Capítulo 14: "Sueños de California"

#2 "Sweet Peril" (SinRin Ver.)
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Pocas vistas son comparadas con la costa de Santa Bárbara. La tierra de un lado de la carretera estaba alineada con mansiones, mientras que del otro lado se rompía en afilados acantilados con vista al océano. Conduje a lo de Sowon con las ventanas abajo, el aire salado empapando mi sistema. De acuerdo con las gemelas, Yerin pasaba muchos fines de semanas en lo de Sowon. Eso es bueno, porque era sábado, y estaba lista para decirles a ambas. Sólo un par de kilómetros para el final.

Me agaché y presioné una mano en mi estómago, tratando de frotar lejos los nervios.

Una brisa caliente agitó mi cabello alrededor de mis hombros mientras guiaba el auto a una pequeña tienda de surf al lado de una feria. No había traído un traje de baño porque no había anticipado que este sería un viaje de ocio. Pero ahora que había olido el océano y visto la arena cremosa, decidí en un capricho que sería bueno tener uno. Sólo por si acaso. Y quizá me estaba evadiendo un poco.

Un chico de cabello largo detrás del mostrador me saludó con una sonrisa cuando entré. Música de los Beach Boys sonaba mientras encontraba la pared de los trajes de baño. Rápidamente lo reduje a dos opciones: un lindo tankini rosa o un bikini blanco sin tirantes más i con un pequeño volante en los bordes. Una imagen de Yerin vino a mi mente, y tomé el bikini blanco. Elegí un par de shorts de surf femeninos plateados y rosas con una camiseta estrecha a juego, y un par de lentes de sol del estante.

Tiré todo en el mostrador sin mirar a las etiquetas de precios, y ofrecí la tarjeta de crédito de papá antes de que pudiera perder mi valor acerca del pequeño bikini.

Me cambié en el baño de la tienda de surf, luego subí de nuevo al auto para el último tramo, sintiéndome mucho más como una chica de California, a excepción del asombroso bronceado. Pasé por algunas casas de costa espectaculares, así que no debí haberme sorprendido cuando doblé la curva a través de una puerta de seguridad abierta y vi la mansión de Sowon construida en el acantilado.

Pero vaya. Estaba más allá de lo increíble. Abiertamente tragué moscas.

Un chisporroteó se abrió paso por mi piel cuando reconocí la SUV de Yerin, la misma en la que habíamos manejado a través del país. Estaba estacionada en frente de un garaje con muchas puertas junto con otro puñado de lindos vehículos. Aparqué y me senté allí por algunos minutos.

Estaba demasiado nerviosa para estirar mi audición. La sangré palpitaba en mis oídos.

Estás son personas por las que te preocupas, Eunbi. No hay razón para estar asustada. Sólo entra ahí y diles acerca de la profecía. No necesita haber ningún drama.

Con energía por mis palabras de ánimo, tomé una temblorosa respiración y empujé mi audición dentro de la casa, extendiéndome por los cuartos silenciosos. Salí del auto y sacudí los brazos. Estaba caliente aquí pero no húmedo, y la brisa lo hacía soportable. Lancé mi mochila sobre mi hombro y seguí los escalones de piedra a un toldo envolviendo el lado de la casa.

La pasarela conducía a un portón desbloqueado. Incluso las paredes exteriores de la casa estaban cubiertas con detalles, piedras posicionadas perfectamente, enredaderas floreciendo, todo inmaculado.

El crescendo de olas chocando y voces distantes se hizo más fuerte mientras giraba la esquina, una ráfaga de cálido viento dándome escalofríos. La pasarela se abrió en una enorme terraza de tres niveles. Me detuve para abarcar la enorme piscina con un tobogán de agua con curvas, cascada, zona de buceo, y bungalós con un lado del dosel abierto y un área para cambiarse cerrada.

Abajo en los siguientes niveles estaban una rampa de skate y un lugar para juegos al aire libre con canchas de voleibol y para herraduras. El paisaje de los alrededores alardeaba plantas exóticas con gruesas hojas verdes y flores de brillantes colores que emitían olores picantes. Era una casa digna del Duque de la Envidia.

Me acerqué a la orilla de la piscina y mi corazón se detuvo. En medio de las olas y la arena abajo había por lo menos una docena de chicas y chicos. Una de ellas, en un diminuto bañador azul, se paraba en su tabla de surf por cuatro sólidos segundos antes de ser tirada por la fuerza del movimiento del agua.

Yerin.

Me agarré a la barandilla caliente mientras miraba. Sowon y otra chica, vestidas con trajes de neopreno de manga corta, estaban sentadas en sus tablas de surf más atrás donde el agua era más tranquila. Sowon se estaba riendo del revolcón de Yennie.

Yerin se levantó y sacudió su cabello acomodando a todo sobre su hombro izquierdo, que estaba incluso más largo que hace algunos meses. Algunas de las otras chicas chocaron la palma con ella.

Yennie caminó de las olas hacia la arena y tiró su tabla, luego se sentó sobre ella mientras Sowon programaba la ola que se aproximaba, remaba hacia ella, se levantaba, y montó la curva de agua a la perfección. Cuando se encontraron en la arena, Sowon dijo algo que hizo que Yerin la golpeara alrededor de las rodillas, y pelearon mientras las otras animaban. Verlas riéndose y divirtiéndose, incluso desde la distancia, me hizo sonreír.

Sowon me notó primero. Se protegió los ojos y miró hacia arriba, luego le dio un codazo a Yerin. Las tres nos miramos la una a la otra a través de la distancia, mi cuerpo una bobina apretada alrededor de mi corazón.

Levanté una mano en señal de saludo.

Esto era.

Dejando sus tablas en la brillante arena, todo el grupo se arrastró hasta la playa, tomando un camino empinado de escalones de madera que conducían a la casa a través de rocas que sobresalían. Me recordé a mí misma inhalar, luego exhalar. Inhalar. Exhalar.

Sowon trepó a la cubierta superior y echó a correr, evitando varios sillones antes de casi sacar el aire fuera de mí con un abrazo. Su frío traje estaba empapado, pero no me importaba. Se hizo hacia atrás y me dio un largo silbido mientras me miraba.

—¿Qué pasa chica? —preguntó—. Te ves bien.

—Tú, también —dije. El cabello de Sowon estaba algunos centímetros más largos, negro azabache, y liso. Su redonda cara de Filipina estaba dorada marrón por el sol, y una barra de plata brillaba en su ceja.

Me aclaré la garganta mientras éramos rodeados por el grupo de goteantes, bronceados chicos y chicas de California. Por un asombrado momento todo lo que pude pensar era en que Umji estaría en el cielo de babeo. Ni siquiera tenía el valor para mirarlos a todos, y me pregunté si Yerin estaba en el grupo de bellezas.

—Dulce —dijo alguien detrás de mí en una voz grave—. Un descanso en el festival de salchichas.

—Cállate, amigo —le dijo Sowon—. Esta chica es demasiado buena para ti.

Algunos de los chicos se rieron. Ya nunca me sentía tímida alrededor de la gente de la escuela, pero bajo el escrutinio de un puñado de chicos no sabía qué era diferente. Pensé que Sowon podía notarlo.

—Es tiempo que todos ustedes se vayan para que así me pueda poner al día con una vieja amiga. —Él pasó un brazo alrededor de mí. Algunos de los chicos gimieron, pero uno por uno se despidieron, golpeando manos y espaldas y robando vistazos en mi dirección. Sowon se fue para despedirse. Finalmente tuve el valor para mirar alrededor y encontré a Yerin cerca inclinada contra la barandilla, mirando hacia el mar.

Quería tomar una foto de ella justamente así. Su cabello castaño algo largo, espolvoreado con un brillo de arena, soplando a través de los hermosos ángulos de su rostro. Junte el valor para caminar hacia ella, parándome cerca de la barandilla a algunos pasos de ella. Mis pensamientos huyeron de mí mientras tomaba las imágenes.

Era tan pacífico. Tan romántico.

Me imaginé a Yerin tomando mi mano, guiándome abajo a través de la arena y dentro de la espuma, sus manos en mis caderas, levantándome sobre el oleaje, sin peso en sus brazos, acunados por el mar. Pero sobre todo imaginé besos con sabor a agua salada.

Parpadeé fuera de mi ensoñación mientras Sowon trotaba de vuelta hacia nosotras.

—¿Dónde está tu chica? —preguntó Yerin, su voz áspera. Cuando finalmente giró su rostro hacia mí, sus ojos me golpearon como un martillo y no pude responder—. Estoy sorprendida de que no esté a tu lado. —Su tono acerado rallando en contra de mi corazón—. Pensé que Belial y Alocer ya habrían arreglado su matrimonio y ya tendrían un montón de huérfanos adoptados.

Sowon dejó salir un risa nerviosa como pretendiendo que Yerin estaba bromeando, pero yo sabía mejor. Mis sentidos enloquecieron con el golpe de sangre a través de mi sistema. Tan mal como me sentía por besar a Yuju, Yerin no era inocente en todo esto. Ella me había herido suficiente, y me negaba a ser su saco de boxeo.

Quería mirar fijamente a Yerin, pero cuando se volvió hacia mí estaba distraída por el brillo en la piel del cuerpo por debajo de su cara. Miré las capas de músculos en sus piernas, y abdomen. ¡Estaba mucho más tonificada! ¿Estaba viviendo en el gimnasio estos días?

Su ya definido estómago ahora alardeaba de un paquete de seis junto a unas piernas delineadas hasta la pantorrilla. Los músculos normalmente no lo hacían tan grandioso para mí, pero tenía que admitir que su a figura los usaba bien. Tragué y miré hacia arriba donde ella había esperado pacientemente para que terminara mi examen detenido.

Me aclaré la garganta y crucé los brazos.

—Yuju y yo no somos alguna pareja de Hollywood —espeté—. Somos amigas. Sólo amigas.

La mandíbula de Yerin se sacudió de un lado a otro por un minuto, masticando sus pensamientos.

—¿Te besuqueas con todas tus amigas, entonces?

No pierdas la cabeza, me advertí.

—Er… —Sowon tiró de su oreja—. Solamente voy a correr y tomar una ducha mientras ustedes hablan. —Se fue.

Yerin y yo mantuvimos nuestro abrasador contacto de ojos. Estaba más allá de cabreada, lo que me hacía enojar en mi propia defensa.

Sin la comodidad de la presencia de Sowon como un amortiguador, el silencio se estiró tirante entre nosotras. ¿Qué podía decir para hacer esto bien? Había besado a la única chica de la que siempre había estado paranoica.

La única chica que provocaba sus celos.

—Nunca quise que pasara, Yennie. Estábamos…

—Prefiero no oír los detalles, gracias. —Yerin caminó hacia el área abierta del bungaló con techo de paja. Tomó una cerveza de la nevera y abrió la tapa, bebiéndola. Empujando a un lado los pensamientos acerca de cuán gen

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Comments

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TsunYerin #1
Chapter 26: Que belleza. Te juro que me pudo todo el fic. <3 GRACIAS por tomarte parte de tu tiempo h traernos ésta maravillosa historia. Definitivamente estaré siguiendo tus demás historias y por supuesto, seguiré con la tercera parte de ésto.
Rachel69 #2
Chapter 26: Gracias por esta entrega,autora. Besos y abrazos infinitos :)
Cada vez se pone mejor...Seguro se viene un momento difícil para el Sinrin,pero después de tanto alejamiento y privaciones,sé que lo sabrán manejar y saldrán adelante con la misión y con su preciosa relación.
Por fin Yuna tendrá una buena oportunidad de volverse a enamorar,bueno,tal vez. Chae es muy bella y,parece que,directa,así que ya veremos que será de ellas el próximo libro.
Pdta: Puto Belial
Pdta2: Putos todos los Duques -p-
Rachel69 #3
Chapter 25: Estúpidos Duques! Malditos!-.- Pobre Flynn :'(
Aunque fue doloroso el cap,me quedo satisfecha ante el cambio de Yuna al solo escuchar la voz de Chae. Sé que pronto surgirá algo entre esas dos. Así ya deja un poco los celos Yerin.
Pero qué momento para más caliente debieron haber pasado todas en esa cama 7u7. Así se cura la hipotermia! :)
Soo_love18
#4
Chapter 26: Waaaa
Tantas cosas sucedieron
Que feo que a ya muerto alguien
T.T
Pero ver tanto amor entre SinB y Yerin me calma
Las cosas se entan complicando de apoco y me da miedo por mas muertes (っ˘̩╭╮˘̩)っ
Al fin Yenni dijo Te amo omg!
Eso es un grandioso premiemo aish
Espero ya este mejor tu salud gracias por no irte mucho tiempo ♡♡
Rachel69 #5
Chapter 24: Qué peligrosa situación! ×o× Me alarmó totalmente. Espero que todo el plan salga bien n.n
Existe la posibilidad de que Chae se enamore de Yuna? :)
Rachel69 #6
Chapter 23: Sowon es bella en todos los sentidos 7u7
Quiero una Sowon para mí *o* Lo pido,lo necesito
El cora de Sowon siempre será de Eunha, y viceversa <3
Sinb como siempre tan activa con el trago en la mano jejeje
Rachel69 #7
Chapter 22: Yerin <3
No he podido comentar hace mucho y recién me doy tiempo para leer el fic,y ahora me doy cuenta que ya terminó la 2da parte .o. Khejésto :'v Tengo que apurarme! Gracias por todos los caps,autora *o*
TsunYerin #8
Chapter 24: Azopotamadre. Esto se va a descontrolaaaaaaaar
TsunYerin #9
Chapter 23: Éste cap fue bellísimo. Uwu que divertido. Lo fue tanto que ya veo venir el súper dramón.
TsunYerin #10
Chapter 22: Espero que mejores y el hermoso trabajo que estas haciendo vale toda la espera. <3
Muchas gracias por traernos ésta hermosa historia.