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—Esto es inaceptable—repetía el director, limpiándose la mancha del traje mientras observaba a la fila de estudiantes sentándose en secretaría.

Todos los que habían sido identificados, como los que comenzaron la pelea: Yoojung, Il Hoon (quien tenía una bolsa de hielo en su entrepierna), Myungsoo, Chaeyeon, Sowon, JooHeon, Jackson, Sinb, Yerin, Eunha y por supuesto, Yuju.

Estaban todos en las sillas, en ese orden, mirando hacia el piso. Muy indignados entre ellos para sentir vergüenza incluso, el director los había reunido y planeaba darles un buen sermón, por el desorden que habían provocado.

—¡Estudiantes de este instituto, golpeándose entre ellos, y señoritas!—dijo mirando a las chicas— ¡De esta manera no los educamos, ustedes ya son mayores, tienen conciencia, por favor!

—¡Él comenzó —se quejó Chayeon, señalando a Il Hoon.

—¡Este estaba acosando a mi amiga!—se defendió, señalando a Myungsoo.

—¡Tú querías pegarle! —le gritó Yerin y Sinb la fulminó con los ojos.

—Y tú le pegaste y terminaste besando a uno de mis amigos, antes de darle un golpe, también—dijo Sinb con veneno y Yeriny parecía querer hundirle la nariz de un golpe.

—¡La besó en contra de su voluntad, ellos comenzaron todo esto!—dijo Sowon, defendiendo a su amiga.

—¡A ella le gustó el beso tanto como a mí!—comentó Jackson burlón y el rostro de Yerin enrojeció.

—¡Cierra la boca! —saltaron Yuju y Sinb, levantándose furiosas, todos miraron muy sorprendidos a la segunda, quien se sonrojó y volvió a sentarse.

Yerin estaba cabizbaja debido a la vergüenza.

—Aww, al final la rarita defiende a su novia. —soltó amargamente Myungsoo, haciendo que Yuju le mirara con odio.

—Cállate, que la próxima vez te doy más fuerte. —lo amenazó y Eunha se levantó, colocándole un dedo en su hombro.

—¿Quién te crees para hablarle así a mi novio?—le reclamó empujando a Yuju por el hombro, ella enrojeció de ira al escuchar la palabra "novio".

—A mí que mierda me importa tu noviecito. Él llega a tocar a una de mis amigas otra vez y te juro que te dejo sin hijos —dijo con los ojos ardiendo y la amenaza hizo ruborizar a Eunha, quien le dio una bofetada.

—¡Paren, todos!—gritó el director, mandándolos a callar.

Yuju seguía observando a Eunha, con su mejilla ardiéndole por el golpe, la castaña le devolvía la mirada con una furia contenida, pero las dos tuvieron que cortar el contacto visual cuando las mandaron a sentar.

—Primero, quiero hablar con los dos jovencitos—dijo el señor severamente, refiriéndose a Il Hoon y a Jooheon, que de inmediato se levantaron y entraron a la oficina, dejándolos a ellos solos.

—Todo es culpa de esta perra, por siquiera acercarte a mi hermano. —comenzó Chaeyeon.

Yoojung se levantó de la silla y la enfrentó.

—¡Yo no hice nada, él fue el que hizo que lo que hizo!—se defendió.

—¿Y qué fue lo que hizo?—bufó Yuju aún muy enojada, la mejilla le escocía y más al ver a Eunha sentada en las piernas de Myungsoo.

Yoojung no respondió la pregunta pero se sonrojó, Yuju no pudo evitar sonreír... acaso...

—¿Te gusta? —preguntó colocándose frente a Yoojung, quien se puso colorada de pies a cabeza, y Yuju comenzó a reír—¡Si te gusta!

—¡Claro que no! —dijo dándole un golpe en el hombro y cruzándose de brazos—Primero muerta, porque no me dejas en paz y vas con tu novia.

—¡Exacto, rarita! Ve a cuidar a tu novia. —le dijo Myungsoo, riendo, mientras Yuju se ruborizaba y se volvía a ver a Yerin, quien la miraba con disculpa.

Yerin extendió la mano, indicándole a Yuju que tomará asiento junto a ella.

—Vamos, Yun. Sólo ignóralos. —dijo aún ofreciendo su mano y Yuju suspiró, iba a tomarla cuando vio la mirada asesina de Sinb y prefirió no hacerlo.

Parpadeó, sorprendida ¿Desde cuándo a Sinb le importaba algo cómo está pequeña acción? Sintió un frío helado en la nuca y al ver era Eunha, clavando sus ojos chocolate como dagas en ella, y no parecía para nada contenta.

En verdad, Yuju no entendía a las porristas, pero al recordar el malentendido anterior quiso aclarar la situación, para que así Eunha no creyera cosas que no eran.

—Ella no es mi novia. —dijo muy firme pero mirando hacia el suelo.

Sowon observó con curiosidad como el rostro de Eunha se relajaba.

Duraron alrededor de una hora, charlando en la oficina de uno en uno. Yuju, al igual que los otros, no recibió una sanción por ser el último día de clases pero si una gran reprimenda y advertencia del director.

Salieron las tres chicas, despotricando contra los idiotas que habían ocasionado todo aquello. Yuju estaba completamente sucia y había recibido una simple camiseta holgada de la enfermería, tenía que mantener sus jeans sucios.

Yoojung, Eunha y Sinb las siguieron de lejos, ya que todas debían de ir a las duchas, se ignoraron completamente aunque se lanzaban indirectas. Muy directas, la verdad.

—¿Sabían que las perras detestan las duchas?—comentó Chaeyeon desde una de las duchas mientras lavaba su cabello, Sowon se río.

Yuju y Yerin, ya duchadas y vestidas, estaban en los pequeños bancos, la ojiverde se colocaba las zapatillas mientras su amiga se cepillaba el cabello.

Yerin llevaba una camiseta azul y Yuju una camiseta holgada deportiva, obviamente muy lejos de ser de su talla.

—Estoy segura de que todas las idiotas son enanas. —comentó sowon, colocándose la blusa sobre su cabeza, y Eunha bufó desde el otro lado de la ducha.

—No pensaba que una chica pudiera verse más plana hasta que vi a la mesa de planchar con esa camiseta. —dijo Umji muy divertida mientras sus dos amigas reían.

—Ni hablar, todas en ese grupo necesitan de un gimnasio lo antes posible, solo hay que ver las piernas de la pelirroja larguirucha. —dijo Sinb atando sus agujetas, refiriéndose a Chayeon.

Yerin la observó con una mirada cargada de reproche y rodó los ojos, Sinb observaba a la castaña con muy poco disimulo y había un brillo burlón que ocasionaba que Yerin se sonrojara del enojo.

—Una salvaje no le hubiera dado un golpe a uno de sus propios amigos. —soltó Yerin con veneno, fulminando con enojo a Sinb, y ella frunció el ceño.

—Pero al menos, no anda besando chicos cuando ya tiene una novia, que zorra si lo hace. —comentó Yoojung, soltando un insulto para ayudar a su amiga. Yuju ya no podía con estas chicas.

—¡Qué no es mi novia!—soltó y Yerin intentó calmarla—. Ya paren con esa estupidez.

—Aww, ella quiere que dejemos de decir la verdad, que patetico. —los ojos de Sinb ardían aunque, miraban únicamente a Yerin.

—Buen derechazo, aquel que le diste al cabezón, Yun. —Sowon secaba su cabello, Eunha salía de la ducha y también se colocó una chaqueta.

—Pedazo de salvaje. —dijo Eunha.

—Se lo merecía. Avísame si dura unos días besando fatal, porque el golpe que le di en la mandíbula seguro lo dejó disfuncional—dijo la ojiverde burlonamente, haciendo a sus amigas carcajearse.

—¡Claro! Cómo si tú besaras de maravilla.

—Mis besos son increíbles ¿Oh no, Yennie?—preguntó coquetamente, dándole un guiño a su amiga que soltó una risilla nerviosa al ver como Sinb apretaba los puños.

—Seguro babeas y tienes mal aliento. —siseó Eunha, furiosa, se había acercado a Yuju pero sus amigas estaban junto a la ojiverde.

—Para atrás, perra. —atacó Sowon, colocando una mano frente a ella, Yoojung se situó junto a Eunha y la apartó.

—No te metas, planita.

—¿Qué habrá visto mi hermano en ti? Te apuesto que sólo eras un juego—dijo Chaeyeon y observó un reflejo de dolor en los ojos de la chica, sintió un poco culpa por eso, y a Sinb le enojó.

—¡Cierra el hocico! ¿Crees en verdad que le interesas a hyun Sik?—insinuó Sinb, burlona, y Yuju al ver el retroceso de su amiga, salió a defenderla, pero antes Yerin habló, impidiéndole hacerlo.

—La única que se tiene que callar, eres tú, Hwang. Porque no vas a hacer algo productivo y te vas a follar con tu novio. —dijo echando humo y Sinb la observó parpadeando, como si le hubieran dado un puñetazo en la nariz— Capaz, así se te pase la idiotez. —se dio la vuelta y salió de los vestuarios, dando pisotones.

Todas la miraron con asombro, la pequeña escena de las dos chicas, y luego dirigieron su atención a Sinb, ella tenía las mejillas rojas y apretaba los dientes. No dijo nada y salió echa una furia por la puerta, dispuesta a abofetear a Yerin, mientras le llamaba por su apellido, pronto sus gritos se perdieron por los pasillos.

Nadie dijo nada durante unos segundos, hasta que Yuju fue la primera en hablar, dirigiéndose a sus dos amigas.

—No puedo más, me voy. Las castañas de plástico me sacan de quicio. —dijo colgándose la mochila y despidiéndose de sus amigas, antes de salir del vestuario.

Ignoró los gritos de Eunha al pasar a su lado y comenzó a caminar por los pasillos, estaban vacíos, ya que los estudiantes estaban en clases.

—¡Choi!—gritó por séptima vez la castaña.

Yuju suspiró, fastidiada. Se detuvo y volteó a encararla.

Eunha caminaba firmemente hacia ella, con el cabello mojado, los jeans sucios y la camiseta blanca bajo la chaqueta de su novio.

Ya no tenía maquillaje y su cabello estaba revuelto. En estos momentos, así toda desarreglada y sucia, Yuju la encontraba más y que otras veces.

Sentía unas irremediables ganas de recorrerla con las manos.

—¿Qué quieres?—preguntó, cruzándose de brazos. Eunha se detuvo y la observó enojada, durante unos segundos, colocó las manos en su cadera y alzó la barbilla, altiva.

—¿Cómo que detestas a las castañas?

—Las odio y todo se debe a ti, eres insoportable. —le contestó, alzando una ceja, y logrando irritar más a la castaña— A veces me pregunto cómo te soporta tu novio, luego recuerdo que no tiene cerebro y todo tiene sentido.

(Punto para Yuna)