Mansión Bae...

— Buenos días, Yeri.~

Una voz arruinó el emotivo momento entre madre e hija.

— Bogum, qué sorpresa.— dijo Irene bajando a Yeri quien estaba haciendo un puchero, pues no había dejado de mirar a Bogum desde que éste había llegado.

— Quería ver con mis propios ojos que Yeri había aparecido.— Bogum poniéndose en cuclillas frente a Yeri.— ¿Estás bien?— preguntó preocupado.

— Bogum se quedó muy preocupado por tu escapada de anoche.— le dijo Irene.

— ¿Ajá?— murmuró Yeri desconfiada.

— No vuelvas a darnos otro susto igual, te juro que no lo resistiría.— confesó Bogum acariciando la cabeza de Yeri.

— ¿Cómo se dice?— le preguntó Irene a Yeri.

— Ajá.— dijo aquello como un gracias.

— Déjala, debe estar muy estresada.— dijo Bogum besando la cabeza de Yeri, la niña puso una cara de asco mientras se limpiaba el rastro de sus babas con su antebrazo.

— ¿Te vas a llevar a mi mamá?— preguntó Yeri abrazando las piernas de Irene con posesión.

Bogum sonrió.— No princesa, solo vine a verte a ti. Ahora me voy más tranquilo.

— Te acompaño.— se ofreció Irene.

— No es necesario, amor. No quiero que dejes a la nena solita.

Irene sonrió y se acercó para despedir a Bogum con un beso en los labios. Lo peor fue que Yeri lo había visto y no le gustó para nada. Solamente quería que Bogum se fuera y dejara en paz a su mamá. Cuando Bogum se retiró, Irene cargó a Yeri y ambas se fueron a sentar al sillón.

— ¿Ves Yeri? Bogum realmente te quiere.— le dijo Irene.

— Ajá.— murmuró Yeri rodando los ojos, ni siquiera ella misma se la creía.

Bogum acababa de salir de la mansión. Aprovechó para llamar a su madre y decidió contarle lo que pasó.

— Mientras Irene continúe dándole tanta importancia a esa mocosa entrometida, voy a tener el hígado hecho nudos.— dijo Bogum mientras caminaba.

— ¿Pero qué cara puso cuando te vio llegar?— le preguntó Misook con interés.

— Se sorprendió mucho, hasta diría que estaba emocionada.

— ¿Lo ves, hijo? Mis consejos siempre funcionan. Tú hazme caso y llegaremos lejos.

Residencia Son...

Wendy y Joy estaban desayunando juntas, la mayor le explicaba a la menor el por qué se había escapado en plena noche del apartamento.

— Estaba muy preocupada por ella que por un impulso tomé las llaves del auto y salí corriendo para allá.— explicó Wendy.

— ¿Y qué pasó después? ¿La encontraron?— le preguntó Joy preocupada.

— Sí, gracias a Dios ella está bien.

— ¿Y dónde estaba o quiénes la tenían?

— ¿Recuerdas cuando fui a la empresa de la señora Bae y que me enfrenté a un productor gordo con tal de defender a unos chicos que estaban cumpliendo sus sueño de ser cantantes?

— Sí y que terminaste oliendo a sopa.— contestó Joy entre risas.

— Pues fueron ellos, trabajan para la señora Bae. Encontraron a Yeri y a Byul durmiendo en el parque y se la llevaron a su departamento. Su mánager fue quien la llamó y le dijo que ahí tenían a Yeri. Fuimos allá y encontramos a Yeri durmiendo en la habitación de invitados, al final yo llevé a Yeri y a su madre a la casa.

— ¿Y qué no hubo momento íntimo entre ustedes dos aprovechando que la niña estaba dormida?— preguntó pícara.

— Bueno, tú preguntando por pura intimidad entre ella y yo.— se quejó Wendy.— No pasó nada, ¿qué querías que pasara? Si estábamos angustiadas porque la niña no aparecía.— contestó recordando el abrazo que le dio y la secada de lágrimas, aún sentía el estómago revuelto.

— ¿Al menos te dio las gracias por lo que hiciste o te echó de la casa a gritos?

Wendy sacó sus pensamientos.— S-Sí, solo me dio las gracias y nos despedimos.— contestó queriendo terminar con esta conversación.

— ¿Segura?

— Ya te dije que sí, ¿por qué no confías en mí?

— Bueno ya, solo preguntaba por curiosidad. Tampoco te enfades.

Mansión Bae...

Irene ya se había ido al trabajo, Seulgi estaba con Yeri en su habitación ayudándola a cambiarse.

— Termina de contarme cómo te fue con tu mamá.— dijo Seulgi subiéndole el cierre del vestido a Yeri.

— Se quiso esponjar, pero al final cayó ante mis encantos.— contestó Yeri dando brinquitos en la cama.— ¿Hice mal en escaparme?

Seulgi hizo una mueca.— Muy mal. Nos obligaste a sufrir y a llorar.

— ¿Y mi mamá también lloró por mí?— preguntó curiosa.

— Por supuesto, estuvo llorando como Magdalena.

— ¿Por qué habrá sido?

— ¿Qué preguntas haces? ¿Por qué crees que iba a ser?

Yeri encogió los hombros.— No lo sé... ¿remordimiento?

— Porque eres lo que más quiere en el mundo.— contestó abrazándola.

— ¿Te parece que soy yo o será ese Bogum que vino hace rato?— preguntó con algo de desánimo.

Seulgi bajó a Yeri y fueron al pequeño tocador que estaba a un rincón de la habitación, Yeri se sentó en el banquito mientras Seulgi se colocaba detrás de ella para peinarla.

— Tú siempre serás la primera.— dijo Seulgi comenzando a cepillar su cabello.— ¿También sabes quiénes te quieren? Yo, que soy tu tía preferida, la nana, Lisa, Solar unnie, Moonbyul unnie, Sunmi unnie y Wendy, que por cierto a ella también la hiciste llorar y mucho.

— ¿De verdad?

Seulgi asintió.— Casi matas a Wendy de un susto.

— ¿Y está molesta conmigo?

— Claro que no, Wendy jamás se molestaría contigo porque te quiere mucho. Es solo que estaba muy preocupada por ti.

— Me gustaría poder hacer algo por Wendy unnie para remediar ese susto, quisiera darle un regalito una vez que el castigo se termine.

Seulgi sonrió, su sobrina teniendo ese corazón de pollo.— Eso ya lo hablaremos con tu mamá después.

Residencia Son...

— ¿Ya te vas?— preguntó Wendy que estaba escribiendo en su laptop.

— Solo voy por mi bolso, ¿por qué?— preguntó Joy.

— Mira qué poema acabo de escribir.— dijo entusiasmada.— ¿Debería de mostrárselo a mis niños?

— Depende qué tan infantil y cursi es.— se burló mientras se acercaba.— A ver.— comenzó a leer.

"Importante eres en mi vida,
recordarte es maravilloso,
esperarte me llena de alegría,
nunca te olvido,
eres lo máximo para mí.

Juntos para siempre."

Joy dejó de sonreír al darse cuenta de algo.— Unnie, ¿ya te diste cuenta?— preguntó en shock.

— ¿Qué? ¿Tengo alguna falta de ortografía?— respondió confundida.

— No, mira.— Joy señaló.— I-R-E-N-E. ¿Qué dice ahí? Irene.— Wendy se sorprendió, era verdad. ¿Podría ser que...?— Unnie, te estás enamorando de esa mujer.

El corazón de Wendy estaba golpeando fuertemente, sus manos le temblaban mientras sudaba frío. Wendy negaba una y otra vez internamente, esto no tenía que volver a pasar. ¿Estaba enamorada de la mamá de Yeri?

— ¿T-Te das cuenta lo que acabas de decir?— preguntó Wendy saliendo del trance.

— Sí, me doy cuenta. Te estás enamorando de la mamá de Yeri.— contestó Joy con emoción.

— No Joy, qué imaginación tienes tú. Solo fue una casualidad, ¡lo juro!

— ¿Casualidad? Pero si ahí dice Irene, esto es un acróstico. Tú le escribiste un acróstico a Irene.

— Pero fue porque se me salió de la cabeza, no fue por ella. Además, ella se va a casar.— le reprochó.— Yo prometí que no me iba a volver a enamorar de una mujer, no después de...

— Tampoco la menciones que ella ya no existe. Ahora estamos hablando del presente.— la interrumpió de inmediato.— Unnie, tú podrías hacer que ella deje a ese patán, ¿no te das cuenta?— Joy tomó las dos manos de Wendy.— A Yeri la has querido como si fuera tu hija, la has acompañado en cada uno de sus logros, en sus travesuras, en su crecimiento, en los malos momentos, de eso no hay duda. Tú podrías ser esa mamá que tanto ha soñado.

Wendy soltó sus manos.— A Yeri la quiero mucho y eso no cambiará nada, pero eso no significa que yo esté enamorada de su mamá. Es decir, no la has conocido en persona.

— Sí, me dices que es una bruja y mucha gente se enamora de esas brujas. Los hechizan como gatos, así que si ella es la bruja, tú eres su gato.

— ¿Sabes qué? Mejor ya vete que luego te quejas del por qué llegas tarde al trabajo.

— Ya te enojaste.— comentó rodando los ojos.

— No, pero me molesta que digas una estupidez. ¿Acaso no recuerdas lo que tuve que pasar y todo por una simple orientación? Yo solo soy una simple maestra, no una chica en busca del amor.

— Bien, como quieras.— dijo Joy tomando su bolso y salió.

Wendy se revolvió un poco el cabello mientras borraba de inmediato el acróstico.

— No, definitivamente no se los voy a mostrar a mis niños.— se dijo Wendy comenzando a escribir.

RV Entertainment...

Taemin y TLM estaban reunidos en la oficina de Irene para charlar sobre el próximo regreso del grupo, tal y como lo habían acordado.

— Yo después hablaré con el productor Yoo para ver la lista de canciones que tiene para ustedes.— dijo Irene.— En cuanto me confirme, yo llamo a Taemin para ver qué es lo que prosigue después.

— Genial.— dijo Lucas quien estaba entusiasmado.

— Les aseguro que el comeback será lo más pronto posible, siempre y cuando ustedes pongan algo de su parte.— les comentó la mayor.— Le diré a Jennie que hable con los editores para que ellos den el comunicado sobre su regreso.

— No sabe lo agradecidos que estamos con usted, señora Bae.— dijo Taemin haciendo una reverencia leve.

Irene negó.— No me lo agradezcan, al contrario, la que debería de estar agradecida soy yo porque ustedes encontraron a mi hija y es lo mínimo que puedo hacer por ustedes. Se lo merecen.

— TLM estará de regreso próximamente.— dijo Mark emocionado.

Irene rió levemente.— ¿Tienen alguna duda?

— Sí, que ojalá no retrasen el regreso como en otras ocasiones.— dijo Lucas ganándose un zape por parte de Taeyong.

— Les aseguro que no. ¿Alguna otra duda?

— Al parecer no.— dijo Taemin levantándose y los chicos lo imitaron.— Debemos de ir con el coreógrafo para hablar sobre lo que nos acaba de comentar.

Irene asintió.— Estaremos en contacto por si tienen algún problema.

*Toc Toc*

— Adelante.

La puerta se abrió y Jennie entró con una pequeña caja en sus manos.

— Trajeron esto para ti.— dijo Jennie entregándoselo a Irene.

— ¿Para mí?— preguntó Irene con asombro.— ¿No sabes qué es?

— Dijo que te lo manda el organizador de bodas.

Irene comprendió el comentario.— Entiendo, umm... ¿podrías acompañar a Taemin y a los chicos al estudio de grabación con el productor Yoo y después podrías llamar al editor de la compañía para que lance un comunicado sobre el próximo regreso de TLM, por favor?

Jennie asintió.— Claro que sí. Acompáñenme.— se retiró junto con los chicos y cerró la puerta.

Irene se dirigió a su escritorio con la caja en sus manos. Dejó la caja sobre el escritorio y levantó la tapa para ver lo que contenía. Eran las invitaciones de la boda.

"Estás invitado(a) a la boda de Bae Joohyun y Park Bogum
el 25 de febrero a las 18:00 hrs. en Namsan Park, Seúl."

Irene sonrió levemente mientras guardaba una de las invitaciones en la caja. La boda cada vez se acercaba y muy pronto se irían a vivir juntos con Yeri al nuevo departamento.

En la noche...

Mansión Bae...

Irene, Seulgi, Yeri y Ok Sook estaban cenando en la mesa mientras charlaban a gusto.

— Mamá, la tía Seulgi me dijo que la maestra Wendy estuvo aquí el día en que me fui a recorrer el mundo.— habló Yeri.— Que estaba muy triste.

— Así es.— contestó Irene.— La maestra Wendy estaba muy angustiada porque no aparecías, siempre estuvo al pendiente de ti.

Yeri hizo un puchero.— Quiero darle un remedio para que ya no esté triste, quiero darle un regalito  una vez que su castigo termine.

— Tienes razón.— murmuró Irene comenzando a pensar.— La maestra Wendy se molestó en venir a la mansión para ayudarme a buscar a Yeri y me gustaría agradecerle de una manera detallada.

— Tengo una pregunta, ¿las maestras se casan?— preguntó Yeri curiosa.

— Claro que sí, mi niña.— le contestó Ok Sook.— No hay impedimento para que lo hagan.

— ¿Entonces la maestra Wendy puede casarse y formar una familia?

Seulgi carraspeó su garganta algo incómoda.— Si así lo desea.

— ¿Podría aconsejarle eso a la maestra Wendy?

— Usted no va aconsejar nada, señorita.— intervino Iren