Capítulo III: Reacciones Esperadas

Alquiler

Los rayos de sol que anunciaban que un nuevo día empezaba se colaron sin permiso a través de las ventanas de aquella habitación de hotel llegando a perturbar el tranquilo sueño de la pelirroja provocando a su vez que empezara a recuperar la consciencia y con ella los recuerdos de la noche anterior.

No quería abrir los ojos, temía encontrarse con ella, aunque… ¿Cuántas posibilidades habían de que se hubiera quedado a pasar la noche ahí? El margen de probabilidad era menor al cincuenta por ciento de seguro. Suspiro profundo y con mucha cautela abrió los ojos poco a poco. Se encontró con las paredes cremosas de la habitación y al parecer ninguna presencia extra aparte de ella. No se escuchaba la ducha lo cual también era buena señal provocando que se sentara en la cama.

Suspiro profundo con las sábanas contra su pecho desnudo a medida que los recuerdos de la noche anterior era cada vez más y más palpables. Había perdido su idad y si eso no era malo, lo había hecho con una desconocida la cual no fue nada delicada y había un alto margen de probabilidad de que estuviera embarazada.

Los ojos empezaron a escocérsele y pensando que se hallaba sola empezaron a derramar lágrimas de tristeza por su situación. Ella pensó que su primera vez sería diferente no como lo fue, incluso aún le dolía su parte más íntima por lo ocurrido la noche anterior. Se llevó las manos al rostro para secar sus lágrimas sin importarle que las sábanas se cayeran dejando expuesto su busto. No habría problema después de todo estaba sola…

La puerta del baño se abrió dejando ver a una rubia que salía con el cabello mojado, afortunadamente vestida y que se quedaba perpleja ante la imagen de la pelirroja con el busto descubierto que tenía a pocos metros de ella. Sus ojos se abrieron y notaba como un calor subía por sus mejillas. La pelirroja rápidamente se cubrió su pecho con las sábanas y las mejillas de color rojo escarlata mientras desviaba la vista de la rubia.

-Buenos días.-Susurró la rubia dudosa de que decir.

-Buenos… días.-Dijo la joven casi susurrando.

¿Por dónde se empezaba?, ¿Qué podría decirle?, ¿Qué siente haberse comportado como una animal? Dios, si al verla así, tan expuesta deseaba ir, abrazarla y consolarla además de desear quitar esas sábanas y enmendar aquel error que cometió y del cual se arrepiente en sobremanera. ¿Qué demonios está esperando? Se acerco a ella unos dos pasos nada más y observo como la pelirroja se acercaba a la orilla de la cama cubriéndose más y viéndole con ojos atemorizados que la detuvieron en su andar.

-Yo lo…-Iba a decir "Lo siento" pero el móvil que se hallaba en el buró empezó a vibrar y a sonar el polífono indicando que había una llamada entrante. Juró por lo bajo y se dirigió a tomar su moderno Blackberry en el cual marcaba en letras grandes el nombre de "Jessica" acompañado por una foto de la joven diseñadora.

-Dime Sica-Habló rápidamente recordando el enfado que sentía con su esposa.

-¿Ya está?-Ni un "Hola" o algo parecido a un saludo salió de la boca de la rubia, fue directa y cortante logrando irritarla más de ser posible.

-Hablamos en casa.-Dijo y procedió a cortar la llamada rápidamente buscando a la pelirroja que supuestamente había dejado en la cama y que al parecer desapareció. Buscó sus ropas por el suelo y no las encontró, dirigió su vista al baño y pudo apreciar la delicada forma de la esbelta silueta de la joven.-Rayos.-Masculló

Un minuto después el celular volvió a vibrar y volvía a ser Jessica, seguramente histérica porque le cortó la comunicación hace unos instantes. Sin más que hacer, cortó la llamada y luego apago el celular sintiendo un poco de paz y tranquilidad al hacerlo. Ahora solo faltaba que la joven saliera del servicio.

Tiffany estaba dentro del baño con las sábanas aún puestas, aprovechó el momento en el que la rubia recibió la llamada de su esposa para huir prácticamente del lugar a cambiarse de ropa. Estaba aún ruborizada y con la respiración agitada. Inhalo y exhalo tres veces antes de empezar a vestirse lentamente.

La señora Kim fue muy cruel y grosera, recordándole brevemente a su padre los días en los que maltrataba a su difunta madre. Quien dijo que los niños tienen que criarse con ambos padres y vivir con el amor de ambos jamás debió considerar que había hombres crueles que no merecían ser padres, por un momento temió por la integridad de su bebé. El cual tal vez ya se este formando dentro de ella.

Suspiro pesadamente una vez que ya estuvo vestida recordándose que no podía vivir en el baño o permanecer ahí dentro hasta que se vaya, aunque a lo mejor ya lo hizo. Abrió la puerta con cuidado y salió luego de desenredarse el cabello dejándolo en unos bucles naturales que solo ella posee. Pero ahí estaba ella, sentada sobre el sillón de la recamara viendo la puerta del baño detenidamente, como si estuviera esperando que salga precisamente.

No dijo nada y ella tampoco, simplemente se dirigió a la puerta queriendo salir lo más pronto posible de ahí.

-¿Dónde vas?-Preguntó rompiendo el silencio del lugar observando a la pelirroja que estuvo entre sus brazos la noche anterior asombrándose y reprochándose a si mismo lo ciega que fue al no percatarse de su belleza con antelación.

-Voy…-Tuvo que tragar seco para que las palabras salieran de su garganta.-Voy al hospital, a ver a mi hermana.

-Te llevo.-No fue una pregunta, fue algo parecido a una orden, la pelirroja la regresó a ver con los ojos abiertos.-Digo, para de una vez hacer el traspaso de tú hermana a la clínica de mi hermana menor.

-No es necesario señora Kim-Dijo ella viéndole a los ojos.

-Tranquila, insisto.-Dijo la rubia sintiéndose algo aliviada por haber roto el silencio sepulcral que había entre ellas.

Algo parecido a una sonrisa se formó en los labios de la joven mientras abría la puerta galantemente para que la joven saliese. Ambas tomaron el ascensor y se subieron al Porshe de la rubia. En el camino el silencio volvió a palparse y a tornarse de ser posible más denso que el anterior. La pelirroja jugaba con sus dedos agradeciendo que el tráfico estuviera de su lado y no hubiera coches molestos impidiendo su pronta llegada.

-Solo quiero decirte…-Empezó a hablar la rubia provocando tensión en la pelirroja al notar su sedosa voz.-Que si pudiera remediar lo que paso anoche, créeme que lo haría sin pensarlo dos veces.

-No tiene porque disculparse señora Kim yo…-Dijo ella sorprendida por las palabras dichas por la rubia.

-¡Claro que tengo que disculparme!-Exclamo exaltada la joven.

Tiffany volvió a verla y la encontró con una mueca de dolor, rabia y frustración. Como si aparte de odiar a todo el mundo se odiara más que todo a si misma.

-Yo… no debí haber descargado mi ira contigo y tratarte de esa forma tan… tan…-No encontraba palabras para describirse a si misma la noche anterior.-Idiota.-Dijo finalmente.-Lo lamento mucho.

Los ojos castaños de la joven se abrieron desproporcionalmente, jamás se imagino una disculpa tan expresiva por parte de la joven, jamás. Pararon en un semáforo y en ese instante la rubia volteo a verla con esos expresivos ojos que la miraban brillantes y tristes a la vez, expresándole la sinceridad de sus palabras. Se ruborizó y supo que en cualquier otro momento se hubiera perdido en aquellas bellezas ónice y se ruborizo notablemente.

Taeyeon por su parte nunca había visto un par de castaños que denotaran más ternura, pureza, e inocencia que ese par de castaños que la miraban ensimismados. Se veía extremadamente tierna y dulce a la vista de cualquiera y mejor que nada a su vista y más con ese notable rubor que subía por sus mejillas.

Inconscientemente se acercó a ella sintiendo una nueva necesidad de besar los labios de la joven nuevamente, quería volver a sentir lo que sintió antes, hace unas pocas horas en la noche. Se acerco a sus labios mientras ella parecía no reaccionar, se acercaba más y más…

El claxon del coche que estaba detrás de ellas indicándole que el semáforo estaba en verde las hizo alejarse ruborizadas a más no poder. Tiffany apenada por no tratar siquiera de impedir que la rubia se acercará y la joven apenada de no haber podido controlar sus impulsos. Tiffany se reprochaba que debió alejarla, pero no podía, estaba hipnotizada por ese par de ojos que la miraban intensamente. Regresó a ver la rubia ruborizada y tragó en seco eso estaba mal, ella era una mujer casada a pesar de que sería la “padre” de su hijo y siempre será la primera mujer en su vida, no puede permitirse esas debilidades, después de todo esto era un simple trato comercial, y si quería que la convivencia resultara tenía que mantener los límites…

Por muy difícil que esto sea…

**************************************************************************

-¿Mi hermana no ha llegado?-Pregunto una preocupada Sunny a cierta castaña.

-No, pero ya vendrá pronto a llevarte.-Explico la joven castaña a la paciente que se hallaba despierta.

-¿Y mi tía?-Preguntó nuevamente.

-La ha llamado tú tía Nicole diciendo que Hara la necesitaba.-Respondió la joven.

-Ya veo.-Dijo pacientemente.-Cuando este en esa clínica ¿Me visitarás?-Preguntó temerosa.

-¿Quieres que vaya?-Preguntó la joven pícara.

-Por supuesto.-Exclamó la castaña de cabellos cortos.-Eres la única amiga que tengo, me sentiría muy sola si no fueras.-Dijo tristemente.-Los extrañaré a todos aquí.

-Nosotros también Sunny-Le dijo Hyomin-Pero piensa en que cuando te cures podrás visitarnos cuando quieras, además…

-¿Tú crees que me curaré algún día?-Preguntó con una melancólica sonrisa.

-Claro Sunny-Le dijo la castaña animado.-Ya verás que te curaras y vivirás una vida normal y feliz.

-Sabes algo.-Le dijo de repente.-Yo ya perdí las esperanzas hace mucho tiempo, no le quiero decir nada a Tiffany pero sé que no me curaré hagan lo que hagan.

-Sunny…

-¡Hermana!-Entró llamando una pelirroja rápidamente a saludar a su hermana menor-¿Cómo estas Sunny?, he venido a llevarte a otro lugar.

-Si, ya estoy casi lista.-Explico la joven observando como por la puerta entraba una rubia “alta” y bien parecida casi a la par con su hermana-¿Dónde estabas?-preguntó de repente.

-Arreglando los detalles de tú trasferencia-Mintió la pelirroja.

-Entonces, ¿Quién es ella?-Dijo la joven observando a la rubia.

-Soy Kim Taeyeon, mucho gusto y soy… amiga de Tiffany-Explicó la rubia saludando a la joven. Observó a la castaña detenidamente y no le encontró ningún parecido con la joven Hwang a pesar de ser hermanas. Claro que había hermanos que no se parecían mucho. Pero era raro que dos hermanas no se parecieran en lo más mínimo.

-Hwang Sunny-Dijo la muchacha extendiéndole la mano para saludarle dejando ver llevaba una esclava dorada en su muñeca, más no alcanzó a leer lo que tenía grabado.-Mucho gusto.-Adhirió a su saludo estudiando muy bien a la rubia y sintiendo que era más de lo que ella decía, más que todo por la forma en la que veía a su hermana.

-Hyomin ¿Puedo llevármela?-Preguntó Tiffany impaciente.

-Sí, nada más deja administrarle la última dosis de medicina que recibirá en este hospital.-Explico la joven mientras se acercaba al suero de la castaña-Ya llame a la ambulancia.

-No quiero dormir otra vez.-Dijo la joven tristemente.

-Pero es necesario.-Explicó Hyomin. Mientras inyectaba la sustancia en el suero de la joven.

-¿Vendrás a visitarme?-Pregunto sintiendo como la fuerte sustancia de aquella fuerte medicina de rápido efecto empezaba a dormitarla.

-Lo prometo.-Fue lo último que le susurró la castaña antes de caer en la inconsciencia.

Taeyeon estaba anonadada ¿Qué tan grave era lo que la joven sufría que tenían que inyectarle medicina tan fuerte? Simplemente no lo entendía.

Los camilleros entraron apresurados a sacar a la joven mientras ella esperaba siendo el icono de las miradas de todas las féminas, sean doctoras, enfermeras, familiares o incluso internos.

-Visítala cuando puedas.-Pidió Tiffany a la castaña-Muchas gracias por todo Hyomin, de verdad.-Dijo abrazándola fuertemente.

-Vamos.-Dijo la rubia mientras se dirigía al vehículo y observaba como la joven se despedía de la castaña. Y se subía al coche. Cuando se subió empezó a conducir rumbo a la clínica de su hermana.

El silencio otra vez aparecía, parecía que no quería darle tregua sin embargo esta vez si supo de que hablarle.

-Tienes una hermana muy bonita.-Dijo la rubia.

-Gracias.-Señaló la joven.

-¿Qué edad tiene?-preguntó curiosa.

-Dieciocho-Dijo simplemente.

Era muy joven, sintió pena que alguien tan joven y bonita tuviera que pasar en una cama veinticuatro horas padeciendo una grave enfermedad.

-Wow.-Exclamó.-Pero no se parecen mucho que digamos.-Empezó nuevamente a entablar conversación.

-Si… pues…-No sabía que decirle al respecto cuando frente a sus ojos un gran lugar con una preciosa infraestructura se posaba frente a sus ojos.-Dios mío.-Susurro la joven.

La rubia sonrió de medio lado observando a la perpleja pelirroja enamorada de la infraestructura del lugar y no pudo evitar sonreír con sorna.

-Bienvenida a la "Clínica de Cardiología Choi Miyoung"-Dijo la joven orgullosa.

-Que grande y hermosa es.-Dijo la joven admirada mientras Taeyeon aparcaba el coche y al mismo tiempo la ambulancia empezaba a bajar a Sunny.

Definitivamente algo le decía que Sunny estaría bien ahí, observaba que los pacientes podían pasear por el lugar, desde los más pequeños, hasta los ancianitos. Disfrutando del paisaje verde que les ofrecía el lugar. Tan maravillada estaba que apenas sintió que Taeyeon tomaba su mano para introducirla dentro del lugar mientras Sunny ya se hallaba dentro.

-Buenas tardes señorita, por favor comuníquele a mi hermana que estoy aquí.-Pidió a la recepcionista mientras aún tenía a la pelirroja tomada de la mano.

La curiosa joven las observo perspicaz y la pelirroja lo notó separándose rápidamente se su agarre totalmente ruborizada.

-¡Taeyeon!-Una voz llamaba la rubia y ambas regresaron a ver.

-¿Cómo estás Sooyoung?-Dijo la rubia palmeando la espalda de su hermanita menor.

-Bien.-Dijo la alta castaña con una pícara sonrisa.-Mejor ahora.-Dijo observando a la pelirroja y pasando de su hermana para verla a ella, tomarle de la mano y besarla fugazmente.-Soy Choi Sooyoung a su completa disposición.-Dijo galantemente.

-Tiffany… Hwang-Dijo la joven ruborizada por las atenciones de la castaña.

-Sooyoung-Llamó Taeyeon con reproche.-Ella es hermana de la paciente que te traje.-Le explicó.

-¡Oh si, la estaba esperando!-Dijo la joven castaña-Pasen por aquí-dijo mientras que la pelirroja iba a lado de su hermana y ambos hermanas atrás.

-¿Puedo Taeyeon?-Preguntó la castaña infantilmente.

-No.-Dijo solemne la mayor.

-Por favor.-Suplicó la castaña-Dejó a Malina, lo prometo.

-¡Sooyoung!-Le reclamó Taeyeon molesta-Ella es…

-Esto… doctora-Llamó la joven indicándole a Sunny en una camilla y una cama vacía que la esperaba.

Los camilleros del hospital acondicionaron la cama para que acogiera a la joven y se retiraron, dejando a las dos Hwang y a las dos hermanas dentro del cuarto. La joven médico se colocó sus anteojos y empezó a chequear superficialmente a la joven.

-Ella tiene…-Tiffany iba a decirle todo el historial clínico de la joven cuando la castaña la interrumpió.

-No me diga nada.-Pidió.-Yo me encargo de dar mi opinión en mis casos, no me importa lo que las clínicas hayan dicho al respecto.-Dijo seriamente mientras volvía a revisar a la joven. Su pulso, su presión y todo lo referente a aspectos externos. Revisaba la pupila de la castaña y luego ella pareció entreabrir los ojos sorprendiendo a la castaña mas alta.

Sunny llegó a creer que estaba muerta y que un hermoso ángel de cabellos caramelo había sido enviado a por ella. Era sencillamente hermosa, con los cabellos castaños chocolates y los ojos que la miraban insistente entre asombrada y perpleja sin saber con cuál de las expresiones quedarse. Pero a pesar de no estar sonriendo esa joven era sencillamente hermosa parecía…

-Un ángel…-Susurro demasiado bajo para ser oída por los demás, pero lo suficientemente alto para que la joven medico la escuchara. Mientras le mostraba la más resplandeciente sonrisa a su ángel cayendo en la inconsciencia nuevamente.-Llévame contigo…-Susurró

Sooyoung la veía anonada ¿Qué fue todo eso? ¿Un ángel? ¿Qué quiso decir? Aunque olvido todas esas dudas cuando la vio sonreír, su sonrisa era sencillamente. La más hermosa sonrisa que había visto en su vida, incluso para una enferma que normalmente tenía las esperanzas deshechas y lo demostró con sus últimas palabras. A pesar de ello su sonrisa y su cálida voz llegaron a calentar por una fracción de segundos su corazón.

Su frío corazón…

-Bueno no puedo decir nada aún sin hacerle los exámenes pertinentes.-Explico volviendo a la tierra luego de estar perdida por unos segundos.-Esta será su habitación.-Dijo señalándola.-Pueden estar aquí el tiempo que quieran, incluso ese sofá de ahí, se transforma en cama.-Explicó la joven.-En unos momentos procederé a realizar los exámenes, pero antes debo saber si esta dispuesta señorita Hwang a someterse a cualquier tipo de transfusión que se llegara a necesitar, como su hermana tendrá patentes que podrá donarle y…

-Lo haría con mucho gusto pero…-Empezó a decir la pelirroja-Sunny no es mi hermana biológica.

Esto tomo por sorpresa a ambas hermanas más la pelirroja parecía no tener intenciones de contar el resto de la historia y no la culpaban estaba frente a dos extrañas. Una tomó su idad y la otra a simple vista era una PlayGirl sin remedio.

-Bueno.-Se aclaró la garganta para poder hablar.-Entonces veo que eso es todo, cuando tenga alguna duda o me necesite no dude en llamarme.-Anunció la médico con toda confianza.-En una hora vendré a verla para realizarle las pruebas que se necesitan, parece que estará un buen rato dormida así que si gustas puedes ir a descansar, tomar una ducha o lo que se te apetezca.

-Yo puedo llevarte si quieres.-Se ofreció Taeyeon.

-¿Puedo quedarme con ella?-Preguntó la joven sin regresar a ver a las hermanas.

-Claro.-Dijo Sooyoung-me llamas si acontece algo.

-De acuerdo, gracias doctora, gracia señora Kim-Dijo la joven procediendo a acomodar el cabello de su hermana mientras escuchaba que la puerta se cerraba y a pesar de la tristeza que la embargaba pudo esbozar una tenue sonrisa solo de pensar dos cosas.

La primera que tal vez una nueva vida se está formando dentro de si y la segunda es que tal vez una esperanza nació para Sunny.

Y eso la ponía feliz…


-Por el amor del cielo Taeyeon, te juró que por esa belleza dejó a Malina en este instante.-Dijo haciendo el amague de sacar su celular y escribir.-Y por texto.-Agrego divertida.

-No Sooyoung-Dijo Taeyeon con paciencia.

-No es justo Taeyeon, ella es una mujer libre y tú una mujer casada-Lo medito un poco.-Aunque no sé si el matrimonio con algo como Jessica cuente pero el punto es…

-¡No hay punto Sooyoung!-Dijo molesta-Ella será la madre de mi hijo.

La menor abrió desmesuradamente los ojos debido a la sorpresa, con que ella era. Por favor que buen gusto para escoger a una madre de alquiler.

-Que buen gusto tienen para escoger a la madre de sus hijos.-Dijo burlesca.

-No fastidies.-Dijo la mayor.

-Por favor hermana, ni que fuera tú mujer-Dijo nuevamente con tono jocoso.

El color se le fue de la cara y se concentró en sus mejillas, sus ojos se abrieron y sus pupilas se dilataron notoriamente. ¿Cómo pudo darse cuenta él? ¡¿Sooyoug? Observo como su hermanita dejaba de reírse y le miraba con semblante serio e incrédulo. Sin entender las cosas a menos que…

-Oh por Dios… ¡Taeyeon! ¿Qué hiciste?-Preguntó la menor espantada de que sus sospechas sean ciertas.-Eres una pilla-Dijo burlándose.-Y después dicen que yo soy la canalla de la familia.

-Sooyoung, no es como piensas...-Iba a explicarle pero el localizador de su hermana sonó indicando que era requerida en algún lugar de la clínica.

-Lo siento hermana, me encantaría escuchar el relato de tú infidelidad para con la cosa esa pero soy altamente requerida en el cuarto 505.-Explico el joven.-No te preocupes por la mami de mi sobrinita que si es necesario yo la llevo.-Dijo con un brillo de malicia en el rostro.

-Sooyoung, no te atrevas.-Le dijo seria-Hablo en serio.-Advirtió.

La menor se fue haciéndole un ademán de despedida a su hermana mayor sin responder a su amenaza, a pesar de que no cumpliría lo que le dijo era bueno que quedara la duda.

-Luego me cuentas.-Dijo la menor.

La rubia salió de la clínica un poco molesta por la actitud de su hermana para con la joven. De seguro que si hubiera vivido un par de siglos atrás Sooyoung no tendría nada que envidiarle al famoso "Giacomo Casanova" una figura conocida en el continente europeo por ser un desvirgador sin medida o consideración.

Bufó molesta y se subió en su vehículo, suspiro pesadamente antes de prender el celular a pesar de saber las terribles consecuencias que tendría. Una vez encendido el lujoso aparato luego de dos segundos comenzaron las alertas de las cincuenta y cinco llamadas perdidas de Jessica, los setenta y siete mensajes de texto y los treinta y tres mails que depositó en su bandeja.

Sonrió de medio lado y luego de apretar un par de teclas apareció un mensaje en la pantalla indicándole que todos los registros se habían eliminado con eficiencia. No tenía la mínima intención de revisar que pedía Jessica en sus textos, además que ya le tocaba ir a casa ¿Para qué amargarse desde el camino?

A medida que conducía la imagen de la joven pelirroja se coló en sus pensamientos sin permiso. La recordó en la cama durante la noche anterior y también su semblante preocupado cuando visitó a su hermana. También escuchó que la joven enferma no era su hermana, entonces ¿Por qué someterse a tantos sacrificios por una desconocida? No entendía.

Entre sus divagaciones mentales jamás creyó que el camino a su casa se le hiciera tan corto. Justo cuando quería que se alargara más. Suspiró resignada una vez estacionado el coche, si era sincera consigo misma desearía quedarse ahí para siempre o por lo menos hasta que se le pase la locura a su mujer. Lamentablemente tenía que salir y encarar las cosas muy a su pesar.

Suspiro nuevamente antes de salir del coche y dirigirse a la mansión, en la cual en vez de sentirse la dueña de la casa, sentirá que la van a interrogar minuciosamente como si hubiera cometido un crimen o algo de lo que debería sentirse orgullosa; en este caso no era ninguna de las dos opciones.

Y pensar que esto recién empieza…


Sentía que los ojos se le escocían y quería volver a llorar, agradecía que Sunny siguiera dormida porque de lo contrario haría hasta lo imposible por averiguar el porqué de sus lágrimas. Se sentía mal, que le habían arrebatado algo preciado y lo peor es que ni siquiera se lo arrebataron sino que ella lo entregó. Más a pesar de eso no fue el tipo de entrega que debió ser, sino más bien fue una entrego obligada. No fue una violación ya que ella estuvo de acuerdo, aunque jamás pensó que dolería tanto. Algo que la frustraba es que todos los malos recuerdos se iban una vez que recordaba lo que vino después, los suaves besos y las tiernas caricias. Era como si hubieran cambiado a la mujer que la tenía entre sus brazos, la primera fue ruda y grosera pero la que vino después de la unión fue una persona dulce, tierna que la trataba con una delicadeza inimaginable, haciéndola llegar al clímax.

Se secó otra lágrima que caía rebelde y observo a su alrededor. Sin duda alguna ahí Sunny se curaría, no por nada eran la mejor clínica de especialidades en el país y solo con la imagen de su dulce hermanita sonriendo de manera sincera nuevamente sintió que todo valía la pena.

¿Y qué si Sunny no era su hermana de sangre? Eso no importa, ella la quiere como tal y es lo único que le queda como recuerdo del buen corazón de su madre. La pobre mujer que dio hasta su último soplo de vida por criarlas y de la cual su último deseo fue que cuidara bien a Sunny.

-Puedes irte a casa a descansar un poco si quieres.-Una voz la llamó desde atrás para voltear y encontrar a una castaña altísima que le sonreía amablemente.-Aún tardarán un poco para poder diagnosticar a tú hermana.

-Quiero quedarme.-Señaló la joven.

-Tranquila, está en buenas manos.-Dijo viendo a la castaña que dormía en la cama.

El silencio se formó pero ya no lloró debido a la presencia de la castaña la cual tenía entendido será la tía de su bebé.

-Así que…-Empezó a hablar la castaña-Tú serás la mamá del bebé de mi hermana, ¿verdad?-Preguntó la joven.

-Eso parece.-Dijo la pelirroja y de manera inconsciente llevo su mano a su aún plano abdomen. Su manera de contestarle fue sería y parca.

-Oye, no soy tú enemiga-Dijo rápidamente Sooyoung-Sé que mi hermana puede tener muy mal carácter pero yo no me parezco en nada a ella, yo soy simpática-Dijo de manera jocosa logrando que la joven esbozara una pequeña sonrisa.-Además por si te interesa no soporto a la mujer de mi hermana.

Esto sorprendió a Tiffany que la regresó a ver extrañada, pensaba que si bien la señora Kim era un poco exigente y estaba un poco desesperada no era como para que la castaña que se supone es su cuñada la odie y aborrezca. A pesar de querer saber la razón del sentir de la castaña hacía su cuñada prefirió no preguntar nada.

-La cuestión es querida que quiero que nos llevemos bien, tú estarás viniendo a menudo por tú hermana y además que tendrás a mi sobrinito o sobrinita, ¿Qué te parece si somos amigas?-Dijo extendiéndole la mano con una sonrisa.-Me llamo Choi Sooyoung.

-Stephanie Hwang, pero puedes decirme Tiffany-Dijo la joven tomando la mano de la castaña y sonriéndole. Por alguna razón la jove le había simpatizado.

-Bueno Tiffany, que te parece si me quedo cuidando a tú linda hermanita en lo que tú vas a tu casa, te cambias y vuelves a venir.-Ofreció la castaña.

-Pero, ¿Cuándo le harán los exámenes?-Preguntó intrigada.

-Eso depende.-Dijo la joven meditándolo unos momentos.-Lo primero que haremos será unas pruebas generales para ver en que condición se encuentra el cuerpo de la joven, dependiendo de esos resultados el tiempo en el que le realizaremos los estudios.

-¿Por qué?-Le cuestionó la pelirroja.

-Al igual que la medicación, las pruebas para poder diagnosticar cualquier anomalía son muy fuertes y si tu hermana no tiene algún mineral o alguna vitamina fundamental y le hacemos las pruebas sería negligente.-Explico la joven.-Pero creo que máximo en dos semanas podremos saber a ciencia cierta, que tiene y el tratamiento a seguir más optimo en su condición.

-Ya veo.-Dijo al joven sorprendida por la forma de hablar tan elegante de la joven, le sorprendía ya que parecía poco mayor que ella y hablaba como todo un médico con veinte años de experiencia.

-Si, entonces ve. Yo me encargo.-Le animó la joven.

-Gracias Sooyoung-Dijo la pelirroja poniéndose de pie y dirigiéndose a la salida.-Y sabes que, tienes razón no te pareces a Taeyeon-Le dijo sonriendo, sonrisa que fue correspondida.-Te pareces más a Yoona-Dijo la joven cerrando la puerta de la habitación.

Como se fue rápido no pudo notar el cambio en el semblante de la castaña al momento de hacer dicha comparación. La alegre y carismática joven fue reemplazada por el semblante de uno sombrío y repelente.

Porque a ella le podían decir de todo, que era una sinvergüenza e incluso graves insultos. Todo lo soportaba, excepto que digan que se parece a su medio hermana…


Estaba ansiosa, nerviosa e irritada. ¿Cómo se le ocurre a Taeyeon apagarle el celular así como así? Sabiendo a la perfección lo que implicaba aquello. Luego la llamada de la empresa acerca de ese nuevo imprevisto que acontecería, Dios justo cuando ella se quería tomar unas merecidas vacaciones para dedicarse a su esposa y a su hijo por venir.

Una mala inversión ha puesto su reconocido taller de modas a colgar de un hilo, la deuda es grande. Tanto así que si le pide prestado a la empresa de su esposa podría ocasionar un desfalco terrible que pondría en la quiebra a ambas empresas. Solo había una forma de evitarlo pero eso implicaría salir del país por tiempo indefinido. Y es un viaje que tiene que hacerlo.

La puerta de la casa se abrió y en menos de cinco minutos su hermosa esposa estaba en la sala justo frente a ella.

-Buenos días.-Saludó ella con aires resentidos.

Taeyeon no contestó y pasó de largo dirigiéndose a las escaleras que le llevarían a su habitación.

-¡Kim Taeyeon!-GritóJessica antes de seguir a su esposa.

La rubia sintió que ni bien escuchó la pegajosa voz de su mujer un agudo dolor de cabeza la atacó sin piedad de su ya pésimo día. Sin cuidado se quitó los zapatos y la chaqueta de cuero negra que llevaba desde la noche anterior. Había cerrado de un portazo la puerta y cinco segundos más tarde esta se abrió y fue cerrada de un portazo mismo, no hizo falta regresar a ver a la rubia para saber que se hallaba furiosa.

-¿Tienes algo que decir?-Pregunto acusadora la joven mujer.

-No.-Respondió ella de manera áspera.

-Taeyeon ¿Por qué me apagaste el teléfono?-Preguntó molesta.

-¿Porque no quería hablar contigo, tal vez?-Respondió a su duda.

-Pero yo quería saber…-Empezó a decir irritada.

-¿Qué querías saber Jessica?, ¿Si me acosté con ella?-Inquirió perdiendo la poca compostura que le quedaba.-Si Jessica y no fue algo de lo que me sienta orgullosa-Le gritó.

-Taeyeon…

-Espero estés contenta, lo más probable es que vaya a tener un hijo en unos meses pero a esa pobre muchacha le dejé una experiencia que no olvidará nunca.-Dijo histérica-Y quiero que sepas que sé que es mi culpa también pero más es tuya y como te dije, espero que estés feliz.-Gritó antes de coger una toalla y meterse a la ducha.

-Y ¿Por qué tardaste tanto en regresar?, ¿Qué tanto estuvieron haciendo?-Preguntó con el afán de no dejarle a ella con la última palabra e impidiendo su camino al baño.

-¿Por qué? ¿Y lo preguntas?, Jessica tú ¿Te estás escuchando?-Preguntó la joven incrédula-Para tú información esa joven no es ninguna a barata a la cual podía dejar tirada en una cama con un billete a lado de su almohada.-Gritó la rubia-No hagas preguntas estúpidas por favor.-Pidió fastidiada entrando al cuarto de baño.

Jessica se quedó en su lugar luego de las palabras duras, fuertes pero sin embargo algo la dejó tranquila. Taeyeon dijo que si habían consumado la unión, lo que significa que es cuestión de semanas para saberse madre. Semanas en las cuales tiene que preparar todo para una ausencia indefinida. Aunque por el momento y con lo irritable que esta Taeyeon será mejor mantenerlo en secreto.

Estaba contrariada por las palabras de su esposa más su situación financiera en la empresa. Más aún se sentía feliz de que era cuestión de meses para poder tener un pequeño bebé en sus brazos y darle todo ese cariño y amor que ha tenido guardado en el fondo de su corazón por más de cinco años.

Por fin tendrá alguien a quien dárselo…


-Hara, ven acá pequeña traviesa.-Fue lo primero que escuchó al abrir la puerta del departamento en el que vivía con sus tías.

-Fany, Fany-Balbuceaba la pequeña de aparentemente siete años, cabello negro corto y ojos avellana tras unos gruesos anteojos-¡Fany!

-Hola pequeña Hara-Saludo la joven poniéndose a la altura de la pequeña-¿Cómo estas?

-Mamá… brava.-Balbuceó la pequeña Hara escondiéndose tras las esbeltas piernas de Tiffany.

-¡Jung Hara ven a comer en este mismo…!-Empezó a gritar una joven mujer en cinta entrando a la habitación-¡Tiffany!-Gritó sorprendida al ver a la pelirroja que le sonreía con una de sus famosas sonrisas fingidas-¿Cómo estás?

-Bien tía.-Dijo melancólicamente.

-Si claro y yo no te conozco.-Dijo sarcásticamente.-Usted señorita.-Dijo viendo a su hija.-Vamos a comer.

-No.-Dijo la nena simplemente.

-Si no lo haces mami se enojará mucho.-Amenazó la mujer.

-Ve con mamá Hara-Animó Tiffany a la niña. La pequeña le hizo agachar para darle un efusivo abrazo y un tierno beso en la mejilla a Tiffany-Yo también te quiero Hara.

La niña se acercó a su madre y le alzó los brazos como señal de que quería ser cargada, señal que fue entendida por su progenitora.

-Mi princesa.-Dijo la mujer dejando que la niña la llenara de cariño, algo que solo Hara podía hacer.

-No deberías cargarla en tu estado.-Aconsejó Tiffany a medida que Hyoyeon se dirigía al comedor con la niña en brazos.-Ya pesa, tiene siete años.

-Es mi niña especial.-Dijo defendiéndola.-Muy, muy especial.-Repitió besando los cachetes de su hija.

Tiffany observo a la cariñosa niña y le sonrió con cariño, Hara era una niña especial pero en vez de ser una carga era considerada como una bendición para sus padres que le dedicaban su vida entera.

-Muy bien Tiffany cuéntame.-Pidió Hyoyeon a la joven castaña una vez que puso a la niña en la silla para comer de bebés acondicionada previamente para ella.

La pelirroja contó su historia con una entereza que le sorprendió incluso a ella misma, ya no derramó lágrimas a diferencia de su tía la cual cada tanto lloraba más y más; lamentándose por ella y por la susceptibilidad propia del embarazo.

-Como siento lo que ocurrió pequeña.-Dijo derramando más lágrimas.-Esa mujer fue una animal al tratarte de esa manera, la odio.-Dijo molesta cambiando repentinamente su semblante a uno de lástima.-No se con que cara vería a tú madre en esta situación, de seguro se decepcionaría.

Su mente se vio invadida por recuerdos de su amorosa madre, su dulce sonrisa y sus cálidos brazos que la acunaban siempre que lo necesitaba. ¿Qué pensaría ella de esto? De seguro no le agradaría pero tampoco la juzgaría. A veces le hace tanta falta, en estas situaciones una palabra suya hubiera bastado para tranquilizarla un solo…

-Todo irá bien pequeña, tranquila.-Lo dijo Hyoyeon, de una manera tan dulce, tierna y cálida. Incluso por un momento creyó estar viendo a su madre delante de ella sonriéndole dulcemente.

En esos momentos no pudo evitarlo, se arrodillo y con la cabeza en las piernas de su tía lloró todo lo que creyó contener y olvidar.

-Todo estará bien…-Susurró la mujer acariciando dulcemente la cabellera pelirroja de aquella joven que quería tanto.


Flashes…

Luces, chillidos, colores, blancos, negros, grises, sicodélicos. Hermosas mujeres forradas en elegantes piezas de ropa que resaltaba al máximo sus bien formadas curvas, sus caras finas y sus largas piernas. Unas más maquilladas que otras, haciendo sobresalir sus ojos, azules, castaños, miel y verdes ojos. De largos cabellos lacios y rizados y cada una con un toque pícaro que si no era su sonrisa eran sus ojos con un brillo de malicia en ellos.

Modelos… jóvenes que a pesar de contar con una alta estatura usan tacones que les llegan a aumentar diez centímetros más de lo normal, con un caminar seguro denotando lo seguras que están de su notoria belleza.

-Gira el rostro un poco a la izquierda.-Pidió una voz mientras acomodaba la lente de la cámara para fotografiar a la belleza que tenía en frente.-Eso… listo.-Anunció mientras sacaba la foto.-Prefecta como siempre Sulli-Felicito la joven aún tras la lente de la cámara.-No en vano eres mi modelo favorita.

-Yuri que cosas dices.-Exclamo la joven de cabello negro ruborizada.

-Solo la verdad, eres perfecta.-Dijo con aires profesionales, para nada morbosos dejándose ver. Era alta, morena y con el cabello negro azabache a media cintura con proporciones dignas de una modelo era muy atractiva.

-Déjame verla.-Fue rápidamente y pasó sus delgados brazos alrededor de la cintura de la morena mientras por un costado del bien formado cuerpo de ella observaba la foto.

-¡Niñas a peinado y maquillaje!-Ordenó la que parecía dirigir a las jóvenes ahí-¡Ahora, luego se pueden ir!

-Nos vemos Yuri-Se despidió la joven con un fugaz beso en los labios a la joven fotógrafa.

La morena sonrió de medio lado y se dirigió a su lugar de descanso, donde pudo dejar la cámara a un lado y relajarse de las incomodas posiciones a las que tiene que someterse para sacar una buena foto. Saco una botella de agua y se bebió la mitad de un solo sorbo. La persona que dijo que ser fotógrafo era cosa fácil estaba equivocada.

-Kwon-Le llamó una mujer de edad, la encargada de la agencia de modelos.-Ya hemos confirmado a la nueva diseñadora y vendrá al país en un par de semanas.

-¿Y eso por qué habría de importarme?-Preguntó ella a modo de burla.

-Es una compatriota tuya, es Coreana-Señaló.-A lo mejor y la conoces.-Explicó la mujer.

-A lo mejor, aunque recuerda Dánica me fui de Corea a mis escasos diez años y no recuerdo muchas cosas.-Rememoró la morena.

-Lo sé, solo lo decía por si acaso.-Explicó la rubia.-Y por cierto, es todo por hoy, puedes irte.

La morena no espero otro aviso, tomó su cámara y su chaqueta y se dirigió a la salida del lugar.

-Adiós Dánica, nos vemos mañana.-Dijo saliendo.

Era otoño y el frío empezaba a hacer su aparición, la joven empezó a caminar por las calles londinenses a paso tranquilo y sin preocupaciones. El otoño siempre lograba ponerla nostálgica, un otoño hace cerca de diecisiete años tuvo que dejar su país natal luego de perder a sus padres y a su única hermana en un accidente automovilístico, quedando como únicos parientes su tíos que vivían en Londres con los cuales le tocó vivir desde aquel entonces.

No le molesta ya recordar el pasado, bueno si algo. La negligencia de la fuerza policial que dejó de lado la búsqueda de su hermana menor. Sus padres murieron, ella enterró sus cuerpos. En cambio la caja que supuestamente contenía a su pequeña hermana estaba vacía, nadie le supo dar razón de la pequeña y con su edad de ese entonces no era mucho lo que podía lograr. Observó la cámara que colgaba de su cuello y recordó que la pequeña siempre jugaba con una y también siempre la llevaba al cuello.

Pero ella sabe que su hermana no murió en ese accidente, sabe que la pequeña esta con vida en algún lugar. Solo espera que este bien y que pronto pueda ir a buscarla. Observó el brazalete que colgaba de su mano derecha, uno de los recuerdos de sus padres. Tenía grabado el nombre "Yuri" con letras elegantes. Su hermana tiene uno igual lógicamente con su nombre gravado en él…

-Sunny… ¿Dónde estás?-Preguntó al viento a pesar de saber que no obtendrá respuestas.


Jugaba con sus dedos de manera impaciente, esperando que su amiga le abra la puerta y poder entrar al consultorio. Llevaba cerca de siete días de retraso en su periodo y sabía a la perfección lo que aquello significaba.

Estaba embarazada…

En esas semanas que han pasado ha podido aclarar muy bien sus pensamientos al respecto de la situación y ya se podrá saber que es lo que tiene Sunny ya que al parecer en el hospital la privaron de bastantes sustancias que su cuerpo necesitaba. En ese tiempo ha hecho amistad con Sooyoung que siempre está ahí al momento de su hermana necesitar algo y platican mucho, aunque la castaña se ve reacia a habar sobre cualquier cosa relacionada con Yoona. Pero por sobre todas las cosas no le ha vuelto a ver a ella…

Suspiro pesadamente, las conversaciones que había tenido al respecto del tema siempre fueron con Jessica y esta le indicó que hoy podría ir al médico, que ella haría la cita previa. Sin embargo estaba nerviosa, por decirle a Yoona lo ocurrido y por volver a ver a Taeyeon…

-Tiffany, pasa linda.-Indicó con una gran sonrisa.-Hoy tenemos la consulta para saber cuándo quedaras embarazada ¿verdad?-Preguntó.

-Si, pero Yong…

-Tranquila Tiffany, todo estará bien.-La trato de tranquilizar ella al notar que a la pelirroja le temblaban las manos de los nervios.-Me he enterado que mi otra media hermana acogió a Sunny en su clínica, has de estar feliz por eso.

-Si, la verdad que si pero.-No debía desviarse del tema.-Yoona tengo que decirte algo.

-Dime.-Pidió ella mientras sacaba una hoja para empezar a sacar cuentas.

-Yo creo… que estoy… embarazada.-Soltó tartamudeando al hacerlo evitando ver la castaña a los ojos.

Cinco, diez, quince segundos y la joven no reaccionaba. Observaba a Tiffany que la miraba avergonzada y apenada por decir aquello, ¿Cómo era posible que…?

-¿Cómo que estas embarazada Tiffany?-Preguntó la castaña parándose y acercándose a la joven la cual retrocedía hasta quedar contra la puerta-¡¿De quién?-Exigió saber tomándola por los hombros con miedo a que la respuesta de la joven sea que fue por alguna violación o algo así.

-De Taeyeon-Susurró Tiffany apenada evitando ver a Yoona a los ojos.

La sangre se le congeló al oír tal declaración, ¿Cómo era eso posible si ellos no…? Tardo en reaccionar nuevamente. Su cerebro trabajaba por ella haciendo imágenes las palabras de Tiffany imaginando el único método posible por el cual la joven pudo haber quedado embarazada de su media hermana.

-¿Embarazada?, ¿De Taeyeon?-Preguntó apretando a la joven sin querer contra la puerta-¿Cómo pasó?

La puerta se abrió y la pelirroja perdió el equilibrio sintiendo que caía al piso de no ser porque unos fuertes brazos la alcanzaron a detener, sintiendo como esa sensación cálida de sentirse protegida la embargaba y como aquella persona la sostenía fuerte. Un olor que conocía apareció y al alzar la cabeza se encontró con unos ámbar que miraban a Yoona y no con buena cara.

-Creo que tú y yo sabemos cómo fue que quedó embarazada.-Le dijo frívolamente ya que escuchó la última parte de la conversación de ambas.-Y creo que no es de tú incumbencia.-Le dijo molesto.

-Claro que lo es.-Aseguró Yoona molesta con Taeyeon-Es mi amiga, eres tú la que no tiene nada que hacer aquí.

-Es mi mujer.-Dijo sin caer en cuenta del significado de sus palabras, pero estaba muy molesta por la actitud de Yoona.

Sorprendiendo a su hermana, a la joven en sus brazos y por supuesto a ella misma…

-Eso no…

-Eso sí Yoona-Interrumpió, no quería oírlo.-Y también será la madre de mi hijo…


¿Continuará…?

 

Holis!!!!!!.... Me he estado leyendo sus coemntarios, y debo decirles, que de verdad agradesco todo el amor que le estan dando a esta historia, bueno ya he dicho varias veces (eso creo) que esta historia no me pertenece, si no a mi amiga Alejandra que amablemente me ha dejado adaptarla para regocijo de todos los TaeNy Shippers :D... Espero y este capitulo haya sido de su agrado, y para las que me preguntaron por Yul, bueno pues ya aparecio :D... Gracias y espero nos leamos pronto.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Thiabel2128
#1
Chapter 16: que hermosa historia!!!!!
arihara
#2
¡Gran historia!

De principio a fin, aunque creo que la que más sufrió psicológicamente fue jessica ( perder un hijo y quedarse estéril). Concuerdo en tu epílogo, no era sano, por todo lo que había ocurrido, que tuvieran encuentros taeyeon-tiffany con yuri-jessica. Debido a las circunstancias, aunque pasaron años y la muerte de sunny.

Por cierto, a mí me hubiera gustado leer esta historia en modo gender bender, por si la tienes por allí, o la podrías mandar en pdf. Creo que hay partes, en que quedaba mejor Taeyeon y Yuri como "hombres".
LectoraLemon #3
Chapter 16: Llore como no tienes idea ...fue muy realista a mi parecer ... pero tambn fue muy bueno el fic ...

Gracias por compartirla <3
Skyth06
#4
Chapter 16: me sacaste lágrimas fue hermoso la vdd
Just_Vicky-Jung
#5
La verdad muy bonita la historia, realmente perfecta. Si me hubieran dado un dolar por cada lágrima que derramé fuera más rica que Bill Gates. Simplemente bello. Toda la noche lloré melancólica ... T.T
stefanicj #6
Chapter 16: Buena historia nada monótona y con muy buen mensaje FELICITACIONES
_MAX_KWON_JUNG_
#7
Chapter 16: TT__TT primer fanfic que realmente hace que mi corazon se estruje todito y llore como si no hubiera ma;ana gracias por esta historia nos hace reflexionar sobre muchas decisiones y hasta donde pueden llevarnos las obeseciones pero de igual muestra cuan fuerte es la ilusion en cada uno de nosotros al querer ser padres...muchisimas gracias segunda de las historias que leo de ti y realmente cada una me deja una moraleja muchas gracias....
maria_baby09 #8
Chapter 16: Este es uno de los mejores fic q he leidoo me encanto ya lo he leido mas de 2 veces y aun me encanta y sigo llorando T.T
hobbyfit #9
Chapter 16: Aaah uno de los mejores fanfics que he leído... grandioso!! Es tan obsesivo, brillante, gracias unnie :3 Me encanto *-* Se ha convertido en el numero uno de mis favoritos :D