Capítulo X: Efímera Felicidad

Alquiler

-¡Mira que lindos Taeyeon!-Exclamaba una eufórica Tiffany mientras maravillaba las mil bellezas para niños delante de sus ojos.-Son tan chiquitas…-Dijo tomando entre sus manos un par de medias para recién nacidos.-Y mira…

Taeyeon observaba con una cálida sonrisa a la pelirroja delante de ella. Es que parecía una niña de cinco años en su primera visita a la juguetería en vez de una joven de diecinueve en una tienda para bebés.

 

-Mira Taeyeon.-Le apresuró a mirar.-Pero mira.-Pidió la mujer poniendo sus brazos en su apenas existente cintura, si parecía una niña de no ser por esa pancita de seis meses que indicaba que era una mujer hecha y derecha.

 

Su mujer…

 

-Vale, ya voy pero por favor no hagas mucho esfuerzo.-Pidió la rubia mientras se acercaba a la joven pelirroja.

 

-Según tú caminar es esforzarse demasiado.-Le reprochó la pelirroja dándole la espalda hasta que la sintió junto a ella con un brazo delicadamente rodeo su cintura para acariciar su notorio vientre.

 

-Solo me preocupo, por los cuatro.-Señaló besando su cabeza rápidamente-¿Qué querías mostrarme?

 

-Mira que preciosas.-Dijo señalando las tres cunas que estaban frente a ella colocadas simétricamente. Tenían todo, los edredones, las almohadas, incluso aquellos móviles con ositos que giraban mientras entonaban una tierna canción de cuna.

 

-Son muy lindas.-Estaba emocionada con la idea de ser "padre" y todo, pero no le provocaba chillar por la mínima cosita para bebé que encontrase como Tiffany.

 

-¿Para cuándo espera?-Una voz femenina llamó la atención de Tiffany.

 

-Dios mediante en tres meses nacen.-Señaló orgullosa la pelirroja.

 

-¿Nacen?-Preguntó la joven dependienta intrigada observando el normal vientre de la joven.

 

-Si, por favor, queremos esas tres cunas.-Indicó Kim.

 

-¿Qué?-Preguntaron ambas mujeres a la vez, ambas sorprendidas.

 

-Que queremos las tres.-Repitió la rubia-Creo que una en rosa, una en azul y una en amarillo estará bien.

 

-Taeyeon…

 

-¡Esperan trillizos! ¡Oh, que encanto!-Chilló emocionada la chica.-No me lo hubiera imaginado, la señora no parece…

 

-Pero lo es.-La cortó la rubia.-Por favor, agregue esas tres cunas al pedido que tenemos.

 

El tono frío y áspero que Taeyeon usaba para todos excepto sus familiares podría asustar a cualquiera que no la conociera y aquella dependienta no fue la excepción.

 

-Fuiste mala-Le regañó Tiffany-La chica era agradable.

 

-Muy chillona.-Completó la rubia mirando hacía todos lados.

 

-¿Algo va mal?-Preguntó la pelirroja seria luego de notar lo precavida que estaba siendo la rubia.

 

-Nada.-Dijo ella rápidamente forzando una sonrisa.-Vamos a ver las demás cosas.-Apremió.

 

No muy convencida Tiffany accedió y acepto la mano que ofrecía la rubia para seguir sus compras. Habían decidido pasar un poco más de tiempo en Hong Kong con el único fin de descansar un poco y aprovechar el tiempo que tenían. Aquel día habían acordado salir de compras para los bebés y se sorprendió del cambio de actitud de la rubia.

 

En su piso es muy cariñosa y atenta, no la deja sola y trata en lo posible de estar con ella. Pero una vez fuera de este se comporta muy fría y distante. La observa pero también mira a todas las direcciones posibles como si buscara a alguien o…

 

Se escondiera de alguien.

 

-Son…-La cajera dicto la suma de todo lo adquirido sorprendiéndola, ella nunca hubiera podido pagar algo así-¿Efectivo o crédito?

 

-Crédito.-Contestó Taeyeon extendiendo su tarjeta de crédito a la cajera que rápidamente inició el trámite correspondiente.

 

-Necesito su firma señora Taeyeon…-La joven se sorprendió al ver el apellido de la aludida, pero si ese era la mujer dueña de una de las corporaciones más exitosas de Corea. Pero ¿Acaso ella no estaba casado con una importante diseñadora?

 

-Déjalo en Taeyeon-Dijo fríamente mientras extendía un billete de cincuenta dólares a la cajera.-Si quieres mantener tu trabajo, déjalo en Taeyeon.

 

Entonces todo tenía sentido para Tiffany. Era lógico, ella era un mujer reconocida a nivel nacional, incluso tenía roce internacional. Eso sin mencionar a Jessica. El verla junto con otra mujer, embarazada, dando muestras de afecto y comprando cosas para el bebé daban a pensar a cualquiera que ella estaba traicionando a su esposa.

 

Pero si eso era lo que estaba haciendo y ella lo sabía. Aún así le resulta incomodo notarlo y sentirse como una amante. De por si, gracias a las novelas de la tarde las amantes tenían siempre que ser las villanas mientras que el y ella eran las victimas. En este caso Taeyeon y Jessica eran el feliz matrimonio que la bruja mala de Tiffany Hwang había venido a romper. Eso era lo que la gente diría y ni siquiera se tomarían la molestia de averiguar.

 

-¿Ocurre algo malo?-Preguntó la rubia con sus gafas oscuras puestas al notar la seriedad de su acompañante. Tiffany no contestó-¿Pany?-Dijo tomándola de la mano a lo que ella rápidamente se soltó de ella-¿Qué ocurre?-Preguntó preocupada.

 

Las últimas semanas en Hong Kong habían sido maravillosas. Despertar en su cama junto a ella todos los días luego de haber hecho el amor, estar a su lado dejando el celular de lado y desconectarse por unos días de su monótona y aburrida vida cotidiana, ir a la playa de noche y caminar descalzas por la orilla. Esas cosas solo pasan en las películas, jamás pensó que le pasarían a ella y que viviría todas esas experiencias junto a la mujer amada.

 

Estaba siendo feliz.

 

-Creo que si no me tomas de la mano y caminamos a una distancia prudente pensarán que somos simplemente amigos o familiares.-Contestó ella de manera mecánica y alejándose prudencialmente de la rubia.

 

Pero no todo podía ser felicidad.

 

El hacer lo que hacían llevaba muchos riesgos, bueno tal vez no tantos pero era ella: Kim Taeyeon una figura pública al igual que Jessica y a pesar de que lo que siente por Jessica no se acerca ni un poquito a lo que una vez sintió por ella tampoco puede dejar que se entere por otras personas, mucho menos por la prensa rosa que es tan inescrupulosa.

 

Eso implicaba que en lugares públicos como lo era un centro de comercio este a la expectativa y pendiente de quien está a su alrededor y quien no.

 

Pero no quería que Tiffany estuviera alejada de ella.

 

-Un helado para la futura mamá.-Ofreció un despachador de helados mientras le extendía un cono a la pelirroja.

 

-Muchas gracias.-Una encantadora sonrisa que le entrega a otro debido a que tenían que mantener las malditas apariencias.-En un momento le cancelo.

 

-Es usted muy hermosa si me permite decirlo.-La halagó el joven sonriéndola.-Y no se preocupe, el helado va por cuenta de la casa.

 

-Muchísimas gracias.-Dijo contenta.

 

-No es necesario que le regalen nada, puedo pagarlo.-Dijo la rubia entrando en escena rápidamente y abrazando a la pelirrona por los hombros mientras depositaba un billete de diez veces mayor valor que el mismo helado.-Vámonos Tiffany.

 

Si esas eran las consecuencias de alejarse un poco de ella, no le agradaban en lo más mínimo. ¿Qué acaso ya ni a las embarazadas respetan?

 

-Taeyeon no creo que sea conveniente esta cercanía, nos están mirando.-Decía la pelirroja mientras se dejaba arrastrar por la rubia hacía un alejado rincón.

 

-Lo siento.-Dijo la rubia rápidamente

 

-¿Te avergüenzas?-Preguntó Tiffany.

 

-¡No!-Exclamó ella rápidamente.-Pero entiende por favor.-Pidió la rubia tomando delicadamente sus mejillas.-La prensa es cruel y no quiero que te ataquen. De por si hablarán pero primero tengo que aclarar las cosas con Jessica.

 

-Lo sé y también lo siento pero…-Empezó a sollozar.-Estas malditas hormonas.-Ya derramaba lágrimas.-Me hicieron pensar que ya no me querías.

 

-Tontita.-Dijo abrazándola fuertemente contra su pecho-¿Cómo no te voy a querer?-Dijo inclinándose a besar sus labios.-Espera que lleguemos al departamento y te lo demuestro.-Dijo volviendo a reclamar sus labios con vehemencia.

 

-Te quiero…-Dijo Tiffany luego del beso.

 

-Yo te amo.-Dijo acercándose a ella para un tercer beso pero tres leves golpes impidieron su acercamiento-¿Qué…?

 

-Creo que ellos creen que ya fueron demasiados besos en diez minutos.-Exclamó la pelirroja con una sonrisa-¿Verdad pequeños?, Appa ya le dio muchos besos a mami.

 

-Celosos.-Masculló la rubia entre molesta y divertida.

 

-De tal "padre"…-Dijo separándose de ella un poco.-Tales hijos.-Y le regalo una traviesa sonrisa, esa sonrisa que solo le pertenece a ella.-Por cierto pensaste en que pueden ser tres niños verdad.

 

-Si, o también tres niñas.-Dijo mientras la abrazaba por la cintura y se dirigían al subterráneo a por su coche.-Por eso escogí uno de cada color.

 

-Si tenemos tres niños, ¿Vestiremos a uno de rosa?-Preguntó asustada.

 

-No tontita, compraremos algo en verde.-Explicó la rubia-Y si son niñas compraremos lila.-Una vez en el piso de abajo y asegurándose de estar totalmente solas reclamó sus labios nuevamente, pero ahora no fueron efímeros besos sino más bien profundos y apasionados besos sin importarle siquiera las pequeñas pataditas que sentía provenientes del vientre de la pelirroja.

 

-Celosos.-Masculló Tiffany luego del beso.

 

-Chocolate.-Dijo la rubia saboreando el beso.-Mi favorito.

 

Pero a pesar de todo no podían sentirse más dichosas…

 

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No podía creer lo que le estaba pasando, este tipo de cosas se supone que les pasa a las chicas normales pero no a ella.

 

Nunca nadie la había terminado, siempre era ella la que acababa con las esperanzas de los chicos porque después de todo. ¿Quién en su sano juicio la cambiaria a ella por una pobre desahuciada como la tal Sany?, no Sunny.

 

Pero Choi Sooyoung se había atrevido a humillarla de esa manera tan… vergonzosa.

 

Y para agregarle la cereza a su pastel su agencia decide ponerse fastidiosa y no enviarla a la pasarela en París porque tienen una "mala actitud"

 

-¡¿Quién tiene una mala actitud?-Chilló molesta.-No Malina, no vas a París, te vas a Hong Kong a "reflexionar"-Los imitó con muecas.-Infelices.-Gruñó molesta.

 

Ahora solo podía hacer la única cosa que le hacía quitarse toda esa tensión: Desfalcar de manera desproporcional el estado de cuenta de su papi, o sea comprar hasta que canse. Y al parecer fue justo a tiempo ya que según sus fuentes la nueva colección de invierno de Dolcce&Gabana había salido.

 

Tenía que pensar en algo, pero ¿En qué? Si su círculo social se enteraba que la conocida Choi Sooyoung la había dejado miles de rumores se esparcirán alrededor de su hermoso nombre. Necesitaba tenerla de vuelta aunque sea el tiempo suficiente para tener la oportunidad de terminarla ella, públicamente.

 

Pero ¿Qué estrategia podría usar para atraerla de vuelta a ella?

 

-Un embarazo….-Lo meditó por unos momentos.-No, eso es muy novelesco además que Sooyoung podría encargarse de asegurarlo en menos de veinticuatro horas.-Descartó la idea.-Una enfermedad terminal…-Meditó nuevamente.-No, tendría el mismo resultado y me quiero lo suficiente para intentar acabar con mi preciosa vida por ella aunque sea una falsa alarma. Pero entonces ¿Qué…?

 

Las esperanzas estaban casi perdidas hasta que la oportunidad perfecta se puso delante de ella. Sus orbes chocolate se abrieron de par en par al notar lo que estaba pasando frente a ella. Desde su descapotable del año se distinguía a la perfección quien era la protagonista de dicho espectáculo. Un beso nada tímido sino pasional era el que le estaba dando su ex-cuñada, porque esa era Kim Taeyeon y eso podría jurarlo. Pero lo interesante ahí no era ver a Taeyeon, no, era a la mujer a la que estaba besando la cual no era la diseñadora Jessica Jung.

 

Y la gran idea se cruzó por su mente…

 

Chantaje…

 

Eso siempre funcionaba. Sacó su moderno celular y tomo una foto con el mayor acercamiento posible después de todo eso bastaría para acabar con la reputación de las Kim o bien sería la comidilla de la prensa rosa. Pero su principal objetivo era otro…

 

-Ya eres mía… de nuevo.

 

Choi Sooyoung…

 

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La cabeza la explotaba.

 

El constante sonido de la mina del bolígrafo entrando y saliendo del mismo la iba a volver loca en cuestión de segundos.

 

-¿Qué fecha es hoy?-Preguntó la joven médico.

 

-Yoona…-Su joven secretaria trataba de mantener la paciencia lo más que podía pero estaba llegando a su límite.

 

-Se están tardando Seo, la reunión fue hace semanas y ellas aún no llegan.-Comentó la castaña.

 

-¿Y?-Preguntó la pelinegra.-Eso no es asunto tuyo Yoona, no eres su madre, no eres nadie para ella acéptalo.

 

-¡Pero yo la amo!-Le gritó, no de manera intencional pero el estrés que cargaba sumado a las dudas y al coraje de saber que su media hermana estaba con la mujer que ella había amado silenciosamente.

 

-¡Pero ella le ama a ella!-Gritó la joven de cabellos lacios.

 

-¡No!-Gritó la castaña-¡Soy su mejor amiga!, ¡Ella me quiere!

 

-¡Pero no te ama!-Exclamó ella-¿Has visto como le mira?, perdón ¿Cómo SE miran? Tú hermana ama a Tiffany y ella le corresponde totalmente.

 

-Eso no es cierto.-Masculló la siempre calmada castaña entre dientes.-Yo he sido quien ha estado a su lado siempre, siempre. No…-Se detuvo un momento.-No sería justo.

 

-Tienes razón.-Aceptó la joven.-No sería justo pero Yoona despierta, la vida no es justa.

 

Los ánimos se habían apaciguado, ya no gritaban, solamente se miraban. Era hora de cerrar el consultorio así que en silencio ambas salieron del lugar. Ya había caído la noche, para variar aquel día habían tenido que quedarse hasta tarde trabajando y la joven secretaria aún tenía que ir al metro a su casa.

 

Ninguna de las dos había cruzado palabra desde que salieron del consultorio hasta ahora que se supone deben separarse en el estacionamiento.

 

-Seo… yo…-Era una de las pocas amigas que tenía, si dejaba de lado a Tiffany y a su familia. Su carrera era exigente y absorbente por lo que a pesar de tener colegas estos tenían las mismas o incluso más responsabilidades que ella por lo que tener a alguien a quien llamar amigo era difícil.

 

Pero Seohyun era eso para ella, una amiga. Ya que una secretaria normal cumple sus horas de trabajo y se marcha, ella se queda hasta la hora que ella se va. Una secretaria normal no se toma la molestia de vincularse o de familiarizar mucho con su jefe, ella siempre estaba pendiente de lo que sucedía con ella. Incluso ese día, otra secretaria hubiese cumplido con sus horas de trabajo y se hubiera marchado, pero ella se quedó incluso después de cómo le grito a pesar de ella ser inocente de todo.

 

-¿Si?-Preguntó la joven.

 

-Lo lamento.-Se disculpó sinceramente.-No debí gritarte así, tú no tienes la culpa de nada y me volví loca y…-Sintió un dedo en sus labios y pudo ver una gran sonrisa de la joven justo frente a ella.

 

-Vale, tranquila-Eso era lo mínimo que podía hacer, le amaba demasiado para no perdonarla.

 

-Vamos, te llevo a casa.-Ofreció ella con una sonrisa, llovía y hacía frío no podía dejarla ir sola.

 

En silencio subió al Volvo plateado que manejaba Yoona, el camino a su casa no era ni largo ni corto pero siempre se le hacía más extenso cuando la castaña la acompañaba, tal vez era una forma de alargar los momentos a su lado. Un semáforo las detuvo a la mitad del camino el silencio estaba presente pero no incomodaba a ninguno de las dos. Hasta que la castaña lo rompió repentinamente.

 

-Sabes.-Le dijo calmada y tranquila-Aunque me puse como una loca allá me di cuenta de algo que no estaba considerando.

 

-¿Si?

 

-Taeyeon está casada con Jessica-Recordó.-Y Tiffany tendrá el hijo que mantendrá a ambas más unidas que nunca. Entonces yo tengo oportunidad con ella y…

 

-Sabes Yoona, tienes razón.-Dijo la joven interrumpiendo a su jefa-La vida no es justa.

 

-¿A qué te refieres?-Preguntó la médico-¿Qué haces?-Preguntó al verla abrir la puerta de su coche.

 

-A que no es justo que queriéndote como te quiero tú solamente pienses en Tiffany Hwang-Dijo saliendo del coche y corriendo rápidamente a la estación de buses evitando mojarse en lo posible.

 

-¡Seo!-Gritó la castaña-¡Seohyun!

 

Pero era en vano, la lluvia dificultaba que su voz se escuche y el cambio de color del semáforo a verde alentaba a los coches a pitarle para que avance dejándole sin otra opción que obedecer.

 

Estaba sorprendida por las palabras de la morena tanto que por inercia sus manos guiaban el volante hasta su casa. Agradece haber salido tarde por lo que no había tráfico de otra manera hubiera ocurrido un accidente. Finalmente aparcó el coche en el garaje de su casa y sin prisa ni apremio caminó hacia su pórtico. Una vez ahí, mojada y a oscuras fue como si volviera a la Tierra y los acontecimientos previamente ocurridos aparecieron como si de una película se tratase, acaso…

 

¿Seohyun se había confesado?

 

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-¡No puedo creerlo!-Bufó una castaña furiosa
-Yo tampoco.-Susurró Sunny.
-No puedo creer que tú prima me compare con ¡ESO!-Dijo señalando la pantalla del televisor.
-Yo no puedo creer que estés aquí viendo Death Note en vez de estar en tus demás obligaciones.-Le regañó la castaña.
-No me regañes linda.-Pidió la castaña con cara de niña pequeña que al cual su mami le retó.-Además si vamos a salir con tú tía y tú endemoniada prima tenía que saber quién esa cosa con el cual me compara.-Dijo ofendida.-Y me doy cuenta que es… ¡Eso!
Sunny suspiró resignada. Desde lo ocurrido en la playa la castaña más alta ahora pasaba más tiempo con ella que del que pasaba con sus pacientes eso era seguro. Aunque cada que sonaba alguna alarma de emergencia la dejaba y se iba a chequear que acontecía.
-Ahora es así porque aun no llegas ni a la mitad de la serie.-Le explicó con paciencia.-En unos diez capítulos te darás cuenta que esta serie es una genialidad, hasta yo estoy sorprendida de que Hara la vea y sobre todo la entienda 
-Eso espero porque hasta ahora solo sé que ese tal shinigami lanzó su cuaderno al mundo humano para ver quien lo recoge y divertirse un poco, cómo puede ser posible que tus tíos permitan que tu prima vea una serie que tiene ese comienzo – Se quejó sin despegar los ojos de la pantalla – Además descubrí que esa cosa solo come manzanas.-Y antes que Sunny refuté algo agregó.- solo Manzanas!! Ese shinigami no come ni la cuarta parte de lo que puedo comer en un día, además es horrible, como tu prima pudo compararme con alguien tan feo.
-Primero, la serie es una de las mejores, es más creo que alguien tan “inteligente” como tú – se burló - ya debía haberla visto - Hizo el ademán con los dedos.- Segundo bueno yo también creo que el shinigami es feo, tercero no todas las personas comen todo lo que tu comes y cuarto ¿No deberías estar atendiendo enfermos?-Cuestionó dejando su tejido de lado, estaba a punto de acabar la chambra, ya luego solo quedaban los escarpines, guantes y gorrita.

 

-Fácil, quiero estar con mi novia un rato más.-Explicó ella con una sonrisa que logró que los colores se le suban a la cara a la castaña.-Te vez linda rojita, en especial si es por causa mía.-Dijo acercándose para besar sus labios.

 

-No soy tú novia.-Cortó rápidamente a la castaña que se acercaba.

 

-¿Cómo?-Preguntó la joven confusa.

 

-Que aún no me lo has pedido.-Dijo sacándole la lengua al médico.

 

-Eres una bruja con cara de ángel.-Le reconoció la castaña.

 

-Y tú una loba disfrazada de oveja.-Le contestó Sunny.

 

-Te haces de rogar.-Murmuró con fastidio.

 

-Si quieres ser mi primera novia debes pedírmelo.-Dijo a manera de ultimátum.

 

La idea la enterneció bastante, saber que sería la primera novia de aquella joven que sin intentarlo siquiera se había ganado un espacio en su corazón la llenaba de dicha, una dicha que llevaba años sin sentir. Así que con rapidez se puso de pié, tomó su mano mientras la castaña se ruborizaba

 

-¿Quieres ser mi novia Sunny?-Preguntó sinceramente. No era lástima ni obligación, ella quería ser su novia y quizá en un futuro ser más de ella. Sus años de "Don Juan" habían acabado y sorpresivamente no se arrepentía de ello.

 

-Si.-Susurró la castaña sonriéndole a la joven médico que es como un ángel para ella. El mismo ángel que vio la primera vez que entró a esa clínica, el mismo que le rompió el corazón sin saberlo cuando le vio con la exuberante rubia y el que ahora la hacía muy feliz y se inclinaba a besarla.

 

-Sunny…-Una voz se escuchó desde la puerta justo en el momento en el cual la as alta iba a besar a la castaña y las sorprendió a ambos.

 

-Hyomin…-Susurró la joven horrorizada viendo a su amiga parado en el umbral de la puerta con un ramo de margaritas en su mano y su cara sorprendida y decepcionada.

 

-¿Por qué?-Preguntó.-Sabías que yo…-Su rostro se desfiguró hasta uno de ira y remordimientos.-No es justo.-Dijo soltando las margaritas y marchándose del lugar.

 

-¡Hyomin!-Gritó Sunny, había sido egoísta y no había pensado en ella. No se merecía eso. Como pudo quiso levantarse para seguirla pero fue detenida por Sooyoung.

 

-Déjame hablar a mí con ella-Pidió la castaña con una seriedad nada usual en ella por lo que se vio obligada a acceder a su petición para luego ver a Sooyoung salir de la habitación en busca de Hyomin.

 

No fue difícil encontrarla, estaba en el mismo lugar donde ella misma le había visto besar a Sunny. Lentamente caminó hacía ella sacando un cigarro en el camino, cuando la castaña mas baja la sintió llegar rápidamente se puso de pié a manera defensiva.

 

-¿Quieres uno?-Preguntó indiferentemente.

 

-Siendo médico deberías saber que no es bueno fumar.-Dijo rechazando la oferta de manera diferente.

 

-De acuerdo Hyomin, dime lo que quieras decirme si quieres gritarme incluso…-No pudo seguir hablando ya que un fuerte golpe impactó con su mejilla y al tomarla por sorpresa no pudo mantenerse en equilibrio.

 

-Solo te diré una cosa Choi-Dijo con sus ojos siendo cubiertos por sus cabellos.-No está sola, hazla sufrir y sufrirás mil veces más.-Dicho lo cual dio media vuelta y se marchó del lugar dejando a la mas alta tirada en el piso pero con una sonrisa en los labios.

 

-Así lo haré.-Dijo al viento…

 

Hyomin había sido una buena rival…

 

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Tensión…

 

Hay varios significados para esa palabra, en física es la contra fuerza que sostiene a un peso y tiene igual valor que dicha masa multiplicada por la gravedad. Pero no era esa clase de tensión la que sentían en ese instante.

 

-¡Una vez más!-Gritó la rubia a su grupo de modelos.-Y está vez sin errores.

 

Se escuchó el bufido conjunto de las esbeltas mujeres que ya agotadas por el ensayo se quejaban molestas.

 

-Deberían dejar de bufar tanto y en vez de eso ponerse a trabajar.-Les aconsejó con sus manos en sus sienes.-Mi cabeza estallará.

 

-¡Mierda!-Gritó una voz llamando la atención nuevamente de los presentes-¡¿Quién hierve tanto el café?

 

Yuri y Jessica, Jessica y Yuri. Ambas cruzaron una mirada en la cual se dijeron más cosas de las que las palabras podrían expresar. Primero las aflojaron y se relajaron para luego volver al mundo real en el cual vivían.

 

Por cierto muy incómodos en esos momentos.

 

-Yuri, cielo.-Dánica, su veterana jefa trató de calmar a la morena-Has estado muy exasperante estos últimos días ¿Algo va mal?-Preguntó preocupada.

 

-No Dánica, nada va mal.-Contestó ella molesta, parece que la vieja no tiene ni la más mínima idea de lo que interrumpió hace unas semanas.

 

-¡De nuevo!-Gritó molesta Jessica-Ashley concéntrate por favor.-Gritó a la modelo.

 

-Jessica también ha estado muy irritante estos días.-Pensó en voz alta.-Deben estar estresadas por el desfile de la colección.

 

-Seguro.-Murmuró la morena-Si supieras…

 

-¿Dijiste algo cielo?-Preguntó la mujer.

 

-No, nada.-Segó rápidamente gesticulando con sus manos.

 

-¡Es cierto! Si Jessica supiera la buena nueva seguro y se relaja.-Dijo emocionada-¡Jessica linda ven un momento!-Pidió a la rubia que rápidamente se dirigió donde su jefa.-Buenas noticias Jessica.

 

-¿Si?-Preguntó sin interés dándole una mirada furtiva a la morena.

 

-Sí, todo salió bien linda.-Dijo con una sonrisa.-Si es de tanta urgencia volver a Corea como lo era en un principio, puedes hacerlo cuando quieras.

 

Fueron dos expresiones, primero sorpresa y luego… ¿alegría? Por la mente de la diseñadora solo cruzaban dos palabras: "Mi Hijo" ya son casi siete meses que se ha perdido de la maravillosa experiencia la cual quería vivir desde que tenía uso de razón. Volvería a su hogar, ¿hogar?, más bien a su casa o mejor dicho mansión con su… esposa.

 

La expresión en el rostro de Yuri era una mezcla de miedo con sorpresa y por su mente solo circulaban los pensamientos de: "Se va" "Se va" "Se va"

 

Y no puede hacer nada para impedirlo.

 

-Son buenas noticias ¿verdad linda?-Preguntó la mujer.

 

-Por supuesto.-Contestó ella quedamente.

 

-Si gustas puedes irte a descansar hoy linda.-Le dijo con una sonrisa.-Y tú también Yuri, te vez agotada y haber si así se te quita ese mal humor que llevas.

 

-Claro.-Murmuró ella quedamente-¿Te llevo Jessica?-Preguntó quedamente a lo que la diseñadora asintió nada más.

 

-Me alegra mucho que por fin se lleven bien chicas.-Dijo contenta.-Lástima que sea justo cuando Jessica se vaya aunque como ambas son del mismo país tal vez algún día se encuentren ahí, si es que vuelves ahí Yuri.

 

La morena no contestó, simplemente sonrió a Dánica y se despidió con la mano mientras escuchaba los gritos de Sulli, mejor dicho los oía porque no escuchaba nada. Su cerebro estaba concentrado nada más en la mujer que iba delante de ella con el cabello rubio y un poco más largo de cómo llegó.

 

Se subieron en su coche en absoluto silencio y condujeron bajo el oscuro manto de la noche londinense hasta el lujoso hotel donde se hospedaba la mujer.

 

-Gracias.-Fue lo único que supo decir una vez frente a la puerta del hotel.-Mira yo…-Pero fue silenciada por un imprevisto beso por parte de la morena que aprovechó su descuido para profundizarlo. Explorando con su lengua experta la cavidad bucal de la chica.

 

-No sé tú pero creo que el otro día nos interrumpieron a la mitad de algo importante.-Dijo ella deteniendo el beso y pasando de los labios al cuello.

 

-¿Si?-Gimió ella al sentir los labios de la joven sobre su cuello.

 

-Si… y no se tu pero yo quiero terminarlo ahora.-Dijo roncamente volviendo a tomar posesión de los labios de la rubia que correspondió apremiante al beso urgente de la joven.

 

-Vale, pero subamos a la recámara.-Indicó ella jadeante y ruborizada mientras recibía una sonrisa como respuesta a su invitación.

 

Una pícara sonrisa se coló en el rostro de la morena, una sonrisa traviesa, propia de un niño al cual le acababan de conceder una travesura y bueno era más o menos así. Como si fueran dos ladrones entraron sigilosamente a la recámara de la rubia. Donde una vez cerrada la puerta la morena abordó a la diseñadora y reclamó sus labios con la única intensión de terminar lo iniciado en previas semanas.

 

Los besos y las caricias aumentaban conforme la ropa desaparecía liberando la pasión que durante semanas tuvo que mantenerse oculta. Aquel día, en el suelo de su lugar de trabajo fueron interrumpidas por su propia jefa, de manera que apenas y tuvieron tiempo de aparentar normalidad y sonreírle hipócritamente.

 

-Te necesito.-Susurró la morena mientras besaba los hombros desnudos y el nacimiento de los pechos de la joven.

 

-Yo también.-No se dio cuenta cuando lo dijo pero después de todo, era verdad. Y aunque sea una última vez quería disfrutarlo.

 

Después de todo luego de ese encuentro aquella noche sobre su escritorio admitió que sentía atracción por la morena que la fastidiaba tanto y la dicha de saber que pronto volvería a casa se vio repentinamente empañada ante la realidad de saber que tendría que despedirse de todo a lo que se ha acostumbrado en los últimos seis meses.

 

Incluyendo a la molesta fotógrafa.

 

Yuri empujaba contra el delgado cuerpo de la mujer debajo de ella para crear el roze de sus intimidades, mientras con su mano recorría el cuerpo recientemente conocido por ella misma por el cual había sentido una especie de adicción inmediata y como misma droga no quería que se vaya, la quería tener siempre a su disposición.

 

La quería a ella siempre a su lado.

 

El clímax deseado las golpeó al mismo tiempo, una, dos, tres y hasta cuatro veces hasta que fatigadas pero satisfechas quedaron acostadas una junto a la otra. Sin abrazos o besos pícaros debido a la no definida situación en la que vivían. Pero juntas.

 

-Esto fue…-Empezó a hablar Jessica luego de recuperarse un poco.-Una despedida.-Terminó sorprendiéndose ella misma por el tono de voz apagado que usó al decirlo.

 

-Quédate.-Fue lo primero que pasó por su mente y por consecuente lo primero que dijo.

 

-No puedo…-Dijo observando detenidamente la foto que había sobre el buró junto a su cama.

 

Esa foto en la que ella aparecía feliz del brazo de aquella rubia, de su esposa. Yuri cayó en cuenta de la realidad, esto era un juego, eran amantes temporales y ella lo sabía, es más ella lo provocó. Sin imaginarse cuan duro sería al momento de dejarla ir.

 

El juego se volteó y ahora estaba en su contra. Ella tenía su vida hecha, una casa, un trabajo y una esposa esperándola allá mientras ella… no tenía a nadie.

 

-Sabes…-Empezó a decir luego de quitar su atención de la vil fotografía.-El día que mis padres murieron y mi hermana se perdió, iban a recogerme a Dongdaemun. Tenía un partido pero se suspendió por el terrible tiempo que hacía incluso había alerta de tornado. Mis padres asustados tomaron a mi hermana y fueron a recogerme.-Siguió su relato.-La calzada mojada y un conductor imprudente cambiaron mi vida en menos de una hora. Y me dejaron sola-No quería dar pena, no, pero el sentimiento de volver a sentirse abandonada la hizo desahogarse de aquella pesada culpa que sentía ya desde hace muchísimos años.

 

-Aún tienes a tú hermana.-Le recordó Jessica-Puedes encontrarla a ella.

 

Sunny… su hermanita era ahora su único motivo.

 

-La encontraré.-Dijo con decisión la morena.

 

-Cuando vayas, búscame.-Por un momento esas palabras le esperanzaron pero afortunadamente las escondió muy bien.-Estoy segura que Taeyeon podría ayudarte a encontrarla, conoce a mucha gente.-Eso fue como un balde de agua helada.

 

-Si…-Respondió ella-También podría hablar con ella y decirle donde te gusta que te toquen.-Contestó ella con una burlona sonrisa.

 

-Tonta fotógrafa-Masculló la rubia acomodándose mejor en su pecho.-Pero por hoy no quiero pelear.-Dijo alzando la cabeza para verla a los ojos. Esos ojos ocuros los cual quizá no pueda volver a ver en mucho tiempo sino que serán reemplazados por las orbes onices de su esposa

 

De la misma por la cual ya no sabe lo que siente. Pero esa era su vida, la vida que ella misma quiso seguir.

 

-Si, yo tampoco.-Contestó la joven pelinegra abrazando a la diseñadora y viéndola fijamente a los ojos.

 

Esos ojos castaños pertenecientes a la joven mujer de otra mujer por la cual ahora que se va empiezan a reconsiderar lo que siente por ella. Inclinó su cabeza para unir sus labios con los labios de la rubia. Pero este beso era diferente a los que se habían dado antes que contenían más que nada pasión, lujuria y necesidad. Este beso era lento, delicado tierno y transmitía muchos sentimientos, entre ellas…

 

El dolor de una despedida…

 

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La estampa parecía propia de imagen de calendario.

 

Y cómo no iba a serlo con dos parejas de tórtolas enamoradas haciéndose cariños mutuamente.

 

Separándolas una improvisada hoguera demostrando que aparentemente estaban acampando. No, no habían ido a excursiones en las montañas sino al lago y habían estado movilizados. Por la condición de Tiffany muy a pesar de lo que ella diga no podía sobre esforzarse llevando consigo tres criaturas y Sunny a pesar de estar respondiendo bien al tratamiento tampoco podía abusar.

 

A pesar de ello luego de verse después de algunas semanas, las hermanas insistieron en salir juntas con sus… novias y ellas como dignas consentidoras accedieron bajo sus condiciones.

 

-Más te vale cuidar bien de mi hermanita, Sooyoung-Amenazó la pelirroja mientras reposaba sobre el regazo de la rubia que acariciaba su notorio vientre.

 

-Lo mismo digo Sooyoung, cuida de Sunny-Señaló la rubia a su hermanita.

 

-Se supone que eres mi hermana y que deberías pedirle a ella que me cuide.-Se quejó la menor.

 

-Tienes razón, corrijo: Sunny cuida muy bien de Sooyoung que puede comportarse como una niña de cinco años cuando quiere.-Dijo a manera de burla.

 

-¿Por qué todo el mundo cree que yo soy la mala?-Preguntó la mas alta entre todas-Tú eres la bruja disfrazada de ángel.-Un golpe en las costillas detuvo su burla.-Eso dolió, ¿vieron?-Preguntó a su hermana y a la pelirroja-Una bruja.

 

Las cuatro rieron ante las ocurrencias de la joven, Taeyeon observó a Tiffany y aprovechó el momento para robarle un beso a la pelirroja que tenía en su regazo. Mientras Sooyoung hizo propio con Sunny aprovechando el momento de distracción de las mayores. Para luego del beso ambas Hwang estaban ruborizadas y las Kim con sonrisas de satisfacción en su rostro.

 

-No puedo creer que mi hermanita tenga novia-Dijo Tiffany-Debiste decírmelo.

 

-Yo no podía creer que mi hermana estuviera embarazada.-Señaló Sunny en su defensa.-Estamos a mano además que todo fue muy rápido.

 

-Las Kim somos rápidas.-Señaló Sooyoung refiriéndose a ella misma como una Kim, algo que no había hecho en años.-Aunque Taeyeon siempre fue la más rápida, incluso ahora no deja de sorprenderme.-Lógicamente esa frase iba con doble sentido al ver lo especialmente cariñosas que se hallaban ese par.-Mira que pronto será Appa-La arregló a su beneficio.

 

-Sí Sooyoyng.-Murmuró Taeyeon entre dientes.

 

-Hablando de eso.-Interrumpió Sunny-¿Cómo está el bebé?, ¿Ya saben qué será?

 

-Están muy bien.-Respondió la futura mamá con añoro.

 

-¿Están?-Preguntó Sunny incrédula a lo que Tiffany y Taeyeon sonrieron cómplices.

 

-Serán tres-Dijo Taeyeon acariciando el abultado vientre.

 

-¡Tres!-Gritó Sunny luego de liberarse de la impresión, observó detenidamente a su novia la cual parecía-¡Y tú lo sabías!-Le reprochó, pero no se molestó sino más bien sonrió abiertamente viendo el vientre de su hermana.-Que alegría.-Dijo contenta.

 

-Vamos linda.-Animó Sooyoung-Busquemos leña que pronto se nos acabará.-Sooyoung guiñó un ojo a Taeyeon la cual asintió con una sonrisa.

 

-Voy.-Dijo la castaña poniéndose de pié.-En seguida volvemos.

 

Luego de que la pareja desapareciera de un plano visible Tiffany se levantó del regazo de Taeyeon con algo de dificultad y se dirigió al río a recoger agua para empezar a preparar la cena.

 

-¿Por qué te levantas?-Preguntó la rubia algo desconforme.

 

-Tengo que preparar la cena.-Contestó ella simplemente.

 

-Te ayudo.-Señaló la rubia.

 

-No señor-Dijo la pelirroja repentinamente.-No queremos huevos fritos que terminen revueltos.-Dijo burlándose de aquella vez que ella había insistido en preparar la cena.

 

-Fue solo una vez.-Dijo en su defensa.-Y quedaron deliciosos.-Dijo acercándose para besarla en los labios.

 

-Si.-Dijo entre besos.-Debo admitir que no quedaron nada mal.-Luego se separó de ella.

 

-Pany-Se quejó la rubia.

 

-Tengo que…-Fue abruptamente interrumpida cuando los brazos de la rubia la cargaron en vilo y la llevaron al río.

 

-Lo sé, pero ya lo harás luego ¿Si?-Pidió la rubia con una pícara sonrisa.-Ahora te quiero solo para mí.-Y volvió a tomar posesión de sus labios mientras caminaba más al fondo.

 

-No tan lejos.-Pidió Tiffany repentinamente apretando su cuerpo al bien formado abdomen de la rubia.

 

-¿Tienes miedo?-Preguntó Taeyeon divertida.

 

-Si, porque no sé nadar y ahora peso cuatro veces lo normal.-Explicó la pelirroja.-No podrás sostenernos por tanto tiempo.

 

-Siempre los sostendré.-Dijo Taeyeon-Y nunca los dejaré solos Tiffany-Dijo seriamente perdiéndose en aquellos orbes almendrados que tanto le gustaban.-Nunca.

 

La joven pelirroja sonrió enternecida y sus alborotadas hormonas incluso ocasionaron que el llanto saliera.

 

-¿Te he dicho que te amo?-Preguntó Tiffany con una dulce sonrisa a la rubia que empezó a reír.

 

-De hecho no.-Dijo ella seriamente.-Pero me lo has demostrado y eso es mucho más importante.-Dijo besando sus labios nuevamente-¿Te he dicho que quiero hacerte el amor en este instante?-Dijo con voz ronca mientras besaba su cuello.-Te me haces irresistible con tu vestido empapado.

 

-No, no lo habías mencionado.-Le supo decir la pelirroja mientras sentía como la rubia bajaba de su hombro a su seno derecho.-Taeyeon, ahora no. Sunny y Sooyoung pueden volver en cualquier…

 

-Tranquila, tardarán. Tenemos tiempo.-Fue casi una súplica por parte de la rubia.

 

-No.-Pero estaba a punto de perder la batalla.

 

-Te deseo, te necesito.-Dijo mientras besaba sus senos.-Te amo.

 

-¡Búsquense un motel!-Gritó cierta conocida voz a las jóvenes.

 

Taeyeon gruñó por lo bajo y maldijo a Sooyoung en todos los idiomas y de todas las maneras que conocía.

 

-Que pena.-Masculló Tiffany ocultando su rostro y su vergüenza en el pecho de la rubia.

 

-La mato.-Masculló en cambio la rubia teniendo a Tiffany con un brazo y con el otro haciendo una señal obscena a su hermanita que no se aguanto y empezó a reír.

 

Por suerte el agua estaba fría y si sumabas a eso su coraje en esos momentos la prioridad de sus deseos habían cambiado ahora.

 

Solo quería matar a Sooyoung…

 

Luego de superar la vergüenza y de que en todo el camino Taeyeon le explicara como si fuese una niña chiquita que lo pasó no tenía nada de malo ni era algo nuevo para Sooyoung. Además de una promesa a golpearla hasta decir basta cuando lleguen a la orilla finalmente la pelirroja pudo volver a la normalidad. Taeyeon cumplió su promesa y no se volvió a hablar del asunto ya que por cada risa divertida que Sooyoung emitía era un golpe seguro por parte de su hermana mayor. Sunny la miraba avergonzada y sorprendida, como si recién se hiciera a la idea de cómo ella y Taeyeon procrearon a los trillizos pero al igual que Taeyeon lo tomó como algo normal.

 

Gracias a Dios su tía no estaba ahí, ella si se hubiera desmayado e incluso hubiera entrado al río con la única intensión de matar a la rubia.

 

Finalmente prendieron el fuego y cocinaron pescados previamente obtenidos por las Kim. Sunny pidió que Tiffany cantara y acompañada por la guitarra y voz de Taeyeon cantaron "Lost in Love". Para luego finalmente despedirse las Hwang y dirigirse a la única tienda, mientras las Kim se quedaban afuera según ellas, era su deber dormir a la intemperie.

 

-De verdad le amas ¿Verdad Tiffany?-Preguntó Sunny una vez acostadas.

 

-Si…-Contestó la aludida.-De verdad la amo.

 

Mientras fuera de la tienda dos hermanas estaban acostadas viendo las estrellas en su mayor esplendor, cosa que no pueden ver a menudo en la ciudad.

 

-¿Recuerdas cuando de niñas siempre veníamos de campamento?-Preguntó Sooyoung.

 

-Si, era una vez, en la primera semana de cada mes.-Recordó la rubia-Papá decía que era cuando las estrellas brillaban con más fulgor.

 

-¿Has sabido algo de…?-Preguntó Sooyoung y no le hizo falta acabar la oración.

 

-No, nada personalmente.-Contestó la mayor.-Sus cuentas, las cuales pago son de un ser humano de clase media, no gasta más del presupuesto normal.-Explicó.

 

-Cierto, después de todo la empresa era de mamá.-Recordó Sooyoung-Tae… tú hablarías con él si es que lo pidiera.

 

-No lo sé Soo-Contestó la rubia-Ahora que sere madre desde ahora siento que nunca querré decepcionar a mis hijos y me da rabia saber que él si nos decepcionó.-Se sinceró Taeyeon-Por otro lado a pesar de que no han nacido no me imagino lo terrible y doloroso que sería que mis hijos no me hablaran, que cuando los buscara ellos me rechazaran. Junsu se equivocó y no volverá a ser el héroe que fue para mí pero creo que ahora si él quisiera pasar a saludarme, no se lo negaría.

 

-Yo no sé como reaccionaría si te soy sincera-Dijo la menor.-Al menos con Junsu, sin embargo siento que tengo que hacer las paces con Yoona.

 

-Me alegro, y era hora.-Reconoció Taeyeon-Es increíble la influencia que tuvo Sunny en ti, en menos de una semana terminas con la hueca de tu novia e incluso quieres hacer las pases con Yoona.

 

-Exactamente lo contrario de ti.-Dijo Sooyoung-Decides acabar con tu matrimonio, te peleas con Yoona y estás dispuesta a escuchar a papá.

 

-Papá fue uno de los que más me presionó luego de lo ocurrido con Jessica a que me casara con ella dijo que era el destino, supongo que ahora que encontré a Tiffany y me he vuelto a enamorar me siento un poco menos resentida ya que si lo ves desde cierto punto de vista si no me hubiera casado con Jessica tal vez nunca la hubiera conocido.-Admitió.-Tal vez si era el destino del que tanto hablaba.

 

-Ni yo a Sunny-Reconoció la menor.-Sunny…-Suspiró.-Debería estar durmiendo con ella en este momento.

 

-Te lo mereces.-Recordó la mayor a su hermanita.

 

-Vamos, que tú también quisieras estar con Tiffany para terminar lo que empezaron en la tarde.-Dijo con picardía.

 

-Y por esos pensamientos es mejor que duermas alejada de Sunny-Le recordó la rubia.-Por cierto ¿Cómo reaccionó Malina?

 

-No sé, me fui una vez que le dije que no quería estar con ella más.-Dijo con simpleza.

 

Ambas rieron por la realidad de los hechos, pero reían contentas, felices. Ya que todo lo que estaban viviendo les parecía tan irreal, era como un tiempo fuera solo que estaban felices.

 

Una felicidad de la cual se habían echo ambas acreedores desde hace mucho tiempo.

 

-¿Qué pasa?-Preguntó la castaña en voz alta al ver el nuevo texto que había llegado a su celular, le sorprendía ver de quien era el mensaje pero esa sorpresa no se comparó a la que sintió una vez que abrió el mensaje y vio la imagen.-Perra.-Soltó en un momento de enfado llamando la atención de su hermana mayor y escribiendo rápidamente en su teléfono móvil.

 

-¿Qué sucede?-Preguntó Taeyeon intrigada por la reacción de Sooyoung.

 

-Míralo tú misma-Y le cedió a la rubia el teléfono, específicamente con el mensaje de texto abierto. En dicho mensaje procedente de la ex novia de la castaña la amenazaba con que regrese con ella o mostraría aquella foto a los medios. En dicha foto se podía apreciar a Tiffany y a ella besándose apasionadamente si mal no lo recuerda en las tiendas de Hong Kong.

 

Taeyeon sabía que era peligroso, incluso habían discutido con Tiffany por ello y a pesar de todo habían procurado ser cuidadosas. Pero al parecer no lo suficiente. También observó el mensaje que le había respondido Sooyoung en el cual amenazaba con entre otras cosas acabar con su carrera profesional y acusarla de difamación ante los medios de manera pública encargándose de que no vuelva a pisar una pasarela en su vida.

 

-¿Crees que eso la detenga?-Preguntó preocupada.

 

-Si algo sé de Malina Takahashi es que ama dos cosas en está vida: Una de ellas es a si misma y la otra su carrera.-Dijo.-Si pone a trabajar la única neurona que tiene no dirá nada a los medios, sin embargo ya es hora que vayas resolviendo tu situación, en otras palabras ya es hora que hables con Jessica-Dijo con sabiduría.

 

-Tienes razón, solo espero que no herirla demasiado.

 

Aunque sabe que eso es inevitable dándose cuenta de lo efímera que era la felicidad.

 

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-¡Maldita Sooyoung!-Chilló fuertemente siendo perfectamente escuchada por los vecinos del edificio contiguo los cuales estaban ya acostumbrados a sus usuales berrinches.

 

Le irritaba que las cosas no salieran como esperaba, pero lo que le enloquecía era no poder hacer nada contra Sooyoung. Ya que Taeyeon y ella eran personas con demasiadas influencias. Correcto ella la destruía y sería la comidilla de la prensa por un tiempo ¿Y después?, ¿Qué pasa con ella? No volvería a trabajar en la empresa de la moda nunca más.

 

-Piensa Malina, piensa.-Se suplicaba ella misma hasta que la idea llegó como un flash a su cabeza. Una sonrisa traviesa se colocó en su rostro, la gente iba a enterarse, pero no iba a ser ella la que iba a hablar o no.-Creo que haré una visita a mi diseñadora favorita.

 

¿Cómo reaccionará Jessica Jung al enterarse que su esposa la engaña e incluso tiene un hijo con otra mujer?

 

Será sin duda algo digno de ver…

 

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-Señora Kim espero sepa que la razón por la que la cité hoy es un asunto que me tiene muy preocupada.-Con voz solemne y seria propia de una señora de su temple y calibre.

 

-Tengo varias ideas señora Jung-Contestó la rubia igual de estoica que la mujer.-Usted dirá.-Dijo viéndola de manera fría.

 

La tensión era palpable entre ambas rubias y junto a la menor una temblorosa Tiffany yacía junta. A pesar de no saber exactamente el motivo de su llamado asume que no es por nada bueno. Dios se sentía como una adolescente que llevaba a casa a su primer novio por la mirada acusadora de la mujer mayor. Al menos la postura de Nicole era calmada como siempre con su bebé en brazos durmiendo cómodamente.

 

-Quiero que sepa primeramente que estoy preocupada.-Dijo mirándola a los ojos.-Porque sabe, esa niña que está a lado suyo es como una hija para mí y le prometí a su madre cuidarla, a ambas.-Inflexible y orgullosa.-Luego tendré una charla con su hermana pero en este momento la que más me preocupa es Tiffany. Señorita Kim creo que usted debe alejarse de Tiffany.

 

-No.-Fue un reflejo, ni bien las palabras de la mujer salieron sin permiso no pudo evitar soltar su negativa.-No puedo concederle eso.

 

-Sé muy bien como ha sido su relación con ella y está mal Kim le recuerdo que usted está casada-Le dijo acusadoramente.

 

-No tiene que recordarme algo que ya sé, siempre he tenido en cuenta eso.-Le dijo la rubia algo cansada.

 

-¡Y aún así se acuesta con Tiffany sin tener la más mínima consideración de ella o de su esposa!-Estalló, Sunny le había puesto al día con la "relación" que mantenía Tiffany con la rubia Kim y habían ciertas cosas que pasaban de ser actuaciones-¡Acaso le parece divertido jugar con ella así de esa manera!, ¡Ni siquiera considera que dará a luz a SUS hijos, unos hijos que usted y su esposa criarán lejos de ella y por si no lo sabe señora Kim eso va a ser extremadamente doloroso para ella como para que usted añada un dolor más luego de que se marche con su esposa y los niños!

 

-Hyoyeon, cálmate.-Pidió su esposa.

 

-¡No me pidas eso Nick!, ¡Ella solo quiere jugar con ella y mi niña será la que sufrirá mientras ella vive feliz en su vida de pudiente acompañada de su esposa y de los niños!-Estaba roja del coraje-¡Sé que los niños son parte del trato pero en el contrato ese no tiene que involucrarse con ella!, ¡No tiene que utilizarla, acostarse con ella!, Tiffany que pensaría tú madre si…

 

-¡Basta!-Habló la rubia con un tono de voz cargado de ira.-Señora por el respeto que se merece al ser la tía de Tiffany y al estar en su casa me he quedado callada escuchando sus múltiples: quejas, acusaciones e insultos para conmigo. Pero ya no más.-Dijo seria.-Trato de entender los motivos para sus angustias pero Tiffany no ha hecho nada malo.

 

-Acostarse con una mujer casada, ¿Acaso ya no es malo eso?-Preguntó aun manteniendo su posición pero más calmada.

 

-Sí, lo es.-Reconoció la rubio.-Pero nosotros no nos acostamos y nada más señora, nosotros HACEMOS EL AMOR.-Se lo dijo claramente pronunciado y lentamente como si de una niña pequeña se tratara.-Porque yo amo a Tiffany.

 

-Eso no…

 

-¿Tiene sentido? Tal vez, pero le diré algo que tiene aun menos sentido.-Contestó Taeyeon-Seguir con un matrimonio que es una farsa desde hace años solo que apenas me di cuenta ahora y sabe porque.-La mujer simplemente negó.-Porque el amor volvió a tocar las puertas de este frío corazón el cual estaba acostumbrado a la rutina y a la costumbre. Descubrí que mis sentimientos por Jessica murieron poco después que nos casamos cuando volví a sentir la pasión de querer, necesitar y amar a alguien como lo hago con Tiffany.

 

-Pero…

 

-Déjeme terminar.-Pidió.-Tiffany no tiene culpa de nada, ya que ella sin siquiera quererlo o intentarlo se fue ganando un lugar en mi corazón hasta volverse una parte necesaria en mi vida. Por eso me negué rotundamente cuando usted sugirió alejarme de ella. No podría vivir sin sus sonrisas, sin su risa, sin NUESTROS hijos y sin ella. Sé que tal vez sea egoísta de mi parte pero el amor que siento por ella es sincero.

 

Jamás en su vida entera hubiera esperado una confesión de ese calibre, Tiffany estaba casi tan asombrada como ella misma. La único que estaba feliz y sonriendo tenuemente era Nicole quien parecía satisfecha con lo que escuchó.

 

-Y tú Tiffany, ¿Le amas?-Pregunto la pelinegra a la pelirroja.

 

-Más que a mi vida tía.

 

-Eso pensé.-Dijo sonriendo feliz y jalando a Hyoyeon quien aún parecía en shock a sentarse por lo que Taeyeon hizo lo mismo. Hubo unos momentos de silencio en el lugar nada más viéndose y asimilando lo ocurrido. Hasta que por fin la promotora del encuentro despertó de su trance y observo a la pareja con otros ojos.

 

-Entonces… ¿Qué piensas hacer?-Dijo viendo a Taeyeon pero ya mucho más tranquila que antes.

 

-Cuando mi esposa regrese hablaré con ella diciéndole que quiero el divorcio, en resumen y aunque es un poco cliché pienso separarme de ella para empezar de nuevo con Tiffany y nuestros hijos.-Dijo la rubia seriamente.

 

-Y ¿Crees que ella se quedará tranquila con lo de los niños?-Preguntó nuevamente a la rubia.-Según tenía entendido ella era la más pendiente.

 

-En caso de mostrar inconvenientes es probable que Jessica quiera llevarlo a juicio y para ello yo tengo que ganar la custodia, tengo suficientes cartas para ganar fácilmente pero si me acusa de adulterio las cosas se complicarían por eso es mejor mantener nuestra relación oculta al menos hasta que tenga la custodia de los niños.-Dijo algo decepcionada de la sola idea.

 

-Siento que eso podría tardar, incluso tal vez los niños deban de nacer para todo ello.-Dijo la mujer.

 

-Procuro agilizar las cosas lo más rápido que pueda.-Además de amar a Tiffany era lo único que podía ofrecerle a la mujer que se quedó en silencio luego de lo escuchado.

 

-De acuerdo.-Dijo finalmente.-Te tomo la palabra Kim.-Dijo Hyoyeon-Pero recuerda que Tiffany no está sola, tiene quien cuide de ella y quien la defienda.-Dijo acercándose a ella amistosamente y estrechando su mano.-Trataré de confiar en ti, no defraudes esa confianza.-Pidió de favor.-Y cuida a mi niña.

 

-Lo haré.-Prometió la rubia estrechando su mano.

 

Sintió a la pelirroja junto a ella llorar de emoción asume, las hormonas la tenían susceptible a todo, la abrazó tiernamente y la apretó contra sí. Nada de lo que había dicho era mentira, absolutamente nada amaba a Tiffany y ahora había hecho una promesa.

 

-Te amo.-Le susurró la pelirroja solo a ella.

 

Y ella era una mujer de palabra…

 

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Una tarde tranquila adornaba el color naranja del atardecer que se reflejaba sobre el lago mientras una piedra rebotaba tres veces sobre el mismo.

 

-Te acabarás las piedras del río si sigues arrojándolas así.-Una infantil voz de niña interrumpió la profunda meditación en la que se encontraba la persona sentada frente al lago-¿Qué ocurre Yuri?-Preguntó la niña.

 

-Nada pequeña Krystal-Aseguró con una falsa sonrisa la morena.

 

-Ah sí.-La niña entrecerró los ojos con suspicacia, no le creía a Yuri-Y ¿Cómo está Jessica?-Notó como un nervio de la morena se tensó, ¡Bingo! Se trataba de ella.

 

-Bien supongo.-Contestó la joven.

 

Pero no lo estaba, esperar y ver a la rubia ocupada con sus asuntos pendientes arreglando todo para irse, sencillamente le producía un sabor amargo en su boca, si ya la extrañaba ¿Qué sería cuando se fuera?

 

Si hasta sus gritos echaba de menos ni que decir de su cuerpo.

 

-¿Supones?-Preguntó la niña nuevamente.-Creí que eran compañeras de trabajo.

 

-Lo somos.-Dijo fingiendo desinterés.-Pero ella está muy ocupada estos días arreglando su regreso a Corea.

 

-¿Regresa?-Preguntó, la joven asintió.-Y ¿Cuándo vuelve?

 

-Nunca.-Contestó la joven.-Ella tiene su vida allá y asuntos que resolver según tengo entendido.

 

-Y tú Yuri, ¿Acaso tú no tienes asuntos que resolver en Corea?-Preguntó la niña con doble intención.

 

Sunny. Al mencionar asuntos pendientes lo primero y único que cruzó por su mente es la imagen de aquella niña a la que no ha visto en muchísimos años y la cual se prometió encontrar algún día. Una promesa que ha quedado suspendida por sus múltiples ocupaciones y distracciones. Pero la tenía pendiente, ella se prometió encontrar a Sunny, lo juró por la memoria de sus padres y eso era exactamente lo que iba y lo que tenía que hacer.

 

-Sí, tienes razón Krystal, tengo una promesa que cumplir.-Dijo poniéndose de pié y besando la cabeza de la niña.-Gracias.-Por recordarle su misión en la vida.

 

Además que ha reconocido que la vida sin la diseñadora es muy aburrida.

 

-Trae a Jessica de vuelta.-Pidió la niña mientras se iba.

 

Luego de tantos años volvería a Corea, su madre patria.

 

A encontrar a Sunny y a conquistar a Jessica.

 

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Por fin un poco de soledad, al parecer los problemas se habían acabado y por fin podía estar a solas con la pelirroja como quería. Y que mejor ambiente, en su cama a la luz de la luna nocturna con ella entre sus brazos y su otra mano sobre su vientre abultado.

 

No podía sentirse más dichosa.

 

-Taeyeon…-Llamó a la rubia.

 

-¿Si?

 

-Todo lo que dijiste donde mi tía.-Empezó la joven-¿Era verdad?

 

-Por supuesto tontita.-Dijo dándose media vuelta para quedar sobre ella.-Todo lo que siento por ti es verdad y lo que voy a hacer también.-Solo era cuestión de tiempo.

 

Se acercó a sus labios y los reclamó con posesión saboreando cada rincón de ella. Tiffany correspondía con la misma pasión.

 

Se amaban y estaban felices juntas. La felicidad por fin había tocado a sus puertas y las hacía felices, juntas…

 

Las caricias empezaban a aumentar al igual que la pasión en cada roce y cada caricia. Pronto la ropa fue un estorbo y lo siguiente ya era un ritual conocido de memoria por ellas. Pudieron terminar lo previamente iniciado en aquel lago. Aquella manera en la que su amor y deseo se expresaba físicamente.

 

La unión fue realizada y la danza de caderas pronto empezó terminando en un clímax conjunto en el cual la dos tocaron las puertas del cielo y se las abrieron. Ahora con la respiración agitada Tiffany descansaba sobre el pecho de Taeyeon estando aun unidas y muy conformes con ello.

 

Se necesitaban, se querían, se deseaban y lo más importante se amaban.

 

Y nada ni nadie podrían empañar esa felicidad…

 

-¡Ya estoy en casa!-Un grito fuerte y claro de una voz femenina muy bien conocida por ambas jóvenes.

 

Dios mío…

 

La felicidad se fue rápidamente.

 

Jessica…

 

Simplemente efímera…

 

La vida no es justa…

 

¿Continuará…?

Que tal?.. Espero que les haya gustado el cap, paso a hacerles una invitacion si alguien desea platicar conmigo, si alguien tiene LINE y desea platicar conmigo les dejo mi nombre de usuario para que me agreguen: sharonshidae. Siempre contesto a los que me hablan, solo que consideren el cambio de horario por que yo soy de Mèxico :3

 

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Comments

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Thiabel2128
#1
Chapter 16: que hermosa historia!!!!!
arihara
#2
¡Gran historia!

De principio a fin, aunque creo que la que más sufrió psicológicamente fue jessica ( perder un hijo y quedarse estéril). Concuerdo en tu epílogo, no era sano, por todo lo que había ocurrido, que tuvieran encuentros taeyeon-tiffany con yuri-jessica. Debido a las circunstancias, aunque pasaron años y la muerte de sunny.

Por cierto, a mí me hubiera gustado leer esta historia en modo gender bender, por si la tienes por allí, o la podrías mandar en pdf. Creo que hay partes, en que quedaba mejor Taeyeon y Yuri como "hombres".
LectoraLemon #3
Chapter 16: Llore como no tienes idea ...fue muy realista a mi parecer ... pero tambn fue muy bueno el fic ...

Gracias por compartirla <3
Skyth06
#4
Chapter 16: me sacaste lágrimas fue hermoso la vdd
Just_Vicky-Jung
#5
La verdad muy bonita la historia, realmente perfecta. Si me hubieran dado un dolar por cada lágrima que derramé fuera más rica que Bill Gates. Simplemente bello. Toda la noche lloré melancólica ... T.T
stefanicj #6
Chapter 16: Buena historia nada monótona y con muy buen mensaje FELICITACIONES
_MAX_KWON_JUNG_
#7
Chapter 16: TT__TT primer fanfic que realmente hace que mi corazon se estruje todito y llore como si no hubiera ma;ana gracias por esta historia nos hace reflexionar sobre muchas decisiones y hasta donde pueden llevarnos las obeseciones pero de igual muestra cuan fuerte es la ilusion en cada uno de nosotros al querer ser padres...muchisimas gracias segunda de las historias que leo de ti y realmente cada una me deja una moraleja muchas gracias....
maria_baby09 #8
Chapter 16: Este es uno de los mejores fic q he leidoo me encanto ya lo he leido mas de 2 veces y aun me encanta y sigo llorando T.T
hobbyfit #9
Chapter 16: Aaah uno de los mejores fanfics que he leído... grandioso!! Es tan obsesivo, brillante, gracias unnie :3 Me encanto *-* Se ha convertido en el numero uno de mis favoritos :D