Restaurante...

Irene y Bogum estaban cenando en un restaurante. El mesero les había traído sus pedidos, pero Irene ni siquiera había probado un bocado y estuvo jugando con la comida. Lo sucedido en la oficina la hizo perder el apetito.

— ... Estuve llamándote un par de veces porque me tenías completamente abandonado.— comentó Bogum.— ¿Qué estuviste haciendo?

Irene lo miró mientras apretaba los labios.— Estuve en la oficina.

— ¿Por qué? ¿Hubo alguna novedad?

Irene soltó los cubiertos de inmediato.— No mientas, Bogum.— dijo alzando la voz. Bogum se asustó por la inesperada actitud de su novia.— Esta tarde tu antigua enamorada fue a verme.— le informó y aquel comentario le calló a Bogum como balde de agua fría, Yoojung no mentía cuando le dijo que sabía todo de Irene. Aún así tuvo que afrontarlo y fingir que estaba sorprendido.

— Kim Yoojung no significó nada para mí.— explicó Bogum sobándose la sien con una mano y con la otra tomó la mano de Irene para tranquilizarla.— Aunque ella supone lo contrario. Cuando nos conocimos en París y cada uno habló de su pasado, te dije que yo viajaba para alejarme de una necia que no quería dejarme en paz.

— ¿Y qué clase de relación tuviste con él?

— Quiero que sepas que no tengo en mi pasado nada de qué arrepentirme.— contestó.— Sabes que te amo a ti Joohyun y eres el amor de mi vida.

— Es que...— Irene suspiró frustrada.— Si alguna vez estuviste enamorada como yo,  no tengo derecho derecho a preguntarte acerca de ese amor. El pasado es pasado y tiene que ser modificado.

— Ahora sólo me interesa el presente.— aseguró sonriendo leve.— Te amo.

Irene no tuvo la oportunidad de responderle cuando Bogum la besó. Pero... ¿Por qué no podía dejar de pensar en Wendy?

Residencia Son...

— Esa mujer estaba loca, pudo haber herido a la mamá de Yeri.— dijo Wendy con preocupación. Estaba encerrada en su habitación haciendo una videollamada con Lisa explicando lo sucedido.— Tenía una pistola en la mano. Dijo que iba a cobrar una deuda porque le había quitado al novio.

— ¿Entonces el tipejo que se va a casar con la viuda joven había tenido relaciones con esa fulana de la pistola?— preguntó Lisa en shock.— ¡¿Qué clase de relación es?!

Wendy rodó los ojos.— No hagas preguntas inconvenientes, Lisa.

— Es que ese tal Bogum lo tengo sentado en la boca del estómago.— comentó con rabia.

Wendy frunció el ceño.— ¿Pero cómo? Si ni lo conoces.

— No lo conoceré a él frente a frente, pero sí por la tristeza y el miedo de Yeri.

*Toc Toc*

— Lisa, tengo que colgar. Hablaremos de esto en el trabajo.— Wendy se despidió de su amiga y terminó la videollamada.— Adelante.

Joy entró con un par de medicamentos a la mano.

— Traje esto por indicaciones del doctor.— dijo Joy sentándose en la cama.

— Ya no te enojes conmigo.— pidió Wendy al sentir el desprecio de su amiga.

— ...

— Te dije que esa mujer estaba a punto de cometer una locura.

— ...

— ¿O qué querías? ¿Que Yeri también se quedara huérfana de mamá?

Joy suspiró.— Es que siempre es lo mismo contigo, unnie.— se quejó.— ¿Qué más sigue? ¿Que me llamen del hospital?

— Joy.

— A este paso vas a terminar como un costal de papas maltratado. Cada vez que estás con Yeri, a ti siempre te tienen que pasar este tipo de cosas. No quiero perder a mi mejor amiga por cada estupidez que comete.— comenzó a aplicarle pomada en el pómulo que estaba ligeramente morado.— Te castigan, te levantan el castigo, te vuelven a poner el castigo, te la vuelven a levantar para que al final termines golpeada y a punto de morir.— enumeró con fastidio.

— Yo solo reaccioné por impulso.— se defendió Wendy.— Hubiera ocurrido una tragedia si esa loca le hubiera disparado.

Hubo unos minutos de silencio. Joy terminó de ponerle pomada y le dio unas pastillas para que se las tomara.

— Unnie, no te voy a pedir que dejes de ver a Yeri porque es tu alumna y sé que la quieres mucho porque tanto ella como tú han pasado muchas cosas en su vida.— habló Joy.— Pero es mejor que hagas a un lado a esa mujer que solo te está trayendo problemas de manera injusta.

— No puedo, Joy. Por trabajo no puedo hacerlo, te guste o no tengo que seguir viendo a Bae Joohyun para hablar sobre el rendimiento escolar de Yeri.

— Pero esa mujer es más venenosa que una víbora y siempre se desquita contigo por cualquier cosa que hace Yeri. Se le murió el marido, abandona a su hija como si fuera un juguete que nadie quiere jugar, regresa con un hombre que ni siquiera quiere a la niña y tú eres como el muñeco vudú porque a ti te pasa de todo.

— Oye, gracias por tus elogios hacia mí.— se ofendió Wendy y resopló.

— En serio, unnie.— Joy la abrazó por los hombros con cuidado.— Yo te quiero como una hermana mayor, pero debes de poner un límite antes de que todo esto empeore y salgas lastimada.

Wendy comprendió aquello último. Sabía a lo que se estaba refiriendo.— Te lo prometo, Joy.— aunque ya era demasiado tarde. Ya no había vuelta atrás. Ya no había salida alguna.

Mansión Bae...

Irene había entrado a la mansión. El silencio hacía un enorme eco en el interior, pues ya era muy tarde y mañana tenía trabajo.

— ¿Quién está ahí?~

Irene se asustó cuando vio a Ok Sook salir de la cocina con un vaso de leche a la mano.

— Oh niña Irene, qué bueno que ya llegaste. ¿Mucho trabajo en la empresa?

— Algo así...— contestó un poco cansada.— ¿Ya se fueron a dormir Yeri y Seulgi?

— La niña Yeri ya tiene un buen rato que se durmió y la niña Seulgi acaba de irse a su habitación. Yo bajé por leche caliente para dormir y estaba un poco preocupada porque todavía no llegabas.

Irene sonrió leve ante la preocupación de su nana y la abrazó para darle un poco de confort.

— Pero llegué bien, nana. No te preocupes por mí, tampoco quiero que tengas problemas de salud por mi culpa.

— ¿Quieres te prepare algo de cenar?

— No, ya cené hace rato. Lo mejor es que ya descanses y yo enseguida subo a mi cuarto.

— De acuerdo. Buenas noches, mi niña.— Ok Sook le dio un beso en la cabeza y subió a su habitación.

— Buenas noches, nana.

Nuevamente el silencio reinó la sala. Irene ya se estaba acostumbrando a ese horrible silencio y una nostalgia se apoderó en ella. Recordó cuando Suho llegaba a casa después de trabajar, Irene junto con su pequeña Yeri de en ese entonces 5 meses lo recibían con los brazos abiertos y todo ese estrés y enojo que llevaba acumulado por muchas horas desaparecía por completo. 

Irene despertó de ese recuerdo con un nudo en la garganta mientras sus ojos se le humedecían, se recordaba una otra vez que todo eso ya había quedado en el pasado. Pero Irene recordó de forma inesperada cómo Wendy la había salvado hace unas horas en la oficina de su empresa, no sabía qué hubiera pasado si esa mujer le hubiera disparado, no se lo hubiera perdonado. Pero todo ese miedo había desaparecido cuando sintió los brazos de Wendy y por primera vez había sentido una tranquilidad que tanto estaba buscando. Ni siquiera Bogum le daba esa tranquilidad que necesitaba. Cuando se había separado de Wendy, Irene sintió una extraña sensación en el pecho cuando la tuvo así de cerca, cuando la miró hacia los ojos marrones, era como si le faltara el aire con tan solo sentir su respiración. ¿Se habría dado cuenta de sus mejillas sonrojadas?

Irene se preguntó cómo estaba Wendy después de los golpes que había recibido, le hubiera gustado poder llamarla y preguntarle si necesitaba algo, pero desgraciadamente no tenía su número telefónico, ya era tarde y no quería despertar a Seulgi para pedírselo. Irene apagó la lámpara de la sala principal y se fue a su habitación a descansar. Mañana sería otro día.

Al día siguiente...

Era un nuevo día en el jardín de niños,un día nublado se podría decir. Wendy estaba sentada en el escritorio esperando a que sus alumnos terminaran de realizar un ejercicio que les pidió, faltaba pocos minutos para que fuera la hora del receso. Wendy miraba a sus niños que estaban tranquilos y concentrados en lo que estaban haciendo y se dio cuenta que en una de las mesas había una silla vacía.

— Niños, ¿alguno de ustedes ha visto a Kim Yerim?— preguntó Wendy al ver la silla vacía.

— No maestra.— dijo el pequeño Yeonjun.

— No ha llegado.— contestó Tzuyu mirándola para después volver a su actividad.

— Qué extraño.— murmuró Wendy frunciendo el ceño. Se le hizo raro que Yeri no viniera a la escuela ya que siempre era la primera en llegar.

*Riiiiing*

— Terminarán el ejercicio después, cierren sus cuadernos y pueden salir al receso.— indicó Wendy.— Salgan en silencio y sin correr.

Una vez que el salón quedó vacío, Wendy le pidió a Solar que cuidara a los niños por un rato ya que tenía algo importante que hacer.

— ¿Y ahora por qué tanta prisa?— apareció Lisa.— ¿Quién te está persiguiendo o qué?— preguntó mirando hacia los lados.

— Nadie me está persiguiendo, Lisa. Necesito hablar con Hyunjoo unnie para ver si ella sabe algo de Yeri.— contestó Wendy dirigiéndose a la dirección.

— ¿Por qué?— preguntó siguiéndola.

— Yeri no ha llegado.

— ¿Qué? Por eso la escuela estaba más que muerto, porque no estaba nuestro rayito de sol.— comentó.— ¿Y si no vino porque se enfermó o por lo sucedido de ayer? Que por cierto te ves fatal.

Wendy tenía un parche en la mejilla derecha, pero el comentario le importó poco.— No lo creo... Seulgi ya nos hubiera avisado. Es que... se me hace raro que Yeri no haya llegado porque es una niña muy puntual.

— Bueno, en eso tienes razón.

Cuando llegaron a la dirección, Wendy golpeó la puerta un par de veces. Sabía que no debería de preocuparse por una simple ausencia porque todo niño suele faltar a sus clases por algún motivo, pero cuando se trataba de Yeri...

— Adelante.~

Wendy y Lisa entraron a la dirección rápidamente.

— ¿Qué hacen aquí?— preguntó Hyunjoo mirándolas.— Se supone que es la hora del receso y deberían de estar supervisando a los niños.

— Unnie.— habló Wendy.— Vinimos aquí para preguntarte si sabes algo de Yeri, todos mis alumnos de preescolar asistieron a las clases de hoy menos ella y estamos preocupadas.

— No, para nada.— contestó la mayor negando con la cabeza.— En toda la mañana he estado recibiendo llamadas por parte del consejo, pero no he recibido ninguna llamada de los familiares de Yeri.

— Es que se nos hizo raro de que la niña no apareciera y la tía Seulgi, que es como la tutora de Yeri, ni siquiera nos llamó para saber de su paradero.— explicó Lisa con desesperación.

— Está bien, tranquilas.— pidió Hyunjoo.— Veré si puedo comunicarme con alguna de ellas.— dijo tomando el teléfono y marcó al número de la mansión.

— Mansión Bae, ¿en qué le puedo servir?— era la voz de Ok Sook.

— Buenos días, habla la directora Lee Hyunjoo. Comuníqueme con Bae Seulgi o con Bae Joohyun, por favor.

— Qué lástima, no creo que se pueda porque ninguna de las dos se encuentra. La señora Bae Joohyun se encuentra trabajando y la señorita Bae Seulgi salió desde hace horas a dejar a la niña Yeri al jardín de niños.

— ¿Cómo dijo?— preguntó Hyunjoo confundida.— ¿Que Seulgi salió a dejar a Yeri a la escuela desde hace horas?

— Sí, y no ha vuelto. ¿Por qué pasa algo?

— Necesito que se comunique con Bae Joohyun de inmediato y le informe que Yeri nunca llegó a la escuela. Nos tiene muy preocupadas a todas.

— Está bien, yo me comunico con ella lo antes posible.

— Muchas gracias. Cualquier información que tenga sobre Yeri y Seulgi, hágamelo saber.

— ¿Qué pasa, unnie?— preguntó Wendy una vez que Hyunjoo colgó.— ¿Hay noticias de Yeri?

— ¿Qué te dijo Ok Sook?— pidió Lisa.

Hyunjoo tragó duro.— Seulgi y Yeri salieron rumbo al jardín de niños desde hace horas y están desaparecidas. Nadie sabe en dónde están.

— ¡¿Qué?!— pidió Lisa en shock. Wendy sintió como si le fal