Taeng aun sonrojado se levantó y ante la mirada atenta de tiffany comenzó a vestirse, unos pantaloncillos cortos color beige combinándolo con una camisa color celeste, con sus pies descalzos, ese atuendo le quedaba muy bien, caminaba de un lado a otro con libertada, arreglo su cabello con sus manos, sin utilizar algún peine, cuando sintió que estaba listo se giró para mirar a tiffany…

-Vamos lindura debemos bajar a cenar.- le informo taeng a tiffany, se acercó a ella y le tendió una mano…

Después de la cena, tiffany decidió darse una ducha, a pesar de sus ascos sentía que estaba mucho mejor con lo que el médico le dijo… se sentía confusa con todo, todo había sido un cambio muy rápido, incluido el tener que comenzar a tratar a taeng como algo más que un simple amigo o la persona de la que estabas enamorada a la distancia.

Esa noche fue algo raro para ambos, durmiendo en la misma cama pero con algo de distancia, aun sentían que era una decisión muy prematura, pero todo era por el pequeño que estaban esperando, al igual que por ese amor que ambos sentían y no sabían cómo demostrárselo, eran algo torpes el uno con el otro.

La mañana llego, tiffany tenía que ir a trabajar, mientras que taeng seguía buscando la manera de que aquella chica no volviera a acercarse a su departamento y mucho menos al edificio… aquella visita lo ha dejado muy pensativo y alerta, aquella chica si volvía a aparecer no era por algo bueno, él se había encargado junto con su padre de darle buena suma de dinero para que se alejara de su hermano hyo.

Encerrado en el despacho y muy pensativo se encontraba taeng, entre sus divagaciones recordando y preguntándose a sí mismo si debería comunicarle a su padre lo que sucedió el día anterior.

-Disculpe que lo interrumpa joven taeng.- alguien lo llamo desde la entrada, este dejo sus pensamientos de lado y centro su mirada en la persona que le llamaba.

-¿Qué sucede señora Leblanc?-

-Solo vengo a informarle que iré a hacer las compras… ~lo mira~ ¿necesita que le traiga algo?-

-No, no necesito nada por ahora señora Leblanc pero… ~se pone pensativo~ pregúntele al joven que vino conmigo si no necesita algo.-

-Como usted diga… con su permiso.- se dio la media vuelta para poder salir.

-Mmm… señora Leblanc.- la llamo.

-¿Si joven?- se giró nuevamente.

-Compre helado ~sonríe~.-

-Su helado nunca lo olvidaría joven.- le dio una sonrisa cálida y maternal, sabía lo que le gustaba y cuando él estaba ahí le preparaba su comida preferida, le hacia sus postres y lo consentía lo más que podía.

-Gracias.- le dijo con cariño. –Dígale a Matthew que saldrá por las compras, él le asignara un guardia para que la acompañe y la lleve en coche.- le pidió e informo, la señora solo asintió. –Valla con cuidado nana.- le sonrió con cariño.

-Lo are.- le devolvió la sonrisa y esta vez sí salió del despacho.

Taeng solo miraba como la señora de edad había salido de ahí… no se confundan “nana” aquí en algunos estados de México lo utilizan para llamar así a sus abuelas; es de cariño, al igual que podría ser a una niñera que ha cuidado a los niños desde su infancia y al momento de crecer se les queda el decirles así.

Continuando con la redacción… taeng dio un gran suspiro, giro la silla en la que se encontraba sentado para dar la espalada a la puerta, seguía debatiéndose consigo mismo sobre llamarle a su padre o no para informarle sobre la situación…

-Oye taeng.- se escuchó de la entrada, taeng se giró para encarar a la persona. -¿Te encuentras bien?- en lugar de decirle lo que le iba decir opto por preguntar si se encontraba bien, llevaba toda la mañana ahí metido y al momento de verlo estaba muy pensativo.

-Mmm… si… estoy bien Woo.- trato de convencerlo de ello pero su respuesta no era muy convincente y mucho menos por la expresión de su rostro. -¿Qué se te ofrecía?- pregunto antes de que insistiera con respecto a su estado.

-Yo… ~piensa~… ~rasca su nuca~ oh! Cierto… me estoy aburriendo de estar aquí encerrado, por ese motivo eh venido a invitar a mi querido cuñado a ir a algún lugar para des-aburrirnos.-  ciertamente iba a insistir en preguntarle, por ese motivo se estaba olvidando de lo que le iba a decir, pero con el repentino cambio de tema que le dio taeng tuvo que desistir de seguir cuestionándolo.

-Entonces… ¿quieres salir?- woo asintió en confirmación a lo que le preguntaba. -~piensa~… mmm ~pone el dedo índice en sus labios~… que te parece si… ¿te gusta jugar golf o tenis?-

-Ambos.- se quedó pensativo, no vendría mal una partida de tenis ese día. –Aunque sería mejor que juguemos tenis… podemos hacerlo interesante ~sonríe~.- taeng levanto una ceja y lo miro detenidamente.

-¿Interesante?- lo cuestiono.

-Ajá… ya sabes.- taeng no contesto solo siguió observándolo. -~suspira~ una apuesta.- taeng le dio una leve sonrisa, no le desagradaba la idea de eso, además era muy competitivo y no dejaría que le ganasen.

-Y ¿Qué apostaríamos?- ciertamente no sabía que podría ser bueno para una apuesta.

-No lo sé… ~piensa~… ¿qué tal si… el que gana decide?- taeng se quedó pensativo.

-Está bien.- ambos estrecharon sus manos como haciendo un trato. –Ve a ponerte ropa adecuada para el tenis… puedes usar el traje de Hyo, está en su armario.- woo asintió.

-Iré a vestirme.- le aviso, taeng solo asintió y dio un suspiro.

–Será una manera de liberar este estrés que me ha causado ella.- dijo con amargura. –Sigo sin entender como hyo fue tan estúpido como para creer en ella.- su hermano le preocupaba, que tal si ella daba con él y trataba de comunicarse con él, estaba decidido tenía que llamar a su padre.

Tomo el teléfono que se encontraba en el escritorio, marco el número de su ahora hogar y espero a que alguien le contestara, el sonido de espera era algo desesperante y agónico, ¿Cómo le explicaría a su padre los sucesos?... mientras golpeaba el escritorio con la punta de una pluma, seguía esperando…

“Hola”- contesto alguien de la otra línea.

-Hola.- saludo taeng.

“Taeng ¿eres tú?- alguien lo cuestionaba con confusión.

-Eh!... si… soy yo.- respondió, aun no sabía quién había contestado.

“Hermano!!! Hasta que escucho tu voz”- era hyo estaba muy contento de escuchar a su hermano, pero con ello el nerviosismo de taeng aumento.

-Hyo!!! Lo siento por no comunicarme contigo desde que llegue.- se disculpó.

“No te preocupes hermano, sé que llegaste con bien pero… ¿tiff ya sabe lo de su compromiso?”-

-Sí, ya lo sabe… hyo podrías pasarme a papá… necesito hablar con el.- le pidió.

“¿Sucede algo taeng?”- lo que se temía, ¿Qué le respondería?

-No, no sucede nada, todo está bien… papá me pidió que lo llamara en este día.- mintió.

“Está bien iré a buscarlo, dale mis saludos a tiffany y a wooyoung”- le pidió antes de irse.

-Lo are.- al escuchar eso hyo fue en busca de su padre, espero por unos minutos a que su padre contestara su llamada…

“¿Qué sucede taeng?”- la voz de su padre se escuchaba con preocupación.

-¿Se encuentra en un lugar donde podremos hablar sin que lo escuchen?- lo cuestiono.

“Si, estoy solo en el despacho”-

-Entonces podremos hablar…- se quedó callado por unos segundos, pensando en cómo comenzar. –Ella volvió papá.- su padre estaba callado no respondió estaba sorprendido, ¿acaso no le había bastado con lo que les había quitado?. –Trato de entrar al departamento.- dijo con seriedad.

“¿No te ha dicho que es lo que quiere esta vez?”-

-No papá, no deje que hablara, llame a seguridad para que la sacaran y nuevamente prohibí su entrada al edificio.- se preguntaran ¿quién es ella?...

~FLASHBACK~

En una cafetería muy concurrida por estudiantes, se encontraban 2 chicos conversando sobre sus estudios y las cosas que harían esa tarde…

-Entonces… ¿tenemos que ir al entrenamiento?- pregunto uno de los chicos.

-Si hyo.- el chico bebió de su jugo y miro a través del cristal de una ventana. –Sabonim envió a uno de los chicos para avisarnos.-

-Pero… ~suspira~… se supone hoy no tenemos entrenamiento.- dijo con cansancio.

-Se supone.- dejo de ver por el cristal y fijo su mirada en él. –Él nos dirá porque nos mandó llamar.- hiso una señal con su mano a una mesera. –Denos la cuenta por favor.- pidió.

-¿Ya nos vamos?- lo cuestiono. –No llevamos ni 15min aquí y ¿Ya te quieres ir?- lo miraba confundido.

-Necesito hacer algo antes de ir al entrenamiento.- la mesera volvió con la cuenta, pagaron y se pusieron de pie.

-Oh! Vamos taeng.- le dio un ligero empujón. -¿Qué aras?- taeng lo miro y le dio una sonrisa de medio lado.

“Tonto… no recuerda que hoy es nuestro cumpleaños”- pensó taeng

-Tengo que hacer unas compras.- le sonrió y comenzaron a caminar a la salida.

Ambos metidos en su plática no se dieron cuenta de que alguien más quería entrar y hyo choco con esa persona haciéndola caer al suelo.

-¡Dios!- se llevó una mano a la boca. –Mil disculpas señorita… realmente no la vi.- la chica en el suelo, no había levantado la mirada… -Permítame ayudarle.- le tendió la mano y en esta ocasión la chica levanto la mirada, al momento que sus ojos se encontraron tuvieron como una conexión, conexión que taeng vio…

-Hermano te dejo, sigue ayudando a la señorita… nos vemos en el entrenamiento no se te olvide.- palmeo su hombro y camino a la salida, antes de irse dio un último vistazo a su hermano y aquella chica… había algo en ella que le daba mala espina, más sin embargo decidió ignorar aquella sensación.

Aquella chica desde entonces se hiso muy cercana a hyo… tanto que en cuestión de semanas ambos comenzaron una relación, la cual taeng no estaba de acuerdo, ella tenía algo que le desagradaba…

-Taeng!! Iré por mas bebidas…- estaban en un club festejando su triunfo en el torneo que habían tenido esa tarde…

-Está bien.- le grito el, dado la música era muy difícil escuchar cuando alguien te habla por lo que tienes que gritar para ser escuchado…

Cuando hyo se fue quedaron taeng y la novia de su hermano en la misma mesa… taeng miraba a una chica a la distancia y la chica también lo hacía, ambos coqueteaban a la distancia solo era cuestión de que taeng se acercase a la chica y la sacara a bailar.

-Te come con la mirada.- comento la novia de hyo, taeng desvió un poco la mirada para verla…

-Mmmm… discúlpame… pero… ese es asunto mío.- lo dijo fríamente, volvió a fijar su mirada en aquella chica y esta vez la chica le hacía una seña para  que se acercara… -~Sonríe~ con tu permiso… debo ir al asecho.- sin decir más se puso de pie y camino hasta aquella chica.

Toda la noche taeng se la paso con ella, divirtiéndose y de vez en cuando no perdía la oportunidad de besarla, tocarla y pegarse lo más que podía a ella, disfrutando de su compañía, la hora de irse a casa llego y el decidió llevar a su acompañante hasta su hogar, ambos pasados de copas… más sin embargo taeng era un caballero y no pasaría a mas esa noche, regreso a su departamento el cual compartía con hyo, entro con sumo cuidado para no despertarlo, subió las escaleras hasta llegar a