Capítulo 1: "Mentiras y lujuria"

"Sweet Evil" (SinRin Ver.)
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“El placer es el cebo del pecado”

Platon.

 

Tiré de la falda y traté de no tirar nerviosamente también de las tiras del top mientras nos parábamos en la fila para el espectáculo. Mis hombros y brazos se sentían desnudos. El traje había sido elegido para mí por la hermana mayor de JooHeon como un regalo adelantado de mi cumpleaños dieciséis. Y JooHeon nos consiguió entradas para ver unas cuantas bandas locales tocar, incluyendo su última banda adorada, Lascivious. Sólo su nombre era un ataque contra ellos, pero puse una sonrisa en mi cara por el bien de JooHeon.

Él era mi mejor amigo, después de todo. Mi único amigo.

La gente en la escuela asumía que algo estaba pasando entre Jooheon y yo, pero estaban equivocados. No me gustaba de esa manera, y no había duda de que yo no le gustaba de esa manera. Conocía sus emociones.

Podía verlas, literalmente. Y sentirlas si me lo permitía.

Jooheon estaba en su elemento ahora, golpeteando sus dedos contra sus caderas. Irradiaba tal emoción que podía ver alrededor de su cuerpo como un tono amarillo-naranja enceguecedor. Me permití empaparme en su buen humor. Recorrió una mano sobre su cabello rubio grueso y muy corto, luego pellizcó la zona cuadrada de vello bajo su labio inferior. Era fornido y un poco bajo en comparación a otros chicos, pero aun  así era más alto que yo.

Una canción ruidosa con un golpeteo sonó en el bolsillo de Jooheon. Él me lanzó una sonrisa tonta y empezó a mover su cabeza adelante y atrás con el ritmo. Oh, no… no el baile loco del trasero.

—Por favor no —rogué.

Jooheon siguió su baile vibrante con el ringtone, los hombros rebotando y las caderas moviéndose de lado a lado. Las personas a nuestro alrededor se alejaron, sorprendidas, luego empezaron a reír y a animarlo. Presioné mis dedos contra mis labios para esconder una sonrisa de vergüenza. Justo cuando el ringtone estaba a punto de terminar, él dio una pequeña inclinación, se enderezó y contestó la llamada.

—¿Hola? —dijo—. Hombre, todavía estamos en la fila; ¿dónde estás? —Ah, debía ser Gregory—. ¿Trajiste nuestros CDs? De acuerdo. Genial. Te veo allí.

Empujó el teléfono en su bolsillo.

Froté mis brazos desnudos. Había sido un día de primavera hermoso en Atlanta, pero la temperatura del aire había caído cuando el sol desapareció detrás de los edificios altos. Vivíamos una hora al norte en un pequeño pueblo llamado Cartersville. Era extraño estar en la ciudad, especialmente en la noche. Las luces de la calle volvieron a la vida sobre nosotros, y la multitud se volvió más ruidosa con la llegada de la oscuridad.

—No mires ahora —Jooheon se inclinó para susurrar—, pero la chica a las tres en punto está echándote un vistazo.

Inmediatamente miré y JooHeon gruñó. Lo gracioso fue que, la chica de verdad estaba mirándome. Aunque con los ojos inyectados en sangre. Me dio un asentimiento y tuve que suprimir una risita ridículamente femenina cuando volví a darle la espalda. Me ocupé jugando con una hebra de mi cabello negro.

—Deberías hablarle —dijo Jooheon.

—De ninguna manera.

—¿Por qué no?

—Ella está… drogada —susurré.

—No sabes eso.

Pero lo sabía. Los colores de las emociones de alguien se difuminan cuando sus cuerpos están bajo la influencia. Los de esa chica estaban bastante borrosos.

Ver las emociones como colores era una extensión de mi habilidad de sentir los sentimientos de otros, sus auras. Había tenido ese don desde niña. El espectro de color era complicado, como lo eran las emociones, con sombras de un color significando cosas diferentes. Para simplificar, las emociones positivas siempre eran de colores, variando de brillante a pastel. Las emociones negativas eran sombras de negro, con unas cuantas excepciones. La envidia era verde. El orgullo era purpura. Y la lujuria era roja. Esa era una popular.

Los colores me hipnotizaban, la manera en que se movían y cambiaban, algunas veces en sucesión lenta, y algunas veces en rápida. Trataba de no leer a las personas constantemente o mirarlas fijamente; parecía como una invasión a la privacidad. Nadie sabía lo que podía hacer, ni siquiera Jackson o mi madre adoptiva, Tiff.

La fila para el club se movió lentamente. Ajusté mi falta otra vez y bajé la mirada para evaluar la decencia de su longitud. Está bien, Eunbi. Al menos mi piernas tenían un poco de músculo estos días, en lugar de parecer un par de palillos de dientes. Aunque he sido encasillada con apodos como “Twiggy” y “Palos” mientras crecía, no me obsesioné con mi figura, o la falta de ella. Los sujetadores con relleno fueron un invento útil, y estaba satisfecha con las dos pequeñas hendiduras a mis costados que pasaban como cintura. Correr se había convertido en mi nuevo pasatiempo hacía cinco semanas, después de que hubiera leído cómo mi cuerpo es el “templo de mi alma.”

Templo saludable: verificado.

Cuando nos movimos unos pasos más, Jackson frotó sus palmas.

—Ya sabes —dijo—, probablemente podría conseguirnos bebidas cuando estemos dentro.

—Sin bebidas —contesté inmediatamente, mi corazón acelerando su paso.

—Bien. Lo sé, “No al alcohol, no a las drogas.” No a nada. —Me imitó, agitando sus ojos, luego me codeó para mostrarme que simplemente estaba bromeando, como si pudiera ser malo de alguna manera. Pero sabía que yo tenía una aversión anormal a las sustancias. Incluso ahora, su comentario sobre drogas y alcohol me causó una reacción incómoda y casi física; se sintió como un empujón urgente y codicioso. Tomé una espiración profunda para calmarme.

Finalmente hicimos nuestro camino hasta el frente de la fila, donde un bravucón joven puso una pulsera de menor de edad en mí y me dio una mirada evaluativa, sus ojos escaneando mi cabello hasta la cintura antes de levantar la cuerda de terciopelo. La pasé por debajo con JooHeon a mis talones.

—De verdad, Eunbi, no dejes que me ponga en medio de todos esos chicos esta noche. —Jooheon rió detrás de mí, levantando su voz mientras entrábamos en el salón ya lleno, la música latiendo. Sabía que debería haberme agarrado el cabello antes de que viniéramos, pero la hermana de Jooheon, Jana, había insistido en que lo dejara suelto. Puse mi cabello sobre mi hombro y lo envolví en una cuerda con mi dedo, mirando alrededor, buscando en la multitud apretadamente junta y haciendo una mueca ligeramente ante el ruido y la explosión de emoción.

—Ellos sólo creen que les gusto porque no me conocen —dije.

Jooheon sacudió la cabeza.

—Odio cuando dices cosas como esa.

—¿Como qué? ¿Qué soy especialmente especial?

Estaba tratando de hacer una broma, usando el término que los sureños usábamos afectuosamente para decírselo a las personas que “no tenían razón”, pero la ira explotó gris del pecho de Jooheon, sorprendiéndome, luego se desvaneció.

—No hables de ti de esa manera. Simplemente eres… tímida.

Era “rara” y ambos lo sabíamos. Pero no me gustaba enojarlo, y se sentía ridículo tener una conversación seria a punta de gritos.

Jooheon sacó su teléfono del bolsillo y miró a la pantalla mientras éste vibraba en su mano. Sonrió y me lo entregó. Tiff.

—¿Hola? —Puse un dedo en mi otra oreja para poder escuchar.

—Sólo estoy comprobando para saber que llegaste a salvo, cariño. Vaya, ¡de verdad está ruidoso allí!

—¡Sí, así es! —Tuve que gritar—. Todo está bien. Estaré en casa a las once.

Era mi primera vez en algo como esto. Jooheon le había rogado a Tiff por su permiso él solo, y por algún milagro ella aceptó. Pero no estuvo feliz con eso. Todo el día había estado tan nerviosa como un gato en el veterinario.

—Permanece al lado de Jackson, y si algún extraño trata de hablarte.

—Lo sé, Tiff. No te preocupes, ¿de acuerdo? Nadie está tratando de hablarme. —Era difícil tranquilizarla cuando estaba gritando y siendo empujada.

El DJ estaba anunciando que Lascivious estaría en el escenario a las cinco.

—Me tengo que ir —le dije—. La banda está a punto de salir. Estaré bien.

¡Lo prometo!

—Muy bien, cariño. ¿Quizá puedas llamarme de camino a casa?—No era una sugerencia.

—De acuerdo. ¡Te quiero, adiós! —Colgué antes de que empezara a hablar de movimientos de autodefensa o alguna otra cosa loca. Apenas había salido de nuestro apartamento más temprano esa noche a causa de su lista de advertencias. Parte de mí creía que ella podría ser lo suficientemente paranoica para seguirnos al club.

—Vamos. —Agarré la mano de JooHeon y lo empujé hacia la multitud. Era una mezcla ecléctica, todo desde punks hasta góticos y niños ricos. Nos llevé todo el camino a la esquina frontal del escenario, molestando a un par de personas con mi ligero empuje, pero fui cuidadosa en disculparme. Creía que le debía un asiento de primera fila a Jooheon después de enojarlo.

El escenario de manera estaba abollado, como cada otra superficie en el edificio. El club era pequeño y cuadrado, pero los techos eran altos.

Personas abarrotadas dentro y rompiendo cada código de incendios en Georgia agregaban a la atmosfera.

Nos apretujamos justo cuando el DJ les dijo a todos que “animaran” a Lascivious. La banda fue recibida por una horda de gritos, y reconocí la primera canción como una que Jooheon sonaba para nosotros de camino a la escuela algunas veces. A pesar de mi tendencia usual a ser ultra-reservada, me encontré atrapada en la música, saltando de arriba abajo y cantando a todo pulmón. Jooheon estaba justo allí conmigo, haciendo lo mismo. No podía creerlo. Esto era divertido. Salté con la multitud, permitiéndome ser atrapada en el regocijo que me rodeaba.

—Hombre —gritó Jooheon en mi dirección cuando la primera canción terminó—. ¡Ellos. Son. Geniales!

La segunda canción comenzó, era lenta. Me calmé un poco y miré a la banda. El vocalista principal rezumaba orgullo. Su aura purpura oscuro, casi ahogaba su camiseta ajustada y jeans apretados. Su cabello en puntas tenía un estilo de rígida inclinación a un lado. Sostuvo El micrófono como una amante. El ritmo aceleró en un frenesí de golpes de tambor. Mientras llegaban al coro, atrayendo mis ojos a la batería mientras la multitud salvaje empezaba a saltar de nuevo.

Me di cuenta de muchas cosas sobre la baterista a la vez, sobre todo al ser la única mujer dentro de la banda. Estaba enfocada en la tarea en cuestión, manteniendo el ritmo perfecto. En vez de un remolino de colores transparentes alrededor de su torso, había una pequeña y concentrada estela de rojo brillante en su esternón. Pero de cualquier forma su aura estaba en blanco. Huh. Eso era raro. Pero antes de que pudiera contemplarla mucho, mis ojos viajaron a su rostro.

Wowza.

Era viciosamente caliente. Como en C-A-L-I-E-N-T-E, calientee Nunca entendí hasta ese momento, por qué las chicas insistían en agregar una “e” de más para describir a un chico apuesto. Esta chica era digna de una “e” de más.

Examiné a la baterista; determinada a encontrar una falla.

Cabello castaño. Un interesante corte de cabello: corto alrededor de los lados del cuello y  pero largo en la parte de atrás,  y su flequillo colgando desordenadamente y en la frente. Sus ojos eran pequeños y sus cejas poco espesas y… Oh, ¿a quién engañaba? Podría desmenuzarla, pero incluso el sospechoso sesgo de sus ojos la hacía más atractiva para mí.

Había una intensidad en la forma que tocaba, como si estuviera desatando su pasión en la música y nada más importara. Estaba sintiéndola, perdida en ella, y era buena. Una ligera capa de sudor brillaba en sus brazos y rostro, humedeciendo y oscureciendo su cabello en las sienes.

Nunca antes había sentido tal atracción física instantánea. El poder de ello era desapacible. Me daba cuenta cuando las chicas tenían lindos rasgos, seguro, pero normalmente era distraída por sus emociones.

Ahora con la ausencia del aura de la baterista, era capaz de mirar como sus ligeramente marcados musculos de sus bíceps y antebrazos flexionados mientras golpeaba las baquetas en un torbellino de movimientos precisos. El ritmo era intoxicante, golpeando cada nervio dentro de mí. Todo su cuerpo se movía fluidamente, saltando con la fuerza del pulso, su rostro enfocado y seguro.

Miré otra vez la estela roja en su pecho. No era algo que hubiera visto antes. Dudaba que sintiera lujuria en ese momento, con su total concentración en la música. Era rara. La canción llegó a su fin con un último choque de los platillos; entonces giró las baquetas en sus dedos antes de meterlas bajo su brazo. Jooheon estaba animando, junto con el resto de la multitud. Me quedé parada ahí en absoluto asombro.

—¿Te estás divirtiendo? —preguntó Jooheon.

—Sí, definitivamente —dije, aún mirando a la baterista mientras quitaba los mechones húmedos de cabello de sus ojos y miraba hacia abajo a dos chicas gritándole desde la otra esquina del escenario. Les dio la más linda y despreocupada media sonrisa que nunca hubiera visto. Mi corazón trastabilló. Las chicas gritaron y saltaron de arriba abajo, sus mega escotes amenazando con estallar en ese momento de sus camisas de corte bajo. La estela roja de la baterista se amplió una ranura, y sentí un desagradable, gruñente y desgarrante sensación en mis entrañas; otra nueva sensación. Quería que alejara la mirada de ellas.

¿Celosa? ¡Santo cielo!

—No es justo, hombre —dijo Jooheon, siguiendo mi mirada—. Algunas chicas tienen más suerte que los chicos.

—¿Qué? —Finalmente rompí mi trance para mirar a Jackson.

—La chica, ¿la baterista? Escucha esto. Es una música asesina, consigue toneladas de chicas, su papá está cargado, y como si eso no fuera suficiente, ¡tiene un maldito acento inglés!

Tuve que sonreír ante la mezcla de envidia y admiración.

—¿Cómo se llama? —grité mientras la tercera canción empezaba.

—Jung Yerin. Oh, y esa es otra cosa. ¡Un nombre genial! Bastarda.

—¿Cómo lo deletreas? —pregunté.

«Jooheon lo deletreó para mí. Es una E-I, como comida Tai-landesa» explicó.

Yerin, como Tai-landés, simplemente delicioso. ¡Gah! ¿Quién era esta chica invadiendo mi cerebro?

El nombre Jung Yerin sonaba familiar. Nunca la había visto antes, pero había oído de ella.

—¿Cuánto tiempo tienen? —pre

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Comments

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LeeKkura_SinRin143 #1
I want to read this but i don't know how to speak spanish (ToT)(╥_╥)(┳Д┳)
Clon_105
#2
Chapter 21: "En otras palabras, estaba delirando." JAJAJAJAJAJAJAJA pobre SinB LoL XD
Clon_105
#3
Chapter 19: jajajaj me sonó a Buffy la caza vampiros esta parte no sé por que XD
Clon_105
#4
Chapter 18: Noooooooooooo la hna. Ruth!!! que inoportuna ¬¬
Clon_105
#5
Chapter 17: El mejor capítulo hasta ahora!!!! la Madre es esa chica!!! ?? XD quién mas podría ser¿? si son igualitas!!! jajajaja XD
MUY Bueno este cap.! maldito laburo!, mañana renuncio así termino de leer todos lso caps. (ok no, pero lo pensé en voz alta XD)
Clon_105
#6
Chapter 16: Trato de ir lo mas rápido posible! espero un gran final ya que voy a la mitad...
Clon_105
#7
Chapter 15: Pobre lo del tatoo... entnces que se lo haga lavable.. es mas rentable XD
Clon_105
#8
Chapter 13: Ya le enseñó quienes mandan XD
Clon_105
#9
Chapter 12: Esas preguntas tipo psicologa de las que se queja tanto Yerín las hago todo el tiempo cuando hablo con gente random...
Clon_105
#10
Chapter 11: SinB estuvo a punto de volverse una chica mala...