verdad?, o es que acaso no fue así como ustedes criticaron a la mamá de Yoona-Le recordó a la rubia.

-Eso fue muy diferente, ella sabía que mi padre tenía hijas y…

-Es lo mismo.-Lo atajó Tiffany rápidamente.-Tal vez en distintas condiciones pero lo mismo al final y ella se quedó sola y con Yoona.

-¿Dudas de mis palabras?, ¿De mis actos?-Preguntó viéndola a los ojos-¿De mi amor? ¡Si fuera cosa de un anillo te compraría cien para demostrártelo!

-No lo sé.-Contestó sincera pero tristemente sintiendo como poco a poco la rubia soltaba el agarre y percatándose del vacío que creaba en ella.-Te amo Taeyeon y quiero creer que tú también pero hay veces en las que actúas tan bien y no puedo evitar sentir Taeyeon-Dijo aferrándose a su cuerpo.-Celos, inseguridad, miedo de perderte a ti, a mis hijos.

-Entonces por favor no dudes.-Pidió la rubia-Quiero a Jessica pero no como mujer ni como amiga, es una etapa intermedia en la cual siento mucho agradecimiento y a la vez culpa por lo que le voy a hacer. Nuevamente le quitaré su más grande anhelo pero no puedo condenarme a vivir otros años más una vida infeliz.-Dijo abrazándola fuertemente contra su pecho. Las palabras de Tiffany le hicieron bacilar y temer que ella dudaba de lo único verdadero que ha sentido en los últimos años.-Por eso todo tiene que ser lo menos doloroso posible.-Dijo acariciando sus cabellos.

-Lo sé, lo siento.-Dijo acomodando su cabeza en su hombro, encajando a la perfección.

-No te disculpes por decir lo que sientes.-Le dijo.

-Por dudar de ti… por unos momentos así lo hice.-Admitió la pelirroja mientras sentía que la rubia la tomaba en brazos sintiendo su somnolencia. Había sido una tarde larga.

-Nunca dudes que te amo.-Pidió la rubia-Nada más…

-Yo también te amo…

Y a pesar de aún sentirse como una mala persona ya no volvería a dudar…


 


 

-Acosadora-Susurró la rubia luego de un largo silencio que al cual se habían sometido en el camino.

-¿Por qué?-Preguntó la morena sin despegar su mirada de la concurrida autopista citadina.

-Viniste de Londres-Le reprochó.-Solo para seguirme, quiero empezar de nuevo con mi esposa y tu…-No pudo seguir ya que imprevistamente la morena frenó el coche obligándola a callar debido al imprevisto beso que plantó en sus labios carmines. Explorando cada rincón de esa boca que proclamó como suya en otras tierras y no solo su boca sino su cuerpo entero-¡¿Qué diablos pasa contigo?-Preguntó exaltada.

-¡Eso debería preguntarte yo!-Exclamó la morena en tono molesto.-Primero que todo ¿Qué te hace pensar que vine aquí solo por ti? Eres increíble Jessica-Le dijo con una burlesca sonrisa.-Dices que quieres rehacer tu vida con tu esposa y aun estás temblando por un simple beso que te di.-Se burló de ella.-Reconoce que me deseas tanto como yo a ti y que por las noches cuando abrazas a tú esposa imaginas que soy yo.

-Eso no es…-Estaba totalmente ruborizada por la mención de la morena precisamente por la veracidad de sus palabras.

-No intentes negarlo, bastó un beso para delatarte.-Volvió a burlarse de ella.-Pero sabes algo, a pesar de que yo también extraño tu cuerpo y tus caricias por las noches no volví a Corea por ti. Tengo algo más importante que hacer aquí, algo que no me ha resultado nada fácil y hoy solo quería platicarlo contigo pero tranquila en este instante te devuelvo a tu casa, a los brazos de tu amada esposa-Dijo dando vuelta rápidamente y acelerando camino a la mansión Kim, de la cual previamente ya sabía la dirección.

Jessica aún no asimilaba las palabras dichas por ella del todo, tanto así que apenas y se dio cuenta que habían llegado a su casa.

-Yuri…

-Servida y no te preocupes no volveré a tocarte o hacer algo que perjudique tu matrimonio.-Incluso se bajó para abrirle la puerta mientras ella por inercia bajaba mientras se dirigía a su asiento de piloto.-Enséñale a Taeyeon lo que yo te enseñé en Londres y tal vez deja que ella te enseñe lo que hizo con tú querida prima aquí.

-¿A qué te refieres?-Preguntó saliendo de su ensueño.

-A que tú "adorada" esposa tiene algo que ver con esa prima tuya.-Le dijo.-Soy perceptiva y cuando pretendía a Tiffany creo que se llama, ella me fulminaba con la mirada incluso me miraba más feo que tú.

Dicho lo cual se metió a su coche y rápidamente dio arranque a su vehículo dejando una estela de humo atrás de si dejando a una confundida y angustiada Jessica tras ella.

No podía ser verdad…


 


 

Había sido un largo día de trabajo y ahora se encontraba totalmente sola. Todos los días que se quedaban hasta tarde Seohyun siempre se quedaba a acompañarla, luego iban juntas por una pizza como dos buenas amigas. Nunca como pareja, no entiende porqué Seohyun llegó a crearse falsas ilusiones con ella. Si siempre había sabido sus sentimientos por Tiffany y nunca emitió palabra al respecto, ni para alentarla ni para desanimarla.

Y una noche de buenas a primeras le dice que la ama, indirectamente. Eso no era lo raro, sino que lo raro era que esa extraña confesión la haya afectado de esa manera tan profunda. Tanto así que no puede organizar ni siquiera sus citas, menos pensar coherentemente.

Necesita hablar con alguien, pero con alguien que le entienda. Tal vez…

-Tiffany…-Susurró decidida tomando las llaves de su Jaguar y dirigiéndose al estacionamiento.

Tal vez todo lo que pasaba era una especie de señal, el hecho que Seohyun se fuera confesándose a lo mejor y quería decir que también era su momento de hacerlo. Con Jessica en el país no había nada que Taeyeon pudiera hacer para detenerla o interferir. Además si era verdad lo que dijo Seohyun, eso de que Tiffany estaba enamorada de Taeyeon para estas alturas ya se debió de dar cuenta que eso era un imposible y tal vez solo tal vez…

Pudiera verla de otra manera…


 


 

-¿Qué te pasa cielo?-Preguntó una morena correctamente peinada entrando a la habitación luego de acostar al último de sus hijos.

-No lo sé Nicole-Se sinceró la mujer a su esposa-Tengo un mal presentimiento de algo…

-Creí que se te pasaría luego de conocer a la novia de Sunny-Comentó su esposa acercándose a ella y abrazándola por la espalda.-Pensé que todas tus dudas se disiparon luego del interrogatorio tan… severo que le hiciste a esa muchacha.

-Se lo merecía.-Contestó ella con rudeza ocasionando risa por parte de su esposa-Pero no es Sunny quien me preocupa.

-¿Sino?

-Tiffany…


 


 

Las palabras de Yuri sonaban en su cabeza insistentemente, martilleando en su mente e incluso produciéndole jaqueca. Suspiro resignada y se vio por décimo tercera vez en el espejo.

Desde su regreso de Londres Taeyeon y ella no habían compartido intimidad, algo extraño ya que si se tomara en cuenta que no se habían visto el uno al otro en meses debió haberlo hecho al menos tres o cuatro días de la primera semana e incluso seguir haciéndolo.

Pero no, ninguna parecía tener urgencia a pesar del tiempo transcurrido sin hacerlo se mostraba con urgencia al respecto. Tenía que admitir que al menos ella si pudo satisfacer esas necesidades y le gustaba pensar que era el cargo de conciencia lo que le impedía acercarse a buscar a su esposa como mujer.

Pero a pesar de eso se supone que ella debía buscarla para intimar y ella lo rechazaría por su conciencia pero por las noches no hacía ni el más mínimo intento por acercarse o tocarla.

La única explicación es que tal vez se había buscado una amante, pero eso no significaba que debía ser Tiffany. Ellos no le harían eso.

Y ella necesitaba eso para de una vez por todas dejar de sentir las caricias de Yuri durante la noche. Si bien Taeyeon ya no era tan apasionada como antes y no la hacía vibrar con cada caricia. Ella había decidido vivir con ello más ahora que regresó a formar su familia.

Ya rechazó la oferta de Yuri de quedarse una vez y su presencia en el país no significa nada para ella. Solo debe pensar en Taeyeon, Taeyeon y Taeyeon.

Por muy difícil que sea.

Suspiró decidida luego de arreglar sus encajes que apenas cubrían las partes notables de su cuerpo y salió del servicio con un único afán:

Seducir a su esposa…


 


 

Acababa de despertar, los niños estaban muy inquietos y no paraban de moverse. Desde su enfrentamiento con Taeyeon se había quedado dormida hasta las mismas once de la noche.

-Seguro estarán hambrientos.-Susurró acariciando su vientre.-Mamá quiere descansar, esperen al desayuno de mañana.-Rogó volviendo a cerrar los ojos esperando poder seguir durmiendo.

Una patada fue la respuesta de uno de los pequeños.

-Vale, entendí.-Dijo incorporándose.-Pero no cocinaré a esta hora ni molestaremos a Appa o a Jessica. Simplemente iremos por un vaso de leche.-Hablaba con ellos como si le entendieran aunque eso parecían hacer ya que en seguida se calmaron. Se levantó con dificultad tomando su bata de cama y dirigiéndose a la cocina.

Sin duda la charla que tuvo con la rubia la dejó un poco más tranquila a pesar de que aún se sentí mal por lo que hacían. Sin embargo era un precio que tenía que pagar por su felicidad.

Por muy egoísta que eso sonara.

-Pero ya Appa me aseguró que nos quería a nosotros.-Les platicaba a sus niños mientras bebía la leche.-Y estoy segura que no miente.

Solo quedaba aguantarse los celos que le producía verla cerca de Jessica, pero era algo por lo cual tenían que pasar lamentablemente, pero todo sea por su bien.

Para regresar a su alcoba debía pasar por la recamara matrimonial y pudo percatarse que una luz estaba prendida y la puerta entreabierta. A lo mejor alguno de las dos aún estaba despierta. Contuvo sus ganas de ir porque así como podía ser Taeyeon la despierto podía ser Jessica.

Un dolor en su vientre apareció, una fuerte y que no había sentido antes acompañado de la inquietud de sus pequeños. Mientras llegaba a su habitación creyendo que serian pasajeros el dolor se intensificaba con cada paso que daba.

Algo podría ir mal con los niños y si había luces prendidas en la recámara de las Kim lo mejor sería ir a pedir ayuda con aquel fuerte malestar.

Sin embargo nada la preparó para lo que sus ojos verían después. Por la parte abierta de la puerta y antes de siquiera poder hablar tuvo que presenciar una dolorosa escena.

Ambas estaban despiertas y sobre Taeyeon, Jessica yacía sentada en su torso con un ligero camisón de encajes nada más cubriendo sus curvas. Susurraba palabras de amor mientras guiaba a las manos de la rubia a recorrerla de pies a cabeza y este no se negaba. Finalmente se despojó de su babydoll rojo pasión y guió a las expertas manos de la rubia a sus prominentes senos.

Los cuales ella no tardó en empezar a acariciar con la mano de ella arrancándole gemidos de placer a la rubia.

Mentirosa, mil y una vez mentirosa.

Le había asegurado no sentir nada pasional por ella y ahora estaban frente a ella a punto de tener relaciones. Su parte cuerda quiso aparecer recordándole que esteban casadas y que era normal, pero la parte de sus celos y de su dolor de mujer reapareció rápidamente. Recordó a la rubia diciéndole que quería a Jessica, a lo mejor aún la ama solo que no pudo decírselo. La ama

Al igual que el dolor en su vientre.

Reprimió el grito mordiéndose los labios y caminó con dificultad a la planta baja donde necesitaba calmarse, respirar. Pero sintió otro dolor en su vientre el cual esta vez si gritó, pero el grito fue opacado con el sonar del timbre. No pensaba abrir pero la voz conocida detrás de la puerta ayudó a que se decidiera.

-Buenas noches.-Llamó esa voz conocida por ella-¿Hay alguien despierto?

¡Yoona!

Abrió la puerta rápidamente y sin dudarlo se abrazó al cuerpo de su amiga recién llegada.

-¡Fany!-Exclamó la joven al ver que su amiga le abría y más aún en las condiciones en las que lo hacía-¿Qué te sucede?

-Me duele.-Susurró aferrándose al cuerpo de su amiga-Mucho.-Dijo agarrándose el vientre.

-Tranquila te ayudaré, vámonos de aquí.-Dijo sintiéndose aliviada de haber decidido ir. Vacilando por la hora que era aun así era como si debiera ir.-Deja le digo a Taeyeon.

-No, no le digas.-Dijo agitada.-Está muy ocupada.

Y gracias a Dios que lo hizo.

-¡¿Dónde crees que te la llevas?-Una furiosa voz apareció, obligándola a regresar a ver como su media hermana bajaba de cinco zancadas las grandes escaleras de su casa. Se acercó rápidamente a ellas e intentó arrancar a Tiffany de los brazos de su media hermana-Suéltala.-Ordenó fieramente.

-¿Qué sucede Taeyeon?-La voz de Jessica en el final de las escaleras le hizo verla.

-Ella no quiere ir contigo.-Luego de ver en las condiciones en las que bajaba la pareja no hacía falta usar la imaginación para saber que había estado haciendo antes de su llegada.

-Vámonos Yoona-Pidió Tiffany-Me duele.

-Pany-Intentó acercarse y tomarla ella en sus brazos.-Si te duele algo, yo te llevo al hospital.-Susurró tiernamente pero fue inmediatamente repelida por la pelirroja.

-No me toques.-Habló bajo para que Jessica no escuche.-Ve a terminar lo que habían empezado.-Le dijo con fuerza.

Tiffany las había visto…

-No es lo que piensas…-Aseguró.

-¡Mentirosa!-Gritó conforme un dolor acudía a su vientre y sentía como si algo se rompiera dentro de ella. Empezando a caer pequeñas gotas de entre sus piernas.

-Se ha hecho una fisura en la bolsa.-Exclamó la médico alarmada mientras salía de la casa e introducía a Tiffany en su coche.-Taeyeon la llevaré al hospital enseguida, es muy pronto para esto si no actuamos pronto la vida de los cuatro estará en riesgo.

-¿Cuáles cuatro?-Exigió saber la rubia la cual bajó lo más rápido que pudo después de escuchar el grito de Tiffany.

Por un lado tenía a una dolorida Tiffany y por el otro a una confusa Jessica que no sabía nada de la existencia de dos bebés adicionales.

-¿No lo sabe?-Preguntó la médico.

-¿Saber qué?-Preguntó Jessica confusa.

-Serán trillizos…

¿Continuará…?

Bueno, he aqui el capitulo 11... SIgan pendientes de la historia, que ya le queda muy poco para terminar, bueno si les gusto, haganmelo saber 

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Comments

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Thiabel2128
#1
Chapter 16: que hermosa historia!!!!!
arihara
#2
¡Gran historia!

De principio a fin, aunque creo que la que más sufrió psicológicamente fue jessica ( perder un hijo y quedarse estéril). Concuerdo en tu epílogo, no era sano, por todo lo que había ocurrido, que tuvieran encuentros taeyeon-tiffany con yuri-jessica. Debido a las circunstancias, aunque pasaron años y la muerte de sunny.

Por cierto, a mí me hubiera gustado leer esta historia en modo gender bender, por si la tienes por allí, o la podrías mandar en pdf. Creo que hay partes, en que quedaba mejor Taeyeon y Yuri como "hombres".
LectoraLemon #3
Chapter 16: Llore como no tienes idea ...fue muy realista a mi parecer ... pero tambn fue muy bueno el fic ...

Gracias por compartirla <3
Skyth06
#4
Chapter 16: me sacaste lágrimas fue hermoso la vdd
Just_Vicky-Jung
#5
La verdad muy bonita la historia, realmente perfecta. Si me hubieran dado un dolar por cada lágrima que derramé fuera más rica que Bill Gates. Simplemente bello. Toda la noche lloré melancólica ... T.T
stefanicj #6
Chapter 16: Buena historia nada monótona y con muy buen mensaje FELICITACIONES
_MAX_KWON_JUNG_
#7
Chapter 16: TT__TT primer fanfic que realmente hace que mi corazon se estruje todito y llore como si no hubiera ma;ana gracias por esta historia nos hace reflexionar sobre muchas decisiones y hasta donde pueden llevarnos las obeseciones pero de igual muestra cuan fuerte es la ilusion en cada uno de nosotros al querer ser padres...muchisimas gracias segunda de las historias que leo de ti y realmente cada una me deja una moraleja muchas gracias....
maria_baby09 #8
Chapter 16: Este es uno de los mejores fic q he leidoo me encanto ya lo he leido mas de 2 veces y aun me encanta y sigo llorando T.T
hobbyfit #9
Chapter 16: Aaah uno de los mejores fanfics que he leído... grandioso!! Es tan obsesivo, brillante, gracias unnie :3 Me encanto *-* Se ha convertido en el numero uno de mis favoritos :D