Jardín de niños...

*Toc Toc*

— ¿Wendy unnie?~

Wendy escuchó cómo alguien intentaba girar la perilla, recordó que le había puesto seguro para que nadie la molestara. Recogió el ramo dejándolo en la mesa y se limpió las lágrimas para abrir. Era Jisoo.

— Al fin te encuentro.— dijo respirando agitadamente después de haber corrido.— Solar unnie me pidió que te buscara, las clases acaban de empezar y me dijo que tú no apareces.

— Gracias Jisoo, ahora mismo voy.— contestó Wendy con la voz entrecortada y fue a recoger sus cosas.

Jisoo la detuvo.— ¿Te pasa algo?— preguntó preocupada cuando vio sus ojos llorosos.

— S-Sí, es que estuve comiendo chocolates y me ganó la emoción.— mintió.

— Pues andando, tuviste suerte de que Hyunjoo unnie no te viera aquí y será mejor que no te emociones más o los niños se preocuparán mucho por ti.

Centro comercial...

Bogum había ido al centro comercial a visitar a su organizador de bodas para revisar su traje que utilizaría el día de su boda con Irene. Cuando se dirigía al estacionamiento, un agarre en el brazo lo detuvo.

— Espera.~

Bogum suspiró molesto y se volteó para encontrarse con Yoojung.

— ¿Me estabas siguiendo?

— Si no puedo hablar contigo a solas en tu casa, no me queda otro remedio.

— Ya te dije que nada queda por decirnos.— contestó a punto de irse pero Yoojung lo volvió a tomar del brazo con más fuerza.— Sabes que me revienta tus escenas de celos.— advirtió.— No te pongas en ridículo, ni me pongas en ridículo a mí.

— ¿Ya le dijiste a esa mujer quién soy y lo que fui en tu vida?

— Lo que le diga a Irene es asunto mío y te sugiero que me quites las manos de encima.— dijo soltándose del agarre.

— ¿Sabes? Yo ya sé dónde vive Bae Joohyun.

Bogum se rió con sarcasmo.— Qué casualidad, yo también lo sé.

— Y te juro que la voy a ir a buscar y le voy a romper su carita de niña bonita.

— Hazlo, no creo que mi prometida se quede cruzada de brazos.— comentó antes de alejarse rápidamente.

Horas después...

Jardín de niños...

— ¡Unnie!— Lisa apareció por sorpresa haciendo que Wendy se asustara desde su lugar, era la hora de receso.— ¿Qué tal tu visita con la viuda joven?

— ¿Tú lo sabías?— se quejó Wendy levantándose.— Me habías dicho que Hyunjoo unnie me llamaba para venir.

— Vaya, alguien no está de humor hoy.— dijo acercándose al escritorio.— No del todo, Yeri fue la quien me pidió que te llamara porque te iban a dar una sorpresa, pero por tu tono de voz ya vi que no te gustó.

— No es que no me gustara, de hecho... me encantó.— murmuró mirando las flores de Irene.

— A ver, a ver, a ver... ese cambio de voz me llena de curiosidad.— dijo con cierto interés.— Tus ojos están brillosos y un poco ¿hinchados? ¿Estuviste llorando?

— Algo...— contestó encogiendo los hombros.— Pero fue por la emoción.

— Sí y yo volví con mi ex, a mí no me engañas que te conozco mejor que mis gatos. ¿Te dijo algo esa mujer?

— No, no es eso. Es que... Yeri y la señora Bae me dieron estos obsequios como agradecimiento por todo lo que he hecho, nunca me habían dado regalos así.

— ¿Entonces por qué la lloradera?

— Por Yeri... su mamá me dijo que ya tiene fecha para lo de su boda con su prometido y me pone mal porque ella no lo sabe aún, pero el pensar que Yeri va a tener otro papá que ni siquiera le importa...

— Lo malo es que ni tú ni yo nos podemos meter en ese asunto porque esa mujer es más diabla que Satanás, y tantas travesuras y castigos ya hemos tenido para otro más, se siente feo el no salir a trabajar toda la semana.— se quejó haciendo un puchero.

— Lisa, ¿tú crees que algún día podré cumplirle la promesa a papá?— preguntó Wendy de golpe.

— ¿A qué viene eso?— preguntó confundida.

Wendy sonrió con tristeza.— Yeri me preguntó con toda la inocencia del mundo si a mí me gustaría casarme y tener una familia.

— ¿Y tú quieres?

— Sí, pero...

— Ahí vamos de nuevo y ni se te ocurra decirlo porque entonces me molesto y te golpeo.— interrumpió Lisa.— Tú eres como ese ángel que cayó del cielo porque eres muy buena y humilde. ¿Qué mujer no querría salir contigo?

— Que no tengo derecho a esto que estoy sintiendo por Bae Joohyun.— pensó Wendy pero no se lo dijo a su amiga directamente.— N-No lo sé, de pronto recordé mi pasado y no supe qué decirle... tengo mucho miedo de lo que piense de mí.

— Yeri es una niña inteligente, tiene una tía que lleva los mismos gustos que tú por las mujeres, ella las llama amigas especiales y para ella es normal. No eres la única chica envuelta en esto, estamos Solar unnie y yo. Deberías de estar acostumbrada ya a ese asunto, el pasado debe ser sacado. Esa mujer que estás esperando aparecerá en cualquier momento, solo que no te das cuenta.

— Es Irene.— pensó Wendy.— Tienes razón, debería dejar de pensar en eso ya, que lo importante es este trabajo.

— Bueno, ya que estamos hablando de emociones, ¿puedo comerme un chocolate?— preguntó Lisa a punto de tomar uno, pero Wendy le dio un manotazo.

— No, Yeri me los dio y son míos. Te aguantas.

Mansión Bae...

*Ding Dong*

— Yo abro, nana.— se ofreció Seulgi caminando hacia la puerta con Byul en sus brazos.

— ¿Se encuentra la señora Bae Joohyun?~

— No se encuentra.

— ¿Sabe dónde puedo encontrarla?~

— Supongo que habrá llegado ya a su oficina.— contestó mirando la hora.

— Iré a buscarla allí.~

Seulgi la miró algo insegura.— ¿Y por si no la encuentra... quién le dijo que vino a buscarla?

— Me llamo Kim Yoojung.— contestó molesta.— Ella no me conoce, pero ya me conocerá.— dijo antes de retirarse.

Seulgi cerró la puerta haciendo una mueca de disgusto, esa chica no le dio mucha confianza.

— ¿Quién era?— preguntó Ok Sook saliendo de la cocina.

— Una tipa con un carácter de perro.— como si hubiera entendido Byul ladró como respuesta y no sonaba contenta.— Tú no te creas, tú tienes un carácter precioso.— contestó abrazando a la cachorrita como si su vida dependiera de ella.

Residencia Park...

— Kim Yoojung me estaba siguiendo con sus estúpidas amenazas de costumbre.— le informó Bogum a Misook.— Pero es una pobre diabla.

— Sí, una pobre diabla que puede ser peligrosa.— dijo Misook limándose las uñas.— No entiendo cómo puede haber mujeres que las cortan y que siguen ahí insistiendo.

— Eso es lo que no puedo hacerla entender.— se quejó.— He dejado de quererla y basta.

— Parece que esa mujer tiene bastante resistencia. Es mejor que le cuentes a Irene lo que está pasando.— le pidió.

Bogum negó.— Mis problemas son míos y yo los resuelvo.

— Pero esa loca es una enemiga y pondría nuestros planes con Irene sobre el suelo.

— Para nada, mamá. Dudo que Yoojung cumpla su amenaza y si se atreve, eso despertará los celos de Irene y los celos hacen más interesante la relación.

RV Entertainment...

Yoojung entró a la empresa, tomó el elevador hasta llegar a la recepción en donde se encontraba la oficina de Irene.

— Busco a la señora Bae Joohyun.

— No está, ¿para qué asunto quiere verla?— cuestionó Jennie amablemente.

— ¿Qué? ¡No está en su casa, no está en su oficina, no está en ningún lado!— se quejó molesta.

— Le pregunto que para qué asunto quiere.— volvió a pedir Jennie algo confundida por su actitud.

— Eso se lo voy a decir a ella... personalmente.— comentó antes de retirarse furiosamente.

Mansión Bae...

— ¿En dónde estás, unnie?— preguntó Seulgi hablando con su hermana al celular mientras caminaba por la sala de un lado a otro.

— Acabo de salir de una reunión y voy en camino a la empresa.— contestó Irene.— ¿Por qué?

— Vino a verte una mujer muy desagradable. Se llama Kim Yoojung.

— Qué raro, no conozco a nadie con ese nombre.

— Bueno, no importa. ¿Cómo te fue con el regalo de Wendy?

— Bien, no terminaba de darme las gracias.— contestó con tranquilidad.— Quería pedirte un favor, no podré ir por Yeri a la escuela. ¿Podrías ir tú por ella?

— Pero unnie, habíamos quedado que tú irías por ella, yo ya hice mis planes en visitar a Sunmi unnie a la cafetería.— se quejó.

— Aish, tendré que contratar a un chófer después, ya que ni tú ni yo podemos recoger a Yeri por problemas personales.

— Déjame hablar con Wendy para que pase a dejar a Yeri a la casa, estoy segura que ella dirá que no.

— Wendy ya hizo demasiadas cosas por nosotras, ¿y a ti se te ocurre pedirle otro favor?

— Solamente llevará a Yeri a la casa y la nana se encargará de recibirla, ¿quieres que se quede todo el día en el jardín de niños sola?

— Bueno, está bien. Pero que sea la última vez que le pedimos un favor a Wendy, solo dile a la nana que me mantenga informada una vez que Yeri esté en la casa. Ya me tengo que ir porque voy manejando.

— Sí unnie, no te preocupes.— Seulgi se despidió de Irene y colgó. Volvió a marcar pero ahora al número de Wendy.— Seungwaaan, te quiero pedir un favor.

Horas después...

— ¿Mi mamá no podrá venir por mí?— preguntó Yeri mientras Wendy la metía al auto en el asiento del copiloto.

— No, tu tía Seulgi me pidió que yo te llevara hasta tu casa.— contestó Wendy abrochándole el cinturón de seguridad. Cerró la puerta y rodeó el auto para subirse a la parte del piloto.

— ¿Y por qué la tía osa no fue por mí entonces?

— Porque dijo que iba a estar ocupada y que tampoco iba a poder.— Wendy encendió el auto y lo puso en marcha.— ¿Por qué? ¿No quieres estar conmigo?

— Sí, pero creí que estabas molesta conmigo por lo de esta mañana.— contestó con la cabeza baja.

Wendy sonrió con ternura mirándola por unos segundos.— No estoy molesta contigo y sabes que nunca lo estaré, es solo que me tomó por sorpresa.— dijo con la mirada puesta en el camino.

— A mí me gustaría que te casaras y formaras una familia porque tú tienes cara de mamá. Cuando me acerco a ti, siento esa misma calidez como cuando estaba con mi papá.— confesó mirándola.

— Es muy raro que hables eso de mí porque cuando hablamos de tu mamá y de su prometido, tu cara es otra cosa.— suspiró.— Ahora cuando se casen, tendrás que aprender a quererlo como un papá más.

— Pero ese señor no es mi papá y nunca lo será porque yo le caigo mal, él no se preocupa por mí, no juega conmigo a las muñecas, no me abraza, no me cuenta cuentos y no me da el beso de las buenas noches. Y todo eso lo haces tú porque me quieres y yo también te quiero.

Wendy sonrió para sus adentros sintiéndose conmovida por las palabras de la niña, apretó el volante y se quedó callada dando a entender que esta conversación había terminado. Agradeció que la niña ya no volviera a hablar sobre ese tema porque para ella le sería difícil continuar porque ya ha tenido demasiadas emociones.

RV Entertainment...

— Unnie.— Jennie se acercó a Irene que acababa de salir del elevador.— Qué bueno que estás aquí.

— ¿Por qué? ¿Hay alguna novedad?— le preguntó Irene con curiosidad.

— Vino una mujer m