-¿Y bien?

Minwoo parecía realmente emocionado con el plan de Dongwan, sus ojos brillaban de solo pensar en eso.

JunJin sopesaba las probabilidades, pero en general, sonaba como una buena idea.

Sí, era perfecto.

-Apoyo la idea, creo que podría funcionar –Opinó.

Andy asintió dándole la razón, pero no dijo nada. Era un plan demasiado brillante para un chico supuestamente amateur como lo era Dongwan. Lo miró de reojo, este le sonrió suavemente.

A lo mejor era un golpe de suerte. Le daría el beneficio de la duda, al menos por ahora.

-Bien, vamos con los chicos.

*****

Moon HeeJun siguió a los chicos hasta un campo con un cobertizo de madera, perdida en medio de la carretera.

¿Qué hacían ahí? Estaban rompiendo las reglas otra vez.

Ya iban a escucharlo, esos tontos. Iba a decirles unas cuantas cosas a esos mocosos…

Justo en ese momento un auto negro aparcó justo frente a la casa. Los vidrios estaban polarizados, ni manera de ver a los que iban dentro.

Pasaría un rato, hasta que cuatro hombres bajaran del auto.

Para su sorpresa, el conductor era nada menos que su compañero, Kim Dongwan.

“¿Qué está pasando?”

Se fijo en los otros pasajeros, reconociendo ciertas caras.

No las que le hubiera gustado ver.

-Pero qué…–Se dijo.

Esperó a que entraran al cobertizo y arrancó el auto. Dongwan le debía una buena explicación.

*****

Kangta bebió un poco de la copa que tenía en la mano, tarareando suavemente una canción que pertenecía a nadie más que al famoso baladista Shin Hyesung.

-Solo horas nos separan, mi amado.

Siguió tarareando, con el dueño de tan hermosa voz en su mente.

*****

Cuando Eric había pensado que podía pasarse todo un día besando al cantante, no pensó que fuera tan literal. Ni siquiera pensó que eso fuera posible.

Pero ahí estaba, echado en su cama, besándolo como si se le fuera vida en ello. Hyesung, pensaba lo mismo.

Ya se había acostumbrado a la boca ajena, ahora le seguía el ritmo fácilmente.

Pero quería más.

-JungHyuk.

Eric lo miró, los labios rojos lo llamaban por más, pero se abstuvo y le sostuvo la mirada.

-¿Pasa algo?

Hyesung no dijo nada, sintiéndose completamente avergonzado de nuevo.

-Y-yo...

Eric sonrió. El cantante le parecía tierno. Paseó su mirada por todo su rostro: sus ojos inquietos, su nariz tan perfecta, sus mejillas coloradas, esos labios (que eran suyos, sí señor) 

Entonces sintió una extraña necesidad de besarle el cuello.

Sin pensárselo dos veces (No es como si lo hiciera respecto a Hyesung, de todas formas) bajó su boca hasta el cuello y mordió a un lado.

Hyesung casi saltó de la impresión. Eso había sido una sorpresa...bastante grata.

-¿Q-qué hiciste?

-¿Te molesta?

Hyesung comenzó a jugar con sus dedos, nervioso.

-No es que me moleste...

-Genial.

Sin más, volvió a morder el cuello ajeno, pasando su lengua después en diferentes lugares, provocándole un hormigueo placentero a Hyesung que le recorría el cuerpo entero.

Ambos querían más del otro. Mucho más.

*****

-Bien chicos, vamos a hacer esto bien, los errores estás prohibidos…

Los otros tres veían a Dongwan como alguien completamente diferente, daba órdenes, asignaba posiciones como todo un experto.

Andy pensaba que demasiado para solo ser un cantante de bar como había mencionado Minwoo.

Miró a JunJin pero este apenas y atendía a lo que pasaba. Su mente estaba dándole vueltas a lo que estarían haciendo esos dos en la casa.

Y no le gustaban las opciones que se pasaban por su cabeza.

Minwoo estaba más que complacido con el trabajo de Dongwan y el menor lo sentía. Sus ojos brillaban al verlo en su rol de líder, era obvio que se había sacado la lotería con Dongwan.

-Hyung ¿Crees que podamos regresar pronto a casa? –Preguntó JunJin.

-Solo un rato más.

Andy miró de reojo a su hyung, antes de enfocar su mirada en Dongwan. Parecía otra persona.

¿Y estos chicos tan jóvenes eran sus amigos? Eran bebés.

Había una parte de su historia que obviamente estaban ignorando.

-Andy, ven aquí –Lo llamó el detective. Andy sacudió la cabeza. A lo mejor eran cosas suyas.

Sí, seguro eso era.

*****

Lee JiHoon se sentó en su cama después de otro agotador día de trabajo. Encendió la tele mientras se quitaba la ropa de trabajo, cuando una noticia llamó su atención.

-“Aún no se tiene conocimiento del paradero del famoso cantante surcoreano Shin Hyesung, quien fue secuestrado hace unos días en el set…”

JiHoon sintió que el cansancio se iba lejos de su cuerpo.

-¿PilKyo?

Sacudió la cabeza. Eso no podía estar pasando. No podía.

-Es mentira, Sungie no…

Apretó los puños. Era imposible. Pero quería asegurarse.

Tomó su celular y, después de pensarlo mucho, marcó.

-Hainan Airlines ¿En qué puedo ayudarle?

-El primer vuelo a Corea Del Sur, por favor.

-Sí, señor. El martes en horas de la noche, es el único que tiene cupo.

-Claro, resérveme uno, por favor.

*****

Cuando los chicos llegaron a casa, JunJin corrió hasta la entrada y abrió la puerta apurado.

-¿Acaso tenía una urgencia? –Escuchó preguntar a Dongwan, pero no respondió, entró corriendo y estaba por subir las escaleras en busca del cantante. Sin embargo, este estaba perfectamente en la sala, viendo un documental, o eso le pareció.

-¿Hyesung hyung?

El cantante lo miró y le sonrió dulcemente.

-Bienvenido a casa, JunJin.

JunJin sintió su corazón latir rápido pero intentó ignorarlo.

-¿Dónde está E…JungHyukkie hyung? –“Cero y ya van dos, ChoongJae” pensó.

-Salió a comprar algo de comer, dijo que traería algo delicioso.

-Hola, Hyesung –Saludaron los otros tres, sonriendo. Bueno, Andy no sonreía,  solo miraba a JunJin entristecido. Este suspiró aliviado y sonrió, tomando asiento al lado del vocalista. Todo parecía en orden

-¿Cómo les fue?

-Genial, siempre nos va bien, ¿no, Wannie? –Habló Minwoo, pasándole un brazo por los hombros a Dongwan.

El detective se tensó, pero sonrió igualmente.

-Claro.

Andy comenzó a subir las escaleras en silencio cuando todos se giraron.

-Andy, la comida llegará pronto. Espera con nosotros –Le dijo Hyesung con una amplia sonrisa.

Andy torció una sonrisa y negó con la cabeza.

-No tengo hambre. Gracias, Hyesungie hyung –Respondió, dándole una última mirada a JunJin antes de desaparecer en el segundo piso.

Poco después, Eric llegó con cajas de pollo picante para todos.

-Bueno, provecho.

-¿Y Andy? -Preguntó Dongwan.

-Dijo que no tenía hambre. Come esto, Hyesungie hyung –Dijo JunJin dándole una ala al cantante con una sonrisa. Dongwan hizo una mueca.

En secreto guardó partes para Andy y subió al cuarto. Tocó la puerta, al no recibir respuesta, entró.

-Andy, Prueba el pollo, está bueno.

Andy estaba tirado bocabajo en la cama, con el rostro enterrado en las almohadas.

-Andy…

-No tengo hambre.

-No mientas. Puedes intentar proyectar que no te importa pero estás celoso y decepcionado, lo sé.

Andy levantó el rostro y se sentó en la cama.

-¿Por qué pretendes que sabes todo?

-No lo hago. Solo sé observar lo que me rodea. Puedo ver tus ojos, fingiendo que no te afecta que JunJin no te haya tratado igual, te haya ignorado todo el día y que ahora su atención esté en Hyesung.

Andy suspiró, sintiendo los ojos húmedos.

-Hey –Llamó Dongwan –Por lo menos agarra las fuerzas para llorar, no creo que puedas con el estómago vacío.

Andy sintió las lágrimas acumularse en sus ojos. Apretó el brazo de Dongwan y lo miró.

-Gracias.

Dongwan le sonrió y le revolvió el cabello.

-Oye, no puedo dejarte sufriendo solo y pasando hambre. Come un poco.

El menor asintió y comió con gusto lo que Dongwan le había llevado.

Cuando acabó, no pudo evitar comenzar a llorar. Dongwan no dijo nada y lo dejó ser. Entre sollozos, Andy le pedía perdón por hacerle pasar eso. El detective lo dejó desahogarse, sobándole la espalda. Al rato, el menor se durmió entre hipidos y sollozos. Dongwan le secó las lágrimas y lo observó dormir durante unos minutos.

-No te preocupes, aquí estoy.

En ese momento, JunJin entró a la habitación.

Dongwan lo miró con un gesto de fastidio.

-Aprende a ver mejor –Fue lo único que dijo antes de salir del cuarto. JunJin miró alternativamente la puerta y a Andy.

Cerró los ojos, sintiendo el comienzo de un dolor de cabeza.

Se acercó al menor y dejó un beso en la mejilla.

-Lo siento, bebé. Te amo.

*****

Cuando Dongwan salió del cuarto, escuchó un murmullo en el cuarto de Eric.

Se acercó y se hizo a un lado de la puerta para escuchar.

-Deja de decir necedades y escúchame –Dijo Minwoo.

-Olvídalo, las cosas están claras. KangTa se lleva a Hyesung, me devuelve a Noona y a mi sobrina y todos felices –Habló Eric, con un tono sorpresivamente frío para lo que recordaba Dongwan.

-¿Cómo puedes decir eso, Eric? Hyesung no es ninguna mercancía, ni mucho menos.

-Afronta las cosas como son, yo solo hice lo que tenía que hacer.

-Por Dios, ¿Te estás escuchando? Hyesung es completamente inocente, no puedes simplemente dejarlo así en manos de ese idiota –Gritó Minwoo. Estaba perdiendo la paciencia.

-¿Por qué debe importarme? Es solo una persona más con mala suerte, pobre de él. Ahora, déjame en paz.

Minwoo lo tomó del cuello de la camisa y lo puso a su altura.

-¿Acaso no te importa lo que puede sentir Hyesung? Es su libertad la que le estás privando.

-No es mi asunto y punto. Lástima, las cosas no estuvieron a su favor…

-¿Desde cuando eres tan insensible? –Minwoo lo soltó bruscamente y resopló -¿Crees que Noona estaría feliz de ver el monstruo en el que te haz convertido, Eric Moon?

Eric no dijo nada, se escuchó un gruñido y Minwoo volvió a hablar.

-No te reconozco, no eres mi amigo de hace años. Lo quiero de vuelta.

Y sin más, salió de la habitación dando un portazo y asustando al detective.

-¿Estás bien? –Preguntó. Minwoo suspiró y negó con la cabeza.

-Necesito aire.

Dongwan lo vio alejarse y se mordió la lengua.

Esto se les estaba saliendo de las manos.

*****

A eso de las dos de la mañana todo en la casa estaba en calma.

Todo, menos Dongwan.

Otra noche de insomnio. Genial.

Justo entonces, Minwoo tocó la puerta de la habitación de Dongwan suavemente.

-¿Wan?

Unos segundos después el rostro de Dongwan estuvo frente a él.

-Parece que es otra noche en vela –Dijo en tono de broma el detective.

-Ya lo haz dicho, amigo –Respondió Minwoo con una sonrisa. Últimamente, sonreía mucho – ¿Te apetece ir a caminar? Nuestro recorrido de ayer.

Dongwan asintió y salió del cuarto.

-De todas maneras no duermo mucho estos días.

-Te entiendo –convino Minwoo ahogando una carcajada.

Salieron de la casa y dieron vueltas por una hora en completo silencio, pero no les molestaba. De hecho, les gustaba más así.

-Dongwan, ¿Puedo serte honesto?

-Por favor.

Minwoo jugó con una piedra en el suelo antes de hablar.

-Quiero que te quedes a mi lado, ya no como un simple trabajador.

Dongwan parpadeó. ¿Qué cosa había dicho?

-Min…

-Es en serio. Eres alguien que me ha demostrado que vale la pena, por no mencionar que haz sido todo lo que he tenido estos días. Amo a los chicos, pero tú también… -Se mordió la lengua. Estaba a punto de decir algo que no le convenía.

-¿También?

Minwoo carraspeó y negó con la cabeza.

-Nada. ¿Y bien? ¿Qué piensas?

Dongwan parecía realmente sorprendido. Le estaba pidiendo que se quedara con él y con los demás.

Dongwan se encontraba en una encrucijada.

Quería decirle que sí, que gracias a él había sonreído en una semana, lo que no lo hacía en meses, que disfrutaba de su compañía, que se había acostumbrado demasiado rápido a su presencia y que ya no quería irse y dejarlo…

Pero seguía siendo un detective. Trabajaba para hacer cumplir la ley, no para hacer amistad con quienes la incumplían.

Tal vez todo eso haya sido una mala idea después de todo.

-Min, yo… -Comenzó, pero el otro lo interrumpió.

-Piénsalo un poco más, Wan, solo piénsalo y dime cuando estés seguro de tu decisión.

Dongwan miró a Minwoo y sin pensarlo mucho, se acercó a él y lo abrazó.

-Wannie…

-Déjame quedarme así, solo un momento.

Minwoo sonreía ampliamente, correspondiendo el abrazo.

-El tiempo que quieras –Susurró.

Era justo lo que necesitaba.

*****

Hyesung se levantó de la cama y se lavó la cara. La mezcla de emociones que sentía era más de lo que él podía manejar.

Necesitaba un poco de agua y se sentiría mejor.

Salió del cuarto con cuidado de no hacer ruido. La curiosidad se hizo presente y, antes de ir a la cocina, se paseó por el pasillo. Abrió una de las puertas, encontrando el cuarto vacío. A lo mejor, quien quiera que fuera estaba en el baño. Se asomó a la otra habitación y la encontró igualmente desocupada. Eso ya era extraño.

En el tercer cuarto, se encontró a los dos maknaes durmiendo juntos, Andy dándole la espalda a JunJin. Conque por eso estaba solo el otro cuarto. Hyesung reprimió una sonrisa, como le hubiera gustado tener una cámara en ese momento. En el siguiente, tampoco había nadie.

Volvía a ser sospechoso.

El último cuarto lo ponía nervioso. Ahí estaba.

El cantante giró la perilla con el mayor cuidado y apenas y se asomó. En efecto, en la cama estaba durmiendo plácidamente el culpable de su insomnio.

Hyesung se mordió el labio inferior y le dio una última mirada antes de cerrar la puerta, sintiendo el corazón en la garganta.

-Agua.

Esta vez se decidió a bajar las escaleras de una vez.

*****

Dongwan y Minwoo entraron silenciosamente a la casa.

-No creo que pueda dormir de nuevo –Dijo Dongwan en susurros.

-Te invito un café. ¿Te apetece? –El detective asintió y se dirigieron a la cocina.

Minwoo puso la cafetera y en un momento el aroma lleno el lugar.

-Min ¿Puedo hacerte otra pregunta?

-Dispara, será un placer para mí responder –Dijo, mientras sacaba dos tazas.

Dongwan carraspeó para deshacerse de la vergüenza.

-¿Para qué crees que quiera KangTa a Hyesung? Digo, debe haber una razón.

Minwoo suspiró, dándole vueltas a su taza.

-Lo he pensado, pero no se me ocurre nada. ¿Qué querría él con un cantante famoso como Hyesung?

-Sé que tú no, pero Eric-ssi parece decidido a entregar a Hyesung, a pesar de todo. ¿Por qué?

Minwoo suspiró de nuevo, sin mirarlo.

-No lo sé. No sé que está pensando. Puedo entender su desespero, y aun así me sabe mal hacerle esto a un inocente como lo es Hyesung.

Dongwan asintió con la cabeza, dándole la razón.

-Según lo que me haz dicho, KangTa es una persona horrible.

-Lo es. De solo imaginar lo que le puede hacer a Noona me hierve la sangre. Es un bastardo sin corazón.

-Eric debe estar muy mal. No podemos hacer nada, si el mismo no está dispuesto a ayudar.

-Lo ha sobrellevado, creo. Y con todo no me parece justo que diga que Hyesung no vale nada, que no le importa y simplemente lo va a dejar ir así como así.

-Supongo que razones le sobran.

-Lo que no entiendo es porque insiste en engañar a Hyesung, si igual lo va a entregar al final. Eso de decirle que no es él.

-¿Cómo? No entiendo –Dongwan lo miró confundido.

Minwoo torció la boca en una mueca.

-Hyesung no sabe que él es Eric, lo conoce por su nombre coreano, JungHyuk.

-¿Por qué?

-No estoy seguro, pasa serte sincero.

-¿Crees que sea para limpiarse las manos de todo este ajetreo a ojos de Hyesung?

-Es una posibilidad. Queda como un santo pero bien que piensa dar a Hyesungie, como si no valiera nada... -Dongwan le apretó el brazo cariñosamente.

-Eso puede ser.

Su conversación se vio interrumpida al escuchar el cristal estrellarse contra el suelo. Los dos se miraron antes de salir de la cocina.

Ahí, en la puerta, estaba Hyesung con la ropa mojada, los pedazos de vidrio a sus pies y las mejillas húmedas por las lágrimas.