Tiempo presente...

Mansión Bae...

— ¿Nana?... Soy yo, Seulgi.

Ok Sook suspiró aliviada.— ¡Mi niña! ¿Cómo estás? Gracias a Dios que eres tú.— dijo felizmente.— ¡Nos tenían a todos con un alma en un hilo!

Seulgi suspiró.— Sí, me lo imagino.

— ¿Pero qué fue lo que pasó? ¿En dónde están?— preguntó desesperada.— Irene está muy preocupada por ti y la niña Yeri porque no aparecían y toda la escuela no paraba de preguntar por ustedes.

— Por favor, avísale a mi hermana que Yeri y yo estamos bien. El auto se averió y estamos en un motel que está cerca de la carretera de Mokpo a unos... 30 km de la ciudad.

— No te preocupes, yo de inmediato le aviso a Irene y a la directora Lee que aparecieron. Qué bueno que tú y la niña Yeri están bien.

— Sí nana, no te preocupes por nosotras. Acá las esperamos.

— Las quiero mucho mis niñas, cuídense mucho.

— Nosotras también, nana. Nos vemos.

Residencia Park...

— ¿Q-Qué dices?— titubeó Bogum.

— Que esa mujer, Kim Yoojung, se llevó a mi hija y a Seulgi.— justificó Irene.

— ¿Y cómo estás tan segura...?

— Ya habíamos hablado la otra noche.— lo interrumpió.— Kim Yoojung me vino a ver a mi oficina para amenazarme y estoy segura que tiene como rehén a Yeri y a Seulgi.

— P-Pero no creo que Yoojung sea capaz de hacer una cosa así, por favor. Debe de haber un error, una mentira...

— Es capaz y mucho más, señor.— habló Wendy mirándolo duramente.— La señora Bae no miente. Su hija y yo fuimos testigos de cómo esa loca la estaba amenazando con un arma de fuego en su oficina y no solo corrió el peligro de ser disparada, sino que yo también.

Bogum rodó los ojos.— Mire señorita...

— Seungwan.

— Sí, creo que ya nos habíamos visto las caras una vez.— dijo mirándola de arriba hacia abajo.— Debe de estar exagerando. Ya todos conocemos cómo es la niña, siempre está haciendo travesuras solamente para llamar la atención de su mamá como es su costumbre... ya sabe cómo son los niños malcriados...

— Bogum basta.— pidió Irene colmando la paciencia.— No voy a permitir que hables así de mi hija. Wendy salvó mi vida y esa mujer la golpeó de manera severa. ¡Estuvo a punto de parar al hospital!

*Ring Ring*

— ¿Hola?— Irene contestó.

— Mi niña, ya tenemos noticias.— era la voz de Ok Sook.— Acaba de llamar la niña Seulgi.

Una sonrisa ligera apareció.— ¿En dónde están?

— Me dijo que estaban en un motel que está cerca de la carretera de Mokpo a unos 30 km de la ciudad.

— Están en la carretera Mokpo.— Irene le dijo a Wendy en un susurro para tranquilizarla.— Nana, avísale a la directora del jardín de niños. Yo salgo en este momento para allá.— Irene colgó.

— ¿Ves amor?— preguntó Bogum tomando el rostro de Irene con ternura. Wendy lo fulminó con la mirada, estaba así de empujarlo para poder partirle la cara de niño bueno.— Te dije que Yoojung no tuvo nada que ver en esto y...

— Tú y yo hablaremos después.— dijo Irene apartándolo.— Ahora lo más importante en mi vida es mi hija. Vámonos Wendy.— dijo antes de retirarse. Wendy le dio una última mirada neutra a Bogum y la siguió.

— Así que Kim Yoojung está comenzando a complicar las cosas.— dijo Misook cruzada de brazos.

— ...— Bogum no decía nada y se fue a sentar en el sofá.

— Ten mucho cuidado, hijo. No vaya a ser que Yoojung te vaya a echar a perder el mejor negocio de tu vida.

Bogum apretó  los labios con fuerza. Su madre tenía razón, Yoojung le estaba arruinando no solo su plan, sino que también le estaba arruinando su relación con Irene.

— ¿Entonces Yeri y Seulgi están en un motel de Mokpo?— preguntó Wendy poniéndose el cinturón de seguridad.

— Sí, eso fue lo que me dijo la nana.— contestó Irene poniendo el auto en marcha.

— ¿Está bien?— pidió Wendy con cautela al ver a la mayor un poco tensa.— Creo que le afectó tanto de lo que dijo su novio, ¿no es así?

Irene miró a Wendy por un momento antes de volver a poner su vista en el camino.— Bogum cree que las cosas son fáciles, pero no es así. Le expliqué lo sucedido en la oficina y él me aseguró que ya no estaba interesada en esa mujer y que me amaba a mí.

— ¿Estaba celosa?

— Por supuesto que no.— contestó apretando los labios.— Debo de confesar que sí he sido una mujer celosa, pero... en el caso de Bogum... yo no he sido así, no sé por qué pero en cambio él sí es celoso.— resopló.— Simplemente quiero hacerle entender que yo no quiero a esa Kim Yoojung cerca de mi familia.

— Entiendo. ¿Sabe? Cuando alguien acompaña a su pareja en los momentos duros, está la comunicación y la afectividad para apoyarse mutuamente. No entiendo el por qué Bogum no mostró cierto interés en su hija y debo de confesar que él tampoco me agrada.

Irene la miró de reojo.— Entonces usted estará de mi lista de las personas que odian a mi prometido.— intentó bromear.

— ¿Sabe? Si yo fuera él, yo no la hubiera dejado sola.— dijo Wendy sin pensarlo.— La abrazaría, la consolaría y le diría que no está sola.— la miró profundamente.— Porque me tiene a mí.

Irene lanzó un silencioso suspiro sintiendo cómo su pecho le producía cosquillas. Lo que Wendy le dijo parecía como si se lo estuviera diciendo en serio, ¿por qué con cada palabra o gesto la hacían derretir por completo? Irene apretó con fuerza el volante, no podía mirarla porque estaba manejando y podía provocar un accidente. Por suerte Wendy ya no dijo nada y el silencio se reinó durante el camino.

50 minutos después...

*Toc Toc*

— Yo voy.— Seulgi corrió hacia la puerta, quería asegurarse de que no fueran chicos los secuestradores.— ¿Quién es?

— Soy yo, Seul.~

Seulgi respiró en paz y abrió la puerta de inmediato.

— ¡Mamá!— Yeri se bajó de la cama y corrió hacia Irene quien la cargó al aire y la abrazó fuerte.

— Gracias al cielo que están bien.

— ¿Pero qué fue lo que pasó? ¿Dónde se habían metido?— preguntó Wendy abrazando a Seulgi.

— ¿Wendy unnie vino?— el rostro de la pequeña se iluminó y comenzó a patalear para que la bajaran.— Quiero verla.— Irene se rió y la bajó de inmediato.— ¡Wendy unnie!

— Mi pequeña tortuga.— Wendy la cargó.— Qué susto nos diste.— comentó besando su mejilla.

— No sabes todo lo que pasamos, mamá. Primero lo del secuestro, el plan platanero, luego el carro que se descompuso.

— ¿Secuestro? ¿El plan qué?— preguntó Irene con el ceño fruncido.

— Ya te explicaremos después.— dijo Seulgi con cansancio.

— Está bien, debemos de volver a Seúl lo antes posible antes de que oscurezca más.— dijo Irene.— Iremos a dejar primero a la maestra Wendy y después nos vamos a la mansión.

— Nooo, yo quiero que Wendy unnie se quede conmigo.— pidió Yeri haciendo un puchero.

— Mi amor, ya va a ser tarde y la maestra Wendy tiene que descansar.

— Es que tengo miedo, mucho miedo de dormir sola en mi cuarto esta noche. Miedo de que esos chicos roba gente me lleven de nuevo.— suplicó mientras abrazaba a Wendy.

— La niña debe de estar asustada.— dijo Wendy acariciando la espalda de Yeri.— No sabemos el motivo de cómo ocurrieron las cosas, pero en serio necesita compañía. Yo no tengo ningún problema en quedarme con ella, puedo avisarle a Joy que me quedo con ustedes y ya mañana me regreso allá.

— Anda mamá, di que sí.— Yeri juntó sus dos manitas.

— Está bien, Wendy se puede quedar con nosotras solo por esta noche.— aceptó Irene con esa condición.— Ella también tiene cosas que hacer.

— ¡Yay!— Yeri alzó sus bracitos para festejar.

En la noche...

Residencia Park...

— ¿Qué te dijo Irene?— preguntó Misook cuando Bogum terminó de hablar con su novia.

— Irene jura y perjura que Yoojung fue quien secuestró a su hijita del alma.— contestó Bogum con fastidio.— Dijo que lo hablaría con Seulgi y me colgó.

— ¿Y estás seguro que fue ella?— alzó una ceja.

— ¿Yo qué sé? A mí lo único que me interesa es estar bien con Irene.

— Nuevamente se te está escapando de las manos y si no haces algo, el plan se nos hundirá.

— ¿Tienes algún nuevo plan?

— Sí, para lograrlo solamente hay una cosa que puedes hacer. Una genial idea se me acaba de ocurrir.

— ¿Cuál?— preguntó con interés.

— Para que vuelvas a tener a Irene comiendo de tu mano, congratúlate con su hijita. Échate a la chiquilla a la bolsa.

A Bogum no le agradó la idea porque sabía perfectamente que esa niña la odiaba, pero si quería recuperar a Irene, eso era lo que iba a hacer.

Mansión Bae...

Irene y Seulgi estaban en la sala principal hablando sobre lo sucedido en la mañana. Seulgi le explicó a su hermana lo de su secuestro.

— No cabe duda, estoy segura de que fue Kim Yoojung.— aseguró Irene.

— Yo no te puedo asegurar, los tres tipos tenían unas pasamontañas puestas y fue difícil poder ver sus rostros.— comentó Seulgi bebiendo de su té que le preparó Ok Sook.

— Esa mujer me estuvo amenazando por haberle quitado a Bogum y lo cumplió. Mañana antes de irme a trabajar, iremos a la estación de policía para poner una denuncia en contra de esa mujer. Ella se lo buscó y merece estar en las rejas.

— De acuerdo.— dijo Seulgi asintiendo con la cabeza.— Oye unnie, fue muy lindo de tu parte que dejaras que Wendy se quedara con Yeri esta noche.

— Sé que también mi hija está un poco afectada por lo sucedido y qué mejor que la maestra Wendy, nadie como ella la cuida mejor.

Seulgi sonrió.— Yo creo que las dos ya deben de estar descansando y yo también lo voy a hacer.— se puso de pie.— ¿Irás a dormir?

Irene negó con la cabeza.— Yo me quedaré despierta un rato más, voy a la biblioteca a tomarme una copa de vino.

— Ojalá te acompañara pero estoy cansada y ya tuve demasiadas emociones por hoy.

— Qué bueno, porque tú no lo toleras.

Seulgi le sacó la lengua como respuesta.— Buenas noches, unnie.— subió a su habitación.

— Buenas noches.

Irene se había quedado sola, antes de que fuera a la biblioteca, aprovechó para ir a la habitación de Yeri y darle las buenas noches. Por lo menos la noche terminaría de una manera tranquila, Kim Yoojung no se iba a salir con la suya y la refundiría en la cárcel porque no estaba dispuesta a que esa mujer se acercara a su familia.