§TAEGN§

Después de que le entregara el anillo, bajamos al encuentro de wooyoung, quien al parecer se estaba aburriendo, ambos de blanco y tiffany iba de una forma casual, en la cual pueda sentirse cómoda, ese conjunto le quedaba muy bien… cuando salimos, no había tanto paparazzi pero aun así había guardias vigilando a todas horas, al llegar al club, nos pusimos a calentar…

-¿Seguro que quieres hacer la apuesta?- le pregunte a wooyoung.

-Por supuesto.- dijo con una sonrisa en sus labios, nosotros ya nos encontrábamos en el campo de juego, tiffany estaba en una de las bancas observándonos. –Acaso… ¿te estás dando cuenta que no puedes ganarme y prefieres rendirte que quedar en ridículo frente a mi hermana?- dijo con sorna.

-Por supuesto que no.- le sonreí… se nota que no sabe mucho de mí.

-Taeng.- alguien me llamo.

-Oh!... Steven.- no puedo creer que aun siga trabajando aquí. -¿Cómo has estado?- me acerque a él y lo salude con un apretón de mano.

-Muy bien.- dijo con una gran sonrisa en sus labios y correspondía mi saludo. -¿Cuándo volviste?- me cuestiono.

-Mmm… ayer por la mañana llegue aquí.- le respondo.

-Ya veo.- dijo mirando a wooyoung. -¿Volverás a entrenar tenis?- me miraba curioso.

-No… eso lo deje desde que me fui al igual que el taekwondo.- el asintió.

-Entonces… es un ¿fogueo?- había olvidado esa palabra.

-~sonríe~ algo así.- wooyoung se mantenía en silencio y solo nos observaba. –Permíteme presentarte.- dije mientras me acercaba a wooyoung y el me seguía. –Él es Hwang Wooyoung mi cuñado.- Steven me miro curioso. –Woo él es Steven Payne, amigo y entrenador de tenis.- le sonreí.

-Un gusto joven.- Steven le tendió la mano para saludarlo.

-El gusto es mío.- woo tomo su mano, pero antes de hacerlo le hizo una pequeña reverencia.

-¿Te has casado taeng?- me pregunto Steven.

-No.- le respondí con seriedad. –Pero… pronto lo are.- no sé porque el solo hecho de mencionarlo o recordarlo me hace sonreír.

-Y… ¿Quién es la afortunada?- me pregunto mientras me golpeaba el hombro juguetonamente.

-Deja voy por ella.-

-Está bien, aquí espero.- puso sus manos atrás de su espalda, me di la media vuelta y camine a la banca donde se encontraba tiffany comiendo unas gomitas de dulce.

-¿Qué sucede?- me pregunto cuando estuve frente a ella, se ve tan linda comiendo esos dulces.

-Nada ~sonríe~… solo vengo para llevarte a donde me encontraba y presentarte a alguien.- ella dio un vistazo. –Pero antes.- me puse en cuclillas frente a ella, posando mis manos en su cintura. –Quiero que me des de lo que comes.- lo dije en un tono infantil, ella puso una de sus manos en mi mejilla y acaricio.

-Abre la boca.- dijo melosamente, yo le obedecí y la abrí, me puso unas gomitas en la boca, mientras mascaba la miraba a los ojos, el verlos hacia que me olvidara de mi entorno y sintiera que el mundo se detenía justo en ese momento, congelando todo a nuestro alrededor y lo único que se puede mover somos, ella y yo. -¿Quieres más?- me pregunto.

-Quiero algo mejor.- ella me miraba confundida.

-¿Qué cosa?-

-Esto.- me eleve un poco y junte nuestros labios, ella tenía una mano en mi mejilla y poco después pude sentir su otra mano en mi hombro. –Esto sabe mejor.- dije cuando me separe de ella, su rostro tenía un leve tinte rojizo.

-Taeng las personas nos ven.- al parecer estaba avergonzada, mire a mi entorno y efectivamente, había personas observándonos, sonreían y se decían algo. –Es vergonzoso.- puso su cabeza en mi hombro.

-Vamos cariño.- la abrace. –No debes sentir vergüenza… a la gente no debemos darle mucha importancia… debemos disfrutar.- ella levanto la cabeza y me miro. –Vamos con wooyoung que ya debe de estar desesperado.- me puse de pie y le tendí la mano, ella la tomo y se levantó.

Caminamos con nuestras manos entrelazadas, yo traía en mi otra mano la bolsita de gomitas que ella estaba comiendo y ella traía su bolso, de vez en cuando le daba una gomita en la boca.

-Pensé que ya no vendrías.- dijo Steven cuando llegamos. –Ya me estaban comenzando a salir raíces de esperar.- soltó unas risitas y miro a tiffany. –Que linda chica.- tomo una de sus manos y la beso. –Soy Steven Payne, amigo y ex entrenador de taeng.- se presentó.

-Aléjate.- lo aleje de ella. –No le estés coqueteando.- el soltó unas risitas.

-Veo que sigues siendo celoso con tus chicas.- dijo con sorna.

-Ella es mi mujer… como no serlo.- lo mire con seriedad.

-Taeng.- tiffany apretó suavemente mi mano. –Soy Hwang Tiffany, prometida de taeng.- hiso una pequeña reverencia.

-Que educada ~sonríe~… y dime…- ya va a comenzar a cuestionarla y conociéndolo saldrá con sus cosas ertidas.

-Emm… oye Steven ¿te gustaría ser Umpire en nuestro pequeño fogueo?-

-Claro porque no.- se encogió de hombros. –Veremos si aprendiste bien.- sonrió y palmeo mi mejilla.

-Tiff cariño puedes sentarte en esa banca.- le señale mi banca, justo al lado donde sube el Umpire. –Así no estarás sola.- ella solo asintió.

-Bien chicos… demos comienzo.- valla había olvidado lo serio que se ponía cuando era Umpire, saco una moneda de su bolsillo. –Bien… que lado de la moneda piden.- miro a wooyoung.

-Cara.- dijo con seguridad, me miro a mí.

-Tienes sol taeng.- lanzo la moneda al aire, cayó al piso haciendo su respectivo sonido. –Veamos.- se acercó a la moneda y la miro. –Cayó… cara.- se puso de pie y nos miró. –Saca wooyoung.- con eso comenzamos…

Nuestros cuerpos agotados, sudorosos y ambos no nos damos por vencidos, nunca pensé que tendría un buen partido de tenis, personas nos observan, llevamos media hora tratando de hacer que alguno pierda, pero ninguno se deja perder, esto se pone cada vez más cansado…

-Tiempo!!- grito Steven, ambos paramos y nos dirigimos a nuestra banca… tome la toalla que tenía en mi maleta y seque mi sudor mientras tomaba asiento en la banca. –Valla… veo que sigues siendo competitivo.- Steven se había acercado a mí, me ofreció una botella de agua.

-Sabes que nunca me ha gustado perder.- tome la botella y di un trago.

-Vamos es tu cuñado.- palmeo mi hombro y miro hacia donde estaba wooyoung, con él estaba tiffany hablando con él y le echaba aire con una toalla, ambos sonrieron por algo. –Sabemos que él no ganara, viéndolo a él y a ti… no se puede negar que es bueno, pero se ve que es un principiante, tú ya tienes más experiencia.- lo mire fijamente.

-Acaso me estas pidiendo que… ¿me deje ganar?- no puedo creerlo,