—¿Cómo que no puedo dormir con mis amigas?—preguntó Eunha por cuarta vez, miraba con el ceño fruncido al profesor mientras sostenía en sus brazos la bolsa de dormir y su almohada.

El señor suspiró, esa chica llevaba un rato atormentándolo, y él estaba muy cansado. Volvió a revisar la lista, en la cual claramente colocaba que las compañeras de la quinta tienda de dormir eran: la señorita Choi, Im, Jung y Kim.

—Disculpe, jovencita Jung, así dictan las reglas. Usted ha sido asignada a dormir con las compañeras en la lista, punto—dijo para la desgracia de la castaña,

Yuju observaba con los ojos abiertos la escena. En ese instante su amiga Sowon salió a la defensa, al igual que Sinb, no soportarían ser separadas de sus amigas.

—¡¿Cómo que dormirán juntas?!—exclamaron las dos, por primera vez en su vida de acuerdo con la otra.

El profesor volvió a suspirar, tendría que aguantar a esas chicas también.

—La señorita Jung, deberá compartir...

—Ya se toda esa patraña. Me refería, a que usted hiciera una excepción—dijo la chica de los ojos miel, Eunha la apoyó cabeceando repetidamente.

—¡Por favor! No puedo dejar a mi amiga dormir con esa perra.—dijo Sowon muy decidida, señalándola.

—¿A quién le dices así, pedazo de tabla?—le retó la castaña, mirándola con irritación. Yuju la miró con enojo, no le gustaba que insultaran a sus amigas.

—¡Ve, por eso no la quiero cerca de Yuju! ¡No va por el camino de Yisus!—terminó diciendo la más alta de todas.

—La joven Choi tendrá que cumplir con las reglas, al igual que la señorita Jung. —repitió el profesor y Yuju simplemente no podía hablar, sentía el corazón en la garganta mientras sacudía la cabeza.

—No, no, no podría...

—Nada de cambios. Ahora vayan a cambiarse, antes de que las mande a dormir al bosque—dijo muy serio mientras se colocaba los lentes.

—¡Perfecto, mejor es compartir con osos que con ella!—dijo Sowon y Yuju hizo una mueca, ella no quería dormir en el bosque a mitad de la noche.

Yuju intentaba no mirar a Eunha (fallando totalmente). Sus ojos se encontraron con los chocolate y no identificó el enojo en ellos, era más bien, una mezcla de emoción y pánico.

¿Por qué Eunha Jung tendría que tener miedo? ¿Acaso pensaba que Yuju le haría algo? La que debería estar aterrada en ese aspecto era la ojiverde, intentó no temblar aunque su piel estuviera de gallina.

Pasar toda una noche con la chica de tus sueños debía de ser magnifico.

Claro, si esta chica no te odiara y no estuviera haciendo todo lo posible por no dormir contigo.

—No, ya hablé. Y usted, jovencita Hwang, deberá compartir la tienda con Jung Yerin y Kim Sowon. —dijo señalando a su amiga, las mejillas de Yerin enrojecieron y los labios de Sinb perdieron color. Sowon sentía como si le fuera a dar un ataque.

—¡NOO!—chillaron las tres pero ya era tarde, la decisión estaba tomada.

Las cinco tuvieron que resignarse con su estadía en la tienda que les había tocado.

Yuju notaba a sus amigas, especialmente a Yerin, sumamente afectadas por tener que compartir la noche con Sinb. Al menos se tenían la una a la otra mientras que Yuju, al contrario, estaba sola con la castaña.

Tal vez en la noche fuera a hacerle alguna maldad y le tomaran fotos para subirlas a la red, no importa cuán enamorada estuviera de Eunha, ella no podía evitar pensar en que eso sería lo que haría la castaña.

Chaeyeon tendría que compartir con dos amigas de el equipo de animadoras, eso sí era suerte.

Estaban las cuatro recogiendo algunas cosas mientras todos se preparaban para dormir, las chicas vestían con shorts y camisetas holgadas, la vestimenta común para dormir.

Yuju había dejado su cabello suelto y utilizaba una chaqueta de abrigo sobre la camiseta, ya que el frío le calaba hasta los huesos.

—Manos fuera, ¿entendiste, Choi?—le advirtió Sowon muy severa, seguía enojada con el profesor por haber hecho esos cambios—. No te aproveches, esta no es una oportunidad para dormir con esa perra, es el momento en el que ella va a encargarse de hacerte la vida imposible.

—No le digas así... y ya lo sé, me mantendré alejada de ella. —bajó la cabeza, mirando sus pies.

—Además, la defiendes. Yuju, me llego a enterar de que la chica sabe algo sobre tu enamoramiento y...

—¡Nunca lo sabrá! Shhhh—saltó con los ojos abiertos, si Eunha se llegaba a enterar seria su fin en la escuela.

—Te haría la vida imposible, lo sabes. Por eso, mantente alejada de ella—le dijo para luego mirar a Yerin quien jugaba con sus manos nerviosamente—Tú también, Jung. Nada de hacer el ridículo esta noche.

Yerin la observó sin entender, luego por fin pareció captar la indirecta y aún tuvo la decencia de reclamarle, aunque sus mejillas estuvieran rojas.

—¡¿Por qué me dices a mi?!

—Porque vamos a estar toda una noche con Hwang, no finjas que eso no te emociona. —la acusó su amiga y las otras dos la miraron, las mejillas de la castaña enrojecieron más.

—¡No estoy así por ella!—dijo dando un pisotón para luego darse la vuelta e irse a la tienda, sus amigas suspiraron.

—Voy con ella, hasta mañana, chicas. Choi, por favor, que no te de un calentón. —dijo la alta, dándole un guiño antes de irse.

—¡Yo nunca haría eso, ertida!—avisó con la cara roja, Chaeyeon se reía. Se despidieron.

Yuju fue por su saco de dormir y la almohada, su tienda estaba casi al f