Epílogo

It must be fate (Sin editar)
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-¿Realmente piensas rendirte tan fácilmente?- cuestiono mirando el perfil del rostro de su hermano, este miraba a la inmensidad del océano.

-Ya no tengo más oportunidad.- su rostro era triste y sombrío, las marcadas ojeras, sus ojos ya no tenían brillo. –Yo ocasione que ella ya no me ame, perdí su amor y el de mis hijos.- no había expresión alguna en su rostro, era como si aquel hombre lleno de energías y de vida, fue apagado como a un fuego al echarle agua.

El silencio entre ambos se propago, aquellos hombres miraban el basto océano. El canto de las aves que volaban cerca, la ligera oleada que movía aquella embarcación y el tintinar de una pequeña campana era lo que se escuchaba, pero para aquel hombre deprimido eso era secundario, solo escuchaba a las voces de su interior gritar con todas sus fuerzas un “idiota”, estaba destrozado y su mente volvía a repetir aquella imagen que vio hace 1 mes, un mes antes de desaparecer de la ciudad.

Estaba en medio del inmenso océano, decidió que desaparecer sería lo mejor para perderse de todo y de todos, quería estar solo, quería olvidar aquel dolor, quería hundirse en sus recuerdos, en aquellos hermosos recuerdos que lo hicieron muy feliz no hace mucho tiempo, sus hijos y su mujer eran aquellos recuerdos, recuerdos que el mismo había destrozado, él fue el causante de destruir aquella felicidad, aquella hermosa familia que tenía, a esa familia que tanto amaba.

-Taeng.- su hermano poso su mano en el hombro de su hermano, este ni siquiera lo miro, su mirada seguía perdida en el océano. –Regresa por favor.- presiono un poco el hombro de su mellizo para que este le prestara atención. –Ya es 1 mes… debes volver.- pidió.

-No puedo.- hablo mientras sus ojos se iban aguando. –Si regreso…- apretó el puño. –No sé de qué seria capas.- apretó los ojos y una lagrima rodo por su mejilla.

-¡¡Escucha!!- lo giro con fuerza para que lo viera. -¡¡Tus hijos te necesitan Taeng!!- lo miraba con rabia, estaba harto de que su hermano fuera tan cobarde y no afrontara los hechos. –Lucha por ellos.- le hablo con severidad. –Si los amas… lucha por ellos.- lo soltó y dio un gran respiro. –Tus hijos aun te aman a pesar del error que cometiste, tú eres su padre y te aman a ti, no al nuevo novio de Tiffany.- le aseguro, pero un sabor amargo se instaló en la garganta de Taeyeon al escuchar “nuevo novio de Tiffany”, ¿Dónde quedaba el?, ¿Dónde estaba aquel amor que ella juraba tenerle?, ¿Dónde quedo ese amor eterno? –No sabes cuantas llamadas eh recibido de esos 2, preguntando sobre donde está su padre, sobre si está bien, sobre cuando ira a verlos… eh tenido que callar porque así me lo has pedido Taeng, pero ya es demasiado…- pasó sus manos por su rubio cabello y volvió a dar un gran respiro, sus ojos se oscurecieron aún más de lo que ya estaban. –Estas huyendo, desde el divorcio no eres tú mismo, espera… no desde el divorcio, sino desde que tu familia te abandono… con justa razón lo hicieron, era demasiado obvio que Tiffany se cansaría de tus desaires y de tu tan cruel trato. Eres un maldito cobarde Taeyeon, te eh defendido de todos esperando a que seas tú quien recapacite y luche.- miro a su hermano, el cual tenía los ojos inundados de lágrimas, nunca antes lo había visto llorar, él siempre era el más fuerte de ambos y verlo así le partía el corazón. Vio cómo se dejó caer al suelo y aquellos sollozos salían de su boca, sollozos que su corazón lanzaba.

Las risas y aquellos pasos presurosos por bajar las escaleras, se escuchaban en esa casa…

-¡¡Niños no corran!!- les grito la madre de estos. –Pueden caer y lesionarse.- les advirtió.

Estos haciendo caso omiso y continuaron, al llegar a la planta baja abrieron la puerta con emoción, esperaban ver a alguien muy importante para ellos, pero al abrirse la puerta sus ilusiones decayeron, en la entrada estaba un hombre con un ramo de flores en la mano y sonreía muy alegremente, aquellos niños solo sonrieron y se hicieron a un lado para que este entrara. En sus rostros era muy notorio el cambio de ánimo, miraron el calendario y era otro día que papá no iba a la visita acordada por el juez.

En silencio subieron a las habitaciones. Su madre se dio cuenta de ello y por más que tratara de que sus hijos no sufrieran a causa de su ex marido, le resultaba imposible, un suspiro salió de su boca y camino hasta aquel hombre.

-¿Otra vez pensaron que era el?- la cuestiono.

-Si.- respondió mientras soltaba el aire, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla. –Vamos a la cocina Sung Jun.- él la siguió hasta la cocina y ahí comenzaron a conversar.

Se hicieron amigos desde aquella fiesta de cumpleaños, han estado teniendo citas pero aun no son nada, los amigos de Taeyeon piensan que ya son novios debido a lo muy cercanos que se han vuelto.

Los niños se encontraban en la habitación de uno de ellos, uno acostado en el piso alfombrado mientras el otro acostado en la cama, miraban el techo de esa habitación, estaba completamente oscuro y solo una lámpara con estrellas alumbraban la habitación, ambos miraban esas estrellas que la lámpara mostraba.

-¿Crees que papá ya no nos quiera?- pregunto uno de ellos, para ser específicos el que se encontraba en la alfombra.

-No digas eso Min.- la niña se sentó en la cama y miro a su hermano.

-Es inevitable no pensarlo Hee.- el pequeño también se sentó y su mirada se tornó triste. –Es más del mes que papá no ha llamado y tampoco atiende nuestras llamadas…- bajo la cabeza y comenzó a jugar con un hilillo que sobresalía de la alfombra. –Tal vez ya se olvidó de nosotros.- hablo en bajo.

-Tal vez.- repitió la niña y miro a un punto inespecífico.

2 meses habían pasado ya desde que él había dejado la ciudad, dejo la paz que le daba aquel lugar para regresar a la ruidosa ciudad.

En su casa todo era silencio, aquellos muebles que había roto ahora estaban reparados, la casa la habían pintado y todo estaba restaurado con excepción de aquellas fotografías, de aquellas risas y esos te amos que recibía al llegar a casa. Con cansancio camino por el enorme pasillo, su cuerpo se sentía pesado, pero estaba renovado, había aclarado su mente en esos meses y estaba decidido… miro su reloj de mesa y pasaban del medio día.

-Será mejor darme una ducha.- susurro a sí mismo y camino hasta aquella habitación de baño, al entrar no se miró en el espejo, solo abrió las llaves del agua para que la tina se llenara. Salió de la habitación y miro a su alrededor, se sentía tan solo y nada lo complementaba, camino hasta su armario y solo estaba su ropa, miro el lado vacío y una sonrisa triste se formó en sus labios. –Me haces falta.- dijo a la nada y dio un suspiro, tomo uno de sus trajes y lo coloco sobre la cama.

Entra a su bañera y se sumerge en lo tibio del agua, el vapor ha llenado el cuarto de baño y el silencio le ayuda a relajarse aún más, se sumerge bajo el agua sintiendo como sus músculos se relajan y sale para respirar. El agua escurre por todo su rostro debido que gotea su cabello, apoya su cabeza en el filo de la bañera y cierra los ojos unos momentos. Recuerdos vienen a él, aquellos recuerdos de su esposa… esos que al cerrar los ojos puede volver a oler su aroma, a sentir el tacto suave de sus manos por sus hombros, sentir esos suaves besos en su mejilla y escuchar esos te amo susurrados a su oído. Abre los ojos y da un gran suspiro.

Decide salir del agua, toma una toalla y la enreda alrededor de su cintura, camina hasta el espejo que está en el lavamanos y limpia el vapor que esta adherido a este, gotas salen al pasar su mano por la superficie y al fin puede ver su rostro. Se ve pálido, en sus ojos unas muy pronunciadas ojeras, su cabello algo largo y su varaba está muy crecida. –Necesito un corte.- dice al tomar unos mechones de cabello entre sus manos. –Y también afeitarme.- toma con una mano su mentón y mira su perfil. –Aunque… podría solo cortarla un poco.- mira su rostro mejor. –Mejor voy a hacerme el cabello y que ellos se encarguen de hacerme la barba.- no tenía ánimos de hacerlo el mismo. Salió del baño y tomo su ropa para vestirse, peino su cabello hacia atrás completamente, algunos cabellos se alborotaban y caían a sus costados, esa barba de 2 meses no se veía mal pero no era de su gusto llevar la barba crecida. Miro su reloj y eran las 2. –Hoy iré a verlos.- sonrió tenuemente y miro la fotografía que había en un mueble. Roció un poco de perfume en su cuerpo, tomo sus llaves y salió de ahí.

En el camino no dejaba de pensar en cómo recuperar a sus hijos, los había dejado por 2 meses y no sería fácil explicarles lo que un adulto siente. El viento alboroto su cabello, las gafas de sol que llevaba puestas lo hacían lucir espectacular pero no parecía Kim Taeyeon, sino cualquier otro hombre conduciendo un Audi A6 (http://graphics8.nytimes.com/images/2011/11/06/automobiles/06WHEE1/06WHEE1-articleLarge.jpg). Su camino cada vez era más corto y conforme paraba en los semáforos sus nervios crecían, inhalaba y exhalaba, una y otra vez para controlar el revoloteo que era su estómago, al estacionar frente aquella casa su respiración se hizo irregular, pero sin demostrar temor bajo de su auto, a paso firme camino la corta distancia hasta la puerta de entrada, con la mano titubeante toco a la puerta, no se escuchaba nada, volvió a tocar y al parecer no había nadie en casa. Dio un último intento y antes de que diera la vuelta…

“Voy”- fue lo que se escuchó desde dentro de esa casa, aquella voz hizo que su corazón no dejara de latir desenfrenadamente, la puerta se abrió lentamente, sus ojos algo dilatados y expectantes al ver aquella hermosa figura. -¿Le puedo ayudar en algo?- cuestiono, mientras lo miraba de pies a cabeza. El no respondía nada, sus ojos brillaban y una sonrisa se formaba en sus labios.

Ella solo lo miraba sin comprender porque aquel hombre la observaba tan insistentemente, pero debía admitir que era atractivo. Lo miro a los ojos y eso fue suficiente para que su corazón se desbocara, esos hermosos ojos solo le pertenecían a alguien y ese alguien era…

-Vengo por mis hijos.- le responde de manera calmada, con una sonrisa que dice cuanto la anhela. –Vengo a verlos.- vuelve a hablar, pero mirando fijamente a aquella mujer que lo ve con sorpresa. -Veo que me has olvidado con facilidad.- aquellas palabras calaron en lo más profundo de ambos, ¿Cómo ella lo olvidaría?, ¿Cómo podría olvidar el amor que le tiene aun cuando han pasado meses?... –Bueno te lo diré… soy yo… Taeyeon.- su mirada se ve triste pero decide sonreír y no derrumbarse frente a ella, no quiere llorar frente a ella.

-T… Taeyeon.- susurra muy sorprendida, hacia 2 meses que no se sabía nada de él, ahora está frente a ella y se ve terrible, estaba preocupada por él, por no saber dónde estaba, quería abrazarlo con fuerza y pedirle que no vuelva a desaparecer pero en su lugar estaba inmóvil.

-¿Me dejaras ver a mis hijos?- cuestiono con incertidumbre, sus ojos delataban el temor del rechazo que le diera esa mujer.

Reacciono cuando sintió como aquellos mellizos se posicionaban a sus costados cuestionando porque demoraba tanto, pero las preguntas fueron cortadas al ver al hombre frente a ellos, un brillo peculiar se formó en sus ojos.

-¡Papá!- gritaron ambos al unísono y salieron corriendo a los brazos de su padre, el cual se había puesto en cuclillas para poderlos acoger entre sus brazos, los cálidos bracitos de sus hijos alrededor de su cuello lo llenaban de calor, un calor que solo los hijos pueden dar, el amor que ellos le daban lo hacían llorar internamente por el gran error que cometió. Los besos despistados que ambos le daban en las mejillas lo hicieron sonreír con calidez, una calidez que había extrañado, sus ojos miraron al amor de su vida, ella tenía lágrimas en los ojos y él se sentía impotente por no poder hacer nada para poder calmar esas lágrimas, bajo la mirada para no correr a ella y besarla. No quería arruinar esos meses que se había ido, esos meses que lo hicieron pensar muchas cosas, esos meses que lo hicieron poner los pies sobre la tierra, lucharía y lo aria de manera limpia, la volvería a enamorar.

Una sonrisa se formó en sus labios y la miro nuevamente, escuchaba como sus hijos lo atormentaban con preguntas, preguntas que él no sabía cómo respondería, preguntas que lo hicieron sorprender y preguntas que lanzaron una esperanza más a su deseo.

-Tiffany.- la llamo mientras se ponía de pie. -¿Puedo llevar a los niños a dar una vuelta?- no sabía que respondería, tal vez le diría que no… sus ojos eran suplicantes, su miraba había vuelto a ser la misma, había vuelto a ser la misma mirada que ella amaba, esa mirada tierna y cariñosa. –Descuida…- bajo la mirada y vio a sus hijos unos momentos. –Si no te sientes cómoda con me los lleve unas horas, no hay…-

-Eres su padre Taeyeon.- lo interrumpió. –Si ellos quieren ir contigo… por mí… no hay problema.- mira a sus hijos y nota como estos se emocionan, pero nuevamente vuelve a conectar la mirada con él.

-Gracias Tiffany.- el vuelve a sonreír y se pone en cuclillas nuevamente, esta vez para ver si ellos quieren ir con él, para su sorpresa estos muy energéticamente responden con un “¡sí!”

Se despidieron de su madre y se fueron con su padre, el los llevo a comer, de compras y de paso pasaron por una estética para que Taeyeon pudiera cortarse el cabello y también le removieran la barba. De regreso el solo los dejo en la entrada y se aseguró a que ellos entraran a esa casa, con la mano les dijo adiós y se marchó de ahí.

5 meses después.

Dos niños caminan tomados de las manos a la orilla del mar, tras ellos vienen 2 personas, ellos van en su propio mundo, ríen por cosas que ambos comparten y van jugando entre ellos.

-Sus hijos son muy alegres Sr. Taeng.- una joven de no más de 22 años de edad.

-Lo son.- él le regala una sonrisa y ella se sonroja un poco, en sus manos lleva su calzado.

-Se ve que tienen mucho de usted.- dice tímidamente.

-No lo creo.- dice sonriendo. –Ellos son muy parecidos a su madre.- le guiña el ojo y ella se queda quieta. -¿Te sucede algo?- la cuestiona al momento de detener su andar y mirarla fijamente.

-Yo…- no sabía que responder, la mirada del hombre que tenía frente a ella la hacían perderse.

-¿Te encuentras bien Juniel?- la interrogo con preocupación, se acercó a ella un poco para poder visualizarla un poco mejor.

-N-no…- dio un paso atrás para evitar su mirada, pero al hacerlo tropezó con un cerro de arena.

-¡Cuidado!- la atrapa antes de caer, sus rostros quedan muy cercas.

-¡Papá!- grita Hee Young al ver esa escena, suele celar mucho a su padre y más cuando las mujeres que están cerca de él intentan algo más. –Aléjate de papá.- los separa y la empuja, la mira con desdén y se abraza a la cintura de su padre.

-Young… deja ayudo a Juniel.- trata de calmar a su hija, la pequeña infla sus cachetitos y se cruza de brazos.

-No.- dice hostilmente. –No quiero que te le acerques.- la mira con odio.

-¡Young!- le habla fuerte. –Ella es una compañera de trabajo hija, no puedes prohibirle tal cosa.- la pequeña lo mira con los ojos llenos de lágrimas. –No amor, no llores.- intenta abrazarla.

-Quiero ir con mamá.- comienza a llorar. –Ahora.- corre a los brazos de su hermano y este solo los mira sin decir nada.

-Creo que es hora de volver papá.- es lo único que sale de sus labios para luego caminar con su hermana hasta donde está estacionado el auto.

Taeyeon con la cabeza gacha, no dice nada, solo se limita a dar un suspiro y a decir mentalmente “creo que lo eh arruinado nuevamente”.

-Lo siento mucho Sr. Taeng.- es lo que alcanza a musitar.

-No te preocupes Juniel.- le regala una sonrisa triste. –Vamos… es momento de llevarlos a casa.- suspira y camina en dirección por donde sus hijos van.

El camino es silencioso, por el retrovisor puede ver como esos gemelos miran tras la ventanilla, mas sin embargo no sabe que decir, mira a su derecha y ve a su compañera. Al estacionar frente a aquella casa, la mira por unos segundos, se baja del auto, pero sus hijos ya están en la puerta tocando con insistencia, cuando esta se abre abrazan con fuerza a su madre, Taeyeon sol atina abajar la mirada y acercarse hasta ellos.

-¿Qué sucede?- cuestiona al ver como su hija se aferra a ella. Levanta la mirada para encontrar la de su ex marido y lo mira con la cabeza baja, mira al auto y ve a una chica, su corazón sufre un quiebre. –Niños entren a la casa por fav

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 6: Que??? Como lo dejes ahí???? D:!!!
LlamaAmerica #2
Chapter 5: Claramente que siiii tonto!!! No hagas una estupides!!!!!! Ashhh taeng!!! >:|
LlamaAmerica #3
Chapter 4: Ósea tiene la identificación porque no sale el nombre??? Jajaja

Igual a Tae le pagaron las náuseas también xD
Taechi_s #4
Chapter 4: Jajaja el papá bien emocionado xD
iasmsk
#5
Chapter 1: OhEmeGe!!!
#NostalgiaOn xD
En definitiva... seguiré leyendo. Aunque eso me cueste mi vista ?
LlamaAmerica #6
Chapter 3: What y este metido??? Porque quiero TaeNy :(
LlamaAmerica #7
Chapter 2: Uhhh pobre Tiff pero espero taeng pronto encuentre a Tiff *-*
LlamaAmerica #8
Chapter 1: Omg!!!!! Están muy interesante la historia *-*
LlamaAmerica #9
Sigueeee *-*
tuenti #10
Chapter 1: Omfg D: