capitulo 15

Besos

  Corazones de Rayos de Luna y Sonrisas de Amanecer...

tiffany 

Dos Semanas Después.

Me senté en mi silla, en el baño de mi mamá, mientras ella me ponía máscara de pestañas.

La miraba como nunca la había mirado antes.

Sonrió.

Observé, asegurándome que había grabado cada parte de su rostro en mí

Memoria.

La verdad era que me estaba muriendo.

Lo sabía.

Creía profundamente que todos lo sabíamos.

Cada mañana que me despertaba, taeyeon acurrucada a mi lado, me sentía sólo un poco más cansada, sólo un poco más débil.

Pero en mi corazón, me sentía fuerte.

Podía escuchar el llamado desde casa haciéndose más fuerte.

Podía sentir la paz de su llamada flotar a través de mí, minuto a minuto.

Y casi estaba lista.

Mientras observaba a mi familia durante los días pasados, supe que estarían bien.

Mis hermanas eran felices y fuertes, y mis padres las amaban con ferocidad, así que supe que estarían bien.

Y taeyeon.

Mi taeyeon, la persona que encontraba más difícil de abandonar... había crecido. Aún no se había dado cuenta que ya no era la malhumorada y rota chica que había regresado de Seúl.

Era vibrante.

Sonreía.

Estaba tomando fotografías de nuevo.

Pero aún mejor, me amaba abiertamente.

La chica que había regresado se escondía tras un muro de oscuridad. Ya no más; su corazón estaba abierto. Y por eso, había dejado entrar la luz a su alma.

Estaría bien.

Mamá fue hacia el armario. Cuando volvió al baño, estaba sosteniendo un hermoso vestido blanco. Extendiendo mi brazo, pasé la mano por el material.

—Es hermoso—dije y le sonreí.

—Vamos a ponértelo, ¿podemos?

Pestañé, confundida.

— ¿Por qué, mamá? ¿Qué está pasando?

Mamá agitó la mano desestimándolo.

—Suficiente con las preguntas, niña—me ayudó a vestirme, poniéndome unos zapatos blancos en mis pies.

El sonido de la puerta de la habitación abriéndose me hizo mirar alrededor. Cuando lo hice, mi tía Holly estaba de pie en el marco de la puerta, con la mano sobre su pecho.

—tiff—dijo, lágrimas llenando sus ojos—Te ves hermosa.

Holly miró hacia mi mamá y estiró su mano. Mi mamá sujetó a su hermana y se quedaron ahí de pie, mirándome. Sonriendo ante la mirada en sus rostros, pregunté:

— ¿Puedo mirarme?

Mi mamá empujó mi silla frente al espejo y me paralicé ante la vista de mi reflejo. El vestido lucía tan hermoso, más hermoso de lo que podría haber imaginado. Y mi pelo... mi pelo estaba recogido a un lado en un moño bajo, mi lazo blanco favorito colocado sobre él.

Como siempre, mis pendientes de infinito destacaban, alto y claro.

Pasé mis manos por el vestido.

—No lo entiendo... parece como si estuviese vestida para la graduación...

Mis ojos se dispararon hacia mi mamá y Holly a través del espejo.

Mi corazón perdió el control de sus latidos.

— ¿Mamá?—pregunté— ¿Lo estoy? ¡Pero no es hasta dentro de dos semanas! ¿Cómo...?

Mi pregunta fue interrumpida por el timbre de la puerta.

Mamá y Holly se miraron entre ellas y mamá ordenó:

—Holly, ve a atender la puerta.

Holly fue a moverse, pero mamá estiró su mano y la detuvo con una mano sobre su brazo.

—No, espera, tú toma la silla, tengo que cargar a Jessi para bajar las escaleras.

Mamá me alzó hasta su cama.

Holly dejó la habitación y escuché la voz de papá en el piso de abajo amortiguada junto con otras.

Pensamientos estaban revolviéndose en mi cabeza, pero no me atreví a hacerme ilusiones. Aunque quería desesperadamente que mis ilusiones se hicieran verdad.

— ¿Estás preparada, cariño?—preguntó mamá.

—Sí —contesté sin respiración.

Me aferré a mi mamá mientras bajábamos las escaleras y nos dirigíamos hacia la entrada. Cuando dimos vuelta en la esquina, mi papi y mis hermanas, que estaban todos reunidos en el pasillo, miraron en mi dirección.

Entonces, a pesar que me sentía débil, mi mamá me llevó hasta la puerta.

Ahí, el marco de la puerta, estaba taeyeon. Tenía un ramillete de flores de cerezo en su mano... y vestía un lindo vestido verde.

Mi corazón se astilló con luz.

Me estaba dando mi deseo.

En cuanto nuestros ojos se encontraron, taeyeon me sonrió. La observé tragar saliva cuando mi mamá me puso en mi silla. Cuando se apartó, taeyeon, sin importarle quién más estaba ahí y susurró:

—Mi tiff—mi respiración se detuvo, cuando añadió—Luces tan hermosa.

Extendiendo mi mano, tiré de las puntas de su pelo.

—Está muy lindo, este peinado hace que pueda ver tu hermoso rostro. Y estás en un lindo vestido.

Apareció una sonrisa ladeada en su boca.

—Te dije que lo haría —contestó.

Taeyeon tomó mi mano y tan amablemente como pudo, puso mi ramillete en mi muñeca. Pasé mi mano sobre las hojas de las flores. No pude evitar sonreír.

Mirando hacia los ojos de taeyeon, pregunté:

— ¿Esto es real?

Me besó y susurró:

—Vas a ir a la graduación.

Una lágrima se escapó de mi ojo, empañando mi visión. Observé el gesto de taeyeon ponerse serio, pero reí y le dije:

—Son lágrimas buenas, cariño. Simplemente estoy muy feliz.

Taeyeon tragó saliva y estiré mi mano para tocar su rostro.

—Me has hecho tan increíblemente feliz.

Y supe que lo había entendido.

El sonido de la voz de mi papá separó nuestras miradas.

—Bien, niñas, será mejor que se pongan en camino.

Capté la ronquera en el tono de mi papá y supe que quería que nos fuésemos porque todo esto era demasiado para que pudiera manejarlo.

Taeyeon se levantó y se movió hacia la parte de atrás de mi silla.

— ¿Estás lista, nena?

—Sí —contesté con confianza.

Toda la debilidad que había sentido se desvaneció en un instante. Porque taeyeon de algún modo, había hecho este deseo realidad para mí.

No iba a malgastar un solo segundo.

Taeyeon me empujó hacia el auto de mamá. Me levantó de la silla de ruedas y me colocó en el asiento delantero.

Yo estaba sonriendo enormemente.

De hecho, no dejé de sonreír durante todo el viaje.

Cuando llegamos a la escuela, escuché la música desde el interior vagando hacia la noche. Cerré mis ojos, saboreando cada imagen; el desfile de limusinas llegando una tras otra, los estudiantes vistiendo de manera elegante, todos entrando al gimnasio de la escuela.

Con mucho cuidado, como siempre, taeyeon me sacó del auto y me dejó sobre la silla, luego se movió frente a mí y me besó.

Me besó como si lo hiciese en serio.

Como si supiese que estos besos estaban limitados, como yo sabía que lo estaban.

Hacía cada toque y sabor mucho más especial.

Nos habíamos besado casi mil veces, aunque los últimos que nos estábamos dando eran los más especiales.

Cuando sabes que algo es finito, lo hace mucho más significativo.

Cuando se separó, tomé su hermoso rostro entre mis manos y dije:

—Beso novecientos noventa y cuatro. En mi baile de graduación. Con mi tae... casi estalla mi corazón.

Taeyeon respiró hondo y presionó un último beso en mi mejilla. Comenzó a empujarme hacia el gimnasio.

Los profesores que estaban haciendo de acompañantes nos vieron llegar.

Sus reacciones hacia mí calentaron mi corazón.

Sonrieron, me abrazaron... me hicieron sentir querida.

La música retumbaba desde dentro del salón.

Estaba desesperada por ver qué apariencia tenía la habitación. Taeyeon alcanzó la puerta y cuando la abrió, el gimnasio del colegio entró en mi vista... una vista decorada en blanco y rosa pastel.

Hermosamente decorado, perfectamente ambientado con mis flores favoritas.

Mi mano se movió hacia mi boca. Bajándola, susurré:

—Ambientada con flores de cerezo.

Miré hacia taeyeon, se encogió de hombros.

— ¿Qué más podría ser?

—Tae—susurré mientras me empujaba dentro del salón.

Los chicos bailando cercase detuvieron cuando entré. Por un minuto me sentí incomoda cuando me encontré con sus miradas.

Esta había sido la primera vez que muchos de ellos me habían visto desde...

Pero la incomodidad fue olvidada cuando empezaron a acercarse, saludándome y deseándome lo mejor.

Después de un tiempo, viendo claramente que estaba abrumada, taeyeon me empujó hacia una mesa cerca de la pista de baile.

Sonreí cuando vi a todos nuestros amigas sentadas a la mesa.

Yuri y SeoHyun me vieron primero. Se levantaron de un salto y corrieron hacia nosotras. Taeyeon se apartó mientras mis amigas me abrazaban.

—Maldita sea, Jessi. Luces tan hermosa—gritó Yuri.

Me reí y señalé su vestido azul.

—También tú, cariño.

Yuri sonrió de vuelta.

Wendy vino detrás de ella, tomando su mano. Mientras miraba sus manos, sonreí de nuevo.

Yuri se encontró con mi mirada y se encogió de hombros.

—Siempre pensé que era algo que con el tiempo pasaría.

Estaba feliz por ella.

Me gustaba saber que estaba con alguien que adoraba. Había sido una miga increíble para mí.

Wendy y Sooyoung me abrazaron después, luego SeoHyun.

Cuando todas nuestras amigas me habían saludado, taeyeon se acercó para tomar su lugar en la mesa. Por supuesto se sentó a mi lado, sujetando inmediatamente mi mano.

La vi mirándome, sus ojos nunca apartándose de mi rostro. Girándome hacia ella, pregunté:

— ¿Estás bien, cariño?

Taeyeon asintió, luego se inclinó para decir:

—Creo que nunca te he visto lucir tan hermosa. No puedo apartar mis ojos de ti.

Incliné mi cabeza hacia un lado y me embebí de ella.

—Me gustas con vestidos—anuncié.

—Está bien, supongo—taeyeon alzó la mano—Esto fue casi imposible de poner.

—Pero te las arreglaste —bromeé.

Taeyeon apartó la mirada y volvió a mirarme.

—Mis padres ayudaron.

— ¿Lo hicieron? —pregunté suavemente.

Taeyeon dio un pequeño asentimiento.

— ¿Y los dejaste? —insistí, notando esa terca inclinación de su barbilla.

Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba por la respuesta. Taeyeon no sabía que mi deseo secreto era que pudiese arreglar la relación con su papá.

Lo necesitaría pronto.

Y su papá la amaba.

Era el obstáculo final que quería que taeyeon superara.

Taeyeon suspiró.

—Los dejé. Y sí, a mi papá también.

No pude detener la sonrisa formándose en mis labios. Me estiré y apoyé mi cabeza sobre su hombro. Levantando mi mirada, dije:

—Estoy realmente orgullosa de ti, tae.

La mandíbula de taeyeon se tensó, pero no tuvo nada que decir en respuesta. Levantando mi cabeza, observé la habitación, mirando a nuestros compañeros de clase bailando y divirtiéndose.

Y me encantó.

Miré a cada persona con la que había crecido, preguntándome qué sería de ellos cuando crecieran. Con quién se casarían, si tendrían hijos.

Entonces mis ojos se detuvieron en un rostro familiar, mirándome desde el otro lado de la habitación.

Sunny estaba sentada con otro grupo de amigos. Cuando me encontré con su mirada, levanté mi mano y le di un pequeño saludo. Sunny sonrió y me devolvió el saludo.

Cuando volví a mirar hacia la mesa, taeyeon estaba observando a sunny. Cuando mi mano aterrizó en su brazo, suspiró y sacudió su cabeza hacia mí.

—Sólo tú—dijo—Sólo tú.

Mientras la noche pasaba, seguí observando, completamente contenta mientras nuestras amigas bailaban toda la noche.

Atesoraría este momento.

Atesoraría ver a todo el mundo lucir tan feliz.

El brazo de taeyeon rodeó mi hombro.

— ¿Cómo hiciste esto? —pregunté.

Taeyeon señaló a Yuri y SeoHyun.

—Fueron ellas, Mi Jessi. Querían que tuvieras esto. Ellas hicieron todo. Adelantaron la fecha. El tema de la fiesta, todo.

La miré con escepticismo.

— ¿Por qué tengo la sensación que no fueron sólo ellas?

Un sonrojo se extendió por las mejillas de taeyeon mientras se encogía de hombros de manera casual.

Sabía que había hecho mucho más de lo que dejaba saber.

Acercándome, tomé su rostro entre mis manos y dije:

—Te amo, taeyeon Kim. Te amo muchísimo, tanto, tanto.

Los ojos de taeyeon se cerraron durante un segundo demasiado largo. Inspiró profundamente a través de su nariz, luego abriendo sus ojos y declaró:

—Yo también te amo, Mi tiff. Más de lo que creo que nunca sabrás.

Mientras pasaba los ojos por el gimnasio, sonreí.

—Lo sé, tae... Lo sé.

Taeyeon me sostuvo apretadamente. Me pidió bailar, pero no quería llevar mi silla hacia la pista concurrida. Estaba felizmente observando bailar a los demás cuando vi a Yuri dirigiéndose hacia el DJ.

Miró hacia mí. No pude leer la mirada en su rostro, pero entonces escuché los primeros acordes de If I could fly de One Direction llenar la habitación.

Me congelé.

Una vez le había contado a Yuri que esa canción me hacía pensar en taeyeon.

Me hacía pensar en cuando taeyeon estuvo alejada de mí en Seúl. Y más que nada, me hacía pensar en cómo mi taeyeon era conmigo en privado.

Cariñosa.

Sólo para mí.

Sólo para mis ojos.

Cuando le dijo al mundo que era mala, tan solo me había dicho que estaba

Enamorada.

Estaba enamorada.

Tan completamente.

Le había contado soñadoramente que si alguna vez nos casábamos esa sería nuestra canción.

Nuestro primer baile.

Lentamente taeyeon se puso de pie, parecía como si Yuri se lo hubiese contado a taeyeon.

Cuando taeyeon se inclinó, sacudí mi cabeza, sin querer llevar mi silla hacia la pista de baile. Pero entonces, para mi sorpresa, con un movimiento que me robó el corazón completamente, taeyeon me tomó entre sus brazos y me llevó hacia la pista.

—Tae—protesté débilmente, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello.

Taeyeon sacudió su cabeza, sin decir una sola palabra y empezó a bailar conmigo en sus brazos.

Negándome a mirar hacia otro lado, miré a sus ojos, sabiendo que podía escuchar cada palabra de la canción, viendo claramente en su rostro por qué sabía que esta canción era para nosotras.

Me sostenía apretadamente, balanceándose gentilmente con la música. Y, como siempre había sido para taeyeon y para mí, el resto del mundo desapareció, dejándonos sólo a nosotras dos.

Bailando entre las flores, completamente enamoradas.

Dos mitades de un todo.

Mientras el ritmo de la canción aumentaba, llegando lentamente al final, me incliné y pregunté:

— ¿tae?

— ¿Sí?—respondió con voz ronca.

— ¿Me llevarías a un sitio?

Sus cejas oscuras se fruncieron, pero asintió en concordancia. Mientras la canción finalizaba, me acercó para besarme. Sus labios temblaron ligeramente contra los míos. Sintiéndome también superada por la emoción, me permití una sola lágrima, antes de tomar una profunda bocanada de aire y alejarla.

Cuando taeyeon se retiró, susurré:

—Beso novecientos noventa y cinco. Con mi tae. En el baile de graduación, mientras bailábamos. Mi corazón casi estalló.

Taeyeon apoyó su frente contra la mía.

Mientras taeyeon nos movía para marcharnos, miré hacia el centro de la pista.

Yuri estaba de pie quieta, observándome, con lágrimas en sus ojos. Capturando su mirada, puse mi mano sobre mi corazón y vocalicé:

—Gracias... Te amo... Te echaré de menos.

Los ojos de Yuri se cerraron. Cuando volvió a abrirlos, murmuró como respuesta:

—Te amo y también te echaré de menos.

Levantó su mano en un pequeño saludo y taeyeon se encontró con mi mirada.

— ¿Lista?

Asentí, luego me puso en mi silla y me sacó del salón. Cuando me había colocado en mi asiento y se había metido en el auto, me miró.

— ¿A dónde vamos, Mi tiff?

Suspirando con completa felicidad, revelé:

—La playa. Déjame ver el amanecer desde la playa.

— ¿Nuestra playa?—cuestionó taeyeon  mientras encendía el auto—Nos llevará un tiempo llegar ahí y ya es tarde.

—No me importa—contesté—Mientras lleguemos antes que salga el sol—me recliné, tomando la mano de taeyeon  en la mía mientras comenzábamos nuestra última aventura hacia la costa.

Cuando llegamos a la playa, la noche había caído.

Solo faltaban un par de horas para el amanecer.

Y estaba contenta con eso.

Quería este momento con taeyeon

Mientras nos deteníamos en un lugar de estacionamiento, taeyeon me miró.

— ¿Quieres sentarte en la arena?

—Sí—respondí apresuradamente, levantando la mirada hacia las estrellas brillantes en el cielo.

Se detuvo.

—Puede que esté frío para ti.

—Te tengo a ti —contesté y observé a su expresión suavizarse.

—Espera aquí—salió del auto y le escuché tomando cosas de la cajuela.

La playa estaba oscura, iluminada solo por la brillante luna encima. Con los rayos de la luna, vi a taeyeon dejando una manta en la arena y unas cuantas mantas extra de la cajuela, junto a ella.

Mientras volvía la miraba, me pregunté cómo había tenido tanta suerte.

Estaba enamorada de esta chica, enamorada tan ferozmente que otros amores palidecían en comparación.

Aunque mi vida había sido corta, había amado prolongadamente.

Y al final, eso era suficiente.

Taeyeon abrió la puerta del auto y llegando dentro, me tomó entre sus brazos.

Me reí mientras me llevaba.

— ¿Estoy pesada?—pregunté mientras cerraba la puerta del auto.

Taeyeon se encontró con mi mirada.

—En absoluto, Mi tiff. Te tengo.

Sonriendo, presioné un beso en su mejilla y apoyé mi cabeza sobre su pecho mientras nos llevaba hacia la manta. El sonido de las olas rompiendo llenaba el aire de la noche, un suave aire caliente soplaba a través de mi pelo.

Cuando llegamos a la manta, taeyeon se dejó caer de rodillas y suavemente me bajó. Cerré mis ojos e inhalé el aire salino, llenando mis pulmones.

La sensación de lana cubriendo mis hombros me hizo abrir mis ojos, taeyeon me estaba envolviendo con las mantas para mantenerme caliente.

Eché mi cabeza hacia atrás, viéndolo detrás de mí. Notando mi sonrisa, besó la punta de mi nariz. Sonreí, encontrándome de repente apretada entre los protectores brazos de taeyeon.

Las piernas de taeyeon se estiraron rodeándome. Mi cabeza cayó hacia atrás hasta apoyarse en su pecho.

Me permití relajarme.

Taeyeon presionó besos en mi mejilla.

— ¿Estás bien, Mi tiff? —preguntó.

Asentí.

—Estoy perfecta —respondí.

Las manos de taeyeon apartaron el pelo de mi rostro.

— ¿Estás cansada?

Iba a sacudir mi cabeza, pero queriendo ser honesta, respondí:

—Sí. Estoy cansada, tae.

Sentí, así como escuché su profundo suspiro.

—Lo lograste, tiff—dijo orgullosamente—Los árboles floreciendo, el baile...

—Todo lo que queda son nuestros besos—acabé por ella.

La sentí asentir contra mí.

— ¿tae? —dije, necesitando que me escuchase.

— ¿Sí?

Cerrando mis ojos, levanté mi mano hacia mis labios.

—Recuerda, el beso número mil será cuando vaya a casa.

Taeyeon se tensó contra mí.

Sosteniendo su brazo más apretadamente a mí alrededor, pregunté:

— ¿Eso aún está bien?

—Cualquier cosa—contestó taeyeon.

Pero por lo áspera de su voz, podía decir que la pregunta le había golpeado fuerte.

—No puedo imaginar una despedida más hermosa y en paz que tus labios sobre los míos. El final de nuestra aventura. La aventura que hemos tenido durante nueve años.

Mirando hacia atrás, sostuve su intensa mirada y sonreí.

—Y quiero que sepas que nunca he lamentado un día, tae. Todo sobre tú y yo ha sido perfecto—tomando su mano, dije—Quiero que sepas lo mucho que te he amado—giré el hombro así podía mirarla directamente a los ojos—Prométeme que seguirás con las aventuras alrededor del mundo. Visitarás otros países y experimentarás la vida.

Taeyeon asintió.

Esperé y esperé por el sonido de su voz.

—Lo prometo —respondió.

Asintiendo, liberé el aire contenido y apoyé mi cabeza contra su pecho.

Minutos y minutos pasaron en silencio.

Observé las estrellas mientras brillaban en el cielo.

Viviendo este momento.

— ¿Mi tiff?

— ¿Sí, cariño?—contesté.

— ¿Has sido feliz? ¿Has...?—se aclaró la garganta— ¿Has amado tu vida?

Respondiendo con cien por cien de honestidad, dije:

—He amado mi vida. Todo. Y te he amado. Aunque suene a cliché, siempre fue suficiente. Siempre fuiste la mejor parte de mí día a día. Tú fuiste la razón de cada una de mis sonrisas.

Cerré mis ojos y reviví nuestras vidas en mi mente.

Recordé las veces que la abracé y me abrazó con más fuerza.

Recordé cómo la besé y ella me besó más profundamente.

Y lo mejor de todo, recordé cómo la amaría y ella siempre se esforzaría por amarme más.

—Sí, tae—dije con completa certeza—He amado mi vida.

Taeyeon suspiró, como si mi respuesta hubiera liberado un peso en su corazón.

—Yo también —concordó taeyeon.

Frunciendo mi ceño.

Mirándolo, dije:

—tae, tu vida no está terminada.

—tiff, yo...

Interrumpí lo que sea que taeyeon estaba a punto de decir con un gesto de mi mano.

—No, tae. Escúchame—respiré hondo—Puede que sientas que perderás la mitad de tu corazón cuando me vaya, pero eso no te da permiso para vivir tu vida a la mitad. Y no se habrá ido la mitad de tu corazón. Porque siempre estaré caminando a tu lado. Siempre estaré sosteniendo tu mano. Estoy tejida en la tela de quién eres... justo como siempre estarás atado a mi alma. Amarás, reirás y explorarás... por las dos.

Sostuve la mano de taeyeon, implorándome que me escuchara. Alejó su mirada, luego volvió a mirarme a los ojos, como lo quería.

—Siempre di que sí. Siempre di que sí a nuevas aventuras.

Taeyeon alzó la comisura de su boca, mientras lo miraba con dureza. Pasó su dedo por mi rostro.

—De acuerdo, Mi phany. Lo haré.

Sonreí ante su diversión, pero entonces, con toda seriedad, dije:

—Tienes muchísimo que ofrecer al mundo, tae. Eres la chica que me dio besos, que hizo realidad mis últimos deseos. Esa chica no se detiene porque sufre una pérdida. En cambio, se levanta, justo tan seguro como el sol se alza cada día nuevo—suspiré—Resiste la tormenta, tae. Entonces recuerda una cosa.

— ¿Qué? —preguntó.

Perdiendo mi frustración, sonreí y dije:

—Corazones de rayo de luna y sonrisas de amanecer.

Incapaz de contener su risa, taeyeon la dejó salir... y era hermosa. Cerré mis ojos mientras el intenso barítono me atravesaba.

—Lo sé, Mi tiff. Lo sé.

—Bien—dije triunfal mientras me reclinaba contra ella.

Mi corazón dio un vuelco cuando vi el amanecer empezando a brillar en el horizonte. Bajando la mano, en silencio sujeté la mano de taeyeon y la sostuve con la mía.

Este amanecer no necesitaba ser narrado.

Le había dicho a taeyeon todo lo que tenía que decirle.

La amaba.

Quería que viviera.

Y sabía que la vería de nuevo.

Mi paz estaba hecha.

Estaba lista para marcharme.

Como si sintiera la conclusión en mi alma, taeyeon me sujetó tan imposiblemente apretado, mientras la cima del sol rompía sobre las aguas azules, alejando a las estrellas.

Comenzaron a pesarme los párpados mientras me sentaba tan feliz en los brazos de taeyeon.

— ¿Mi tiff?

— ¿Mm?

— ¿También he sido suficiente para ti?—el tono ronco en su voz hizo que mi corazón se rompiera, pero asentí suavemente.

—Más que nada—confirmé y con una sonrisa, añadí sólo para ella—Has sido tan especial como puede ser especial.

Taeyeon aspiró ante mi respuesta.

Mientras el sol ascendía hasta su lugar, para vigilar protectoramente sobre el cielo, dije:

—tae, estoy lista para ir a casa.

Taeyeon me apretó una vez más, luego se puso de pie. Mientras se movía, levanté débilmente mi mano y la puse en su muñeca. Taeyeon bajó la mirada hacia mí y alejó sus lágrimas pestañeando.

—Quiero decir... estoy lista para ir a casa.

Los ojos de taeyeon se cerraron por un momento. Se puso en cuclillas y tomó mi rostro entre sus manos. Cuando sus ojos se abrieron, asintió.

—Lo sé, tiff. Sentí el momento en que lo decidiste.

Sonreí.

Eché un último vistazo hacia la vista panorámica.

Era el momento.

Taeyeon me alzó gentilmente en sus brazos y miré su hermoso rostro mientras volvía caminando por la arena. Sostuvo mi mirada.

Girándome una vez más para mirar hacia el sol, mis ojos cayeron hacia la dorada arena. Y entonces mi corazón se llenó con una increíble luz cuando susurré:

—Mira, tae. Mira tus huellas en la arena.

Los ojos de taeyeon dejaron los míos para mirar hacia la playa. Su respiración se entrecortó y su mirada regresó hacia la mía. Con labios temblorosos, murmuré:

—Me llevaste. En mis momentos más duros, cuando no podía caminar... me llevaste a través de ellos.

—Siempre—logró responder con voz ronca—Para siempre.

Respirando profundamente, apoyé mi cabeza en su pecho y susurré:

—Llévame a casa, cariño.

Mientras taeyeon conducía, persiguiendo el día, no aparté los ojos de ella ni una sola vez.

Quería recordarla justo así.

Siempre.

Hasta que volviera a estar en mis brazos para siempre.

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Comments

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Isisnsd #1
Chapter 20: Me encanto!!! No dejo de llorar! Jajaja
roguecr #2
Chapter 20: Yo tambien lo lei taengsin y me encanto y ahora que lo lei con taeny lo ame. Gracias por adaptarlo al Taeny .
diamond09
#3
Chapter 1: Este Fic lo he leído ya con TaengSic... me gusto demasiado... sera genial volverlo a leer ahora con Taeny