Mi pecho subía y bajaba rápidamente por mi respiración agitada, había corrido después de salir de la casa de Amber. Sabía que si me quedaba más tiempo terminaría regresando y cometiendo los mismos errores.  Había sido muy severa con mis respuestas, pero no me podía mostrar débil en momentos como esos.
No la volvería a ver pues había renunciado al trabajo en el teatro y había conseguido uno nuevo como mesera de medio tiempo en un restaurante familiar, estábamos en institutos distintos y bueno…todo había terminado.
Regrese a casa de Jonghyun agotada emocionalmente, el me recibió con una sonrisa de tristeza, probablemente sabía lo que había ocurrido o mejor dicho lo presentía.
-¿Qué tal todo?, pregunto.
-Supongo que bien, sonreí y me acerque a él abrazándolo, -ahora solo tengo que re organizarme-, dije en un susurro recargando mi cabeza en el hombro de mi amigo.
-y esa es la peor parte, advirtió, -Te darás cuenta de lo mucho que te hace falta y probablemente ella se sienta sola también. Es parte del proceso, estarás bien-
-¿estaré bien?, el asintió acariciando mi cabello, -¿estaré bien?-, volví a repetir.
-estarás bien, se separó de mí y coloco sus manos en mis hombros, -Ten fortaleza-
-eso es lo que me hace falta, dije divertida.
-¿Qué es lo que harás ahora?, hice una mueca de disgusto.
-Supongo que me hospedare con una amiga
-¿no prefieres quedarte aquí?, le saque la lengua.
-No, eres hombre, respondí con “asco”.
-Soy gay, rodo los ojos.
-¿Y?, eso no te quita el pene…
-en serio, insistió, -puedes quedarte aquí el tiempo que consideres necesario-, me negué de nuevo.
-Quiero comenzar de nuevo por mí misma…
-entiendo, se apartó aun sonriendo, -¿Cuándo te iras?-
-Lo más pronto posible, me lleve las manos a la cadera suspirando, -lamento decirlo, pero verte me recuerda a Amber-, él se mordió el labio y desvió la mirada.
-eso es lo menos que necesitas ahora, suspiro pesadamente, -Es gracioso ¿sabes?, Porque parece como si hubieran terminada y…-, cerro la boca.
-Y jamás fuimos algo, termine la frase.
-Lo siento, suelo decir cosas…, lo interrumpí.
-¿estúpidas?, el asintió, -está bien, comenzare a empacar mis cosas-
-quédate solo esta noche, volvió a insistir, -¿por favor?-, sonrió como un cachorro pequeño.
-Está bien, entonces solo alistare mis cosas, rodé los ojos divertida.
-¿Qué te apetece para la cena?, pregunto alegre.
-Lo que sea está bien, arrastre las palabras, -dios estoy tan jodidamente cansada y ambienta-<