Capítulo VII: Solamente Humanos.

Alquiler

-¿Taeyeon?-Insistió la voz detrás de la línea telefónica.

Terminó de sudar frío y rápidamente se dirigió a la salida de la recamara para hablar con su esposa empezando a sentir la culpa por lo ocurrido la noche anterior.

-Aquí estoy Jessica, ¿Qué ocurre?-Preguntó ya más tranquila, en su recamara.

-¿Por qué no me cogías el celular?-Preguntó la diseñadora.-He estado intentando hablarte desde hace media hora.

La rubia se percató de su buró donde reposaba el dichoso aparato con las diez llamadas perdidas de su esposa.

-Estaba en silencio.-Le contestó la rubia-Ayer estuve muy ocupada en el trabajo.-Mintió la joven esposa.

-¿Noche agotadora?-Preguntó nuevamente su mujer de la manera menos insinuante posible.

-Si.-Contestó ella notablemente ruborizada agradeciendo que Jessica este lejos para verla e inmediatamente recordó los sucesos ocurridos la noche anterior.

-Aunque no creo que te interese me esta yendo bien en el trabajo.-Dijo la diseñadora con aires resentidos por la poca preocupación de su pareja.

-Si, lo lamento.-Se disculpó-¿Cuándo podrías venir?-Cuestionó ahora la rubia.

-No lo sé, aún hay mucho trabajo aquí.-Le dijo con pena.-Quisiera estar con ustedes pero por el momento no se puede. Pero dime ¿Cómo está nuestro bebé?, ayer le hicieron el eco ¿verdad?

-Si…-Ahora una de las cosas que estuvo pensando toda la tarde de ayer volvió a su cabeza. ¿Le diría a Jessica que vienen tres? La conoce y sabe que si se lo dice empezara a saltar y tal vez hasta llore de la emoción. Pero por otro lado ¿Sería eso conveniente?-Está muy bien, el bebé crece sano y fuerte.-No sabía porqué pero algo le decía que era mejor que Jessica no se entere que son tres bebés en vez de uno.

-Me alegro, ¿Puedo hablar con Tiffany?-Preguntó la mujer.

-No, aún está dormida.-Contestó la rubia.

-¿También tuvo una noche ajetreada?, ¿Algún malestar?-Preguntó preocupada.

Oh si que fue una noche ajetreada y no precisamente por algun malestar sino más bien por algo muy placentero.

-No sé.-Mintió la rubia. A estas alturas su nariz debe medir unos tres metros.-Yoona dijo que el embarazo podría causar sueño excesivo también.

-Entiendo.-Susurró la rubia diseñadora. No sabía si decirle o no a Taeyeon acerca de su salida del sábado. Aunque no tenía nada de malo, saldría con una guía turística a dar un paseo por ahí. Y era una guía turística: molesta, arrogante, fastidiosa, bromista, cerda ertida, guapa… sacudió la cabeza ante esos pensamientos. Ella no había dicho guapa ¿Verdad?-Bueno, supongo que llamo más tarde yo también tuve un día pesado, cuídate y a nuestro bebé también.

-De acuerdo, cuídate Jessica-Se despidió Taeyeon.

-Te quiero, un beso.-Se despidió la mujer.

-Otro…-Contestó la rubia, quiso decir que también la quería pero… no podía.

Suspiró resignada y se sentó en su cama. ¿Qué había hecho? Había engañado a su esposa, porque la primera vez fue con su propio consentimiento en cambio ahora lo había hecho deliberadamente y lo peor de todo no se arrepentía.

El tener a Tiffany nuevamente entre sus brazos, sintiéndola suya, gimiendo su nombre, acariciando su cuerpo, respondiendo a sus besos y sus caricias…

-¡Dios!-No pudo evitar alzar la voz y exclamar fuertemente-¿Por qué me siento mal y bien a la vez?-Preguntó al aire a pesar de saber que nunca obtendría respuesta.

Se dio una ducha rápida tratando de despejar su mente. Hoy no iría al trabajo, no podría concentrarse en que hacer cuando tenia tantas cosas en que pensar. Debería hablar con Sooyoung, por muy patético que suene necesita un consejo de su hermana menor. Iría al club campestre a practicar un poco de tenis, necesitaba eso.

Al pasar por lado del cuarto de ella no pudo evitar entrar y verla dormir aún muy plácidamente abrazada una almohada. Dichosa almohada, aunque ella la abrazó a ella todo el tiempo y antes ella era la almohada. Ahora se sentía una canalla ¿Qué pensara ella cuando despierte y no la vea?, ¿Cuándo recorra la casa y no la encuentre? Pero si se queda ahí, no sabría que decirle.

Tiene muchos sentimientos encontrados, en este momento. Como para quedarse y esperar a que despierte y no decirle nada. ¿Qué sería lo menos doloroso? Tal vez para ella lo complicado es que nunca antes había hecho eso, ella no huía de los problemas, ella los solía enfrentar pero nunca había huido. Mierda, podría golpear a alguien, odia a los que huyen y a los que se excusan. Ella no era de ese tipo de personas aunque ahora se este comportando como lo que más odia.

-Cobarde.-Susurró para si misma, estaba actuando como una maldita cobarde.

Observó a la joven por última vez antes de irse. Sabía que cuando volviera algo iba a cambiar entre ellas.

Y no tenía idea si es que eso sería bueno o malo…

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El viento soplaba, tal vez llovería aquel día de otoño. Menudo sábado se le ocurrió escoger a la fotógrafa para salir de paseo. Aunque debe admitir que le intriga saber donde la llevaría la fotógrafa, porque arriesgarse a perder una apuesta así sabiendo que no se toleraban y las mil y un torturas a las que podría ser sometida… de acuerdo no tan tortuosas debe admitir, no es tan mala aunque su cuñada diga lo contrario.

Se revisó por decimo quinta vez en el espejo. Llevaba puesto un pantalón blanco tipo jean y una blusa en color celeste con un escote medio y ajustado a su figura. ¿Se vería bien?, ¿Era demasiado? ¿Qué pensará al verla así?

¿A ella qué le importa lo que esa ertida piense?

Sacudió la cabeza ante el pensamiento y miró el reloj. ¡Llevaba atrasada media hora!, ¡media hora! ¿Quién se creía que era? Ganas no le faltaban de irse a cualquier otro lado y regresar luego para que sea ella la que tenga que estar esperándola como imbécil.

-¡Diseñadora!-Se escuchó un fuerte grito en su idioma que le obligo regresar a ver sigilosamente tras la cortina de su ventana. Solamente la movió un poco para que la joven no se diera cuenta. ¿Por qué le gritaba? Si bien podía llamarla a su móvil y decirle que bajara o preguntar al portero cual era su timbre.

Pues mejor para ella, la venganza empezaría. Con toda la prosa del mundo empezó a bajar escalón, por escalón. Iba tranquila sin apuros ni prisas, siempre prefería caminar antes que movilizarse en un vehículo o incluso en los ascensores. Aunque bueno tal vez exageró si tomaba en cuenta que vivía en un décimo piso.

Mientras bajaba a lo lejos escuchaba los gritos de la pelinegra y su celular empezaba a vibrar, sonrió con sorna. Estaba logrando su cometido que era exasperarla ya que solo con leer los textos que ella le enviaba sabía que estaba molesta.

Finalmente llegó al piso final y muy frescamente caminó a la salida del edificio y ahí estaba ella…

Recostada de espaldas sobre su Volvo rojo con su moderno celular en la mano, el ceño fruncido y cinco segundos después su propio teléfono vibró indicando que el mensaje era para ella.

-Maldita diseñadora, si no estaba en casa al menos debió avisar.-Mascullaba molesta la pelinegra revisando su reloj.

-O tú deberías haber sido puntual.-Exclamó molesta la rubia provocando que la pelinegra se volteara para verla.

Ambos pares de ojos se encontraron el uno con el otro y una corriente eléctrica recorrió ambos cuerpos al encontrarse de frente. La morena observaba a su deleite el bien formado cuerpo de la diseñadora forrado en una blusa celeste y un jean blanco deportivo. Su cabello estaba suelto, hasta media espalda y al parecer había planchado lo habia planchado. Su rostro, iba natural. Normalmente iba con maquillaje pero no exageraba sin embargo hoy que no iba con nada en su rostro se veía muy linda.

-¿Vas así vestida?-Preguntó sin el afán de molestarla o ofenderla pero se le hacía raro ver a una diseñadora vestida tan… normal. Sulli nunca iría así a ningún lado, ni siquiera saldría de su casa así.

-¿Qué tiene de malo?-Preguntó la joven.-No vamos a ninguna cena elegante ¿verdad?-Dijo ahora viendo a la morena que iba con una blusa roja con cuello en V, uno jeans azul marino y tenis tipo converse. Tal vez una vestimenta sencilla para cualquier persona pero para ella que era toda una conocedora no pasaron desapercibidas las reconocidas marcas de la ropa que usaba la joven. Pensaba en las marcas para tratar de no pensar en su bien definida cintura o las perfectas piernas que se dejaban ver por la estreches de la ropa.

Se veía muy bien, ¿Acaso a ella no?

-No, para nada es solo que…-¿Se imaginará dónde van?-Olvídalo diseñadora, sube al auto-Acto seguido se dio media vuelta y empezó a caminar para abrirle la puerta, aunque la rubia se le adelantó abriendo la puerta de atrás-¿Acaso piensa que va con chofer diseñadora?-Preguntó curiosa al ver las intenciones de la mujer de ir en la parte posterior.

-Creía que recogeríamos a Sulli en el camino a donde sea que me lleva.-Señaló la mujer.

-No.-Dijo ella abriendo la puerta de copiloto.-Hoy solo seremos tu y yo diseñadora.-Añadió sonriéndole con sorna-¿Qué te parece?

-Me parece que debo estar precavida.-Le contestó ella con una sonrisa altiva y entró al coche.

No pasaron tres minutos para que la joven le diera alcance en la silla de piloto.

-No te preocupes diseñadora, prometí ser buena-Aseguró.-Palabra de exploradora.

-Espero que en realidad hayas sido exploradora-Le amenazó a la morena.

-Me atrapaste.-Dijo sonriendo con resignación. No había conocido a mujer más inteligente en sus veintitrés años de vida.

El camino era un poco largo y no mencionaron palabra desde que salieron de en frente de su edificio. La morena observaba de reojo a la diseñadora con el mismo semblante serio y apagado con el que la había conocido. ¿Qué le pasará?, ¿Por qué está tan deprimida a pesar de ser exitosa y reconocida? Y también muy bonita. ¿Qué pensamientos pasaran por esa rubia cabecita?

-Fotógrafa-Llamó la joven mujer a su acompañante.

-¿Si?-Contestó ella saliendo de su ensoñación.

-¿Estoy bien vestida?, digo para donde sea que me vayas a llevar.-Agregó rápidamente la rubia.

Las risas inundaron el lugar, risas de la morena que no hacían más que ruborizar a la rubia. No debió preguntarle nada a la tipa esa. Debió saber que iba a ser motivo de su burla.

-Olvídalo.-Agregó molesta Jessica.

-No, no te enfades.-Agregó ella rápidamente.-Me río porque eso era lo que te preocupaba, todo por lo que dije.-Dijo dejando de reírse.-No malentiendas, me sorprendí porque no me esperaba que la diseñadora usara ropa deportiva, imaginé que saldrías con un elegante conjunto Prada o un vestido Chanel. En ese momento si me hubiera burlado de ti. Pero parece que sabes perfectamente a donde vamos.

-Pues no, no lo sé.-Dijo la rubia con un poco menos de coraje.-Mis conclusiones hasta ahora es que vamos a un lugar abierto.

-Wow, que perspicaz.-Dijo de manera sarcástica. Era obvio que era en las afueras porque ya habían salido de la ciudad.

-Idiota.-Masculló Jessica-Además tienes tú cámara a la mano, quiere decir que irás a tomar fotografías.-Le dijo.

-Otra brillante deducción mí querido Watson.-Comentó fingiendo peinarse un inexistente bigote.

-¡Al diablo!-Comentó frustrada, ¿Acaso todo lo que ella decía se convertía en burla para ella?-Solo quería saber si iba de acuerdo a la ocasión.

-Ya va, no te enfades. Te ves más bonita cuando sonríes.-Le dijo insinuantemente provocando rubor en las mejillas de la mujer.

Aun así no había dicho nada de su ropa, pensó frustrada y nuevamente pasó a ignorarlo por el resto del camino. Para la morena no pasó desapercibido su nuevo cambio de humor. Dios ¿Qué tan importante era para las mujeres decirles que se veían bien? Sulli siempre se lo exigía y ella siempre la ignoraba. Solo acostumbraba a decirlo luego de ver lo bien que quedaban sus fotos pero era más por ver lo bien que salían sus fotos y bueno a Sulli… solamente cuando quería pasar el rato con ella. Regresó a ver a la mujer, ella no era del tipo de chicas que iba a hacer lo que ella quería. Con lo mal que la trataba.

Mierda…

-Ta ves bien diseñadora, en serio.-Dijo regresándola a ver solo por el retrovisor. Su reacción fue de sorpresa primeramente y luego poco a poco una sonrisa empezó a formarse. Una dulce y sincera sonrisa que la pilló desprevenida. Fingió ver hacia uno de los retrovisores para evitar que vea su rubor.

Tal vez y solo tal vez podría empezar a decir cumplidos un poco más a menudo.

Si todas las sonrisas fueran como las de ella.

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Se dio media vuelta en la cama y aspiro profundamente entre sus sábanas blancas el olor que aún estaba impregnado en ellas. Abrió los ojos poco a poco y una sonrisa se coló en sus labios. Aún estaba dormida así que pasaran unos minutos antes de que vuelva a la realidad acerca de lo ocurrido la noche anterior.

Esta vez si se entregó a ella totalmente. A pesar de que trató por todos los medios de controlarse su cuerpo traidor pudo más que su mente a pesar de que se repetía constantemente que Taeyeon…

Abrió los ojos desmesuradamente ¿Dónde estaba Taeyeon?

Se incorporó llevando consigo sus sábanas para cubrir su desnudez hasta encontrar su bata rosa que usaba la noche anterior y decidió salir de la recamara. Se detuvo frente a la puerta y todos sus miedos por sus contradicciones aparecieron instantáneamente.

Primero recordar el hecho de que se acostó con una mujer felizmente casada. No la sedujo o la incitó, por Dios ella solo fue por un poco de leche para poder dormir. Pero debió de poner más resistencia a las caricias y los besos que ella le prodigaba.

¿Qué le diría ahora?, ¿Qué se dirían ahora?

Que todo fue un error, una locura, una calentura del momento. Sabía que debía irse de esa casa pero solo recordar que cuando mencionó eso fue cuando ella empezó a besarla con urgencia. No puedes besar a la madre de alquiler de tus hijos de esa manera, ella que estaba con las hormonas alborotadas y sensibles a la mínima provocación de cualquier tipo.

Antes de salir a enfrentar la situación debía prepararse para las posibles situaciones que podían darse con Taeyeon. Una de ellas era que le mirara con arrepentimiento y culpa, empezara a hablar atropelladamente para al final llegar a la conclusión de que todo fue un error que no debía pasar etc. La segunda era que ignorara la situación y la tratase como si nada hubiera pasado destrozando así poco a poco su corazón porque se sentiría nuevamente como un vil objeto con el cual hacían y deshacían a su propio parecer. Y la tercera, la menos probable era que las cosas cambiaran entre ellas, que tal vez y solo tal vez tuviera un mínimo sentimiento por ella y tratara de besarla o algo así.

Y ella se convertiría en una amante. Cargaría por siempre con la culpa de haberse metido en medio de una pareja. ¡Por Dios! Si ella y Jessica serían quienes cuidarían de sus hijos. Jessica… aquella mujer que la dejó con su esposa con toda confianza, también había traicionado eso. Aunque en parte también era culpa de ella ¿Qué esposa permite que su esposa se acueste con otra solo para concebir un hijo? Y en su caso tres.

Ella no podía soportar todo eso… así que lo mejor sería que vaya y enfrente a Taeyeon para salir de una buena vez por todas de esa horrible situación y sea cual sea el resultado se iría a casa de sus tías ese mismo día. Ya que cualquiera de las tres opciones es igual de mala para ella y si tomamos en cuenta que Taeyeon ni siquiera la había despertado o llamado ya le decía algo. No es que esperaba despertar entre sus brazos por mucho que lo quisiera.

Respiró profundamente tres veces y se colocó un suéter sobre su fina bata lista para enfrentarse a una de las cosas más difíciles. Recorrió el pasillo y tocó la puerta del cuarto de Taeyeon preparándose mentalmente para cualquier aparición de Taeyeon pero nunca llegó o contestó a los golpes de la puerta. Tal vez estuviera abajo así que decidió bajar para verla; con cada escalón que bajaba sentía como su estomago se contraía y estaba segura que sus hijos no eran los causantes de eso.

Pero buscó por toda la casa y Taeyeon no estaba ahí. En ese momento fue cuando se sintió como la mujer más sucia del planeta. Como esas as a las cuales les dejas el dinero tirado en la cama y te vas.

-Cobarde…-Ella estaba dispuesta a hablar de lo sucedido pero ella no. Correcto.

Se metió a la ducha y salió luego de una media hora. Se vistió de manera sencilla, necesitaba hablar con alguien, pero ¿Quién? Si hablaba con su tía lo más probable era que no le importara su estado y fuera directamente a golpear a Taeyeon. Con Yoona sería un resultado similar. Entonces ¿Quién? Su mente se iluminó al pasarse por ella el rostro de cierta castaña que era su hermana: Sunny. Con ella podría despejase un poco para luego volver y hablar las cosas con ella. Aunque si en sus manos estuviera ya está decidido que se irá.

Sería lo mejor para ambas y por sobre todo para las tres personas que crecen en su vientre…

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El sudor caía en sus frentes, llevaban horas practicando. Agradecía que Sooyoung fuera tan buena como ella para poder llevarle el ritmo sino su frustración no se iría y parecía que la gigante también se estaba descargando por algo.

-Gané.-Exclamó la menor cansada.

-¿Molesto gigante?-Preguntó luego la mayor.-Esos golpes que le dabas a la pelota eran…

-Quien habla.-La interrumpió Sooyoung secándose la frente con la toalla y bebiendo de su botella de agua.-Casi me quiebras la mano en uno de tus saques.

Ambas sonrieron luego de verse, practicaban tenis desde chicas por lo cual ahora eran unas excelentes adversarios reconocidos en el club que frecuentan.

-¿Qué pasa Sooyoung?-Habló Taeyeon sentado observando como la cancha estaba de momento vacía.

-¿Qué te pasa a ti Taeyeon?-Preguntó la menor.-Me sacaste de mi cama a las ocho de la mañana y me dijiste que viniera, no iba a venir pero casi me lo suplicaste.-Agregó la menor con burla.

-Kim Taeyeon no ruega a nadie.-Aclaró la mayor.

-Como sea.-Finalizó la menor rodando los ojos-¿Qué ocurre Tae?

El silencio se formó entre ambas y era molesto. Pero no sabía ni para que había hecho venir a Sooyoung, solo sabía que debía hablarlo con alguien.

-Me acosté con Tiffany-Lo dijo tranquila y serena pero estudiando muy bien las reacciones de su hermana menor que parecía en trance. Hasta que poco a poco una sonrisa empezó a formarse en su rostro.

-Enhorabuena.-Dijo riendo y palmeando la espalda de Taeyeon-Ya me imaginaba que algo tenía que ver con Tiffany todo esto pero nunca me imaginé que sería eso. ¡Bien Tae!

Y eso bastó para que explotara.

-¡¿Cómo puedes felicitarme Sooyoung?-No lo gritó, pero si lo dijo molesta y fuerte.-Traicioné a mi esposa, me acosté con la mujer que dará a luz a mis hijos y lo peor es que no me arrepiento de haberlo hecho Sooyoung-Dijo desesperada-Y sé que eso está mal, debería de sentirme miserable por no saber como decirle a Jessica pero… me siento miserable por haberme ido de la casa sin darle una explicación a Tiffany-Finalizó agarrándose la cabeza.

Sooyoung escuchó a Taeyeon, la miró fijamente y entrecerró los ojos. Con que eso era… su hermana estaba en un debate interno entre lo que quiere hacer y lo que debe hacer.

-Deberías sentirte culpable Taeyeon, eso no se hace y hasta yo lo sé.-Dijo la menor palmeando la espalda de su hermana pero ahora a manera de apoyo.

-Eso no me ayuda Soo-Le supo decir la mayor.

-Lo sé, pero Tiffany me cae lo suficientemente bien para hacerte sentir peor en estos momentos.-Le dijo con burla.

-¿De que lado estás?-Le supo decir Taeyeon.

-De ninguno, nada más no esperes que por ser mi hermana te daré la razón siempre a ti.-Le dijo riéndose.-Taeyeon dime algo…

-Habla.

-¿Por qué te acostaste con Tiffany?-Preguntó la menor.

-Porque…-Vaya, esa si era una buena pregunta. ¿Por qué lo había hecho?-No sé.-Dijo sinceramente observando la expresión de incredulidad de Sooyoung-No mal interpretes, es que son tantas cosas.

-Te escucho.-Dijo la menor poniéndose cómodo.

-Hace unos días fuimos a una fiesta de ex alumnos de la secundaria donde ella estudió.-Empezó a relatar.-Tiffany se encontró con varios amigos y amigas y con un ex novio.-La rabia se apoderó de su tono de voz solo de recordarlo.-Para resumirte él intento acercarse a ella y yo no se lo permití incluso le informe que esperábamos un hijo y solo Dios sabe cuan bien se sintió ver su rostro sorprenderse.-Una sonrisa malévola se colocó en sus labios de recordarlo.-Le dije a Tiffany en otras palabras que me pertenecía.

-¿Qué quieres decir con "en otras palabras"?

-Le dije que ella podría hacer lo que quiera cuando mi hijo no dependiera de ella y…

-¿Eso sientes?-Preguntó Sooyoung.

-¡Por supuesto que no!-Chilló Taeyeon-Pero se lo dije por lo molesta que estaba con el tipo ese.

-Ya entiendo… pero sigue. Luego te diré mi opinión.-Incitó la menor.

-Bueno, luego de eso nuestra relación por así decirlo empeoró. Nos ignorábamos cuanto era posible y anoche escuché ruidos en la cocina y cuando bajé estaba ella ahí. Con un fino camisón rosa con el cual se podía apreciar todo su cuerpo a la perfección y… ¡Deja de imaginártelo Sooyoung!-Reprendió a la menor al ver la cara que tenía. Que decía claramente que ya imaginaba a la pelirroja en aquellas prendas.

-Lo siento Tae, pero es tu culpa por decirlo de esa manera.-Se disculpó la menor.

-Me dijo que quería irse con su tía a vivir y yo… desde ese momento no pensé. Empecé a besarla con el único afán de que así olvidara la absurda idea de irse. Quería decirle de esa manera que no era un estorbo para mí o algo parecido y pues nos acostamos y puedo asegurarte que no me arrepiento de ello.

Sooyoung pensaba que tal vez debió estudiar psicología. Estar de consejera de su hermana mayor, si Taeyeon no luciera tan abatida se burlaría de ella sin dudas pero mejor luego.

-Según mi punto de vista imparcial, Taeyeon hay dos cosas que pueden estar pasando.-Le dijo.-Una, te estas volviendo algo loca ya que por el hecho de que tenga tus hijos no quiere decir que Tiffany te pertenezca, tú misma lo has dicho; eso es solo hasta que el bebé no dependa de ella.

-O sea que la primera opción indica que estoy loca-Dijo con burla-¿Cuál es la segunda?

-Que te estás enamorando de Tiffany.

"Enamorando de Tiffany" ¿Qué carajo decía Sooyoung? ¿Estaba loca acaso? Ella no puede enamorarse de Tiffany, ella es una mujer casada. Tiene compromisos y responsabilidades con Jessica. Eso era absurdo.

-Imposible.-Susurró la rubia.

-No digo que estés enamorada ya de ella hermana-Dijo Sooyoung rápidamente.-Pero tú nunca has sido celosa y a Tiffany la celas hasta de mí, a pesar de que sabes que yo no le haría nada, quieres tenerla para ti y por lo visto no soportaste siquiera la mención de que ella pudiera irse ¿Por qué Taeyeon? Si ella no te importa como algo más que como el vientre que lleva a tus hijos. Entonces ¿Por qué te molesta tanto?

-No lo sé…-Dijo la rubia resignada, asimilando cada una de las palabras de Sooyoung-Estoy casada Soo.

-¡Por Dios!, ¿acaso eso impide que te enamores Taeyeon?-Le reprendió Sooyoung-No negaré que hace mucho tiempo lo tuyo con Jessica era algo especial. Nunca me simpatizó tu mujer y lo sabes pero admito que antes eran una pareja de cursis enamoradas. Hasta que eso ocurrió y ambas ataron su vida a la de la otra por un simple compromiso Taeyeon.

-Fue mi culpa Soo…-Le recordó Taeyeon.

-No fue tu culpa, si lo ves desde el principio fue culpa de ambas.-Le corrigió.-Y poco a poco su amor fue muriendo y se convirtió en rutina. Ambas no dejan de culparte por lo sucedido Tae y lamento ser yo quien te lo diga pero tú ya no amas a Jessica y dudo que ella te ame a ti.

La rubia abrió los ojos con sorpresa. Mentiría si dijera que no se ha cuestionado sus sentimientos por Jessica en reiteradas ocasiones antes. Pero siempre había una escusa para el mutuo comportamiento de ambas.

-Hola.-Una voz se hizo presente.

-Hola Taeyeon, hola Sooyoung-Una voz femenina les saludó.

-Hola -Saludó Sooyoung a la castaña.-Hola Krystal-Ahora saludó a su esposa. Amber y Krystal Liu-¿Vienen a practicar?

-Venimos porque Amber quiere entrenar a los niños.-Expresó la mujer con una gran sonrisa.-Están tan entusiasmados que ya están calentando.-Terminó dirigiendo su mirada a la cancha a ver a tres niños de diferentes estaturas que se colocaban en fila delante de su madre.-Nos vemos chicos.-Se despidió la amable mujer.

-Adiós.-Se despidieron ambas.

Taeyeon observaba concentrada como Amber les enseñaba a sus pequeños hijos como coger la raqueta y golpear a la pelota. Casualmente eran tres niños, un castaño alto de no más de ocho años y las mellizas, ambas con el cabello rubio de ella que escuchaban atentamente la lección.

-Tal vez en unos años podrás hacer eso.-Empezó Sooyoung-Y dime Tae ¿A quién imaginas en la banca animándolos?

Es cierto inconscientemente la imagen mental se coló en su memoria. Sus tres pequeños, del mismo tamaño. Tal vez un rubio, un pelirrojo y una rubia parecida a la madre mirándola con idolatría mientras ella les enseñaba a practicar el deporte y en las bancas… en las bancas estaba ella… la madre de sus hijos. En su mente no era una rubia la que los veía entrenar, era una pelirroja con sonrisa de ángel a la que los niños recurrían y le gritaban que los vean practicar.

Era Tiffany…

-No tienes que contestar.-Le dijo la castaña divertida.

-Soo yo… no se lo que siento.-Dijo resignada.

-Lo único que te puedo decir Tae. Es que debes aclarar esa situación lo antes posible.-Le dijo seriamente.-Si a pesar de que la deseas y sientes "algo" por ella no estás dispuesta a explicárselo siquiera, creo que lo mejor es que la dejes irse de tu casa.

-¿Y dejar que Yoona o cualquier otro de sus ex novios la ronden?-Preguntó escéptica-Debes estar bromeando.

-Bueno al menos deja que tu hermanita la ronde.-Dijo Sooyoung con su típico tono de burla.

-Sooyoung… basta.-Dijo la rubia un poco molesta.

-Eres increíble Taeyeon, me conoces y sabes que yo no haría eso y aún así te molesta pensarlo.-Se burló la menor.

-Porque te conozco precisamente es porque te lo digo.-Dijo la mayor.

-Pues acostúmbrate hermana porque Tiffany es una de las mujeres más hermosas que he visto y si decides seguir con Jessica tal vez la veas del brazo de Yoona algún día.-Le dijo con ese aire de malicia tan propio de ella. Sonrió abiertamente al notar como el cuerpo de su hermana se tensaba ante la idea.-He escuchado como habla de ella y por Dios parece que hablara de una santa.

-Sabes, a veces creo que disfrutas hacer esto.-Le dijo Taeyeon seria.

-¿Qué cosa?-Preguntó inocente.

-Hacerme sentir miserable.-Le dijo regresando a verla con una cansada sonrisa.

-Es mi deber de hermana hacerte ver tus errores y serte totalmente sincera al respecto. –Dijo acomodándose en el respaldo de la silla para beber un poco de su bebida energética.-Tae, si la dejas ir no faltará alguien que la quiera para si.-Murmuró despreocupada-Y ese alguien posiblemente será nuestra "querida" media hermana.

Taeyeon lo sabía, estaba plenamente consciente que esa era una gran posibilidad. Después de todo ¿Quién es ella?, ¿Qué es ella para la pelirroja además de la mujer que la embarazó y tomó su idad?, la madre de sus hijos… por un tiempo. No le gustaba pensar en eso pero ahora se veía obligada a hacerlo.

¿Qué iba a hacer?

-Eres humana Taeyeon…-Le recordó Sooyoung-A lo mejor te equivocaste al casarte con Jessica solamente por lo ocurrido. Pero como humanos que somos debemos caer, para volver a pararnos. A lo mejor la vida te está dando una segunda oportunidad de ser feliz y tú no quieres verla.-Dijo la menor seriamente y vaya que era extraño que Sooyoung este seria.

Ella tenía razón pero aun así debía pensar muy bien en lo que haría. Después de todo si ya se equivocó una vez no quiere hacerlo dos veces. Jessica es su esposa y aún siente algo por ella a pesar de todo lo que han pasado no es fácil borrar de su mente los buenos momentos que pasaron juntas desde hace ¿ocho años? De los cuales los cuatro primeros años de su noviazgo eran amor y felicidad hasta que aquella desgracia ocurrió. Ahora viene Tiffany a poner su mundo de cabeza volviéndola alguien celosa y posesiva pero a la vez… feliz. Le gustaba verla sonreír mientras se acariciaba su apenas abultado abdomen, algo que ella también quisiera hacer sin embargo aun no tiene la confianza necesaria para hacerlo. Le gusta escucharla mientras le habla a su apenas abultado vientre. Y solo de pensar saberla en brazos de otro lograba irritarla en sobre manera.

Observó a su hermanita y sonrió involuntariamente a veces Sooyoung servía para algo además de ligar con mujeres hermosas. Estaba tomando su jugo así que se lo ocurrió una manera de vengarse por lo de Yoona.

-Soo, tendrás tres sobrinos.-Observó como la castaña abría los ojos desmesuradamente.-Serán trillizos.

Escupió el jugo que bebía embarrándose toda su blanca vestimenta. Taeyeon no paraba de reír.

-¡¿Qué?

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Un derecho, un revés, un derecho, un revés, dos derechos…

Tenía que seguir la puntada de su obra a la perfección si no quería volver a repetir todo su trabajo. Aunque bueno tomando en cuenta que aún no tenían ni idea de que sería lo mejor era hacer ambos. A pesar de que bueno… lucía algo extraña.

-¡Bu!-Un gritito femenino la sacó de su estado de profunda concentración provocando que el tejido cayera sobre sus piernas.-Pero que concentrada estabas hermanita.

-¡Fany-ah!-Saludó la menor entusiasmada.-Que alegría verte, hace mucho que no vienes por aquí.

-Si... andaba algo ocupada.-Dijo la pelirroja tratando de sonar indiferente.

-Me imagino, con todo eso del bebé no debe ser para menos.-Respondió la menor con una sonrisa que fue totalmente correspondida por Tiffany.

-¿Qué haces pequeña?-Preguntó la pelirroja observando lo que había dejado caer Sunny cuando la asustó.

-Nada.-Contestó la menor levemente sonrosada.

-Claro.-Contestó Tiffany con una sonrisa, trataba de sonreír lo más que podía para así evitar que su hermana con lo sensitiva que era descubriera que algo la molestaba. Pero cuando observó lo que Sunny estaba haciendo, no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas-¡Oh por Dios!

-Aún no está terminada.-Anunció la menor.-Y no creas que me creeré eso de que está perfecto o algo así después de todo tengo manos torpes y sé que a lo mejor ya empezarás a comprar ropita para él y si tomamos en cuenta que la mamá del niño tiene dinero lo más seguro es que sea ropa cara entiendo si no le pones….-Hablaba atropelladamente debido a los nervios de la situación.

-Sunny no seas tonta.-Le atajó Tiffany a los disparates que soltaba su hermana.-Digas lo que digas está perfecto.-Le aseguró.-Créeme que se la pondré todos los días.-Bromeó la joven.

-Pobre usará ropa sucia.-Le siguió el juego Sunny provocando que ambas rieran al unísono.

-¿Qué tal va todo Sunny?-Preguntó Tiffany-¿Cómo te has sentido?-Cuestionó nuevamente.

-Bien Tiffany, no debes preocuparte.-Le aseguró.-Creo que ahora la prioridad eres tú y ese bebé que viene en camino- en eso, recuerda algo -Que por cierto me debes un cuento, ¿Cómo antes no supe lo tuyo con Taeyeon?

Fue en ese instante que una inevitable sensación de nervios con un amargo sabor en la boca se hizo presente en ella. Había ido a visitar a su hermana con el deseo de poder desahogarse, de poder compartir sus sentimientos al haber estado con una mujer casada y, peor aún, que haya sido la primera. ¿Cómo explicarle a su hermana que toda aquella farsa que le había plantado no era más que para esconder su nueva y bizarra profesión: ser un vientre alquilado? Rectifiquemos... ¿Cómo explicarle, a tu única hermana de salud inestable, que se ha acostado con una mujer casada y que le ha pagado por sus ovarios?

Quizás debería pensar cómo explicarse a sí misma el porque se ha acostado con una mujer casada, cuando no debería haber ningun tipo de sentimientos de por medio.

No lo hay, ¿Verdad?

-Tiffany...

-¡Oh!- despertando de su trance -Bueno... la señ... digo, Taeyeon y yo nos conocimos de pura casualidad... No fué gran cosa- tratando de sonar lo mas humanamente posible, cuando sentía un ataque de nervios por no tener como talento ser mentirosa -Fué... como decir... ¡Amor a primera vista!- riendo nerviosa, aunque al haber escuchado aquella frase de sus propios labios sintió desanimarse... -Y una cosa llevó a la otra y...

-Tiffany...

-¿Mmm?

-No me mientas...- un tanto seria como sorprendida, con aquel atento tejido aún en sus manos.

Era tan absurdo creer que su hermana podría comerse algo como eso. Pero decirle la verdad solo afectaría su salud, su vida, todas aquellas mejoras por las cuales había luchado desde aquella letal enfermedad se aferró a su joven vida...

-Hay una mujer...- soltó, con unos aires más opacos rodeándola... -Es muy hermosa, profesional, y lo tiene todo...- sonriendo con nostalgia ajena -Es la ex de Taeyeon, y creo que ella sigue teniendo sentimientos por ella... hay un vínculo que parece unirlas... y siento que soy incapaz de romperlo.

Se dijo más a sí misma que a su hermana. Conciente de que a pesar de nunca haber tenido intenciones de meterse en el medio de una relación matrimonial, tenía una extraña tristeza invadiéndola cuando se creía menos que aquella mujer... Parecía haber algo en su interior que indirecamente quería destruir un matrimonio, algo que dolía cuando sabía que no podía hacerlo, y que dolía más aún cuando aquella rubia demostraba lo mismo.

-¿Y?

La voz de su hermana nuevamente le hizo reaccionar, sorprendiéndola.

-Un ex es un ex... por algo aquella relación acabó... además, quizás seas incapaz de romper ese vínculo pero... ¿Qué te impide a ti crear uno más fuerte, más grande, y más especial?- sonriendo al detallar la expresión de su hermana, era claro aquel brillo de esperanza que tenía en sus ojos miel -No dejes que algo como eso te evite amarla... Se ve que estás muy enamorada de ella, y yo creo que eso es suficiente para que Taeyeon se de cuenta que vales oro, y que no te dejará por nadie...

Una enfermera entró en esos momentos a administrarle su medicina a Sunny a pesar de las replicas de ella al respecto alegando el sueño que le producía dicho medicamento. Pero de esa forma Tiffany pudo analizar y asimilar las palabras dichas por Sunny ¿Enamorada de Taeyeon?, ¿ella?, eso no era posible. Eso no podía ser posible. También decir que Taeyeon la quería a ella si la quisiera ella no se habría marchado así sin decir nada y… ¡Por favor ella no podía quererla porque estaba CASADA! Y ella era una mujer guapa, demasiado guapa, profesional y muy maternal. Ellas eran la pareja perfecta y ella… ella solo era el vientre que les entregaría a sus hijos para completar aquella felicidad en su dichosa familia.

-Maldita medicina.-Masculló Sunny-Siempre…-Bostezó.-Me hace dar sueño y justo hoy que viniste a visitarme.

-Tranquila pequeña, vendré otro día.-Le aseguró.-Descansa.

-Tiffany-La llamó antes de que se vaya.-Habla con ella, arreglen las cosas. Ella es humano y comete errores. Me alegra que te hayas vuelto a enamorar Tiffany.

-Trataré Sunny-Mintió la mujer.

Observó a su hermana sonreír antes de caer dormida ¿Qué tan fuerte será aquella medicina que le administraban para dejarla sin fuerzas en menos de diez minutos?

Se preparaba para salir cuando escuchó un tenue susurro salir de los labios de aquella a la que consideraba su hermana

-Sooyoung…

Tiffany no pudo evitar sonreír para luego preocuparse por Sunny, está conversación fue muy corta pero le extraño que mencionará a aquella castaña en sus sueños. Y ella no quiere que la lastimen

Ni a Sunny, ni a ella y para ello tendría que empezar con ella.

Y solucionar su "situación" con Taeyeon…

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-¿Ya llegamos?-Preguntó la mujer que iba en el asiento de copiloto por vigésimo tercera vez en la última hora.

-¿Sabes que has estado preguntando lo mismo casi cada dos minutos?-Preguntó la morena ya impaciente.

-Me dijiste que estaba cerca fotógrafa, llevamos una hora en el coche.-Le recordó la rubia.

-Es relativamente cerca, comparado con otros lugares diseñadora.-Contestó con su paciencia al límite-¿Por qué tanto apuro?, ¿Quieres ir al baño? Porque por aquí hay muchos árboles.

-¡No!-Exclamó colérica.-No me gusta ir mucho en vehículos a más de lo necesario.-Exclamó siendo regresada a ver por un par de ojos incrédulos-¿Qué?

-Si los medios de transporte son unas de las mejores invenciones del hombre.-Exclamó la joven fotógrafa sorprendida.

-Prefiero caminar.-Dijo ella solemnemente.

-¿Defensora del medio ambiente?-Preguntó burlona.

-¿Qué tiene eso de malo?-Preguntó incrédula.-Además simplemente no me gustan los vehículos y ya.

-Que carácter.-Murmuró divertida al ver como lograba hacerla enfadar y lo fácil que era ello.

La mujer se percató del gusto que se daba la morena con molestarla así que ¿Por qué no hacerlo ella también? Después de todo dos pueden jugar el mismo juego.

-¿Ya…?

-Llegamos.-Anunció triunfante la morena.

La diseñadora se quedó con las palabras en la boca y más que todo sorprendida con el hermoso espacio abierto que observaban sus ojos. Era un complejo gigantesco a orillas de un casi translúcido río; rodeado de muchísima área verde, flores, huertos y una gran casona a unos diez metros del río.

Se veía a unos doce niños corriendo y jugando entre ellos siendo supervisados únicamente por tres adultos ¿Serán los doce nada más de una pareja? Yuri les pitó de su coche y automáticamente todas las cabecitas regresaron a verlas. Doce sonrisas se formaron instantáneamente luego de ver a la morena. Cinco de ellas tiernas dignas de dulces niñas y las otras siete eran de claros demonios masculinos listos para saltar al acecho mientras corrían hacia ambas.

Contra el suelo fueron a parar todos mientras los niños trataban de neutralizar a Yuri esta les respondía con una dosis de ataques de cosquillas gratuitos. Finalmente la morena logró levantarse llevándose a un niño en sus brazos.

-¡Victoria!-Exclamó efusivamente.

-¡Tramposa!-Gritaba uno de los niños.

-¿Yo?-Preguntó la morena incrédula-Si ustedes fueron los que me atacaron a traición seis contra uno.

-Pero tú ya eres vieja-Le acusó otro.

-Nunca repitas eso.-Habló la morena con voz lúgubre y seria.-Porque sino….-Un cambio radical en su expresión.-Te mataré con cosquillas.-Dijo regresando a la carga.

Estaba sorprendida… ¡joder! Estaba estupefacta. Nunca se imaginó esa faceta de la fotógrafa ertida-acosadora-molesta. ¡Pero si parecía una niña más y era muy feliz siéndolo! Observaba como la morena era guiada por los niños hacia donde se hallaban las niñas y los tres adultos que le sonreían con cariño.

-¿No vienes?-Preguntó de repente girando la cabeza noventa grados para visualizara.

Jessica apenas asintió y los siguió desde atrás… muy atrás. Los veía reír entre ellos muy felices. Cuando llegaron donde las niñas ellas corrieron gritando emocionadas al ver a Yuri llegar y esta muy efusivamente abrió los brazos y las recibió gustosa. ¿Serán algunos parientes?, ¿Dónde la había llevado la fotógrafa?

-Niños, quiero presentarles a una… amiga mía.-Anunció la morena poniéndose a la altura de los niños.-Del trabajo.

-¿Otra?-Preguntó uno de los niños con fastidio-¿Otra como Sulli?

-No, ella no es como Sulli-Aseguró la morena, tampoco podría decirles como era Jessica puesto que ni ella misma lo sabía pero algo le decía que ella no era como Sulli-Ven.-Animó a Jessica.

-Hola.-Saludó la joven rubia algo nerviosa ante la expectante mirada que doce niños tenían sobre ella.

-Ella es Jessica Jung, perdón Kim-Corrigió la morena rápidamente.-Jessica Kim.

Los niños permanecieron en silencio lo que causaba un poco de nerviosismo en la rubia hasta que una niña le sonrió. Era la más callada, una niña de unos nueve años de tez clara, ojos castaños y cabello chocolate que se adelantó a los demás directamente hacia ella.

-Es cierto, tú no pareces Sulli-Musitó la niña.

Claro que no se parecía a la modelo esa, Sulli era alta, esbelta, morena y hermosa... además que era la novia de Yuri.

-Tú eres más bonita que ella.-Exclamó con una sonrisa.-Bienvenida al Orfanato "Dasi Mannan Segye"

Ante la reacción de la niña, los demás también la sonrieron con alegría. Al igual que la misma Yuri.

-Por eso eres mi preferida Krystal-Soltó a la niña de cabellos chocolates.-Diseñadora, estos son: Jiyoung, Ryuwook, Chen, Luhan, Taemin y Yunho y ellas son Luna, Sunye, Jiyeon, Yubin y mi querida Krystal.

-Mucho gusto.-Dijeron los niños al unísono haciendo una reverencia.

-El placer es mío.-Respondió Jessica de la misma manera, algo torpe debido a que normalmente en Londres no acostumbran a hacer reverencias al estilo oriental.

-Bueno.-Dijo YUri con entusiasmo-¿Quién quiere ir a jugar al río?

Jessica observó como los niños gritaban entusiasmados y corrían junto con la joven de cabellos azabaches con dirección al río. Se veían alegres, divertidos; tirándose agua unos a otros. Entre cinco trataron de sumergir a Yuri y lo lograron, pero si…

-Parece otra niña ¿verdad?-Preguntó una voz femenina acercándose a ella y provocando que volteara a verla.-Mucho gusto señorita…

-Jung-Soltó ella sin ser consciente que había omitido su nombre de casada.-Jessica Jung y el gusto es mío señora…

-Lee Eunjung-Se presentó la veterana mujer.-Por favor acompáñenos.-Pidió a la diseñadora y la llevó hacia donde se encontraban los otros dos adultos de edad a los que saludó con respeto.

-Hacía mucho tiempo desde que Yuri no traía a una amiguita ¿verdad?-Habló un hombre a las otras dos mujeres.

-Desde que trajo a ese adefesio de piernas largas anti-niños no se ha atrevido a traer más.-Corroboró la otra mujer.-Al menos esta se ve más sencilla.

-La fotó… Yuri ¿Viene muy a menudo?-Preguntó Jessica a la mujer que la llevó hasta ahí que parecía encantada viendo a los niños jugando.

-Cada que puede señorita.-Dijo con una sonrisa.-Trata de hacerlo cada semana pero depende de su trabajo. A pesar de eso no se olvida de estos niños al igual que como nosotros no nos olvidamos de ella. Nuestro pequeño tesoro…

-Yuri… ¿Estuvo aquí?-Preguntó Jessica incrédula.

-Claro.-Contestó la mujer con una sonrisa nostálgica.-Fue uno de nuestros dolores de cabeza más grandes.

-Pero… ¿Por qué en este orfanato ahí tan pocos niños?-Preguntó la rubia, aunque su pregunta en realidad era otra.

-Como te habrás fijado los niños de aquí son todos coreano, huérfanos coreanos.-Dijo la canosa mujer.-Sus padres fallecieron por diversos motivos y al ser tan pocos si se los dispersa entre orfanatos tienden a sufrir de marginación o maltratos por parte de otros niños. Después de todo los americanos y los ingleses tienen similitudes pero un coreano no las tiene con ninguno de ellos y aunque los niños no lo hagan con mala intención les hieren. Por eso creamos este orfanato "Dasi Mannan Segye"

-"Into The New World".-Repitió Jessica monótonamente.

-Sí, aquí los huérfanos de oriente pueden soñar y mantener sus esperanzas.-Ambas mujeres sonrieron ante el pensamiento.

-¡¿Pero qué…?

La rubia fue alzada en vilo sorpresivamente por un cuerpo húmedo y estaba siendo dirigida al río. Solo podía tratarse de una persona.

-No te traje para que te sentaras a calentar un asiento diseñadora, ven a divertirte.-Exclamó Yuri.

-Bájame fotógrafa de m…

-No, no, no diseñadora. Nada de insultos que hay niños presentes.-Calló a la rubia Yuri.

Y luego de eso ya se encontraba en el agua escuchando las carcajadas de Yuri. Abrió sus ojos de a poco y se encontró con doce miradas preocupadas que no sabía cómo iba a reaccionar ella y fue la pequeña Krystal, la valiente que se acerco y le chispeó un poco de agua. Los niños se tensaron y ella…

Empezó a reír como una colegiala, no es que le gustase ver el miedo en el rostro de los niños sino que la veían como si fuera a pararse a pegarles o a gritarles. Ella nunca podría hacerle eso a un niño, jamás. Uniéndosele los pequeños también empezaron a reír y la pelirroja como venganza empezó a tirarle agua a Krystal.

-A Krystal no la tocas diseñadora.-Advirtió Yuri tirándole agua también.

-¡Contra Yuri!-Anunció uno de los niños y entre todos empezaron las guerras de agua. Las niñas con Yuri y los niños con ella apoyándola en su afán de hacer caer a la morena. Y vencieron para luego de ello estallar en carcajadas.

Los llamarón para cenar y con todos a su alrededor envueltos por una toalla mientras comían un humeante plato de Ramen y escuchaban las historias de Yuri. Las cuales eran lógicamente inventadas pero Jessica se sentía incapaz de decir algo al ver como los ojitos de los niños brillaban escuchando las historias. Luego le toco hablar a ella y aunque al principio fue bastante nerviosa y contando cosas sin sentido pero verídicas que no provocaban ninguna sonrisa, se dio por vencida y siguió el ejemplo de Yuri aunque claro que ella no habló de dinosaurios, robots gigantes o de "Yuriwomen" pero empezó a hablar de magos, brujas y vampiros enamorados haciendo que así los niños rían y poco a poco fueran empezando a dormirse.

Los tres mayores las miraban encantados, el amor por los niños que ambos emanaban era casi palpable. Y se veía que se divertían haciéndolo.

-Espero que la traigas nuevamente hija, estoy segura que a los niños les encantaría.-Habló Eunjung.

-Si ella quiere la traigo vieja.-Dijo la fotógrafa despidiéndose de la señora.

-¿Volverás?-Preguntó la señora dudosa.

-Por supuesto.-Aseguró la rubia.

-Una esposa así deberías conseguir Yuri, no ese adefesio de piernas largas con un kilo de maquillaje que trajiste hace tiempo.-Habló el anciano.

-Lo que digas viejo.-Grito Yuri-Cuidado y se rompe la columna.-Dijo con el afán de burlarse del hombre mayor. Observando como la otra mujer se lo llevaba mientras él iba gritando algo así como "Muchacha del demonio" y la mujer le reprendía. No pudo evitar reír.-Nos vemos.-Dijo abrazando a Eunjung-Cuida a ese par de viejos no se maten, cuida de los niños y cuídate tu Eunjung-Dijo Yuri con cariño.-Volveré pronto.

-Adiós señora Eunjung-Se despidió Jessica.

-Adiós hija, por favor vuelve pronto.-Pidió la señora despidiéndose.-Y cuida que Yuri no haga ninguna locura por favor.

-¡Me ofendes!-Se quejó la morena.

-De acuerdo señora despreocúpese.-Dijo Jessica despidiéndose con su mano y dirigiéndose al coche del castaño.

El camino de regreso fue callado y silencioso a excepción de uno que otro susurro indignado de Yuri afirmando que era una tontería que la cuidaran. Mientras Jessica estaba pensando aún en el perfecto día que pasó junto a esos niños. No había reído así desde que estaba en secundaria, se sintió joven, se sintió querida…

Se sintió feliz.

-¿Te divertiste?-Preguntó Yuri sacándola de su estado de ensoñación.

-Si.-Contestó la mujer.-Muchas gracias.-Dijo sinceramente.

-Supongo que perdí entonces.-Dijo resignada-Por favor nada más no me hagas desfilar alguno de tus diseños, tengo una reputación que cuidar.

-¿La de "Yuriwomen"?-Preguntó burlesca.

-Oye…-Se quejó la morena escuchando como la diseñadora empezaba a reír.-Tienes una risa muy bonita, creo que es la primera vez que te oigo reír.-Dijo con una sonrisa nostálgica.

-Desde hace muchos años ya que no reía así.-Aseguró la rubia-A veces la vida no te da motivos para hacerlo.-Comentó tristemente causando intriga en la morena-Pero ¿Cómo diste con ese lugar?

-¿Con el orfanato?-Cuestionó y la rubia asintió.-Yo estuve ahí.-Dijo sinceramente observando como la diseñadora agachaba la mirada apenada por haber preguntado algo tan delicado.-No pongas esa cara.-Pidió la morena-Mis padres murieron cuando yo era muy pequeña en un accidente de tráfico, iban ellos y mi hermana menor Sunny.

-Yo… no tenía ni idea.-Se disculpó.-No tenías que remover tu pasado por decírmelo.-Dijo la joven aunque ahora podía entender ciertos aspectos de Yuri.

El cambio de Jessica en esa tarde fue de trescientos sesenta grados, de ser la amargada y fría diseñadora se volvió una cálida joven que ríe, sueña, sonríe y anima.

-Sabes diseñadora no eres tan mala después de todo.-Dijo la joven repentinamente.

-No bajes la guardia fotógrafa eso solo ha sido una pequeña tregua.-Le dijo siguiéndole la corriente.

-Como sea.-Dijo la joven ya viendo la entrada al edificio donde la joven vivía.-Jamás me imaginé lo bien que te llevarías con los niños.-Dijo sinceramente.-Sulli los odia, literalmente. Además tiene la estúpida idea de que no podría criar a un hijo de otra persona, es una locura digo son niños que perdieron a sus padres, a los cuales puedes hacer feliz y ellos hacerte feliz a ti. Padre no es quien engendra sino el que cría lo digo por mí misma. Adoro la memoria y los recuerdos que tengo de mis padres, pero mis tíos son los que me han acompañado desde entonces y los veo como mis segundos padres.

Golpe bajo para Jessica después de todo lo que ella había alegado acerca de la adopción. Que era algo similar al modo de pensar de Sulli se sintió tan… vacía… tan mala. Las palabras de Yuri son ciertas demasiado ciertas para ella incluso ¿Por qué nunca lo vio de esa manera?, ¿Por qué se cerró únicamente a pensar de aquella manera tan errónea? Había convivido con aquellos niños y habría querido llevárselos a su casa pero porque nunca lo hizo antes, cuando Taeyeon se lo sugería…

-Llegamos diseñadora.-Anunció la morena-Sana y salva en la puerta de su casa.-Dijo observando como la mujer no se movía de su lugar, suponiendo que estaba mal por su historia decidió animarla un poco.-Estoy segura que cuando tengas tus hijos con tú esposa serás una excelente madre.-Pero por alguna razón en vez de animarlas tuvo el efecto contrario en ambos. La morena sintió que tragaba tierra al decirlo y a ella le abrieron una herida que había logrado olvidar por unas horas de diversión con aquellos niños.

-Yo… no puedo tener hijos.-Le soltó de golpe bajándose del vehículo para que la morena no pudiera ver sus lágrimas. Se sentía mal por lo que dijo ella acerca de su modo de pensar aunque ella no lo sepa y así evitar su lástima y también por haber recordado su miseria.

-Jessica…-Ahora lo entendía.

Ese era el motivo de su amargura con la vida…

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Ya eran las cuatro y treinta y cinco, asumía que Taeyeon ya estaría en su casa así que recogiendo todo el valor que podía entró a la casa. Esperó encontrar algun sonido que indicara que la rubia se hallaba en alguna de las habitaciones pero no se escuchaba nada. Buscó en la cocina, en la recámara, sala, en el hall, en el patio, incluso se arriesgó y toco la puerta del baño pero tampoco estaba ahí. La gran casa tenía al menos unas cinco habitaciones más y decidió entrar a ellas una por una. No a fisgonear simplemente se asomaba y veía si estaba ahí. Pasó por las dos primeras, una junto a otra y se sorprendió de ver como una era de color celeste con decoraciones infantiles talladas delicadamente en las paredes. Esa debía ser la alcoba del bebé si es que era niño. Luego se dirigió a la de junto y esa por si parte era totalmente rosa, instintivamente colocó una mano sobre su vientre y sonriendo tenuemente cerró ambas habitaciones. Siguió su recorrido dando con una habitación que a simple vista era de Jessica puesto que estaba llena de maniquíes, telas y dibujos confeccionados; por último llegó a una recámara pintada totalmente de negro sin ninguna ventana en ella solo una puerta tipo garaje que la conectaba con el medio exterior.

Examinó aquella lúgubre habitación negra la cual solo por poseer ese color llamó su atención desmesuradamente. Estaba decorada con múltiples cuadros en los cuales estaban enmarcados aquellos discos antiguos de reconocidos músicos y grupos musicales como "The Beatles" y "The Rolling Stone" habían al menos siete guitarras entre acústicas y eléctricas muy bien conservadas, varios amplificadores de sonido, tres micrófonos de pie y una batería. Era un santuario a la música, un paso a través de su historia. Habían varias fotos, muchas más que en el resto de la casa y en todas aparecía

-Taeyeon…-Susurró.

Al parecer fotos de secundaria en las que aparecía con sus amigos, con Sooyoung, con una hermosa mujer de cabello rubio cenizo, un castaña y Sooyoung y ella en los costados. Al parecer esa era su familia. También se lo veía con cada una de las guitarras y con otros muchachos tocando aquellos instrumentos en pequeños conciertos. Solo en una foto aparecía con Jessica y era al parecer cuando se habían graduado ya que se podía observar a una sonriente y entusiasmada rubia del brazo de otra rubia con autentico rostro de aburrimiento y quemeimportismo, tal vez incluso un poco de fastidio. No es que Taeyeon sonriera en todas las fotos, de hecho hasta ahora solo le había visto sonreír con su familia cuando era una niña. Pero en los conciertos se veía que disfrutaba lo que hacía y que se divertía…

Caminando despacio se golpeó con un bulto que se hallaba en una de las esquinas del cuarto, cerca de la puerta del garaje. Estaba cubierto por una malla negra algo empolvaba, delineó su perfil con su mano y sin quererlo apretó un botón que empezó a abrir la puerta del garaje. Sorprendida por lo ocurrido estaba pero a pesar de eso la curiosidad pudo con ella y cubriendo su nariz retiró la malla cuidadosamente para sorprenderse con lo que había debajo de ella.

Una moto Kawasaki color azul rey, una edición de hace unos cinco años si no es menos pero aún se conservaba en perfecto estado. A pesar de que a simple vista se apreciaba que no se le había dado uso alguno en años, los colores se mantenían, el brillo no se opacaba, las llantas estaban infladas se veía que le dedicaban tiempo a pesar de no usarla. Tiffany se sintió atraída por el vehículo de dos ruedas, siempre le gustaron las motos pero solo de lejos, era bonito verlas y asumía que debía ser emocionante subirse en una.

No resistió las ganas que tenía, culparía al embarazo de que se le antojara subirse a la moto y pretender manejarla. Como le gustaría saber conducirla. Una imagen mental pasó por su cabeza. Como le gustaría que Taeyeon la llevara a dar una vuelta en ella.

Pero esas solo eran fantasías.

-¡Bájate de ahí!-Un aterrador grito la obligó a salir de su mundo idóneo para volver a la realidad. Esa voz solo le pertenecía a alguien…

-Taeyeon…-Susurró la mujer quedándose estática en su lugar por el miedo que le causó aquel molesto grito que le propinó la rubia.

-Por favor bájate de ahí.-Pidió un poco más serena pero aún tensa. El verla subida ahí, a ella, le trajo muy malos recuerdos.

-Lamento haber entrado aquí sin permiso.-Dijo rápidamente, como una niña que fue sorprendida in fraganti por su padre.-Yo… te estaba buscando y…-Empezó a tartamudear.-Lo siento.-Se disculpó, por su voz Taeyeon sonaba sumamente enfadada aunque pudo apreciar un dejo de preocupación en su voz.

Estaba claro que se hubiera esperado cualquier cosa de la rubia menos que la jalara hacia ella y al estrechara contra su cuerpo fuertemente. Podía escuchar perfectamente su acelerado ritmo cardiaco, no estaba molesto. Estaba…

Asustada…

Suspiró aliviada al saberla entre sus brazos. Se llevó un gran susto cuando llegaba en su coche y vio la cochera abierta. Imaginó que era un ladrón pero lo que vio fue mucho peor, Tiffany subida en su moto. En la misma moto donde…

-No vuelvas a hacer eso, por favor.-Pidió con sus ojos cargados con angustia mirando a los castaños fijamente.

Tiffany sentía que podría perderse en aquel profundo mar que despertaba en ella un sinfín de emociones entre ellas lo mal que se sintió al ver que ella había huido sin darle cara luego de lo que pasó la noche anterior entre ellas.

-Tenemos que hablar.-Dijo ella firmemente.

-Entiendo.-Susurró la rubia, el momento había llegado. Analizó sus ropas, su blanco conjunto deportivo era café y había sudado mucho.-Déjame me cambio y…

-No te preocupes, seré breve.-Señaló la pelirroja.-Me iré a mi casa.

-No.-Fue un acto reflejo escuchó lo que decía y de inmediato la negación salió de sus labios. No entendía porque si lo mejor era que se alejaran.

-No fue una pregunta.-Señaló la pelirroja-Todo esto es una locura y no está bien señora Kim. Lo que hicimos estuvo mal y sé que usted siente lo mismo al respecto. Hicimos mal, traicionamos la confianza de su esposa.-Dijo conteniendo las ganas de llorar, esto ya era muy difícil.-Entiendo que fue un error que te volvieras a acostar conmigo…

-No, no, no.-Trató de interrumpirla.

-No mientas.-Pidió la joven pelirroja-Sé que te sentiste mal, te sentiste sucia, te sentiste la peor cosa del mundo y…

-¡No!-Gritó exasperada-¡Ya basta!-Dijo impaciente-¿Acaso tú sentiste eso?-Preguntó preocupada.

Silencio era lo único que había entre las dos. A la pelirroja la pregunta la pillo desprevenida ¿Qué si para ella fue eso? Para ella… fue lo más maravilloso que pudo haber experimentado. Claro que se sentía mal por haber tenido intimidad con una mujer casada pero egoístamente hablando fue una de las mejores experiencias de su vida.

¿Estaba mal sentirse así?, ¿Era una mala persona por ser tan egoísta?

No, simplemente era humana. Un ser humano con defectos y virtudes.

-No.-Dijo por fin sinceramente totalmente ruborizada permitiéndole a Taeyeon volver a respirar y sonreírle.

-Yo tampoco.-Dijo provocando que la joven abriera los ojos desmesuradamente.-Y no quiero que te vayas de mi lado, se que suena egoísta pero es lo que siento.

-Pero, esta mal…-Susurró la pelirroja.

-Tal vez…-Susurró la rubia-Te seré sincera no sé que siento por ti, no sé que me has hecho pero quiero estar contigo… el mayor tiempo posible.

-Taeyeon…

-Déjame terminar.-Pidió la rubia-Antes de que te metieras en mi vida todo era normal pero cuando viniste todo cambio, para bien. Siento que estoy viva nuevamente cuando estoy contigo. Cuando estoy contigo me siento plena, realizada, tranquila y sobretodo feliz...

Le decía esas palabras con genuina sinceridad, sus ojos se lo decían, nunca los había visto brillar tanto.

-Sé que tal vez sea egoísta de mi parte pero quiero tenerte cerca, te necesito cerca de mí.-Le confesó.-Y no había necesitado de nadie desde hace mucho tiempo atrás.

-Pero Jessica…

-Con Jessica las cosas… cambiaron hace ya mucho tiempo.-Dijo recordando los buenos momentos de su relación.-Desde aquel accidente.

-No tienes que hablar de ello si no quieres Taeyeon-Dijo la joven sintiendo que se estaba entrometiendo.

-Quiero que sepas que soy sincero contiga-Le confesó.-Conozco a Jessica desde el primer día de clases del bachillerato. Íbamos en el mismo salón y aunque no fue amor a primera vista si sentí algo especial cuando la vi, luego por diversos motivos coincidíamos mucho y pues nos enamoramos.-No debía alargar su historia o dar detalles de su relación con Jessica- Fueron los mejores años de nuestra relación, el colegio e incluso el primero de universidad-Dijo sinceramente.-Hasta que una noche, íbamos a una fiesta en una de las facultades. Recién había comprado esta belleza.-Dijo señalando la moto.-Así que decidimos ir en ella; estábamos cerca de cumplir ya los cuatro años de novios y ella… ella me dijo…-Hizo una pausa semi-larga.-Que estaba embarazada…

Tiffany mentiría si dijera que aquello no la sorprendió pero sí que lo hizo, todo este tiempo ha pensado que Jessica había nacido infértil o tenía algún tipo de problemas para mantener al producto en su útero pero no se imaginaba que ella ya había estado embarazada. ¿Por qué entonces todo esto del vientre de alquiler?

-Yo apenas iba a cumplir diecinueve años y quería ser cantante-Recordó con nostalgia.-Reaccioné como una estúpida, empecé a reclamarle y a culparla de la situación solo a ella cuando también era mi culpa, pero no pude evitarlo. Estaba aterrada y algo tomada, Jessica no se quedó callada y empezó a decirme que lógicamente yo también era responsable. Todo empeoró cuando sugerí un aborto…

Sintió como el cuerpo de la pelirroja se tensaba y sus manos instintivamente se colocaban en su vientre a manera de protección. La rubio tomó sus manos delicadamente tranquilizándola.

-Como te dije era joven y muy estúpida, no podía ni mantenerme a mí misma ¿Cómo podría hacerlo con un niño y Jessica? Sinceramente en lo primero en lo que pensé fue en que todos mis sueños y esperanzas se vendrían al piso para empezar a trabajar en algo que no me gustara para poder mantenerlos y no quería eso. Entonces se lo dije y ella se exaltó empezó a gritar, yo no me quedaba callada e iba aumentando la velocidad por inercia; volteé a ver a Jessica sin fijarme que me pasaba una roja y… lo siguiente que recuerdo es haber despertado en la cama de un hospital con el cuerpo mal herido y mis familiares a mi alrededor. Lo primero que hice fue preguntar por Jessica y empezaron a darme clases de anatomía que no quería escuchar en esos momentos. Solo quería saber cómo estaba Jessica y lo que me dijeron fue "La señorita se encuentra sumamente delicada y perdió el producto".

Tiffany abrió los ojos sorprendida por la información que daba la rubia, exceso de información tal vez pero al parecer era necesaria para ella.

-En ese momento, aunque yo no quería a ese niño sentí como una parte de mi se rompía ante aquella verdad.-Dijo recordando el dolor que sintió en esos momentos.-Sentí una gran culpa y remordimientos que aumentaron cuando me dijeron que Jessica ya no podía tener hijos nunca más.

No aguantó más y se acerco y le ofreció un trémulo abrazo que la rubia no pudo rechazar. Aunque nunca lo admitía, lo que necesitaba en aquellos momentos no eran palabras de consuelo por parte de su familia o reclamos por parte de la familia de Jessica simplemente quería que alguien le abrazara y le diera un poco de cariño. La falta de su madre se hizo presente en ese momento siempre.

-No es necesario que sigas.-Indicó Tiffany acariciando su espalda.

-Debo hacerlo, he llevado con esto cuatro años. No puedo detenerme ahora.Mi familia me apoyó y su familia me reclamó y yo sumida en la presión hice lo primero que se me ocurrió para enmendar mi error y le propuse matrimonio. La amaba en ese entonces pero luego de eso ya nada fue igual. Nunca pude llegar a entender el vacío tan grande que dejó el bebé en Jessica y como eso fue deteriorando nuestra relación poco a poco matando al amor e incluso la pasión con el tiempo ya que su obsesión por la pérdida de aquel niño y el afán de uno nuevo es asfixiante.-Dijo sinceramente.-Pero sentía que se lo debía… hasta ahora.

No entendía el porqué de las palabras de Taeyeon pero al estrecharla más fuerte entre sus brazos supuso que tenía que ver con ella.

-Ahora que me he dado cuenta de que aún estoy viva y aún siento.-Dijo viéndola a los ojos.-Es diferente… Mimi, no sé que siento por ti. Solo sé que quiero estar a tú lado y con mis hijos a través de esta… segunda oportunidad para mí.

Sabía que lo que le pedía era extraño y hasta podría llegar a ofenderse. ¿Acaso le pedía que sea su amante o algo así? ¿Por qué a ella? ¿Por qué…? ¿Por qué ella quiere aceptar eso? Si sabe que está mal, que es algo prohibido, pecado.

Pero no podía evitarlo.

-Sé que tal vez te pido demasiado pero no puedo evitarlo… soy un ser egoísta…

Era un humano... solo un humano…

-¿Puedes llevarme a dar una vuelta?-Preguntó Tiffany sin contestarle aún.

-Claro, vamos al coche.-Dijo Taeyeon.

-No, quiero ir en la moto, al parecer no la has usado desde que la reparaste.

-¡No!-Dijo firmemente.-Y yo no la mandé a reparar, fue Sooyoung.

-Pero se nota que quieres volver a ir en ella y yo también.-Dijo Tiffany.

-No podría hacerlo contigo y los niños es como… volver al pasado.-Señaló la rubia aterrada ante la posibilidad de que algo así pudiera repetirse. No lo podía permitir, no de nuevo, no Tiffany.

-Pero yo confío en ti, confiamos en ti.-Aseguró la pelirroja con una expresión donde claramente no se le podía negar nada. Logrando que Taeyeon asintiera y poco a poco empezara a mover el vehículo hasta que se subió en él y pidió que la esperara a que se acostumbre.

El motor sonó como nuevo, después de todo solo la había usado una vez. Dio una vuelta para comprobar que aun recordaba y finalmente dejó que Tiffany se subiera. Estaba aterrada de salir a la carretera, aterrada de saberla cerca con los bebés en una situación demasiado familiar para ella. Pero cuando el viento empezó a golpear contra su rostro, lo que sintió en esos momentos no se comparaba con muchas cosas, tal vez no era tan feliz como la noche anterior pero Dios sí que se sentía bien.

En mucho tiempo se sintió libre…

Tiffany le veía de costado una vez que la sintió relajada en sus brazos. Manejaba libremente y podía alcanzar a ver algo parecido a una sonrisa en su mejilla. Y sin saber porque su corazón pego un brinco al saberse cerca de ella y principalmente que ella la quería cerca y que ella le hacía feliz…

No pudo evitar estar feliz ella también.

Tal vez se arrepentiría luego de su decisión, tal vez le hacía daño a alguien más pero no podía evitarlo había un extraño sentimiento que le hacía querer estar con la rubia y compartir sus penas, darle alegrías.

Después de todo ambas eran solamente humanas, humanas que tal vez se conocieron muy tarde y ahora tienen que cargar con ello.

Humanas que tal vez ante muchos estén siendo egoístas pero no podían evitarlo pues…

-Me quedo Taeyeon, me quedo contigo.-Susurró solo para que la rubia la escuchara.

Eran solamente humanas…

Que desconocían de aquel sentimiento que empezaba a tomar fuerza en sus corazones.

¿Qué pasará ahora? Ninguna lo sabía, simplemente en esos momentos, se sentían felices por su decisión y por sobre todo…

Libres… por el momento…

¿Continuará…?

Y diganme, les gsuto?, Perdon x no haber actualizado. no habia tenido internet, mi  modem habia muerto u.u

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Comments

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Thiabel2128
#1
Chapter 16: que hermosa historia!!!!!
arihara
#2
¡Gran historia!

De principio a fin, aunque creo que la que más sufrió psicológicamente fue jessica ( perder un hijo y quedarse estéril). Concuerdo en tu epílogo, no era sano, por todo lo que había ocurrido, que tuvieran encuentros taeyeon-tiffany con yuri-jessica. Debido a las circunstancias, aunque pasaron años y la muerte de sunny.

Por cierto, a mí me hubiera gustado leer esta historia en modo gender bender, por si la tienes por allí, o la podrías mandar en pdf. Creo que hay partes, en que quedaba mejor Taeyeon y Yuri como "hombres".
LectoraLemon #3
Chapter 16: Llore como no tienes idea ...fue muy realista a mi parecer ... pero tambn fue muy bueno el fic ...

Gracias por compartirla <3
Skyth06
#4
Chapter 16: me sacaste lágrimas fue hermoso la vdd
Just_Vicky-Jung
#5
La verdad muy bonita la historia, realmente perfecta. Si me hubieran dado un dolar por cada lágrima que derramé fuera más rica que Bill Gates. Simplemente bello. Toda la noche lloré melancólica ... T.T
stefanicj #6
Chapter 16: Buena historia nada monótona y con muy buen mensaje FELICITACIONES
_MAX_KWON_JUNG_
#7
Chapter 16: TT__TT primer fanfic que realmente hace que mi corazon se estruje todito y llore como si no hubiera ma;ana gracias por esta historia nos hace reflexionar sobre muchas decisiones y hasta donde pueden llevarnos las obeseciones pero de igual muestra cuan fuerte es la ilusion en cada uno de nosotros al querer ser padres...muchisimas gracias segunda de las historias que leo de ti y realmente cada una me deja una moraleja muchas gracias....
maria_baby09 #8
Chapter 16: Este es uno de los mejores fic q he leidoo me encanto ya lo he leido mas de 2 veces y aun me encanta y sigo llorando T.T
hobbyfit #9
Chapter 16: Aaah uno de los mejores fanfics que he leído... grandioso!! Es tan obsesivo, brillante, gracias unnie :3 Me encanto *-* Se ha convertido en el numero uno de mis favoritos :D