(Nota: contiene rated M)

Una incrédula Jessica servía dos copas de vino al tiempo que veía a Tiffany llamar por teléfono, todavía desconcertada por su reacción en el restaurant, claro que se molestó pero con Dara y hasta ahí porque según Tiffany ya no podían permitir que nadie, absolutamente nadie les arruinara la vida, bastante mal la habían pasado ya como para volver a caer en las jugadas que el destino les ponía.

-¿Cómo está mi hija? –La pelinegra llamaba desde el teléfono de la habitación donde se estaban hospedando por esa noche. -¿Seguras? Envíenme una foto. –Al parecer la pequeña se durmió. –Envíenme foto dije. La esperare y gracias por esto, mañana estaremos a primera hora.

-¿A primera hora? –Pregunto al verla cortar. -Creí que nos perderíamos tres días.

-No podemos abandonar a nuestra princesa.

-Lo sé, bromeaba. –Le entrego la copa de vino con más que la de ella.

-¿Por qué te serviste menos?

-Me mareo pronto.

-Eso pasa con la primera, recuerdo que me ocurría en mis primeras veces de briaga.

-¿Eso como hace cuánto?

-Tenía unos 18, todo fue culpa de Sunny, ella dice lo mismo de mí.

-Briagas desde la adolescencia. –Fue ignorada porque el celular de Tiffany vibro. -¿Qué es?

-La foto. –Le mostro y era una foto de Eunbi durmiendo que el Sunyeon le había enviado. -Es hermosa.

-Se parece a mí. –Se jacto sonriendo.

-Por ti. –Tiffany choco su copa con la de Jessica.

-Por tu nuevo yo, nada explosivo. –Le rectifico recordando lo de antes.

-Aun soy una bomba de tiempo, solo que ahora estallo cuando la situación lo amerita de verdad. Así que no le busques Jessica Jung, próximamente Hwang. –Se bebió su copa de un trago.

Jessica decidió solo darle un sorbo y dejarla en la mesa de noche, comenzó a sentir nerviosismo por lo que se escapó una risa.

-¿Qué te ocurre?

-Parecemos amantes que están a punto de hacerlo.

-Yo me estaba sintiendo como adolescente, de esa que está en su primera vez y no sabe ni cómo empezar.

-Nosotras si sabemos cómo empezar, tal vez no vamos a saber terminar porque no vamos a querer parar.

Tal comentario no lo esperaba la Hwang entonces Jessica aprovecho su sorpresa momentaria para besarla y conducirla a la cama King size. El intercambio de besos se intensificaba cada vez más y la necesidad en ellas incrementaba. Jessica desabotono la blusa de la pelinegra mientras depositaba besos en su cuello, la prenda pronto salió a cualquier parte de la habitación y  los labios de la rubia se abrieron paso por la piel descubierta. A Tiffany solo le basto bajar el cierre del vestido provocador en tonalidad rojo que llevaba su Jessica para así dejarla en ropa interior, la cual no dejaba de ser provocativa.

-Se siente como si fuera un sueño. –Jessica se agacho a los pies de Tiffany para quitarle la falda con delicadeza, desde esa posición levantaba su cabeza para mirarla a los ojos. -Imagine esto una y otra vez durante tanto tiempo.

-Ya no estamos soñando, es real. –La invito a levantarse y la recostó en la cama. Volvieron a besarse con pasión, mordiendo sus labios una y otra vez hasta perder el aliento. Alternaban el ritmo y podían seguirse a la perfección, como si hubiesen planeado con anticipación esa danza de lenguas en la cavidad bucal de la otra. Conectaban a la perfección aún mejor que en tiempos pasados.

La necesidad por estar juntas era notoria sin embargo no se les veía desesperación torpe, en cada movimiento se tomaban el tiempo justo. Fue así que el resto de prendas de ambas término en el suelo de la habitación una vez que habían recorrido sus pieles, los labios de Jessica se posaron en medio de los pechos ya desnudos que tanto deseaba.

-Nuca dejas de ser hermosa. –Hablo entre besos y sus labios pronto rodearon uno de los pezones de Tiffany para luego alternar en el otro, esta solo podía retorcerse bajo Jessica y gemir, de vez en cuando ejercía presión con su muslo en la intimidad de la rubia provocándole sensaciones igual de placenteras que las que recibía.

-Tú sigues siendo tan perfecta. –Jadeante hablo y le tomo el rostro para mirarla fijamente a los ojos. –Te amo Jessica Jung.

-Tiffany Hwang yo también te amo. –Un beso más para sellar el amor que se juraban.

Sus cuerpos habían girado dejando arriba a la pelinegra quien no perdió tiempo de llevarse a la boca el pezón de Jessica lamiéndolo y otra vez provocándole suspiros, con su mano atendía el seno libre, sus hábiles dedos lo rodeaban con delicadeza.

-Tiff. . . –Perdía el aliento pero no dejaba de acariciar la espalda baja y el trasero de Tiffany, pronto le clavo las uñas debido a que los dedos de la pelinegra tocaron su intimidad y atacaron sin previo aviso. Eran movimientos lentos pero le causaban sensaciones fuertes porque ya se encontraba un tanto húmeda. Dichos movimientos se fueron intensificando y lo único que atinaba a hacer era contener su respiración, jalar aire y contener. Su clítoris pronto estallaría en el placer puro y quedaría sin fuerza, recordaba las sensaciones que le provocaba la Hwang y estaba claro que no sería la excepción.

Tiffany intensifico sus movimientos más el propio movimiento de caderas contra su mano le indicaron que Jessica iba a llegar pronto. –No voy a detenerme. –Le advirtió e introdujo dos de sus dedos en Jessica sin dejar de mover su otra mano contra el clítoris de esta. Los gemidos sonoros y gritos de Jessica llegaron más pronto de lo imagina y no se detuvieron porque no detuvo el movimiento como ya se lo había anticipado, la vio retorcerse y arquear la espalda un par de veces antes de detenerse, sin embargo no salió de ella. El pecho de Jessica subía y bajaba en señal del intento por recuperarse, articular palabra le era difícil.

-Continua. –Logro pedir y los dedos dentro de su intimidad volvieron a moverse, no en el típico mete y saca, en movimientos circulares e interiores que la hicieron llegar de nuevo, sí que sabía hacerla sentir los mayores placeres y causarle os múltiples.

-Me gusta tu sabor. –Tiffany se rosco a su lado lamiendo los dedos que había tenido dentro de Jessica. –Tomate tu tiempo. –Le dio un beso corto en la mejilla.

-Las próximas veces comienzo yo. –Tomo asiento en la cama. -Te acabas mis energías.

-Llénate de ellas entonces. –Abrió sus piernas frente a la rubia, invitándola sin perder más tiempo.

Recuperada por supuesto le tomó la palabra, recorrió esas piernas con sus labios antes de atacar la húmeda intimidad. Tiffany cerro sus ojos y disfruto, la lengua de Jessica daba lamidas en su centro una y otra vez antes de penetrarla por completo, mordió los labios y emitió un sonido de placer con ello, aunque llego al punto de sentirse torturada.

-Ve más rápido. –Exigió jadeante.

-Lento es igual a intenso. –Siguió sus movimientos lentos por toda el área íntima, atendía cada rincón y de vez en cuando penetraba un par de veces.

Aunque Tiffany se veía frustrada ambas sabían que las palabras de Jessica eran verdad, por lo menos en ella que la rubia fuera de esa manera lenta y torturadora le provocaba os más intensos. Pronto aferro sus manos a las sabanas, la hábil lengua intensifico los movimientos y un par de dedos se posaron sobre su clítoris y por fin sintió aquellas sensaciones que le indicaban que estaba llegando, tembló con fuerza al hacerlo. Jessica se tumbó a su lado y sin dejarla recuperarse le planto un beso compartiéndole sus fluidos.

-Gatita. –Jessica se alegró de ser llamada así, pego su frente a la de Tiffany y sonrió. –Esto no ha terminado.

-Me lo imaginaba Tiff y estoy más que preparada. -Recibió un beso lento cargando amor, la noche apenas les comenzaba.

Japón

Quienes también tuvieron una noche intensa eran las hermanas menores de las anteriores, para este momento ya se encontraban acurrucadas la una a la otra.

-¿Cómo crees que las personas a nuestro alrededor se tomen esto? –Pregunto Hyuna.

-Nada bien, van a protestar y nuestras amigas se van a enojar porque no les avisamos.

-Podemos lidiar con eso pero Jessica y Tiffany, ellas se van a enojar más y no quiero pensar en mis padres. . .

-Si les hubiéramos anticipado las cosas se habrían puesto peor, así que mejor de una vez les soltamos todo y ya hablaremos con tus padres, todos van a tener que aceptarlo.

-Gracias por seguir a mi lado a pesar de todo.

-No tienes que agradecerme, también tuve mis errores no soy una santa.

-Milagrosa entonces, conseguiste que Nicole deje de odiarme, cuando la vi creí que iba a matarme.

-Quien quería matarte era su novia.

-Nanao, ella la merece de verdad, si la ama.

-Y tú me amas a mi señora de Jung. –Deposito un beso en su mejilla.

-Me encanta como suena.

-Estas vacaciones juntas ha sido la mejor idea que hemos tenido.

-Son las mejores locuras de mi vida Krystal y en esta ocasión soy tan feliz. –Le dio un tierno beso antes de acomodarse para dormir.

Tiempo después.

Su viaje había culminado, se cumplieron los casi dos meses fuera y regresaban juntas con noticias y anunció que darían a sus seres queridos, llegarían al departamento de Jessica y ella sería la primera en saber todo, luego irían con Tiffany y al final con los padres de Hyuna, ese era el plan.
-¡Jessica! ¡Llegue! –Anuncio Soojung entrando con las maletas, la otra seguía afuera pagando el taxi. -¡¿Sica unnie?!

La nombrada salió de su cuarto y la recibió con un abrazo. -¿Por qué no me avisaste para ir por ti?

-Es que estoy muy bien acompañada. –Su sonrisa traviesa la delataba.

-No puede ser, te echaste novia gringa y te has traído, dime que no hiciste eso.

-Gringa no. . .

-¿Latina? ¿Europea? –Jessica sí que temió.

-Mira por ti misma, está pagando el taxi pero ya entra.

-Soojung no puedes traerte a alguien acá.

-¡Krystal! –La eye smile apareció, su cabello se veía mojado.

-¿Tiffany? –La menor palideció y hasta tembló cuando recibió el abrazo de saludo de la pelinegra.

-Bienvenida. Nunca nos llamaste, los mensajes no cuentan. –Le echó en cara.

-Lo siento. ¿Qué haces aquí?

-Vive aquí, ayer se acaba de mudar. –Le explicó la mayor.

-Hemos estado mejor. –La eye smile se formó. -¿Qué tal tú? ¿Te divertiste?

-Se trajo a una acompañante. –Menciono Jessica cruzada de brazos.

-¿Enserio? –Tiffany se veía curiosa.

-NO, Mentí y ahora que recuerdo olvide una maleta en el aeropuerto así que más tarde nos vemos.

-Creo que el taxista nos estafo. –Demasiado tarde la Hwang menor entro y quedo muda al ver a su prima.

-¿Hyuna? –Pregunto Tiffany.

-Hey que sorpresa. –Fingió Krystal. -¿Cuánto tiempo? Vamos a hablar.

-Deja de hacerte la loca JUNG SOOJUNG! –Jessica capto todo. -¿Acaso te llevaste a ese viaje a Hyuna?

-¿Qué está pasando aquí? –Pregunto Tiffany enojada.

-Volvimos, me la lleve al viaje y nos funcionó como pareja, deberían hacer lo mismo. –Krystal intentaba mejorar el ambiente a como diera lugar sin embargo la mirada de fuego y la mirada de hielo aparecieron.

-Eres una mentirosa Hyuna, estuve preocupada por ti no sabiendo donde andabas imaginando que sufrías sin hogar para que en realidad estuvieras por el mundo follando con Krystal. –Tiffany tuvo su explosiva reacción. -Tiene sentido porque no tomabas mis llamadas.

-Si te hubiera dicho capaz que ibas por mí. –Se excusó acertado.

-Krystal sabes que odio las mentiras. –Jessica le recordaba a su hermana.

-No te mentí, te oculte la verdad por tiempo limitado. –Se justificó magistralmente.

-¿Y qué planeas ahora? Ella no puede vivir aquí. Puede ser tu novia y lo estoy considerando.

-Haber tranquilízate

-¡No tranquilices a mi mujer niñata! –Grito Tiffany. -Solo yo puedo hacerlo.

-Tú no le grites a la mía. –Defendió Hyuna.

-¿Me estás dando órdenes? –Le pregunto amenazante.

-Estoy haciendo una petición pacífica. –Respondió con miedo.

-Somos esposas, nos casamos. –Soltó Krystal causando que las mayores quedaran en shock. –Pague la mitad del alquiler del año así que mi esposa tiene derecho a vivir conmigo.

-¿WIFE? –Pudo preguntar la rubia mayor.

-¿WHY? –Krystal jugo un poco y la mirada de fuego se le poso. -Que pronuncie bien.

-¿En dónde mierda se casaron? ¡¿Y por qué coños lo hicieron?! –Tiffany seguía alterada.

-Aquí está el certificado. –Le paso Hyuna. –En el distrito de Shibuya, ahora que avalan las uniones civiles entre homouales, equivale al matrimonio.

-¿Son Jung? –La mayor pregunto amenazante.

-Eso que importa, ven a ver esto. –Le pido Tiffany y revisaron dicho certificado sorprendiéndose por varias cosas. -¿Nicole y Nanao? ¿Qué demonios? Como consiguieron que esas dos fueran sus testigos!!

-Es secreto. –Krystal puso misterio.

-Me encuentro muy enojada y puedo imaginar lo peor de ti así que habla de una vez. –La ice princess se notaba molesta.

-Tuvimos un cuarteto, sirvió para limar asperezas.

-INMORALES.

-Hacen mucho escándalo por nada. –Hablo Hyuna.

-¿De verdad se acostaron con ellas? –Tiffany le devolvió el certificado.

-Fue un cuarteto porque ellas se casaron también, fuimos sus testigos y ellas las nuestras. –Le explico. También nos casamos en Estados Unidos porque este certificado no se siente con mucho valor.

-Me voy de esta casa, no quiero vivir con ellas. –Jessica le dijo a Tiffany.

-Descuida, lo haremos nosotras. Esperaba que nos entendieran. –Krystal sonaba triste.

-¿Cómo lo vamos a entender? Hasta hace poco estaban separadas, sin verse y toda esa mierda, y ahora. ¡Esposas! Ni siquiera han vivido juntas, esto no les va a funcionar! 

-Somos muy felices. –Se defendió Hyuna ante las palabras de la Hwang mayor.

-Porque son recién casadas ya quiero verla en unos meses y le contare a tu madre esto.

-¡Entrometida! Lo hare yo misma después de encontrar un hotel donde hospedarnos ya que las reinas del drama se pusieron de dignas cuando ella no son el mejor ejemplo.

-¿A qué te refieres? –Encaro Jessica.

-Ustedes pueden estar juntas pero nosotras no. –Respondió Krystal. –Eso es hipócrita.

-Son casos distintos, nosotras tenemos una hija en común por eso vale la pena intentarlo y ustedes lo único que tienen en común es la estupidez y la inmadurez. –La Jung menor fue impactada con l