Esa mañana, todo parecía en calma. Los cuatro desayunaban en el comedor, como acostumbraban hacer  siempre. Excepto que esta vez, no era uno de esos desayunos alegres, sino que más bien era uno lleno de un aura pesada. Los dos menores podían sentir con tristeza que las cosas todavía no se arreglaban. Minwoo se levantó primero, sin decir nada.

-¿Vas a verte con los contrabandistas, hyung? – Preguntó Andy, en voz queda. Minwoo suspiró y le sonrió al maknae.

-No, bebé. Hay alguien que estoy probando, así que le daré una pequeña vuelta y le haré una prueba, a ver qué pasa. Regresaré a eso de las ocho, tal vez.

Salió de la casa sin más, dejando a los otros tres.

Eric se levantó y sirvió más comida en un plato.

-Comeré en mi habitación. – Dijo antes de desaparecer por la puerta de la cocina.

-Esto es un desastre.- Andy odiaba este tipo de atmósfera. Comenzó a lloriquear quedo, abrazando a JunJin.  Este lo abrazó con la misma intensidad.

-Sabes que no es nada serio, SunHo- susurraba al oído del menor – Ya verás que pronto se arreglarán y todo será como antes.

-No lo será mientras él siga aquí – Dijo Andy con rabia.

JunJin le acarició la espalda para calmarlo. Pero en el fondo sabía que las palabras de Andy eran ciertas.

Las cosas seguirían igual, al menos por ahora.

*****

Kim Dongwan  se encontraba en la entrada de la casa de Lee Minwoo, esperándolo. Minwoo le había pedido que se presentara porque le haría unas cuantas pruebas antes de dejarlo pertenecer. Dongwan miraba el lugar con asombro. Era una casa espaciosa, de dos pisos, hecha entera de ladrillos. La fachada se veía bastante simple pero no le quitaba su encanto. La noche anterior no se había parado a detallar mejor el lugar, pues estaba nervioso, pero ahora que la veía de nuevo, se veía humilde, considerando que ganaban mucho traficando armas y estafando clandestinamente a las empresas más importantes de Asia.

-Kim Dongwan-ssi – Lee Minwoo pareció detrás de él con una sonrisa. Dongwan no le devolvió el gesto, solo hizo una pequeña reverencia.

-Buenos días, Lee Minwoo-ssi.

Minwoo suspiró cansado.

-También tienes tus problemas, supongo- Rápidamente, volvió a sonreír – Pero intento que eso no me afecte. Vamos, sonríe un poco.

Dongwan negó con la cabeza. No sabía como es que podía ser tan cínico. Tenían a uno de los músicos más influyentes de Corea y sonreía como si nada hubiera pasado. ¿Acaso era cínico?

-Lo lamento, pero tal vez esta no sea la ocasión.

Minwoo asintió, disminuyendo la sonrisa. Le arrojó las llaves del coche a Dongwan y le hizo un gesto con la cabeza.

-Bien, sube al auto. Hay unas cuantas cosas que quiero que hagas.

-¿Y después podré entrar?

Minwoo asintió.

-Si lo haces bien, claro que si.

*****

Eric se encontraba en la puerta de la habitación donde estaba Hyesung nuevamente. Miró el plato en sus manos. ¿Qué se suponía que estaba haciendo? Y más importante ¿Por qué?

Sacudió la cabeza, abriendo la puerta desde afuera.

Hyesung seguía en la misma posición en que lo había dejado, con los ojos cerrados y la respiración constante.

-¿Hyesung-ssi?

Hyesung abrió los ojos lentamente. No había podido dormir nada, pero los parpados le pesaban una tonelada, lo menos que pudo hacer fue cerrar los ojos. Cuando se quiso dar cuenta, por la ventana ya entraban los primeros rayos de sol. Su cuerpo aún maltratado no le respondía, tenía las extremidades dormidas por mantenerlas forzadas en el mismo estado durante tanto tiempo.

Pero cuando Eric apareció a sus ojos (claro, que él no sabía quien era) hizo un amago de media sonrisa.

-Hola, JungHyuk-ssi.

-¿Qué tal pasaste la noche? –Preguntó Eric, cerrando la puerta con el pie, acercándose a Hyesung.

-He tenido mejores, supongo.

A Eric le agradaba (de alguna retorcida manera) el que Hyesung se sintiera en la libertad para bromear de esa manera con él, a pesar de su situación.

El cantante se sentía de la misma manera. No es que lo planeara, las palabras simplemente brotaban de su boca, con algún extraño sentimiento de complicidad con el otro. Cuando lo vio la noche anterior, parecía que solo estaba obligado a estar ahí, siguiendo órdenes del mismo Eric, tal vez. Y eso aliviaba a Hyesung. Que alguien estuviera de su lado, por lo menos en secreto.

-Te traje algo de desayuno.

Hyesung hizo una mueca cuando Eric dejó el plato a su lado.

-Sinceramente, no tengo mucho apetito, pero gracias por el gesto.

Eric lo dio una mirada significativa, sentándose en la cama.

-Sé que haz tenido días difíciles. Tu cuerpo está débil y yo no pienso dejarte morir de hambre – Sentó a Hyesung en la cama, el cantante quejándose del dolor.

-En serio, no tengo hambre…

-Hyesung-ssi, solo son huevos revueltos con un par de tostadas. No te estoy pidiendo que te acabes el plato, come aunque sea solo un poco.

Después de resistirse un poco más, cedió, Eric con una sonrisa triunfante.

-Están muy buenos, no te preocupes.

Hyesung pretendía tomar el plato cuando sus muñecas hicieron presión nuevamente contra las cuerdas, marcando las heridas.

-Ven, te soltaré solo mientras comes.

Hyesung lo miró, esperanzado. No pensaba que tendría la oportunidad de escapar, sabía que los otros tres y quien sabe cuantos hombres armados más lo estarían esperando afuera, pero soltarse así fuera un momento de su atadura lo hacía más feliz de lo que había pensado.

El cantante se dejó hacer, feliz. Eric miró las marcas y las heridas de Hyesung mordiéndose el labio. Se sentía demasiado culpable. Por ahora él no podía hacer nada por el cantante.

Una vez terminó, Hyesung se frotó las muñecas con una mueca de dolor. Las heridas le quemaban dolorosamente contra la piel. Se giró a Eric y le abrazó con lágrimas en los ojos.

-Gracias…No pensé que estar tanto tiempo así pudiera hacerme tanto daño.

-Hyesung-ssi…

Hyesung comenzó a hipar, abrazando a un sorprendido Eric.

-Aunque solo sea un momento, de verdad te lo agradezco, JungHyuk-ssi.

Eric lo escuchaba llorar contra su hombro, con tristeza.

-Hyesung-ssi, te dejaré estar así todo el día, pero por favor come.

Hyesung se alejó, avergonzado por su acción y comenzó a comer.

-Lo siento por eso, yo…

-No te preocupes, solo come- Dijo Eric con una sonrisa.

A pesar de que no tenía hambre, nunca una comida le había parecido tan maravillosa. Claro, pero es que después de tres días sin comer…

-Estuvo bueno.- En menos de lo que había pensado, había acabado todo el plato. Eric no había dejado de sonreír, mirando al cantante de reojo. Dejó el plato vacío en el suelo y miró las muñecas de Hyesung.

-Parece que duelen bastante ¿Quieres que le diga a Andy que las cure?

Hyesung abrió los ojos asustado, negando con la cabeza rápidamente.

-Andy no, por favor.

Eric lo observó en silencio, levantándose de la cama.

-Entonces lo haré yo, ¿vale?

Hyesung asintió suavemente, pero cuando Eric estaba por salir, Hyesung lo detuvo.

-JungHyuk-ssi.

-¿Pasa algo?

Hyesung lo miró, rojo de vergüenza y bajó la mirada.

-Llevo tiempo y necesito… -Eric lo miró confundido- ya sabes, baño. No puedo aguantarme más.

Eric puso los ojos en blanco y soltó una carcajada.

-Claro, ven te llevo.

Hyesung lo miró un poco extrañado.

-¿No piensas que me pueda escapar?

Eric negó con su dedo índice.

-Aún si quisieras, este lugar está completamente apartado. Pasarían días antes de que encontraras a alguien, créeme.

El cantante no dijo nada. En el fondo sabía que era cierto.

Eric lo tomó suavemente de la mano, sorprendiéndolo y lo sacó de la habitación.

-Rápido, no queremos que nos descubran ¿O sí?

*****

JunJin había llevado a Andy a su habitación nuevamente. El menor se sentía un poco afligido por tantas cosas que pasaban: Shin Hyesung, la muerte de Tony, la pelea de los hyungs…

Estaba por entrar a su cuarto cuando de refilón vio a Eric abrir la puerta de la habitación donde estaba el cantante.

“¿Pero qué…?”

Abrió la puerta de su habitación y entró antes de que lo descubrieran. La dejo entreabierta y por ella pudo ver a Eric, tomando a Hyesung de la mano hasta su habitación, sonriendo ampliamente.

¿Para qué quería Eric que tuvieran amarrado a Hyesung si él mismo lo soltaba y lo llevaba a dar vueltas por la casa?

JunJin esperó hasta que desaparecieron de su vista y corrió hasta el cuarto de Andy.

-¿ChoongJae hyung?

Andy parecía sorprendido. A JunJin no le extrañó, seguro se veía como si hubiera comenzado un apocalipsis zombie (Minwoo tenía razón, tenía que dejar de ver tanta tele)

-¿Qué tal si vamos a dar una vuelta?

Andy le miró con confusión antes de asentir.

-De paso, cómprame mi bomba cronometrada y mis cartuchos de dinamita ¿si?

*****

Lee Minwoo tomó el teléfono  y marcó un número.

-¿Ya llegó el paquete? –Esperó la respuesta y asintió –Estaré allá en un momento.

Kim Dongwan conducía el Audi r8 negro, por donde le indicaba su copiloto Minwoo.

-Me sorprende que usted se encargue personalmente de estas cosas – Habló Dongwan, desinteresadamente, intentando recopilar toda la información que pudiera.

Minwoo rio suavemente.

-Me sobra gente que pueda hacerme los recados, pero me gusta más hacerlo yo

-¿Sin guardaespaldas?

-Estás tú.-Dongwan lo miró con una ceja levantada – La verdad no soy de eso, normalmente los uso a ellos para el trabajo más sucio, y te estoy probando a ti para ser mi nuevo guardaespaldas.

-¿Solo yo?

Minwoo se encogió de hombros.

-Me hace sentir más cómodo.

Dongwan asintió, extrañado por aquel comportamiento tan inusual.

-Bien, hora de una pequeña entrevista – canturreó Minwoo – Responde honestamente, tómalo como una entrevista de trabajo.

Dongwan asintió, sin perder su seriedad.

-Tu nombre es Kim Dongwan. ¿Edad?

-Cumpliré treinta el 21 de noviembre.

-Vaya, soy mayor que tu.

-¿Mucho?

-Solo meses. Yo cumplí en Julio. El 28 para ser exactos.

Dongwan asintió desinteresadamente.

-¿Otra pregunta?

-¿A qué te dedicabas antes de venir a pedirme trabajo?

“¡Maldición!”

Había olvidado inventar una historia convincente. No podía decirle que era un policía, eso sería desastroso. ¿Y ahora qué?

-Yo…

Minwoo lo veía expectante.

“Rápido, algo. Lo que sea”

-La verdad, era músico en un bar ¿sabes? –Bueno, eso no era mentira. Así ganaba dinero cuando era joven –Digamos que metí la nariz donde no debía. Mi madre murió poco después, la asesinó un idiota llamado ChilHyun para amenazarme –Eso tampoco era mentira. Apretó los labios con rabia.

-¿Y tu padre? ¿Otro familiar?

-No había nadie más. Mi padre nos abandonó a mi madre y a mí antes de que naciera. No quería hacerse cargo. –Chasqueó la lengua con fastidio –En fin, no podía seguir ahí. Era doloroso estar en ese lugar donde la mujer que se sacrificó por mí durante tantos años para que viviera bien, había sido…

-Comprendo.

-Intenté dedicarme a otra cosa, pero no me sentía cómodo. Se me acabó el dinero, y no tenía nada. Unos amigos me contactaron con sus hombres y heme aquí.

Minwoo no dijo nada, sabía lo que era perder a su familia de esa manera. Que te la arrebataran sin que pudieras hacer nada. Carraspeó, y cambió el tema.

-¿Qué tal tu puntería?

Dongwan sonrió de medio lado. Era el mejor de la estación en tiro con diferentes armas.

-Se me da bien.

Minwoo sonrió al verlo tan confiado.

-Confiaré en ti por ahora. Después me mostrarás tus habilidades.

*****

Hyesung hizo lo suyo en el baño y se sentó en la cama, donde Eric lo esperaba con un algodón y alcohol en mano.

-¿Por qué haces esto?

Su naturaleza lo hacía desconfiado, ya suficientes errores había cometido. La amabilidad del chico era tan repentina que rayaba de lo extraño. ¿Qué se suponía que quería?

Eric suspiró y lo obligó a sentarse en la cama.

-Digamos que me siento culpable.

-¿Por estar involucrado?

Eric asintió. Comenzó a pasar el algodón húmedo por las muñecas del cantante, escuchándolo sisear por el ardor.

-La verdad, nunca había participado en un secuestro, ninguno de los chicos – Habló sin levantar la mirada de su trabajo, Hyesung escuchándolo con atención –Pero trabajo es trabajo ¿sabes?

-¿Pero porqué Eric me quiere? No tengo dinero, no hay nada de mí que él pueda necesitar.

Eric levantó la mano de Hyesung con delicadeza y sopló sobre la herida.

-Escuché que Eric no te secuestró por voluntad propia.

Hyesung lo miró liado.

-¿Qué quieres decir?

Eric vendó con cuidado la lesión y continuó con la otra mano.

-Escuché que…que estaba siendo chantajeado.

“¿Se puedes saber qué estás haciendo, Eric Mun?”

-¿Chantajeado? ¿Por quien?

Eric suspiró. ¿Estaba por confesarle a Hyesung algo que no era capaz de decirle ni a su amigo de toda la vida?

Sí, lo haría. Bien decía el dicho que los problemas se les contaban a los desconocidos.

-Hay alguien, se llama KangTa – Hyesung intentó buscar alguna referencia del nombre pero no tenía ni la más mínima idea. –Él le quitó a Eric lo más importante en su vida. A cambio, te quiere a ti.

-¿KangTa? –Eric asintió, terminando de vendar la muñeca de Hyesung -¿No sabes para qué?

Eric negó con la cabeza.

-Lastimosamente no – Hyesung bajó la mirada un poco deprimido –Así que aguanta un poco más. Ya veremos como resulta todo.

-Gracias, JungHyuk-ssi.

-JungHyuk.

Hyesung sonrió.

-JungHyuk.

No es que no le extrañara, JungHyuk lo hacía sentir cómodo, como si en realidad nada estuviera pasando. Como si solo fuera un mal sueño y él su polo a tierra. Y, aunque Hyesung no quisiera, comenzaba a sentir mucho afecto por el chico, más del que quisiera admitir.

Se regañó mentalmente. No debía olvidar por qué estaba ahí, y a pesar de que el chico fuera tan amable, Hyesung no se sentía completamente a gusto.

-Ah, cierto –Eric interrumpió los pensamientos del cantante con una sonrisa – Los chicos no son tan malos, solo seguían ordenes.

-¿Los chicos?

-Ya sabes, Andy, Jinnie y MinBong. Son unas personas maravillosas, especialmente Andy, es una dulzura de chico.

Hyesung hizo una mueca.

-Dulzura dices…Vi a ese chico armar una bomba frente a mi. Eso no es dulce.

Eric rio con fuerza, divertido por la respuesta de Hyesung.

-Esa es su pequeña obsesión. Contrasta inmensamente con él, es una ternura. Por eso lo llamamos bebé a veces.

-¿Son cercanos?

-Mucho. Confía en mí, una vez los conozcas, no dejarás de quererlos.

Hyesung recordaba los días anteriores y solo pensar en verlos otra vez le provocaban nauseas del espanto, aun así asintió lentamente con la cabeza.

-Si tú lo dices.

-Vamos, Hyesung, créeme.

Hyesung le sonrió ampliamente.

-Te creo.

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No olviden comentar si quieren lemon o no. Hablen ahora o atenganse a las consecuencias xD