capitulo 26

Me enamore de ti

POV TaeYeon

Nos detenemos en un gran aparcamiento lleno de distintos tipos de vehículos policiales una vez más, me toman firmemente del brazo y me sacan fuera el dolor de mi vejiga me hace estremecer mientras me paro, la brisa contra mis brazos desnudos me hace temblar después de cruzar el estacionamiento, me dirigen a través de una especie de puerta trasera, a lo largo de un pasillo corto y a través de una puerta etiquetada CUARTO DE ENCARGADO. Otro oficial uniformado se sienta detrás de un escritorio alto los dos oficiales a mi lado se dirigen a él cómo Sargento y le informan de mi delito, pero para mi gran alivio, él apenas me mira, mecánicamente tipiando mis datos en su computadora.

Me leen los cargos otra vez, pero cuando se me pregunta si entiendo, mi cabeceo no es aceptado. La pregunta se repite y me veo obligado a usar mi voz—Sí. —Esta vez, sólo me las arreglo para susurrar. Lejos de la casa y el peligro de trastornar más a Tiff, puedo sentir que estoy perdiendo fuerza: sucumbo al shock, el horror, el pánico ciego de la situación.

Más preguntas siguen. Una vez más se me pide que repita mi nombre, dirección, fecha de nacimiento. Me esfuerzo por responder, mi cerebro parece estar apagándose poco a poco. Cuando me pregunta mi profesión, vacilo—Yo… no tengo.

— ¿Está usted en el beneficio por desempleo?

—No. Yo… todavía estoy en la escuela.

El sargento me mira entonces. Mi cara arde bajo su mirada penetrante. Siguen preguntas sobre mi salud, y mi estado mental también es cuestionado; no hay duda de que piensan que solo una psicópata sería capaz de semejante crimen. Me pregunta si quiero un abogado y respondo rápidamente con un movimiento de cabeza. Lo último que necesito es a alguien más involucrado, que escuche todas las terribles cosas que he hecho. De todos modos, estoy tratando de probar mi culpabilidad, no mi inocencia. Después de ser desposada, me piden que entregue mis pertenencias. Por suerte no tengo ninguna y me siento aliviada de no haber tomado una foto de mi habitación. Quizás Tiff la recuerde y la mantenga a salvo.

Pero no puedo evitar esperar que ella corte a los dos adultos en los extremos del banco y solo mantenga a los cinco chicos en el medio. Porque, últimamente, esa era la familia en que nos convertimos. Al final, fuimos los únicos que se amaron uno a otro, y que lucharon y lucharon para permanecer juntos. Y fue suficiente, más que suficiente.

Me piden que vacíe mis bolsillos, y me quite los cordones de mis zapatos. Una vez más, el temblor de mis manos me traiciona, y cuando me pongo de rodillas entre las piernas con trajes sobre el lino sucio, tengo la sensación de impaciencia de los oficiales, su desprecio. Ponen lo cordones de los zapatos en un sobre y tengo que firmar el recibo, cosa que me parece absurda. Continúa la revisión del cuerpo, y con el toque de las manos del oficial recorriéndome, y por debajo de mis piernas, comienzo a temblar violentamente, sujetando el borde de la mesa para mantener el equilibrio.

En una pequeña antesala, me sientan en una silla: me toman una foto, un hisopo de algodón raspo dentro de mi boca. Mientras presionan mis dedos uno a uno contra una almohadilla de tinta y luego en un trozo de cartón marcado, me invade un sentimiento de completa separación. Soy un simple objeto de estas personas. Apenas soy una humana más. Estoy agradecida cuando al fin me empujan a una celda y la pesada puerta se cierra detrás de mí.

Para mí alivio está vacía: pequeña y claustrofóbica, contiene nada más que una pequeña cama empotrada en la pared. Hay una ventana enrejada cerca del techo, pero la luz que llena la habitación es puramente artificial, áspera y más brillante. En las paredes hay un grafiti y lo que parece ser manchas de excremento. El hedor es asqueroso, mucho peor que el más repugnante de los baños públicos, y tengo que respirar por la boca para evitar las arcadas. Tarda un tiempo relajarme lo suficiente para vaciar mi vejiga en el inodoro de metal. Ahora, por fin lejos de sus ojos vigilantes, no puedo dejar de temblar. Temo que un oficial irrumpa en cualquier momento, estoy muy consciente de la pequeña ventana en la puerta, con la tapa justo debajo. ¿Cómo sé que no estoy siendo observada en este mismo momento? Normalmente no soy mojigata, pero después de haber sido sacada de la cama en ropa interior, llevada a mi habitación semi-desnuda por dos policías, y obligada a vestirme enfrente de ellos, desearía que hubiera una forma de cubrirme para siempre. Desde que oí la horrible acusación, me he sentido sumamente avergonzada de mi cuerpo, de lo que ha hecho, de lo que otros creen que ha hecho.

Tiro de la cadena, vuelvo a la gruesa puerta de metal y presiono la oreja en contra. Los gritos hacen eco por el pasillo, borrachas maldiciendo, hay un lamento no cesa, pero parece ser que viene de otra parte. Si mantengo mi espalda hacia la puerta, entonces si algún oficial me mira por la ventana, no será capaz de ver mi cara.

No bien me asegure de que por fin tengo un cierto grado de privacidad, la válvula de seguridad de mi mente que se mantuvo funcionando, se abre, como por la fuerza, y las imágenes y los recuerdos me inundan. Trato de llegar a mi cama, pero se me doblan las rodillas antes de llegar a ella. Me acuesto en suelo de hormigón y escavo las uñas en la gruesa sábana de plástico cosida en el colchón. Tiro de ello con tanta violencia, que tengo miedo de poder romperla. Doblándome, presiono mi cara con fuerza contra la apestosa cama, amortiguando mi nariz y boca tanto como puedo. Los desgarradores sollozos se precipitan por todo mi cuerpo, amenazando con apartarme con todas sus fuerzas.

El colchón entero tiembla, mis costillas tiemblan contra el duro marco de la cama, y me asfixia, me sofoca, privándome del oxígeno, pero soy incapaz de levantar la cabeza para respirar, por temor a hacer ruido llorar nunca ha dolido tanto quiero meterme debajo de la cama por si alguien aparece y me ve así, pero el espacio es demasiado pequeño. Ni siquiera puedo quitar la sabana para taparme… simplemente no hay donde esconderse.

Oigo los gritos angustiados de leo, lo veo golpear sus puños contra la ventana, su delgada figura corriendo para alcanzar al auto, todo su cuerpo estremeciéndose cuando se da cuenta de que es incapaz de rescatarme. Pienso en jessica y Hanna jugando en la casa de Freddie, corriendo alrededor de la casa con sus amigo, entusiasmadas, ajenas lo que les espera a su regreso. ¿Les contarán lo que he hecho? ¿Les preguntaron acerca de mí también? ¿Sobre todos los abrazos, los tiempos de baño, la hora de dormir, las cosquillas, los juegos rudos y caídas a los que solíamos jugar? ¿Les lavarán el cerebro para que piensen que abuse de ellas? Y en los próximos años, si alguna vez tenemos la oportunidad de reunirnos como adultas, ¿querrán verme siquiera?

Jessica tendrá un vago recuerdo sobre mí, pero Hanna me ha conocido solamente los primeros cinco años de su vida; ¿qué recuerdos conservará, si es que conserva alguno?
Finalmente, demasiado débil para evitar mis pensamientos más tiempo, pienso en Tiffany, Tiff, mi Tiff.

Ahogo su nombre en mis manos, con la esperanza de que el sonido de su nombre me traiga un poco más de consuelo. Nunca, nunca debería haberme arriesgado así con su felicidad.

Por su bien, por el de los chicos, nunca debería haber permitido que nuestra relación se desarrollara no puedo lamentarlo por mí, no hay nada que no hubiera soportado los pocos meses que pasamos juntas. Pero nunca pensé en el peligro para ella, el horror que se vería obligada a experimentar. Estoy aterrada de lo que le podrían estar haciéndole ahora: bombardeándola con preguntas que le será difícil responder, dividida entre protegerme a mí al decir la verdad y acusarme de violación para poder proteger a los chicos. ¿Cómo pude haberla puesto en esta posición? ¿Cómo pude haberle pedido que hiciera tal elección?
El golpe y el choque de llaves y cerraduras de metal sacuden a través de mi cuerpo, sorprendiéndome en la confusión, entrando en pánico. Un oficial ordena que me levante, informándome que me llevarán a la sala de interrogación. Antes de que pueda hacer que mi cuerpo responda, me coge del brazo y me pone de pie. Me alejo por un momento, desesperada por ordenar mis pensamientos. Todo lo que necesito es un momento para aclarar mi mente, recordar qué es lo que tengo que decir. Esta podría ser mi única oportunidad y tengo que hacerlo bien, todo ello, asegurarme de que no hay la más mínima diferencia entre la historia de Tiffany  y la mía.

Me esposan de nuevo y me llevan por varios pasillos largos y bien iluminados. No tengo idea de cuánto tiempo ha pasado desde que fui encerrada en la celda; el tiempo ha dejado de existir: no hay ventanas y no puedo saber qué hora es, del día o de la noche. Me siento mareada con dolor y miedo: una palabra equivocada, un movimiento en falso y podría arruinarlo todo, si dejo escapar algo y de alguna manera implicaría a Tiff  también.

Al igual que mi celda, la sala de interrogación está fuertemente iluminada: brillante, luz fluorescente volviendo toda la habitación en un amarillo espectral. No es mucho más grande que la celda, pero ahora el hedor de orina se sustituye por el sudor y el aire viciado, las paredes están desnudas y el piso alfombrado. El único mobiliario es una mesa estrecha y tres sillas. Dos oficiales se sientan en el lado opuesto: un hombre y una mujer. El hombre parece ser de unos cuarenta años, con una cara delgada y el pelo cortado al . La dureza detrás de sus ojos, la expresión grave, la rigidez de su mandíbula, todo sugiere que ha visto esto muchas veces antes, ha ido atrapando delincuentes por años: se ve fuerte y astuto, y hay algo duro e intimidante sobre él. La mujer, por el contrario, parece más vieja y más común, con pelo recortado y una expresión “cansada-del-mundo”, pero sus ojos tienen una mirada aguda. Ambos oficiales se ven como si hubieran sido bien entrenados en el arte de manipular, amenazar, engatusar o incluso mentir para conseguir lo que quieren de sus sospechosos. Incluso en mi estado de confusión, un estado brumoso, de inmediato siento que son buenos en lo que hacen.

Me dirigen a la silla de plástica gris colocada frente a ellos, a menos de medio metro de distancia del borde de la mesa y de espaldas contra la pared detrás de mí.

Podríamos estar en una jaula, todos juntos: la mesa no es muy amplia y todo se siente demasiado cerca como para estar cómoda. Soy plenamente consciente de mi cara sudorosa, del pelo pegado a mi frente, y la delgada tela de mi camisa que se adhiere a mis pechos, las manchas de sudor visibles en el material. Me siento sucia y asquerosa, con el sabor de la bilis en mi garganta, la sangre ácida en mi boca, y a pesar de la expresión impasible en el rostro de los oficiales, su rechazo es casi tangible en este espacio pequeño y cerrado.

El hombre no me ha mirado desde que he entrado, pero se mantiene garabateando en un archivo. Cuando levanta la mirada, me siento retroceder y automáticamente trato de raspar mi silla hacia atrás, pero no se mueve—Esta entrevista va a ser registrada y grabada en video. —Unos ojos como pequeñas grises piedras miran los míos. — ¿Tiene un problema con eso?—

Como si tuviera elección—No—Me doy cuenta de una discreta cámara, enfocando mi cara y el sudor fresco recorre mi frente.

El hombre presiona el interruptor de algún tipo de dispositivo de grabación y lee en voz alta el número del caso, seguido por la fecha y la hora. Continúa diciendo: —Me presento, Detective Inspector Sutton. A mi derecha, la Detective Inspector Kaye. Frente a nosotros, la sospechosa. Quiere identificarse, ¿por favor? ¿A quién le está hablando exactamente? ¿Otros oficiales, los analistas de la verdad, el juez y el jurado? ¿Esta entrevista se mostrará en el tribunal? ¿Mi propia descripción de mi crimen atroz se le mostrara a mi familia? ¿Tiff  se verá forzada a escucharme tartamudear y tropezar mis palabras durante este interrogatorio y luego se le va a pedir que confirme si he estado diciendo la verdad? No pienses en eso ahora, por Dios deja de pensar en eso ahora, las únicas dos cosas en las que debes centrarte en este momento es en tu actitud y tus palabras. Todo lo que sale de tu boca debe ser completamente y totalmente convincente.

—TaeYeon Kim…— Me aclaro la garganta, mi voz es débil y desigual—TaeYeon kim-hwang.

Las siguientes preguntas son usuales: ¿fecha de nacimiento? ¿Nacionalidad? ¿Dirección? El detective Sutton apenas levanta la vista, ya sea anotando las cosas en su archivo o revisando mis notas, con los ojos agitando rápidamente de un lado a otro— ¿Sabes por qué estás aquí?— Sus ojos se encuentran con los míos de repente, sorprendiéndome.

Asiento con la cabeza. Entonces trago saliva—Sí. Con el lápiz suspendido, continúa mirándome, como si esperara que continúe—Por-por abusar ualmente de mi hermana— digo, mi voz tensa pero estable.

Las palabras flotan en el aire como pequeñas heridas punzantes. Siento el ambiente pesado, apretado. A pesar de que los oficiales tienen que tener todo escrito enfrente de ellos, en realidad decir las palabras en voz alta, en presencia de una cámara de video y una grabadora de voz, hace todo de repente intolerable. Ya no siento como si estuviera mintiendo. Tal vez no hay una verdad universal. El o consensual para mí, el abuso ual de un miembro de la familia para ellos. Tal vez las dos etiquetas son las correctas.

Y entonces comienzan las preguntas. Al principio todas son de cosas antecedentes. Los tediosos, interminables detalles: cuando nací, los miembros de mi familia, fechas de nacimiento de cada uno, los detalles que rodean a mi padre, mi relación con él, con mis hermanos, con mi madre. Me atengo a la verdad tanto como sea posible, incluso les cuento acerca de los turnos tarde de mi madre en el restaurante, su relación con Dave. Tengo cuidado de omitir las partes que espero que mamá y leo  tengan la sensación de pasar por alto también: su problema con la bebida, las peleas por el dinero, el traslado a la casa de Dave, y finalmente, el abandono casi total de su familia. En cambio, les digo que solo recientemente ha empezado a trabajar turnos de tarde y que cuidaba a los niños, pero solo una qué vez los chicos estaban en la cama. Hasta ahora, todo bien. No es una familia ideal, pero casi encaja dentro de los límites de la normalidad. Y luego, después de que les he dado el más mínimo detalle, desde el número de habitaciones en nuestra casa a nuestros respectivos colegios, las notas y las actividades extra-curriculares, finalmente, hacen la pregunta: — ¿Cuándo fue la primera vez que hubo algún tipo de contacto ual con Tiffany?— La mirada del oficial es directa y su voz tan inexpresiva como antes, pero de repente, pareciera que me observara con atención, esperando el más mínimo cambio en mi expresión. El silencio pesa en el aire, drenando el oxígeno, y soy consciente del sonido de mi respiración agitada, mis pulmones automáticamente claman por más aire. Soy consciente también del sudor recorriendo los lados de mi cara y seguro que puede ver el miedo en mis ojos. Estoy exhausta y dolorida y desesperada por ir al baño otra vez, pero es evidente que la interrogación tiene mucho tiempo todavía para correr.

—Cuando… cuando usted dice contacto ual, ¿quiere decir cómo, como los sentimientos, o cuando por primera vez, es decir, la primera vez que la he t-tocado, o…?

—La primera vez que ha habido una exposición inadecuada o contacto—Su voz se ha endurecido, su mandíbula está apretada y las palabras salen disparatadas de su boca como pequeñas balas.

Luchando en mi camino a través de la niebla y el pánico, trato de llegar a la respuesta correcta. Es de vital importancia que salga todo bien así concuerda exactamente con la versión de Tiff Contacto ual… ¿pero qué significa eso? ¿Ese primer beso en la noche de su cita? ¿O antes, cuando estábamos bailando? — ¡Responde a la pregunta!— La temperatura está subiendo. El piensa que estoy estancada con el fin de tratar de exonerarme, cuando en realidad es todo lo contrario.

—Yo-yo no estoy segura de la fecha exacta. D-debe haber sido algún día de noviembre. S-sí en noviembre— ¿O era de octubre? Oh Dios, estoy arruinándolo todo.

—Dime que pasó.

—Ok. Ella-ella llegó a casa de una cita con una chica de la escuela. N-nosotras tuvimos una discusión porque yo le preguntaba. Yo estaba preocupada, quiero decir, enojada…. quería saber si se había acostado con ella. Yo me alteré…

— ¿Qué quieres decir con que te alteraste? No, por favor.

—Empecé…comencé a llorar—Como voy a hacer ahora, sólo por recordar el dolor que sentí aquella noche. Vuelvo mi cabeza a la pared, me muerdo fuerte, pero el dolor de mi lengua al cortarla con los dientes no funciona por mucho tiempo. Ninguna cantidad de dolor físico puede superar la agonía mental. Cinco minutos en el interrogatorio y ya estoy cayendo a pedazos. Es inútil, todo es inútil, no tengo remedio, voy a fracasar, Tiff, voy a fallarles a todos.

— ¿Qué pasó entonces?— Trato cada truco del libro para contener las lágrimas, pero ninguno funciona. La presión aumenta, y veo de la expresión de Sutton que piensa que estoy tratando de ganar tiempo, fingiendo sentir remordimiento, mintiendo— ¿Qué paso entonces?— Esta vez, su voz se eleva. Me estremezco.

—Le dije… traté de…. le dije que tenía… la forcé a… No puedo decir las palabras, a pesar de que estoy desesperada, deseando poder gritarlo a los cuatro vientos. Es como estar obligada a estar frente a la clase una vez más, las palabras obstruyen mi garganta, la cara roja de vergüenza. Excepto que esta vez no me piden que lea un ensayo, estoy siendo interrogada acerca de los detalles más íntimos y personales de mi vida, todos los momentos de ternura que pase con Tiff, todos los momentos preciosos que han hecho los últimos tres meses los más felices de mi vida. Sin embargo, ahora están siendo arrasados de nuestra familia como los excrementos en la celda: podrido, asqueroso, abusos horribles, siendo yo la autora, forzando a mi hermana menor a repugnantes actos uales contra su voluntad.

—TaeYeon, le recomiendo encarecidamente que deje de perder tiempo y empiece a cooperar. Como estoy seguro de que usted sabe, en corea, la pena máxima por violación es de cadena perpetua. Ahora si usted coopera y muestra remordimiento por lo que ha hecho, la sentencia de seguro se reducirá, tal vez incluso a tan solo siete años. Pero si miente y trata de negar algo, nos daremos cuenta de todo y un juez será mucho menos indulgente.

Otra vez trato de responder, y otra vez fallo. Me veo a mi misma a través de sus ojos: la enferma, jodida, una patética adicta al o, reducida a abusar de su joven hermana con la que una vez jugó, con su propia carne y sangre.

—TaeYeon…— La mujer detective se inclina hacia mí, con las manos estiradas sobre la mesa—Veo que te sientes mal por lo sucedido. Y eso es bueno. Significa que estás comenzando a tomar responsabilidad por tus acciones. Tal vez en realidad no creías que tener una relación ual con tu hermana le haría daño, tal vez nunca quisiste decirlo cuando amenazaste con matarla, pero es necesario que nos diga exactamente lo que hizo, lo que dijiste. Si intentas quitar importancia a las cosas o dejar cosas o a estancarte y decir mentiras, entonces las cosas se van a poner mucho, mucho peor para ti.

Tomo una respiración profunda, asiento con la cabeza, tratando de hacerles ver que estoy dispuesta a cooperar, que no tienen que mantener esta farsa de policía bueno y policía malo, con el fin de que confiese. Todo lo que necesito es la fuerza para reponerme, contener las lágrimas y encontrar las palabras adecuadas para describir todas las cosas que obligué a Tiff para que hiciera, todas las cosas que la obligué a soportar— ¿TaeYeon, tienes un apodo? La detective Kaye sigue haciendo sus cosas amistosas, donde finge la ser mi amiga y ponerme cómoda con la esperanza de que confíe en ella lo suficiente para relajarme, calmarme. Creo que ella está tratando de ayudar realmente en vez de extraer una confesión.

—ta…— dejo escapar—tae…— No, oh no. Solo mi familia me llama así ¡Sólo mi familia!

—tae, escúchame ahora. Si cooperas con nosotros, si nos dices todo lo que paso, hará una gran diferencia en el resultado de todo esto. Todos somos humanos. Todos cometemos errores, ¿no? Sólo tienes dieciocho años, estoy segura de que no te diste cuenta de la gravedad de lo que estabas haciendo, y un juez tomará eso en cuenta.

Sí, claro. ¿Qué tan estúpida creen que soy? Tengo dieciocho años y voy a ser juzgada como una adulta. Guarda tus mentiras manipuladoras a los que realmente estén tratando de ocultar sus acciones.

Asiento con la cabeza y me seco los ojos en mi manga. Agarro mi pelo con las manos esposadas sobre mi cabeza, y empiezo a hablar.

Las mentiras son la parte fácil: obligué a Tiff a permanecer fuera de la escuela, iba a la cama con ella todas las noches, repitiendo la misma amenaza, una y otra vez, siempre que ella me rogaba que la dejara en paz. Es cuando tengo que decirles la verdad con la que me debato… es nuestra verdad, nuestros momentos más íntimos, los preciosos pequeños detalles de nuestro breve e idílico momentos juntas. Esas son las partes que me hacen balbucear y estremecer. Pero me obligo a seguir, incluso cuando no puedo contener las lágrimas por más tiempo, incluso cuando empiezan a derramarse sobre las mejillas y mi voz empieza a temblar por los sollozos reprimidos, incluso cuando siento que sus miradas de repugnancia se funden con la de lástima quieren saber todos los pequeños detalles. La hora de la cama, nuestra primera noche juntas. Lo que hice, lo ella que hizo, lo que dije, lo que dijo. Cómo me sentía… Cómo respondí…Cómo respondió mi cuerpo… Les digo la verdad, y alguien llega dentro de mi pecho y lentamente empieza a dividirme. Cuando finalmente llego a los eventos de esta mañana, cuando viene lo que ellos llaman la “El placer”, quiero morirme para detener el dolor.

Me preguntan si Tiff gritó, me preguntan cuánto tiempo duró… Me duele mucho, se siente tan absolutamente humillante, completamente degradante, que me siento mal el interrogatorio parece prolongarse durante horas. Se siente como la mitad de la noche y hemos estado encerrados en esta habitación, sin aire por toda la eternidad. Ellos se turnan para salir a tomar café y bocadillos. Me ofrecen agua, la que declino. Con el tiempo me siento tan cansada que todo lo que puedo hacer es chupar mis dos dedos del medio como solía hacerlo cuando era niña y hundirme contra la pared, con la voz completamente ronca y con la cara pegajosa con sudor y lágrimas congeladas.

A través de una espesa niebla, los oigo informarme que voy a ser escoltada de vuelta a mi celda y que la interrogación continuará mañana la cinta está apagada, otro oficial viene a buscarme, pero por unos momentos no puedo ponerme de pie. El detective Sutton, que en su mayor parte se ha mantenido frío e impasible, suspira y sacude la cabeza con una mirada al borde de la compasión—Tu sabes, TaeYeon, he estado en este trabajo desde hace años y puedo decir que sientes remordimiento por lo que has hecho. Pero me temo que todo es un poco demasiado tarde. No sólo se te acusa de haber cometido un delito muy grave, sino que tus amenazas parecen haber dejado a tu hermana tan aterrorizada, que ha firmado una declaración jurando que su relación ual juntas fue totalmente consensuada e instigada por ella.

Todo el aire sale de mi cuerpo. Mi agotamiento se evapora. De repente, sólo el ruido sordo de los latidos de mi corazón horrorizada llena el aire ¿Ella les dijo la verdad? ¿Les dijo la verdad? —Una declaración jurada… pero eso no significa nada, ¿verdad? Ahora que he admitido todo, les dije exactamente lo que pasó. Usted sabe que ella dijo esas cosas por lo que le dije, porque le dije que iba a matarla si acaba en prisión. Así que nadie le cree, ¿verdad? ¡Ahora he confesado!— Mi voz agrietada y seca está temblando fuerte, pero debo mantener la calma. Mostrar remordimiento es una cosa, pero tengo que disimular de alguna manera mi horror e incredulidad.

—Eso dependerá de cómo lo vea el juez.

— ¿El juez?— Estoy gritando ahora, mi voz al borde de la histeria— ¡Pero Tiffany no es la que está siendo acusada de violación!

—No, pero incluso el o consensual es contra la ley. En virtud del artículo sesenta y cinco de la Ley de Explotación ual, su hermana puede ser juzgada por “consentimiento por tener placer por un familiar adulto”, que conlleva una pena de hasta dos años en prisión.

Lo miro. Sin palabras. Aturdida. No puede ser. No puede ser. El detective suspira y deja caer el archivo de nuevo sobre la mesa en un gesto de cansancio repentino—Así que a menos que se retracte de su declaración, tu hermana podría ser arrestada también.

¿Por qué? ¿Tiff, mi amor? ¿Por qué, por qué, por qué? Colapso en el suelo, medio recostada en la puerta de metal, miro a ciegas la pared opuesta.

Todo el cuerpo me duele por la mentira, completamente inmóvil por lo que debe ser varias horas ya. Ya no tengo fuerza para seguir golpeando con mi cabeza la puerta en un intento desesperado, frenético de pensar en una manera de que Tiff se retracte de su declaración. Después de gritar una y otra vez, rogando a los guaridas que me dejen llamar a casa, con el tiempo pierdo la voz por completo. A Tiff y a mí nunca se nos permitirá ponernos en contacto otra vez, al menos no hasta que haya cumplido mi sentencia, que de acuerdo con el oficial del interrogatorio, ¡podría ser más de una década a partir de ahora! Mi mente se está cayendo a pedazos y apenas puedo pensar, por lo que me dieron a entender, el hecho es que a menos que Tiff se retracte de su declaración, ella va a ser arrestada justo como yo, posiblemente incluso delante de jessica  y Hanna Sin nadie que cuide de ellas, nadie para cubrir el consumo y abandono de nuestra madre, a los tres niños sin duda los llevarán con los de Servicios Sociales. Y Tiff será llevada a la estación de policía, sometida a las mismas humillaciones, al mismo interrogatorio, y acusada, al igual que yo, de cometer delito ual. Incluso con mi palabra contra la de ella, habrá poco que pueda hacer. Si sigo insistiendo que soy la agresora, de inmediato se preguntarán porque de repente estoy tan desesperada por absolver a Tiff de todos los males; especialmente después de haber abusado de ella y amenazarla con matarla si ella le decía a alguien. Voy a estar acorralada, incapaz de protegerla, por más que insista en que Tiff es inocente y yo culpable, es más probable que crean la confesión de Tiff. No les tomará mucho tiempo darse cuenta de que estoy tomando la culpa para protegerla, que estoy mintiendo porque la amo y que nunca abusé de ella, la amenacé o dañé en ninguna forma. Y por supuesto está leo, el único testigo real. Incluso jessica y Hanna, si se les pregunta, van a insistir que en ningún momento Tiff  tuvo miedo de mí, que ella siempre estaba sonriéndome, riendo conmigo, tocando mi mano, incluso me abrazaba. Y así se darán cuenta de que Tiff es cómplice de este crimen al igual que yo.

Lo que sea que tratara de hacer ahora es imposible, especialmente porque cualquier intento de sorprender a Tiff fracasará si ella les cuenta la verdad. Fácilmente será capaz de explicar el golpe en el labio como mi último y desesperado intento para que pareciera que la había violado.

Tiff  será llevada ante los tribunales y condenada a dos años de prisión. Comenzará su vida adulta en la cárcel, separada no sólo de mí, sino de leo, jessica y Hanna, a quienes ama mucho. Incluso después de cumplir su sentencia en prisión, donde saldrá marcada emocionalmente, y atascada con antecedentes penales por el resto de su vida. Con el acceso denegado a sus otros hermanos por su crimen, se encontrará completamente sola en el mundo, excluida por sus amigos, mientras estoy encerrada, cumpliendo una pena de mucho más tiempo, porque me han tratado como una adulta. La idea de todo esto es, simplemente, más de lo que puedo soportar. Y sé que, a menos que pueda de alguna manera llegar a ella, la testadura, apasionada Tiffany que me ama mucho no se rendirá. Ella ha hecho su elección. Como me gustaría decirle que preferiría estar encerrada de por vida a que se someta a nada de esto…

Es inútil, estando sentada aquí, cayendo a pedazos. Nada de esto puede suceder. No voy a permitirlo. Sin embargo, a pesar de pensar y pensar durante horas y horas, atacando esporádicamente contra el cemento frío a mí alrededor en total frustración, no puedo llegar a alguna forma de hacer cambiar a Tiff de opinión.

Yo sé que ella haría todo eso por mí.

Estoy empezando a darme cuenta de que nada va a hacer que Tiff se retracte de su declaración y que me acuse de violación. Ha tenido mucho tiempo para darse cuenta de que, al hacerlo, me va a enviar a la cárcel. Si hubiera corrido, como sugirió inicialmente, si por algún milagro hubiera evitado ser atrapada, ella habría mentido en un latido del corazón por el bien de los niños. Pero sabiendo que estoy aquí sentada, encerrada en una celda de la prisión, el resto de mi vida depende de su acusación o confesión, ella nunca se rendirá.

Me doy cuenta ahora con esta estremecedora certeza. Me ama demasiado. Me ama demasiado. Quería tanto su amor, todo. Cumplí mi deseo… y ahora las dos estamos pagando el precio. Qué tan estúpido fue por pedirle alguna vez que hiciera esto, me doy cuenta, por esperar que sacrificara mi libertad por la de ella. Mi felicidad era todo para ella, tanto como la de ella para mí.

Si la situación hubiera sido al revés, ¿podría incluso considerar acusar falsamente a Tiff con el fin de evitar un castigo de mi cuenta? Sin embargo, el remordimiento me carcome. Si hubiera corrido cuando tuve la oportunidad, si la hubiera dejado y de alguna forma hubiera escapado de ser arrestada, Tiff no habría confesado. No hubiera ganado nada por decir la verdad, sólo hubiese perjudicado a los niños. Ella nunca habría confesado si lo hubiera hecho, si no hubiera sido capturada…

Mi mirada se desplaza lentamente por la pared hasta la pequeña ventana en la esquina, justo debajo del techo. Y de repente, la respuesta está ahí delante de mí. Si quiero que Tiff se retracte de su confesión, entonces no debo estar aquí para recibir una sentencia, no debo estar atrapada en una celda hacia la cárcel. Tengo que irme.

Descoser los hilos de la sabana cosida sobre el colchón pronto hace que mis manos se vuelvan rígidas y mis dedos se entumezcan. Mantengo la vista entre los guardias, contando rítmicamente a mí misma por debajo de mi respiración cuando con cuidado, metódicamente, corto las costuras.

El que diseñó estas celdas ha hecho un buen trabajo de garantizar la seguridad. La pequeña ventana está tan alta del suelo que se necesitaría una escalera de tres metros para llegar a ella. También tiene barras, por supuesto, pero sobresalen en la parte superior.

Con un tiro correcto, me siento segura de que puedo enlazar un lazo sobre las barras de pinchos para que las tiras anudadas de la sabana rota queden colgando lo suficientemente bajo como para que alcance, como las cuerdas que utilizamos para subir en educación física. Yo era buena en eso, me acuerdo, siempre la primera en la cima. Si puedo conseguir un resultado similar esta vez, voy a llegar a la ventana, a esa pequeña porción de luz solar, mi puerta a la libertad. Es un plan loco, lo sé. Uno desesperado. Pero estoy desesperada. No hay más opciones de escape. Me tengo que ir. Tengo que desaparecer.

Las barras que cubren el cristal muestran signos de corrosión, y no se ven tan fuertes.
Siempre y cuando no se rompan antes de llegar a la ventana, esto podría funcionar.

Seiscientos veintitrés, cuento desde los últimos pasos que se escucharon fuera de la puerta en la celda. Una vez que estoy lista, voy a tener diez minutos para sacar esto adelante. He leído acerca de las personas que hacían esto antes, no sólo ocurre en los programas de policías. Es posible. Tiene que serlo.

Después de trabajar finalmente mi camino alrededor de todo el borde de la sabana, le doy un pequeño tirón y la siento moverse debajo de mí, ya no está pegada debajo del colchón. Poniéndola delante de mí, uso mis dientes para hacer el primer rasgón y comienzo a rasgar poco a poco. Por mis cálculos aproximados, tres tiras de sabana unidas deben ser suficientes. El material es resistente y mis deportivas, soy capaz de aferrarme. Ahora el momento de la verdad. ¿Los barrotes han sido aflojados por mi ascenso? ¿Con un tirón final hacia abajo haré que se separen de la pared?

No tengo tiempo para inspeccionar el óxido alrededor de las fijaciones ahora. Como un escalador en el borde de un acantilado, me aferro a los barrotes con las manos y en la pared con los pies, cada músculo de mi cuerpo está tenso contra la fuerza de gravedad. Si me cogen ahora, todo ha terminado. Pero todavía no me atrevo. ¿Se romperán las rejas? ¿Se romperán? Por un breve instante, siento que la luz dorada del sol poniente toca mi rostro a través de la sucia ventana. Más allá se encuentra la libertad. Encerrada en esta caja de aire, soy capaz de echar un vistazo a la naturaleza, el viento sacudiendo los árboles verdes en la distancia. El grueso cristal es como una pared invisible, sellándome de todo lo que es real y vivo y necesario. ¿En qué punto decides que suficiente es suficiente? Sólo hay una respuesta realmente. Nunca.

Ha llegado el momento: si fallo, me van a escuchar y mantener bajo vigilancia o transferirme a otra celda más segura, así que estoy muy consciente de que ésta es mi única oportunidad. Un sollozo aterrorizado amenaza con escapar. Me estoy perdiendo, alguien me escuchará. Pero no quiero hacer esto. Tengo tanto miedo.

Mucho miedo. Con mi brazo izquierdo todavía enganchado en los barrotes, tomando casi todo el peso de mi cuerpo, el metal cortando mi carne, excavando en el hueso, suelto una mano para llegar a la sabana que cuelga debajo de mí. Y entonces me doy cuenta de que esto es todo. El guardia estará de vuelta por el corredor en cualquier momento. No tengo más excusas. Es hora para mí de librarnos a todos. A pesar del terror, el terror blanco cegador, me pongo un segundo lazo en la cabeza. Aprieto el nudo. Un fuerte sollozo rompe el aire inmóvil.

Y luego me dejo ir los grandes ojos cafes de Hanna, la sonrisa con hoyuelos de Hanna la melena rubia de jessica, la sonrisa descarada de jessica  los gritos de emoción de leo, el brillo de orgullo en los ojos de leo la cara de Tiffany, los besos de Tiffany, el amor de Tiffany. Tiffany, Tiff, mi Tiff…

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
k0309_hwang
#1
Empezando... Me da curiosidad por qué está introducción me recuerda a la historia de "flores en el hatico" solo espero que no sea tan similar si este es el caso por qué Magdalena no será nadie en comparación conmigo jajajajaj
ursula91 #2
Chapter 28: Jejejeje
Oye te pasaste Los penultimos capitulos me hicieron llorar (ಥ_ಥ) perk fue today una imagination de tae. Tu final me gusto mucho espero que sigas escribiendo mas historia o(^^o)
lostinlalaland #3
Chapter 28: honestamente, prefiero el final del libro, es mas ... crudo xD esa parte donde ... como se llama la pequeña? ... bueno, el personaje de Hannah esta con el de tiffany y le dice que no quiere despedirse, es muy triste y a la vez tierno, es inocente, algo que le da a ese final un toque especial ...
LectoraLemon #4
Chapter 28: estuvo muy bueno me encanto !! *u*
Skyth06
#5
Chapter 28: tarde en comentar pero no sabes como te agradezco este final más alegré y lleno de vida, muchas gracias por darle un giró de vdd
Fer_Sone
#6
Chapter 28: dios mio! .. te juro que las lagrimas no dejan de salir de mis ojos, son las 4:00 de la mañana y yo aqui, dios!!! esto es lo nejor que eh leido en mi vida!!.... ame el epilogo enserio :3..... no se pero en este momento los amo a todos
keyla00990-LauraG #7
¡Oh wow! ¡Cielos, eso fue intenso!
Vamos a ver, por donde empezamos, primeramente cuando lei el intro fue un poco chocante el saber que ellas eran hermanas ya que había visto otras historias donde son familia como medias hermanas pero aquí eran hermanas de sangre,
¡Hermanas! (lo siento es que no me pasaba) .
De todas formas, me costo un poco poder leerla, siempre leía el intro y mejor la dejaba y leía otro fic. Para añadirle mas en contra por asi decirlo lo que escribiste "un amor así de devastador no tiene final feliz" mucho mas difícil (imagine un final tragico) al final la curiosidad gano y porfió me decidí a leerla.
Sufrí con cada capitulo junto al TaeNy, desde el primer capitulo quería ver Taeny, estaba muy impaciente pero no fue así, primero nos introdujeron a su vida (pobre y melancolica) junto a esto dejaban entre ver la admiración que se tenían mutuamente (Taeny) hasta que conforme pasaron los capítulos había cada vez mas Taeny y con esto mas sufrimiento, la verdad es que yo agonice mucho por su vida, la pobre de Tae con sus problemas y la manera en como describían su sufrimiento (corporal) cuando algo no salia bien, joder fue cruel y sus sentimientos de por medio que las hacia sufrir ¡Dios! ¿Que karma estarían pagando? .
Odie a muerte a la madre, era una desgraciada como podía hacerle eso a sus propios hijos, cortando la infancia de Tae y Tiffany.
Con cada capitulo me decía a mi misma estas niñas sufren un montón y para acabarla tendrán un final trágico, así que quería desistir de seguir leyendo porque ellas no se merecían un final malo ya bastante era con todo lo que habían pasado en su vida.
Para los últimos capítulos todo se acomodaba para el final que apuntabas tu en el intro y me enojaba pensar en su final pero no pude quedar mas feliz con el final y con la desicion de la madre, fue lo mejor que pudo haber hecho en su vida.
Nunca pude llegar a ver al TaeNy como hermanas XD
Gracias por el epilogo que incluiste y por la adaptación =)
saramarmota #8
Chapter 28: casi me matas con el 26 hahahahhaa
Tiffany-viana #9
Chapter 28: Hahaha hay Dios casi me da un infarto cuando leo el 26 hahaha lo. Ame
ailyn2111 #10
Chapter 28: ahhhhh Dios llore en todo el capitulo 27 me diste un infarto pero valio la pena ajja si que me diste un susto gracias espero leerte en un nuevo fic adios y gracias