Capítulo 17
Siempre Has Sido TúHoras antes...
Hotel...
Yoojung se encontraba reunida en la sala principal con Jin y un amigo de Jin, J-Hope para planear el secuestro de la hija de Irene: Kim Yerim.
— Mañana hay que estar a las 8 en la puerta del jardín de niños.— explicó Yoojung revisando su tablet la ubicación de la escuela.— Ya tengo el sitio asegurado donde la vamos a esconder.
— Ah qué madrugadora.— murmuró Jin.
— Ya lo investigué todo. Normalmente la tía va por la niña a la escuela, así que todo va a salir muy bien.
— Eso júralo, prima.
— Así yo me vengo de esa maldita donde más le duele y de paso le sacamos una buena fortuna.— dijo con la voz neutra y continuó explicándoles.— La entrada de los alumnos es aquí.— señaló la pantalla.— Los coches de los padres que dejan a los niños se estacionan en este sitio. Cuando vean que la tía y la niña se van a bajar del coche, avanzamos con el nuestro. Dos hombres contra una mujer y una chiquilla no pueden perder.
Jin y J-Hope se miraron confundidos mientras miraban alrededor. Al parecer no habían entendido nada.
— ¿Cómo dos hombres?— preguntó Jin frunciendo el ceño.
Yoojung rodó los ojos.— Idiota, soy mujer. Yo no puedo arriesgarme a que la niña y la tía me reconozcan.
— ¿Quieres decir que el riesgo vamos a correrlo J-Hope y yo solos?— preguntó inseguro. J-Hope negó con la cabeza temeroso.
— Por algo les pago, ¿no?
Jin resopló.— Ni modo, el que paga manda.
Yoojung apagó la tablet y lo guardó en su bolso.— Ahora vámonos. Tenemos que echarle un vistazo a la mansión en donde vive la hija de mi peor enemiga.
En la mañana...
Mansión Bae...
— ¿Ya lista?— preguntó Seulgi viendo a Yeri bajar las escaleras con su mochila de la escuela.
— Sí, ¿mi mamá ya se fue a trabajar?
— Ya tiene rato que se fue. Además, te despediste de ella y te pidió que te portaras bien.
— Siempre lo hago.— dijo Yeri sacándole la lengua.
Seulgi sonrió.— Vámonos que se nos hace tarde.
Seulgi y Yeri se despidieron de Ok Sook y salieron de la mansión. Afuera de la mansión, Yoojung estaba en su auto mirando por el parabrisas cómo Seulgi ayudaba a Yeri a subirse al asiento del copiloto. Jin y J-Hope estaban durmiendo en el asiento trasero, estuvieron toda la noche vigilando la mansión que el cansancio los agotó. Cuando Yoojung vio que el auto de Seulgi se retiró, puso en marcha el suyo y comenzó a seguirla.
Pasaron unos minutos para llegar y Yoojung vio que el auto de Seulgi se había estacionado afuera del jardín de niños. Yoojung se estacionó a un metro lejos de ellas, miró hacia los lados para ver si no había gente u otros autos pasar, la calle estaba vacía y este era el momento para poner en marcha su plan. Yoojung se puso rápidamente su pasamontañas.
— Despierten.— Yoojung comenzó a dar ligeros golpecitos a Jin y a J-Hope.
— ¿Eh?...— J-Hope despertó de golpe seguido por Jin.— ¿Qué? ¿Qué pasa?— preguntó el menor.
— Ese es el coche, la mujer y la niña.— señaló Yoojung.— ¡Andando!— dijo bajándose del auto.
Jin y J-Hope se pusieron sus pasamontañas y se bajaron rápidamente.
Seulgi que estaba de espaldas ayudaba a Yeri a bajarse del auto. En ese momento sintió como un brazo rodeó su cintura haciendo que Seulgi se girara de golpe.
— ¡No se muevan!— advirtió Yoojung mientras veía cómo Jin tomaba a Seulgi y J-Hope a Yeri.
— ¿Qué quieren? ¿Quiénes son ustedes?— preguntó una Seulgi asustada mientras intentaba zafarse.
— Esto es un secuestro.
— ¡AAHH!
— ¡No grite! ¡Que no grite la niña!— señaló a Yeri que intentaba escapar de los brazos de J-Hope.
— ¡Tía! ¡Tía osa...mmmph!— intentó gritar Yeri pero J-Hope se lo impidió tapándole la boca. Yoojung comenzó a vendar los ojos a cada una de ellas.
— Ustedes métanlas al auto y se van. Yo me voy en el auto de la mujer y allá los alcanzó.— indicó Yoojung.— ¡Rápido!
Jin y J-Hope se llevaron a Seulgi y a Yeri al auto de Yoojung con los ojos vendados y las metieron rápidamente al asiento trasero. J-Hope fue el encargado de conducir para dirigirse al escondite. Yoojung entró al auto de Seulgi y los siguió.
— ¿A dónde nos llevan?— pidió Seulgi con los ojos vendados, gimió de dolor al sentir un fuerte apretón en los brazos.
— ¡No haga preguntas y camine!— le gritó Jin empujándola.
— ¡No le grite a mi tía!— la defendió Yeri con la mirada perdida debido a que ella también estaba vendada.
— ¡¿Te callas, pulga?!
— ¡Yo no soy pulga, me llamo Kim Yerim!— gritó haciendo que Jin se asustara.
J-Hope comenzó a reírse mientras les quitaba a Seulgi y a Yeri las vendas de sus ojos. Tardaron un poco para poder acostumbrarse a la vista. Estaban en un feo y oscuro sótano, una cama y una mesa eran los inmuebles que había.
— ¿Dónde estamos?— preguntó Seulgi con temor.
— ¿Qué pregunta? ¿Para qué le tapamos los ojos?— se burló J-Hope.
— Pero yo vi todo el camino.— se quejó Yeri.
— ¡A ti te ordené que te callaras!— exclamó Jin. Yeri se asustó y abrazó las piernas de Seulgi.— Y no se les ocurra gritar, porque nadie las va a escuchar.
Jin comenzó a reír junto con J-Hope y comenzaron a subir las escaleras para llegar a la salida.
— ¡Yah esperen!— Seulgi intentó seguirlos pero le habían cerrado la puerta con llave.— ¡Quiero una explicación! ¡YAH!— Yeri se encogió desde su lugar mientras temblaba de miedo.— Esto no puede ser... no puede ser.— murmuró Seulgi angustiada. Fue hacia Yeri, la cargó y se fue a sentar con ella en la cama.
Yoojung se quitó el pasamontañas mientras abría el bolso de Seulgi para sacar el dinero en efectivo y las tarjetas de crédito.
— Listo.— dijo Jin después de haber cerrado la puerta.
Yoojung sonrió satisfecha.—Todo salió bien.
— ¿Y ahora qué hacemos?— preguntó J-Hope.
— Mañana pediremos el rescate.— Yoojung lanzó un suspiro mientras cruzaba los brazos.— Hoy Bae Joohyun pasará una mañana de perros.— comentó lanzando una sonorosa carcajada.
Yeri escuchó unos sollozos, levantó su cabecita y vio a Seulgi que estaba llorando con la cabeza baja mientras la abrazaba con fuerza. Estaba asustada y le partía el corazón verla así.
— No llores, tía osa.— murmuró Yeri secándole el rostro de Seulgi con sus deditos.— No llores que no va a pasarnos nada. Por favor, no tengas miedo.
*¡CRAAAACK!*
— ¡AAAHHH!— Seulgi y Yeri gritaron al escuchar un fuerte trueno.
Yeri cerró los ojos con fuerza, ella detestaba la lluvia y los truenos, la hacían sentirse más pequeña de lo que ya estaba. No tenía a su mamá, no estaba en su cuarto con Byul para que la protegiera de los truenos, estaba sola con Seulgi en un sótano solitario y frío.
— No tengas miedo, tortuguita.— Seulgi intentó tranquilizar a Yeri que empezaba a sollozar.— No te asustes.
*¡CRAAAACK!*
— ¡AAAHHH!
— Es que me dan mucho miedo los truenos.— se quejó Yeri haciendo un puchero.— Es que odio la fea costumbre de los rayos, solitos se sueltan de golpe y yo también me asusto de golpe.
— Todo va a estar bien, mi amor. Ya lo verás.— Seulgi la abrazó con cariño.
— Sí, tía osa.— Yeri recostó su cabecita en el pecho de su tía y Seulgi le contestó con un beso en la frente. Lo que más le preocupaba a Yeri no era estar secuestrada, sino por su mamá y Wendy, no quería volver a preocuparlas como la vez pasada.
Horas después...
— ¡Vaya! Hasta que por fin volvió la luz.— dijo J-Hope encendiendo el televisor.— Ya casi empieza el partido.
— Bien, yo me voy porque tengo cosas que hacer.— informó Yoojung.— Vigilen bien a nuestros tesoros porque valen una fortuna.
— No te preocupes, prima. Nosotros nos encargamos.— aseguró Jin.
— Compren lo que les haga falta.— Yoojung les dio el primer pago.— Ya les diré cómo arreglaremos lo del rescate. Nos vemos más tarde.— dijo antes de retirarse.
Yeri miraba a Seulgi caminar de un lado a otro.
— Me pregunto cómo vamos a salir de aquí.— dijo Seulgi desesperada.
— No te preocupes.— dijo Yeri.— Recuerdo la vez en que fui a recorrer el mundo, mi mamá me dijo una cosa.
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