(Nota: Transcurrió un mes desde que Jessica renuncio a Eunbi)

Antes de la llamada de Tiffany a Jessica.

Tiffany batallaba con la pequeña al vestirla.

-El rosa.

-Blanco.

-Pero el rosa se te vera mejor, es más bonito, es nuestro color favorito.

-Quiero el blanco. –Traía un vestido blanco en sus manos.

-Vestido rosa.

-No. No quiero. –Corrió a una esquina de la habitación.

-¿Qué sucede? –Entro Nozomi.

-Seleccione el vestido perfecto para hoy pero ella quiere el de color blanco.

-Si, blanco.

-Pink. Mira es bonito. –Lo extendió.

La pequeña se acercó lo tomo. -Póntelo tú. –Se lo devolvió. -Para ti. Este para mí. –No soltaba el vestido blanco.

Nozomi comenzó a reír ante la escena, ganándose una mirada fulminante de Tiffany.

-Eso no ayuda, deja de reír.

-¿Por qué le diste a escoger?

-No lo hice, mientras escogía que vestido ponerle ella ya había sacado ese.

-Es normal que entre cientos de vestidos rosas quiera el diferente.

-Princesa. ¿Ya no te gusta el color rosa?

-No. –La boca de Tiffany se abrió, casi le da el infarto. –Si.

-¿Si o no?

-Si, vestido rosa  no, blanco.

-Princesa. –Nozomi la levanto. –Mami se pondrá triste si no usas el vestido rosa.

-¿A llorar?

-Va a llorar si no lo usas. –La pequeña miraba a su madre. -¿Te pones el vestido rosa?

-Mami use el blanco. –Nozomi volvió a reír.

-Santo dios.  Ese no me queda pero ok, me pondré uno blanco y tú el rosa. ¿Trato? –La pequeña asintió. –El sonido de su celular llamo la atención de las tres. -Es Sunny.

-La cambiare yo. –Se ofreció Nozomi. -Ve a contestar y a vestirte de blanco.

Salió a responder caminando a su habitación, esperaba esa llamada con urgencia.

-¿Lo conseguiste?

-¿Cuándo te he fallado?

-Eres la mejor te amo.

-No me ames, ahórrate ese desgaste de amor y seguro ni tienes más amor.

-Todo se lo queda Eunbi, me acaba de convencer para vestir de blanco.

-¿Ella a ti? Esa pequeña va a ser dominante.

-Era eso, o no se vestía de rosa. –Se encamino al armario a buscar un vestido blanco.

-Dale un respiro siempre la vistes de rosa.

-No siempre.

-Como digas, pasando al tema que nos interesa. ¿Qué hablaste con tu psicóloga? ¿Ya está lo que vas a hacer?

-Omoto san dice que debo acercarla poco a poco y que no le diga que Jessica es su madre de golpe, no lo entendería, primero deben encariñarse mutuamente.

-¿A ti que te aconsejo?

-Aparte de abrirme los ojos sobre que no me la quiere quitar y que no podría, que intente llevar una relación de amistad con Jessica, deje el pasado en el pasado por el bien de Eunbi, nuestra maternidad es independiente.

-De todas formas ese pasado te atormenta en forma de dolor ya no de resentimiento. Supéralo.

-Lo intento, lo hare, ya solo quiero que mi hija conozca a sus padres, que conozca a Jessica que sepa de donde vino, como, y no hacer a Jessica infeliz, envíame el numero la llamare hoy mismo.

-¿Qué? –Grito desde el marco de la puerta Nozomi. -¿Qué haces nombrando a esa?

-Te llamo después. –Corto la llamada.

-Pásamela. –Se dirigió hasta Tiffany. -¿Qué se traían? ¿Cómo que vas a llamar a Jessica?

-Calma, siéntate y te lo explico.

-No necesito sentarme para que me expliques. ¿De que estabas hablando con Sunny?

-Le contaba que dejare a Jessica ver a la princesa.

-¿Por qué? Si ya ha renunciado a Eunbi.

-Eso no está bien, no se puede renunciar a un hijo.

-Pero si tú estabas feliz de que renunciara.

-No estaba feliz y se estaba convirtiendo en un gran problema para mí.

-Todavía te importa Jessica.

-Si pero no de la forma en la que piensas. Escúchame y luego me reclamas. –Nozomi se cruzó de brazos. -No quiero que ni ella ni Eunbi me odien a futuro ni ser la responsable de separarlas, nos guste o no es su madre, así como Satoshi es su padre. Quiero que conozca a ambos, que conviva con ellos, tal vez con Satoshi no por obvias razones, él tiene su familia y se prestó amablemente a ser nuestro donante no a ser padre, pero Jessica es distinto.

-¿Qué sucede si te la quita? Anda préstasela y que no la traiga de regreso, se la lleve para siempre.

-E entendido que no lo hará, renuncio a la pequeña, si su intención hubiera sido quitarmela lo hubiese hecho sin tanto drama.

-Solo porque te hablo bonito le creíste. Siempre que lo hace y caes. ¿Cuándo vas a entender?

-No se trata de eso, la cosa es que Eunbi merece conocer a su madre y Jessica merece compartir con ella verla crecer.

-¿Y dónde quedo yo? Te vale lo que yo piense.

-Eres muy importante en mi vida y es obvio que no estarás de acuerdo por que viste todo lo que me ocurrió con Jessica pero hay que saber separar, eso fue contra mí y esto tiene que ver con Eunbi.

-Aun la quieres, quieres a Jessica de vuelta contigo.

-Claro que no, te tengo a ti y ella debe tener novia también.

-¿O sea que si estuvieran solas?

-Tan poco, de verdad solo quiero que Eunbi conozca a su mamá.

-¿Y cómo va a entender que es su madre? ¿Cómo?

-Omoto me ayudara, ya he hablado con ella y

-¿Usaste a la psicóloga? ¿La estás viendo a mis espaldas?

-Ya basta.

-No lo acepto. –Escucho los motivos, las razones y seguía sin entenderlo, no lo iba a aceptar, los celos se apoderaban de ella.

-Así son las cosas.

-¿Es por qué aun la quieres? –Insistía.

-Es porque es lo correcto. –Ya le había explicado antes que decidió no darle vueltas a lo mismo.

-Voy a anunciar lo nuestro pero

-Nozomi. –Puso sus manos en las mejillas de esta. -Confía en mí, es porque las verdades siempre salen a la luz, porque estaba siendo injusta, paranoica y muchas cosas más. –La soltó.

-Has lo que desees, de todas formas no puedo meterme en ese tema.

-Voy a estar contigo, me gusta estar contigo, la paso bien. Me has demostrado cuánto me amas y eso lo valoro.

-Me adelanto a la agencia, no quiero escuchar cuando la llames.

-Siento hacerte pasar por esto, todo este tiempo has buscado lo mejor para mí en verdad estoy consciente de ello. –La abrazo por la cintura. –Te quiero.

Acortaron la distancia en un beso tierno, el cual basto para alegrar a la japonesa.

-Te amo Steph, no tardes mucho en alcanzarnos me llevo a Eunbi. –Se despidió con un beso más corto.

Tiffany suspiro pesadamente, busco el vestido blanco y luego de cambiarse revisó su celular abriendo el mensaje con el número de Jessica, tecleo su número y sintió un poco de nervios.

-Yobseo.

-Jessica, es Tiffany.

La rubia quedo en blanco, jamás esperaría una llamada de Tiffany. Incluso su cuerpo temblaba.

Krystal la veía atentamente

-Sé que es una llamada repentina, inesperada e iré al grano, dejare que veas a tu hija, claro que para eso debes venir y antes tenemos que precisar unas cosas, como cuando verla y como te vas a acercar a ella.

-¿Qué dices no te

-¿No me escuchas? –Se mantenía lo más calmada posible.

-O sea si pero no te creo. .  .

-Ahora tu no vas a confiar en mí, es comprensible.

-No es eso, es que no puedo creer que vaya a ver a mi hija. –Su tono era alegre, la emoción llego a ella.

-Siento habértela negado, tenía muchos temores en fin.  ¿Me puedes proporcionar tu correo electrónico? Quisiera enviarte fotos de mi princesa.

-Mi hija. . . ¿Tienes donde anotar?

Krystal seguía mirando sin comprender que ocurría, aunque con solo escuchar la palabra hija la pudo imaginarse un montón de cosas, luego de que su hermana diera su correo electrónico la vio colgar y lanzársele para abrazarla.

-¡La veré! Va a dejar que la vea.

-¿Quién te llamo? –Pregunto con miedo.

-Tiffany y me ha dicho que me permitirá ver a mi hija, me pidió el correo para enviarme una foto. –Jessica corrió por su laptop.

-¿De verdad? ¿Qué le pico?

-No sé, ni me importa. –Regreso con la laptop y la prendió sin perder tiempo.

-¿Te la enviara ahora?

-Oh. . .no a dicho cuándo, no importa esperare.

-¿Y qué tal si solo te esta emocionando? –Jessica tecleaba rápido su contraseña. -Que desgraciada, primero te hace sufrir deja pasar un mes y te habla para decirte esto, solo te lastima.

-Ya no me importa eso Krys.

-Debe de importarte, incluso tú con todo el dolor de tu corazón renunciaste a la pequeña, recuérdalo Jessica, me explicaste tus motivos o ya los olvidaste.

-Los tengo presentes.

-¿Y luego? Va a ser complicado que te acerques.

-Me emociona esto, quizás no está bien que me ilusione pero es inevitable, voy a conocer a mi hija, tu sobrina. –Ahora reflejaba una expresión triste.

-Al diablo toda lógica. Vas a ver a tu hija. –Salto de emoción antes de abrazar a Jessica, se sintió mal por arruinarle el momento de emoción. –Mi sobrina.

-Mi hija. –Repetía Jessica con emoción.

-¿Vas a tener que aprender japonés?

-No lo he preguntado, llamare a Tiffany. –Tomo su celular y le marco, Tiffany no tardó en responder y enseguida escucho la pregunta. -¿Voy a tener que aprender japonés verdad?

-No, bueno la nena sabe unas palabras de coreano unas de inglés, habla japonés si pero igual yo quiero que aprenda coreano, empezare a enseñarle, no te preocupes.

-Excelente. ¿Cuándo me envías la foto?

-Dame unos minutos.

-Genial. –Corto la llamada. –Ya me envía la foto ya.

-Lo tengo, quiere que le estés hablando justo como le hiciste ahora. Ni cuenta te diste y la acabas de llamar.

-Oh por, me deje vencer por las emociones. Debo calmarme y analizar la situación.

-Exacto, reacciona y piensa para que hace esto, pensemos juntas creo que algo a de tramar.

La notificación de correo nuevo llego al ordenador.

-La foto. –Jessica no espero y lo abrió enseguida, era la primera vez en ver foto de su pequeña por ende quedo sin palabras.

-Es del día de su cumpleaños, recuerdo que llevaba ese vestidito.

-Es muy linda, hermosa. –Un par de lágrimas descendieron de sus ojos.

-Se parece a ti. ¿Lo notas? –Jessica asintió entre lágrimas, Krystal la abrazo.

Taeyeon no despegaba su mirada reprobatoria de Sunny.

-¿Puedes dejar de mirarme así?

-Sueles ser la inteligente aquí y lo que has hecho no lo fue tanto, se vendrán cosas terribles si esas dos vuelven a encontrarse, Jessica esta con Yunho, Tiffany con Nozomi.

-Eso no tiene por qué interferir ellas son adultas y tienen que comportarse como tal para educar bien a su hija, las dos tienen la misma obligación y derecho.

-Tienes toda la razón, solo que se te pasa, ellas no se comportan como adultas, son unas celosas.

-Van a tener que controlarse, Tiffany me juro que no iba intentar nada con Jessica, de verdad respetara a Nozomi la cual le ha dado todo.

-Mal, la respeto por lo que a echo por mí?  Por que no dice, la respeto porque la amo, o por lo menos porque la quiero.

-Solo esta con ella por gratitud, a nadie lo puede negar.

-Lo que significa que va a ser débil ante Jessica y no se diga Jess, cuando la vea sola se le va a lanzar como perro a la carne, como prisionero a mujer desnuda como

-Yah ertida. No se le va a lanzar.

-Imagínate, no literal, tener que hacerlo con un hombre, verle sus partes tocarlas. Siento que ya me dio el mareo. –Se hecho aire con la  mano. –Y luego ver a  la mujer que más amó. La cuadra sigue cuadrada pero se puso más buena en

-¿Dónde la viste?

-Las fotos que hay en la red de ella o son truqueadas, tu que la has visto en persona. ¿Ese cuerpo es real?

-Hay Tae no cambies. –La dio un beso rápido. -Sea como sea, Eunbi va a crecer y por ende preguntara de su nacimiento, le pueden mentir pero con esa cara igual a la de Jessica la mentira no puede perdurar.

-Deja que ellas se hagan el lio, no ayudes a Tiffany ya o saldrás en bola.

-Simplemente le conseguí el teléfono, no hice un gran pecado.

-Ese y el del ertido. ¿Crees que a Victoria le parezca que su marido se presente a Eunbi y le diga soy tu padre?

-No lo sé, eso ya lo decidirán ellos y se lo comentaran a Tiffany, deja de hacerme pensar en esos temas y darme dolores de cabeza.

-Que feo es esto, se supone que con un hijo todo es feliz y aquí solo hay drama, lo único que deseo es que esa pequeña no sufra.

Empresa de Satoshi.

-Jefe su mujer está aquí. –Le anunciaba la secretaria.

-¿Con mi hijo?

-Sola.

-¿Sola? Pero si yo no he hecho nada. . .

-¿La dejo pasar?

-Si, sino se me arma. –Segundos después se adentró Victoria. -¿Me vienes a regañar? Lo que te haya  dicho Hoorii no es cierto.

-Vengo a otras cosas, él no me dijo nada.

-¿A otras cosas? –Puso su mirada ertida y se aproximó a ella. -¿A hacerle una hermanita a Hoorii?

-Algo así, pero no de la forma que piensas. -Se alejó hasta llegar al sofá que había en la oficina. –Siéntate.

-¿Yo voy a ser el embarazado?

-Satoshi déjate de payasadas.

-Estoy jugando. –Se sentó como niño regañado.

-Me hablo Tiffany.

-¿La traidora esconde bebés?

-Pon seriedad.

-¿Cuándo te hablo y para qué?

-Hace unos días, me explico un par de cosas y en conclusión le gustaría que su niña te conozca y si es posible a Hoorii.

-¿Por qué? ¿Para qué? ¿Quiere robarse a nuestro hijo? –Victoria lo vio con fastidio por lo que entendí que debía detener sus ocurrencias. –No debiste tomar esa llamada, ella me traiciono, no me habla.

-Se equivocó y lo hacía para ocultar a su hija, temía que se la quitaran.

-¿Jessica? pero si

-No nos concierne eso. Me gustaría que Hoorii y tu conocieran a su pequeña, tal vez no explicarle que tú eres su padre, pero en un futuro y que Hoorii viene siendo su hermano.

-Va a ser super confuso eso, son niños. ¿Cómo van a entender todo?

-Precisamente porque son niños es bueno educarlos en estos temas y con ayuda profesional podemos explicarles.

-No sé si estoy  preparado para ver a Tiffany.

-¿Y a la pequeña Eunbi?

-Lo pensare.

Tiffany por fin llegaba a la agencia, lo primero que hizo fue buscar a su hija en la oficina de Nozomi.

-Te tardaste.

-Mami. –La pequeña corrió a sus brazos.

-Había tráfico y venían despacio, si yo condujera habría llegado pronto.

-¿Te contesto?

-Si.

-Felicidades. –Seguía descontenta, Tiffany negó y salió con su pequeña, en cuanto lo hizo pudo golpear el escritorio con su puño.

Minutos después entro la molesta modelo de siempre.

-Non-chan

-No vengas con tus estupideces que no esto