-Si realmente fuiste mi victima ¿Por qué no te recuerdo? –Sonreía de medio lado.

Tiffany se quedó fría. ¿Era posible tanto cinismo? el miedo la invadía y lo reflejaba atravesar de sus ojos y rostro cosa que Yunho no pasaba desapercibida.

-Wow puedo oler tu miedo. –Se jacto. Tiffany era presa nuevamente. -Significa que realmente nos conocemos. ¿Qué te hice? –Metió las manos a sus bolsillos. -Refréscame la memoria que sigo sin recor –Recibió una bofetada fuerte, el impacto fue sonoro, su mejilla ardía y el por supuesto no le gusto. Tiffany lo había dejado ahí.

-¿Quién coño es? –Sobo su mejilla al tiempo que saco su celular y marco un número. -Tengo un trabajo para ti.

Tiffany subió al primer taxi para escapar de aquel hombre el cual seguía siendo un animal, su corazón latía fuerte por el miedo y su cuerpo temblaba, tenía que controlarse, no podía ponerse así cada que lo viera, debilidades no, o se defendía o se defendía solo esa opción.

Krystal tenía el celular pegado a su oído y no podía emitir palabra alguna.

-Habías dicho que puedo contar contigo, no es que necesite algo sólo estoy preocupada.

¿Preocupada por mí?

-Veras. . . Tuve un sueño, estabas en el, te accidentabas en el auto.

Krystal comenzaba a emocionarse aún no decía nada ante las palabras de Hyuna.

-Suena poco creíble pero soñé eso y... Dios parece pretexto barato, no es que buscara cualquier cosa para llamarte, ni que piense en ti...mucho. –Hablaba rápido. -Me estoy enredando. A lo que voy ¿Estás bien?

Todavía demoro en contestar. -Pues no me he accidentado si es a lo que te refieres. –Hablo con calma para ocultar bien su emoción.

-Eso me deja tranquila.

-¿Tu estas bien?

-En lo que cabe.

-Tiffany regreso. . .¿También volverás?

-Imposible, por menos quiero terminar la escuela y me gusta Japón así que quizás me quedo. –La línea quedo en silencio, Krystal se entristeció por escuchar eso y no supo que decir. -¿Ya conociste a Eunbi? Supe que Jessica la está viendo.

-Aún no, Sica la apenas la ha visto dos veces y todo es un lío.

-¿Han pasado cosas malas?

-Jessica termina discutiendo con Tiffany por cosas simples. A donde llevar a Eunbi ese tipo de cosas.

-Es normal que Jessica quiera recorrer Seúl con su hija y también que Tiffany prefiera que todo vaya lento, continuaran en desacuerdo. Ojalá no se pierdan lo que tienen que perseguir es buscar lo mejor para Eunbi.

-Estas en lo correcto.

-Me alegra saber que mi sueño no es real, cuídate por favor.

-¿Puedo llamarte? –Se apresuró a decir en vista de que la llamada terminaría.

-No. –Respondió enseguida.

-Vale.

-Yo te llamare de nuevo. –Corto la llamada.

Krystal pegó el celular a su pecho justo donde su corazón descontrolado no dejaba de palpitar.

Ni te emociones Soojung fue el típico yo te llamó para que tu no fastidies, no importa le preocupo ¡Soñó conmigo! –Una sonrisa se formó en sus labios.

El camino a casa de su padre la hizo tranquilizarse, tendría que enfrentar sermones aparte de ver a su molesta hermana luego de tanto tiempo. De hecho fue recibida por esta.

-¿Dónde está?

-Primero se saluda, nunca aprendiste modales.

-No estoy para juegos, ni estoy de humor y ni tengo tiempo, avísale que ya llegué.

-Búscalo, yo no soy tu mensajera.

Tiffany respiro con pesadez y camino al segundo piso seguida por Mina, se giró un segundo para darle su mirada de fuego y que así la dejara se seguir.

-Es mi casa y vigilare que no te robes algo con eso de que has dejado a la japonesa que quién sabe cómo envolviste para que te mantuviera y fuera tu zorra.

Tiffany le dio una sonrisa. -Ahora convierto a las mujeres en lesbianas mejor no te acerques.

Mina frunció el ceño y la continuo siguiendo, no había que buscar mucho Landon debía estar en la habitación que usaba como oficina.

Él se veía enojado, se levantó y se recargo en el escritorio mientras intercambiaba mirada con Tiffany.

-¿Y bien? –Pregunto Tiffany. -¿Qué lo trae por aquí?

-Tu estupidez. ¿Se puede saber por qué dejaste a Nozomi? Como estés pensando en volver con Jessica

-¿Qué?

-Es la madre de su hija, obvio quiere hacer la familia gay, marcar tendencia en Corea. –Interrumpió Mina.

-¿De verdad estás pensando en volver con esa? Mira que quedarías como una imbécil, aparte no puedo creer que dejaras Nozomi! Ella que hizo tanto por ti, eres una desagradecida.

-Appa por dios, vas a hacer que regrese con ella, date cuenta que ya está sola, por fin esta de normal, búscale un hombre con cara de mujer y listo. –Se burló ya fastidiando a Tiffany.

-Cállate estúpida.

-¿Por qué has dejado a Nozomi? Respóndeme. –Exigía.

-¿Has venido por eso? No tengo porque decirte, jamás te daré cuentas de mi vida.

-Mereces todo lo que te ha pasado. –La ataco.

-Te equivocas, si de algo estoy segura es que no merecía perder a mamá si ella estuviera yo no habría cometido tantos errores.

-Claro, no te hubieras hecho lesbiana. –Intervino de nuevo Mina.

-Ni hubieras tenido esa hija con la cualquiera. –Landon ataco. -Tu madre ha de estar revolcándose en la tumba.

Que mencionaran a su madre si la hacía enojar pero pudo mantener la calma. -Los detestaba pero ahora ya no existen para mí.

-Para tu drama, voy a ofrecerte algo.

-Ahórrate tus

-Escucha. Déjate de idioteces, te pagare la carrera que nunca cursaste por irte a jugar a la modelo, pero te vendrás a los Ángeles y

-No. –Lo corto. -Ya fui bastante clara, a partir de hoy no los conozco. –Se giró dispuesta a marcharse.

-Es una bastarda, seguramente ni es tu hija. –Por esas palabras Tiffany detuvo su ida.

-Ya lo creo, su adorada madre puede que me engañara, esta es una renegada.

Tiffany se volvió guardando sus emociones de molestia por segunda vez, miro a uno y luego al otro, finalmente sonrió.

-Hongki. –Señalo a Mina. -El papá de su hijo. –Y se fue con una sonrisa victoriosa y con las caras de ellos, Mina de miedo y Landon impresionado.

Ya que importaba lo miserables que fueran con ella, habían dejado de ser su familia ella ya tenía la suya, Eunbi, con eso le bastaba y sobraba, también podía nombrar a Kahi y Hyuna.

Gyuri prometió investigar pronto, Jessica se tenía sembrada la duda. Luego de ver a su amiga decidió dar un paseo a solas, así pensaría ya con la cabeza fría, la realidad fue que no pudo llegar a conclusiones buenas y más bien recordó cada suceso de los últimos días, parecía que vivía en una eterna guerra contra Tiffany y eso no estaba bien, a su mente le vino el día en que la conoció, una pelirroja explosiva y ersa y ella una rubia que no debía sucumbir ante tal tentación. Ese pequeño recuerdo le arranco un suspiro y una pequeña sonrisa momentánea ya que ahora era todo negro.

Pese a esos pensamientos le vino a la mente lo único bueno que tenía, Eunbi, su bebé, fue a buscarla al kínder, la vería de lejos ya que había quedado de verla el fin de semana y faltaban dos días.

Se colocó cerca de la escuela, era seguro que por ahí pasaría Tiffany con su pequeña, se recargo en un auto cercano y espero. La gente comenzaba a llegar, con la vista busco a Tiffany y la escena que encontró no fue grata.

La castaña caminaba a paso lento, cabizbaja, con la vista pérdida y apagada, sin motivación alguna, verla de esa forma provocó un nudo en el estómago y una punzada en el corazón de Jessica.

Las cosas se pusieron peores, no porque Tiffany decayera más, al contrario, Eunbi salió y corrió a sus brazos, fue donde todo cambio, la eye smile apareció, alzo a la pequeña y la besaba, amplias sonrisas y felicidad invadía no sólo a madre a hija también.

Jessica quedo perpleja, hasta derramo lágrimas, le quedo claro que nunca las iba a separar.

Era cierto, esa pequeña su la felicidad, su vida. Tiffany de verdad está loca, pero de amor por Eunbi. -Jessica sonrio.

Krystal perdió la noción del tiempo en su guion y en sus distracciones, a cada rato pensaba en la llamada, recordando que hasta sin palabras se quedó, perdió a Hyuna pero por lo menos consiguió un último recuerdo lindo, por lo menos tenía ya la certeza de que no era odiada por la menor. Entre tantos pensamientos y memorizar sus líneas cayo la noche sin que se diera cuenta, hasta que tocaron el timbre.

-No. –Dijo apenas miro al personaje tras la puerta.

-Si. –Uso la típica sonrisa que lo caracterizaba y se hizo a un lado mostrando al pequeño. –Ve con tu hermana hijo.

-Satoshi.

-Soy tu papá. –Empezó el juego ya que le convenía. –Cuida a tu hermano por favor, el quiso venir solito. ¿Verdad?

-Vamos a jugar Krys. –Se abrazó a la pierna de ella. –Traje las espadas 

-De Star Wars. –Completo Satoshi.

-¿Dónde están?

-En mi auto, si aceptas cuidarlo las traigo si no pues lo llevo con alguna niñera, una mujer desconocida que quien sabe cómo cuide a nuestro Hoorii. Si le pasa algo voy a morir y Victoria también, es más estaremos muriendo

-¡YAH! Trae las espadas.

-Mil gracias Krys, te comprare un auto nuevo o lo que tú pidas. –Le tomo la mano y la estrecho en agradecimiento, luego se acercó a su hijo para despedirse. -Pórtate bien y le haces caso a Krys. Mañana viene tu mami por ti.

-¿Y tu? –Se cruzó de brazos.

-Del dolor no va a poder levantarse. –Murmuro Krystal.

-El trabajo, acuérdate que papi hace celulares.

-Comerciales. ¿Los comerciales?

-Esos los hacen las chicas lindas, como las que nos gustan, las que

-Trae las espadas y ya vete. –Lo interrumpió Krystal.

-Nunca me dejan ser. –Fue por los juguetes de su hijo y luego se marchó.

A Krystal le gustaba pasar tiempo con el pequeño pero cuando se lo dejaban toda una noche era diferente porque Hoorii no dormía temprano, era difícil mandarlo a dormir o solía despertar en la noche queriendo jugar.

Jessica llego por la noche y se encontró con la sorpresa de que el hijo de los Tsumabuki estaba ahí.

-¿Otra vez? –Le pregunto a Krystal. –Eres la niñera oficial.

-Es mi hermana. –Aclaro Hoorii.

-Cierto, lo es. –Le sonrió.

-Acábatelo Hoorii.

-Ya no quiero.

-Tienes que cenar, ya es hora de dormir.

-No tengo sueño. –Salió corriendo del comedor con Krystal tras de el.

Jessica pudo escuchar los gritos del pequeño, de verdad era un niño difícil. Camino para encontrarlos en la sala discutiendo.

-No quiero.

-Yo tampoco quiero jugar, ya me canse.

-Yo juego y tu vez.

-Tengo sueño, ya está oscuro es hora de dormir.

-Tu duermes y yo juego. –Jessica soltó una pequeña risa que llamo la atención de ambos.

-Ayuda. –Le pidió Krystal.

-¿Quieres escuchar un cuento? –Se acercó a preguntarle.

-¿Tiene dragón?

-Claro. –Enseguida el pequeño le tomo la mano en señal de aceptación y Jessica camino a la habitación de Krystal, lo subió a la cama pero no pudo iniciar el cuento. –Ya vengo voy por el libro, mientras tanto que Krys te ayude a ponerte el piyama y lavar tus dientes.

El pequeño si estaba interesado que asintió a Jessica, en cambio Soojung solo quedo extrañada, vio a su hermana ir por el libro, de verdad le iba a leer el cuento.

Jessica busco en el librero que estaba en su estudio, al lado del libro se encontraban los escritos originales, los que había regalado a Tiffany, los tomo, la primera página. . . Quería y no quería verla, termino haciéndolo.

"¿Quieres ser mi novia? Si la respuesta es si prepárate, después serás mi esposa, la madre de mis hijos y mi todo.

Di que si que yo ya te amo demasiado y puedo morir de amor"

Los recuerdos la invadieron, aquel día, cuando volvieron por segunda vez. . .Tallo sus ojos, varias veces y fue inútil las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas

Yo soy la primera mentirosa. -Cerro sus ojos unos segundos esperando que sus lágrimas dejaran de correr, cuando se recompuso devolvió los escritos a su lugar y regreso a la habitación de Krystal, sorpresivamente Hoorii se había dormido.

-¿Lo drogaste?

-¿Por quién me tomas? Estabas tardando una eternidad, se quedó dormido. ¿Qué hacías?

-¿Cuánto tarde?

-Como veinte minutos.

Jessica se sorprendió por el tiempo. –Perdón, la verdad es que no puedo traicionar, Eunbi tiene que ser la primera a quien le lea un cuento.

-Lo supuse, me extraño que le dijeras a Hoorii, le has mentido a un niño.

-Tiene solución, se lo vas a leer tu si el pide el cuento.

-La especialista en cuentos eres tu.

-Agarras mi libro y lees.

-Mejor apúrate lee para Eunbi y luego ya podrás leérselo a Hoorii.

Sábado por la mañana.

Tiffany se acercó a la mesa para desayunar. Kahi se sorprendió de no ver a la pequeña.

-¿Y la princesa? Ya es tarde.

-No ha despertado, esto de levantarla temprano en la semana para el kínder la tiene cansada.

-Entiendo. ¿Jessica vendrá?

-Se supone, no sé a qué hora. La última vez discutimos.

-¿El fin de semana pasado?

-Y entre semana, vino a decir que iba a llevarla a la juguetería y no se lo permití, le compraría muchos juguetes y no hay espacio para ponerlo.

-Pude limitarse a comprarle unos dos.

-Imposibles, mi princesa es tranquila pero no deja de ser niña, se necea cuando se trata de juguetes y se pone a llorar sin parar sino le compras todo lo que quiere.

-Ya veo. Hasta ahora no la he visto necearse por algo.

-Si tiene sus momentos.

-Es pequeña, bien lo dijiste. –Le acerco una taza de café.

-Gracias.

-Lamento lo que sucedió con tu familia.

-Era lo mejor, mucho tiempo estuve en disposición de arreglar las cosas y ellos nunca pusieron de su parte.

-Siempre criticándote, prejuzgando, la gente suele ser así todo el tiempo es una lástima. Cambiando de tema como vas con lo del trabajo.

-Mal, quizás no consiga, quizás tenga que buscar en otros puestos, ya de lo que sea.

-Ya conseguirás no te preocupes, aun tienes dinero de la agencia.

-Ese dinero no es eterno.

-Tienes mi apoyo.

-No quiero abusar.

Al medio día llego Jessica, la pequeña Eunbi acababa de despertar.

-Dame unos minutos, se acaba de levantar y tengo que cambiarla y peinarla.

-La llevare al acuario ¿Te parece? –Tiffany solo se encogió de hombros. -¿Si o no?

-Haz lo que quieras.

-Perdón por la última vez, no voy a quitártela, hable enojada.

-De todas formas no me dejaría, ya te lo dije. –Entro al apartamento dejándola afuera, minutos después salió con Eunbi.

-Toda una princesa. –Jessica la beso en las mejillas, se puso feliz al verla. –Krystal me presto su auto. –Miro a Tiffany.

-Qué bien, te sigo en el auto de Kahi.

-Vamos en el mío, te traigo de vuelta. –Tiffany no iría con ella, claro que no. –Así te vas en los asientos traseros y cuidas a Eunbi.

-De eso no hay problema, le colocare el cinturón además ella se está quieta.

-Llevemos la fiesta en paz, estoy dispuesta a hacerlo.

-Yo también. –Cargo a Eunbi y la llevo con ella.

No quedo más que cada uno ir en auto diferente. Cuando llegaron al acuario Eunbi se asustó al ver a tanta gente, se abrazó como solía hacerlo a Tiffany, entonces Jessica vio que era cierto lo que antes le había dicho la castaña.

-Podemos ir a otro lado.

-Princesa, no te asustes. –Comenzó a hablar con ella hasta que la tranquilizo y la convenció de que nada pasaba, que se divertirían en el acuario