Miyoung luce extra alegre hoy por la mañana. Taenggu no está segura de qué hacer con ella, pero lo mantiene bajo perfil. Es un buen día. Fresco, brillante y soleado, es un maravilloso día para dar un paseo por el jardín.

“Los peces que nadan aquí, son regalos del esposo de mi hermana. ¿No son bonitos?”

Taenggu ve atreves del agua. Ambas chicas de pie en el pabellón, construido sobre el gran estanque, y sería romántico si no fuera por la realidad menos-que-ideal en la que se encuentran. Realidad, que la golpea en la cara cuando ve su reflejo en la calma del agua. Bien afeitado y luciendo joven, no es lo que verdaderamente es. Ella es un fraude andante.

“Este muy callado ¿Qué tienes en mente?”, Pregunta Miyoung.

“Sólo estoy admirando los peces.”

"¿Me harías un favor?"

"¿Cuál?"

“Me gustaría verte mientras pintas. ¿Harías eso por mí? Sólo un pequeño cuadro sería suficiente. Será como un regalo de despedida “.

¿Un regalo? Esta niña, disimuladamente me está pidiendo que pinte algo sin ningún consto. Y además, quiere ver como lo hago. ¿Pero qué daño puede hacer eso? Voy a partir mañana y como ella misma lo dijo, es un regalo de despedida. “¿Qué le gustaría que pinte para usted?”

Una sonrisa cálida se despliega. “Un pedazo de ti.”

Taenggu la mira curiosa. "¿A qué se refiere?"

“Me gustaría tener un pedazo de ti. Puedes pintar tu estación favorita, tu comida favorita, animal, o nada en absoluto, algo que tenga que ver contigo. Será un regalo que atesoraré por siempre“.

Taenggu parpadea. ¿Acaso esto es alguna forma de seducción avanzada? ¿O se trata de una solicitud inocente? “Voy a necesitar un lugar donde pintar.”

“La sala de estudio de arte, es perfecto para ello. Ven conmigo, te llevare“.

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Mala idea. La sala de estudio de arte, es aislada y demasiada tranquilo para su seguridad. Taenggu mira a su alrededor, con la esperanza de salir de esto, pero la postura expectante de Miyoung y los ojos ansiosos, derriten su resistencia. Estará bien. Ella puede hacer esto por Miyoung. Todo terminará después de hoy de todas formas.

“¿Esta segura que puedo utilizar todo esto?” Taenggu pregunta, señalando la gama de pinceles y tintas depositadas sobre la mesa.

"Por supuesto. Tienes mi permiso para usarlas “.

“Siendo usted la que lo dice, entonces. . .”Taenggu toma un trozo de papel de la pila de alado y lo deja sobre la mesa, alisándolo con su palma. A continuación, selecciona un pincel adecuado. Su punta no debe ser demasiado suave o demasiado dura. Y la tinta. Hay colores también. Ella toma el azul.

“¿El azul es su color favorito?”, Pregunta Miyoung.

“Mhm. Me gusta el azul."

"Ya veo."

Taenggu cierra los ojos y ve el amplio cielo azul de su ciudad natal. El mismo lugar, del cual huyo. Es irónico, cuan viva es la memoria de su casa. Es como si su casa la hubiera seguido hasta aquí. Miyoung quiere un pedazo de ella. Bueno, no hay pedazo más grande de ella, que el lugar donde creció.

Desliza la punta del pincel por el nuevo papel y los labios se curvan en una sonrisa satisfecha, cuando las líneas comienzan a aparecer en una forma aparentemente aleatoria. Una de las cosas más sorprendentes acerca de la pintura: es la fe. Fe en cada línea y curva. Fe, en que todos los trazos, aparentemente no relacionados con el tiempo, logran un sentido. Fe, en que la pieza terminada, será hermosa a pesar de que no parecerlo al principio. No hay manera de saber cómo saldrá, hasta la que la última pincelada este hecha. Y siempre hay casos, en los que la adición de una sola pincelada, cambia el panorama de toda la pieza. Así que Taenggu ha aprendido a confiar. Ella ha aprendido a creer. Si tan sólo pudiera hacer lo mismo con la vida misma.

Miyoung se encuentra en silencio a su lado y para sorpresa de Taenggu, es una presencia que no la perturba. De hecho, su presencia es bienvenida. Es relajante y Taenggu descubre, que le gusta cuando Miyoung está mirando cada pincelada suya. Tal vez sea porque Miyoung no hace ningún comentario. Ni hace sonidos de admiración o sorpresa. Ella está perfectamente tranquila, comportándose como si no estuviera en absoluto. Sin embargo, el calor de su cuerpo, deja claro que está ahí. Ella está a su lado y Taenggu disfruta de su compañía.

Su mano trabaja el pincel con movimientos familiares, sumergiéndola en el azul de la tinta para reponer el color. Pinta rápidamente, la visión en su mente es tan fuerte clara y cruda, que prácticamente estalla para salir de su mente. Vacía sus pensamientos y todo lo demás, se oscurece cuando la pintura cobra vida. Añade unos trazos finales y deja el pincel en su lugar.

Sólo entonces, Miyoung exhale asombrada. “Ese fue el acto más increíble que he presenciado. Realmente tienes un don “.

Taenggu sonríe mientras sostiene el rollo de papel y lo mueve de un lado al otro, para sacar la tinta. "Gracias."

“El lugar que has pintado es hermoso. Me encantaría visitarlo. ¿Dónde está?"

El lamento cae como lluvia sobre Taenggu ese instante. ¿Qué estúpida puede llegar hacer? ¿En serio pinto un cuadro de su casa? Mira a la pintura y se muerde el labio. Ese sitio, es un regalo del lugar donde nació, y el cual, ya no existe más.

Después de todo lo que había hecho para mantener su pasado en secreto, termino sacándolo y regalando algo. . . deshecho. Era demasiado tarde. Quizás aun podía corregirlo, pero, se molestaría Miyoung si la pintura acabara en la basura y sobre todo, como explicaría sus acciones sin dar lugar a sospechas. Y lo más importante, ¿Sería capaz de destruir el regalo de Miyoung? Es su regalo de despedida.

“Es, un lugar lleno de felicidad, alegría y libertad,” contesta. Si no se menciona el nombre de su ciudad natal, Miyoung probablemente no haga ninguna conexión, ya que no ha viajado a ese sitio.

“Qué hermosa visión. ¿Eso es lo que se deseas? ¿Tu sueño para el futuro. . .?“.

Irónicamente, es un pasado muerto, pero Taenggu no corrige la interpretación de Miyoung de su pintura.

Después de todo, depende del espectador interpretar lo que ve. El control de Taenggu en la pintura termina con la última pincelada, y cambia a partir de entonces. Miyoung podría tener razón. Tal vez, es lo que ella desea tener en el futuro. Un verdadero hogar. Un lugar donde puede ser ella misma, donde puede ser libre. Tal vez sea el más profundo deseo de su corazón.

“Todo el mundo quiere un lugar que puedan llamar suyo. Un lugar, donde pueda ser el mismo “.

Miyoung la mira con lágrimas rebosantes en los ojos. “Gracias por compartir conmigo, una parte tan valiosa de ti.”

Es hora de dejarla ir. “Espero que su futuro sea tan brillante y libre, como le sea posible. Estoy seguro que conseguirá un marido adecuado, y será capaz de tener su pedazo de cielo aquí en la Tierra “.

“¿Qué pasa si ya he encontrado al marido adecuado?”

“Entonces los felicitare a ambos, a pesar de no conocerlo.”

“¿Y si está de pie, justo en frente de mí?”

Taenggu hace una pausa. Así que sus sospechas habían sido exactas. Miyoung está interese en ella o mejor dicho en Taenggu. Aun así, ha subestimado el nivel de interés. Uno de los muchos errores que ha cometido desde el día en que conoció a Miyoung.

“Si él, está de pie delante de usted, entonces será mejor que considere a otra persona. Él no se merece una dama como usted. Y tampoco, permanecerá en esta ciudad el tiempo suficiente, para que algo salga de ello “.

“Yo soy quien decide si él me merece o no. Y sé que él tiene la intención de viaja