capitulo 11

Me enamore de ti

 



POV TaeYeon

Está bien. De hecho, ¡es genial! Tiffany finalmente ha encontrado a alguien que le gusta, y lo que es más, a ella le gusta también, y justamente van a salir juntas este viernes.

Las cosas se están arreglando para ella, por fin; es el principio de su vida como adulta, lejos de este manicomio, de su familia, de mí. Ella se ve feliz, se ve entusiasmada. Kitty podría no ser la tipa que yo hubiera elegido para ella, pero está bien. Ha tenido un par de novias adecuado, no parece estar buscando sólo una cosa. Es normal sentirse ansiosa pero no voy a perder el sueño por esto.

Tiffany está cerca de los diecisiete después de todo, Kitty es sólo un año mayor. Tiffany estará bien. Ella es una persona muy sensible, responsable más allá de su edad; será cuidadosa, y tal vez funcionará. Ella no la lastimará, no intencionalmente, por lo menos. No, estoy segura de que no la lastimará, no lo haría. Ella es una persona tan adorable, tan preciosa… ella verá eso: debe hacerlo.

Sabrá que no puede romper su corazón, nunca lastimarla. No lo haría. No podría. Así que, bien, voy a ser capaz de dormir al final. No necesito pensar sobre esto ahora. Lo que necesito desesperadamente es dormir. De otra manera me desmoronaré. Me voy a desmoronar. Me estoy desmoronando.

Los primeros rayos del amanecer comienzan a tocar el borde de los techos. Me siento en mi cama y veo la pálida luz diluir la negra oscuridad, un ligero lavado de color difundiendo ligeramente el cielo del este. El aire es frío cuando sopla a través de las grietas en el marco de la ventana, y esparce marcas de salpicaduras de lluvia en el panel mientras los pájaros comienzan un despertar. Un dorado parche de luz solar se inclina por la pared, agrandándose lentamente como una mancha. ¿Cuál es el punto en todo esto? Me pregunto, ¿en este ciclo sin fin? No he dormido en toda la noche y me duelen los músculos por permanecer inmóvil tanto tiempo. Tengo frío pero no puedo encontrar la elegía para moverme o incluso para poner la manta a mi alrededor.

De vez en cuando empieza a caer mi cabeza, como sucumbiendo a un narcótico, y mis ojos se cierran y después se reabren con un sobresalto. A medida que la luz se empieza a intensificar, también lo hace mi miseria, y me pregunto cómo es posible que duela tanto cuando no pasa nada malo. Una inflamada desesperación presiona hacia fuera desde el centro de mi pecho, amenazando con romper mis costillas. Lleno mis pulmones con el aire frío y después lo dejo salir, pasando mis manos gentilmente adelante y atrás sobre las ásperas sabanas de algodón, como anclándome a esta cama, a esta casa, a esta vida, en un intento de olvidar mi soledad absoluta. La herida debajo de mi labio está latiendo y es una lucha dejarla tranquila, no irritarla en un intento de aniquilar la agonía dentro de mi mente. Continúo acariciando las mantas, el movimiento rítmico me relaja,

Un sólo día abarca tanto. La frenética rutina matutina: tratar de asegurarme de que todos coman su desayuno, el alto tono de la voz de jessica que irrita mis oídos, el continuo parloteo de Hanna que deshilacha mis nervios, leo reforzando sin descanso mi culpa con cada uno de sus gestos , y Tiffany… Es mejor si no pienso en Tiffany. Pero, ersamente, quiero hacerlo. Debo irritar la herida, volver a rascar la costra, pinchar la piel dañada. No puedo dejar de pensar en ella.

Como anoche en la cena, ella está aquí pero no aquí: su corazón y su mente han dejado esta casa sucia, los hermanos molestos, la hermana socialmente inepta, la madre alcoólica. Sus pensamientos están con Kitty ahora, en su cita de esta noche. Por muy largo que pueda parecer el día, la noche llegará y Tiffany se irá. Y desde ese momento, parte de su vida, parte de sí misma, se separará de mí para siempre. Sin embargo, incluso mientras espero a que pase esto, hay mucho por hacer: convencer a leo para que salga de su guarida, llevar a jessica ya Hanna a la escuela a tiempo, recordar tomarle las tablas a jessica mientras trata de ir por delante en el camino.

Conseguir pasar por la puerta de mi propia escuela, comprobar que leo está en clases sin ser vista, sentarme durante una mañana completa de clases, buscar nuevas formas de desviar la atención si un maestro me presiona a participar, sobrevivir al almuerzo, asegurarme de evadir a Wilde, explicarle a la maestra por qué no puedo dar una presentación, llegar a la última campana sin desmoronarme. Y, finalmente, recoger a Hanna ya jessica, mantenerlas entretenidas durante la noche, recordarle a leo su toque de queda sin provocar un escándalo… y todo el tiempo, al mismo tiempo, tratar de purgar todo pensamiento de Tiffany de mi mente. Y las manillas del reloj de la cocina continuarán moviéndose hacia delante, acercándose a la medianoche antes de empezar todo de nuevo, como si el día que acaba de terminar nunca hubiera empezado.

Una vez fui muy fuerte. Era capaz de superar todas las cosas pequeñas, todos los detalles, la rutina sobre la cinta de correr, día tras día. Pero nunca me había dado cuenta de era que Tiffany la que me daba esa fuerza. Era porque ella estaba allí que yo podía arreglármelas, nosotras dos a la cabeza, apoyándonos la una a la otra when una de nosotras estaba deprimida. Es posible que hayamos pasado la mayor parte de nuestro tiempo cuidando a los pequeños, pero bajo la superficie, en realidad, nos estábamos cuidando a nosotras y eso hizo todo soportable, más que sólo soportable. Eso nos unió en una existencia que sólo nosotras podíamos entender. Juntas estábamos a salvo (diferentes, pero a salvo), del mundo exterior… Ahora todo lo que tengo es a mí misma, mis responsabilidades, mi deber, mi interminable lista de cosas por hacer… y tengo mi soledad,

Tiffany se va a la escuela por delante de mí, arrastrando a leo con ella. Parece molesta conmigo por alguna razón. Hanna pierde el tiempo, recogiendo ramas y hojas quebradizas, enrolladas por el camino. Jessica nos abandona cuando ve a Aria al final de la carretera, y no tengo la fuerza para hacerla volver, a pesar del concurrido cruce en frente de la escuela. Es un esfuerzo monumental no gritarle a Hanna, no decirle que se apure, el preguntarle por qué parece tan decidida a hacernos llegar tarde a las dos.

Tan pronto como alcanzamos las puertas de la escuela, ella ve a una amiga y echa a correr tropezando, su abrigo ondeando y volando detrás de ella. Por un momento sólo me paro y la veo irse, su pelo dorado fluyendo detrás de ella en el viento. Su delantal gris está manchado con el almuerzo de ayer, al abrigo de la escuela le falta la capucha, su mochila se está cayendo a pedazos, sus medias rojas tienen un gran agujero detrás de la rodilla, pero ella nunca se queja. Incluso cuando está rodeada de mamás y papás despidiendo a sus hijos, incluso cuando no ha visto a su madre por dos semanas ya, incluso cuando no tiene memoria de haber tenido padre.
Sólo tiene cinco años, sin embargo, ya ha aprendido que no tiene sentido pedirle a su madre un cuento para dormir, que invitar amigos a la casa es algo que solamente otros niños pueden hacer, que juguetes nuevos son un raro lujo, que en casa leo y jessica son los únicos que se salen con la suya. A la edad de cinco años, ya ha aceptado una de las lecciones más duras de la vida: que el mundo no es justo… A mitad de los escalones de la escuela, con la mejor amiga a cuestas, de repente recuerda que ha olvidado decir adiós y se gira, buscando mi cara en el patio casi vacío.

Cuando me, su rostro rompe en una sonrisa encuentra radiante y cachetona, la punta de su lengua asomándose a través del espacio de sus dientes caídos. Saluda levantando una mano pequeña. Le devuelvo el saludo, con mis brazos abanicando el cielo.

Entrando al edificio de la escuela, me golpea una pared de calor artificial: los radiadores tienen la temperatura demasiado alta. Pero no es hasta que camino hacia el salón de inglés y me encuentro cara-a-cara con la Srta. Ashley que me acuerdo. Ella me sonríe, un intento apenes disimulado de ánimo. - ¿Vas a necesitar el proyector?

Me congelo en su escritorio, con una sensación horrible de hundimiento que aprisiona mi pecho, y digo rápidamente: —En realidad… en realidad, pensé que podría funcionar mejor con un trabajo escrito; hay demasiada información para resumir en sólo, sólo media hora…

Su sonrisa se desvanece. —Pero no era un trabajo escrito, TaeYeon la presentación es parte de tu educación curricular. No te puedo calificar por esto. —Ella toma mi trabajo y lo lee rápidamente. —Bueno, ciertamente has conseguido un montón de material, así que supongo que podrías leerlo.

La miro, una fría mano de terror se cierra alrededor de mi garganta. —Bueno, la cosa es… —Apenas puedo hablar. De repente mi voz no es más que un susurro.

Ella me da un gesto perplejo. - ¿La cosa es? —Es… es que no va a tener mucho sentido si simplemente lo leo…

- ¿Por qué no le das una oportunidad? - Su voz se suaviza repentinamente, demasiado. —La primera vez siempre es la más difícil.

Siento el calor en mi rostro. —No va a funcionar. Yo ... lo siento. —Tomo la carpeta de su mano estirada. —Me aseguraré de compensar la nota con, con el resto de mi estudio curricular.

Girándome rápidamente, encuentro un asiento, con ondas carmesí chocando a través de mí. Para mi alivio, ella no me llama de nuevo.

Tampoco trae el tema a colación el tema de la presentación durante la clase. En su lugar, cubre el espacio dejado por mi falta de contribución hablándonos sobre las vidas de Sylvia Plath y ia Woolf, y se plantea un acalorado debate sobre la conexión entre la enfermedad mental y el temperamento artístico. Normalmente este es un tema que encuentro fascinante, pero hoy las palabras simplemente pasan sobre mí. Afuera, el cielo vomita lluvia, que retumba contra las sucias ventanas, lavándolas con lágrimas. Miro el reloj y veo que sólo faltan cinco horas para la cita de Tiffany. Quizás Wilde se rompió la pierna haciendo porrismo. Quizás esté en la enfermería en este momento con un envenenamiento por comida. Quizás, de repente, encontró a otra chica para salir. Cualquier otra chica menos mi hermana. Ella tiene a la escuela entera para elegir. ¿Por qué Tiffany? ¿Por qué la única persona que me importa más en el mundo?

- ¿TaeYeon kim-hwang? - La alta voz me sacude cuando me dirijo hacia la puerta en medio del caos de los alumnos al salir. Volteo mi cabeza lo suficiente para ver a la Srta.
Ashley haciéndome señas desde su escritorio y me doy cuenta de que no tengo otra opción que luchar a través del caos para hacer mi camino de vuelta.

—TaeYeon, creo que necesitamos tener una pequeña charla. Cristo, no. Esto no, hoy no.

—Um, lo siento. Yo… en realidad tengo matemática— digo apurada.

—Esto no tomará mucho tiempo. Te daré una nota. —Indica la silla frente a su escritorio. —Toma asiento.
Levantando la correa de mi mochila sobre mi cabeza, tomo el asiento ofrecido, dándome cuenta que no hay salida. La Srta. Ashley camina hacia la puerta y la cierra con un duro golpe metálico que suena como la puerta de una prisión.

Ella vuelve hacia mí y toma la silla a mi lado, girándose hacia mí con una sonrisa tranquilizadora. —No hay necesidad de que estés tan preocupada. ¡Estoy segura de que a esta altura ya sabes que mi ladrido es peor que mi mordida!

Me obligo a mirarla, esperando que recite la perorata sobre la importancia de la participación en clase más rápido si parezco cooperativa. Pero, en cambio, ella elige la ruta indirecta.

- ¿Qué le pasó a tu labio? Consciente de que lo estoy mordiendo otra vez, me fuerzo a detenerme, mis dedos vuelan hacia él, estoy sorprendida. —Nada… no, no es nada.

—Deberías ponerle algo de vaselina y mascar un lápiz en su lugar. —Se estira sobre su escritorio y coge un par de bolígrafos roídos. —Menos doloroso y hace el trabajo igual de bien. —Me da otra sonrisa.

Con toda la voluntad en el mundo, no puedo devolvérsela. La pequeña conversación amigable me está lanzando fuera de balance. Algo en sus ojos me dice que no está a punto de darme una lección sobre la importancia de la participación en clase, trabajo en equipo y toda la mierda de costumbre. Su mirada no es una de amonestación, sino de genuina preocupación.

—Sabes por qué te he retenido, ¿no es así? Contesto con un rápido asentimiento de cabeza, mis dientes automáticamente raspando mi labio otra vez. Mire, este no es un buen día, quiero decirle. Puedo apretar mis dientes y asentir para salir a través de una conversación de corazón-a-corazón con una exagerada profesora en otro momento, pero hoy no. Hoy no.

- ¿Por qué hablar en frente de tus compañeros te asusta tanto, TaeYeon? Me ha tomado por sorpresa. No me gusta la forma en que usó la palabra asustada.

No me gusta la forma en que parece saber tanto sobre mí.

—Yo no… no lo… —Mi voz es peligrosamente inestable. El aire circula lentamente en el salón. Estoy respirando demasiado rápido. Me ha acorralado. Soy consciente del sudor brotando de mi espalda, del calor irradiando de mi cara.

—Oye, está bien. —Se inclina hacia delante, su preocupación es casi tangible. —No te voy a atacar, TaeYeon, ¿está bien? Pero sé que eres lo suficientemente brillante para entender por qué necesitas ser capaz de hablar en público de vez en cuando; no sólo por el bien de tu futuro académico sino también por el personal.

Sólo desearía poder levantarme e irme. - ¿Es un problema en la escuela solamente o es todo el tiempo? ¿Por qué diablos está haciendo esto? Dirección, detención, expulsión; No me importa. Cualquier cosa menos esto. Quiero hacerla callar, pero no puedo. Es esa maldita preocupación, que corta a través de mi consciencia como un cuchillo.

—Es todo el tiempo, ¿no es así? - Su voz es demasiado amable. Siento que el calor sube a mi cara. Tomando una respiración aterrada, dejo a mis ojos escudriñar el salón, como buscando un lugar para esconderme.

—No es nada de qué avergonzarse, Santana. Es sólo que tal vez valga la pena abordar ahora.

Con la cara temblando, empiezo a masticar mi labio otra vez, el agudo dolor es un alivio bienvenido.

—Como la fobia, la ansiedad social es algo que se puede superar. Estaba pensando que tal vez podríamos idear juntas un plan de acción para prepararte para el próximo año en la universidad.

Puedo escuchar el sonido de mi respiración, fuerte y rápida. Contesto con un asentimiento apenas perceptible.

—Nos lo tomaríamos muy lentamente. Un pequeño paso a la vez. Tal vez podrías tratar de levantar la mano y responder una pregunta por clase. Ese sería un buen comienzo, ¿no lo crees? Una vez que te sientas cómoda ofreciéndote un respondedor una pregunta, encontrarás mucho más fácil responder dos, y después tres… y, bueno, entiendes la idea. —Ella se ríe y siento que está tratando de aligerar la atmósfera. —Entonces, antes de que lo sepas, estarás contestando todas las preguntas y ¡nadie más va a tener ni la más mínima oportunidad!

Intento devolverle la sonrisa pero no funciona. Dar un paso a la vez… Solía ​​tener a alguien ayudándome a hacer eso precisamente. Alguien que me presentó a su amiga, me alentó a leer mi ensayo en clase; alguien que estaba sutilmente tratando de ayudarme con mi problema, sin embargo, nunca me di cuenta. Y ahora la he perdido, la he perdido por Kitty. Una noche con ella, y Tiffany se dará cuenta de la perdedora en la que me he convertido, se empezará a sentir de la misma forma en que se sienten leo y mi madre…

—He notado que pareces un poco estresada últimamente— remarca de repente la Srta. Ashley. —Cosa que es perfectamente entendible; es un año duro. Pero tus notas están tan bien como siempre y te destacas en los exámenes escritos. Por lo que pasarás a través de tu As. Allí no hay nada de qué preocuparse.

Doy un tenso asentimiento de cabeza. - ¿Están difíciles las cosas en casa? Entonces, la miro, incapaz de ocultar mi sorpresa. —Tengo dos hijos que cuidar — dice con una pequeña sonrisa. - ¿Tengo entendido que tú tienes cuatro?

Mi corazón tartamudea y casi se detiene. La miro fijamente. ¿Con quién diablos ha estado hablando?

- ¡N-no! Tengo diecisiete. Sí, tengo un hermano yy Tres hermanas, pero vivimos con nuestra madre, y ella…

—Sé eso, TaeYeon. Nothing is wrong. —No es hasta que ella me interrumpe que me doy cuenta de que no estoy hablando en un tono particularmente medido.

¡Por el amor de Dios, intenta tranquilizarte! Me suplico. ¡No reacciones como si tuvieras algo que esconder!

—Lo que quise decir era que tienes hermanos más jóvenes a los que ayudar a cuidar — continúa la Srta. Ashley. —Eso no puede ser fácil, por encima de todo tu trabajo escolar.

—Pero yo no, yo no los cuido. Ellos son-son sólo un montón de mocosos molestos. Sin duda vuelvan loca a mi madre… - Mi risa suena dolorosamente artificial.

Otro tenso silencio se extiende entre nosotras. Le echo un desesperado vistazo a la puerta. ¿Por qué me está hablando sobre esto? ¿Con quién ha estado hablando? ¿Qué otra información tienen en ese maldito expediente? ¿Han pensado en contactar a los Servicios Sociales? S t. Luke se contactó con Belmont cuando los niños desaparecieron?

—No estoy tratando de entrometerme, TaeYeon — dice ella de repente. —Sólo quiero asegurarme de que sepas que no tienes que llevar la carga sola. Tu ansiedad social, las responsabilidades en casa… es mucho con lo que lidiar a tu edad.

De la nada, un dolor asciende por mi pecho hacia mi garganta. Me encuentro mordiendo mi labio para que deje de temblar.

Veo que su cara cambia y se inclina hacia mí. —Oye, oye, escúchame. Hay montones de ayuda disponible. Está el consejero escolar o cualquiera de tus profesores con los que puedes hablar, o ayuda de afuera que puedo recomendar si no quieres involucrar a la escuela. No tienes que cargar con todo esto por tu cuenta…

El dolor en mi garganta se intensifica. Lo voy a perder. —Yo… en serio tengo que irme. Lo siento…

—Bien, no pasa nada. Pero, TaeYeon, estoy siempre aquí por si quieres hablar, ¿está bien? Puedes hacer una cita con el consejero escolar en cualquier momento. Y si hay alguna manera de que pueda hacerte las cosas más fáciles en clase… Nos olvidaremos de las presentaciones por el momento. Sólo las calificaré como trabajos escritos como sugeriste. Y dejaré de hacerte preguntas y dejaré de presionarte para que participapes. Sé que no es mucho, pero ¿ayudar en algo?

No lo entiendo. ¿Por qué no puede simplemente ser como los otros profesores? ¿Por qué tiene que importarle?

Asiento sin palabras.

—Oh, amor, ¡lo último que quería era hacerte sentir peor! Es sólo que pienso muy bien de ti y estoy preocupada. Quería que supieras que hay ayuda disponible…

Sólo cuando escucho la derrota en su voz, cuando veo la mirada de sorpresa en su rostro, que me doy cuenta que mis ojos se han llenado de lágrimas.

—Gracias. ¿P-puedo irme ahora? —Claro que puedes, TaeYeon. ¿Pero podrías pensar sobre eso, pensar sobre hablar con alguien?

Asiento, incapaz de pronunciar otra palabra, agarro mi mochila y corro del salón.

****


—No, estúpida. Sólo debes poner cuatro lugares. —Jessica saca uno de los platos de la mesa y lo regresa a la alacena con un estrépito.

- ¿Por qué? ¿Leo va a ir a Burger King de nuevo? - Hanna mordisquea la punta de su pulgar nerviosamente, sus grandes ojos lanzándose alrededor de la cocina como si estaba buscando señales de problemas.

—Tiffany tiene su cita esta noche, ¡estúpida! Le doy la espalda a la estufa.

—Deja de llamarla estúpida. Ella es más chica que tú, eso es todo. Y ¿cómo es que ella ha terminado con tu trabajo y tú ni siquiera has empezado el tuyo?

—No quiero que Tiff salga a una cita— protesta Hanna.

—Si Tiffany sale y leo sale y mamá sale, ¡eso significa que sólo quedamos tres en la familia!

—En realidad, eso significa que quedan dos, porque yo voy a dormir a la casa de Aria — le informa jessica.

—Oh no, no lo harás— intervengo rápidamente. —Eso no se discutió, la madre de Aria nunca llamó, y ya te he dicho que dejes de auto-invitarte a las casas de otras personas; es muy descortés.

- ¡Muy bien, entonces! - grita jessica. - ¡Le diré que te llame! ¡Ella fue la que me invitó, así que verás! - Sale de la cocina justo cuando empiezo a servir.

- ¡j, vuelve aquí o estarás sin Gameboy por una semana! Ella llega diez minutos después de las siete. Tiffany ha estado en el borde desde que llegó. Por la última hora ha estado arriba, compitiendo con mamá por el baño. Incluso las escuché a las dos riendo juntas. Leo salta, golpeando su rodilla con la pata de la mesa en su prisa de ser el primero en conocerla.

Lo dejo ir y cierro rápidamente la puerta de la cocina detrás de él. No quiero ver a la tipa.
Afortunadamente, Tiffany no la invita a entrar. Escucho sus pies golpeando las escaleras, voces alzándose en señal de saludo, seguido de: —Estaré contigo en un minuto.

Leo regresa, luciendo impresionado y exclamando ruidosamente, —Wow, esa tipa está cargada. ¿Has visto su ropa de diseñador?

Tiffany entra apresuradamente. —Gracias por hacer esto. —Ella viene directamente hacia mí y aprieta mi mano de esa manera molesta que tiene. —Los sacaré fuera todo el día mañana, lo prometo.

Me alejo. —No seas tonta. Sólo pásala bien. Ella está usando algo que nunca he visto antes. De hecho, se ve totalmente diferente: lápiz labial color vino tinto, su largo cabello rubio levantado, some mechones perdidos enmarcan delicadamente su rostro. Pequeños pendientes plateados cuelgan de sus orejas. Su vestido es corto, negro y abrazado a su figura, y de una forma sofisticada. Huele a algo aterciopelado.

- ¡Beso! - Llora Hanna, levantando los brazos. La veo abrazar a Tiffany, besar la cima de la cabeza de jessica, darle a Kit un golpe en el hombro y sonreírme de nuevo. - ¡Deséenme suerte!

Me las arreglo para devolverle la sonrisa y un pequeño asentimiento. - ¡Buena suerte! - dicen jessica y Hanna a los gritos. Tiffany se encoge y se ríe mientras corre hacia el corredor.

Se escuchan puertas azotándose y después el sonido de un motor arrancando.
Me giro hacia Sam. - ¿Vino en auto?

—Sí, te lo dije, ¡está cargada! No era exactamente un Lamborghini, pero cielos, ¿tiene sus propias ruedas a los diecisiete?

—Dieciocho— lo corrijo

—Espero que no intente beber.

—Deberías haberla visto— Dice Kit. —Esa tipa tiene clase.

- ¡Tiff se veía como una princesa! - Exclama Hanna, sus ojos azules bien abiertos. —Se veía como una adulta también.

—Ok, ¿quién quiere más patatas? - pregunto. —Tal vez se case con ella y entonces será rica— se mete jessica.

- ¿Si Tiff es rica y yo soy su hermana, eso significa que yo seré rica también?

—No, significa que se deshará de ti como hermana porque eres una vergüenza… ni siquiera te sabes las tablas de multiplicar— responde leo.

La boca de jessica se abre y sus ojos se llenan de lágrimas. Me giro hacia leo. —Ni siquiera eres gracioso, ¿te das cuenta de eso?

—Nunca él afirmado ser comediante, sólo realista— réplica de leo. Jessica sorbe por la nariz y se pasa el dorso de la mano por sus ojos.

No importa lo que digas, Tiff nunca haría eso, y de todos modos, soy su hermana hasta que me muera.

—En ese momento te irás al infierno y nunca verás a nadie más— dispara leo de nuevo.

—Si hay un infierno, leo, créeme, tú estarás en él. —Puedo sentir como pierdo mi tranquilidad.

- ¿Ahora podrías simplemente callarte y terminar tu cena sin atormentar a nadie más?
Leo tira su cuchillo y tenedor en su plato medio terminado con un estrépito. —Al diablo con esto. Voy a salir.

- ¡Diez en punto y no más tarde! - Grito detrás de él.

En tus sueños, compañera— responde a mitad de camino de las escaleras. Nuestra madre es la siguiente en entrar, oliendo a perfume y luchando por encender un cigarrillo sin arruinar sus uñas recién pintadas. La antítesis completa de Tiffany: ella es todo brillo y labios color carmesí, su mal ajustado vestido rojo dejando poco a la imaginación. Pronto desaparece otra vez, ya inestable en sus tacones altos, gritándole a leo por haberle robado su último paquete de cigarrillos.

Paso el resto de la noche mirando TV con jessica y Hanna, simplemente demasiado exhausta y harta como para algo más productivo. Cuando empiece a discutir, las preparo para la cama. Hanna llora porque le entra shampoo en los ojos, y jessica olvida colgar la cortina de baño dentro de la bañera e inunda el suelo. El cepillado de dientes parece tomar horas: el tubo de pasta para niños está casi vacío así que, en su lugar, uso el mío, lo que hace aguar los ojos de jessica y que Hanna escupa en la pileta. Después, Hanna se toma quince minutos para elegir una historia, jessica se mueve furtivamente escaleras abajo para jugar a su Gameboy y, cuando me opongo, se pone irracionalmente molesta y reclama que Tiff siempre lo deja jugar mientras le lee a Hanna. Una vez que están en la cama, Hanna está inmediatamente hambrienta,

Pero una vez que están dormidas, la casa se siente extrañamente vacía. Sé que debería ir a la cama y tratar de dormir temprano, pero me siento cada vez más agitada y en el borde. Me digo a mí misma que tengo que quedará levantada para comprobar que leo llegue a casa en algún momento, pero muy en el fondo sé que es sólo una excusa. Estoy mirando una estúpida película de acción pero no tengo idea de qué se trata o quién debería perseguir a quién. Ni siquiera me puedo concentrar en los efectos especiales. Todo en lo que puedo pensar es en Wilde.

Son más de las diez ahora: ellas deben haber terminado de comer, deben haber dejado el restaurante. Su padre a menudo está fuera por negocios, o eso afirma Kitty, y no tengo ninguna razón para no creerle. Lo que significa que tiene su mansión para ella sola… ¿La ha llevado allí? ¿O están en un estacionamiento de poco fiar, sus manos y labios encima de ella? Me empiezo a sentir enferma. Tal vez es porque no he comido en toda la noche. Quiero esperar levantada y ver por mí misma en qué estado está cuando llegue a casa. Si decide venir a casa.

De repente, se me ocurre que la mayoría de las chicas de dieciséis años tienen algún tipo de toque de queda. Pero sólo soy trece meses mayor que ella, así que difícilmente estoy en una posición para imponer uno. Me sigo diciendo que Tiffany siempre ha sido tan sensible, tan responsable, tan madura, pero ahora recuerdo la sonrojada expresión en su rostro cuando entró en la cocina para decir adiós, el brillo en su sonrisa, la efervescencia de la emoción en sus ojos. Ella sigue siendo una adolescente, me doy cuenta; todavía no es una adulta, sin importar lo mucho que haya sido forzada a comportarse como una. Tiene una madre que no piensa en nada más que en o en el suelo de la sala mientras sus hijos duermen en el piso de arriba, que se jacta con ellos acerca de sus conquistas de adolescente, que sale a beber cada semana y llega tambaleándose a las seis de la mañana con el maquillaje corrido y la ropa al revés. ¿Qué clase de modelo a seguir ha tenido Tiffany alguna vez? Por primera vez en su vida es libre. ¿Estoy tan segura de que no se verá tentada a sacar el máximo provecho de ello?

Es estúpido pensar así. Tiffany es lo suficiente mayor para tomar sus propias decisiones. Muchas chicas de su edad duermen con sus novias. Si ella no lo hace esta vez, lo hará la siguiente, o la que le sigue, o la que le sigue a esa. De una forma u otra va a pasar. De una forma u otra voy a tener que lidiar con eso. Excepto que no puedo. No puedo lidiar con eso en lo absoluto. La misma idea me hace querer golpear mi cabeza contra la pared y estrellar cosas. La idea de Wilde, o de cualquiera, sosteniéndola, tocándola, besándola…

Hay una explosión ensordecedora, una grieta cegadora, y un dolor lacerante sube por mi brazo antes de que me dé cuenta de que he golpeado la pared con todas mis fuerzas: pedazos de pintura y de yeso caen from la impresión de mis nudillos sobre el sofá . Doblándome, agarro fuertemente mi mano derecha con la izquierda, apretando los dientes para evitar hacer algún sonido. Por un momento todo se oscurece y creo que me voy a desmayar, pero entonces el dolor me golpea repetidamente ondas en espera y aterradoras. En realidad, no sé qué me duele más, mi mano o mi cabeza. Lo que he temido y negado durante las pasadas semanas (la total pérdida de control sobre mi mente), se ha asentado, y ya no tengo forma de luchar. Cierro mis ojos y siento el espiral de locura subir por mi columna hacia mi cerebro. Lo veo explotar como al sol. Así que esto es todo,

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
k0309_hwang
#1
Empezando... Me da curiosidad por qué está introducción me recuerda a la historia de "flores en el hatico" solo espero que no sea tan similar si este es el caso por qué Magdalena no será nadie en comparación conmigo jajajajaj
ursula91 #2
Chapter 28: Jejejeje
Oye te pasaste Los penultimos capitulos me hicieron llorar (ಥ_ಥ) perk fue today una imagination de tae. Tu final me gusto mucho espero que sigas escribiendo mas historia o(^^o)
lostinlalaland #3
Chapter 28: honestamente, prefiero el final del libro, es mas ... crudo xD esa parte donde ... como se llama la pequeña? ... bueno, el personaje de Hannah esta con el de tiffany y le dice que no quiere despedirse, es muy triste y a la vez tierno, es inocente, algo que le da a ese final un toque especial ...
LectoraLemon #4
Chapter 28: estuvo muy bueno me encanto !! *u*
Skyth06
#5
Chapter 28: tarde en comentar pero no sabes como te agradezco este final más alegré y lleno de vida, muchas gracias por darle un giró de vdd
Fer_Sone
#6
Chapter 28: dios mio! .. te juro que las lagrimas no dejan de salir de mis ojos, son las 4:00 de la mañana y yo aqui, dios!!! esto es lo nejor que eh leido en mi vida!!.... ame el epilogo enserio :3..... no se pero en este momento los amo a todos
keyla00990-LauraG #7
¡Oh wow! ¡Cielos, eso fue intenso!
Vamos a ver, por donde empezamos, primeramente cuando lei el intro fue un poco chocante el saber que ellas eran hermanas ya que había visto otras historias donde son familia como medias hermanas pero aquí eran hermanas de sangre,
¡Hermanas! (lo siento es que no me pasaba) .
De todas formas, me costo un poco poder leerla, siempre leía el intro y mejor la dejaba y leía otro fic. Para añadirle mas en contra por asi decirlo lo que escribiste "un amor así de devastador no tiene final feliz" mucho mas difícil (imagine un final tragico) al final la curiosidad gano y porfió me decidí a leerla.
Sufrí con cada capitulo junto al TaeNy, desde el primer capitulo quería ver Taeny, estaba muy impaciente pero no fue así, primero nos introdujeron a su vida (pobre y melancolica) junto a esto dejaban entre ver la admiración que se tenían mutuamente (Taeny) hasta que conforme pasaron los capítulos había cada vez mas Taeny y con esto mas sufrimiento, la verdad es que yo agonice mucho por su vida, la pobre de Tae con sus problemas y la manera en como describían su sufrimiento (corporal) cuando algo no salia bien, joder fue cruel y sus sentimientos de por medio que las hacia sufrir ¡Dios! ¿Que karma estarían pagando? .
Odie a muerte a la madre, era una desgraciada como podía hacerle eso a sus propios hijos, cortando la infancia de Tae y Tiffany.
Con cada capitulo me decía a mi misma estas niñas sufren un montón y para acabarla tendrán un final trágico, así que quería desistir de seguir leyendo porque ellas no se merecían un final malo ya bastante era con todo lo que habían pasado en su vida.
Para los últimos capítulos todo se acomodaba para el final que apuntabas tu en el intro y me enojaba pensar en su final pero no pude quedar mas feliz con el final y con la desicion de la madre, fue lo mejor que pudo haber hecho en su vida.
Nunca pude llegar a ver al TaeNy como hermanas XD
Gracias por el epilogo que incluiste y por la adaptación =)
saramarmota #8
Chapter 28: casi me matas con el 26 hahahahhaa
Tiffany-viana #9
Chapter 28: Hahaha hay Dios casi me da un infarto cuando leo el 26 hahaha lo. Ame
ailyn2111 #10
Chapter 28: ahhhhh Dios llore en todo el capitulo 27 me diste un infarto pero valio la pena ajja si que me diste un susto gracias espero leerte en un nuevo fic adios y gracias