El viaje parte: 1
Rivales (YunHa Ver.)Ya estaban llegando a finales del año y por fin tendrían la excursión que hacían todos los de segundo año.
Viajarían a las montañas y pasarían dos noches en ella, acampando y para Yuju nada se escuchaba mejor.
Desde aquel día en la biblioteca, cada vez que Eunha se encontraba cerca de Yuju, sus dos amigas actuaban como una muralla entre ellas.
A Yuju le deprimía, ya que estaba deseosa de hablar con Eunha.
Estaban actualmente en el aparcamiento de la escuela, esperando para subir a los buses.
Yerin golpeteaba la suela del zapato contra el piso, ligeramente. Las otras dos chicas enviaban una mirada desaprobadora a Yuju.
—Dos horas. Las dos putas horas de la ceremonia, estuviste mirando a Eunha. —la regañó Yerin y la ojiverde bajó el rostro —Ya te estás dejando en ridículo. —Yuju pensaba hablar, cuando Sowon la hizo callar— Y no me vengas con el numerito de que es hermosa y todo eso.
—Ustedes no me han dejado estar cerca de ella, prácticamente me siguen hasta el baño. —dijo, exasperada, y sus amigas asintieron.
—Así es como debe ser. —le dijo Sowon.
—Te protegemos. —agregó Yerin—No como ésta loca de aquí. —dijo la castaña, señalando a la pelirroja que tecleaba en su movil.
Chaeyeon levantó el rostro, mirándolas.
—Está enamorada, ella no puede hacer nada contra eso. Y tampoco ustes.
—¡Olvidarla! —espetó Yerin.
—Raparle el cabello. — Ofreció Sowon sonwiendo y Yerin apoyó la idea.
—Se vería hermosa, aún sin cabello. —dijo Yuju sin pensar y sus mejillas se sonrojaron—¿Dije eso en voz alta?
—Esperen un segundo, voy al baño a vomita. —dijo Yerin, haciendo una mueca.
—Y mira, allí está tu amada chica. —Sowon comentó sarcásticamente, señalando a la animadora a lo lejos.
Allí estaba Eunha. Myungsoo la recostaba contra el bus y prácticamente le comía la boca, cada día parecía que se besaban con más fuerza.
Por un segundo pensó que la lengua de Eunha saldría por el ojo de Myungsoo, la castaña enredaba los dedos en cabello del chico pero, de un momento a otro, lo apartó lejos de ella. Se miraron con la respiración agitada y se dijeron algo que no pareció contentar del todo a Myungsoo.
Yuju no pudo soportar el seguir mirando y sus ojos se humedecieron, desviándolos.
—Ella... yo... yo... iré a ver cuando partimos—dijo en un susurro.
Chaeyeon observó a sus amigas con reproche y ellas entendieron que tal vez si se habían pasado un poco.
Yuju fue hasta donde se encontraba el profesor y preguntó, dentro de unos diez minutos saldrían los buses. Esperó, mirando a los estudiantes avanzar y se sentía tan cansada que ya no veía el momento para echar una siesta durante el viaje.
Escondía las manos en los bolsillos de su chaqueta y bostezó, achicando los ojos. Observó a Eunha hablando con el profesor a un costado y decidió no verla, le dolía mucho últimamente.
En realidad, siempre le dolía. Era su culpa por haberse enamorado de ella, tonta, tonta.
—¡Vayan subiendo, por orden de lista!—gritó el profesor y todos fueron tranquilos.
Yuju se acomodó la mochila de viaje en su hombro, el equipaje completo ya guardado en el maletero del bus.
Sowon sujetó sorprendida a su amiga por el brazo y Yerin reclamaba al profesor, Yuju seguía sin enterarse de nada ya que estaba muy distraída.
—No, mire otra vez la lista. Yuju no puede ir con ella—dijo Sowon con desprecio y sujetó más fuerte a la ojiverde.
—Así es el orden, jóvenes. Jung, ve entrando. —el señor Lee dijo a la castaña, quien mostró una mirada inocente y luego le sacó la lengua a Sowon y Yerin, las dos estaban echando humo— Im y Choy, se sientan con ella.
Yuju se quedó helada. Im Nayeon era una chica linda cualquiera. Lo que le preocupaba era que tendría que compartir asiento con Eunha, y otra vez los nervios la carcomían.
Sus amigas la miraron con preocupación y Yuju les sonrío para calmarlas, ellas no querían que hiciese una estupidez y honestamente a Yuju tampoco le fascinaba la idea.
Entró al bus y avanzó por el pasillo hasta que encontró la caseta de los asientos acolchados, Eunha estaba sentada en la silla junto a la ventana. Nayeon iba tras ella y pensó que tal vez la chica quisiera sentarse junto a Eunha, para hablar, pero en eso la castaña la miró.
—¿Ta vas a sentar o prefieres ir todo el camino parada?—preguntó, observando a Yuju como si fuera idiota.
—Yo... no... ¿No querías sentarte con Nayeon?—balbuceó, se sentía muy tonta y no podía dejar de observar a Eunha como si en verdad lo fuera.
Eunha negó con la cabeza y volteó a ver por la ventana.
—Siéntate. —murmuró sin mirarla y Yuju obedeció.
Su asiento quedaba muy cerca del de Eunha y compartían el mismo reposa brazos, trató de alejarse un poco de ella y para así darle espacio personal.
La castaña no daba señales de prestarle atención, sus ojos estaban en el paisaje fuera del cristal.
Nayeon se sentó junto a ella y comenzó a hablarle.
—¿Nerviosa?—preguntó, apretando la mandíbula.
—No ¿Tu si?
—Un poco. No me gustan los vehículos grandes, podría
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