Capítulo XIII
2. PredestinedTiffany
Hoy era el día de San Valentín. Y sabía que no había manera en que fuera capaz de dejar a Jessica para salir en una cita con Taeyeon. Yuri había planeado una noche romántica y estuvo burlándose de ella con pequeñas notas por semanas que dejaban pistas sobre lo que estarían haciendo. Entré en el dormitorio de Jessica, y ella tenía todas las notas sobre su cama en un círculo a su alrededor. El oso que le había dado el año pasado estaba asentado en su regazo y el collar que había guardado tanto se encontraba en su mano. Frotaba el afable diamante mientras miraba las notas frente a ella.
Cuando cerré la puerta detrás de mí, su cabeza se disparó en alto y una pequeña sonrisa curvó sus labios. —Hola, no te esperaba aquí hoy. ¿No tienes una cita?
Negué con la cabeza y me acerqué para sentarme en la esquina de la cama, cuidadosa de no mover o sentarme en uno de esos pequeños pedazos de papel que ahora eran tesoros.
—No, hoy estoy aquí contigo. Taeyeon puede esperar. Creo que me necesitas más que ella en estos momentos.
La sonrisa de Jessica tambaleó y apretó el oso en su regazo más firme. —He releído todas estas pistas un millón de veces y no puedo entenderlo. Estuvo planeándolo durante meses. Uno pensaría que... —su voz se quebró y respiró hondo—, uno pensaría que debí de haber descubierto cual era la sorpresa para ahora. Pero Yuri era tan buena para guardar secretos. No quería que yo lo averiguara. Quería sorprenderme.
Tenía razón, por supuesto. Yuri amaba burlarse de ella. Se había burlado de ella, incluso cuando éramos niñas.
Yo siempre había sido la etiquetada como aquella que hacía las cosas divertidas y peligrosas, y Jessica se parecía a una muñequita vestida de color rosa, mirándonos con desaprobación. Yuri había estado enamorada de ella en aquel entonces. Era algo que ella no entendía, pero incluso cuando niña quería tocarla. La trataba como a una princesa de hadas. Algo frágil y precioso. Siempre puse mis ojos en blanco con disgusto, pero recordándolas ahora de esa manera, eso me hizo sonreír.
—Voy a estar bien, Tiffany. Has pasado todos los días conmigo desde, desde entonces —Se interrumpió y tocó la imagen asentada a la derecha de su cama. Era Yuri en su uniforme de baloncesto, sonriendo brillantemente con su trofeo de MVP del juego del año pasado, del campeonato estatal.
—Ve con Taeyeon. Diviértete. Por mí.
No podía divertirme con Taeyeon sabiendo que mi mejor amiga se acurrucaba en su cama con las notas de su novia muerto mientras lloraba a solas. Tenía que sacarla de la habitación.
—Tengo una idea mejor. Taeyeon está ocupada esta noche. Le he liberado de nuestros planes y decidió que alcanzaría el concierto de Atlanta que Cold Soul está teniendo esta noche. Originalmente, ella les dijo que no podía asistir, pero ahora ya se dirige hasta allá. —Bueno así que mentí, pero ella nunca lo sabría—. Entonces, tú y yo vamos a ir a hornear galletas de chocolate y luego ver la primera temporada entera de The Vampire Diaries. —No era una fanática de Vampire Diaries, pero Jessica era adicta a la serie. Tenía todas las temporadas en DVD y en iTunes.
Podía verla a dondequiera que ella estuviera. Como ya he dicho, era adicta.
Jessica apoyó la barbilla en la cabeza del oso y miró por encima, hacia mí, a través de sus largas pestañas que se rizaban a la perfección sin ningún tipo de ayuda en absoluto. —Está bien. Puedo hacer eso. — respondió.
—Por supuesto que sí. Ahora leván
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